Está en la página 1de 5

Universidad Mayor de San Andrés Docente: Rolando Sánchez, PhD.

Carrera de Sociología
Estudiante: Rommer Llanos Callancho
CSO101 – Sociología Boliviana I
CI: 6906537 LP
Gestión I/2020
Fecha: 29 de junio de 2020

ACTIVIDAD No.4
ORIENTACIÓN POLÍTICA IDEOLÓGICA DE LOS GRUPOS PUDIENTES EN LA
ACTUALIDAD

1. INTRODUCCION
A partir de 1850, Almaraz (1969/2017) describe la ideología de la oligarquía boliviana y
más tarde oligarquía minera, como una amalgama feudalista con tintes de modernidad
europea. Donde la propiedad de la tierra representaba el papel vinculante de esta
oligarquía con el país; y que para establecer su posición, era imperante buscar en su
ascendencia y tradición rasgos españoles que denotaran su diferenciación del resto de
advenedizos. Por eso su interés político ideológico radicó en “estancar” el progreso del
país para mantener sus privilegios. (Almaraz, 1969/2017: 541-544).
Consecuentemente, la contrarrevolución del decaído nacionalismo revolucionario de
1952, y que tras el crepúsculo de la oligarquía minera paso a ser la “nueva rosca”,
prosigue la misma tendencia ideológica pero a otra escala, pues Almaraz evidencia una
diferencia entre la mentalidad del “señor” respecto del “mayordomo”. Esta nueva
oligarquía esta alienada en el sentido de que son “humildes y arrogantes” a la vez, en
función de si tratan con sus patrones americanos o sus peones bolivianos. Pero además
acusan una “formidable contradicción”, pues mantienen su rasgo burgués a la vez que
dependen del trabajo del obrero. (Almaraz, 1969/2017: 623-625).
Siguiendo estos tópicos y a partir de la conjunción de la contrarrevolución y la política
descentralizadora del MNR (1952), nos encontramos con que la “nueva burguesía”
nacional afincó sus intereses en la región oriental del país. Y para describir y explicar su
actual orientación política ideológica, haremos un breve análisis del “discurso
autonómico” de la elite cruceña (2004), a partir del enfoque de autores como Helena
Argirakis (2012) y Wilfredo Plata (2008), en donde se plantea el “regionalismo” como
una “supra ideología”, que circunscribe a todos los sectores sociales de Santa Cruz, y que
a través de la cual se encubren los intereses de la elite cruceña y se estructura su política
“conservadora”.

2. DESARROLLO
Argirakis (2012) describe 6 mitos1 “ideologizantes” y “legitimadores de poder” a través
de los cuales la elite cruceña plantea la “supra ideología” del regionalismo, que es el
medio mediante el cual ésta elite no sólo justifica y mantiene su dominio, sino que lo hace
con la “aprobación” de las clases a las que gobierna a través de “reacciones colectivas
automáticas e inconscientes” (Argirakis, 2012:63-67).
a. MITO DE LA MODERNIDAD
Waldman (2008, citado por Argirakis, 2012) describe que la elite cruceña posee un
“Código cultural doble”: el feudal-estamental enfrentado al moderno. Argirakis siguiendo
la misma tendencia, describe a esta elite como neo-oligárquica o neo-colonial, debido a
que fundamenta su estructura en factores como la “tenencia y plusvalía” de la tierra, la
ampliación de la frontera agrícola (en lugar de invertir capital en tecnología), usar como
fuerza de trabajo a obreros no calificados (mano de obra barata), y con carácter estacional
(pues los peones, generalmente de occidente o tierras bajas de oriente, acceden a este tipo
de trabajo en determinadas temporadas del año). Además, Argirakis considera que la
organización social de esta elite, es estamentaria endogámica. Es decir, es una clase
social que asume un rechazo a la incorporación de miembros ajenos a su círculo social, y
en donde la movilidad social2 está limitada por las relaciones de parentesco (pues prima
la posesión de “apellidos tradicionales cruceños”), la racialización (tener determinado
color de piel) y cierto estatus económico. He aquí la “notable contradicción”: pues
mientras Argirakis describe en el pensamiento regional su carácter conservador, también
evidencia prácticas de consumo “modernas”, y que a través de eventos como la Expocruz,
estas prácticas o hábitos, se extienden a toda la sociedad en su conjunto, lo que deriva en
un “efecto de falsa conciencia de clase”. (Argirakis, 2012:69).
b. MITO DEL DESARROLLO CRUCEÑO
Argirakis y Plata sostienen que la sostenibilidad económica del aparato productivo
cruceño, siempre se basó en la “adquisición de capital fresco” del sector público. Siendo
que la “habilidad y capacidad de cooptación” de esta elite en la búsqueda por mantener
sus privilegios, fue predominante respecto de sus “iniciativas emprendedoras” en el
mercado nacional e internacional. Es así que ambos autores tumban el mito del desarrollo
cruceño, pues primero mediante la transferencia de recursos de la minería, y después a
través de la obtención de subsidios y créditos sobre la tierra gracias al Estado, a través del
Banco Agrícola; la banca privada e incluso financiamiento norteamericano; Argirakis
(2012) y Plata (2008) demuestran que Santa Cruz se desarrolló gracias a la intervención
sostenida del Estado boliviano.
c. MITO DEL ENEMIGO EXTERNO
Siendo el “enemigo externo” el gobierno “andino centrista” del MAS, la elite cruceña
utiliza de forma cuasi permanente “dilemas binarios” como los de autonomía versus
centralismo, cambas versus collas, etc., para deslegitimar toda crítica social y postergar
cualquier “toma de conciencia”, ya sea de clase (lucha obrero-patronal), de etnia, cultural,
de género (en contra del “machismo y el patriarcado”), etc., que ose perturbar el orden
establecido. Argirakis explica cómo este mito “divide y coopta” instituciones, dirigentes y
otros sectores que podrían competir o hacer frente a la elite, primero deslegitimando
cualquier crítica (tachándola de anti cruceña o anti autonomista) y después enfocando la
“lucha” hacia el enemigo externo, como “única explicación válida y posible” de todos los
conflictos locales.
d. MITO DE LA MEDIA LUNA Y DEL FELIZ MESTIZAJE
Argirakis considera que el territorio de la llamada “media luna” (que durante y después
los conflictos del 2003 agrupó a los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija)
“invisibiliza o relativiza” la existencia de pueblos indígenas en las áreas de Moxos, la
Chiquitanía y el Chaco. Sumado a esto, el mito del “feliz mestizaje” se define como la
“construcción étnica, antropológica y socio histórica” en la que se fundamenta la
cruceñidad. Contextualicemos que tras la Guerra del Chaco y la Revolución Nacionalista
de 1952, aires de recuperar la patria para los bolivianos corrían por el país, y es así que
la nueva rosca se vio obligada a dejar de lado su ímpetu español excluyente, y se
“inventó” una alianza social regional para resistir las acometidas progresistas del proyecto
nacionalista revolucionario. Por lo que se apropió material y simbólicamente del indio de
tierras bajas (al que peyorativamente llamaba camba), con la finalidad de dar un nuevo
“contenido histórico y sociológico” a su proyecto regionalista: el feliz mestizaje del
hispano con el nativo del lugar 3. Deviniendo así en la “renovada identidad étnico-cultural
del cruceño-camba”. Pero como Argirakis (2012) y Plata (2008) coinciden, este mito no
se consumó bajo “felices” circunstancias. Pues el mismo se encargó de “minimizar,
encubrir y redirigir” las evidentes asimetrías (violencia racial; violencia civilizatoria y
cultural al imponer el eurocentrismo por encima del conocimiento tradicional indígena;
violencia de genero al establecer la jerarquía patriarcal machista; y violencia sexual
siendo que estas uniones se produjeron sin consentimiento entre las partes) entre los
cruceños de origen hispano y los indios de las tierras bajas. Como ejemplo, ambos autores
destacan la resistencia y rebelión de los mojeños itonamas, encabezados por Andrés
Guayocho en 1887 y la batalla Kuruyuki de 18924.
e. MITO DE LA CRUCEÑIDAD
Finalmente este mito da coherencia a la supra ideología regionalista y establece
constantemente una tensión entre Estado y región. Como Plata (2008) y Argirakis (2012)
sostienen, el mito se fundamenta sobre tres elementos históricos: el aislamiento
geográfico (centralismo), la marginación (en la toma de decisiones políticas de los
destinos del país) y el avasallamiento, entendido como una “agresión” a los espacios de
decisión política “exclusivos” de las élites cruceñas.

3. CONCLUSIONES

“Ha llegado la hora de gobernarnos a nosotros mismos. De elegir de forma directa y democrática a
nuestra autoridades departamentales. De administrar nuestros recursos económicos. De manejar los
recursos naturales que nos pertenecen […] Vamos en pos de establecer de inmediato el Instituto
Autónomo Agrario que preserve el porvenir de nuestros recursos forestales y de la tierra […] Por
ello es que “¡Santa Cruz decidirá su destino!”. (Rubén Costas, 2004, citado por Plata, 2008:152)

A través de este fragmento vertido por Rubén Costas, en ese entonces presidente del
Comité Cívico Pro Santa Cruz, y durante el Primer Cabildo por la Autonomía (22 de junio
de 2004), la elite cruceña establece sus intenciones de desconocer al Estado para así ellos
mismos administrar los más preciados activos de la región (la tierra y el gas). Y para dar
coherencia a su discurso, es que se empeñan en reinventar la historia local a través de
mitos. Siendo el mito de la cruceñidad, y a partir de la “resignificacion” de lo camba
(antes el indígena de tierras bajas), establece la nueva identidad cruceña. Para Argirakis
esta “fue una de las movidas más certeras” de la elite regional y la misma se asume como
una “militancia política”.

4. BIBLIOGRAFIA

ALMARAZ, Sergio (1969/2017). “Réquiem para un república”. En: Sergio Almaraz:


Obra reunida. La Paz: Biblioteca del Bicentenario de Bolivia. Págs. 539-625.

ARGIRAKIS, Helena (2012). “Regionalismo y mitos ideológicos como dispositivos de


poder para la construcción del imaginario de la autonomía departamental”. En: Ensayos
sobre la autonomía en Bolivia. Bolivia: Ministerio de Autonomías. Págs. 61-86.

PLATA, Wilfredo (2008). “El discurso autonomista de las elites de Santa Cruz”. En:
SORUCO, Ximena (Coord.). Los barones del oriente: El poder en Santa Cruz ayer y hoy.
Santa Cruz: TIERRA. Págs. 101-171.

SORUCO, Ximena (Coord.); FRANCO, Daniela y DURAN, Mariela (2014).


Composición social del Estado Plurinacional: Hacia la descolonización de la burocracia.
La Paz: Centro de Investigaciones Sociológicas. Págs. 219-265.
1
Mito: “organización de imágenes capaces de evocar instintivamente todos los sentimientos […] No son actos de intelecto,
sino de voluntad, fundados en la adquisición intuitiva de una verdad vinculada a las más fuertes tendencias de un pueblo,
partido o clase, y particularmente idóneas para sostener la acción política de masas”. (Sorel, citado por Argirakis, 2012).
2
“Movilidad social” se plantea como la “facilidad con la que una persona puede subir o bajar la escalera socioeconómica
definida”. (Soruco, Franco y Duran, 2014:256)
3
Pruden (citado por Argirakis, 2012) destaca además que los mestizos cruceños eran distintos a los mestizos altiplánicos,
pues heredaron lo “bueno” del español y lo “bueno” del indígena de tierras bajas.
4
La rebelión de Andrés Guayocho, líder de la sublevación indígena de 1887 con epicentro en Trinidad, fue consecuencia de
la política de “enganches” y el uso abusivo de la mano de obra indígena para el trabajo de explotación de la goma. Mientras
que el sometimiento del pueblo Guaraní-Chiriguano en la región del Chaco, tras una larga resistencia frente a las iniciativas
ocupacionales de “emprendedores cruceños” y que con la colaboración estatal termino por someter mediante las armas a
este pueblo, concluye con la batalla Kuruyuki el 28 de enero de 1892. (Plata, 2008:121).

También podría gustarte