Está en la página 1de 1

Nacimiento de un volcán

Los volcanes son, esencialmente, una de


las múltiples manifestaciones superficiales
y subsuperficiales de la energía interna del
planeta. La actividad volcánica tiene una
relación directa con la existencia de calor
en zonas relativamente profundas de la
corteza, las cuales son conocidas como
cámaras magmáticas. Éstas se
caracterizan por tener temperaturas y
presiones más elevadas que las de los
materiales que las rodean, y en su interior
coexiste una mezcla de materiales en estado sólido, líquido y gaseoso llamado
magma.
El ascenso de los gases y fluidos por diferencias de densidad y temperatura es un
proceso físico fundamental. De ahí que el magma más caliente que el material que lo
rodea tienda a subir y tratar de llegar a la superficie. Cuando existe el conducto que le
permite salir, y arrojar así todo el material sólido, líquido y gaseoso, se forma un
edificio predominantemente de forma cónica, alrededor de la boca o fuente de emisión
del material. Este tipo de actividad puede durar del orden de los cientos de miles de
años a un millón de años con manifestaciones esporádicas de distinta intensidad.
Algunos de los ejemplos más relevantes de esta actividad son los grandes volcanes
mexicanos como el Popocatépetl, Pico de Orizaba y Colima. Estos grandes aparatos
volcánicos cesan su actividad cuando el sistema que aprovisiona a las cámaras
magmáticas deja de funcionar.

Otra fuente de origen para la generación y ascenso del magma se encuentra en zonas
aún más profundas de la corteza terrestre, en los límites con el manto. Ahí las
características químicas del magma son diferentes a las anteriores y en general no
existen cámaras magmáticas. Los conductos que permiten el ascenso de este magma
son generalmente fracturas que llegan a afectar la base de la corteza terrestre. Estas
fracturas tienden a sellarse con el paso del magma; sin embargo, el material fundido
que llega a salir forma un cono con su cima truncada, producido por el material
emitido, el cual está constituido por ceniza, arena, grava y roca sólida, producto del
enfriamiento de la lava en la superficie. Erupciones volcánicas como éstas pueden
durar del orden de días ó semanas a 10 años, y una vez que cesan no volverán a
tener actividad por ese mismo conducto, por lo que son conocidas como vulcanismo
monogenético.

Emiliano Barahona

También podría gustarte