Está en la página 1de 1

Querido Hij@:

                  
              Con ansias esperé este momento: " Mira que estoy a la puerta y llamo ..." Es verdad. 
Estoy a la puerta de tu corazón, de día y de noche.  Aún cuando no estés escuchando, aún cuando
dudes que pudiera ser Yo, ahí estoy; esperando la más pequeña señal que me permita entrar.
Quiero que sepas que cada vez que me invitás, Yo vengo siempre, sin falta. Estoy en tu vida en
silencio, pero estoy presente en tu historia.  Vengo con mi misericordia, con mi deseo de
perdonarte y de sanarte; buscaste el amor y la aprobación en muchas personas y experiencias pero
solo te dejaron más vacío; es mi Amor el que te llena.  Ven a Mí siempre que quieras porque cuando
te dejás amar en lo que viviste hasta hoy en tu historia, me das la alegría de amarte, estrecharte
y consolarte; como un padre que consuela a su hij@, así mismo te consolaré Yo. Mi corazón se
estremece ante tu vida y ternura hacia vos nunca me faltará, si supieras la alegría que me darías si
me contaras lo que llevás en tu corazón (aunque yo ya lo sé), eso que nunca contaste a nadie. Ten la
confianza de que yo no miro las apariencias sino tu corazón.
 
Te conozco como la palma de mi mano, sé todo acerca de vos, hasta los cabellos de tu
cabeza he contado. No hay nada en tu vida que no tenga importancia para mí. Sé lo que hay en tu
corazón, conozco tu soledad, cada una de tus heridas, los rechazos, las humillaciones, yo te
conozco, sé cuando estas bien y cuando estás mal, todas tus sendas me son familiares y no hay
nada que hayas vivido que quede fuera de mi corazón, porque vos sos precioso a mis ojos.  Se bien
lo que viviste, lo que lloraste, ahí te sostuve en mis brazos.

"Vengan a mí todos los que tengan sed..."  Yo te saciaré y te llenaré. ¿Tienes sed de amor? Te amo
más de lo que puedas imaginarte..., hasta el punto de darte lo más querido para mí: la Vida de mi
propio Hijo. Tengo sed de ti, de amarte y de que tú me ames. Nunca debes dudar de mi Amor
gratuito.  Si te sentís de poco valor a los ojos del mundo, no importa.  No hay nadie que me
interese más en todo el mundo que vos.  Por vos entregué pueblos y naciones, puse cuerdas
humanas, lazos de amor para atraerte hacia mí, te puse personas que son mis cartas vivas de
amor…  Si pasas por las aguas no te ahogarás, si pasas por el fuego no te quemarás, porque vos
valés mucho para mí y yo te amo. 
  Cuando finalmente abras las puertas de tu corazón y te sepas definitivamente amad@ suceda lo
que suceda entonces me oirás decir una y otra vez: Tan solo quiero que en tu corazón me
reconozcas como Padre, tan solo quiero oír de tus labios una palabra: ¡Padre!
Tu papá Dios.

También podría gustarte