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❌ Datos que no debes incluir en una biografía

Como hemos visto, no vale cualquier tipo de biografía, por ello es fundamental saber, además,
que dato NO incluir:

Qué cursos de escritura te apasionan. No es nada interesante, así que déjalo para otros
espacios, como tu blog.

Contar a qué escritor has conocido, si fuiste su discípulo, si asististe al taller de tal autor o
persona famosa… Esto no te convierte en buen escritor ni alienta a leer tu novela. Como
mucho, la gente pensará: “pues bien por ti, chaval”, y luego abandonará el libro donde estaba.

Datos sin importancia como: “amo escribir al alba” o “tengo una casa de campo en la que
puedo concentrarme” o género literario que te interesa. Aunque la biografía aporta datos
sobre ti, en realidad, no está dirigida a ti. El receptor, el ente activo es el lector. Y a él
únicamente le importa cierto porcentaje de tu vida privada, esa parte que le hará conectar con
tu libro. Ya habrá tiempo de darte a conocer más a fondo en tus páginas, en las
presentaciones…

Experiencia laboral. Ya hemos visto que, salvo que tu libro esté dedicado a la empresa, ser
director de marketing y tener la carrera de Empresariales no le importa a nadie.

Tus influencias literarias. Deja que los lectores o los medios pregunten por este tema si
quieren, pero no lo incluyas en la biografía. Evita prejuicios como: “vaya… Adora a Stephen
King y ha escrito una historia de terror…

No adjetivar u opinar. Borra ya mismo de tu cabeza las expresiones “escritor apasionado”,


“fascinante historia”, “ejemplo de creatividad”, etc.

Cuidado con usar un tono presuntuoso.

Fotografía de calidad en la biografía

Por nada del mundo descuides tu fotografía de autor. Antes de leer el texto de la biografía, la
gente va a mirar tu foto, es inevitable. Primero, nos centramos en las imágenes; luego, en lo
demás. Así que ponle esmero y asegúrate de que cumple estos requisitos:

No poses de forma impostada y poco creíble.

Stop selfies. Se nota cuando fotógrafo y fotografiado son la misma persona (en especial, si te
fijas en las cortinas de la ducha que hay detrás).

No realices la captura a poca distancia. Enfoca, encuadra y respeta el aire.

La fotografía de la biografía debe ser únicamente tuya. Ni amigos, ni pareja, ni mascota. Solo
tú.

Nada de fotos divertidas. Se trata de tu imagen como escritor, no de un recuerdo del colegio.
Además de cansar y ser repetitiva, la actitud literaria o intelectual provoca rechazo. Es ridícula
y parece que te estás burlando de tu propia profesión, que finges o que te has creado una
imagen falsa. Así que basta de poner la mano en la barbilla y mirar al horizonte, bajarte las
gafas hasta la mitad de la nariz, meterte un bolígrafo en la boca mientras sujetas un libro…

Evita fotografías artísticas. Se te tiene que ver a ti de forma realista y natural. Para crear e
imaginar, ya están la portada y la novela misma.

Una fotografía en blanco y negro es más elegante y profesional, y favorece más que una en
color.

Estar tomadas en alta calidad y con la resolución apropiada.

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