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EL CARBÓN QUE SE

TRANSFORMÓ EN DIAMANTE

Descubre la senda que te llevará al éxito.

FERNANDO CARLOS
AGRADECIMIENTOS
A DIOS: Por darme siempre la fuerza que necesito para seguir adelante,
por darme su protección cada día y por poner en mi camino a seres
increíbles que han sido pilares fundamentales para ser quien soy.
A MIS PADRES: Quienes me brindaron todo su amor, comprensión,
apoyo y confianza en todo momento, quienes han dado tantas cosas por
verme feliz y porque jamás me faltara nada, no tengo forma de pagarles
por todos los sacrificios que han hecho por mí. Gracias por aguantarme
tantos años y por darme la dicha de ser su hijo.
A GLORIA: Amiga mía, gracias por todo tu apoyo, gracias por
acompañarme en los momentos más difíciles de mi vida, gracias por tus
grandes consejos, por tu amistad invaluable y por ser quien siempre me
brinda su ayuda cuando más la necesito. Te admiro por tu gran entrega en
las cosas que realizas y por brindar siempre lo mejor de ti a las demás
personas.
A LUIS: Un amigo como pocos en este mundo, a pesar de los años
seguimos siendo grandes amigos, gracias por todo tu apoyo y por una
amistad sincera desde el principio. Gracias por todos los momentos que
hemos compartido y que hemos disfrutado, por esas desveladas de la
carrera y por todos los retos que nos toco enfrentar.
A MICH: Quien no solo es mi gran amigo, sino que se ha convertido en
parte fundamental en mi vida. Gracias por todo tu apoyo, gracias por
compartir tu sabiduría y por mostrarme un mundo diferente, gracias por
sacar la mejor versión de mí.
A MI GRAN EQUIPO DE CAMPEONAS FABY, LAU, CECI: Sin
duda alguna el mejor equipo con el que hubiese querido trabajar, son unas
campeonas que merecen todo en la vida, gracias por sus enseñanzas, por
las carcajadas, por su gran amistad, por su persistencia, por todos esos
momentos que hemos compartido y que han significado bastante en mi
vida.
DEDICATORIA

A quien ya no puede escuchar mi voz pero que sigue


presente en mi corazón y siempre será una de las
personas que llevaré presente hasta el día que deje este
mundo.
A quien espera en casa y quien es un gran impulso en mi
vida, a quien adoro con todo mí ser y siempre será mi
más grande ejemplo de fortaleza y superación.
A mis dos hermanos que amo profundamente y que
representan el más grande regalo que me dio la vida.
Alfonso y Guillermo
INDICE
Introducción
Capítulo 1 – Reconocimiento
Capítulo 2 - ¿Por qué hacemos las cosas?
Capítulo 3 – Despierta al gigante
Capítulo 4 – El secreto para triunfar
Capítulo 5 – Aprende a modelar la excelencia
Capítulo 6 – Rodéate de grandeza
Capítulo 7 – Mentalidad ganadora
Capítulo 8 – La vida solo es una, cómetela
INTRODUCCIÓN

Antes que nada quiero agradecerte por tomarte el tiempo de leer estas
páginas, el tiempo es tal vez desde mi punto de vista el recurso más
importante con el que cuenta el ser humano y puesto que el tiempo que
dedicarás a leer esta obra nadie te lo va a regresar, es por eso que mediante
esta obra quiero mostrarte una forma para transformar tu vida.
Como vas a darte cuenta no soy una persona especial, ni mucho
menos poseo poderes mágicos, solo soy un joven de veinticuatro años que
ha llegado a comprender varias cosas fundamentales en su vida. Que ha
tenido la fortuna de conocer ciertos conceptos y principios que han
ayudado a miles de personas en el mundo a mejorar sus vidas. Y que al
aplicarlos en la suya pudo conseguir resultados increíbles. Mi intención al
compartir contigo un poco de esta sabiduría que he aprendido en estos
últimos años, es que puedas transformar tu vida en algo completamente
distinto de lo que es hoy. No soy un escritor profesional y mucho menos
un maestro en literatura, trate de plasmar de la mejor manera posible el
mensaje que quiero compartir, usando ejemplos que a mi consideración
pueden ayudarte a comprender mejor cada uno de los temas descritos en
cada capítulo.
¿Cuál es el propósito de este libro?
EL CARBÓN QUE SE TRANSFORMÓ EN DIAMANTE, es un
libro que pretende mostrar al lector cómo transformar su vida como la
conoce el día de hoy en aquella que desea tener. Tomando como base el
proceso de formación de un diamante, la idea central de esta obra es
mostrar cómo una persona tiene que vivir cierto proceso en su vida antes
de alcanzar la grandeza. ¿Qué es un diamante?, es una piedra preciosa con
un valor muy alto, es un material con una dureza increíble, una gema que
es buscada por muchas personas en el mundo precisamente por el valor
que posee. Pero para que esta piedra pueda formarse debe pasar mucho
tiempo, miles de años. Para llegar a esta transformación es necesario
someter al elemento poseedor de carbono a una presión extrema y a muy
altas temperaturas, si logra resistir este largo proceso, entonces dejará de
ser un trozo de carbón para convertirse en uno de los minerales más
preciados en el mundo.
Si trasladamos este mismo proceso al ser humano, en este
momento representamos a ese carbón que está a punto de vivir una
transformación en una piedra preciosa, estamos a punto de presenciar un
suceso en nuestras vidas que va conducirnos a encontrar ese brillo en
nosotros mismos, a ese ser lleno de grandeza que está esperando salir al
mundo y mostrar el gran poder que le ha sido conferido desde su
nacimiento.
La palabra diamante, proveniente del griego, significa Invencible,
de tal modo que si somos capaces de soportar las diversas pruebas que la
vida nos pone enfrente, estaremos dando paso a esa formación en nosotros,
cada una de esas pruebas y obstáculos que estamos enfrentando en
nuestras vida, van a dar paso a encontrar a ese GRAN DIAMANTE EN
NUESTRO INTERIOR, y lo único que está haciendo la vida es ayudarte a
desenterrarlo para que pueda llegar a la superficie.
En este libro el lector encontrará las herramientas que necesita
aplicar en su vida para que ese diamante pueda salir a luz, va a encontrar
una serie de leyes universales que en conjunto pueden hacer que su vida de
un giro de 180° en la mejor dirección existente.
Cada persona en este mundo tiene cualidades increíbles, posee
grandes habilidades y es capaz de conseguir grandes logros en su vida. No
sé a qué te dediques, quién seas o como vivas, pero sí sé que puedes llevar
tu vida de ese punto a uno que tal vez hoy no te imaginas. Es mi deseo que
miles de personas en este planeta sean capaces de ver el mundo con unos
ojos distintos, que puedan ver esa luz que permita mostrar un camino lleno
de abundancia y felicidad, que puedan cosechar grandes éxitos en su vida,
pero que ante todo, puedan ayudar a su vez a otras personas a conseguir
sus propósitos de vida.
Si gracias a la implementación de los conceptos descritos en este
libro, puedo contribuir a que una persona logre encontrarse a sí misma y
descubrir ese diamante que habita en su interior, habrá valido la pena mi
existencia en este mundo. Disfruta de cada uno de los temas que se
presentan a continuación y te deseo de todo corazón que puedas alcanzar
una vida feliz y colmada de grandes éxitos. Gracias.
CAPÍTULO 1

RECONOCIMIENTO

Dale al mundo la peor versión de ti y el mundo te dará el peor escenario,


dale al mundo lo mejor de ti y el mundo te posará sobre sus hombros.
¿Quién eres?
Una pregunta que parece muy simple, es a menudo una de las más difíciles
de contestar, por el hecho de que la mayoría de las personas cree saber
quién es, pero en realidad no está consciente quien es en verdad. Cuantas
veces te has preguntado realmente ¿Quién eres?, ¿Quién es la persona que
está en ese cuerpo?, ¿De dónde proviene y porque está en este mundo?,
¿Por qué esta en este lugar en este preciso instante? Tal vez pienses que
son preguntas que no tienen mucha importancia, pues nunca te las habías
hecho y aun así sigues en este mundo y estás vivo. Y eso está genial, pero
dime, ¿Qué pasaría si fueras consciente de esto? Te lo voy a decir, tu vida
sería completamente distinta a lo que es hoy en día.
Mi intención al realizar esta obra es ayudar a tantas personas como
pueda a que descubran realmente quienes son. A que puedan entender que
lo que hasta ahora creían de sí mismos, probablemente es algo que no
proviene de sus propios pensamientos, y que si realizan ciertas cosas
pueden transformar sus vidas por completo. Pero para que esta
transformación pueda darse, es necesario conocernos a nosotros mismos
desde el interior, desde lo más profundo de nuestro ser, para poder ver la
grandeza de nuestra persona y de las increíbles virtudes que están ocultas
esperando salir y mostrarse al mundo.
Tal vez, en incontables ocasiones sentiste muchas ganas de hacer
algo que te erizaba la piel con tan solo pensar en lo que lograrías, sin
embargo hubo algo que siempre te detuvo y que no te permitió realizar eso
que tantas ganas tenías por hacer. Y lo sé porque a mí me sucedió, fueron
demasiadas veces. Así que puedo comprender lo frustrante que es quedarte
solo con las ganas de hacer algo y jamás llevarlo a cabo, sé por experiencia
propia lo que se siente ver que otras personas lo hacen, pero tú no te
atreves a intentarlo. ¿Y la razón de esto? ¿Por qué otras personas sí pueden
y yo no?. Al principio llegue a pensar que solo unas pocas personas
estaban destinadas a hacer grandes cosas y otras no, y probablemente en
mi caso me había tocado ser de las no afortunadas. Sin embargo me ponía
a analizar un poco más a detalle las cosas y me daba cuenta que en
muchas ocasiones yo tenía grandes posibilidades de llevar a cabo eso que
quería hacer, y que incluso era más inteligente y con mejores habilidades
que muchas de las personas que ya lo estaban haciendo. Entonces, ¿Qué
me frenaba?, no podía comprender como era posible que con tantas cosas a
mi favor no me atreviera a intentarlo.
¿Te has sentido así alguna vez? Pues si lo has experimentado
podrás darme toda la razón cuando digo que es un sentimiento muy
doloroso y que te genera una frustración muy fuerte. Una de las cosas que
más agradezco en mi vida, fue tener una familia increíble, que siempre me
brindó todo su amor y apoyo, lo cual fue un factor fundamental para
ayudarme a descubrir quién era en realidad. Esta etapa fue la base de gran
parte de los pensamientos y aptitudes que desarrolle con el paso de los
años.
Como cualquier niño tenía muchos sueños, los cuales se
alimentaban de tanta televisión y juegos. Y cuando eres un pequeñuelo, la
vida parece fácil, todo es sencillo, no existe el estrés, ni mucho menos las
preocupaciones por lo que vas a hacer en la vida. Y es debido a que
disfrutas la vida tal como es, una oportunidad para explorar y
experimentar, una etapa donde no entiendes de limitantes. Todo parece
posible y ves las cosas con gran admiración y entusiasmo, pues tus
pensamientos son de un infante que no tiene idea del mundo, pero que sí
tiene idea de quién es.
Con el tiempo pensamos que nos volvemos más conscientes de las
cosas, y es cierto, pero algo que también es cierto, es que en la mayoría de
los casos nos olvidamos de quienes somos nosotros, de cuál es nuestra
verdadera esencia y de todo aquello que nos hace únicos e inigualables en
este universo. Te apuesto a que de niño soñabas con ser algo totalmente
distinto a lo que eres el día de hoy (Hay algunas excepciones por
supuesto), yo soñaba con ser Power Ranger, si naciste antes de 1990
probablemente también querías ser uno, asimismo me entró la idea de ser
un gran futbolista y convertirme en el mejor jugador del mundo, como
Oliver Atton, incluso yo decía, ‘¿Por qué no soy japonés como él?, si fuera
japonés tendría las mismas posibilidades de ser como Oliver’. Hoy sé que
Japón es un país que no da una en el Futbol y que tengo más oportunidades
siendo mexicano. Y al leer esto tal vez te suene tonto, pero en ese entonces
era lo que deseaba ser y no me daba miedo gritarlo al mundo, si hoy digo
algo parecido en una reunión probablemente sea la burla de todos, cuando
hace 20 años causaba sensación entre los presentes.
¿Y qué tiene que ver esto con saber quién eres tú? Todo, si
mientras te relataba esta divertida historia llegaste a recordar qué deseabas
ser cuando eras niño, entonces ha valido la pena que te hayas reído de mis
aspiraciones de la infancia. Lo que busco es que regreses a esos momentos
donde sabías perfectamente lo que querías ser aunque no fuese posible,
pero para ti sí lo era, porque simple y sencillamente confiabas en ti. No
existían en tu mente pensamientos limitantes que te hicieran por un
segundo imaginar que no lo podías hacer, pues hasta ese entonces tu
programación mental no había sido tan condicionada.
Así que, para determinar quién eres, el primer paso es recordar esa
esencia que ya está en ti, ese niño soñador y con muchas ganas de ver el
mundo, ese pequeño que al preguntarle quien era, podía responder de una
manera tan natural y sin complejos, pues no le importaba el mundo, sino,
él mismo.
Ahora bien, tal vez no recuerdes algo de eso, puede ser que solo
tengas recuerdos de una niñez en la que trataron de hacerte ver la realidad
del mundo según la sociedad y te quitaron todas esas ilusiones y sueños
que estaban en tu interior. En alguna ocasión cuando era pequeño, conocí a
un niño muy alegre y que disfrutaba de todo lo que le rodeaba, era mucho
menor que yo, y para ser sincero no me agradó tanto que digamos, creo
que demasiada felicidad en él me hostigaba. Sin embargo, después nos
hicimos amigos aunque no convivimos mucho tiempo. Pasaron los años y
deje de verlo, no supe de él sino hasta hace muy poco tiempo. Para mi
sorpresa, este amigo era completamente distinto a lo que yo recordaba.
Aquel niño alegre y con una imaginación increíble, se había perdido por
completo. Y ahora solo quedaba una persona sin confianza en sí misma y
sin sentido alguno de la vida. Fue algo totalmente impactante para mí, pues
no podía comprender cómo alguien que era tan feliz hubiera llegado al
punto de estar en tan mal estado. Ya ni siquiera recordaba cómo nos
conocimos y en que circunstancias. Cuando le mencioné que no entendía
cómo fue que pasó de ser tan feliz a estar en un estado fatal, me dijo que
ya casi ni podía recordar esos momentos a los que me refería, y no porque
ya no estuvieran presentes en su memoria, sino porque las cosas que vivió
después lo condicionaron a dejar de pensar en esos días.
Hoy es nuevamente una persona feliz y con deseos enormes de
cumplir sus sueños, pues gracias a que volvió a ser consciente de su
verdadero ser, pudo recuperar aquella confianza en sí mismo. Así que
estoy seguro que hubo algún punto en tu vida cuando eras un infante, en
donde sabías perfectamente quién eras, y lo único que tienes que hacer es
indagar en tu mente y llegar hasta él nuevamente.
La fórmula para alcanzar la felicidad y el éxito consiste, en primera
instancia, saber quién eres y porque estás en este mundo, reconocer tu
potencial y las grandes virtudes que te fueron dadas desde tu nacimiento y
que están esperando a que les des salida para que se puedan manifestar y
dar testimonio de la grandeza que posees. Yo sé que a veces no creemos
que somos lo suficientemente buenos para algo, pero dime quien nació
siendo muy bueno en cualquier actividad. Si hay individuos que han
alcanzado grandes logros ¿por qué tú no has de alcanzarlos? ¿Qué te
limita a ser la persona que deseas ser? ¿Qué te impide ver que ya eres ese
ser lleno de grandeza y que solo está esperando el disparo de salida para
actuar?.
Seas quien seas crees en algo superior a ti que te dio vida, en algo
que creo las cosas, llámese dios, universo, materia, o en lo que sea que tú
creas. Yo creo en dios y siempre desde que recuerdo me han dicho que soy
hijo de dios. Y que dios es un ser perfecto y poderoso, pero además
también estoy hecho a imagen y semejanza de él, entonces ¿Por qué si soy
creación de alguien perfecto, yo debería pensar que soy un inútil o bueno
para nada?, ¿Por qué si el molde del que fui creado está lleno de virtudes,
yo debo pensar que no tengo ni una sola de ellas?
Alejandro Magno, un gran emperador sobre el cual se han escrito
libros y se han realizado cintas cinematográficas mostrando los grandes
triunfos que obtuvo en su vida, comprendía esto que te cuento a la
perfección. Él se creyó la idea de que era hijo de un dios, en este caso de
Zeus y era tan fuerte su creencia que fue la razón que lo llevo a convertirse
en la gran figura que fue, jamás dudo de sus capacidades o de sus
posibilidades, y todas las personas que le rodeaban creían lo mismo, al ver
los resultados que obtenía también se hacían a la idea de que era el hijo de
un dios.
Quiero ilustrarte de la manera más entendible posible que efecto
causa en una persona una simple creencia. Quiero mostrarte qué puede
pasar si logras creer en ti con tanta fuerza. Cuando eres consciente por fin
de quién eres tú, cosas increíbles comienzan a suceder. Ahora pregúntate,
¿Qué es lo que piensas acerca de ti?.
Los pensamientos que generas todos los días acerca de ti, van a
determinar todos tus resultados por igual. Tal vez tu eres una persona de
tipo 8 (por poner un número para ilustrar mejor, no significa que debas
etiquetarte con alguno, y si lo haces, asegúrate que sea el más alto) pero tú
te sientes como una persona de tipo 4, ¿Por qué?, ¿Qué razón o razones
existen para que siendo alguien de un nivel superior te creas inferior?
Esto es algo que sucede muy a menudo en muchas personas, me
atrevería a decir que son millones de personas en el mundo. Y la causa está
en que existen ciertos condicionamientos en el cerebro de cada una de
ellas, programados de manera automática a aparecer en ciertas situaciones.
Es como si existiera un botoncito, el cual es oprimido cuando se realiza la
acción para la cual fue programado. Estos patrones mentales que no te
dejan avanzar, por lo regular son en su mayoría adquiridos de otras
personas, son los pensamientos y creencias que han sido adquiridas
durante toda la vida.
La realidad está creada por acuerdos y entre más personas
participen en dicho acuerdo, este se vuelve una verdad que es aceptada.
Sabemos que el color azul es azul porque desde que naciste te dijeron que
es azul, te mostraron algo de ese color y tu cerebro lo aceptó como algo
verdadero y formo una realidad. Si hoy estuvieras en un cuarto pintado de
azul y dentro de él estuvieran muchas más personas y todos acordaran
ahora que ese espacio está pintado de rojo y no de azul, al entrar una
persona nueva, ella diría que es azul, pero como son más las personas que
afirman que no es azul, sino rojo, no le quedaría de otra a esta persona que
aceptar tarde o temprano que ahora es rojo y ya no azul. Y lo mismo
sucedería con las personas que siguieran entrando. Cuando un grupo muy
grande está aferrado a una creencia, cada uno de los nuevos integrantes
tiene más posibilidades de hacerla parte de su persona, antes que defender
lo que él cree, hasta llegar al punto de desechar lo que piensa y aceptar la
nueva creencia como verdadera y real.
De esta forma es como cada uno de nosotros adoptamos los
pensamientos y creencias de las personas con las que convivimos sin
cuestionarnos nunca de si son reales o no. Cada vez que intentabas hacer
algo y no te resultaba bien, seguramente tus amigos o familiares te decían
cosas como: ‘eres un inútil’, ‘eres un bueno para nada’, ‘eres un burro’,
‘no puedes hacer nada bien’, etc. Y tu cerebro fue grabando todo eso en tu
subconsciente, de manera que te fue programando para creer que en verdad
eres un inútil. Cuando lo único que pasó fue que hiciste algo para lo que
aún no estabas preparado y la gente lo interpretó como uno de los mayores
fracasos de tu vida y consideró pertinente hacerte saber que jamás podrías
hacerlo bien, cuando lo que en realidad sucedió es que tuviste un error
como cualquier ser humano.
Así que este es el momento para que hagas un análisis de tus
creencias acerca de ti y reflexiones si de verdad son tuyas. Si los
pensamientos que tienes con respecto de tus capacidades y habilidades son
cien por ciento tuyas o alguien más te las sugirió y tú decidiste convertirlas
en verdades para ti.
Yo estoy seguro que tú eres un ser extraordinario, virtuoso y
repleto de grandeza. Que posee grandes talentos que te hacen único en el
mundo y en el universo entero, que solo necesita reencontrarse consigo
mismo para explotar al máximo nivel sus habilidades y construir una vida
llena de éxitos y satisfacciones. Si yo pude hacerlo no me queda la menor
duda de que tú también lo vas a lograr.
Trata de traer a tu mente aquellos momentos donde te has sentido
orgulloso de lo que conseguiste, revive esos momentos donde sentiste que
eras invencible y nada te podía derrotar, busca en lo más profundo de tus
recuerdos esas ocasiones en que sentiste que eras la persona más feliz del
mundo y piensa por un instante por qué te sentiste de esa forma. Qué
factores influyeron para que esos momentos se convirtieran en los mejores
recuerdos de tu vida. Sabes que eres bueno en muchas cosas, sabes que
eres mejor que muchos en algunas otras, no tengas miedo de mostrar lo
que piensas o sientes solo porque en alguna ocasión fuiste censurado y
exhibido por cometer un error. Dale al mundo una prueba de tu increíble
grandeza, que el universo entero sepa quién eres y por qué estas en esta
vida.
Pero sobre todo muéstrate a ti mismo quien eres, mírate al espejo y
reconoce el potencial que hay dentro de ti, sonríe y repítete cuán grande
eres hasta que no te quede duda de lo que puedes hacer. Dale al mundo la
peor versión de ti y el mundo te dará el peor escenario, dale al mundo
lo mejor de ti y el mundo te posara sobre sus hombros.
PASOS DE ACCIÓN
Toma una hoja de papel y enlista DIEZ CUALIDADES POSITIVAS que
te describan.
Toma TRES que consideres las más importantes y anótalas en un lugar
donde puedas verlas todos los días. Escríbelas de la siguiente forma.
Yo soy Cualidad 1
Yo soy Cualidad 2
Yo soy cualidad 3
Repítelas en voz alta por lo menos DIEZ VECES AL COMENZAR TU
DÍA y aprieta tu puño mientras lo haces. Por el resto del día repítelas en tu
cabeza hasta que pierdas la cuenta.
Realiza este ejercicio por CUARENTA DÍAS y tu cerebro habrá adoptado
una nueva creencia.
CAPÍTULO 2

¿POR QUÉ HACEMOS LAS COSAS?

No permitas que pensamientos ajenos destruyan tus metas, no permitas


que acciones pasadas obstruyan tus victorias futuras.
Este es un tema que, particularmente, me apasiona. Si puedes saber qué es
exactamente aquello que te impulsa a tomar ciertas decisiones, si puedes
conocer que es lo que te hace accionar de determinada manera en cada
situación que se te presenta en la vida, no solo podrás controlar tu destino,
sino que también comprenderás por qué has hecho lo que ya hiciste.
Los humanos somos seres emocionales, respondemos a ciertos
estímulos ya sean físicos o mentales, y aunque experimentamos diversas
sensaciones, todo se resume a dos simples cosas: Placer y dolor.
Así es, es por estas razones que hacemos las cosas, ya sea que nos
produzcan placer o dolor, son la base que nos lleva a accionar o no.
Imagina que eres aun un niño y que estás jugando cerca de algún aparato
eléctrico, de pronto notas que el cable de la corriente tiene una ligera
raspadura, lo suficiente para mostrar el interior de cobre que conduce la
electricidad. Te da curiosidad saber qué pasa si tocas esa parte descubierta
y pones tu dedo sobre ella. El resultado como todos lo sabemos es que te
va a dar toques, vas a sentir como la electricidad que conduce ese cable
ahora pasa a través de ti y eso te genera una sensación desagradable, por lo
tanto jamás vas a volver a intentarlo puesto que te ha causado dolor y
sabes que si lo vuelves a hacer te vas a electrocutar. Ahora se ha creado un
nuevo condicionamiento en tu mente subconsciente, que cada vez que te
encuentres en una situación similar, mandará una señal neurotransmisora
que se encargará de avisarte que la última vez que hiciste algo parecido
experimentaste una sensación desagradable, entonces tu cerebro recreará la
imagen de aquella ocasión y tu respuesta inmediata será alejarte de ahí.
Este mismo patrón se produce en muchos otros casos. Veamos otro
ejemplo, retrocede al tiempo en que eras estudiante de secundaria. Estás en
la escuela con tus amigos, y de pronto aparece, la miras y tu corazón
comienza a alborotarse, es ella, la chica que te gusta, tus amigos se dan
cuenta y comienzan a presionarte para que vayas y hables con ella. Te
llenas de valor y por fin vas hasta donde está y la invitas a salir, pero, oh
sorpresa, ella te rechaza y te hace quedar como un tonto frente a tus
amigos, ellos se burlan y tú te sientes como un fracasado. Ahora hay un
nuevo patrón de pensamiento en ti que se ha formado a través de esa
experiencia. Cada vez que te encuentras con tus amigos y alguna chica que
te gusta aparece, te sientes incapaz de hablarle, pues tu mente trae de
vuelta aquel recuerdo de esa chica que te bateo y acciona el botón que te
dice: ‘ni lo intentes o todos se van a burlar de ti’. La decisión que tomaste
en esta ocasión fue basada en la experiencia de esa última vez, la que te
causó vergüenza ante tus amigos, por lo tanto, cada vez que se te presente
una situación similar es más probable que sea el dolor quién determine que
acción realizarás.
Por otro lado, en el mismo ejemplo, si al acercarte a la chica ella
acepta salir contigo, ahora experimentarás placer, no solo porque aceptó -y
eso alimenta a tu autoestima-, sino que también tus amigos te reconocerán
como todo un rompecorazones y ahora cada vez que estés junto a ellos y
una chica aparezca puede que te acerques sin temor alguno, pues en tu
programación mental el acercarte a hablar con una chica te genera
resultados positivos. La sensación de placer es lo que ahora te hace tomar
acción.
De esta forma sucede con todas las cosas, existen muchas personas
que tuvieron en el pasado una relación que no fue lo que esperaban y que
les dejó secuelas muy fuertes en su persona. Ahora cada vez que tienen la
oportunidad de ser felices con alguien más se cierran a esa idea porque
algo dentro de ellas les dice que si lo intentan va a ser lo mismo que la
última vez. No importa que sea una persona distinta, el cerebro va a tomar
ciertas cosas muy generales y va a traer a su mente el dolor que una pareja
le causa. Por lo que terminará por arruinar la relación.
Para cambiar esto, debes comprender que no todas las situaciones
que experimentes en tu vida tienen que darte el mismo resultado siempre.
Si tuviste algún suceso en tu pasado que te hizo sentí dolor, no
forzosamente debe ser así siempre. Cada vez que intentes hacer algo que te
cause temor por las consecuencias desagradables que puedan resultar,
ponte a pensar en cuales son los mejores escenarios en los que te podrías
encontrar si lo intentas. Concéntrate en el resultado final que te produce
placer, imagina lo grandioso que sería conseguir lo que te propones, siente
esa emoción por haber logrado tu objetivo, hazla parte de ti aunque aún no
hayas comenzado. De esta forma cuando des paso a la acción, tu cerebro
estará programado para buscar triunfar sí o sí.
Cuando tus pensamientos solo están enfocados en conseguir el
resultado que de verdad deseas, no existen obstáculos en tu camino. Y este
concepto es indispensable para que logres alcanzar tus objetivos. Enfoque
.
Visualiza que vas caminando por alguna calle, de pronto te
encuentras con una propiedad que tiene un gran huerto, sabes que dentro
puedes encontrar un gran festín de jugosas y deliciosas frutas. El hecho de
imaginar el sabor en tu boca hace que te decidas a entrar y hurtar algunos
frutos. Lo único que te separa de tu deseo es una barda de dos y medio
metros de altura. Como puedes tratas de subir por ella, te resbalas y lo
vuelves a intentar hasta que logras subir y ahora puedes ver lo que hay
detrás, así que bajas con cuidado para que no te lastimes y ¡vualá! por fin
estás dentro, tardaste algún tiempo en cruzar pero por fin estás del otro
lado sano y salvo. Ahora solo te queda disfrutar de lo que el huerto te
ofrece. Te adentras cada vez más en la propiedad hasta que estás a una
distancia considerable del lugar por donde ingresaste, vas con mucho
cuidado para que no pises alguna planta o te puedas raspar con alguna
rama. Cuando por fin te dispones a comer de los frutos que tienes enfrente,
escuchas a lo lejos unas pisadas y de pronto un ruido que te pone los pelos
de punta. Miras hacia donde proviene y observas cómo ¡un gran perro
gigantesco se acerca hacia ti! ¡Oh por dios! ¡Estás en graves problemas!
Un can enorme está a punto de convertirte en su alimento si no sales de
prisa de ahí. Como puedes reaccionas y comienzas a correr lo más rápido
que puedes haca la salida, corres sin mirar atrás, solo escuchas los ladridos
y cómo el sonido cada vez se hace más fuerte. Llegas a la barda por donde
cruzaste y con un movimiento de gran técnica y agilidad, cruzas esa barda
en un par de segundos, esa misma barda que al principio te llevó traspasar
algunos minutos.
Por fin a salvo, sientes como por tu cuerpo recorre una gran
sensación de alegría y satisfacción, has logrado escapar de lo que parecía
un final desastroso. Sigues tu camino y comienzas a notar que hay varios
rasguños en tu cuerpo, incluso tu playera tiene una cortada y hay un poco
de sangre. Pero no te percataste de ello hasta que estuviste a salvo y
tranquilo, mientras que en el trayecto hacia tu gran escape no fuiste
consciente de todas las ramas de los árboles y plantas que te ocasionaron
esos daños. Incluso cuando estuviste frente a esa barda que por un instante
se parecía a la gran muralla china, ni siquiera te detuviste a pensar como
ibas a subir y a cruzar, sino que simplemente lo hiciste.
¿Cuál fue la diferencia? Por supuesto que las condiciones eran
completamente distintas. En un inicio tu deseo de satisfacer tu antojo te
arrojó a entrar en ese huerto, sin embargo no era algo que te hiciera actuar
de manera como si no hubiera mañana. Mientras que, en la escena
siguiente, tenías a un perro enorme detrás de ti tratando de convertirte en
su merienda. Lo cual te llevó a enfocarte en una sola cosa, ¡SALVAR TU
VIDA! De tal manera que no existía obstáculo alguno que te hiciera
cambiar de opinión, tu vista siempre estuvo en tu objetivo final.
Si transportamos esta analogía a nuestra forma de actuar día a día,
el deseo de comer algunas frutas representa aquellas metas que queremos
conseguir pero que si no las alcanzamos no repercuten en gran medida en
nuestra vida. Vamos paso a paso y muy lento, procurando no salir
lastimados y haciendo las cosas de una manera cuidadosa. Por el contrario,
tener a un gran perro persiguiéndonos, representa aquellas metas y
objetivos que son de vital importancia para nosotros, aquellas cuyas
consecuencias tendrían una grave repercusión en nuestra vida si no las
conseguimos. Y en la cuales al comprender la importancia de las mismas,
nos llevan a concentrarnos solo en el resultado final, sin importar los
obstáculos que puedan presentarse, pues al estar concentrados en conseguir
el objetivo, no existe forma de que puedan detenernos.
Estoy convencido de que tienes sueños que has dejado de lado,
porque no creíste que serías capaz de alcanzarlos. Es momento de
recuperarlos y luchar por ellos, todo lo grandioso en este mundo ocurre
gracias a un sueño. Es gracias a que alguien tuvo una gran idea y no
descansó hasta materializarla, sin importar las opiniones que se opusieran,
que hoy podemos comunicarnos de un extremo del mundo a otro con tan
solo hacer un par de clicks. Es gracias a un sueño que podemos ir de un
continente a otro en cuestión de horas solo con abordar un enorme cajón
de acero que se transporta por los cielos.
No existen grandes obstáculos, existen sueños pequeños. Si tu
sueño es lo suficientemente grande, no hallarás obstáculos en el camino.
Ese sueño se convertirá en tu gran perro y será el motor que haga que te
levantes del sillón y vayas por aquello que deseas. No permitas que las
opiniones de personas que no se atreven a intentar grandes cosas opaquen
tu espíritu de triunfo y tu deseo de brillar. No permitas que pensamientos
ajenos destruyan tus metas, no permitas que acciones pasadas obstruyan
tus victorias futuras.
PASOS DE ACCIÓN
Haz una lista de CINCO COSAS que no te has atrevido a realizar pero
que tienes muchas ganas de llevar a cabo.
Anota delante de cada una de ellas la razón del porque aún no las has
realizado, describe cual es el posible dolor que te genera el pensar
hacerlas.
Ahora anota delante de cada una de ellas el placer que te generaría verlas
realizadas. Describe las sensaciones y emociones que te causaría el hecho
de conseguir el resultado deseado.
Visualízate como si ya lo hubieras conseguido, imagina la felicidad que te
provoca estar en esa situación triunfante. Cierra tu puño con gran fuerza y
di en voz alta “Voy a conseguirlo”
Toma acción y realízalas.
CAPÍTULO 3

DESPIERTA AL GIGANTE

¡Piensa en grande!, ¡sueña en grande!, ¡actúa en grande!


Pensar en alcanzar grandes logros en la vida, es en muchas ocasiones algo
que mucha gente no se cree capaz de conseguir. La mayoría de las
personas van por el mundo siguiendo solamente lo que ven fácil de
realizar. Por la simple y sencilla razón de que los mantiene en su zona
cómoda, en la cual están a gusto y nada los inquieta.
La razón por la que decidí llamar a este capítulo DESPERTANDO
AL GIGANTE es porque quiero mostrar al lector que hay un ser grandioso
en su interior, un ser gigantesco, pero que esta encadenado por enanos que
no deberían causar ninguna molestia, sin embargo han conseguido
dominarlo hasta hacerle creer que no es un GINGANTE, sino más bien,
que es un ser muy pequeño.
Lo que voy a compartirte a continuación es información muy
valiosa que no me saque de la manga o que en alguna ocasión llego a mí
por inspiración divina, me gustaría decir que fui yo quien hizo estos
descubrimientos, pero no fue así. Hubo personas que se adelantaron y
gracias a ellas yo pude conocerla. Y ahora quiero compartirla contigo.
Existe un libro llamado Despertando al Gigante Interior y del cual
debo decir que tome el nombre para este capítulo. Este libro te brinda un
panorama mucho más amplio de como liberar a ese gigante que hay en ti.
El autor es Anthony Robbins, considerado hoy en día el LIFE COACH
más influyente en el mundo. Es autor de otro de mis libros favoritos el cual
también te recomiendo muchísimo y es: PODER SIN LIMITES, solo con
ver el titulo puedes tener una idea de lo que puede enseñarte. Y hay un
tercer libro que te voy a recomendar, se llama la Vocecita y es un libro que
en lo personal me encanto y estoy seguro que a ti también te va a gustar. El
autor es Blair Singer . Estas obras están dedicadas a mostrar al lector
como encontrar a ese ser lleno de grandeza y poder, a como callar esos
pensamientos limitantes y como deshacerse de ellos para alcanzar una vida
plena y llena de éxito si aplicas en tu vida lo que vas a encontrar en sus
páginas. Así que, después de estas recomendaciones vamos a comenzar
con este capítulo.
En alguna ocasión recuerdo haber leído un texto que decía más o
menos lo siguiente: Si lo grandes árboles de las más frondosas selvas
tuvieran consciencia de ser humano, en lugar de alcanzar alturas de treinta
metros o más, solo alcanzarían a crecer unos tres metros. ¿A que se refiere
este párrafo? ¿Acaso nos dice que si fuéramos arboles creceríamos treinta
metros de altura? No. Más bien lo que da a entender es como los humanos
limitamos demasiado nuestras capacidades, al ser los únicos seres en la
tierra que utilizan en mayor porcentaje las funciones cerebrales, llegamos a
poner ciertos límites a nuestras destrezas y aptitudes. Generamos
pensamientos que solo nos provocan preocupaciones y miedos de algo que
probablemente jamás ocurra y nos frenamos a hacer aquellas cosas que
tenemos deseos de cumplir.
A estos pensamientos limitantes vamos a llamarlos “enanos”. Son
todas estas cosas que llegan a tu mente para sabotearte y decirte que no
puedes hacer las cosas. Y efectivamente no las vas a poder llevar a cabo
pues el universo funciona por ley de atracción, y solamente aquellas cosas
que estén en la misma sintonía van a poder juntarse. Mientras en tu mente
existan pensamientos de mediocridad, tus resultados serán mediocres.
Los gigantes no conviven con enanos.
No puedes tener pensamientos de grandeza y de mediocridad a la
vez. Tienes que escoger un bando, de lo contrario no vas a conseguir nada.
Muchas veces se puede llegar a pensar que tener pensamientos de grandes
triunfos, puede llevar a las personas a convertirse en arrogantes, engreídas
o ambiciosas. Y en parte es cierto, para aquellas personas que no logran
comprender estos principios de forma correcta puede arrastrarlos a tener
una vida así. Pero para quienes saben aplicar estos fundamentos con
sabiduría llegan a experimentar grandes satisfacciones en sus vidas.
Vamos a hablar más adelante acerca de ello, por ahora concentrémonos en
el tema.
En el esquema de arriba está representado el proceso que vive una
persona cuando intenta transformarse en alguien mejor. En alguna ocasión
escuche la frase “crecer duele” y hasta cierto punto es cierto. Cuando
intentes transformarte en una persona mejor, vas a experimentar ciertas
sensaciones que te van a causar dolor y si no estás lo suficientemente
dispuesto a lograr tu objetivo vas a caer, es por esta razón que debes tener
muy claro aquello que quieres alcanzar, pues en el camino vas a toparte
con varios obstáculos, pero si tienes a un gran perro detrás persiguiéndote,
entonces vas a llegar a tu meta sí o sí.
Solo tú eres quien decide que pensamientos alimentar en tu cabeza.
Si decides que esos enanos que solo intentan frenarte en la vida son
quienes tienen razón, entonces serán ellos quien dominen tus resultados. Si
decides que es el gigante quien tiene el poder sobre ellos, entonces estas a
punto de experimentar cosas increíbles.
Necesitas comenzar a confiar en ti como nunca lo has hecho,
comienza a atreverte a hacer cosas que hasta hoy te daban miedo realizar,
la mejor medicina ante el miedo es la acción. Cuando tengas dudas acerca
de algo y no sepas que hacer, aun así toma una decisión, es mejor que
hagas algo a quedarte estático, actúa aunque no tengas certeza de lo que va
a suceder. En la vida solo se gana o se aprende, no existe el fracaso, solo
aprendizajes y entre más aprendas más oportunidades de alcanzar la
excelencia tendrás.
Piensa en tu artista o deportista favorito, ¿Qué es lo que puedes
apreciar cuando los ves? Tal vez sientas que son personas fabulosas, llenos
de gran talento y con virtudes únicas en el mundo, y es cierto, es verdad
que son así, y lo son porque se lo creyeron. Antes de llegar a ser grandes
figuras confiaron en sí mismos, sin importar las circunstancias tenían en
mente lo que querían alcanzar y se esforzaron cada día por conseguirlo.
Siguieron adelante sin importar lo que sucediera mientras accionaban y eso
los ha colocado hoy en el ligar que están.
Encontrar al gigante en ti es un proceso que tienes que vivir todos
los días, hoy seguramente tienes problemas que crees que son muy
grandes, pero cuando los resuelvas eso dejara de ser así. Si en alguna otra
ocasión vuelves a tener un problema similar ya no representara el mismo
reto que era en un principio, pues ya lo has solucionado una vez y puedes
volver a hacerlo las veces que sea. Por lo tanto cada vez que vas superando
obstáculos en tu vida estas creciendo, no trates de evadir los problemas
porque solo estas logrando que tu cerebro registre esta acción como el
patrón que seguirá siempre, HUIR. Y huir no te va a hacer mejor persona,
no te va a hacer triunfar en los deportes, no te va a colocar en la
presidencia de tu empresa, simplemente no te va a ayudar en nada. Pero si
enfrentas cada situación que se te presenta poco a poco vas a idear mejores
soluciones y llegara un punto donde veras a tú alrededor y escucharas a las
personas quejarse por sus problemas y tú dirás: pero si es tan fácil
resolverlos. Y eso será gracias a que tú has ido creciendo cada día hasta ser
esa persona a la que esos problemas le quedan muy chicos.
Hugo Sánchez, uno de los jugadores más reconocidos en México
por sus grandes actuaciones en la selección mexicana de futbol y un gran
elemento del Club Real Madrid, un equipo que no solo es considerado un
grande de España, sino del mundo entero. Sin duda es una historia de gran
inspiración, pues a pesar de convertirse en una gran estrella en uno de los
clubes más importantes del mundo, el proceso que tuvo que vivir para
llegar a ese punto no fue del todo muy agradable. Tuvo que enfrentarse a
las burlas de gente que no lo quería, a las opiniones de periodistas que
decían que no era bueno, a las críticas de personas que lo menospreciaban
por ser mexicano, a gente que lo insultaba por sus orígenes y que le gritaba
que se regresara a su país.
En varias ocasiones algunos jugadores de Latinoamérica tienen la
oportunidad de emigrar al futbol de Europa, en donde se encuentran las
ligas de mayor nivel en el planeta. No solo es jugar a un nivel de
exigencias mucho más alto, es también ganarse a una afición de otro país.
Por lo regular, quienes más éxitos registran en el futbol europeo, con
jugadores provenientes de Argentina, Brasil o Uruguay. Así que era la
primera ocasión que un jugador mexicano estaba compitiendo al lado de
grandes figuras del futbol, participando en las competencias de mayor
exigencia en el mundo y tenía una tarea muy grande, demostrar que era lo
suficientemente bueno para estar ahí. Y así fue, logro ganarse un lugar
entre los mejores del mundo. ¿Su secreto? En su interior siempre supo que
lo lograría, él sabía quién era y sabía lo que podía hacer. Tenía claro su
objetivo y no descansaría hasta alcanzarlo. Tenía la confianza en sí mismo
y estaba consciente de que aquellas personas con las que ahora disputaría
cada partido, eran seres humanos como el, y que si bien tenían gran talento
y habilidad, no estaban muy lejos de der iguales. Personas imperfectas que
tomaron la decisión de mostrar al mundo que podían conseguir grandes
cosas. Hugo Sánchez sabía que existía un gigante dentro de él y que no
dejaría que ningún enano opacara sus actuaciones, solo tenía que dar lo
mejor de si cada día y tarde o temprano el mundo notaria que era un
gigante.
Cuando se enfrentó a la presión y las críticas en España tuvo la
opción de rendirse y regresar a su país donde ya era casi un ídolo y volver
a jugar en algún club de México donde seguramente hubiera realizado
grandes proezas. Sin embargo opto por enfrentar las situaciones y
demostrar por qué razones había llegado a un nuevo continente. Y esa
decisión lo llevo a ganarse el corazón de miles de aficionados en el mundo
que coreaban su nombre, que festejaban sus goles y se llenaban de
emoción cada vez que tocaba el balón frente al área rival, pues sabían
perfectamente que era gigante en campo.
La vida te va poner pruebas, pruebas para preguntarte si de verdad
deseas alcanzar lo que quieres, si estás dispuesto a pagar el precio que
conlleva. Y si piensa en pequeño lo más probable es que desistas y
prefieras evitar las incomodidades. Si lo aceptas y enfrentas el reto,
entonces veras que existe en ti un ser increíble, que no le importa lo difícil
que sea el asunto, sino lo gratificante que será el resultado. Y que en el
proceso que enfrentes día a día, te recordara lo grandioso que eres y por
qué no debes rendirte.
No tengas miedo a equivocarte, pues todo el mundo se equivoca y
quien se ha equivocado más veces ha conseguido mejores resultados que
aquellas personas que van por la vida cautelosamente, buscando los
caminos más seguros para no tropezar que las demás personas puedan ver
q han caído. Si estas en el suelo solo hay una dos opciones posibles, o te
quedas ahí o te levantas, así de simple. No permitas que las opiniones de
personas te hagan sentir que no eres capaz de hacer algo, sal y demuestra
que eres grande y que nada puede detenerte. ¡Piensa en grande!, ¡sueña en
grande!, ¡actúa en grande! Y no dejes nunca que los enanos te digan que
hacer, TÚ ERES UN GIGANTE y estas destinado a triunfar.
PASOS DE ACCIÓN
Haz una lista con al menos diez cosas que no has intentado hacer por
miedo a lo que otras personas piensen de ti.
Anota delante de cada una de ellas cual sería el mejor escenario en el que
podrías encontrarte si las llevas a cabo y cuál sería el peor escenario.
Si el peor escenario que puedes visualizar aun te mantiene vivo y no tienes
grandes cosas que perder, no esperes más, comienza a realizarlas.
Cada vez que te encuentres ante una situación donde no sepas que hacer,
toma una hoja de papel, anota hasta arriba las opciones que tienes y debajo
de cada una de ellas el mejor y el peor escenario posibles si lo llevas a
cabo. Al final podrás tomar una mejor decisión.
CAPÍTULO 4

EL SECRETO PARA TRIUNFAR

Sueña en grande y la grandeza vendrá a ti.


Te has preguntado alguna vez, ¿Por qué te suceden las cosas?. Todo en el
universo está en constante movimiento, nada se encuentra estático. Y para
esto es necesario que exista energía que pueda generar dichos
movimientos. Nuestros pensamientos generan ciertas vibraciones que a su
vez atraen a todo aquello que se encuentre vibrando en la misma
frecuencia, es decir, es como un imán. Cada vez que tenemos
pensamientos positivos acerca de las cosas es más probable que las cosas
salgan bien, pues la energía que estamos enviando al universo es energía
positiva, por lo que el universo buscará y enviará a nosotros aquellas cosas
que manifiesten energía del mismo tipo.
A este fenómeno se le ha denominado Ley de atracción. Y consiste
en entender cómo nuestros pensamientos generan nuestra realidad,
cualquier cosa que nuestra mente pueda concebir es muy posible que sea
capaz de materializar. Bob Proctor, uno de los grandes referentes en este
tema y a quien tuve la fortuna de conocer, explica cómo es que cada vez
que tenemos pensamientos de grandeza, estos nos llevan a convertirnos
precisamente en alguien que demuestra grandeza. Varios hombres y
mujeres de gran éxito a lo largo de la historia han sabido cómo aplicar este
principio de tal manera que los condujera a alcanzar la cima en las
respectivas áreas que han desempeñado en sus vidas.
El poder de la visualización
Cuando yo era niño y cursaba la primaria, tuve la oportunidad de
participar en algunas competiciones. La más destacada tal vez era la que
en ese entonces se llamaba Olimpiada del conocimiento infantil. Esta era
una competencia que se hacía entre todas las escuelas primarias del país,
se realizaba una prueba académica por cada grado en todas las escuelas
para determinar al representante de cada uno de los respectivos grados.
Cuando mi escuela participó por primera vez, yo cursaba el tercer año.
De tal manera que se llevó a cabo esta prueba entre cada uno de
los grados de la escuela para obtener a un ganador y futuro representante
en la siguiente etapa. Para mí fue un gran logró el haber sido el mejor de
todo el tercer grado en mi escuela, en ese momento sin saberlo utilizaría
uno de los principios más interesantes en el camino del éxito, El Poder de
la Visualización . Pues en esta experiencia de mi infancia logré descubrir
que cada vez que visualizaba algún hecho importante que deseaba con
tanta fuerza que sucediera, existían grandes posibilidades de que se hiciera
realidad. Era momento de concursar ante las demás escuelas que
pertenecían a la misma zona, decenas de alumnos buscando una sola cosa,
demostrar que eran los mejores y poner en alto el nombre de sus
respectivas escuelas.
En mi mente solo existía una sola cosa, ganar. Hubo personas que
me dijeron que diera mi mejor esfuerzo y que no importaba si ganaba o
perdía, lo importante era competir. Y a decir verdad de ese tipo de
consejos lo único que tome fue: haz tu mejor esfuerzo, pues estaba
decidido a ganar, a demostrar que sin importar las condiciones podía
lograrlo y ser el vencedor. Cada vez que tenía que estudiar, en mi cabeza
solo había lugar para una cosa, eres un ganador y mereces el primer lugar,
no importa quien se te ponga enfrente, ¡tú lo vas a vencer! Cerraba los ojos
y me visualizaba en una escena donde se me reconocía como el mejor,
imaginaba todos los detalles, el tono de voz de los jueces anunciando mi
nombre en el primer puesto, la cara de felicidad de mi profesora y el
director, la alegría de mis amigos al verme en ese momento y sobre todo lo
orgullosos que se sentirían mis padres de mí. De ver como su hijo estaba
consiguiendo sus primeros triunfos en la vida. Y estos pensamientos me
motivaban cada día, fueron mi motor durante todo el proceso para llegar
listo y con mucha confianza al día de la prueba.
La competencia se llevó a cabo y puedo decir que fue una
experiencia increíble, era la primera vez que estaba enfrentando a alumnos
que no eran de mi colegio y eso me fascinaba, pues sentía que era uno de
los mejores y por eso estaba en ese lugar. Solo disfrutaba el momento
como nunca, pues durante varios días soñé con ese momento y aunque
admito que al principio me sentí un poco nervioso por lo que pudiera
llegar a pasar, bastó con cerrar los ojos y revivir esa película que llevaba
muy grabada en mi mente acerca de cómo sería recordado mi triunfo. Y
con esto en mente pude sentirme tranquilo, pues estaba seguro de que era
el mejor en ese salón y de que nadie deseaba tanto ganar como lo deseaba
yo, así que solo quedaba una sola cosa por hacer, contestar mi examen y
dejar que el mundo se diera cuenta de quién soy.
Ese día terminó y me encontraba feliz y seguro de que cuando
estuvieran listas las evaluaciones, sería mi nombre el que figuraría en la
punta de la lista. Al cabo de algunos días llegaron los resultados. Era una
mañana como todas las demás, la maestra dando su clase y todos los
alumnos sentados tratando de poner atención. El director entró en el salón,
interrumpió la clase y le dijo a mi profesora que su alumno había ganado la
competencia de zona y ahora tenía que prepararse para las pruebas
regionales que se llevarían a cabo en algunas semanas. En ese momento
todos me aplaudieron y me sentí increíblemente bien, debo admitir, todos
me reconocían como el alumno más inteligente de toda la zona y eso fue
grandioso para mí, no solo por el hecho del reconocimiento, sino porque
días antes había creído con tanta fuerza que eso sucedería, y cuando por fin
ocurrió marco un gran parteaguas en mi vida, pues de forma subconsciente
mi cerebro estaba registrando este patrón del triunfo como algo natural y
que desencadenaría grandiosas cosas a lo largo de mi vida.
Todo estaba listo, era momento de prepararse para la competencia
regional, los ganadores de cada zona académica estarían presentes
luchando por demostrar que eran los mejores y merecían llevarse el primer
premio a sus respectivas escuelas. De igual manera utilicé la misma
estrategia que la vez anterior, visualizar los resultados que quería para así
poder enfocarme en ellos con gran pasión y dedicación. A pesar de ser un
niño solamente, esto era algo que me hacía sentir que era bueno en algo y
que era mi deber dar lo mejor de mí para alcanzar los mejores resultados
posibles, sin pensar ni un solo segundo en que pudiera perder.
Por fin llego el tan esperado día. Cada uno de los concursantes
estaba listo, dispuesto a dar lo mejor de sí para ganar, durante varias
semanas se habían preparado intensamente para salir victoriosos, así que
sería una competencia difícil. Sin embargo, eso no me preocupaba, pues
mi mente solo podía tener una imagen, una fotografía de un momento que
aún no sucedía pero que en el fondo de mi corazón era real. Un momento
de triunfo, satisfacción e inmensa alegría. El examen dio inicio y durante
algunas horas estuvimos en completa concentración contestando cada una
de las preguntas. Poco a poco veía como se iba levantando uno por uno
hasta que solo quedábamos unos cuantos. En momentos me dio miedo,
‘¡qué inteligentes deben ser, terminaron muy pronto!’, pensé. Pero a pesar
de ello en mi mente mantenía esa imagen de mí recibiendo mi premio.
Por fin terminé, entregué mi examen y salí del salón para ver a mi
profesora y al director. -¿Cómo te fue?- me preguntaron. -Bien- respondí,
yo sabía que mis resultados serían buenos. Pues no solo trabajé muy duro
en la parte académica, sino que programé mi mente para que así fuera.
Llegó la hora de escuchar los resultados. Todos los presentes esperaban las
calificaciones para saber quién era el ganador. Ahora sí estaba nervioso,
pues si aquí volvía a ganar, no solo representaría un gran logro para mi
escuela y para mis padres, sería un suceso que reforzaría en mí una
confianza increíble y me daría la razón cuando pensé que si deseaba algo y
lo mantenía en mi mente todos los días podrían lograrlo sin importar lo
que fuera.
Los jueces encargados del evento comenzaron a dar los nombres de
los ganadores, comenzaban por el tercer lugar, citaban el nombre el
alumno y la calificación obtenida. Debo decir que escuchar mi nombre
primero no me dio tanto gusto, pues era el tercer puesto el que me gane y
no el primero. Sin embargo, al escuchar las calificaciones del segundo y
tercer lugar me di cuenta que la diferencia que me separaba de ellos era
mínima, me vencieron por muy poco. Así que pensé, ‘bueno, no gané esta
vez, pero aún quedan los siguientes años y voy a regresar por ese primer
lugar’.
Las premiaciones terminaron y era hora de regresar. Durante el
trayecto de vuelta, uno de los profesores nos platicó acerca de los premios
para los alumnos de sexto año. Pues hasta quinto año, la competencia
regional era la última y más importante. Pero para los del último grado
continuaba la competencia estatal, en la cual quien lograba ser ganador en
esa instancia, no solo ganaba el derecho de participar en la olimpiada
nacional, sino que también era acreedor de un viaje como premio por sus
esfuerzos. Eso me emocionó aún más y unas ganas intensas de ser parte de
ello cobraron vida, aunque faltaban algunos años para que tuviera la
oportunidad de luchar por ello, dentro de mí nació la ilusión de ser uno de
esos niños que dejaría huella en esta competencia.

Como en cada una de las cosas que realizamos en nuestra vida, es


necesario tener la certeza de que cada una de nuestras acciones nos acerca
al lugar en el que pretendemos estar.
Visualizar todo aquello que deseamos que ocurra en nuestras vidas
puede parecer algo fantasioso solamente y en algunas ocasiones he
escuchado a las personas que no tiene sentido imaginarte como un
ganador, pues temen a que la caída sea dura y no puedan sobreponerse a
eso. Por lo que prefieren vivir aceptando lo que encuentran en la vida sin ir
en busca de aquello que en realidad están deseando en lo más profundo de
sus corazones. Frases como: ‘tienes que ser realista’ o ‘algunos nacen con
estrella y otros estrellados’, son desde mi punto de vista expresiones sin
sentido. Pues cada uno crea su realidad con base en la precepción que
puede apreciar del mundo, cada quien parte desde un nivel de consciencia
distinta, por lo tanto el entorno que parece realista para una persona en este
momento puede cambiar el día de mañana si así lo desea. Tampoco se
puede decir que aquellas personas que alcanzan grandes cosas en la vida
nacen con suerte, con la torta bajo el brazo o son especiales y es por eso
que consiguen cosechar increíbles triunfos. Pues es la determinación y el
trabajo de cada uno de ellos lo que los ha colocado en la cima del mundo.
Se necesita de un motor muy grande para poder mover toda esa máquina
que eres, se requiere de un impulso tan fuerte para que tomes acción y
hagas lo que tienes que hacer para concretar esos resultados que buscas.
Necesitas forjar en tu alma un gran sueño, un sueño enorme que te inspire
a levantarte todos los días con un propósito, que haga que disfrutes de cada
acción que realices. Necesitas creer que puedes lograrlo y visualizarte en
cada momento como un triunfador en eso, debes hacer ese momento de
gloria parte de ti, sentirlo tan profundamente para que tu mente solo pueda
reconocer una cosa, el éxito.

Sueña en grande y la grandeza vendrá a ti.


Aunque estaba en tercer año y apenas tenía ocho años de edad,
dentro de mí había nacido un nuevo reto, demostrar que podía regresar el
año siguiente y dar mi mejor esfuerzo para poder conquistar ahora sí el
primer lugar y repetirlo año con año hasta llegar al último año de primaria
y conseguir ese premio especial que le deban a los ganadores.
Se convirtió para mí en un gran sueño, un sueño ardiente que día a
día ocupaba mi mente y me hacía imaginar cientos de escenarios posibles.
Este fue sin duda una de las más grandiosas experiencias de mi vida, un
proceso muy largo en el que aprendí muchas cosas acerca del éxito en la
vida, en ese entonces era muy pequeño para comprenderlas pero hoy que
puedo ver hacia atrás y reflexionar acerca de todo lo sucedido, puedo
comprender cuales fueron aquellas cosas que impactaron de tal forma en
mi vida y que dieron paso a que sucesos interesantes ocurrieran en mi vida.
Me encantaría decir que todo fue fácil en mi vida y que jamás sentí
miedo, o quise renunciar a las cosas que hacía. Soy un ser humano y como
todos estoy expuesto a situaciones en las que la vida te va a poner a
prueba, donde te va a preguntar con cuantas fuerzas deseas alcanzar tus
objetivos y que estás dispuesto a hacer para llegar a tus metas. Quiero
decirte que crecí en una pequeña localidad a las orillas de mi pueblo. Un
lugar que recuerdo con mucho cariño pero que no es el más apropiado para
desarrollar un espíritu de grandeza. Es muy cierto que somos el promedio
de las seis personas con las que más convivimos, en pensamientos,
creencias, hábitos y por supuesto resultados. Yo no conocía nadie que
hubiera ganado alguna competencia, no tenía a nadie que me alimentara
con esas ganas de ser alguien en la vida, simplemente no existía nadie
cercano a mí que pudiera darme esa motivación que necesitaba. Mis
padres, a los que amo infinitamente, siempre me apoyaron en todo y doy
gracias a que jamás me dieron la espalda, para ellos siempre un niño
inquieto, que jamás se conformó con las cosas que la sociedad podría
esperar que se conformara en las condiciones con las que creció. Y
siempre recordaré sus palabras de aliento para hacerme sentir grande, pues
fueron esas palabras las que me impulsaron a seguir cada día y ser mejor.
El cariño y aprecio de mis padres fue un factor determinante para
que pudiera conseguir grandes cosas. Pues en medio de tantas personas
que intentaban decirme que no podía porque solo algunas personas nacen
con esa suerte, o que era imposible que alguien de mis condiciones pudiese
lograrlo, pues nuestro pueblo era muy pequeño y aunque fuera bueno ahí,
no estaría a la altura de las grandes ciudades. No quiero decir que estas
personas lo hacían con mala fe, creo entender el punto de vista que ellos
tenían en ese entonces y puedo entender que su única intención era
protegerme.
Pero yo no podía renunciar a ese sueño, se había convertido en algo
muy fuerte para mí y a pesar de había tantas cosas que parecían estar en mi
contra me resistía a imaginar que yo no era capaz de conseguirlo. Mi
corazón estaba seguro de que yo lo iba a hacer sin importar cómo, lo único
de lo que tenía certeza es que yo lo conseguiría. Cada vez que he querido
intentar algo mi mamá siempre me ha dicho esto: ‘si crees que lo puedes
hacer hazlo, y si lo logras qué bien, y si no, también, lo único que me
importa es que seas feliz’. Y mi papá me decía cosas como estas: ‘Estoy
muy orgulloso de ti, sé que eres muy bueno y que vas a hacer grandes
cosas, cosas que yo no puedo hacer pero que tú sí. Y si tú crees que puedes
hacerlas yo te voy a apoyar en lo que pueda’. Nunca me cortaron las alas y
eso es algo que agradezco infinitamente, pues gracias a eso hoy sé que los
sueños están para cumplirse.
En cuarto año de primaria tuve un accidente que me dejo fuera de
la escuela por casi dos meses, por lo que ese año no pude tomar parte de la
Olimpiada. Fue un año duro y que me dejó marcas para toda la vida, sin
embargo la vida continúa y yo aún tenía un sueño por conquistar y no iba a
descansar hasta conseguir hacerlo realidad. Llegó el quinto año y esta vez
estaba listo para cumplir lo que había dicho dos años atrás, era el momento
para demostrar que merecía ganar. La Olimpiada comenzó y todo salió de
maravilla, todo el esfuerzo y la espera habían rendido frutos, era por fin el
ganador, podía sentir esa emoción y alegría en mi corazón por haber
logrado el objetivo, por haber demostrado que podía hacerlo y que no era
cuestión de suerte, sino más bien, era de decisión. Y aunque fue un gran
momento, todavía faltaba la prueba final, regresar el siguiente año y luchar
por alcanzar esa imagen que se formó desde que tenía ocho años.
Llego el sexto año, un periodo de grandes momentos y alegrías, un
año lleno de emociones y experiencias que llevaré siempre conmigo. La
más importante de todas, vivir ese momento que durante años esperé, ya
no había más tiempo, esta era la prueba final, era el momento de decirle al
mundo que mi nombre quedaría escrito en el concurso más importante del
país en aprovechamiento académico de educación primaria. Sabía que la
competencia iba a ser más fuerte y que iba a requerir mucho más esfuerzo,
pues ahora no solo estaba en puerta esa competición, logré formar parte de
la selección de atletismo, por primera vez nuestra escuela iba a participar
en eventos deportivos y yo no quise quedarme fuera. Y por si fuera poco
descubrí que tenía una gran fascinación por el ajedrez, lo que me llevó a
tener la oportunidad de competir en ese año de igual manera. Lo mejor de
todo, obtuve buenos resultados en atletismo y mejores en ajedrez, siendo
un novato completamente en ajedrez, logre posicionarme entre los mejores
ocho del estado. Algo que para mí fue increíble, pues despertó en mí un
sentido de importancia y satisfacción que contribuyó de gran manera para
forjar una autoestima que sería pilar en mi vida.
Y por fin era hora, ese momento tan esperado llegó, la gran
Olimpiada del Conocimiento Infantil en su última etapa, las cartas estaban
puestas, solo quedaba disfrutar y dar lo mejor para cumplir mi sueño. Cada
una de las fases se fue cumpliendo hasta llegar al punto donde se definiría
todo, la última parte, el filtro final para conocer a los ganadores de la
edición 2002, que se ganarían una semana de vacaciones todo pagado, la
oportunidad de desayunar con el Presidente de la Republica en la Casa
Presidencial y recibir un reconocimiento cómo uno de los niños más
inteligentes de México, un premio de Tres Mil pesos por parte de la SEP,
un premio de Treinta Mil pesos por parte de BBVA Bancomer y varias
sorpresas más incluyendo una experiencia única para cada uno.
Sin duda el verano del 2002 fue el mejor verano que pude haber
imaginado. Después de tantos años de espera, por fin había llegado la hora
de saber que se siente cumplir un sueño, durante tantos días anhelé llegar a
ese punto que cuando ocurrió, no podía contener la emoción que emanaba
de mí ser. Fue la primera ocasión que me sentí verdaderamente lleno de
grandeza. Era fascinante ver cómo a mis once años tenía un escuadrón de
policías custodiando nuestros vehículos, saber que el tráfico debía
detenerse para que nosotros pudiéramos pasar, fue una experiencia
increíble en pocas palabras. Fueron unas vacaciones mágicas, llenas de
emociones y diversión, momentos increíbles junto a grandes personas e
increíbles amistades. No solo se trataba de los premios y los
reconocimientos, de las fotos y de lo mucho que se hablaba de nosotros,
era la culminación de grandes esfuerzos y sacrificios, pero sobre todo de
una gran determinación por conseguir un sueño, un sueño que no llegó en
un mes o un año, que presentó diversos obstáculos y adversidades, un
sueño que jamás dejó de arder en mi corazón. Y sé perfectamente que así
como pude cumplir mi sueño también existía la posibilidad de que no
llegara a hacerse realidad. Pero elegí luchar por él, escogí creer con tanta
fuerza que podía lograrlo, que no quedó espacio para pensar que no era
posible. Decidí que sería yo quien tenía que hacer que las cosas sucedieran
en lugar de esperar a la suerte. Fui yo quien alimentó cada día ese sueño y
lo llevó, de ser concebido en mi mente, a encontrar la forma de
materializarlo.
Cuando tienes un sueño claro no importa lo que se presente en tu
camino, siempre encontrarás la forma de seguir adelante. El problema no
es que existan dificultades en el proceso, la vida siempre te va a poner a
prueba para determinar si de verdad quieres conseguir ese sueño. No
existen problemas grandes, existen sueños pequeños, porque cuando el
sueño es muy grande, los obstáculos se vuelven insignificantes. Tal vez
creas que esta historia de un niño consiguiendo ganar una competencia no
sea gran cosa, sin embargo es una muestra de que tan grande puede ser el
poder de un sueño, un sueño que crece cada día y que jamás da marcha
atrás. Mi intención al contarte estas historias es que tú puedas reconocer
esa grandeza en ti, sin importar tu edad, estudios, condiciones
socioeconómicas o cualquier otra cosa. Quiero mostrarte que si un
pequeño niño puede lograrlo TÚ TAMBIEN PUEDES, que tal vez es
momento que te mires al espejo y te digas a ti mismo: hoy voy a triunfar,
cierres los ojos y visualices los grandes triunfos que vas a obtener. Que
vuelvas sacar del baúl de los recuerdos aquellos sueños que tenías y que
aun puedes perseguir. Sueña en grande, actúa en grande y jamás demerites
tus resultados, ensálzate de tus logros y siéntete orgulloso de tus avances,
sin la necesidad de caer en la arrogancia.
Todos los seres humanos nacemos con la capacidad de soñar y
pareciera que con el paso del tiempo vamos restándole sentido e
importancia a nuestros sueños, pues probablemente la sociedad nos va
enseñando a ser más realistas y a dejar de lado aquellas fantasías que no
nos llevaran a ningún lado. Y efectivamente, si no hacemos nada para
lograrlo, si no accionamos y hacemos que las cosas sucedan, esos sueños
solo se quedaran en eso, en fantasías vagas, en ilusiones que veremos por
siempre inalcanzables. Si esta obra puede despertar aunque sea en una sola
persona ese deseo de volver a soñar y tomar acción en las cosas que debe
hacer para alcanzar a ver su sueño hecho realidad, entonces podré decir
que ha valido la pena, ¡Atrévete nuevamente a soñar!
PASOS DE ACCIÓN
Enlista en una hoja de papel tres objetivos que desees alcanzar. Anota en
cada uno de ellos que cosas debes hacer para poder alcanzarlos. Se muy
claro y toma en cuenta todos los detalles posibles.
Pon una fecha límite para cumplir cada uno de ellos y escríbela. Te
recomiendo que comiences por metas pequeñas a corto plazo. Cuando las
cumplas tu cerebro registrará ese momento como algo cada vez más
natural en ti y sentirás cómo te costará menos trabajo conseguir tus
objetivos. Así podrás ponerte cada vez metas más grandes y tu mente
subconsciente ya estará preparada para lidiar con ellas.
El tener tus metas por escrito y en un lugar donde puedas verlas siempre
aumenta tus probabilidades de éxito considerablemente.
CAPÍTULO 5

APRENDE A MODELAR LA EXCELENCIA

Busca al mejor, imita al mejor, supera al mejor.


¿Cómo me afecta o beneficia lo que hago hoy?
Somos seres de hábitos, los resultados que producimos día a día son
simplemente la manifestación de todas las cosas que realizamos y que en
conjunto producen un efecto positivo o negativo. Lo que determina si una
persona es exitosa o no, es en gran parte gracias a los hábitos que practica
en su vida diaria. Cuando vemos a una persona con una condición física
muy buena y un cuerpo escultural, podemos suponer qué tipo de hábitos
son los que ejecuta y que le permiten obtener esos resultados. Podemos
saber que es una persona que se ejercita con mucha frecuencia, que cuida
de su alimentación, que duerme bien, que evita estresarse en gran medida,
que practica algún deporte o que incluso tiene rituales extraños para elevar
su energía y cambiar su estado de ánimo.
Estas prácticas son algo que se ha vuelto parte de su día a día, pues
son la clave para poder tener buena salud y un buen cuerpo. Estas prácticas
por sí solas y practicadas de vez en cuando no podrían surtir el mismo
efecto que cuando se realizan de manera diaria y con ciertos estándares. El
factor clave para que se puedan alcanzar los mejores resultados posibles es
la disciplina.
Se puede tener mucho talento en algo y aun así no tener éxito. Pues
a veces el hablar de disciplina es algo que no nos causa mucha emoción.
Tal vez porque hemos asociado este término con algo desagradable, como
una forma de restar libertad a lo que hacemos y encadenarnos a situaciones
que tarde o temprano terminarán por hartarnos. Pero déjame decirte una
cosa, sin disciplina no es posible alcanzar grandes resultados. Las personas
que consiguen cosas grandiosas en sus carreras, en los deportes, en los
negocios, etc., han sabido utilizar con sabiduría este concepto y han
desarrollado hábitos que les han permitido hacer menos tedioso el proceso.
Todas las cosas que haces hoy en día, las haces a través de hábitos
que te has formado a lo largo de tu vida, la mayoría de ellos me atrevería a
decir de forma empírica, un día viste a alguien más hacerlo y de forma
subconsciente adoptaste la misma fórmula. Pues la forma más sencilla de
aprender algo es ver como lo realiza alguien más y tratar de copiarlo para
obtener resultados similares. Lo que no sabemos es que ese mismo patrón
que utilizamos para realizar alguna actividad, puede repetirse en alguna
otra que hagamos, pues como está instalado en la parte de nuestro cerebro
a la cual no tenemos acceso cuando estamos conscientes, es muy probable
que nuestra mente traiga a nosotros ese mismo proceso cuando requerimos
hacer algo que pueda presentar condiciones similares.
Por ponerlo de cierto modo, cuando alguien descuida mucho su
persona, hace lo mismo con todo, si en su mente no está el cuidar de su
persona, lo mismo hará con todo lo que le rodea. No solo descuidará su
persona, sino que también sus relaciones, amistades, trabajos, escuela, etc.
Cabe una gran probabilidad de que en cada una de las áreas de su vida
tenga resultados similares, pues los hábitos que suele llevar en su vida son
los mismos que aplica para la mayoría de las cosas que hace. Ponte a
pensar en aquellas personas que conoces que dejan las cosas a medias. Si
conoces a alguna, date un segundo para hacer un recuento de cuantas cosas
ha dejado inconclusas, tal vez te des cuenta de que son muy pocas las que
ha conseguido terminar. Y aunque para algunas personas parezca fácil
cambiar este tipo de patrones mentales, no lo es. De hecho es muy difícil,
pues para esta persona es algo que ya se realiza de manera natural, algo
que no controla, puesto que se ha vuelto un proceso similar a respirar.
Todos respiramos todo el tiempo, pero cuantas veces te has detenido a
pensar en ello, en cuantas ocasiones has puesto atención a tus respiros, es
más cuando vas con el médico y te dice que respires, puedes notar como te
cuesta más trabajo realizar esta actividad, ¿por qué? Porque eres
consciente de ella, pero en la mayor parte del tiempo no prestas atención
porque es un proceso que ya está establecido en tu cerebro es algo que sea
en las condiciones que sea debe darse. Tú ya no tienes que gastar energías
en decidir cómo respirar, tu cerebro ya lo hace automáticamente sin que
tengas que detenerte a pensar en ello. Lo mismo pasa con el patrón de
pensamiento en que se deja todo a medias, el cerebro de esa persona ha
desarrollado ya una formula en la cual puede determinar en qué momento
abandonar, sin que esta persona pueda ser consciente de ello. Ha
desarrollado hábitos que ya no requieren esfuerzo, pues se han vuelto algo
natural para ella, por lo tanto al ser la misma ecuación la que se ejecuta, el
resultado que se puede esperar es el mismo.
2 + 2 siempre va a ser 4, 3 x 5 siempre será 15, jamás será 20, aun
si se invierten los factores el resultado siempre será el mismo y esto es
porque los valores siempre son los mismos, sin importar el orden. Lo
mismo sucede con los resultados en los seres humanos, no podemos
esperar tener un cuerpo muy bien marcado si comemos hamburguesas
todos los días y nunca nos levantamos del sillón. Es necesario entender
que cada resultado que tenemos en nuestra vida es solo el efecto de una
serie de pequeñas acciones que venimos realizando día con día. Y que
mientras no cambiemos nuestra programación, no podemos esperar ver
resultados diferentes.
¿Qué hábitos tiene la gente altamente exitosa?
Buena pregunta, el punto de partida para poder alcanzar el éxito en
cualquier disciplina es preguntarse qué hacen aquellas personas que ya
tienen el éxito en las manos. Es implementar y aplicar la tecnología de lo
obvio: BUSCAR AL MEJOR, COPIAR AL MEJOR, SUPERAR AL
MEJOR.
Si deseamos de verdad tener éxito en algo, es necesario encontrar a
alguien que ya tenga los resultados que nosotros buscamos y adoptarlo
como nuestro modelo a seguir. Necesitamos averiguar qué hace y cémo lo
hace, algunas cosas tal vez no las entendamos al cien por ciento en un
inicio, pero con el paso del tiempo podremos descifrar la razón del porque
realizar dicha actividad. Ahora bien, hay que tener cuidado de solo tomar
aquellas prácticas que en verdad sean productivas y no destructivas.
Cuando tienes un modelo a seguir, recorriendo el camino de
alguien que ya pasó por un proceso que le tomó años consolidar en una
sola metodología, tienes una gran ventaja, pues te estás ahorrando muchos
tropiezos y mucho trabajo, lo único que resta es hacer lo que tienes que
hacer y adoptar la disciplina necesaria para que obtengas los mejores
beneficios.
Si bien en cada disciplina o actividad en la que tú quieras tener
éxito, hay hábitos muy particulares, que solo tiene validez su aplicación
para esta. Pero hay muchos que son fundamentales para cualquier área.
Hábitos financieros, hábitos en manejo de tiempo, hábitos para el cuidado
de la salud, hábitos para mejorar la productividad, etc. Lo único que tienes
que hacer es mejorar tus hábitos en los ámbitos necesarios y tu vida
comenzará a mejorar indudablemente.
Puede que algunas cosas te parezcan extrañas en un principio, pues
es algo a lo que no estás acostumbrado, sin embargo, te recomiendo que
los hagas tal y como son. Esa es la tecnología de lo obvio. Vas a buscar al
mejor para copiar lo que hace al pie de la letra, cuando seas consciente del
porque lo hace, tal vez te des cuenta de que puedes mejorar algunas cosas,
pero será cuando ya hayas experimentado que lo que esa persona hace
también te produjo a ti resultados y ahora es momento de agregarle tu
toque personal si así lo crees de verdad conveniente.
Desarrolla nuevos y mejores hábitos para sustituir aquellos que no
te están produciendo los resultados que deseas. Y sobre todo hábitos que te
ayuden a mejorar tu salud y condición física, pues tú eres el activo más
importante que tienes, si no te encuentras bien te costará más trabajo
realizar las demás actividades que tengas por hacer.

¿Cómo desarrollo nuevos hábitos?


Para dar paso a que una nueva forma de realizar algo se implante
en nuestro cerebro y se vuelva parte de nuestra programación
subconsciente, hay que determinar primero cuales son aquellos patrones
que desarrollamos hoy en día y que no favorecen en lo más mínimo a
alcanzar nuestros objetivos. Estos hábitos que ya hemos venido arrastrando
desde hace mucho tiempo hay que desecharlos en su lugar adoptar nuevos
que van a proporcionar grandes beneficios en nuestras tareas y actividades,
lo que se traducirá en mejores resultados para nosotros.
Primero que nada debemos tener en cuenta que el implementar un
nuevo hábito en nuestras vidas, puede llegar a tornarse difícil, pues es algo
que estaremos aplicando por primera vez y nuestro cerebro al no estar
acostumbrado a esas nuevas fórmulas, sentiremos cierta resistencia al
cambio. Por lo que debemos emplear nuestra fuerza de voluntad para que
este nuevo hábito que estamos tratando de implantar, pueda adaptarse lo
más rápido posible. Si mantenemos una disciplina constante y practicamos
este nuevo hábito todos los días por un periodo de veintiún días, habremos
logrado que se quede en nuestro como algo que ya no requiere de esfuerzo
para llevarlo a cabo.
Para que una actividad pueda volverse un hábito, es necesario
realizarla todos los días durante veintiún días como mínimo. En un inicio
tendremos que utilizar nuestra fuerza de voluntad para que podamos llevar
a cabo dicha actividad. Con el paso de los días, la parte subconsciente de
nuestro cerebro irá registrando la manera en que lo hacemos y comenzará a
programarla de manera automática hasta que no nos cuente ningún
esfuerzo realizarla. Esto es una gran ventaja, pues nuestra fuerza de
voluntad es un recurso que se agota. Durante el día solo podemos hacer
uso de ella una sola vez, por lo que después de pasar este periodo de
programación mental, podemos utilizar nuestra fuerza de voluntad en
alguna otra actividad.
Vamos a suponer que tienes malos hábitos alimenticios. Quieres
corregir esto y vas a implementar nuevo hábitos saludables en tu
alimentación que te van a ayudar a mejorar tu rendimiento y condición
física. Tus hábitos actuales son: Comer en horas no recomendadas, comer
solo dos veces al día, comer comidas nada balanceadas, tomar solamente
cosas endulzadas y acostumbras comer muy rápido. Podemos saber que
estos hábitos no producen beneficios a tu salud, pues si no te alimentas a
las horas que tienes que comer y comes muy pocas veces tu metabolismo
se hará cada vez más lento, si lo que consumes es comida de un solo tipo o
que no aporta los nutrientes que tu cuerpo necesita tu rendimiento en las
actividades que realices no será óptimo. Y si además no te das el tiempo
adecuado para poder ingerir tus alimentos puedes presentar algunos
problemas digestivos. En consecuencia por todo esto es muy probable que
pueda darte gastritis, colitis y acumular grasa en el cuerpo.
Al tratar de implementar los nuevos hábitos que serán, comer de
manera más regular y a determinadas horas, consumir alimentos de forma
más variada y que aporten los nutrientes necesarios, consumir bebidas
bajas en azúcar y dar más tiempo para comer, resultara como podrás
imaginar un poco doloroso al principio. Y esta es una de las razones por
las que hay mucha gente en este estado, pues al ser un proceso que
produce una sensación de dolor al individuo, no son capaces mantener esa
disciplina por el tiempo mínimo requerido. Así que interrumpen el proceso
y vuelven a lo que ya estaban acostumbrados, pensado que poco a poco lo
irán haciendo, pero en realidad solo se están engañando a sí mismos,
porque su fuerza de voluntad ya no está surtiendo efecto por lo que ya no
hay algo que pueda seguir impulsando a continuar con la nueva fórmula.
Por lo tanto nuevamente una de los procedimientos que van a ayudar
muchísimo en esta etapa es determinar primero por qué queremos cambiar
esos hábitos, visualizarse con los resultados que se obtendrán al realizar
ese cambio y hacerlo parte de nosotros. De esta forma será más fácil
soportar el proceso y mantener la disciplina que se necesita.
Al final de todo si tenemos realmente un porque lo suficientemente
grande, podremos soportar el proceso que sea, por muy difícil que parezca,
pues en nuestra mente solo existirá eso que buscamos alcanzar y esta
mentalidad dará paso a que las nuevas conductas y disciplinas que
vayamos adoptando se adhieran de forma más rápida y con mejores
resultados.
PASOS DE ACCIÓN
Elabora una lista de cinco hábitos que no aporten beneficios a tu vida.
Anota en qué áreas o actividades te afectan y determina cual sería el nuevo
hábito que debes adoptar para que te genere mejores resultados.
Comienza a trabajar en ellos, utiliza la visualización de los resultados que
obtendrás para conseguir el impulso que necesitas hasta lograr que se
quede programado en tu mente. (Veintiún días)
CAPÍTULO 6

RODÉATE DE GRANDEZA

Puedes generar cien unidades si sabes hacer mil, pero no puedes generar
mil si solo sabes hacer cien.
¿Dónde me encuentro?
Si lo que queremos es alcanzar grandes logros en nuestra vida, lo primero
que necesitamos es creer que somos capaces de conseguirlos. Puesto que si
no creemos que nosotros somos merecedores de eso que buscamos o que
es algo que está fuera de nuestro alcance, entonces es muy probable que no
lleguemos muy lejos.
Existe algo muy importante llamado Contexto , este concepto no
es más que la cajita donde albergamos nuestra cosas, por lo tanto si
decimos que nuestro contexto es pequeño significa que nuestra caja es
pequeña y por ende no podrá contener muchas cosas o cosas muy grandes.
Por el contrario si nuestro contexto es grande, significa que esta caja puede
contener muchas más cosas.

Este es un concepto que afecta de manera directa nuestros


resultados en la vida, pues como puedes darte cuenta en la figura de arriba,
es más importante el contenedor que el contenido. Pues si la caja de las
herramientas es más grande podrá contener más herramientas. Pero no solo
es cuestión de la cantidad que puede albergar un contexto más grande, sino
de la calidad de los elementos contenidos. Te voy a poner un ejemplo. Se
realizó un estudio para probar cómo es que el entorno donde se
desenvuelve algún ser vivo puede afectar su desarrollo. Así que se hizo un
experimento con tres tiburones recién nacidos, todos ellos con
características similares, misma edad, mismo peso, etc. Cada uno de ellos
fue puesto en un estanque distinto. El primer tiburón fue colocado en el
estanque más pequeño, el segundo tiburón en un estanque de proporción
más grande y tercer tiburón fue colocado en el estanque de mayores
dimensiones.

Al cabo de algún tiempo se revisaron los resultados y esto es lo que


arrojo el estudio:
El primer tiburón cuyo estanque era el más pequeño no alcanzó
grandes dimensiones, creció muy poco, su tamaño era muchísimo muy
inferior a un tiburón promedio.
El segundo tiburón que había sido colocado en un estanque más
grande que el del primero, logro crecer más que el tiburón número uno, sin
embargo aún estaba por debajo del promedio.
El tercer tiburón, quien se encontraba en el estanque más grande,
alcanzó un tamaño mucho mayor que el de los dos primeros y es quien
más cerca estuvo de las dimensiones promedio de un tiburón que crece en
mar abierto.
Este experimento logró demostrar que el ambiente donde se
desenvuelve alguna especie es factor determinante en su crecimiento y
desarrollo.
Otro ejemplo para ilustrar este concepto es el de los bonsáis . Esos
pequeños arbolitos que encontramos contenidos en una maceta en algún
vivero o tienda de decoración. Estos pequeños arbolitos llegan a medir
unos cuantos centímetros y por eso son ideales para tenerlos en casa como
parte de nuestra ambientación interior. Sin embargo si traspasáramos este
arbolito a un lugar mucho más amplio que esa maceta, digamos en un
campo abierto o al lado de algún río y en una tierra fértil, este pequeño
ejemplar de la naturaleza llegaría medir por lo menos diez veces el tamaño
que alcanza al estar contenido en una pequeña maceta.
La razón de esto es muy simple, al estar en un recipiente muy
pequeño no puede expandir sus raíces, pues estas topan con las paredes de
su contenedor y ya no le permiten seguir creciendo. En cambio, al estar en
un lugar más amplio, las raíces de este pueden expandirse tanto como lo
requieran por lo que este árbol tiene todo para poder alcanzar su máxima
altura.
Por lo tanto podemos determinar que el entorno es más importante
que el individuo, es decir el contexto es más importante que el contenido.
Para nosotros los seres humanos este principio se aplica de la
misma manera, el lugar en el que nos desenvolvemos afecta en gran
medida nuestro desarrollo. Si el lugar donde crecemos está rodeado de un
ambiente de abundancia y de grandes logros, es mucho más probable que
nuestros resultados sean muy parecidos. Por el contrario si el lugar donde
crecimos estuvo lleno de limitaciones y escasez, nuestros pensamientos
serán de igual forma, lo que nos conducirá a resultados no tan favorables.
Hace poco leí la historia de un empresario mexicano cuya vida y
trayectoria ejemplifican este principio de manera excelente. Su nombre es
Pedro Osvaldo Ramírez y en su libro Tu Primer Millón , donde relata la
travesía que tuvo que enfrentar para convertirse en la persona que hoy es,
deja ver muy claro como el haber escogido el entorno correcto fue el factor
clave para lograr sus objetivos. Déjame mostrártelo con sus propias
palabras.
“Antes de iniciar la universidad ya tenía yo muy claro que no
pretendía estudiar una carrera profesional para ejercerla. La verdad es
que no me veía dentro de un empleo. Ya leía de manera cotidiana
publicaciones de negocios, revistas y periódicos financieros. Me
gustaban… en aquella época comenzó a formarse en mi mente la idea de
ser millonario. Recuerdo bien que lo establecí: A más tardar, a los 25
años, habré generado mi primer millón de pesos, y por mucho, a mis 30
años, habré generado mi primer millón de dólares.
No sabía cómo, y en verdad tampoco tenía la más remota idea,
pero esa idea se había fijado en mí.
Investigué muchas universidades. Por supuesto que la universidad
pública no era mi opción… imagínate mi grado de enfoque, ya que sabía
perfecto que quería ser millonario, y me dediqué a buscar qué carrera,
qué universidad, podía darme esa enseñanza. Revisé escuela por escuela,
carrera por carrera, plan de estudios por plan de estudios, materia por
materia, para encontrar aquella que pudiera enseñarme cómo ser
millonario.
¿Cuál crees que fue el resultado?
Naturalmente, no existe una sola carrera que te enseñe a ser
millonario …una vez que me di con una pared de concreto, al entender
que ninguna carrera me enseñaría como volverme millonario, mi
búsqueda entonces se enfocó en la universidad. Necesitaba estar en medio
de los millonarios. Necesitaba poder entender su pensamiento. Requería
conocer no solo su estilo de vida, sino sus formas de pensamiento. Y ese
fue el factor decisivo para elegir carrera universitaria. Elegí la carrera
menos peor, en el único campus que encontré, que estaba a mi alcance
para poder rodearme de lo más alto que yo conocía en aquel momento. Y
decidí estudiar en el Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe…
Decidí ese campus al cual, para llegar, debía recorrer un trayecto de dos
horas por la mañana y dos horas por la noche para regresar… ¿Había
campus que resultaran más cercanos a mí y menos complicados? CLARO
QUE SÍ. Pero recuerda que a mí no me interesaba la carrera, me
interesaba rodearme de las personas adecuadas. Y las personas
adecuadas NO estaban en ningún otro campus de la ciudad.
…definitivamente era un mundo totalmente distinto. Mientras que
mi círculo de origen charlaba en cientos (de pesos), yo charlaba en miles,
y mi círculo en la escuela charlaba en cientos de miles de dólares.
Mientras que yo aprendía a generar dinero trabajando, ellos charlaban
con sus padres sobre estrategias de inversión. Mientras yo sabía ahorrar
en centavos, ellos sabían ahorrar en miles.
…Hoy esto te lo cuento de una manera muy simple, pero en
realidad es un choque emocional muy fuerte.”
Podemos apreciar claramente como el enfoque que tenía en
alcanzar su sueño lo llevó a buscar el lugar más adecuado para
conseguirlo. Claramente sabía lo que quería lograr ahora solo hacía falta
rodearse de las personas correctas, personas de las cuales pudiera aprender
lo que le hacía falta, personas con las cuales pudiera expandir el contexto
que tenía en ese entonces. El resultado de esta acción lo llevo a conseguir
su primer millón de pesos a los veintidós años, un resultado que jamás se
hubiera manifestado si hubiera escogido un entorno diferente.
Somos el promedio de las SEIS personas con las que más tiempo
pasamos. En pensamientos, hábitos, creencias y por supuesto resultados. Si
no tienes los resultados que te gustaría tener, voltea a ver a tu alrededor y
observa bien tu círculo íntimo, probablemente sea momento de ampliar tu
círculo social.
El buscar un lugar en el que existan personas con los resultados que
tu deseas obtener te acercará más a que puedas alcanzarlos. Ponte a pensar
por un segundo, imaginemos que estás con tu novia o novio, todo está bien
y de pronto sin verlo venir ya están peleando. La discusión aumenta de
tono cada vez más y al final ambos terminan furiosos y debido a que las
emociones están a tope uno de los dos decide terminar la relación. Después
de algunas horas o un par de días te das cuenta de que todo fue una tontería
y quieres arreglar a las cosas, sin embargo no sabes cómo actuar así que
decides preguntarle alguien más que te recomienda hacer.
Opción A.- Pides consejos a tu tío que lleva tres divorcios.
Opción B.- Pides consejos a tu tío que lleva treinta años de casado.
¿A quién le pides consejos? Suena más que obvio, a quién lleva
varios años de casado, pues es claro que sabe cómo manejar las
discusiones y te puede aconsejar sobre cuáles serían las formas más
adecuadas de actuar. El problema es que a veces le preguntamos a las
personas incorrectas y nos arrastran a resultados que no queremos. Y en
diversas ocasiones sucede que nuestras amistades no están
proporcionándonos pensamientos productivos a ciertas cosas que
esperamos realizar. No digo que todo sea malo, en algunas cosas te van a
dar buenos consejos y te van a ayudar, sin embargo, existen algunas para
las que es mejor no hacerles caso, escucha las opiniones que puedan dar
pero evalúa de una forma acertada si tomas el consejo o no. Reflexiona si
eso que te está diciendo está basado en la experiencia propia o solo lo ha
escuchado en alguien más pero jamás lo ha vivido.
Es muy importante saber identificar a cuales personas les hacemos
caso. Pues en muchas ocasiones aquellas personas de quien esperamos una
respuesta que nos ayude a alcanzar lo que buscamos, no pueden brindártela
realmente. En la historia anterior, el personaje quería llegar a ser
millonario, por lo tanto debía rodearse de millonarios para poder aprender
lo que debía realizar si quería ser como ellos.
Edgar, un amigo mío, en una ocasión nos contó una anécdota que
le ocurrió mientras estudiaba la universidad. En cierta ocasión tenía que
entregar un trabajo para la materia de negocios internacionales, así que
como quería obtener una buena nota ponía mucha atención a las clases del
profesor que impartía dicha materia. Pensando que lo que aprendería en
esa clase le ayudaría a crear negocios muy buenos en el futuro. Con el
paso de los años y con el contexto que fue adquiriendo con el tiempo,
reflexionó acerca de lo que sucedió tiempo atrás.
“Cuando quería aprender acerca de negocios en la escuela, le
preguntaba a mi profesor de negocios, hoy me doy cuenta que no podía
ayudarme a crear negocios puesto que no tenía ninguno, jamás había
creado negocios, solo daba clases acerca de información que debía tener
un empleado para saber cómo llevar los negocios de alguien más, pero no
para crear sus propios negocios. Tenía compañeros que llegaban en autos
de lujo, mi profesor no conducía un auto así, ni tenía negocios propios,
solo era un empleado enseñando como crear negocios desde un punto de
vista teórico, hoy sé que hubiera sido más lógico preguntarle de negocios
a los papás de mis amigos, pues todos ellos eran dueños de grandes
negocios y sabían perfectamente cómo crear negocios.”
No siempre las personas que dicen saber lo que dicen, realmente lo
saben, pueden tener la información, pero no el conocimiento, pues el
conocimiento solo lo da la experiencia de haber realizado algo.
Por último podemos definir como contexto al nivel que alcanzan
tus pensamientos y creencias en determinado momento. El cual se genera a
través de todo lo que te rodea e influye de manera directa o indirecta en tus
decisiones y resultados.
PASOS DE ACCIÓN
Determina tres objetivos que quieras alcanzar. Reflexiona acerca de cómo
el entorno en el que te desenvuelves hoy te acerca o te aleja de esos
objetivos.
Busca rodearte de personas que tengan los resultados que esperas
conseguir, observa que hacen y como lo hacen, investiga cómo piensan,
como actúan y que pasatiempos tienen.
Amplía tu contexto cada día, sube los estándares de las actividades que
realizas, los lugares a donde viajas, los restaurantes donde sueles ir a
comer, los sitios donde te diviertes, las cosas que te compras, la ropa que
usas, etc.
Si crees que el nuevo nivel al que estas accediendo es mucho para ti,
entonces tienes que trabajar más en tus pensamientos y creencias
limitantes.
CAPÍTULO 7

MENTALIDAD GANADORA

Si no te gusta lo que ves afuera, pregúntate que hay adentro.


La herramienta más poderosa con la que cuenta el ser humano desde mi
punto de vista es la mente. El cerebro es quien controla todos los procesos
que ocurren en nuestro cuerpo, de tal forma que si somos capaces de
dominar nuestra mente, no solo consciente sino subconsciente, seremos
capaces de controlar mejor las señales neurotransmisoras que el cerebro
envía y recibe en cada acción que realicemos, por lo tanto seremos
conscientes de como nuestros pensamientos son los únicos responsables de
los resultados que obtenemos en nuestra vida.
Cada acción que llevamos a cabo está ligada cien por ciento con
nuestros pensamientos, son estos los que determinan que hacemos y como
lo hacemos. El proceso que ocurre es el siguiente:
Cada pensamiento que creamos en nuestra mente se va a encargar
de crear nuestra realidad, los pensamientos que tengamos en determinado
momento van a generar ciertas emociones en nosotros, las cuales van a
determinar qué acciones vamos a tomar al respecto, y dichas acciones son
las encargadas de producir nuestros resultados.
Ahora bien, este mismo proceso se repite durante varias veces en el
día por lo que queda más o menos de la siguiente forma:

Supongamos que hoy por la mañana te levantaste un poco tarde,


tienes apenas el tiempo justo para llegar al trabajo, pero tienes que
apresurarte o llegarás tarde y tu jefe explotará contra ti. Te metes a la
ducha y de pronto se acaba el agua. En ese instante todo cambia, pues ya
ahora no solo estás pensando que llegarás tarde, sino que ahora este
molesto por que no puedes terminar de bañarte como se debe. Por lo que
comienzas a estresarte, pareciera que todo está conspirando para que no
llegues a tiempo a tu trabajo y eso te pone de muy mal humor. Sales de tu
casa y te diriges a tomar el autobús, y casualmente hoy demora más de lo
normal en pasar, por fin llega, subes en él y te sumerges entre toda la
multitud que apenas si cabe. El tráfico está horrible y el autobús va a
vuelta de rueda, y por si fuera poco cuando llegas al lugar donde debes
bajar no oprimes a tiempo el botón que indica que bajas debido a que te es
muy difícil pasar entre tanta gente para llegar a él y te pasas de largo, por
lo que tienes que bajar varios metros después, muchísimos metros después.
Por fin llegas a tu trabajo, casi media hora después de la hora en que
deberías haber llegado, estás muy enfadado por todo lo que te pasó, por
quedarte dormido, porque se acabó el agua y no pudiste terminar de
bañarte, porque el autobús paso tarde y después el trafico te hizo el
momento más amargo, te pasaste de largo y tuviste que regresar para llegar
al trabajo y ahora lo más probable es que recibas un gran regaño por parte
de tu jefe o supervisor.
Estás tan enfadado y preocupado que todo lo que haces no te sale
bien y en tu mente solo está el pensamiento de lo que te va a decir tu
superior por haber llegado tarde. Estás en tu área de trabajo y notas que el
ser a quien más temes en esos momentos se acerca, sientes como por tu
cuerpo recorre una sensación desagradable y solo esperas lo peor. Sin
embargo, cuando esta persona llega solo te saluda de manera amable y
alegre, te asigna algunas actividades del día y se marcha sin decir más.
En ese momento sientes un gran alivio, sientes que has vuelto a
nacer y todas tus preocupaciones se esfuman, el mal humor desaparece y
en su lugar queda una persona feliz y tranquila. De pronto pareciera como
si todas las nubes negras desaparecieran y el sol brillara nuevamente, casi
por arte de magia todas las cosas comienzan a salir muy bien y aquel día
que parecía estar perdió ahora se ha convertido en algo increíble.
¿Qué ha sucedido en este ejemplo? En un principio las cosas
parecían ir muy mal, los pensamientos dominantes en ese momento
producían sensaciones negativas, las cuales a su vez conducían a un estado
de amino fatal. Si este estado de ánimo hubiese perdurado por el resto del
día, los resultados de cada acción que se hubiera realizado hubieran sido
en relación con ese estado de ánimo, PESIMOS. Sin embargo hubo una
acción que cambio todo, y el estado de ánimo cambio por completo, lo
cual sustituyó esos pensamientos y sensaciones negativas por unas más
agradables, de tal forma que las acciones siguientes generarían resultados
positivos, con lo que se reforzaría aún más ese estado de felicidad.
Es muy común que estemos expuestos a situaciones que nos hagan
perder el control y poner a prueba nuestra inteligencia emocional, y
cuando esto ocurre por lo general entramos en un estado de ánimo nada
favorable para desempeñar nuestras actividades. Este estado de ánimo está
compuesto por nuestros pensamientos y nuestra fisiología, cuando estamos
tristes los pensamientos que llegan a nuestra mente son pensamientos que
encierran penas o dolor, de tal manera que nos sentimos abatidos y sin
ganas de hacer algo. Nos veremos tal vez con la cabeza caída, una
expresión de tristeza en nuestro rostro y probablemente experimentemos
algunos males internos, como dolor de cabeza o de alguna otra parte de
nuestro cuerpo.
Todo esto está generando emociones muy desalentadoras y todo lo
que hagamos parecerá que lo hacemos con los pies, como se dice
coloquialmente. Y si no cambiamos ese estado de ánimo pronto, ese
mismo patrón se repetirá tantas veces se le permita, produciéndonos
resultados desastrosos hasta que decidamos cambiar la situación. En el
ejemplo de arriba hubo un momento donde algo cambio el estado de ánimo
de mal humor y preocupación por uno de tranquilidad y alegría, pero
¿cómo podemos cambiar nuestro estado de ánimo sin esperar a que algún
suceso externo a nosotros lo haga?.
La respuesta está en desarrollar una Actitud Mental Ganadora .
Todo en el universo es atraído mediante las vibraciones que
enviamos, cada vez que en nuestra mente predominan pensamientos
positivos, enfocados a la grandeza o que nos recuerden momentos de suma
felicidad, producimos cierta energía que genera vibraciones que atraerán a
todas las cosas que se encuentren en la misma frecuencia, es decir, todo lo
positivo, la grandeza y más felicidad.
Si nuestra mente solo se enfoca a ver las cosas positivas de cada
situación entendiendo que cada cosa que nos sucede nos ocurre por alguna
razón, nuestro panorama acerca de lo que vivimos se vuelve más acogedor.
Pues en lugar de lamentarte por la cosas que no salieron como
esperábamos estamos reflexionando sobre que hemos aprendido y que
podemos utilizar de esa lección. No significa que todo el tiempo estemos
de buen humor y jamás nos enojemos, pues somos seres emocionales y
enfadarnos es parte de nuestra naturaleza. Sin embargo, sí podemos
controlar esas emociones para que no tengan mayor influencia en nuestros
resultados. Si en algún momento explotamos de furia, tratemos de sacar
todo eso que nos oprime y nos hace sentir de esa manera, pero pongamos
un límite, una vez que sintamos que hemos calmado a la bestia interna,
respiremos profundamente y concentrémonos en cómo solucionar las
cosas. Pues cuando la emoción aumenta la inteligencia baja. Así que
cuando nuestras emociones estén a tope evitemos tomar decisiones, pues
estas estarán basadas en impulsos más que en la razón.
Controlar nuestros pensamientos en un principio puede resultar
difícil, pero como toda disciplina en la vida, rendirá frutos si se es
constante en la práctica.
Cada vez que te sientas decaído, trae a tu mente aquellos recuerdos
donde te sientes feliz y lleno de amor, logra que tu mente reviva esos
instantes hasta que puedas sentirlos presentes en ti. Cierra tu puño y
agítalo de arriba abajo y mientras haces eso repite lo siguiente: soy un
ganador y nada puede vencerme (o alguna otra frase que consideres que
pueda empoderarte), sonríe cada vez con más intensidad y aumenta tu
energía hasta que todo tu cuerpo experimente una sensación de bienestar
increíble.
Mantener la motivación alta es un factor imprescindible para
alcanzar tus objetivos, para ser un ganador necesitas mantener esa
motivación alta y saber cómo auto motivarte. Puedes crear una lista de
reproducción con algunas canciones que te eleven el ánimo, que te hagan
sentir contento y te suban la energía y escucharla cada vez que te sientas
decaído o con la energía muy baja.
Al levantarte por las mañanas, desarrolla el hábito de dar gracias
por diez cosas en tu vida, pueden ser cosas como, gracias por el sol de esta
mañana, gracias por la comida que me alimentara el día de hoy, gracias
porque mi familia está bien, gracias por mi trabajo, etc. Así te parezcan
cosas ridículas da gracias por ello, de esta forma comenzaras tu día
enviando al universo gran cantidad de vibraciones positivas y en
consecuencia el universo a lo largo del día te enviará un poco de lo que
otorgas. Por las noches antes de dormir, elimina toda preocupación que
pueda robarte el sueño, en su lugar piensa en cuales fueron los momentos
más felices del día, aquellos que te hicieron reír y que disfrutaste al
máximo, experimenta nuevamente esa sensación de bienestar y da gracias
por el gran día que tuviste.
Puede que te parezcan un poco raras estas prácticas pero te aseguro
que si las intentas y las realizas con frecuencia, pronto serán parten de tu
vida diaria y notaras como las cosas comienzan a salir mejor casi como por
arte de magia.
La clave para ser un ganador.
Uno de los secretos clave de un ganador es la CERTEZA . No
dudar de que las cosas vayan a suceder es uno de los factores más
importantes para que los resultados aparezcan. Tener siempre la certeza de
que lo que lo que se busca alcanzar va a llegar tarde o temprano, te brinda
una perspectiva muy diferente del proceso que tienes que enfrentar.
En una ocasión escuché a un socio de la empresa de Mercadeo en
Red, en la cual estoy afiliado, dar un ejemplo de cómo funciona este
concepto y me gustó mucho porque es muy claro, así que voy a tratar de
repetirlo aquí.
Imagina que hoy hay un partido de futbol, va a jugar la selección
de tu país contra una selección considerada una potencia mundial,
llamémosle Alemania. Yo vivo en México así que el partido sería México
Vs Alemania. Pero por ciertas razones tú no puedes ver el partido porque a
esa hora tienes que realizar otras actividades que terminar. De tal forma
que piensas ver después la repetición para saber el resultado. Sin embargo,
después de terminar el partido y antes que tu puedas ver la repetición,
escuchas en la radio el marcador final, México 3 – 2 Alemania. Esa noticia
te pone muy feliz, pues tu equipo ha ganado el partido, entonces te
dispones a ver la repetición para poder ver cómo fue la victoria. Comienza
y el primer gol cae, ¡gol de México!, tu cara muestra alegría por esa
anotación, después viene otra anotación pero esta vez es del equipo
contrario, de Alemania, no tomas tanta importancia. Viene una anotación
más y nuevamente es de Alemania, el marcador es 2-1 a favor de los
europeos, sin embargo, eso no te causa ninguna emoción de descontento.
Si estuvieras presenciando el encuentro en vivo probablemente te
encontrarías preocupado o molesto porque tu equipo va perdiendo y no
sabes si podrá remontar en el tiempo que resta o si el equipo rival
terminará por golear a tu selección. En cambio como estás viendo solo la
repetición del juego cuyo marcador ya conoces y es favorable para ti, el
ver que tu equipo va perdiendo no te preocupa, pues sabes perfectamente
que va a anotar otros dos goles y dará la vuelta al marcador. Tienes la
absoluta certeza de que va a ganar, así que no importa si el rival lleva
ventaja, tú sabes que va a ganar.
En el negocio del mercado en red es fundamental ver las cosas de
esa forma, tener la certeza de que se va a llegar al resultado deseado, es
decir, comenzar con el final en la mente para que los obstáculos que
enfrentaras en el proceso puedan hacerte desistir de tu objetivo. Y lo
mismo pasa en cualquier negocio, se debe confiar cien por ciento en que
las cosas van a resultar como uno espera. La certeza junto con la FE va a
lograr que muchas cosas que parecen imposibles se hagan realidad.
Hace algunos años dejé de ver a una persona muy importante para
mí. No había día que no pensara en esa persona, era una parte importante
en mi vida y tenía muchas ganas de volver a verla. Sin embargo, las
circunstancias en ese entonces dificultaban mucho ese deseo, por lo que al
no encontrar manera alguna de hacerlo realidad, me dije a mi mismo: estoy
completamente seguro que vamos a volver a encontrarnos, pero yo no voy
a mover un solo dedo para que eso ocurra. Esto podrá sonar un poco
extremo y tal vez hasta sin sentido, dejar que el destino pueda juntar
nuevamente a dos personas es casi como de película, sin embargo conocía
estos principios y decidí ponerlos a prueba ahí, de tal modo que eso hice,
durante mucho tiempo me despertaba cada mañana y decía: “hoy es el
día”, jamás dude que eso pasaría, sin importar nada, en mi mente solo
existía ese momento. Algunos amigos me decían que dejara de vivir en el
pasado y que siguiera adelante, que pensar en que volvería a ver a esa
persona era algo que probablemente no sucedería jamás y que no tenía
caso alguno seguir con ese objetivo.
Un día, cuando estaba a punto de hacer caso a lo que mis amigos
decían, ese momento llegó. Sucedió como lo había dicho, sin mover un
solo dedo, sin hacer nada más que confiar y tener fe en que sucedería.
Después de mucho tiempo debo decir, por fin ocurrió y para mí no solo fue
un momento de alegría por volver a ver a esa persona, sino que también
fue una increíble satisfacción por todo el proceso que viví y porque puse a
prueba algo nuevo y me funcionó. Y tal vez puedas decir que no es gran
cosa y que hubo maneras más fáciles de cumplir con el objetivo y
probablemente tengas razón, pero yo quise aplicar estos principios que hoy
comparto contigo y me funcionaron. Y lo he aplicado en innumerables
ocasiones con resultados muy favorables, por lo tanto puedo asegurarte
que si haces parte de tu vida estos principios puedes mejorar
indudablemente tus resultados.
Desarrolla una mentalidad ganadora, cree firmemente en tus
propósitos, no te detengas a dudar ni un solo momento si eres capaz de
lograrlo o no, debes tener la confianza en ti de que puedes hacerlo cueste
lo que cueste y mantener siempre una fe inquebrantable. Pues en el camino
vas a toparte con cientos de cocodrilos, dispuestos a hacerte retroceder,
dispuestos a derrumbar tus sueños, a verte derrotado, a decirte que no
puedes hacerlo, que no eres lo suficientemente bueno, que no tienes el
potencial suficiente, que no cuentas con los recursos necesario, etc. Y
dependerá de ti solamente pasar sobre ellos o dejar que terminen con tus
sueños e ilusiones.
Conviértete en la clase de persona que es capaz de elevarse por
encima de los problemas y ver el camino libre hasta conseguir sus metas.
Se esa persona que se enfoca y se apasiona con tal fuerza por lo que desea
conseguir, que no existe obstáculo alguno que lo haga desistir. La vida
jamás plantará una semilla de deseo en tu corazón sin proveerte de las
herramientas para lograrlo.
Mereces todo lo que deseas, pero recuerda que la vida te va a
preguntar muchas veces si de verdad lo deseas, y te pondrá a prueba para
ver si de en realidad estás seguro de conseguirlo. Pero la vida premia a
quienes luchan por sus sueños y se atreven a ir mas allá de sus
posibilidades, pues demuestran ser personas extraordinarias que son
merecedoras de las más grandes cosas en este mundo. Eres un ganador, no
vayas por la vida jugando en pequeño, naciste para triunfar en la vida,
estas aquí para cumplir un propósito, ve por él y no te rindas hasta haberlo
conseguido.
PASOS DE ACCIÓN
Primero
Anota la siguiente frase en un lugar donde puedas verla todos los días:
“Yo soy un ganador y siempre consigo lo que me propongo”
Repítela varias veces al día en tu cabeza, mientras vas en el autobús,
mientras comes o realizas alguna actividad que te lo permita.
Hazlo por cuarenta días para reprogramar tu mente con este nuevo
pensamiento, después de cumplido este tiempo cambia esta frase por
alguna otra que pueda empoderarte y repite el proceso por los siguientes
cuarenta días.
Haz de este método un hábito y tu vida cambiara considerablemente.
Segundo
En un pedazo de papel del tamaño de una tarjeta de presentación vas a
anotar alguna meta a corto plazo que desees alcanzar de la forma siguiente:
“hoy (fecha límite para tu meta) yo (tu nombre) estoy muy agradecido por
(cumplir tu meta).”
Debe quedar más o menos así:

Esta tarjeta la vas a llevar contigo todos los días y al verla vas a recordar
que tienes una fecha establecida para conseguir tu objetivo, por lo que
tienes que aprovechar cada instante que tienes para luchar por alcanzarlo.
Es muy importante que estas declaraciones estén escritas en tiempo
presente, pues el cerebro no reconoce entre pasado y futuro, por lo que
solo toma en cuenta el decreto como es en presente.
CAPÍTULO 8

LA VIDA SOLO ES UNA, CÓMETELA

Si no te estas divirtiendo no lo estás haciendo bien.


Hace algunos días me encontraba caminando por la calle y vi un spot
publicitario en una parada de autobús, era un anuncio acerca de un
restaurante y en la parte inferior tenía una frase que me gustó mucho, y es
el título de este capítulo. “La vida solo es una, cómetela”. Así que es
gracias a ese anuncio que pude encontrar nombre para este último capítulo,
le doy todo el crédito al restaurante por darme la inspiración.
Y bueno, ¿Por qué me agrado tanto esta frase?, porque encierra un
concepto muy importante, ¡DISFRUTAR LA VIDA! Para saber si estamos
haciendo bien algo o no, solo basta con determinar si lo estamos
disfrutando, el secreto para conseguir siempre los mejores resultados en
cualquier disciplina es disfrutar lo que hacemos. No solo hacer las cosas
porque tenemos que hacerlas, sino divertirnos en el proceso, dar lo mejor
de nosotros y disfrutar cada momento, pues cada minuto que pasa ya no
volverá, y si no lo aprovechas al máximo ya no podrás hacerlo después.
Cuando hablamos de éxito y de conseguir grandes logros en la
vida, sabemos que hay que poner mucho esfuerzo para alcanzar esos
objetivos, sabemos que debemos hacer ciertos sacrificios para poder ser
quienes deseamos ser. Sin embargo, a veces no comprendemos que
necesitamos mantener un equilibrio en todas las áreas de nuestra vida. Y
sucede que nos obsesionamos tanto con alguna idea o trabajo que nos
olvidamos de aquello que en realidad es importante en la vida, que es
disfrutar la vida misma. Volvemos de nuestras actividades algo tan
esclavizante que en lugar de disfrutarlas, nos provocan estrés, y cuando
esto llega a suceder, vamos por la vida sin darnos cuenta de que estamos
dejando de lado muchas cosas que son importantes para nosotros y de las
que no nos percatamos hasta que las hemos perdido.
En todo este libro he tratado de compartir un poco de lo que yo he
aprendido en la vida para conseguir grandes logros y seguir cosechando
victorias en diversas actividades. Son principios que he aplicado en mi
vida y la han transformado de una manera tan increíble que a veces no lo
puedo creer. Y en todo este proceso me dado cuenta de algo muy
importante y es precisamente esto que te comento ahora mismo acerca de
disfrutar la vida y mantener un equilibro en ella.
Por mucho tiempo quise hacer grandes cosas, quise conseguir
triunfo tras triunfo y me enfrasqué en muchas ocasiones en el trabajo y en
buscar cómo hacer el trayecto a conseguir mis metas más corto. Sin darme
cuenta estaba tomando acción pensando que todo en la vida es seguro, sin
recordar que en esta vida solo estamos de paso, y que si bien le dediqué
mucho tiempo a esas actividades que me llenaban de satisfacciones
personales, me olvidé de mantener una vida equilibrada. Siempre hay un
precio que pagar por nuestros actos y el precio que tuve que pagar fue muy
alto. Si con estas líneas que escribo hoy puedo brindarte herramientas que
te ayuden a convertirte en la mejor versión de ti mismo y a la vez logro
hacer que veas una nueva forma de ver la vida y de vivirla, entonces habré
logrado mi objetivo cuando me propuse escribir este libro.
Desde que era un niño, siempre fui muy orgulloso, un niño al que
le gustaba que las cosas se hicieran como él quería y me acostumbré a
buscar siempre la manera de conseguir lo que quería. Esto me ayudó
mucho, pero también dio origen a muchas de las cosas que en el futuro
formarían parte de los sucesos más desastrosos de mi vida, y que me
harían entender que solo tengo una oportunidad para disfrutar mi estancia
en este mundo y que cada vez que mi orgullo ganaba, estaba
desperdiciando tiempo que jamás regresaría.
Mi infancia fue grandiosa, aunque no viví rodeado de grandes lujos
y cosas ostentosas, fui muy feliz, fue una etapa que disfruté muchísimo y
que al recordar hoy en día me hace sentir vivo, pues he llegado a
comprender gracias a eso como es la vida. Mis padres siempre me
brindaron todo su amor y comprensión, cada noche cuando mi papá
llegaba del trabajo lo primero que hacía antes de cenar era jugar conmigo,
una pelota y muchas risas era lo único que se podía apreciar durante ese
tiempo. Mi mamá decidió dejar de trabajar para dedicarse a cuidar de mí,
por lo tanto estaba conmigo cada día, por lo que jamás me faltó cariño,
pues los tuve a ambos siempre, divirtiéndome, paseando, disfrutando de
una vida llena de alegría.
Mi única tarea era divertirme, no me importaba nada más.
Recuerdo como todos los días estaban llenos de aventuras, siempre salía a
jugar a la calle con mis vecinos, eran momento de increíble diversión. No
existía televisión por cable, internet o videojuegos, al menos no en donde
crecí. Por lo que todos nuestros juegos estaban basados en la imaginación,
en tomar una simple vara y transformarla en una espada láser, o una caja y
convertirla en una nave, cosas de ese estilo. Dos botellas de frutsi vacías se
transformaban en una portería, vaya, era una época increíble, podría decir
que gracias a eso mi imaginación se disparó por completo hasta ser como
es hoy, inquieta y siempre maquinando cosas que parecen imposibles.
A pesar de no tener nada en la vida era completamente feliz, amaba
salir a jugar todos los días, disfrutaba de las risas, de las bromas, de las
historias que los chicos más grandes nos contaban y me fascinaba
imaginarme algunas otras. En ese entonces no lo sabía, pero estaba
viviendo mi vida al máximo, estaba viviendo como debe ser, sin
preocupaciones, sin estrés, y pensaba, ya quiero ser grande para poder
disfrutar de la vida. Vaya que no sabía lo que pedía.
El tiempo de asistir a la escuela llegó y comencé a darme cuenta de
varias cosas en mí, como saber que era muy bueno memorizando cosas,
que tenía talento para el dibujo, las maquetas y todo lo que tuviera que ver
con crear algo. Siempre fui el mejor de la clase y eso me agradaba, sentir
que era el más inteligente me daba en ese entonces un gran sentido de
importancia. Tenía nuevos amigos y con ellos pasaba momentos
increíbles, llenos de diversión, como algunos dicen, dios los hace y ellos se
juntan. Siempre estuve rodeado de niños soñadores, con mucha
imaginación, divertidos y un poco inquietos. Entendí la importancia de
contar con grandes amigos y el sentido que le dan a tu vida, cuando
compartes momentos de gran alegría con esas personas, esos momentos se
vuelven invaluables. Por las tardes después de llegar de la escuela, me
sentaba frente al televisor para ver las caricaturas mientras comía y
después me salía a la calle a sonsacar a mis vecinos para jugar. Como
mencione al principio siempre m las ingeniaba para salirme con la mía.
Uno de los momentos más felices en mi vida fue la llegada de un
nuevo integrante a la familia, mi hermano. Recuerdo la felicidad en mi
rostro cuando lo vi por primera vez, deseaba tanto tener un hermanito que
cuando llegó me sentí increíblemente feliz, pues por fin tenía un
compañero con quien compartir mis aventuras. Tenía seis años en ese
entonces y solo imaginaba las tantas cosas que viviríamos juntos, aún
recuerdo cómo al intentar pronunciar mi nombre mencionaba solo una
sílaba “ta” no tenía nada que ver con mi nombre pero por lo menos ya
sabía quién era yo y lo que representaba en su vida, creo que yo sentía más
emoción que mis padres, pues eran de sus primeras palabras y mi alegría
por verlo pronunciarlas era incalculable, sabía que pronto aprendería a
hablar, a caminar y yo le podría enseñar varias cosas, a explotar su
imaginación, a ser un soñador como yo y a compartir muchos momentos
por los que nos acordaríamos toda la vida. Y así fue, tenía un compañero
que no solo estaba conmigo en las buenas y en las malas, sino que tenía a
alguien que me quería por ser quien era, a pesar de mis errores, de mis
defectos, de mis tonterías, y a quien amaba con toda mi alma y estaba
dispuesto a dar mi vida por él si era necesario.
Me convertí en alguien que parecía ser bueno para todo, me
agradaba competir y mucho más ganar, así que por lo regular obtenía
buenos resultados en las competencias en las que me involucraba. Pruebas
de conocimiento, atletismo, ajedrez, futbol, entre muchas otras, parecía
que no existían límites para mí y que siempre iba a ser bueno en esas áreas
donde quiera que sea, y así fue, al menos durante la secundaria y
preparatoria.
Pero antes de eso, a los nueve años, llego otra persona que cambio
mi vida, mi segundo hermano, un momento de increíble alegría, pues ya
éramos tres niños inquietos. Los años pasaron y era hora de ingresar a la
secundaria, pasar de ser un niño a un adolescente. Esta fue una etapa
donde las cosas comenzaron a ser diferentes, pues ahora las cosas que me
divertían años atrás ya no me causaban el mismo impacto, por lo que ya no
era la convivencia con mis hermanos, de tal modo que ellos comenzaban a
vivir una nueva etapa también, una donde yo poco a poco me hacía a un
lado y ellos se volvían más unidos.
El tiempo siguió su curso y la preparatoria llegó, nuevas cosas por
vivir, nuevos retos y nuevos amigos por descubrir. Pero no solo eso, pues
en este periodo conocería un nuevo sentimiento, un sentimiento que
cambiaría mi forma de ver las cosas de una forma tan radical que no tenía
idea del impacto tan fuerte que tendría en mi vida. Como podrás imaginar
ya, fue aquí donde me enamoré y donde comencé a sentir esas famosas
maripositas en el estómago.
Después llegó la hora de partir a la universidad, era momento de
dejar mi casa, a mi familia y mudarme a un nuevo lugar para comenzar
mis estudios universitarios. Elegí estudiar arquitectura, pues desde niño
descubrí que me agrada crear cosas, diseñaba edificios con cajas de cartón,
estadios de futbol, entre muchas otras cosas, además tenía habilidades para
el dibujo y me encantaba ver las magníficas construcciones en las grandes
ciudades del mundo, así que decidí que quería ser arquitecto. Me gustaría
decir que esta fue una etapa increíble, sin embargo no lo fue del todo,
aunque al principio las cosas parecían marchar muy bien, solo era el
comienzo, pues no imaginaba que la vida me iba mostrar cómo es en
realidad y como yo era tan vulnerable como cualquier otro ser humano.
Las cosas ya no parecían ser como antes, ahora me era más difícil
demostrar que era el mejor en ciertas actividades y no porque no tuviera
las habilidades, sino porque había algo más que no comprendía. Comencé
a sentirme frustrado por muchas cosas y a cuestionarme sobre muchas
otras. Y en este punto conocí uno de los más grandes dolores en mi vida,
uno que hasta el día de hoy me ha costado trabajo lidiar con él, pues es
aquí donde descubrí que el amor duele. Como te mencione anteriormente,
estaba muy enamorado, y eso perduró hasta esta etapa, donde mi orgullo y
mi falta de comprensión por las cosas me llevaron a perder a esa persona,
mi mente se había enfrascado en ciertas cosas, que me olvidé que era
importante para mí, y mi orgullo fue más grande que no pude ver el daño
que me estaba provocando. Cuando por fin me di cuenta de ello, ya era
demasiado tarde y en este punto experimente lo que jamás creí vivir en la
vida, una depresión tan grande comenzó a invadirme y no solo eso, parecía
que todas las cosas que realizaba estaban hechas con los pies, no era ni la
sombra de lo que un día había sido. El impacto fue tan fuerte que no sabía
qué hacer, no podía entender como había caído en esa situación, no me
explicaba cómo era posible que me sintiera de esa manera y lo peor de
todo que no sabía cómo solucionarlo.
Había experimentado grandes problemas en mi vida y sin embargo,
sin importar lo grande que parecieran siempre encontraba la manera de
salir adelante y seguir, esta era la primera vez que me sentía incapaz de
superar lo que me estaba pasando. Parte de mí se sentía desesperado y sin
ganas de seguir, me alejé de mi familia, de mis amigos y de muchas
personas. Solo quería volver a sentirme bien y a disfrutar de la vida.
Busqué la manera de superar esto que estaba viviendo y por fortuna me
encontré con la ayuda que necesitaba para poder hacerlo. Poco a poco fui
saliendo de ese abismo en el que me encontraba y sentía como iba
recuperando mi ser, nuevamente podía realizar las cosas bien, volví a
sentir que podía lograr grandes cosas.
Me encontraba a muy poco de terminar la carrera, y las
oportunidades estaban presentes desde mucho antes. Me encontraba
trabajando en un proyecto de gran importancia, sabía que era una buena
oportunidad para dejar mi huella y mostrar al mundo quien era. Las
vacaciones se convirtieron en días de trabajo y en mi interior estaba seguro
de que hacia bien, pues en algunos años esos sacrificios rendirían frutos.
Era un día antes de clases, las vacaciones de invierno habían terminado,
estaba en mi casa realizando el diseño que tenía que entregar el día
siguiente. Pasaban de las tres de la tarde y decidí que era tiempo de comer,
fui a la cocina, me preparé algo y regresé a la mesa. En ese momento
comencé a recordar mi infancia, venían a mi mente los momentos de
diversión que pase junto a mi familia y en especial con mis hermanos, de
pronto se me vino a la mente la imagen de aquella vez que vi a mi primer
hermano llegar a mi vida, sentí como una sensación rara entraba en mi
cuerpo. De pronto sonó el teléfono, y al contestar sentí como el alma se me
destrozo por completo, fue la llamada más dolorosa que he recibido en mi
vida. Bastó con escuchar el tono de voz de la persona al otro lado para
darme cuenta que algo no estaba bien, cuando pregunte qué había pasado,
recibí la peor noticia que alguien pudiese darme.
No podía creerlo, me parecía algo irreal, simplemente no podía
concebir lo que había pasado, me tiré al suelo y grité con todas mis
fuerzas, lleno de rabia y coraje, exploté con mucha furia y desesperación
golpeando y tirando todo lo que estuviera a mi alcance, gritaba ¡no! Con
tantas fuerzas y preguntaba ¿Por qué? Estaba en un estado de inmenso
dolor y euforia. Después de desahogarme por un rato, me senté en el suelo
a llorar como un niño, encogí mis piernas y las abrace con mis brazos,
tenía deseos de morir en ese instante, de cerrar los ojos y despertar
pensando que fue un sueño. Sin embargo, era muy real, tan real que me
quemaba las entrañas, tan real que me partió el alma en pedazos. Ahora sí,
sentí que el mundo se había acabado.
Llegar a mi casa esa noche y ver el cuerpo de mi hermano sin vida,
ha sido el momento de mayor impacto en mi existencia, un suceso que
hasta el día de hoy me sigue causando un gran dolor. Tan solo recordar esa
noche es motivo para sentir como un terrible escalofrío recorre mi cuerpo.
Ver no solo el alma sin vida de uno de los seres que más he querido, sino
ver a mis padres destrozados por el dolor y la tristeza, ver a mi otro
hermano en un estado de shock y sin comprender cómo sucedieron la
cosas, sin duda el peor momento de mi corta vida.
Hoy que puedo ver las cosas en retrospectiva, puedo comprender
porque fue que en mi infancia parecía que todo era posible, tuve el amor
de una familia increíble que fue el pilar sobre el que me sostuve.
Disfrutaba cada cosa que hacía como si no hubiera mañana, daba mi
máximo esfuerzo sin esperar nada a cambio, gané tantos torneos como
pude gracias a que era feliz haciendo las cosas y podía compartir esos
triunfos con la personas que más apreciaba. Y tenía un gran motivo para
sobresalir, quería que mis hermanos sintieran que era alguien importante,
que supieran que su hermano mayor era un ganador y se sintieran
orgullosos de eso, pero además que sirviera como fuente de inspiración en
sus vidas, que tomaran como ejemplo las cosas buenas que hice en mi vida
y que pudieran aplicarlas a las suyas, en lo que fuese. Mi razón para ganar,
estaba en mostrarles que la vida es un juego y que quien se atreve a jugar
en grande y dar su mejor esfuerzo puede alcanzar increíbles cosas. Que
soñar es posible, pero que es mejor conseguir esos sueños. Tenía un deseo
enorme de verlos triunfar de festejar sus logros y de verlos crecer viviendo
una vida plena y sin temores.
Cuando comencé a enfocarme solo en conseguir cosas sin sentido,
mis resultados comenzaron a mostrarse diferentes, cuando pensé que
necesitaba de ciertas cosas para ser feliz, no me daba cuenta que ya sabía
cómo ser feliz pero no podía verlo. Desperdicie mucho tiempo tratando de
encontrar felicidad en lugares equivocados, en lugar de aprovechar lo que
tenía en esta vida y que de verdad tenía sentido, preferí buscar otras cosas.
Hoy me miro a mí mismo y me pregunto cómo pude ser tan tonto para no
darme cuenta que lo tenía todo y nunca lo pude ver.
Hoy me doy cuenta que cometí muchos errores, que hay cosas que
ya no puedo cambiar aunque quiera, por más que desee retroceder el
tiempo y cambiar la cosas ya no puedo, solo me queda vivir con eso y
aprender de lo vivido. De nada me sirve lamentarme y sentirme culpable
por las cosas que ya pasaron, no importa cuánto me torture y me lastime
emocionalmente, nada va cambiar el hecho de que ya sucedieron tal y
como fueron. Aunque hoy siento aun un gran dolor por estos sucesos, no
existe nada que pueda remediar mis errores, pero sí puedo aprender de
todos ellos para jamás volver a cometerlos.
Ahora que escribo estas páginas tengo veinticuatro años y aún sigo
siendo un niño inquieto, un soñador implacable y una persona con sed de
triunfo. Una persona que sigue regándola y aprendiendo de sus errores,
pero que cada día es mejor persona y ayuda a otros a conseguir ser
mejores. Te cuento parte de mi historia no para que veas que he sufrido, si
no para que valores lo que hoy tienes, para que disfrutes de la vida y te
atrevas a perseguir tus sueños a pesar de las circunstancias. Pero que seas
consciente de que nunca te olvides de los seres que amas, que les dediques
el mayor tiempo posible y disfrutes junto a ellos cada momento. Pues la
vida es solo una y si no la aprovechas ahora, probablemente no puedas
hacerlo mañana.
Vive como si no hubiera mañana, da lo mejor de ti en todo
momento y te aseguro que tu vida se llenara de momentos increíbles, de
acontecimientos llenos de emoción y alegría, pero sobre todo de amigos y
personas que darán un sentido diferente a tu vida.
Tengo la fortuna de conocer a dos grandes personas que me han
mostrado como disfrutar la vida. Faby y Lau son dos increíbles amigas, las
cuales si tienes la fortuna de conocer, van a dar un toque especial a tu vida.
Pues son dos chicas que pareciera que son felices en todo momento,
siempre están sonriendo y mostrando al mundo que son felices. Y claro
que como cualquier otro ser humano tienen problemas, sin embargo han
aprendido a darles la importancia que merecen, muy poca, para dejar más
espacio a los momentos de suma importancia. Nuevamente, dios las hace y
ellas se juntan. Ambas son grandes deportistas y con grandes talentos, han
conseguido grandes logros en sus respectivas carreras y siguen triunfando
en la vida, la razón, son felices con lo que tienen, y lo demuestran cada
día.
En mi vida he ganado cosas increíbles y he perdido cosas
invaluables, pero sea como sea aún sigo en este mundo, el dolor es
inevitable pero el sufrimiento es opcional, cuando mi vida parecía estar en
el más profundo agujero en el que jamás hubiera imaginado estar, llegaron
a mi vida grandes personas, personas que me han ayudado a salir adelante
y a comenzar de nuevo, hoy tengo nuevamente muchas metas por cumplir
por las razones correctas, tengo una familia por la cual luchar y disfrutar
cada momento junto a ella. Tengo un hermano por quien seguir avanzando
y con quien quiero vivir grandes momentos, con quien pienso recorrer el
mundo y crear cosas increíbles mientras dios me lo permita. Tengo amigos
maravillosos con los que paso momentos de gran emoción y alegría y con
los que cuento cada vez que los necesito.
Así que, te invito a que te atrevas a dar un nuevo sentido a tu vida,
a que logres reconocer quién eres, a que despiertes al gigante que vive en
tu interior, a que desempolves esos sueños que siguen vigentes, que te
atrevas a creer en que las cosas son posibles, pero sobre todo a vivir como
si no hubiera un mañana. El peor error que podemos cometer, es pensar
que tenemos mucho tiempo, nunca sabremos lo que pueda pasar mañana,
así que no hay que preocuparnos tanto por el futuro, no podemos cambiar
las cosas que ya hicimos, así que no tiene sentido aferrarse al pasado, sal y
enfrenta tus miedos, atrévete a luchar por lo que quieres, demuestra al
mundo lo que tienes y que no te importen las opiniones ajenas, haz lo que
te haga feliz.
No desperdicies tu tiempo en cosas inservibles, cuida tu salud pues
tú eres el mayor activo que tienes y sin salud no importa cuántas cosas
alcances en la vida. Ve por lo que te mereces y no te conformes con lo que
la sociedad espera que aceptes, eres un ser lleno de grandeza. Un mundo
lleno de abundancia está esperando a tu puerta, el universo está ansioso
por mostrarte al mundo como un gigante, naciste para dejar tu huella, estás
aquí para mostrar tu talento y tus dones, pero ante todo estas aquí para
disfrutar de tu única vida, para ser inspiración y soporte en la vida de
varias personas y para escribir tu propia historia, una historia que será tan
grandiosa solo hasta donde tú decidas que lo sea.
Muestra tu brillo al mundo, tu valor incalculable, tu gran
resistencia y ese ser invencible que llevas dentro, ¡Muéstrale al mundo el
gran diamante que existe en ti!
PASOS DE ACCIÓN
Disfruta de cada instante que la vida te otorgue, no importa si las
condiciones no son las mejores. Sal y vive una vida increíble, no temas
equivocarte, cómete el mundo.
Eres un carbón en proceso de convertirse en el más brillante y
gigantesco diamante que haya visto la humanidad.
Gracias.
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