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PESCADORES DE HOMBRES!

“Os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19).

Cuando Cristo llamó a los hombres para que fueran sus Discípulos él lo hizo de repente. Después los
llamó inmediatamente a que ganaran almas. Es impresionante que todos estos hombres respondieran
tan rápido. Trágicamente, es muy raro escuchar de tan dinámica respuesta hoy en día en el nuevo-
evangelicalismo del mundo Occidental. Aquí en nuestras iglesias los “creyentes” son tratados como
bebes por años. Ellos rara vez hacen algo para Cristo y la iglesia local, ¡y se espera que sean “bebes
Cristianos” por décadas! ¡Pero la Biblia enseña que debes ser pescador de hombres
inmediatamente! Un pescador de hombres es una persona que hace evangelismo, que trabaja para traer
personas a la iglesia a escuchar el Evangelio ser predicado. Eso es lo que significa ser pescador de
hombres. Jesús dijo:

“Os haré pescadores de hombres” (Mateo 4:19).

Él dijo esto inmediatamente – cuando él llamó a estos hombres. Él no pasó años enseñándoles.
Inmediatamente Cristo los hizo “pescadores de hombres”. Aquí hay cuatro verdades Bíblicas acerca de
convertirse en pescadores de hombres.

I. Primero, para ser un pescador de hombres tú corazón debe estar de acuerdo con Cristo y la iglesia
local, no con el mundo.

Convertirse en un verdadero discípulo de Cristo debe empezar con el deseo de dejar el mundo.

“Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor” (II Corintios 6:17).

Decide en tu corazón que dejarás al mundo y entrarás en Cristo y Su iglesia. Jesús dijo:

“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6:21).

Si tu tesoro está en tu escuela y complacer a tu familia entonces es allí donde estará tu corazón, no con
Cristo y los miembros de la iglesia local. Sé como los jóvenes en China que arriesgan todo para venir a
Cristo. Allí ellos están dispuestos a perder el amor y apoyo de sus familias si fuera necesario, y algunos
han tenido que aguantar golpizas y cárcel por la causa de Cristo y Su iglesia.

Más Cristianos están en la cárcel o bajo detención en la China que en cualquier otro lugar. Iglesias
hogareñas [iglesias no registradas] que son aproximadamente el 90 por ciento de Cristianos en China,
sufren persecución inimaginable. Pero ellos se mantienen en su compromiso de predicar el evangelio,
sin importarles el costo...En Feb. 11, 2009, las autoridades Chinas arrestaron 60 líderes de iglesias
hogareñas...quienes estaban atendiendo un seminario en Wolong Distrito, en la provincia de Henan. Los
oficiales de la policía interrumpieron la reunión, arrestaron a los Cristianos y confiscaron sus teléfonos,
libros y dinero. Las autoridades forzaron a los creyentes a registrarse con el gobierno y pagar una multa.
(http://www.persecution.com/public/restrictednations.aspx?clickfrom=bWFpbl9tZW51)

¡Sé como los jóvenes en la China que se arriesgan para ser verdaderos Cristianos y pescadores de
hombres!

“Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra”


      (Colosenses 3:2).
II. Segundo, para ser pescador de hombres debes empezar inmediatamente.

Cristo tuvo doce Discípulos; incluyendo a Pedro, Andrés, Jacobo, Juan y Mateo. Pedro y Andrés eran
pescadores cuando Jesús los llamó. La Biblia dice:

“Ellos dejando al instante las redes, le siguieron”


      (Mateo 4:20).

Jacobo y Juan estaban remendando sus redes cuando Jesús les llamó y la Biblia dice:

“Ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron”


       (Mateo 4:22).

Mateo, el cobrador de impuestos estaba trabajando cuando Jesús le llamó. La Biblia dice:

“Y se levantó y le siguió” (Mateo 9:9).

Todos estos hombres que Jesús llamó respondieron al instante, sin tardarse. ¡Ellos empezaron a
evangelizar! Esa es la manera correcta de responder a la llamada de Cristo si una persona es seria de
hacerse Cristiano.

Pero esos que Jesús llamó, que dudaron o se detuvieron, nunca se hicieron Cristianos.

“Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las
zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la
cabeza” (Lucas 9:57-58).

Aunque este hombre dijo que seguiría a Jesús adondequiera que fuera, no lo hizo. Él decidió no seguir a
Cristo después de considerar las dificultades que tenía que pasar. Así que nunca se hizo Cristiano.

“Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en
mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el
reino de Dios” (Lucas 9:61-62).

Este hombre tampoco respondió al instante a la llamada de Cristo. Él pensó que era muy duro hacerse
un discípulo. Él miró hacia atrás de la obra, y nunca se hizo Cristiano. Aquellos que dudan en hacerse
discípulos de Cristo, y que dudan en hacerse pescadores de hombres, parece que nunca se hacen
Cristianos. A lo mejor, solo permanecen siendo Cristianos nominales – Cristianos solo de nombre.
¡Escucha la llamada de Cristo esta noche a través de este mensaje y hazte pescador de hombres!

III. Tercero, obedezcas o no a Cristo y te hagas pescador de hombres pone a prueba tu seriedad.

Si tu respondes de inmediato a la llamada de Cristo de hacerte pescador de hombres pondrá a prueba tu


seriedad de hacerte Cristiano. En el pasaje que el Dr. Cagan leyó anteriormente:

“Pasando de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con
Zebedeo su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al instante la barca y a su
padre, le siguieron” (Mateo 4:21-22).
Jacobo y Juan al instante obedecieron a Jesús. Si tú te hicieras un verdadero discípulo de Cristo debes
asegurarte que nada te detenga. Jesús dijo:

“El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no
es digno de mí”
            (Mateo 10:37).

Debes amar a tu padre. Debes amar a tu madre, pero no más que a Cristo y a Su iglesia. Muchos de los
jóvenes Chinos aquí en América dicen que no pueden venir a la iglesia el Domingo por la mañana y por
la noche y Sábado por al noche, porque tienen que estudiar más (aunque en verdad solo están
perdiendo el tiempo) o porque tienen que pasar cada minuto que tienen libre con su familia. Tal
persona no se hará Cristiana. Que diferente son estas personas de los Discípulos, y las Cristianos
perseguidos en la China.

Matthew Henry dijo:

Este momento de docilidad de los discípulos, nos da un buen ejemplo de obediencia al mandato de
Cristo...No obedecieron a sus empleos actuales, sus compromisos con sus familias, las dificultades del
servicio al que se les llamaba, o su propia incapacidad para ello; pero, siendo llamados, obedecieron
(traducción de Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bible, Fleming H. Revell Company, 1950
reimpresión, tomo 5, página 44, comentario sobre Mateo 4:18).

IV. Cuarto, hacerte pescador de hombres puede llevarte a tu propia conversión.

Por favor volteen a Lucas 5:3-10:

“Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase de tierra un poco; y
sentándose, enseñaba desde la barca a la multitud. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Boga mar
adentro, y echad vuestras redes para pescar.

Respondiendo Simón, le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando, y nada hemos pescado;
mas en tu palabra echaré la red. Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se
rompía. Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a
ayudarles; y vinieron, y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro,
cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la
pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y
asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón:
No temas; desde ahora serás pescador de hombres” (Lucas 5:3-10).

Aquí vemos a Pedro el pescador trabajando duro en su propia embarcación durante toda la noche sin
ningún éxito. Jesús le instruye que lleve la barca mar adentro y vuelva a tirar la red. Pedro está lleno de
incredulidad pero obedece a las palabras de Cristo. Este es el comienzo de la gracia en su corazón en
hacer caso a la llamada de Cristo. El Reformador Juan Calvino comentó:

[Pedro] no tiene más que una pequeña percepción – si tiene alguna en lo absoluto – del valor del
Evangelio, pero el respeto que le tiene a Cristo se manifiesta en esto, que, a pesar de que ha trabajado
inútilmente, comienza de nuevo lo que ya había intentado en vano. Sin embargo, no se puede negar,
que estimaba mucho a Cristo, y tenía un gran respeto a su autoridad. Pero un momento particular de fe,
en que se rindió a un solo mandato de Cristo, no habría hecho de Pedro un Cristiano, o le habría dado un
lugar entre los hijos de Dios, si no hubiera sido guiado, a partir de este primer acto de sumisión, a una
obediencia total. Pero, como Pedro cedió tan fácilmente a la orden de Cristo, a quien no había conocido
aún como profeta o el Hijo de Dios, no se puede ofrecer disculpas por nuestra conducta vergonzosa, si,
lo llamamos nuestro Señor y Rey, y Juez (Isaías 33:22) Y no movemos un dedo para llevar a cabo nuestro
deber, al cual diez veces hemos recibido órdenes (traducción de John Calvin, Commentary on a
Harmony of the Evangelists, Baker Books, 1999 reimpresión, tomo XVI, comentario sobre Lucas 5:5,
página 241).

Pedro, aunque no convertido, recibió mucha gracia para obedecer el llamado de Cristo. Pedro y los otros
Discípulos están abrumados por la cantidad que han pescado y comienzan a darse cuenta, quizás por
primera vez, quien es Jesús realmente. Este es uno de los acontecimientos que finalmente lo llevó a su
conversión. Una vez más, Juan Calvino dijo:

De esta manera, Pedro mira a Cristo con reverencia por el milagro, y sin embargo es tan intimidado por
su majestad, que hace todo lo posible para evitar su presencia. Tampoco fue este solo el caso de Pedro:
porque vemos, por el contexto, que la sorpresa había dominado a todos los que estaban con él. Por lo
tanto vemos, que es natural que todos los hombres tiemblen ante la presencia de Dios. Y esto es una
ventaja para nosotros, para quitar cualquier confianza u orgullo necio que tengamos, que siempre es
seguido inmediatamente por un consuelo tranquilizador. Y así Cristo libera la mente de Pedro con una
respuesta suave y amable, diciéndole, no temas. Así, Cristo hunde a su propia gente en la tumba, para
después levantarla a la vida (John Calvin, ibíd., comentario sobre Lucas 5:8, p. 242).

Calvino creía que Dios usó las dificultades y los fracasos de Pedro al hacerse pescador de hombres como
un medio de gracia para lograr su despertamiento y después su conversión. Activo en la labor del
ministerio en la obediencia a los llamados de Cristo, Pedro recibió más gracia y finalmente la gracia que
convierte para hacerse un verdadero Cristiano.

No decimos que el evangelismo como una obra contribuirá a tu salvación, porque la salvación es sólo
por gracia mediante la fe en Cristo solamente. De hecho, la salvación “no de vosotros mismos” para que
nadie se gloríe (Efesios 2:8-9). Sin embargo, creemos que de la misma manera que Cristo dio a sus
Discípulos la gracia para responder a Su llamada, Él también les dará gracia a ustedes jóvenes para que
sean verdaderos Cristianos y pescadores de hombres si ustedes también obedecen Su llamado y se
hacen pescadores de hombres.

Jesús te ama. Él murió por tus pecados en la Cruz. Se levantó corporalmente de entre los muertos al
tercer día. Subió al Cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre. Ven a Cristo, y Su Sangre lavará tus
pecados.

V. Quinto, hacerse pescadores de hombres es la manera de tener verdadero compañerismo en la


iglesia local.

“Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con
alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía
cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:46-47).

“Unánimes” en Griego es homothumadon que significa de la misma manera de pensar. Verdadero


compañerismo en la iglesia local es cuando todos tienen la misma forma de pensar en amarse uno al
otro, cuidarse uno al otro, comiendo juntos, y pensando igual al hacer evangelismo. Todos nosotros
hemos sido llamados por Cristo para ser pescadores de hombres. ¡No solo asistas al estudio Bíblico sin
hacer lo que la Biblia dice! Deja que nuestros jóvenes te entrenen a hacerte pescador de hombres.
Aprende de nosotros a obtener nombres y números de teléfonos y tráelos para que nosotros los
llamemos.

¡Mira a todos los Cristianos felices y cometidos en el documental Chino que viste! ¡Ellos están
esparciendo el Evangelio a pesar de toda la persecución que deben soportar! Decide en tu corazón que
quieres convertirte en un Cristiano serio como ellos.

Por favor pónganse de pie y volteen conmigo en su Biblia a Juan 1:41-45:

“Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo).
Y le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que
quiere decir, Pedro). El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Y Felipe
era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de
quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret” (Juan 1:41-
45).

Se pueden sentar.

Sigue el ejemplo de Andrés que trajo a su hermano Pedro a Cristo. Sigue el ejemplo de Felipe que trajo a
su amigo Nataniel a Cristo. Ustedes jóvenes tienen muchos amigos y familia que nunca conoceremos.
¡Trae tus amigos de la escuela y tu familia a la iglesia! ¡Llenemos este lugar con muchos jóvenes! Te
ayudaremos a amarlos, compartir la comida con ellos, y predicar el evangelio a ellos.

Las primeras palabras de Cristo a Sus discípulos fue para que ellos se hicieran pescadores de hombres,
para evangelizar. Ahora notamos que también fueron las últimas palabras de Cristo a Sus discípulos. Lo
último que Él les dijo a ellos fue:

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

Estas últimas palabras del Señor Jesucristo antes de ascender de vuelta al Cielo, muestra lo que estaba
en Su corazón y lo que Él pensó era más importante – salir a pescar hombres – evangelizar a los
perdidos. Esas son las órdenes de Jesús, el Capitán de nuestra salvación. Desde el principio de Su
ministerio, hasta el final del mismo, Cristo nos enseñó a ser pescadores de hombres.

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