Entre perros callejeros, una obra inspirada en el escritor Julio Ramón Ribeyro.

“No tengo más opciones, ante los ojos que me juzgan, es lo único que diré”.

Estaba por atardecer, mientras la familia Buscamaita preparaba un pequeño festín por el nacimiento de
Princesa, la sexta hija. En la fiesta se encontraba el padre, los tíos, las tías, etc. Johan, el hijo mayor, esperaba
que saquen las botellas de cerveza para tomar con sus primos adultos, aunque este sólo tenía 13 años. La
diversión y el bullicio era notorio en toda la manzana, lo que causó problemas con los vecinos. El padre de la
familia, se encontraba en estado de ebriedad, por esta razón, no controló sus impulsos y atacó a un vecino
provocando una pelea entre los familiares y los demás vecinos. Johan también participó en la pelea
ocasionando que tenga un corte en la cara que quedaría para siempre. El padre terminó en prisión por algunas
semanas.

Al salir de la cárcel, el hombre anunció a la familia que le quitaron gran parte del dinero que tenía (tampoco
era una cantidad tan significativa) esto provocó que Johan tenga que trabajar vendiendo dulces.

Johan iba a la escuela, aunque ya había repetido una vez, por el tema económico, no pudo tener la
concentración para hacer bien las tareas y para estudiar puesto a que gran parte del día, estaba vendiendo
caramelos, Johan daba buenos ingresos a la familia, sin embargo, al repetir el año nuevamente fue castigado
con golpes de parte de sus padres que habían reducido su horario laboral debido a los ingresos que le daban
sus hijos, por otro lado, Johan era el que menos vendía porque no tenía mucha carisma y las personas no
tenían compasión con el chico. Por esta razón, lo botaron de su casa. Johan comenzó a vivir juntos con sus
amigos que conoció en partidos de futbol. Entre ellos comenzaron a generarse peleas y robos por lo que Johan
también fue cómplice. Habían pasado varios años y Johan ya era mayor de edad, no tenía un estilo de vida
diferente que la de robar.

Fue a prisión cuando cumplió 19 años. Al salir, tuvo enfrentamientos con otros rateros porque supuestamente
Johan los había delatado. Este enfrentamiento causó la muerte de unos de los amigos de Johan por tratar de
defenderlo. Johan vivía en la calle, comía de lo poco que ganaba pidiendo limosna, pensaba en robar, pero un
día se encontró con su hermana Princesa, con tan sólo 6 años estaba sola en la calle y parece que sus padres
no tenían intención de encontrarla, por este motivo, Johan la adoptó y comenzó a robar más seguido y con
más ingenio. Él sólo no podía conseguir tantas cosas por lo que se juntó con otros rateros. Entre ellos estaba
Víctor que había descubierto que había resguardado a una niña.

Víctor sentía que la repartición de dinero no era justa porque Johan siempre recibía más, de esta manera, lo
amenazó con dañar a su hermana y finalmente lo hizo. Johan como acto de venganza asesinó a Víctor y fue
condenado a varios años en la cárcel.