de edad al que pertenece una persona, está relacionada a las etapas del desarrollo, aunque no deben tomarse en forma absoluta porque recordemos que existen diversidad individual y cultural. in útero y nacimiento Feto y lactante durante los primeros 28 días después del nacimiento. Es el momento en el que se forman los órganos y la estructura corporal básica. Se trata de un momento en el que el ser humano es muy vulnerable a las influencias ambientales. La fase prenatal es la etapa del desarrollo que se lleva a cabo en el vientre materno. Aquí, el embrión comienza su proceso de desarrollo hasta convertirse en un bebé completamente formado. Esta fase incluye tres sub etapas: 1. Período germinal Es el momento de la concepción, cuando un óvulo es fecundado por un espermatozoide y comienza a desplazarse hacia el útero, donde se implantará 2. Período embrionario Es la etapa en la que comienza la división de las células según sus funciones, y que luego dará lugar a la estructura ósea, muscular y los diferentes órganos del bebé. 3. Período fetal En esta fase los órganos comienzan a formarse y madurar. Esta etapa de desarrollo comienza a las 12 semanas de gestación y culmina con el nacimiento del bebé. Normalmente llamamos a los individuos en esta etapa “bebés”, y sabemos que inicialmente están desprovistos del habla, del control de sus esfínteres y que se relacionan con el mundo a través del llanto. La alimentación depende de la leche materna, dado que no se poseen dientes, y las habilidades psicomotrices son mínimas. se dan los primeros desplazamientos autónomos (primero el gateo, luego el caminar) y se pronuncian las primeras palabras, enteramente por imitación de los progenitores. Al término de la primera infancia, un individuo debe: Desplazarse de manera autónoma e interactuar a voluntad con los objetos del entorno. Expresarse de manera hablada, reconocer a sus pares y jugar con ellos. Ser capaz de reconocer las emociones primarias y sus expresiones más básicas (llanto, risa). Manejar los rudimentos de la lectoescritura. primera infancia (0-5 años), Se mantiene e el núcleo familiar al cuidado de la madre, el padre, hermanas o hermanos mayores, otros familiares o el servicio domestico. Algunos son trasladados a los centros de atención integral de la niñez o jardines infantiles, con el objetivo de que reciban los primeros pasos de estimulación educativa mientras sus progenitores trabajan. Es la fase de desarrollo caracterizada por el aprendizaje de capacidades y habilidades psicomotrices, así como del lenguaje. Otras características de la etapa de la infancia son: El infante comienza a comer alimentos sólidos. Comienzan los primeros desplazamientos de forma autónoma, primero gateando y luego caminando. Pronunciación de las primeras palabras. Aprendizaje de las nociones básicas de lectura y escritura. Interacción con el entorno físico (bajar escaleras, subirse a una silla) y social (conocer a otros pares y jugar con ellos). Comienzan a controlar los esfínteres y los músculos. En niño es dependiente y su desarrollo físico es muy rápido. Los niños comienzan a relacionarse entre ellos y mejoran las habilidades motrices y la fuerza, aumentan el autocontrol y comienzan a ser más independientes y a tener un comportamiento más egocéntrico. infancia (6 - 12 años), Para muchos especialistas, la niñez es la etapa del desarrollo humano más importante. Es allí donde se adquieren las habilidades psico sociales y emocionales fundamentales para un desarrollo saludable, y se sientan las bases de lo que será el individuo en el futuro. Entre sus características, destacan: Desarrollo de habilidades cognitivas (asociación de ideas, reconocimiento de colores, formas y estructuras) Evolución de las habilidades para la lectura, escritura y pensamiento lógico. En el plano social, es un período de mucha interacción en el que comienzan a formarse los primeros vínculos fuera del hogar a través de la educación y las actividades recreativas. Los niños comienzan a pensar de forma lógica y disminuye el egocentrismo, se desarrolla el lenguaje y la memoria. Es el momento en el que se crea la autoestima y el crecimiento físico comienza a ser más lento. se da el desarrollo propiamente dicho de las habilidades básicas psicosociales y cognitivas, el individuo aumenta paulatina y constantemente de estatura, ganando además capacidades expresivas, motrices y sociales más refinadas, y pudiendo así interactuar de maneras más complejas con el mundo. Al término de la niñez, un individuo debe: Manejar herramientas conceptuales de mayor complejidad (matemáticas, comunicación verbal, etc.) y establecer relaciones socioafectivas más complejas (amistad, compañerismo, etc.). Manejo primario del pensamiento lógico, manejo formal de la lectoescritura y capacidad de asociación de ideas y conceptos. Socializar continua e intensamente a través de actividades recreativas, y formar los primeros vínculos sociales fuera del hogar. Adolescencia (12-20 años) En la adolescencia comienzan los cambios físicos y la necesidad de vincularse afectivamente Es una etapa en la que se producen cambios físicos muy rápidos y significativos. Se inicia la búsqueda de una identidad propia. Biológicamente, la adolescencia es la etapa del desarrollo humano marcada por los cambios hormonales y físicos que determinarán la madurez sexual del individuo. Se subdivide en dos fases: Adolescencia temprana (12 a 15 años) Se caracteriza por: Aumento de estatura. Cambios de peso y talla. Aparición de vello corporal. Crecimiento mamario en las mujeres e inicio de la menstruación. Aparición del deseo sexual en ambos géneros. Tendencia al aislamiento o al distanciamiento del núcleo familiar como parte de la búsqueda de su identidad personal. Adolescencia tardía (15 a 20 años) En esta etapa se termina de completar el proceso de maduración sexual y el adolescente se prepara para la adultez. Implica la culminación de los estudios secundarios, así como la exploración de intereses académicos o profesionales. En esta etapa, comienzan las primeras interacciones sociales adultas, aunque el individuo carece aún de madurez emocional. Entre otras características de esta etapa del desarrollo, se destacan: Culminación del proceso de desarrollo físico. El individuo comienza a experimentar el mundo con una visión más clara de sí mismo y de lo que desea para el futuro. En muchos casos, esta es la etapa de la emancipación, ya que el individuo comienza a generar sus propios ingresos y sentar las bases de su vida adulta. Al término de la adolescencia, se espera que el individuo: Haya madurado reproductivamente, con notorios cambios físicos y fisiológicos, es decir, que manifieste ya signos externos de madurez sexual. Sea capaz de hacer cuestionamientos de tipo existencial y filosófico, y pueda abordar materias complejas con relativa soltura cognitiva. Asome su personalidad definitiva, exhibiendo tendencias sociales, emocionales y psicológicas propias, aunque muy influenciados por la presión social y grupal. Posea ya rasgos de pertenencia a una colectividad, en los cuales se base para definir su “identidad”: tribus urbanas, grupos deportivos, etc. Presente una libido activa (deseo sexual) Juventud (20 a 25 años de edad) En esta etapa, comienzan las primeras interacciones sociales adultas, aunque el individuo carece aún de madurez emocional. Entre otras características de esta etapa del desarrollo, se destacan: Culminación del proceso de desarrollo físico. El individuo comienza a experimentar el mundo con una visión más clara de sí mismo y de lo que desea para el futuro. En muchos casos, esta es la etapa de la emancipación, ya que el individuo comienza a generar sus propios ingresos y sentar las bases de su vida adulta. Adultez (25 a 60 años de edad) La adultez es la etapa de desarrollo humano más larga. Implica diversos cambios físicos, emocionales y psicológicos según la edad y fase de cada persona. Tiene, a su vez, tres clasificaciones: Adultez joven (25 a 40 años de edad) En principio, la adultez es el periodo de mayor vitalidad y actividad. Algunas características resaltantes son: Es la fase de mayor productividad, ya que coincide con la finalización de los estudios superiores y el desarrollo profesional. También es la etapa en la que, idealmente, se procrea, ya que las personas están en la plenitud de su capacidad reproductiva y la madurez emocional necesaria para afrontar los cambios que este proceso implica. Adultez intermedia (40 a 50 años de edad) A partir de los 40 años comienzan los cambios propios de la menopausia en las mujeres y la andropausia en los hombres, caracterizados por: Fluctuaciones hormonales Cambios emocionales Cambio de peso y talla Disminución del deseo sexual Aparición de canas y líneas de expresión Pérdida de la masa ósea y muscular. Adultez tardía (50 a 60 años de edad) En esta fase los cambios físicos que comenzaron en etapas previas son más evidentes, además ocurren una serie de cambios vitales que tienen un impacto en la dinámica social: Emancipación de los hijos, lo que en muchos casos implica el inicio de un período de soledad para los padres. Es la fase de la jubilación y el replanteamiento de las prioridades, por lo que las habilidades, talentos, pasatiempos y vínculos sociales cobran especial importancia en este período. Disminución del deseo sexual en ambos sexos. Problemas de lubricación vaginal en las mujeres y disfunción eréctil en los hombres. A lo largo de la adultez, normalmente los individuos: Alcanzan la cumbre de su desarrollo físico, psicológico y emocional. Poseen un sentido complejo pero pleno de la identidad, y reconocen su lugar en el mundo. Se reproducen, forman familias o tienen relaciones interpersonales de profundidad, que ocupan un lugar significativo en la existencia. Forjan un oficio, una profesión o un lugar en la sociedad, a través del trabajo y la experiencia. Maduran del todo físicamente y comienzan a presentar señales de envejecimiento: encanecimiento del cabello, pérdida de flexibilidad, pérdida de cabello en los hombres, y disminución de la libido Ancianidad o vejez (60 años en adelante)
La ancianidad, también llamada tercera edad, es la última etapa del
desarrollo humano y se caracteriza por: Deterioro progresivo de las capacidades físicas y cognitivas. Tendencia al aislamiento social, bien sea como consecuencia de la aparición o evolución de enfermedades o por la reducción del círculo social causada por el fallecimiento de otros pares. Aceleración del proceso de envejecimiento (la piel pierde su elasticidad, las arrugas se profundizan, el cabello comienza a caerse). Aceleración de la pérdida de masa ósea y muscular. Disminución de la visión y la audición. Factores como la calidad de vida y los hábitos de salud adquiridos en etapas vitales previas pueden influir de forma positiva en esta fase. Un adulto saludable afrontará la ancianidad con una mejor perspectiva, por eso es importante crear oportunamente las condiciones y hábitos para que así sea. Inyectan sabiduría y promueven el desarrollo de las actividades enfocadas hacia el alcance de una mejor calidad de vida.