N.
º XX GUIPÚZCOA
Nos están comiendo la tostada.
Desde el siglo XIX, España ha vivido (o más bien
sufrido) la consecuencia de toda una serie de revoltosos
carroñeros liberales que vendieron y entregaron el Impe-
rio a aquellos que hoy dominan el mundo. No es de ex-
trañar que los buitres, que hoy vuelven a oler la sangre,
sobrevuelen ya los barrios más engominados. Alzan y
cuelgan nuestra Rojigualda, afrancesándose como sus
antepasados, en lo que parece otra “revolución” de cha-
lecos (esta vez menos amarillos).
Durante esta semana se ha podido ver a mu-
chos de aquellos, que de forma completamente acer-
tada criticaban la convocatoria del 8 de marzo, saltar a
la calle (palo de golf en mano) para pedir la dimisión del
Ejecutivo de Sánchez. La respuesta es lógica, no debe
sorprendernos que la derecha reivindique los símbolos
nacionales para intentar suplantar un gobierno social-
demócrata por un gobierno liberal. Para ellos, postrados
en sus cómodos sillones durante la democracia, es todo
un logro pisar la calle para reivindicar un cambio de go-
bierno. Desde este marco, esas insignias que para no-
sotros son definición de lucha y sangre, se convierten en
un trapo que ondear cuando deseas volver a pasearte
por el club de tenis.
Protestas que, pese a estar desautorizadas (no
se pretende decir que, todo lo desautorizado, sea ilegí-
timo), no han visto ni conocido la rabia del cuerpo na-
cional de mercenarios. No verá usted una carga policial
o una barricada en Núñez de Balboa, ya que se corre el
peligro de que con el humo de estas se ensucien las ca-
misas y los mercedes. Mientras tanto, aquellos a los que
ni se les ve, ni se les espera en el Barrio Salamanca, han
hecho su agosto con patriotas de verdad que defendían
nuestra nación. La revolución Louis Vuitton se salda con
la friolera de cero detenidos y treinta y ocho uñas rotas.
Manifestantes on-line con acné y poco trabajo,
estudiantes de ADE y derecho, banqueros, corredores
de seguros, empresarios de dudosa ética y demás ralea
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se pasean por las calles de este barrio pidiendo la
“vuelta a la normalidad” armados con sus cacerolas.
Parece ser que se han cansado de cocinar ellos mismos
y no ven más uso a los utensilios de cocina que el de al-
tavoz de tontería. La revuelta de los banqueros, “tra-
ders”, “brokers” y demás piratas usureros sólo nos sirve
para que élite económica se apropie, más si cabe, del
nombre de España y de su defensa. Un nombre y una de-
fensa que sólo puede ser defendido para su triunfo por
españoles de a pie.
No estaría usted leyendo estas líneas si los ba-
rrios más humildes se hubiesen levantado al grito de
“¡Arriba España!”. Pero desgraciadamente los españo-
les que allí habitan se encuentran demasiado ocupados
intentando alimentar a su prole con las pocas opciones
que los mismos que enarbolan nuestra bandera les brin-
dan.
España, patria de conquistadores y feroces
guerreros, se encuentra sumida en su más prolongado
letargo desde que fue concebida como nación política.
En el momento en que a estos renacuajos de charco se
les vuelva a permitir sus salidas dominicales al club de
campo o el gobierno sea sustituido por otro de un color
menos rojo, se acabará la bandera y volverán a ser los
mismos canallas de siempre.
En conclusión, no es algo válido estar orgulloso
de tu país, de hecho, es un concepto que debería ser pu-
nible. El orgullo conlleva inmovilismo y éste sólo benefi-
cia a aquél que, sin trabajar o trabajando lo mínimo,
puede seguir acariciándose los bajos mientras chupa la
sangre de los españoles de bien. “Amamos España -
como dijo José Antonio- porque no nos gusta”; porque
anhelamos cambiarla. Porque deseamos la Patria, el
Pan y la Justicia. Y a Cayetano, le sobra el pan, no le
gusta la justicia y su patria es su cartera. Españoles de
bien: ¡levántense, nos están comiendo la tostada!
P.P.C
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¡Salamanca y cierra España! O
la revolución de las mascarillas.
Son las once de la mañana, casi medio día. Caye-
tano Salvapatrias acaba de despertarse de un placentero
sueño en un colchón viscoelástico. ¡Qué buena mañanita se
ha quedado! Vamos a desayunar algún selecto producto de
la mejor pastelería francesa de la zona y así cogemos ener-
gías para publicar un Twitter: “viva España joder” “Pedro ca-
brón me chupas un c*#?*.” Cayetano está indeciso, “es que
ser un revolucionario no es tan fácil”, dice suspirando en la
chaisse longue. Luego Justina María recoge la mesa del seño-
rito y a dormir un rato la mona mientras vemos la nueva pan-
tomima de Netflix.
Son las nueve de la tarde, el deber nos llama. Sali-
mos a plaza España con una bandera constitucional en la
mano y una estadounidense en el polo de los jueves. Queda-
mos con los colegas un rato, nos echamos un pitillo contán-
doles que este agosto se ha ido al traste el viajecito a Bora
Bora porque a la madre de Cayetano le da miedo viajar en es-
tas circunstancias y ¡atención! “Sánchez dimisión, libertad y
viva vox” comienza la manifestación.
No es necesario ser un psicólogo de relieve para adi-
vinar que os ha suscitado los ánimos la historieta de mi “bro”
(es la nueva forma de llamar al camarada) Cayetano Salvapa-
trias. Lo que si se me formula como complicado es el averi-
guar las razones de la repulsa hacia el heroico acto del joven
Cayetano.
Existen quizá motivos económicos: tiene gracia que
mientras Javi, el mecánico, está preocupado en Vallecas por-
que no sabe de dónde va a sacar el dinero para dar de comer
a sus hijos. Cayetano que vive en Núñez de Balboa y come to-
dos los días el mejor solomillo gallego, acompañado de una
buena reducción de vino, tenga esas ansias de venganza con-
tra el gobierno. Pero también tiene gracia que Javi no haya
protestado contra el estado de cosas, aun sabiendo que este
mes en su hogar no van a tener alimentos. Quizá no le queden
ya fuerzas para reivindicaciones.
También existen razones de otra índole, quizá más
humorística. El joven internacional Cayetano con tres cursos
en New York, vacaciones en Miami y acciones estadouniden-
ses, una promesa de futuro en la universidad de Harvard,
tenga el valor de salir a la calle con una bandera española
(constitucional, insistimos en ello), proclamarse por Twitter el
señorito más patriota del barrio y decir con sus amplios cono-
cimientos sobre la idiosincrasia del pueblo español, que los
problemas españoles se arreglarían votando a VOX (el pobre
Cayetano teme que los comunistas le expropien la herencia
de su abuelo). En cambio, volviendo a Vallecas, a nuestro po-
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bre Javi que todo su patrimonio y toda su vida está en el ba-
rrio, en España, sus compañeros de oficio y demás personas
de su clase, le han dicho que no se puede ser patriota, pues
eso significa defender los privilegios de los ricos.
Ahora bien ¿Cómo le explico yo a Javi teniendo
como representante del nacionalismo a Santiago Abascal y
su ejército de burgueses con maletín y corbata, que el patrio-
tismo no es egoísta, ni derechista, ni mezquino? ¿Cómo le ex-
plico yo a Javi que el patriotismo es la salvación del pueblo y
que solo una nación soberana le hará digno, que solo una na-
ción fuerte le hará libre? ¿Cómo les explico yo a los niños de
Javi que acuden a comedores sociales la necesidad de que
ellos luchen por su nación en un futuro? Javi no me escucha-
ría, ya se han encargado las derechas de hacer de la bandera
roja y gualda una fanfarronada, una proclamación del
egoísmo.
¿Y cómo le explico yo ha Cayetano que su revolución
no sirve de nada, que no es más que un pobre niño utilizado
por un partido mezquino para vivir de las rentas (de España y
de Javi) y para sentar el culo del presidente Santiago en el
sofá charolado de la Moncloa? ¿Cómo le explico yo a Caye-
tano que su partido no utiliza la bandera de España más que
para reclutar adeptos, que con una bandera en la muñeca fir-
man pactos con naciones y órganos extranjeros que nos limi-
tan y manipulan? ¡Cayetano tampoco querrá escucharme! El
sigue pensando que la utilización de las personas solo se
lleva a cabo con pobres, y solo se puede ser patriota siendo
monárquico, derechista, capitalista y taurino.
¡Vaya despropósito! ¿Y aun no nos damos cuenta?
¡Los partidos políticos no son más que otra herramienta del
tablero de ajedrez con que disfrutan los verdaderos podero-
sos! Estos no son más que engañabobos, que nos dividen es-
túpidamente y nos mienten como les viene en gana. Solo un
pueblo sano hará una patria fuerte, y solo una Patria fuerte
podrá hacer un pueblo sano. Es imposible separar estos con-
ceptos “patria y pueblo”. Si intentas separarlos se produce un
suceso fatídico, monstruoso. Se produce la muerte inexora-
ble de la patria y la esclavitud y enfermedad del pueblo.
Cayetano, Javi: necesitamos dos cosas; una nación
y una justicia social. No tendremos nación mientras cada uno
de nosotros se considere portador de un interés distinto, de
un interés de grupo o de bandería. Y no tendremos justicia so-
cial mientras cada una de las clases, en régimen de lucha,
quiera imponer sobre las otras su dominación. Por eso ni la
derecha ni la izquierda pueden depararnos las dos cosas que
nos hacen falta. Por eso ambos tenéis que venir a las filas de
este movimiento que os llama: El Nacional Sindicalismo.
Isabel Peralta.
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Una imagen vale más que mil Concepto feminista de la
palabras. maternidad.
La semana pasada, el mundo capitalista y los
pocos que quedan del comunista celebraban el día de
la victoria sobre el fascismo en lo que fue el 75 aniver-
sario de la rendición alemana. Es entendible que el go-
bierno de Rusia como de Gran Bretaña y Estados Unidos
celebren esta fecha, pues fueron ellos los que acabaron
con el eje, aunque al final su victoria no fuese más que
una derrota para sus mismos pueblos. Bien, pues re-
sulta que a esta fúnebre fecha también se adhiere Ale-
mania. ¡Alemania!, la que fue vencida y derrotada sin
dejar ni un solo soldado vivo, la que fue violada y masa-
crada en Berlín, la que fue dividida en dos por un muro.
El gobierno alemán vuelve a celebrar su fracaso
en la guerra, su derrota, y los ciudadanos alemanes lo
consienten, y encima, lo aplauden. Pues esta imagen no
solo refleja la podredumbre de la Alemania actual, sino
que representa algo mayor: la moral de esclavos de los
europeos actuales.
Nos dicen que nos debemos odiar a nosotros
mismos, por blancos, por europeos, y nos niegan el de-
recho a defendernos o por lo menos a no reírles la gra-
cia. Alemania es solo un símbolo de lo que hemos lle-
gado a odiarnos a nosotros mismos. Son un claro ejem-
plo de tener a las élites mundiales satisfechas y conten-
tas con lo obedientes que les han sido, dándose latiga-
zos sobre sus propias espaldas. En España procuran ha-
cer lo mismo, más o igual que en Alemania, y lo están
consiguiendo porque parte de la sociedad española se
niega a sí misma. Unos intentan desprestigiar a nuestro
suelo con odio hacia lo que fue nuestro glorioso pasado
imperial. Igualmente, los separatistas se quieren desen-
tender y aprovechan cualquier ocasión para arremeter
contra España. Los votantes de izquierdas ven la idea de
España o del Imperio como algo “facha” y retrógrado, y,
lo que, es más, las derechas que se supone que lo debe-
rían defender, ensucian el nombre de España cada vez
que la usan para defender sus intereses económicos.
El problema no es solo Alemania, es Europa, es
España. Que los alemanes actuales celebren su propia
derrota, allá ellos, pero los españoles no vamos a per-
mitir que se haga lo mismo con nosotros.
M.S
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Para las hordas moradas, la familia no es más
que otro instrumento de opresión femenino. Otra más
de las cadenas que aprisionan a la mujer a la esclavi-
tud y dignificación, cadenas, huelga decirlo, construi-
das por el patriarcado, por el hombre.
Entonces las iconoclastas políticas feminis-
tas, no sin gran ayuda de sus aliados, se disponen a
envenenar la mente de la sociedad con ideas de tal
supina estupidez como pensar que crear vida es crear
esclavización, que cuidar de un hogar es reducir a la
mujer al plano de las lombrices terrestres y que amar
a un hombre es la más pura expresión del anacro-
nismo y de la humillación. Una verdadera fiesta en ho-
nor al egoísmo e irresponsabilidad.
La familia es, nada más y nada menos para
ellas, que un atentado contra los principios de lucha
por la liberación femenina, y por eso urge destruirla,
acabar con ella, aunque ello suponga arrastrar hacia
la liquidación a la civilización occidental.
Hay que acabar con cualquier lazo que nos
una al hombre, con cualquier responsabilidad y obli-
gación histórica, con cualquier forma de continuación
racial y mantenimiento de las viejas uniones matrimo-
niales entre dos personas de distinto sexo, aunque
estos sean designados por las leyes de la biología, los
instintos y la naturaleza para la preservación de la
raza, para la creación de más vida que asegure nues-
tra continuidad histórica.” Pensaran así las celerida-
des moradas.
El problema de la natalidad.
Nos podría parecer destinado únicamente a
los ciegos y miopes el no darse cuenta de la magnitud
del problema: actualmente España presenta las tasas
de natalidad más bajas registradas hasta el mo-
mento. Un descenso de la maternidad sin preceden-
tes asola Europa situándola en el borde de la desapa-
rición.
Según el Banco Mundial, España se sitúa en
los primeros puestos de la lista con más bajo registro
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de nacimientos. Por cada mil españoles ¡Nacen 8,20! Y
por no mencionar el número de nacidos inmigrantes, que
evidentemente protagonizan la atrocidad de una suplanta-
ción racial, cultural y espiritual de proporciones descomu-
nales. Porque no podemos olvidar que sin españoles no
hay España.
El inmenso descenso de la natalidad registrado
desde 1978, puede resumirse - ¡la fecha habla por sí sola!
- en las corrientes ideológicas y tendencias político-socia-
les, puestas en vigor desde el momento en que ese zafio
conjunto de papeles entonó el réquiem a España.
Desde entonces, los gráficos de natalidad repre-
sentan verdaderos acantilados, líneas de vertiginosas caí-
das en picado.
La gaznápira mentalidad de aquellos profesiona-
les de la política estimó que la solución hacia esta pérdida
de población constante y catastróficos resultados del
desastre (pues la población está cada vez más enveje-
cida), venía a ser la llegada masiva de inmigrantes, ejecu-
tada por mafias encubiertas como el Open Arms y perfu-
mada de un confuso hedor cuya etiqueta en el frasco lo
describe como progresismo, humanitarismo, antirracismo
y globalización.
De esta terrorífica política de inmigración pode-
mos sacar dos conclusiones:
1. Esto no ha supuesto un saneamiento de la economía, ni
un engrosamiento de la hucha de pensiones, ni un
desahogo del sistema monetario español, pues la mayoría
de los inmigrantes que vienen a España, siendo esta la
puerta de entrada a Europa, no lo hacen para trabajar si no
para instalarse de cabeza en nuestros sistemas sociales y
de ayudas. No decimos aquí ni mucho menos que el
problema lo tengan aquellos que vienen aquí escapando
de una guerra o de una precariedad insoslayable, pues
ellos ciertamente y en cierto modo no son culpables de la
situación de sus países. Nosotros no luchamos contra los
hombres si no contra los profesionales de la política,
órganos de gobierno principales, G20, SMI, SRF… que son
los verdaderos culpables de la premeditada situación
actual. En cualquier caso, gran parte de los inmigrantes
que trabajan lo hacen sin papeles, por lo que no
contribuyen al PIB.
La broma nos cuesta cerca de 20 millones de eu-
ros (la ilegal), 6.000 millones de euros anuales extraídos
de los impuestos para ayudas sociales, 800 mil euros
mensuales para pateras y centros de MENAS (y sus conse-
cuentes estropicios van a parte) la salida de 8.000 millo-
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nes de euros de sus sueldos enviados a los países de orí-
genes. Campañas de integración social, mayor inversión
para adaptar la educación… En total suman aproximada-
mente 50.000 millones de euros anuales destinados a la
inmigración. Su contribución por tanto no es para reflotar
la economía si no para hundirla aún más.
Lo más incoherente es que con tal cifra estratosférica
se podrían realizar planes de ayuda para las familias que
solventaran el problema de la natalidad.
2. Que los inmigrantes llegados a España son en su
mayoría pertenecientes a pueblos africanos, cuya cultura
es musulmana al igual que su religión, y su raza árabe.
Hispanoamericanos y asiáticos siguen al primer grupo.
No es necesario contar con la inteligencia surgida de
las ilustradas mentes parlamentarias para advertir que es-
tos nuevos españoles (los inmigrantes curiosamente no se
ven manipulados por las tendencias de pensamiento im-
puestas desde Bruselas y por tanto vemos como mientras
las salas de maternidad se vacían de españolas se llenan
de marroquíes), NO SON ESPAÑOLES. No poseen nuestra
cultura ni conocen nuestras tradiciones, no encuentran un
arraigo hacia nuestra patria y por tanto tampoco un res-
peto. No pertenecemos ni a la misma raza ni tenemos la
misma idiosincrasia, y por supuesto, no somos de la
misma nación. Por tanto, resulta de un absurdo pueril el
pensar que estos nuevos españoles van a asegurar la per-
manencia de España. Todo lo contrario, si esto no se frena
con fortísimas políticas pro natalistas, ayudas estatales
para las familias y concienciación de la sociedad del pa-
norama que tenemos ante la vista, estaremos condenados
a la desaparición histórica, al fin de nuestra nación y nues-
tro pueblo.
Corresponde únicamente a los hombres y mujeres
españoles el renovar las generaciones venideras. Es un de-
recho y una obligación que no puede estar sujeta a la libre
elección inconsciente y egoísta, a la anteposición de in-
tereses individuales, pues lo hijos so la fiel promesa de fu-
turo nacional.
Recordaremos una vez más que SIN ESPAÑOLES NO
HAY ESPAÑA.
Isabel Peralta
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Enemigos en nuestras trincheras.
Pasa una bala silbando al lado de mi cabeza, veo
a camaradas caer y escucho el estruendo de las bombas
lanzadas desde posiciones enemigas. Estoy en la trinchera
y mis camaradas están con cara de cansancio, llevamos
combatiendo al enemigo durante años, pero, pese al can-
sancio, las pérdidas entre nuestras filas siguen teniendo
ese espíritu combativo propio de los gloriosos divisiona-
rios de antaño que combatían contra los soviéticos con va-
lor.
Mi nombre no es importante en esta contienda,
solo tengo una chapa identificativa que pone "Nacional-
Revolucionario de combate", al igual que mis camaradas
de trinchera. Mis pensamientos se rompen cuando veo a
un grupo de "mercenarios" que disparan contra nuestro
enemigo, y no, no les reconozco, portan una bandera roji-
gualda, pero en su mirada no veo el espiritualismo que lle-
vamos mis camaradas y yo, no poseen chapa identifica-
tiva, por lo que, desconozco cuáles son sus ideales... Pasa
otra bala silbando sobre mi cabeza, cada vez más cerca y
estoy empezando a perder la compostura, mis disparos se
vuelven menos certeros, entonces escucho a mis camara-
das pronunciar mi nombre para que me espabile y vuelva a
mi posición, me concentre y siga combatiendo. Después
del último disparo llega la noche, por lo que, decidimos ha-
cer una hoguera con unos trozos de madera de las trinche-
ras. Nos ponemos alrededor del fuego, la temperatura en
el ambiente es tensa y gélida, hemos perdido a muchos ca-
maradas bajo el fuego enemigo, y algunos otros deserta-
ron como cobardes...
Mis camaradas empiezan a preparar comida con
el fuego charlando animosamente, y yo me tumbo en mi
esterilla colocándome la manta, a lo que saco un libro lla-
mado "El Discurso a las Juventudes de España" de mi mo-
chila para leer un poco y reafirmar mis ideas, mi libro está
viejo, pero aguanta cualquier fuego de metralla. Leo unos
cuantos extractos para conciliar el sueño, mientras, mis
camaradas hacen guardia para evitar que ningún enemigo
nos pille con la guardia baja, los camaradas más activos y
despiertos nos piden que nos durmamos a los más agota-
dos, porque tendremos que hacer la segunda guardia...
Caigo enseguida del cansancio.
Me despierta un camarada entre ruidosos gritos,
sus gritos de preocupación porque una columna de enemi-
gos ha pasado por un punto ciego de nuestra trinchera, no
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he tardado en ponerme las botas mientras mis compañe-
ros ya estaban con las armas preparadas dispuestos a dar
guerra. Era de noche aún, pero, nuestros distintivitos de ro-
paje llenos de parches de "garras hispánicas" y de la "Di-
visión Azul" nos servía a la perfección para no confundir-
nos en cualquier situación e infundirnos valor... Pensaba
en eso mientras veía a los enemigos a través de la mirilla
de mi arma sabiendo que mis camaradas les harían polvo,
porque eso eran los enemigos, polvo.
Mientras se recrudecía el combate y veía a mis
enemigos caer, pude ver a uno de los "mercenarios" en el
suelo, aniquilado. No comprendía nada al principio, pero
a medida que seguíamos eliminando enemigos y llegaba
la luz del amanecer podía ver a los mercenarios junto a
nuestros enemigos. ¡Mierda!, sabía que no eran de fiar,
que eran elementos contrarrevolucionarios... Entonces, vi
al líder de los "mercenarios" que trastabilla y se cae al
suelo por un balazo de un camarada mío, le veo a 5 metros
de mí, y no me quedaban balas ¡Maldición! pensé para mí,
pero, tocándome la cintura noté que aún tenía mi cuchillo
de caza con la inscripción "Me Ne Frego". El líder "merce-
nario" estaba a unos metros de mí, los enemigos estaban
cubriéndole, pero, mis camaradas me protegían a mí, por
lo que, decidí tirarme a por el mercenario que nos había
traicionado, le estaba soltando puñetazos en la cara hasta
hacerle sangrar, tenía la mirada de miedo, del miedo de
los traidores (¡Muere cabronazo!). Mientras seguía gol-
peándole y cuando me disponía a sacar mi cuchillo me al-
canzó una bala en el costado, y debido a esto, escupí mi
sangre en la cara de mi enemigo ("Me Ne Frego" pensé y
grité) para que supiera que seguía vivo, lo que tardaba en
intentar cuadrarse había sacado mi cuchillo y se lo había
clavado en la garganta... Al mismo tiempo que se disipaba
el humo se acabó la batalla. ¡Victoria! grité mientras veía
los cadáveres aniquilados de los capitalistas, los comunis-
tas, los anarquistas y los traidores. Los apilamos a todos
juntos y dimos aviso por radio a la trinchera enemiga que
fueran a recoger a sus "compañeros", no recibimos res-
puesta. Nosotros, como Nacional Revolucionarios enterra-
mos con sus chapas a nuestros camaradas caídos, apunté
sus nombres en mi libreta para que no cayeran en el olvido
y en un futuro hablar de sus gestas.
Finalmente, mis camaradas y yo volvimos a nuestras
posiciones para seguir combatiendo al enemigo hasta el día
que les aniquilemos porque «Vamos al triunfo y somos la Ver-
dad Española» recordé en alusión a "La Conquista del Es-
tado" de Ramiro Ledesma y sus camaradas. D.N.F
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Renta mínima garantizada. sin contraprestación de las que ya gozaban, es de-
cir, manutención para ociosos procedente de los
¡Arriba vagos de la tierra! Pero despacio impuestos de aquellos que sudamos por nuestro
para no romper a sudar... Piojosos de parque versa- pan.
dos en el hedonismo extremo, sanguijuelas docto-
radas cum laude en el acaparamiento de subsidios
públicos, garrapatas curtidas en el dudoso arte de No me entiendan mal, las ayudas para quie-
la succión extrema de la teta estatal, inmigrantes nes no pueden trabajar no son la diana sobre la que
ilegales que, sin conocer ni una palabra de nuestra apunta esta humilde crítica, son los vividores los
lengua, manejan a la perfección los subterfugios que cabrean y cargan de justificada ira las palabras
que conducen al sangrante erario nacional y demás que hoy les quiero hacer llegar. No caben aquellos
ralea infecta que llena nuestros barrios, están en que pretenden vivir de prestado en nuestra socie-
estos días de enhorabuena. dad, ni ricos que cuentan millones desde el sofá de
sus lujosos palacetes, ni vagos sobreprotegidos por
Los indiscutibles y destacados adalides del el sistema.
suicidio patrio, Pedro “FazdePiedra” y Pablo “Pala-
ciodeMármol” han puesto todas sus neuronas y las Queremos, exigimos, que todo aquel que
de sus secuaces -las dos y media de las que dispo- sea capaz de trabajar, tenga la oportunidad, el de-
nen entre todos- al servicio de la destrucción total recho y la obligación de realizarse con tan impres-
de nuestra maltrecha economía. Al igual que se de- cindible labor, si nuestra premisa es ignorada, la
cía sobre el caballo de Atila, por donde pisaba no quiebra nacional será el peor de los virus al que nos
volvía a crecer el verde, allí donde ponen sus manos habremos de enfrentar en los próximos meses.
estos sin vergüenzas nada vuelve a tener sentido al- I.G.S
guno.
Regalar dinero a diestro y siniestro es la so-
lución que los “expertos”, afines a la grotesca mafia
que nos gobierna, dan por válida para resolver el
grave problema de precariedad que afecta a nues-
tro pueblo. En lugar de esmerarse en la creación de
puestos de trabajo mediante políticas de empleo
eficaces -actitud lógica en un país donde las cifras
de parados siempre nos dejan en evidencia frente a
nuestros vecinos europeos- parece que persiguen
sistematizar la vagancia con sus disparatadas me-
didas y de paso, comprar discretamente unos cuan-
tos votos de estómagos agradecidos por si sus so-
cios regionalistas les retiran el apoyo y nos llaman
de nuevo al cansino circo urnático.
3.000.000.000 de euros anuales -he
creído oportuno poner cada uno de los ceros que
engrosan tan escandalosa cifra para concienciar
del despilfarro que supondrá la medida- para todo
aquel que no trabaje, que podrá complementarse
con el resto de la colección subsidiaria de ayudas

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Cartas al grupo editorial. “partido político” ( entre comillas debido a que la pa-
tria es una unidad total que no entiende de partidos)
a manos de este sistema ha sido capaz de lograr, en
Oportunidad juvenil. virtud que han interpuesto sus intereses individualis-
tas por encima que los de nuestro pueblo y su futuro y
Tras más de dos meses de arresto domicilia- han especulado con nuestra miseria.
rio y lo que nos queda, quería dirigirme a toda esa ju-
ventud que se preocupa por los problemas de nuestra Por eso mismo ante estas situaciones, los jó-
patria, que en estos momentos se encuentra en un pe- venes que aman a España y la defienden en las calles
riodo de decadencia descomunal. y donde sea necesario (amar a España no es llevar una
pulsera, ni defenderla desde el televisor de tu her-
Como bien he dicho tras más de dos meses moso chalé) tenemos que estar más unidos que
encerrados en esta cárcel, espero que todos los jóve- nunca, porque “la esencia de nuestro movimiento es
nes hayan podido recapacitar y cosechar fuerza, por- la unidad”.
que cuando acabe esto y nos dejen salir al patio de la
cárcel, es nuestro momento. Es el momento de todos Dicho esto, espero que nos sirva para tomar ejemplo.
esos jóvenes los cuáles llevamos tiempo formándo- ARRIBA ESPAÑA
nos e intentando combatir este sistema “demócrata”,
contra este régimen absurdo del 78, contra esta si- Pablo Gómez.
niestra Unión Europea que no trae más que desgra-
cias a España… Pero sobre todo es el momento de to-
dos aquellos jóvenes que no han abandonado sus va- ASISTA A UNA MANIFESTACIÓN
lores (la lealtad y el honor a su pueblo) y tienen intacta
esa vitalidad que así pues nos caracteriza a toda esa PATRIOTA Y SOCIAL. POR ES-
juventud revolucionaria.
PAÑA.
Tal vez muchos, no coincidís conmigo en mis
afirmaciones, pero actualmente el desencanto que se MAÑANA DÍA 17 DE MAYO 21:00
está produciendo entre la población tiene que ser un LUGAR: LAS VENTAS.
caldo de cultivo para nosotros, ya que mucha gente,
abre las orejas en estas situaciones y empiezan a HAGA ACOPIO DE SU ROJIGUALDA PLANA.
darse cuenta de la realidad. Por estas razones somos
los jóvenes, los que nos tenemos que encargan de di-
vulgar nuestros pensamientos de una manera u otra,
ya sea escribiendo, haciendo activismo en las calles,
difundiendo nuestro mensaje o cualquier otra activi-
dad en la que plasmemos nuestra doctrina revolucio-
naria, ardiente y combativa nacionalsindicalista. Esa
doctrina a la que se la crítica y se la juzga como algo
que se estancó en el pasado y que no tiene cabida en
esta sociedad. Por eso los jóvenes tenemos que afir-
mar que se equivocan, que esta doctrina que defen-
demos como bien he dicho es revolucionaria que se
fija en el pasado, para aprender de nuestros errores
como empresa conjunta y así no volver a cometerlos ¡Participa!
en un futuro (que realmente es por lo que estamos lu- http://laconquistadelestadoxxi.wordpress.com
chando, por el futuro de España), cosa que ningún RRSS: @laconquistaXXI
laconquistadelestadoXXI@hotmail.com