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Historia de Chiapas

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Historia de México por entidad federativa

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 Tamaulipas
 Tlaxcala
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 Yucatán
 Zacatecas

[editar datos en Wikidata]

Chiapas es uno de los 32 estados de México. Está en la región suroeste del país,


limitando al norte con Tabasco, al este y sureste con los departamentos guatemaltecos
de Petén, Quiché, Huehuetenango y San Marcos, al sur con el océano Pacífico, al
oeste con Oaxaca y al noroeste con Veracruz. En tiempos prehispánicos el actual
territorio de Chiapas no conformó una unidad política ni étnica. Su gran
diversidad fisiográfica y ecológica1 y su ubicación ístmica entre ambos océanos y
entre Norte y Centro América lo configuró como un espacio sujeto a múltiples
contactos demográficos, políticos y comerciales.2:27-32La región estuvo habitada por
pueblos de diversas filiaciones lingüísticas y culturales. A diferencia de la opinión
popular que considera a este rincón del mundo exclusivamente como parte del
área maya, las investigaciones arqueológicas y etnolingüísticas han puesto en
evidencia que a lo largo del tiempo, además de los mayas, distintos grupos como
los mokayas, los zoques, los mixes y los chiapanecas ocuparon el territorio.2:27-32 Las
fronteras entre estos grupos variaron con el tiempo a medida que interactuaron entre sí,
y las nuevas migraciones que evolucionaron sus propias lenguas y culturas.3:36
La primera vez que en Chiapas surgió un territorio político unificado fue a raíz de la
conquista española del siglo XVI. El proceso de incorporación a la Monarquía
Hispánica estuvo marcado por dos acontecimientos: la creación de la Audiencia de los
Confines (en 1543) que a partir de entonces funcionó como el tribunal de justicia más
importante para toda la región de la actual Centroamérica45 y la organizaron
del obispado por parte de los frailes dominicos en 1545, siendo fray Bartolomé de las
Casas su primer obispo. La jurisdicción del nuevo obispo caía sobre la Alcaldía Mayor
de Chiapas y la gobernación del Soconusco. A pesar de pertenecer a una misma
jurisdicción, la provincia de Chiapa y Soconusco tuvieron organizaciones político-
administrativas distintas. Cada una de estas estuvo dividida informalmente en distintos
partidos.6 Finalmente, ambas fueron incorporadas a la Audiencia de
Guatemala en 1570.6 No obstante, la zona lacandona no fue conquistada sino hasta
finales del siglo XVII. En 1786 se reorganizó el territorio para formar la Intendencia de
Chiapa, la cual agrupó tanto a la Alcaldía Mayor de Chiapas como a la gobernación de
Soconusco. Estos cambios buscaban mejorar el control del territorio y su población,
particularmente en cuanto a la organización y recaudación del tributo pagado por los
indios.7 Finalmente, Chiapas se convirtió en una provincia del Imperio Mexicano en
1821,del cual formó parte el Reino de Guatemala. Tras la transformación del Imperio en
República, pasó a formar parte del territorio mexicano y se desmembró de Guatemala. 8

Índice

 1Chiapas en la época prehispánica (13000 a.C - 1540 d.C.)


o 1.1Prehistoria (13000 - 2000 a.C.)
o 1.2Formativo (2000 a.C. – 200 d.C.)
 1.2.1Los mokayas (1800 – 1150 a.C.)
 1.2.2La expansión del sedentarismo al
interior del territorio (1400 a.C.)
 1.2.3La primera expansión olmeca
(1250-850 a.C.)
 1.2.4La segunda expansión olmeca
(850-400 a.C.)
 1.2.5La fragmentación del mixe-zoque y
la llegada de los mayas (400 a.C. – 200
d.C.)
o 1.3Clásico (200 d.C. – 900 d.C.)
 1.3.1Área zoque
 1.3.2El área del Pacífico
 1.3.3Las tierras altas mayas en Chiapas
 1.3.4Las tierras bajas mayas en
Chiapas
o 1.4Postclásico (900 d.C. – 1540 d.C.)
 1.4.1Los chiapanecas
 1.4.2Los mayas chiapanecos del
Postclásico
 1.4.3Los zoques del Postclásico
 1.4.4El Soconusco Postclásico
 2Conquista de Chiapas
o 2.1Pedro de Alvarado (1524)
o 2.2Luis Marín (1524)
o 2.3Diego de Mazariegos y Pedro Portocarrero (1527-
1528)
o 2.4Las rebeliones contra los conquistadores (1528-
1533)
o 2.5La conquista de la Selva Lacandona
o 2.6La conquista espiritual y evangelización
 3Chiapas bajo el dominio español (siglos XVI a XIX)
o 3.1Gobierno y estructura administrativa
 3.1.1La administración civil
 3.1.1.1La Audiencia de los
Confines y la Capitanía
General de Guatemala
 3.1.1.1.1La
alcaldía
mayor de
Chiapa
 3.1.1.1.2La
gobernación
de
Soconusco
 3.1.1.2Gobierno local:
cabildos y pueblos
 3.1.1.3Cambios en la
segunda mitad del siglo
XVIII
 3.1.2La administración religiosa
 3.1.2.1El obispado (o
diócesis) de Chiapa y
Soconusco
 3.1.2.2Prioratos,
guardianías y beneficios
 3.1.2.2.1Los
prioratos y
las vicarías
dominicas
 3.1.2.2.2Las
guardianías
franciscanas
 3.1.2.2.3Los
beneficios
seculares
 3.1.2.3Doctrinas y curatos
o 3.2Economía y sociedad
 3.2.1Formas de explotación
 3.2.2Demografía
 3.2.3Las principales actividades
económicas
 3.2.3.1Agricultura
 3.2.3.1.1El
maíz, frijol y
chile
 3.2.3.1.2Cac
ao
 3.2.3.1.3La
caña de
azúcar
 3.2.3.2Ganado
 3.2.3.3Colorantes: la
grana cochinilla y el añil
 3.2.3.4Algodón, seda y
mantas
 3.2.3.5Oro y ámbar
o 3.3Resistencias
 3.3.1Motín de Tuxtla (1693)
 3.3.2Rebelión de Lamadrid (1700-1701)
 3.3.3Rebelión Zendal (1712)
 4Chiapas durante el siglo XIX
o 4.1Historia política
 4.1.1Independencia e incorporación a
México (1821-1824)
 4.1.2La primera república (1824-1855)
 4.1.3Del Segundo Imperio al triunfo
liberal (1863-1868)
 4.1.4La “Guerra de Castas” (1868-1869)
 4.1.5La república restaurada (1869-
1911)
o 4.2Economía
o 4.3Las fincas
o 4.4Demografía y sociedad
 5Chiapas durante la revolución mexicana (1910-1940)
o 5.1Los inicios de la Revolución en Chiapas (1910-
1914)
o 5.2La rebelión de los mapaches (1914-1920)
o 5.3El gobierno de Tiburcio Fernández (1920-1924)
o 5.4El gobierno de Raymundo Enríquez (1928-1932)
o 5.5El gobierno de Victórico Grajales (1932-1936)
o 5.6El gobierno de Efraín Gutiérrez (1936-1940)
o 5.7Demografía
o 5.8Economía
 6Chiapas posrevolucionario, 1940-1994
o 6.1El gobierno de Rafael Pascacio Gamboa (1940-
1944)
o 6.2Los gobiernos de Juan María Esponda, César
Augusto Lara Ramos y Francisco J. Grajales (1944-
1952)
o 6.3El gobierno de Efraín Aranda Osorio (1952-1958)
o 6.4El gobierno de Samuel León Brindis (1958-1964)
o 6.5El gobierno de José Castillo Tielemans (1964-
1970)
o 6.6El gobierno de Manuel Velasco Suárez (1970-
1976)
o 6.7El gobierno de Jorge de la Vega Domínguez
(1976-1977)
o 6.8El gobierno de Salomón González Blanco (1977-
1979)
o 6.9El gobierno de Juan Sabines Gutiérrez (1979-
1982)
o 6.10El gobierno de Absalón Castellanos Domínguez
(1982-1988)
o 6.11El gobierno de José Patrocinio González Blanco
Garrido (1988-1993)
o 6.12El gobierno de Elmar Setzer Marseille (1993)
 7Demografía
 8Economía
 9La tierra
 10Referencias

Chiapas en la época prehispánica (13000 a.C - 1540 d.C.)


[editar]
En tiempos prehispánicos el actual territorio de Chiapas no conformó una unidad
política ni étnica. Su gran diversidad fisiográfica y ecológica1 y su
ubicación ístmica entre ambos océanos y entre Norte y Centro América lo configuró
como un espacio sujeto a múltiples contactos demográficos, políticos y comerciales.2:27-
32

La región estuvo habitada por pueblos de diversas filiaciones lingüísticas y culturales. A


diferencia de la opinión popular que considera a este rincón del mundo exclusivamente
como parte del área maya, las investigaciones arqueológicas y etnolingüísticas han
puesto en evidencia que a lo largo del tiempo, además de los mayas, distintos grupos
como los mayas, los zoques, los mixes y los chiapanecas ocuparon el territorio. 2:27-
32
 Las fronteras entre estos grupos variaron con el tiempo a medida que interactuaron
entre sí, que llegaron nuevas migraciones y que evolucionaron sus
propias lenguas y culturas.3:36
Prehistoria (13000 - 2000 a.C.)[editar]
Es muy poco lo que se sabe de los primeros pobladores del territorio, pues si estos
grupos humanos llegaron a través de la costa, como se presume, la mayor parte de los
yacimientos arqueológicos han de haber desaparecido con la subida del nivel del mar a
finales del Pleistoceno. Aun así se puede afirmar que Chiapas estuvo poblado desde
fechas remotas.9:21-29 En los milenios que siguieron al final del Pleistoceno —conocidos
como el Paleoindio y el Arcaico— la población se compuso principalmente
de cazadores recolectores que solían buscar refugio en cavernas o grandes
formaciones rocosas.10:237 En algún momento entre el cuarto y segundo milenio antes
de nuestra era, surgieron los primeros grupos seminómadas en la región,
principalmente en la costa de Chiapas aprovechando, los grandes recursos pesqueros
del área lo que les permitió tener un suministro constante de alimentos a los grupos de
la costa antes del desarrollo de la agricultura.11:195-196
Formativo (2000 a.C. – 200 d.C.)[editar]

Algunas zonas del Formativo mencionadas en este artículo.

A comienzos del segundo milenio se produjo un profundo cambio en los patrones de


asentamiento seminómadas de la zona y se observa el surgimiento de los primeros
asentamientos completamente sedentarios. Los habitantes de estas primeras aldeas,
como en Paso de la Amada en el Soconusco (1800-1100 a.C.), se alimentaron
principalmente de pescados y mariscos.11:198-199 Fue esta región costera uno de los
primeros focos de vida sedentaria en Mesoamérica en los que se desarrolló el cultivo
de frijol, maíz y calabaza.12:198-199
Los mokayas (1800 – 1150 a.C.)[editar]
Se le da el nombre de mokayas a estas primeras civilizaciones sedentarias que se
desarrollaron en el Soconusco entre el 1800 y el 1150 a.C.3:41 Junto a
la civilización apareció una estratificación social marcada. El surgimiento de
arquitectura doméstica diferenciada, de distintos tipos de entierros, el consumo de
productos exóticos y una producción artesanal especializada y patrocinada son
pruebas de esta naciente desigualdad social. Los primeros cacicazgos mokayas fueron
políticamente independientes entre sí, pero la vida económica comenzó a gravitar
alrededor de poblados mayores que fueron adquiriendo el rango de cabeceras, con una
población de unos 1,200 habitantes. 13:47-48
Los mokayas hablaron una lengua ancestral que luego daría origen al mixe y
al zoque actuales y al tapachulteco ahora extinto. Florecieron en parte gracias a la
condición de frontera, característica del actual territorio de Chiapas. Establecieron así
una red estrecha de comercio con las primeras sociedades sedentarias
de Mesoamérica a lo largo de la costa del Pacífico, así como con las de la del Golfo a
través del Istmo de Tehuantepec. Exportaron principalmente cacao y plumas de aves,
mientras que de la zona de Guatemala importaron obsidiana y jade.3:41
La población mokaya más importante de este periodo fue Paso de la Amada, que, de
hecho, fue la comunidad más grande de Mesoamérica hacia el 1600 a.C. Ahí vivían en
aquel entonces unas 5,000 personas. En el sur del poblado había una gran plaza en
forma de U y al poniente un juego de pelota,3:42 que parece ser el más antiguo de
Mesoamérica.14:269 Las excavaciones arqueológicas han demostrado que, aunque ya
había comenzado el consumo de maíz y frijol, en realidad los peces y la fauna silvestre
siguieron siendo los alimentos más importantes durante todo el periodo. El maíz, de
hecho, no llegó a ser la base de la alimentación en Paso de la Amada sino a partir de
850 a.C.15:79-80
La expansión del sedentarismo al interior del territorio (1400 a.C.)[editar]
En esta época los mokaya fundaron el asentamiento de Izapa hacia el año 850 a.C.
que llegaría a ser el más importante de la región. 16:62-63 Por su parte, las primeras aldeas
del interior de Chiapas surgieron en los valles de Cintalapa, Chiapa de Corzo, Acala y
en la cuenca del alto Grijalva hacía 1400 a.C. Estos pueblos tuvieron una fuerte
influencia de la cultura mokaya.3:42 Es desde esta zona donde comenzaría la
colonización de los valles altos del área de Comitán y Las Margaritas durante
el Formativo Medio (1200-400 a.C.). En todos ellos se habló la lengua madre del mixe-
zoque.17:63 Para ese entonces la población más importante de Mesoamérica era la
capital olmeca de San Lorenzo, en el actual estado de Tabasco.3:36
Distribución de lenguas en Chiapas durante la mayor parte del preclásico. La zona en rojo es el grupo
lingüístico mixe-zoque.

La primera expansión olmeca (1250-850 a.C.)[editar]


San Lorenzo fue por doscientos años la ciudad más importante del área, casi 10 veces
más grande que su competidor más cercano. 3:43-45 A su vez, sus gobernantes fueron
reyes que gobernaron un amplio territorio. Influida en un primer momento por la cultura
mokaya,3:67 el intercambio cultural enriqueció a la cultura olmeca y facilitó su desarrollo
hasta convertirse en la cultura más importante de Mesoamérica hacia el 1250 a.C. De
esta forma, la expansión olmeca en Chiapas fue una especie de reflujo cultural.13:49-50
No se sabe hasta qué punto el dominio cultural de los olmecas se tradujo en dominio
político. Pero para el caso de Chiapas hay fuertes indicios que sugieren que los
olmecas ejercieron un control directo sobre el sitio de Plumajillo, en el valle
de Cintalapa.18:44 En contraste, San Lorenzo no parece haber sometido políticamente
a Chiapa de Corzo, aunque sí entabló relaciones comerciales con ésta. 19:229-232 En la
zona del Soconusco se produjeron fuertes cambios culturales que denotan la
penetración de la cultura olmeca. En general, se nota un proceso de sustitución de los
estilos del área por los de filiación olmeca. Esto fue especialmente marcado en Cantón
Corralito, posiblemente otra colonia olmeca. De hecho, la llegada de los olmecas al
área se relaciona con la pérdida de importancia de Paso de la Amada y su abandono
definitivo.20:207-211 La influencia olmeca en Soconusco duró hasta el fin de San Lorenzo
hacia 950 a.C. aunque la región siguió floreciendo por cien años más, hasta que entró
en declive y sufrió una fuerte emigración. Se cree que varios de sus pobladores se
trasladaron a la costa de Guatemala.3:44-45
El fin del predominio de San Lorenzo sobre la costa del Pacífico coincide en el tiempo
con la aparición de las primeras pirámides de Mesoamérica. En este sentido, se les
confiere a los mixe-zoques el crédito de la invención de las pirámides, que fueron
rápidamente adoptadas por los pueblos maya, xinca y lenca.21:45-50 Finalmente, hacia el
850 a.C. Mesoamérica vería aparecer una nueva potencia: La Venta, en Tabasco.
La segunda expansión olmeca (850-400 a.C.)[editar]
El periodo que corre desde el 850 hasta el 400 a.C. se caracteriza por la fuerte
influencia de La Venta, la segunda de las grandes ciudades olmecas. Fue una época
de gran desarrollo de la cultura mesoamericana, especialmente en Chiapas. Las
ciudades empezaron a ser planificadas. En efecto, La Venta está construida a lo largo
de un eje que corre paralelo al horizonte y que va a parar a un grupo piramidal 50 m al
oeste.21:45-50 La traza de Chiapa de Corzo es la que guarda una mayor similitud con La
Venta y su plaza principal tiene una capacidad para contener a 36,000 personas, lo que
hace patente la importancia de Chiapa de Corzo como centro de peregrinaje y de
reuniones masivas en la zona.22:40-42 Al parecer, La Venta sí ejerció un dominio político
directo sobre esta urbe.19:107Uno de los entierros de élite más antiguos encontrados en
la antigua Chiapa de Corzo data del 750 a.C. y se trata de una mujer que parece haber
tenido un fuerte vínculo con La Venta. 3:44-45 Es justamente en este periodo que Chiapa
de Corzo creció hasta convertirse en el sitio más poblado del río Grijalva en los valles
internos de Chiapas.
Un rasgo notable de esta época es la construcción de grandes sitios a lo largo del río
Grijalva. Probablemente estos pueblos se encargaban de cuidar el comercio
de jade y obsidiana desde las montañas guatemaltecas hasta el área olmeca. Es difícil
conocer la relación exacta que existía entre estas ciudades y La Venta, probablemente
fueron señoríos aliados o tributarios. Durante el predominio de La Venta (850 – 400
a.C.) se produjo la separación del mixe y el zoque de su lengua madre. El zoque se
desarrolló en la zona olmeca y en los valles centrales y altos de Chiapas; mientras que
en la costa del pacífico se usó el mixe.3:40-50 Hacia el 400 se rompe el equilibrio que
había reinado en la región por 450 años, con el abandono de La Venta. Chiapa de
Corzo e Izapa, sin embargo, continuaron existiendo.3:50-53

Distribución de grupos lingüísticos en Chiapas a finales del Preclásico, orden que se mantuvo en sus trazas
más generales hasta finales del periodo Prehispánico. Salvo por la entrada de los Chiapanecas al área de
Chiapa de Corzo en el Posclásico.

La fragmentación del mixe-zoque y la llegada de los mayas (400 a.C. – 200 d.C.)[editar]
Con la caída de La Venta florecieron dos grandes ciudades en el actual territorio de
Chiapas. Por un lado, Izapa alcanzó su momento de mayor esplendor entre el 300 a.C.
y el 50 d.C. Esta ciudad desarrolló un estilo escultórico característico que recibe su
nombre. Aunque no hay garantía de que haya tenido su origen en el sitio, sí fue este el
pueblo que lo acogió con más entusiasmo. Se han encontrado piezas de ese estilo
en Veracruz, Oaxaca, el Petén y Yucatán. No obstante, a partir del 50 d.C. el sitio dejó
de crecer y empezó a reducirse hasta volverse un pequeño centro, que fue
abandonado definitivamente en 1200 d.C.16:62-8023:179-191
Es también en esta época cuando Chiapa de Corzo experimentó su mayor crecimiento,
entre el 450 a.C. y el 450 d.C. impulsado por las excelentes tierras de cultivo a su
alrededor, el control del comercio a lo largo del Grijalva y por la descentralización del
poder tras la caída de La Venta. No obstante, a pesar de haber sido la ciudad más
importante de los valles de Chiapas, nunca logró imponer su dominio político en toda la
zona.24:89
Mientras tanto, en el Petén Guatemalteco se desarrolló la ciudad más grande de todo
el Formativo mesoamericano: la ciudad maya de El Mirador. Hay indicios de una
creciente influencia cultural maya sobre Chiapa de Corzo hacia el 50 d.C. 24:107-114 que ha
llevado a considerar la posibilidad de que esta ciudad se hubiese vuelto tributaria de El
Mirador, aunque la mayoría de su población continuara siendo zoque. 3:55 Por estos
años, grupos mayenses llegaron a las montañas centrales de Chiapas y a los valles
altos de Comitán en donde convivieron y más tarde desplazaron a los antiguos
pobladores zoques.1:127 El resto de la población zoque del noroccidente de los valles
centrales no parece haber estado nunca bajo el dominio político de El Mirador, que fue
abandonado en 100 d.C. Para finales del Formativo el actual territorio chiapaneco
había quedado dividido en tres zonas: los zoques al oeste, grupos mayenses al este y
mixes en el Soconusco.3:55-57
Clásico (200 d.C. – 900 d.C.)[editar]
El Clásico fue el periodo de la historia de Mesoamérica caracterizado por la expansión
de grandes estados centralizados con gobiernos teocráticos. Este periodo se suele
dividir en dos: el Temprano (200 – 600 d.C.) que vivió el auge de Teotihuacán en
el Altiplano Central; y el Tardío (600 – 900 d.C.), cuando Teotihuacán perdió su empuje
como gran potencia del área y el poder político se fragmentó. En el área maya este fue
el momento de auge de sus mayores ciudades como Tikal y Calakmul. Chiapas, siendo
un área de contacto entre las diversas regiones de Mesoamérica, no fue ajena a los
efectos de estos desarrollos.
Zonas arqueológicas del Clásico mencionadas en este artículo.

Área zoque[editar]
El área zoque no fue solo una de contacto, sino de innovación: las fechas calendáricas
en cuenta larga más antiguas de Mesoamérica provienen del área zoque y
corresponden al 31 a.C. en Tres Zapotes y al 36 a.C. en Chiapa de Corzo.
Tras la caída de influencia de El Mirador, se reforzó en Chiapa de Corzo la presencia
de rasgos cerámicos de la región del Pacífico y disminuyó la maya. Los últimos
edificios construidos antes del abandono del sitio datan del 500 d.C. Existen pruebas
de contactos con Teotihuacán, pero el alcance de éstos es desconocido.24:114-116 Chiapa
de Corzo finalmente fue abandonado alrededor de 600 d.C., y sus ruinas
permanecieron desocupadas hasta el Posclásico.24:116 Sin embargo, la zona zoque
continúo estando densamente poblada alcanzando su pico demográfico en la segunda
mitad del Clásico entre el 600 y el 900 d.C.25:69-70 Una de las zonas más exploradas por
los arqueólogos es la del cañón del río La Venta y la selva de El Ocote. Allí se
desarrolló El Varejonal, que llegó a contar con dos juegos de pelota, así como varios
asentamientos menores.25:122-135 Pese a la construcción de centros urbanos, las cuevas
del área se utilizaron con fines rituales durante todo este periodo y el Posclásico, no
solo en el área del cañón, sino también en los cerros del sur del estado como el Cerro
Bernal.25:237-263
El área del Pacífico[editar]
La importancia de la costa chiapaneca para el comercio del Pacífico atrajo la atención
de diversos grupos externos. Uno de ellos fue Teotihuacán. Los lazos de esta urbe con
el sitio de Los Horcones, cerca de Tonalá, fueron muy estrechos como lo revela la gran
afinidad escultórica y cerámica y el uso de la obsidiana. Este sitio debió de haber sido
clave para el control de la ruta marítima hacia las plantaciones de cacao
del Soconusco. Aun así, no fue un sitio completamente teotihuacano como lo indica la
presencia de seis juegos de pelota, los cuales no eran habituales en Teotihuacán, a
diferencia de lo que sucedía en las culturas del Pacífico, del Istmo y del Golfo.14:265-275
Las tierras altas mayas en Chiapas[editar]
El valle de Comitán y los lagos cercanos a Las Margaritas destacaron en esta época
por su importancia como punto de contacto entre las rutas comerciales del Grijalva y
las rutas del Usumacinta. Estas, a su vez, unían las rutas del Golfo con el Pacífico.26
:312
Las ciudades prehispánicas más conocidas de esta zona son Tenam
Puente y Chinkultic, fundadas por grupos mayenses.2:29-30 En algún momento entre el
350 y el 500 d.C. parecen haber llegado al área nuevos grupos mayas hablantes
del tojolabal que se asentaron en la zona.27:298-299 La segunda mitad del Clásico (600-
900 d.C.) fue un momento de auge para las poblaciones mayas de las tierras altas de
Chiapas. Llama la atención la tardía adopción de la práctica de introducir fechas
calendáricas en las construcciones del valle de Comitán, siendo la más antigua
registrada el 780 d.C.28:145-149 Tanto Tenam Puente como Chankultik se abandonaron
hacia el mil de nuestra era.26:298-29927:290
En la cuenca superior del río Grijalva se desarrollaron otros centros mayas
como Tenam Rosario y El Lagartero. A diferencia de otras zonas mayas, aquí los
grupos humanos no se congregaron en grandes urbes, sino que tendieron a hacerlo de
manera dispersa.29:95-97 La comparación de los estilos cerámicos demuestra que la zona
no estuvo aislada del resto del mundo maya y que tuvo un papel fundamental en el
sistema comercial que unía la zona de los Altos de Guatemala con el Golfo, la
zona zapoteca y el Altiplano Central a través del río Grijalva.30:196-176
Las tierras bajas mayas en Chiapas[editar]
En las tierras bajas mayas se desarrollaron las ciudades prehispánicas que dejaron los
restos físicos más espectaculares y famosos de la actualidad. En las orillas
del Usumacinta encontramos las ruinas de una de las dos grandes ciudades mayas
que se desarrollaron a sus orillas: Yaxchilán, que alcanzó su máximo desarrollo durante
el Clásico Tardío (600 – 900 d.C.). Esto al mismo tiempo que todas las ciudades mayas
de la zona, y mantuvo una estrecha competencia por el control de las rutas comerciales
del río con su vecino Piedras Negras, en el actual territorio guatemalteco. La corriente
del río se acelera pasando Yaxchilán camino al Golfo y se calma nuevamente a la
altura de Piedras Negras. Este camino no es navegable río arriba en ciertas
temporadas del año, por lo cual la posición estratégica de ambas ciudades tenía como
objetivo controlar el tránsito terrestre de esta ruta. Ambas ciudades compitieron durante
toda su historia por el control de estas rutas comerciales y esta encarnizada
competencia evitó que ninguna de las dos lograra imponer su hegemonía en la zona. 31
:42-56
Otra ruta importante fue la que conectaba esta zona del Alto Usumacinta con los
reinos orientales de Palenque y Toniná. La ciudad mediana de La Mar ocupó un lugar
central en esta ruta, lo que le valió ser el centro de continuas disputas entre las grandes
urbes de la zona, que la gobernaron en forma alternada.
Estas cuatro capitales mayas empezaron su historia como pequeñas aldeas a finales
del Preclásico. La dinastía del k’uhul ajaw o rey divino de Yaxchilán data del 359 d.C.
mientras que la de Piedras Negras del 430 d.C. 31:215, la de Palenque del 431 d.C.14:205-
206
 y la de Toniná del 593 d.C.32:245-251 Durante el siglo V y VI Yaxchilán se expandió
hacia el occidente hasta la zona de Bonampak; mientras que Piedras Negras realizó
diversas campañas buscando someter la región baja del Usumacinta en su camino
hacia el Golfo de México en donde topó con la oposición de Pomoná. La segunda mitad
del siglo VI se caracteriza por la ausencia de inscripciones en Yaxchilán y Piedras
Negras, al igual que en otros sitios importantes del área maya como Tikal. Este periodo
de silencio coincide con el mayor auge de Calakmul como potencia militar. Esta ciudad
llegó incluso a imponerse sobre la lejana Palenque en el 599 y el 611. 31:216-219
En el siglo VII Calakmul perdió buena parte de su poder. Los reinos del Usumacinta
volvieron a luchar entre ellos a partir de 624 d.C. 31:219Estos conflictos coincidieron con la
primera gran expansión de Palenque bajo el reinado de Pakal I (615-683). Esta ciudad
logró vencer a Pomoná en el 659 e impuso su control sobre La Mar. 14:21-29 No obstante,
medio siglo después fue derrotada por Toniná en una importante batalla del 711. 32:270-
272
 Un patrón generalizado en este siglo es que las esculturas de las capitales mayas
empezaron a presentar a los reyes en compañía de los gobernantes de las urbes
subordinadas y otros miembros de su corte, lo que se ha interpretado como una
debilitación del poder central de los reyes divinos. 31:226-227
La historia de estas grandes urbes terminó de manera repentina. Por un lado, Piedras
Negras se alió con La Mar y libró una serie de campañas exitosas contra sus antiguos
rivales del Golfo como Pomoná entre el 785 y el 795. No obstante, en el 808 fue
derrotada definitivamente por Yaxchilán. Piedras Negras fue saqueada e incendiada, lo
que contribuyó a su abrupto abandono. Pero a diferencia de lo que uno pensaría, el
triunfo definitivo de Yaxchilán sobre su antigua rival no vino acompañado de su apogeo:
la última fecha registrada en esta urbe es del 809. Un siglo más tarde no subsistía
ningún asentamiento importante en toda la región, aunque las orillas del río no fueron
completamente abandonadas: pequeñas poblaciones dispersas continuaron habitando
los bordes del Usumacinta durante los siglos IX y X. 31:237 Por su parte, Palenque fue
derrotada definitivamente por Toniná en el 805, acontecimiento que puso fin a su
dinastía reinante y la ciudad entró en decadencia para ser abandonada hacia el 850. 14
:241
 A diferencia de Yaxchilán, la nobleza de Toniná sí tuvo tiempo para disfrutar la
victoria sobre su antiguo rival. La última fecha registrada en el sitio data del 909,
la cuenta larga más antigua del área maya.32:276-277
Se ha discutido mucho sobre las razones que llevaron al abandono de los grandes
sitios mayas a finales del Clásico, periodo en el que las zonas más pobladas perdieron
hasta el 90% de su población. El estudio de los esqueletos encontrados indica que este
fue un periodo de hambrunas. Al parecer, la sobrepoblación fue el mayor de los
problemas de las sociedades mayas. En el siglo VIII se calcula que el área maya pudo
haber tenido 10 millones o más de habitantes. Es posible que un ambiente sujeto a
mucho estrés ecológico hubiese roto su punto de equilibrio con las fuertes sequías que
parecen haber azotado el siglo IX. La falta de agua en momentos críticos de
la germinación y la polinización afecta severamente el crecimiento del maíz, sumado
esto a un ambiente de guerra que ya de por sí alejaba a los campesinos de sus
parcelas y creaba descontento social. Todos estos debieron de haber sido importantes
factores en el colapso.33:507-512
Postclásico (900 d.C. – 1540 d.C.)[editar]
Algunas zonas arqueológicas del Posclásico mencionadas en el artículo.

En el periodo Posclásico se produjo una descentralización del poder en Mesoamérica


al debilitarse los antiguos grandes reinos del Clásico. Los militares y comerciantes
adquirieron mayor predominio a costa de los sacerdotes. 34:177-179Por eso los sitios del
Posclásico suelen tener una arquitectura menos llamativa a primera vista que los del
Clásico y esto explica el menor interés popular en ellos. 2:178-179
Los chiapanecas[editar]
El territorio del actual estado de Chiapas continúo siendo durante el Posclásico un área
de frontera cultural y lingüística. Durante el Posclásico esta complejidad se enriqueció
con la llegada de un grupo nuevo a la zona hacia el 900 d.C.: los chiapanecas. Su
lengua pertenecía a la familia otomangue, emparentada por lo tanto a varias lenguas
del Altiplano Central, Oaxaca y el Golfo, pero también de Costa Rica y Nicaragua. La
versión más aceptada sugiere que tuvieron su origen en el centro de México y debieron
de haber llegado al sur en un movimiento migratorio: unos grupos se quedaron en
Chiapas, mientras que otros continuaron su camino hasta Nicaragua. 35:89-91
Los que se quedaron en Chiapas fundaron su principal asentamiento sobre las ruinas
abandonas de la antigua Chiapa de Corzo. Ahí erigieron una gran ciudad con plazas
bien construidas y distribuidas de acuerdo a un plan urbano preciso, con más de 4,000
casas y con algunas villas tributaras alrededor. Desde allí, expandieron sus dominios
sojuzgando y desplazando a mayas tsotsiles y zoques. Algunos de estos últimos se
volvieron tributarios suyos, que debían pagar en especie y trabajando sus tierras de
cultivo. Su territorio se expandió sobre los vecinos de
Acala, Suchiapa, Chiapilla, Totolapa y La Frailesca. También mantuvieron una fuerte
relación comercial con el resto de Mesoamérica, especialmente con las zonas
de Tehuantepec, el Soconusco y Guatemala. Establecieron una fuerte rivalidad con el
señorío maya vecino de Zinacantán, que a su vez también dominó varios pueblos
tributarios.35:15-25
Una peculiaridad del gobierno chiapaneca fue que el poder de su rey estaba
fuertemente cimentado en los sacerdotes. Dos conquistadores españoles describieron
que, en un enfrentamiento con ellos, los soldados chiapanecas se congregaron
alrededor de una sacerdotisa profusamente ataviada. En Chiapa de Corzo, el templo
principal de la capital estuvo dedicado a Matove. El edificio permaneció en la ciudad
hasta su destrucción por los frailes dominicos en 1544. Se dice que eran muy diestros
en la fabricación de telas de algodón, aunque solo las usaban los sacerdotes y
principales.35:21-25
Los mayas chiapanecos del Postclásico[editar]
Si bien a finales del Posclásico los chiapanecas llegaron a ser el grupo más
preponderante de la región, la mayor parte del territorio estaba poblado por
grupos mayas divididos en innumerables señoríos. En el siglo XVI los distintos grupos
mayenses estaban divididos de la siguiente manera: las tierras bajas, en donde se
habían desarrollado los antiguos reinos del Usumacinta y Palenque estaban pobladas
por grupos tseltales y choles; mientras que la región de Los Altos estuvo habitada por
los tsotsiles y tseltales; al oriente de los valles centrales, en el alto Grijalva, coexistían
hablantes del tseltal, mochó, cabil y tojolabal.36:45 En la actualidad se hablan otras
lenguas mayas en Chiapas: lacandón, chuj, kanjobal, jacalteco y mam, pero esto es
producto de movimientos de población de los siglos posteriores. 37:339
La historia política de los mayas del Posclásico es mucho menos conocida que la de
sus antepasados, en gran parte porque abandonaron la costumbre de grabar textos en
piedra. No obstante, no debe creerse por esto que abandonaron la escritura. Más bien
ésta se trasladó a otros soportes como los códices, que tienen la ventaja de ser más
fáciles de transportar y copiar; pero que resultaron más frágiles ante las inclemencias
del tiempo y ante la furia evangelizadora de los frailes católicos. 37:226-227
La actividad constructiva se redujo a la reutilización de edificios anteriores o a la
elaboración de pequeñas plataformas. Es posible que por estas fechas los grupos
mayas de Chiapas adoptaran el nuevo rito asociado a Serpiente Emplumada, pero en
menor intensidad que sus vecinos yucatecos.31:328-336 La densidad de población del área
fue de unas 10 personas por km cuadrado, mucho menor a la que llegaron a tener
zonas del Clásico como Tikal.38:14 Estos centros surgieron en posiciones defensivas,
como islas, penínsulas y cimas de cerros. Por ejemplo, el asentamiento chol en la isla
de Lacamtun en las tierras bajas, o Canajasté en el área de Comitán.39:295-316 Pero al
igual que en otras regiones de Chiapas, el auge económico no se acompañó de la
construcción de grandes edificios.34:45 Ello sugiere la existencia de periódicos
enfrentamientos bélicos. Al parecer, la planificación de plazas y construcción de
edificios estaba volviendo a recuperar su escala de pasadas épocas al momento de la
llegada de los españoles.
Solo durante el gobierno de Moctezuma II, los mexicas lograron extender sus dominios
en el Chiapas central, avanzando por la región zoque hasta alcanzar Huixtán (el
actual Santiago El Pinar). Se ha afirmado que llegaron a establecer una guarnición
en Zinacantán, pero las pruebas de su existencia no son concluyentes. Tal vez, se
haya producido, más bien, una alianza militar contra el enemigo común:
los chiapanecas.38
Los zoques del Postclásico[editar]
A comienzos del Posclásico la población zoque sufrió un retroceso demográfico similar
al de sus vecinos mayas. En el cañón del Río La Venta se abandonaron todos los sitios
mayores y solo en dos cuevas del área se han encontrado restos del Posclásico. La
población no se recuperó sino hasta la segunda mitad del periodo, aunque aún
entonces el único sitio monumental reocupado fue El Higo. Algunos autores sostienen
que los zoques regresaron al cañón del El Ocote huyendo de la invasión25:80-83 Los
pequeños asentamientos de la región en esta época se asentaron en posiciones
defensivas, lo que sugiere enfrentamientos bélicos entre distintos señoríos.
En cuanto a los valles centrales, a finales del Posclásico los zoques estaban divididos
en varios señoríos y algunos de ellos fueron tributarios de otros poderes,
como Zinacantán, la Triple Alianza o Chiapa de Corzo. Otros, como el señorío
de Quechula, permanecieron independientes. Este último estaba asentado en los
márgenes del Grijalva y tuvo un papel importante en el control de las rutas comerciales
que pasaban del golfo hacia los Altos de Guatemala. 37:343
El Soconusco Postclásico[editar]
En la primera mitad del Postclásico (900 – 1200) se expandió por
toda Mesoamérica la cerámica plomiza conocida en Izapa, hasta lugares tan distantes
como Colima, Tula y Chichén Itzá. Esto hace evidente que el Soconusco era un punto
nodal en el que confluían distintas rutas comerciales: las del Pacífico norte y sur
de Mesoamérica, así como las del Golfo a través de Istmo e incluso las del Altiplano
Central.18:23 El crecimiento del comercio a larga distancia se ve reflejado en la mayor
importancia de los asentamientos costeros en este periodo, pues su tamaño aumenta
considerablemente. Tras el abandono de Tonalá a finales del Clásico el mayor centro
del área fue Acapetahua.40:295-316 Pero al igual que en otras regiones de Chiapas, el
auge económico no se acompañó de la construcción de grandes  edificios.34:45
Se sabe poco acerca de la organización política del área durante la mayor parte del
Posclásico, pero se cree que la región estuvo fragmentada en varios reinos o señoríos
cuyas fronteras y número estaban en constante cambio. Esta situación empezó a
cambiar a partir de 1400. En el siglo XV llegaron al área los mayas quichés que
intentaron conquistarla, imponiendo entre 1424 y 1475 su control sobre los pueblos de
Ayutla, Mazatán y Tapachula.34:3-4 Entre el 1486 y 1502 los mexicas conquistaron la
zona, forzando la unidad política e imponiendo una capital de nombre Soconusco. Es
muy posible que antes de esta intrusión y la anterior de los quichés haya habido ocho
señoríos en la zona, que se convirtieron en los ocho pueblos tributarios
mexicas: Mapastepec,
Soconusco, Acapetahua, Huixtla, Huehuetán, Mazatán, Coyoacán y Ayutla. Estos
pagaban tributo en ámbar, algodón, plumas de pájaro, pieles de ave y jaguar,
tacomates, adornos de oro y 480,000 granos de cacao.34:7-9

Conquista de Chiapas[editar]
Pedro de Alvarado (1524)[editar]
Pedro de Alvarado

La conquista de Chiapas comenzó en 1524. Pedro de Alvarado fue el primer


conquistador español en incursionar en el actual territorio de Chiapas. Salió de la
Ciudad de México en diciembre de 1523. En enero de 1524, después de someter
Tehuantepec en Oaxaca, atravesó todo el Soconusco, una de las provincias tributarias
de la Triple Alianza, que entregaba a México-Tenochtitlan cacao, ámbar y plumas de
quetzal, entre otros productos. Según fray Antonio de Remesal, Pedro de Alvarado
causó muchos estragos y sometió a toda la región por las armas. 41 En cambio, según
relata Bernal Díaz del Castillo, Alvarado fue bien recibido “y le dieron presente oro y se
dieron por vasallos de su majestad.”42:946 Después de recorrer todo el Soconusco, Pedro
de Alvarado se dirigió a Los Altos de Guatemala. En febrero de 1524, tuvo un primer
enfrentamiento con los quichés en Xetutul (actualmente Zapotitlán, Guatemala), dando
así inicio a la conquista del actual territorio de Guatemala. 43
Luis Marín (1524)[editar]
La segunda expedición española que incursionó en el actual territorio de Chiapas salió
de la villa del Espíritu Santo (actualmente Coatzacoalcos) en la primavera de 1524.44
Estaba comandada por Luis Marín, uno de los soldados que llegaron con Hernán
Cortés en 1519. El grupo estuvo conformado por treinta hombres de a caballo, cien
peones y dos tiros de artillería.45Además, se incorporaron a la expedición, Alonso de
Grado y algunos vecinos de la villa del Espíritu Santo. Esta expedición tenía la misión
de pacificar la provincia de Chiapa y fundar en ella una villa española. 42:946
Adelante del grupo iban cuatro exploradores; entre ellos, Bernal Díaz del Castillo.
Partieron hacia la región zoque pasando por el poblado de Tepuzuntlán (en lo que hoy
es Tabasco). Cuando alcanzaron el pueblo de Quechula, convencieron a algunos
indios y al cacique de que los acompañasen para abrir camino. 42:946 Durante la
cuaresma de 1524, continuaron el camino, no sin antes intentar cobrar tributo a los
pueblos alrededor de Quechula. Al dejar el poblado, llegaron a Estapa (futura
parcialidad de Chicoasén).46 Según relata Díaz del Castillo, sus pobladores lo habían
abandonado recientemente. Descansaron allí y encontraron comida para abastecerse.
Durante la noche, el grupo fue alertado por dos de los exploradores españoles sobre la
presencia de guerreros chiapanecas.42:946 Díaz del Castillo comenta que el aviso les
permitió adelantarse y librar batalla toda la tarde hasta que anocheció. El
enfrentamiento dejó trece soldados heridos, entre ellos a Luis Marín. Además, murieron
dos de los conquistadores y cuatro caballos. Al anochecer, los chiapanecas se
retiraron, dejando en el campo de batalla a 15 muertos y a muchos heridos. 42:949

Recreación de una batalla entre un indígena y un conquistador.

Después de la confrontación en Estapa hubo dos enfrentamientos más. En el primero,


la inexperiencia de algunos conquistadores les valió ser heridos o muertos. Los
chiapanecas se lanzaban en grupos pequeños contra los españoles que se apartaban
de los demás y abrazaban a los caballos para tirar al suelo a sus jinetes. 42:949 El
segundo enfrentamiento se dio en el camino hacia Chiapan. Díaz del Castillo relata que
fueron atacados por varios flancos. Por la ferocidad de los embates, un esclavo negro
artillero que los acompañaba, en un primer momento, no logró disparar y, cuando pudo
hacerlo, apuntó mal e hirió a tres españoles.42:949
A diferencia de los españoles, el terreno dificultoso y pedregoso le daba ventaja a los
chiapanecas. Los exploradores españoles supieron advertirlo y se mantuvieron alerta
todo el tiempo. Las fuertes arremetidas asombraron a los conquistadores, sin embargo,
los enfrentamientos continuaron todo el día, hasta que, nuevamente, los chiapanecas
se replegaron a los montes y escaparon cruzando a nado un río. 42:949
El grupo de Luis Marín prosiguió su avance hasta llegar al río Grande (ahora conocido
como Grijalva). En la otra orilla, se encontraba Chiapan (hoy Chiapa de Corzo), que era
la ciudad más grande del señorío chiapaneca. Este señorío abarcaba el oeste del valle
del río Grande y colindaba con la región zoque y Los Altos. En ese lugar, las tropas de
Luis Marín encontraron un aliado inesperado. Durante la noche unos indios zoques de
Jaltepec (futura parcialidad de Quechula), cruzaron el río en cinco canoas y ofrecieron
ayudar a los españoles a cambio de que los liberasen de los chiapanecas, quienes los
tenían esclavizados. Dos indios zoques se quedaron con los españoles, mientras los
demás se regresaron a conseguir más canoas. Al amanecer volvieron con veinte
canoas y guiaron a los españoles a un vado donde el río no era muy profundo. Cuando
al fin pudieron llegar a la otra orilla, los españoles fueron nuevamente atacados por los
chiapanecas. Pero unos pueblos de esclavos de los chiapanecas se rebelaron y
atacaron a estos por detrás, uniendo sus fuerzas a las de los españoles. Así los
conquistadores lograron tomar Chiapan.
Según Díaz del Castillo, entraron por una parte de la ciudad donde las casas y
oratorios estaban muy cerca uno del otro. Por tanto, decidieron acampar fuera, en una
parte donde los chiapanecas no pudieran hacerles daño. Seguidamente, Luis
Marín envió a tres mensajeros, uno de ellos de Jaltepec, y a seis capitanes
chiapanecas que habían sido apresados, para exigirles su rendición: “que vengan luego
de paz, y se les perdonará lo pasado, y que, si no vienen, que los iremos a buscar y les
daremos mayor guerra que la pasada.”42:956 La respuesta de los chiapanecas fue la de
capitular. Enviaron un presente de oro y, según Bernal Díaz del Castillo, se disculparon
por haberles hecho la guerra. A cambio, Luis Marín ordenó a los auxiliares mexicas que
venían con ellos y a los indios zoques de Quechula que no hiciesen nada en contra de
los chiapanecas. Después de la capitulación de los chiapanecas, Marín mandó llamar a
todos los pueblos de la región para que “vengan de paz a dar obediencia a su
majestad.”42:956 Los primeros en acudir fueron Zinacantán, Copanaguastla, Pinola (hoy
villa Las Rosas), “Gueguistlán” (el actual Huixtán), Chamula y otros pueblos tsotsiles y
zoques, cuyos nombres no recordaba Bernal Díaz del Castillo.42:956
Las tropas de Luis Marín dejaron Chiapan y guiados por los zinacantecos se dirigieron
a Los Altos. El 29 de marzo de 1524, Diego Godoy y Francisco de Medina salieron con
un grupo de indios a explorar la provincia de Chamula. Al llegar al primer asentamiento,
lo encontraron despoblado. Al seguir avanzando, alcanzaron a ver un grupo de
chamulas armados. Diego de Godoy  envió a un indio de Zinacantán a parlamentar con
ellos. Su respuesta fue que “no querían venir, ni que fuésemos allá; que qué los
queríamos; que no volviésemos; sino, que allí estaban con sus armas apercibidos para
recebirnos.”47
El causante de la rebelión de los chamulas había sido Francisco de Medina.
Según Bernal Díaz del Castillo, Medina, acompañado de ocho indios mexicas, había
ido a Chamula a exigir tributo en oro, asegurando falsamente que Luis Marín lo había
exigido. Como las joyas que le habían entregado le habían parecido insuficientes,
había apresado a su cacique. Los chamulas, viendo su atrevimiento, habían intentado
sin éxito matarlo. Después de lo cual se habían alzado en armas, provocando que
también Huixtlán se rebelara.42:957
El 30 de marzo, las tropas de Luis Marín salieron a poner fin a la rebelión de chamulas
y huixtecos. Chamula se ubicaba en la cima de un cerro y se hallaba protegido por una
albarrada de piedras y una palizada. Después de una encarnizada lucha, los españoles
pudieron entrar al poblado, que los chamulas habían abandonado. Antes de retirarse,
habían colocado sus lanzas en la albarrada y en las puertas de las casas para que los
conquistadores pensasen que seguían defendiéndose. Las tropas españolas
acamparon en el valle de Jovel (en donde se ubica ahora San Cristóbal de Las Casas).
Ahí Luis Marín, como gesto de paz, ordenó liberar a algunos de los prisioneros que
habían hecho. Al siguiente día, los chamulas regresaron por los demás prisioneros y
juraron obediencia al rey de España, quedando nuevamente pacificados. Después de
ello, las tropas conquistadoras fueron a atacar Huixtán, que seguía rebelde. Tras una
nueva batalla, la escena de Chamula volvió a repetirse. Los españoles entraron a la
fortaleza de Huixtán, que había sido abandonada por sus habitantes. Lograron hacer
algunos prisioneros para obligar a los huixtecos a venir en son de paz, trayéndoles un
poco de oro y unas plumas de quetzal.42:962
Después de estas batallas, los conquistadores consideraron que no existían las
condiciones para fundar una villa y decidieron regresar a Espíritu Santo, pasando por
Los Cimatanes para castigar a los indios que habían matado a dos españoles. 47
El 11 de abril salieron de Zinacantán. En el camino cruzaron
por Tapilula, Solosuchiapa, Coyumelapa, Ixtapangajoya, Tecomajiaca y Teapa.47
Pasando los Cimatanes, en Talatupán (tal vez el actual Jalupa, Tabasco) sufrieron un
ataque sorpresa con flechas en el que resultaron heridos veinte soldados y muertos
dos caballos. Como no lograron que los indios se rindieran, los españoles decidieron
regresar a la villa de Espíritu Santo.42:966
A pesar de que las tropas de Luis Marín no fundaron ninguna villa en el actual territorio
de Chiapas, las regiones por las que incursionaron quedaron relativamente pacificadas.
En los años siguientes, varios españoles las atravesaron sin mayores contratiempos.
Los vecinos de Espíritu Santo iban periodicamente a cobrar tributos a los pueblos
zoques con lujo de violencia.45:98-99 y 128-129
Diego de Mazariegos y Pedro Portocarrero (1527-1528)[editar]

Diego de Mazariegos

Unos años después de la expedición de Luis Marín, dos grupos de conquistadores más
incursionaron en Chiapas. El primero, encabezado por Pedro Portocarrero, salió de
Santiago de los Caballeros el 22 de noviembre de 1527, por orden del teniente de
gobernador de Guatemala Jorge de Alvarado.45 El segundo dirigido por Diego de
Mazariegos, primo hermano del gobernador de la Nueva España Alonso de Estrada, de
la ciudad de México el 27 de noviembre de 1527 con el cargo de teniente de
gobernador de “las provincias de Chiapa y los Llanos de ellas”. 48 Ninguno de los dos
conquistadores tenía conocimiento de la campaña militar del otro. Las dos incursiones
tenían como objetivo pacificar la provincia de Chiapa y fundar una villa.Cada expedición
tomó rutas conocidas. La de Portocarrero siguió el camino que pasaba por
Huehuetenango, cruzó el río Grande de Chiapa en Aquespala y llegó hasta
Copanaguastla, para luego subir a los Llanos de Comitán. Ahí, Portocarrero fundó San
Cristóbal de los Llanos a principios de 1528. Gudrun Lenkersdorf sostiene que, a lo
largo de esta expedición, no hubo enfrentamientos de importancia: “Los habitantes
evitaron los grandes enfrentamientos frontales como resultado de las expediciones
sufridas”45:157La expedición de Mazariegos —quien iba acompañado de 80 españoles,
de su hijo menor Luis, de algunos esclavos negros y de un numeroso grupo de indios
auxiliares mexicanos— salió de la ciudad de México y atravesó Oaxaca. Tras vencer a
los zapotecas de Tehuantepec en Suchitepec, continuó el camino hasta Jiquipilas, en
donde los conquistadores fueron recibidos por unos zinacantecos que se habían
desplazado para darles la bienvenida.45:177 En febrero de 1528, Mazariegos y sus
hombres arribaron a Chiapan sin encontrar resistencia alguna y, muy cerca de esa
población, fundaron la Villa Real. Antes o después de esta fundación (los testimonios
no concuerdan en el momento), el teniente de gobernador fue informado de la
presencia de otros conquistadores en la región. Algunos eran encomenderos de la villa
del Espíritu Santo y otros, del grupo de Portocarrero. 45:178 Esto generó preocupación en
las tropas de Mazariegos. En el mes de marzo, Mazariegos fue a Huixtán para
encontrarse con Portocarrero.45:183En la reunión ambos conquistadores acordaron que
la decisión de quién tenía el derecho de conquistar Chiapa quedaría en manos de
Alonso de Estrada.45:184Después de ese encuentro y antes de que llegara la respuesta
de Estrada, Mazariegos decidió trasladar la Villa Real al valle de Jovel (o Hueyzacatlán,
por su nombre en náhuatl). Si bien la principal razón que dio fue que la región de
Chiapan era demasiado caliente, el objetivo era en realidad “quitarle a la Villa del
Espíritu Santo sus encomiendas en las tierras altas y juntarlas con los pueblos
controlados por San Cristóbal para formar la provincia de Chiapa.” 49:80 Así, el nuevo
asentamiento se erigió como una cuña entre San Cristóbal de los Llanos y la villa del
Espíritu Santo.45:186Algunas semanas después llegó la respuesta del gobernador
Estrada a favor de Mazariegos y mandando que Portocarrero despoblase la villa que
había fundado. El 9 de mayo de 1528, Mazariegos envió al alcalde de Villa Real Pedro
de Orozco a encontrarse con Portocarrero en Comitán, y este decidió acatar la orden
de Estrada.45:190 Algunos de los conquistadores que habían llegaron con Portocarrero
decidieron quedarse con Mazariegos con la esperanza de que este respetaría las
encomiendas que habían recibido.
Las rebeliones contra los conquistadores (1528-1533)[editar]
En agosto de 1528 Mazariegos sustituyó a gran parte de los anteriores encomenderos
en favor de sus parientes y allegados. Esto generó tensiones entre los nuevos señores
y los indios. Los españoles empezaron a exigirles a los naturales alimentos, leña y
zacate y que construyeran sus casas. Los pueblos se negaron a obedecer y se alzaron
en contra de los españoles.49:81
Villa Real comenzó a sufrir del desabasto y los conquistadores optaron por reprimir las
armas a la mano a los rebeldes. Al verse agredidos, “los indios decidieron abandonar
los poblados, se retiraron a los peñoles, escondieron a mujeres y niños en las cuevas y
se defendieron con gran valentía.” 49:34 Después de someter a unos indios apostados en
el peñol de Quezaltepeque, Mazariegos enfermó y se retiró a Copanaguastla. La región
seguiría sin pacificarse varios años más.
Cañón del Sumidero, Chiapas

Para el año de 1532, muchos pueblos seguían rebelados, entre ellos Chiapan. El nuevo
teniente de gobernador de Chiapa, Baltasar Guerra, logró someter a algunos pueblos
rebeldes con la ayuda de algunos indios amigos. Los chiapanecas rebeldes en vez de
enfrentarse a las tropas españolas optaron por refugiarse en un antiguo centro
ceremonial a orillas del Río Grande, pero, presionados por los españoles abandonaron
pronto el sitio y se escondieron en unas cuevas en lo alto del Cañón del Sumidero. 48:35-
36
 Ahí se produjo la primera de las batallas del Sumidero.
Al año siguiente, Baltasar Guerra emprendió una campaña para reconquistar la
provincia de Los Zoques. Después de pacificar a los pueblos de Ixtacomitán,
Comeapa, Solosuchiapa, Nicapa, Ostuacán, Coalpitán (rebautizado como Francisco
León en el siglo XX), Zozocolapa y Suchitepeque, regresó a Chiapan, renombrado
como Chiapa de los Indios.
Ese mismo año de 1533, Guerra impuso a los chiapanecas dos gobernadores indios.
“Estos dos señores recibieron el encargo de controlar la recaudación de los tributos y
de fomentar la conversión de sus súbditos a la religión católica.” 48:37 El nuevo
encomendero y los gobernadores indios obligaron a los chiapanecas a pagar tributos
excesivos y a trabajar en los lavaderos de oro cerca de Copanaguastla. A la sazón de
las nuevas exigencias, a finales del año de 1533, un grupo de chiapanecas se rebeló y
se refugió, al igual que la vez anterior, en el Cañón del Sumidero, en donde libraron
batalla hasta que no tuvieron más remedio que rendirse. Algunos de los capturados,
entre ellos el líder principal de nombre Sanguieme, fueron ajusticiados en la plaza de
Chiapa de los Indios.48:36-38
La conquista de la Selva Lacandona[editar]
Los españoles solo lograron conquistar la Selva Lacandona a finales del siglo XVII,
después de muchos intentos. En 1525, Pedro de Alvarado, para alcanzar a Cortés
quien se dirigía Las Hibueras (Honduras), atravesó la provincia del Lacandón. Sin
embargo, ante lo intrincado de sus serranías y lo caudaloso de sus ríos, decidió
regresar a Guatemala.44:48
En 1530, un grupo encabezado por Alonso Dávila —capitán del adelantado
de Yucatán, Francisco de Montejo— se adentró en la Selva Lacandona buscando un
camino que lo llevara a la provincia de Acalan. Sin proponérselo, se encontraron con la
laguna e islas de Lacam-Tum

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; a unas treinta leguas de Comitán. Después de saquear la isla, los conquistadores


abandonaron el área y no regresaron.44:48-55 Cinco años después, en 1535 por órdenes
de Pedro de Alvarado, el capitán Francisco Gil Zapata salió de Ciudad Real a pacificar
a la provincia de Los Zendales. Se internó en la selva y fundó una villa en el valle de
Tequepan-Pochutla (probablemente en el corazón de la selva). Desde ahí se dedicó a
atacar los asentamientos cercanos y a hacer esclavos a todos los indios que lograba
capturar. Al poco tiempo, el conquistador ordenó despoblar la villa y continuar el
camino hasta el río Usumacinta cerca de Tenosique.44:53-58
Siendo gobernador de Chiapas Francisco de Montejo, se llevó a cabo en 1542 una
nueva entrada al norte de Los Zendales, a cargo de Pedro de Solorzano. En esta se
logró someter a los pueblos de Tila, Petalcingo y Entena, despejando así el camino
hacia la selva.44:58-63
En un primer momento, los dominicos, llegados a Chiapas con fray Bartolomé de Las
Casas, intentaron por medios pacíficos que los indios de la selva reconociesen la
autoridad de la Corona española. Sin embargo, los repetidos ataques de pochutlas y
lacandones contra varios de los recién fundados pueblos de indios, los llevaron a
abandonar esa opción.44:64-76
En 1559 la Audiencia de Guatemala autorizó una nueva incursión a la selva, conocida
como la Guerra del Lacandón a cargo de tropas de la provincia de Chiapa y de
Guatemala. El contingente que partió de Ciudad Real estaba comandado por Gonzalo
de Ovalle, y contaba entre sus filas con 600 indios de Chiapa y 200 de Zinacantán.
Después de varios enfrentamientos, las tropas invasoras, gracias a la capacidad de los
indios de Chiapa, consiguieron conquistar el peñol de la isla de Lacam-Tum. Después
lanzaron una incursión en el pueblo de Topiltepeque. En ese lugar sufrieron una
emboscada que causó varios heridos,a pesar de lo cual tomaron el pueblo,
abandonado por sus habitantes, y lo destruyeron.. Las huestes comandadas por
Solórzano continuaron su camino hacia Pochutla. Lograron ocupar la isla en la que se
encontraba ese pueblo, pero una vez más, los indios se escabulleron por la selva. La
llegada de las lluvias y las deserciones de los indios auxiliares convencieron a los
mandos militares de dar por terminada la entrada a la selva y regresar a Ciudad Real. 44
:82-84
 Simultáneamente, otras tropas comandadas por el gobernador indio de Chamelco,
Juan Matalbatz, incursionaron desde la Verapaz. En esa campaña prácticamente
exterminaron a los acalaés e hicieron prisioneros a 150 lacandones. 44:85-89
Ninguna de esta campañas logró reducir a los pueblos rebeldes, menos aun
evangelizarlos. Esta empresa solo la consiguió el dominico fray Pedro Lorenzo de la
Nada. Este religioso había llegado a Ciudad Real en 1560 y había sido asignado al
convento de Santo Domingo. En 1563, decidió evangelizar pacificamente a los
pochutlas que habían vuelto a poblar la isla lacustre en la que habitaban. Acompañado
solo por unos diez indios amigos, logró llegar a la isla y fue recibido con amabilidad por
el cacique Chanaghoal. Solo necesitó tres días para convencer al cacique y a su
pueblo de irse a vivir a algún pueblo bajo el control de los frailes. En 1564, el cacique y
su gente se asentaron en Ocosingo.44:89
A pesar de los éxitos de la política de conquista pacífica de fray Pedro Lorenzo de la
Nada, quedaban todavía indios indómnitos en la selva. En 1586 Juan de Morales
organizó una campaña militar contra los lacandones. La tropa salió desde Ciudad Real
el 17 de febrero y llegó hasta la laguna de Lacam-Tum el 2 de marzo. Si bien logró
ocupar el poblado, los lacandones se escabulleron en la selva 44:98-99 y se dirigieron al río
Lacantún, en donde fundaron Sac-Bahlán. 50:338
En ese nuevo asentamiento los lacandones mantuvieron su libertad durante un siglo
hasta que fueron descubiertos por el franciscano Antonio Margil de Jesús en 1694. El
religioso no logró evangelizarlos pacíficamente. Solicitó entonces al presidente de la
Audiencia apoyo militar para someterlos. Se organizaron tres incursiones simultáneas:
desde la provincia de Chiapa, desde Huehuetenango y desde La Verapaz. “Sac-Bahlán
fue conquistado el Viernes de Dolores de 1695 por las tropas venidas
de Huehuetenango. Dos semanas después, fue ocupado también por el ejército de
Chiapa, encabezado por el presidente de la Audiencia de Guatemala y por fray Antonio
Margil."50:338
El pueblo fue rebautizado con el nombre de Nuestra Señora de los Dolores y se
estableció ahí una misión religiosa y una guarnición militar. Ya convertidos, los
lacandones fueron diezmados por las epidemias. En 1714 se retiró el presidio militar, y
los sobrevivientes terminaron sus días en el pueblo guatemalteco de Santa Catarina
Retalhuleu.50:338
La conquista espiritual y evangelización[editar]
La conquista espiritual o evangelización consolidó la presencia española en el Nuevo
Mundo. En Chiapas, fue llevada a cabo principalmente por los frailes de las órdenes
de Santo Domingo y San Francisco.
Vista de la ciudad de Chiapa de Corzo desde el cerro de San Sebastián

La evangelización comenzó en Chiapas con la llegada a Ciudad Real de fray Bartolomé


y de religiosos de la orden de Santo Domingo en 1545. Aunque fray Bartolomé de Las
Casas permaneció poco tiempo en Chiapa debido a los enfrentamientos que tuvo con
los encomenderos por la aplicación de las Leyes Nuevas, sus acompañantes los
dominicos emprendieron rápidamente la evangelización de los indios. Su primera
decisión consistió en establecerse en los principales poblados
indios: Chiapa, Zinacantán y Copanaguastla; y posteriormente en Tecpatán. Esto les
permitió dominar rápidamente las lenguas de mayor difusión: chiapaneca, tzotzil, tzeltal
y zoque.51
Entre 1549 y 1575, los dominicos procedieron a congregar a los habitantes de la
provincia de Chiapa en los llamados “pueblos de indios”. Cada pueblo recibió un
nombre, un santo patrón, tierras, una caja de comunidad y un cabildo para su
autogobierno. A diferencia de la Nueva España, estos pueblos de indios no respetaron
la organización político-territorial prehispánica. 52 Por ello, los pueblos de indios se
reducían a la cabecera y no tenían pueblos sujetos, con la única excepción de
Zinacantán.53
En 1575 llegaron a Ciudad Real los primeros frailes franciscanos a solicitud de los
encomenderos que querían limitar el poder de los dominicos, quienes se esforzaban
por disminuir las cargas que pesaban sobre los indios. Los franciscanos fundaron un
convento en Ciudad Real y tuvieron bajo su administración a los barrios de San Antonio
y de San Diego y al cercano pueblo de San Felipe. 54:147–207 También recibieron los
pueblos del valle de Huitiupán en donde fundaron la Guardianía de Huitiupán, cuya
cabecera se encontraba en Asunción Huitiupán.Si bien los curas seculares tuvieron
desde un inicio la administración de la gobernación del Soconusco, el primer pueblo
que recibieron en la provincia de Chiapa fue el de Palenque. Este pueblo había sido
fundado por fray Pedro Lorenzo de la Nada para congregar a los indios choles que
había logrado convencer de que salieran de la Selva Lacandona. Pero a la muerte del
fraile, los dominicos no quisieron hacerse cargo del pueblo y lo dejaron bajo el control
de los curas seculares. En 1584, los seculares recibieron de manos del obispo fray
Pedro de Feria los pueblos del valle de Jiquipilas y, en 1595, los pueblos cercanos a
Palenque: de Tila, Tumbalá y Petalcingo.
Para poder llevar a cabo la evangelización, los religiosos empezaron por convertir a los
caciques para que luego los indios del común siguieran el ejemplo de sus dirigentes.
En un inicio, para comunicarse con los indios, comenzaron usando intérpretes o incluso
recurrieron a la mímica.55Pero, rápidamente, se esforzaron por aprender las lenguas
locales. Para facilitar esta tarea a sus sucesores en las doctrinas, escribieron
diccionarios y confesionarios bilingües, gramáticas y sermonarios. 5657

Chiapas bajo el dominio español (siglos XVI a XIX) [editar]


Gobierno y estructura administrativa[editar]
En el caso del territorio chiapaneco y sus habitantes, el proceso de incorporación a
la Monarquía Hispánica cobró fuerza a mediados del siglo XVI. Este proceso estuvo
marcado por dos acontecimientos. La creación de la Audiencia de los
Confines (en 1543) que a partir de entonces funcionó como el tribunal de justicia más
importante para toda la región de la actual Centroamérica45 y la organizaron
del obispado por parte de los frailes dominicos en 1545, siendo fray Bartolomé de las
Casas su primer obispo.
La administración civil[editar]
Diferentes instancias conformaron la estructura del gobierno civil, siendo su máxima
autoridad el rey español y en seguida, para la particular administración de los reinos
americanos, el Consejo de Indias.  
La Audiencia de los Confines y la Capitanía General de Guatemala [editar]
Véanse también: Real Audiencia de Guatemala  y  Capitanía General de Guatemala.

La provincia de Chiapas y las jurisdicciones vecinales. Basado en mapa del Arte de contar tributarios, p. 16-17
A partir de 1543 la máxima autoridad en la provincia de Chiapa fue la Audiencia de los
Confines, cuyas primeras sedes fueron Comayagua y luego Gracias a Dios en 1544,
ambas ciudades de Honduras.5859 El Soconusco, en cambio, siguió dependiendo de la
Audiencia de México hasta 1556, año en que pasó a formar parte de la Audiencia de
los Confines, cuya sede se había trasladado a Santiago de los Caballeros de
Guatemala, en 1549.60 En 1564, la Audiencia de los Confines fue disuelta, y Chiapa
regresó a formar parte de la Audiencia de México.4 Con la restauración de la Audiencia
en la ciudad de Guatemala en 1570, la provincia de Chiapa y el Soconusco volvieron a
depender de ésta.
A pesar de pertenecer a una misma jurisdicción, la provincia de Chiapa y Soconusco
tuvieron organizaciones político-administrativas distintas. Cada una de estas estuvo
dividida informalmente en distintos partidos.6
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La alcaldía mayor de Chiapa

Véase también: Alcalde mayor

Entre 1520-1530 Chiapa formó parte del gobierno de la Nueva España. El entonces
gobernador de la Ciudad de México, Alonso de Estrada, nombró a Diego de
Mazariegos teniente para que administrara la zona, cargo que mantuvo
de 1527 a 1529. Dicho teniente fue reemplazado por Juan Enríquez de Guzmán,
alcalde mayor teniente de capitán general de Chiapa, que fue nombrado por su
pariente, Nuño de Guzmán, entonces presidente de la Audiencia de México.61 El
gobierno de Enríquez duró poco, ya que Pedro de Alvarado logró que el rey le
nombrara gobernador de Guatemala, incluyendo a Chiapa bajo su jurisdicción. A su
regreso de España (1530), Alvarado nombró a un teniente de gobernador para la
administración de esta región. El cabildo de Ciudad Real (ver adelante), después de
quejarse directamente con el monarca, logró que este prohibiera en 1535 la
designación de tenientes por parte de los gobernadores. Con esta orden la
administración de la provincia recayó por unos años en el gobierno municipal. 62 Sin
embargo, en 1539, un acuerdo entre Pedro de Alvarado y Francisco de
Montejo permitió a este último ser nombrado gobernador de Chiapa a cambio de ceder
al primero la provincia de Honduras
Los partidos de la provincia de Chiapas (siglo XVII). Basado en mapa del Arte de contar tributarios, p. 70.

En los años siguientes, en los que el asiento del juzgado superior (la audiencia) estaba
por definirse, surgió una discusión sobre la mejor forma en que la provincia de Chiapa
sería administrada. Para 1577 se determinó que sería gestionada por alcaldes mayores
(ya no habría un gobernador), subordinados a la autoridad de Guatemala. 63 Por un
breve periodo la facultad de nombrar al alcalde mayor recayó en el presidente de la
Audiencia guatemalteca. No obstante, a finales de esta década del siglo XVI,
comenzaron a nombrarse delegados reales para ocupar este cargo (el primero
fue Juan de Mesa Altamirano), los cuales eran electos por el Consejo de Indias a
intervalos de cuatro años. Pese a ser nombrados por el Consejo debían seguir
actuando como subordinados de la Audiencia y del capitán general de Guatemala.4
Esta situación provocó serios conflictos en el gobierno local, en la medida en que la
actuación de alcaldes mayores –nombrados por el Consejo– no siempre fue del agrado
de las autoridades que presidieron el tribunal (y viceversa). La inconformidad también
la expresaron los frailes dominicos, pues entraron en serias disputas legales con los
alcaldes, las cuales debieron resolverse en el juzgado de Santiago de Guatemala. 64
Chiapa estuvo dividida informalmente en distintas sub-regiones, normalmente referidas
como partidos.6 El primero de ellos correspondió al partido de Ciudad
Real (actualmente San Cristóbal de las Casas) y sus alrededores. Al Norte de ésta se
encontraba el partido de Coronas y Chinampas en las cimas montañosas. Al Noreste
de Ciudad Real el partido de Los Zendales se extendió hasta Palenque. El partido de
Los Zoques se ubicaba al noroeste y sus límites llegaban hasta la jurisdicción
de Tabasco. Dos sub-regiones hacían referencia a la administración religiosa que
prevaleció en esos espacios, a saber: la Guardianía de Huitiupán (al Norte de Coronas
y Chinampas) y el Priorato de Chiapa (al suroeste de Ciudad Real). Al Sureste de
Ciudad Real, el partido de Los Llanos se extendió hacia Guatemala. Por último, el
partido del Valle de Jiquipilas se encontraba en el extremo poniente y colindaba con la
provincia de Tehuantepec.
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La gobernación de Soconusco

Véanse también: Soconusco e  Historia del Soconusco.

Tras la Conquista, Hernán Cortés se adjudicó el control de esta provincia y, muy


particularmente, de su producción cacaotera. Sin embargo, a diferencia de Chiapa,
desde muy temprano (entre 1527-1529) la región del Soconusco pasó a tributar
directamente a la Corona. Sus autoridades (en principio un corregidor) pasaron a ser
electas por la Audiencia de México y su nombramiento recayó en el virrey de Nueva
España.6566 Después, en 1551 el cargo de corregidor fue sustituido por el de alcalde
mayor, y en 1556 la región quedó incorporada a la jurisdicción de la Audiencia de los
Confines. Cinco años más tarde su principal autoridad pasó a ser un gobernador, el
cual era designado por el rey de España. Durante el lustro en que la Audiencia de
Panamá estuvo en funciones, las apelaciones en Soconusco se redirigieron al juzgado
de México, pero con el establecimiento definitivo del tribunal guatemalteco en la ciudad
de Santiago de los Caballeros, la administración militar y fiscal volvió a recaer en
manos del presidente de la Audiencia de Guatemala. 65 Ahora bien, los constantes
cambios de adscripción jurisdiccional, la lejanía respecto al tribunal y particularmente
que la provincia fuera (en principio) un territorio directamente manejado por la Corona,
hicieron que, como en Chiapa, las diferencias entre las autoridades resultaran en una
administración llena de conflictos, siendo los más importantes aquellos entre obispos y
los gobernadores de la región.65 En Soconusco, sin embargo, los gobernadores
lograron concentrar mayores capacidades administrativas que sus homólogos (los
alcaldes mayores) en Chiapa.65
La división territorial en Soconusco fue menos fragmentada que aquella en Chiapa. Las
sub-regiones del territorio se limitaron a dos: el partido del Soconusco y el conocido
como el Despoblado, ambas entre los litorales del Pacífico y la Sierra Madre. El
primero correspondía a la zona previamente controlada por la Triple Alianza. El
segundo debe su nombre precisamente a su baja densidad demográfica, al menos
durante los siglos XVI y XVII.67
Gobierno local: cabildos y pueblos[editar]
Véanse también: Sociedad política indiana,  Pueblo de indios  y  Cabildo colonial.
Dentro de los distintos niveles de gobierno civil, aquel de menor escala correspondía a
los cabildos locales. Estos cuerpos se fundaban en las principales villas y ciudades de
cada provincia, sus miembros también tuvieron labores de gobierno, hacienda y
justicia. En el caso de la provincia de Chiapa, las primeras villas españolas de San
Cristóbal de los Llanos y Villa Real llegaron a tener su propio cabildo. Unos meses
después, ambas se reunieron en el asentamiento de la segunda en 1528. Cuando la
Villa Real obtuvo la categoría de ciudad en 1536, el cabildo de esta, ahora denominada
Ciudad Real, acrecentó su importancia.68 Rápidamente los encomenderos usaron este
cuerpo político para defender sus intereses, pero en pocos años encontraron oposición,
primero por parte del gobernador Montejo, luego de los frailes dominicos y, más
adelante, de los alcaldes mayores, que eran representantes directos de los intereses
monárquicos.69 El caso de Soconusco resalta por la ausencia de un cabildo español,
pues fue hasta 1813 cuando Tapachula y Tonalá alcanzaron el estatuto de villa.65
Previo al siglo XIX, el asiento del gobierno en la región cambió de lugar varias veces,
primero estuvo en Cacaluta y luego pasó a Huehuetlan en la cuarta década del XVI. A
finales del XVII el gobernador vivía en Escuintla, y solo a partir de 1794 la capital del
territorio estableció su asentamiento en Tapachula. 65
Después de que los dominicos congregaran a los naturales en pueblos de indios, se
dotó a éstos de un autogobierno: los cabildos o repúblicas de indios, que cada año
elegía a sus autoridades, por lo general dos alcaldes ordinarios, cuatro regidores y
distintos cargos menores.4 La política de congregación de indios fue implementada con
mayor firmeza en Chiapa.70 En cambio, en el Soconusco, en donde el cultivo
de cacao requería de una atención y cuidado casi permanente (por el riego o para
eliminar depredarores),7172 se permitió que muchos indios siguieran viviendo dispersos
cerca de sus cacaotales. No obstante, aquí también se crearon pueblos de indios con
sus respectivos cabildos.
Cambios en la segunda mitad del siglo XVIII[editar]
Véase también: Intendente

La organización política del territorio no sufrió cambios importantes hasta la segunda


mitad del siglo XVIII. En un primer momento, la provincia de Chiapa fue dividida en dos
alcaldías mayores en 1769, siendo la residencia de sus respectivos alcaldes los
asentamientos de Tuxtla y Ciudad Real, ambas autoridades subordinadas al capitán
general de Guatemala. El siguiente cambio se produjo en 1786 con la creación de la
Intendencia de Chiapa, la cual agrupó a las dos alcaldías referidas y a la gobernación
de Soconusco. A su vez, esta intendencia primero se subdividió en tres partidos (uno
por alcaldía y gobernación). No obstante, a principios del siglo XIX, el número de
partidos aumentó hasta un total de 12. Estos cambios buscaban mejorar el control del
territorio y su población, particularmente en cuanto a la organización y recaudación del
tributo pagado por los indios.7
Las alcaldías mayores de Ciudad Real y La intendencia de Chiapas (1786-1821). Los 12 partidos de la intendencia de Chiapas

Tuxtla (1769-1786). Basado en mapa del Arte Basado en mapa del Arte de contar en 1821. Basado en mapa del Arte de contar

de contar tributarios p. 138 tributarios p. 142 tributarios p. 143

La administración religiosa[editar]
La Iglesia tuvo un papel fundamental en la construcción de la sociedad colonial en
América. La cristianización de los indios constituía en efecto una condición
indispensable a la integración de los territorios americanos dentro de la Monarquía
hispánica. Para sostener este proceso de conversión religiosa de los indios, pero
también para darles la posibilidad de vivir como buenos cristianos, se procedió a la
creación de distintas unidades administrativo-religiosas. A la largo del tiempo, se fue
dibujando una geografía religiosa del territorio, reflejo de los proyectos de los diferentes
actores de la Iglesia que participaron en la administración espiritual de los indios de la
región. Estos actores eran las órdenes
religiosas (principalmente dominicos y franciscanos) y el clero secular.54:148
El obispado (o diócesis) de Chiapa y Soconusco[editar]
Véase también: Diócesis de San Cristóbal de las Casas
Firma de fray Bartolomé de las Casas

El obispado de Chiapas y Soconusco fue creado en el año 1539. Sin embargo, fue


solamente seis años después que fray Bartolomé de las Casas llegó a la sede
episcopal del obispado de Chiapas y Soconusco, para fungir como primer obispo de la
diócesis. La jurisdicción episcopal, negociada en Madrid por el obispo dominico antes
de su llegada a Chiapas, cubría un extenso territorio, conformado por la alcaldía mayor
de Chiapa, el Soconusco, Tabasco, Verapaz y Yucatán.
La diócesis conoció sin embargo reajustes de sus límites territoriales durante cincuenta
años, hasta adquirir su forma definitiva en el año 1592. Durante el resto de la época
colonial, el obispado abarcó los territorios de la provincia de Chiapa y de la gobernación
de Soconusco.73
El obispado de Chiapa y Soconusco fue sufragáneo del arzobispado de México durante
dos cientos años, hasta 1745, fecha de la elevación del diócesis de Guatemala al rango
de arzobispado, al cual fue adscrito desde entonces. 54:150-152
Prioratos, guardianías y beneficios[editar]
Los prioratos y las vicarías dominicas [editar]
Debido a la importancia de la orden dominica en la conquista espiritual de la región, los
frailes predicadores quedaron a cargo, durante casi toda la época colonial, de la
administración religiosa de una gran parte del territorio, que dividieron en distintos
prioratos y vicarías.
A cada priorato (o vicaría), le correspondían uno o varios pueblos, sobre los cuales el
prior o el vicario ejercían su autoridad, y un convento principal, en donde este residía.
Las vicarías consistían en un nivel administrativo y de autonomía inferior comparado al
priorato y estaban destinadas generalmente a transformarse con el tiempo en prioratos.
Los distintos prioratos o vicarías de la región fueron los siguientes:
Convento de Quechula (fachada)

 El priorato de Ciudad Real, fundado en 1546


en Zinacantán y trasladado a Ciudad Real en 1547
 El priorato de Copanaguastla, fundado en 1557,
trasladado a Socoltenango en 1629
 El priorato de Tecpatán, fundado en 1564 en la
provincia de Los Zoques
 El priorato de Chiapa de Indios, fundado en 1576
 El priorato de Comitán, fundado en 1576
 La vicaría de Chapultenango, fundada a finales del
siglo XVII
 La vicaría de Ocosingo
 La vicaría de Tapijulapa, fundada en 1679 (situada
en Tabasco pero que administraba algunos pueblos
del obispado de Chiapa y Soconusco)
Los prioratos o vicarías dominicos del territorio chiapaneco dependían de la provincia
de San Vicente de Chiapa y Guatemala de la orden de los predicadores, provincia
creada en el año 1551.
Varios elementos entraban en juego en la conformación de cada priorato: se buscaba
limitar el número de lenguas mesoamericanas que se hablaban en cada uno para
facilitar la evangelización de los indios, sin descartar otros factores más pragmático
como, por ejemplo, la calidad de las tierras, la cercanía con una sede de poder o con
puntos estratégicos para el comercio.54:156,161
Esta organización territorial de los prioratos dominicos cambió en el año 1705 por una
bula papal, que ordenaba la supresión de los conventos con menos de ocho religiosos.
Desaparecieron entonces los conventos de Socoltenango, Ocosingo, Chapultenango-
Tacotalpa, que fueron agregados respectivamente a los conventos de Comitán, de
Ciudad Real y Tecpatán.54 :157 Esta reconfiguración espacial conllevó consecuencias
importantes en la administración espiritual de la región al alejar los doctrineros de la
autoridad de sus superiores, los priores.
Las guardianías franciscanas [editar]

Convento de San Pedro de Huitiupán

Los franciscanos jugaron un papel menor en la administración espiritual de la región de


Chiapas. Disponían de dos guardianías (equivalente de los prioratos dominicos):

 El convento de San Antonio en Ciudad Real en


donde la orden franciscana estaba a cargo de dos
barrios de indios de la ciudad (San Diego y San
Antonio) y el pueblo de San Felipe, colindante a
Ciudad Real.
 La Guardianía de Huitiupan
Los franciscanos de Chiapas dependían de la provincia del Santísimo Nombre de
Jesús de Guatemala, que abarcaba el territorio que se extiende desde de Chiapas
hasta Nicaragua.54:149

Los beneficios seculares [editar]


El clero secular disponía al principio de pocos beneficios seculares en la región.
Estaban a cargo del cuidado espiritual del Soconusco, de Palenque y tres pueblos
cercanos (dos pueblos de habla chol –Tila y Túmbala- y un pueblo tzeltal –Petalcingo),
así como de los pueblos del valle de Jiquipilas. Estos beneficios fueron en su mayoría
cedidos por los frailes dominicos por estar ubicados en zonas pocas pobladas o en los
confines de la alcaldía mayor.54
Doctrinas y curatos[editar]
El territorio de la diócesis estaba también dividido en una serie de parroquias, llamadas
doctrinas, si estas se encontraban a cargo de las órdenes regulares, o curatos, si
pertenecían al clero secular.
La situación que prevalecía en los reinos americanos en la que los frailes
administraban parroquias en lugar del clero secular fue considerada con el tiempo
como una anomalía por la Corona española, por lo que se ordenó que las doctrinas se
volvieran curatos y que la labor de los frailes se limitara a la evangelización y a la vida
conventual. Este proceso se conoce como la secularización de las doctrinas.54
Sin embargo, si bien varios obispos intentaron actuar en acuerdo con esta política en la
diócesis de Chiapas y Soconusco, distintos factores frenaron estos impulsos
reformadores.54:170 Primero, el clero secular no podía cubrir todas las necesidades
pastorales del territorio. Por otra parte, el hecho que la mayoría de los clérigos no
hablaba ninguna lengua mesoamericana consistía en un argumento de mucho peso
para los frailes mendicantes, que desde la evangelización habían apostado en dar su
doctrina en las lenguas locales para facilitar la cristianización. Y finalmente a lo largo de
los años, los dominicos habían adquirido mucho poder social y económico y disponían
de muchos medios de presión para limitar la acción de los obispos en este sentido.
Fue solo a partir de la mitad del siglo XVIII que esta política secularizadora pudo
llevarse a cabo, con el ímpetu de los reformadores borbónicos. Los obispos fray José
Vital de Moctezuma (1754-1766) y de fray Juan Manuel García de Vargas y
Rivera (1770-1774) llevaron a cabo la secularización de varias doctrinas importantes. 54
:172
 Esta política provocó sin embargo muchos descontentos. En efecto, la falta de
conocimientos en lenguas mesoamericanas de parte de los curas creó un
distanciamiento entre los indios y sus pastores, y en consecuencia de la religión
cristiana.

Convento de la Merced de San Cristóbal de las Casas.

Otras órdenes religiosas estuvieron presentes de manera muy marginal en la alcaldía


mayor de Chiapa y se dedicaron principalmente a proporcionar servicios religiosos a los
españoles de Ciudad Real. Fue el caso de los mercedarios, que llegaron desde fechas
muy tempranas en la región. En el año 1537, se fundó el convento de nuestra Señora
de la Merced en Ciudad Real. El convento perteneció a la provincia de la Redención de
Cautivos de la Presentación de la orden mercedaria, basada en la ciudad de
Guatemala.74 Los jesuitas estuvieron también presentes en Ciudad Real a partir de la
segunda mitad del siglo XVII, en donde fundaron un colegio de la compañía de Jesús y
erigieron la iglesia de San Agustín. 7576
Economía y sociedad[editar]
La organización política del territorio chiapaneco estuvo acompañada por la explotación
de sus recursos naturales y de la población local que lo habitaba. Fueran
encomenderos, frailes, mercaderes o autoridades, todos buscaron obtener algún
beneficio de las nuevas posesiones ultramarinas. Por ello en esta sección se ofrece un
esbozo de las formas de explotación, un panorama demográfico del territorio y,
después, un recuento de las principales actividades económicas realizadas en ambas
provincias.
Formas de explotación[editar]
Véanse también: Encomienda,  Repartimiento  y  Hacienda colonial.
La política de congregaciones permitió concentrar la mano de obra indígena en pueblos
compactos, articulando así trabajo y producción. En este sentido, las congregaciones
fueron esenciales para el real erario, en la medida en que los ingresos pagados por los
indios como tributo siempre fueron de gran importancia para las arcas del rey
español.77 El tributo que debían cubrir los habitantes de los pueblos de indios consistió
en una cantidad de dinero y mercancías (incluyendo, pero sin limitarse a: maíz, mantas,
gallinas, frijol, etc). Desde 1560 comenzaron a elaborarse tasaciones y cálculos del
monto que cada pueblo debía pagar en función de su número de tributarios, sin
embargo, las cantidades y tipo de mercancías variaron según las posibilidades de cada
lugar.78 La participación de los indios en la fabricación de bienes estaba asegurada a
través de algunos métodos legales e ilegales; siendo estos últimos ampliamente
tolerados.
Por una parte estaban las encomiendas, a través de las cuales se recompensó a los
conquistadores (y sus sucesores) con el trabajo y tributo de los indios que le
fueron encomendados a cada uno. A cambio el encomendero debía garantizar la
evangelización y buen trato de los indios.79 Poco a poco la corona intentó reducir el
poder y los beneficios económicos de los encomenderos, limitando las veces en que se
podían heredar sus encomiendas (el número de "vidas" que tenían). Una vez que los
hijos (en otras ocasiones los nietos) de los encomenderos fallecieran, las encomiendas
serían restituidas al patrimonio de la Corona. 80 Por otra parte, con frecuencia se
asignaron “jueces de milpas” a los partidos, un cargo no reconocido por la Corona, pero
cuya función era aumentar la producción indígena para asegurar el sustento de los
asentamientos españoles.81
Otro método consistió en los distintos “repartimientos”. Una de estas prácticas consistió
en obligar a los indios a comprar las mercancías “repartidas” a crédito por los alcaldes
mayores. Del mismo modo, los alcaldes también repartían materias primas para la
confección de manufacturas de su interés, mismas que después recuperaban para su
comercialización y beneficio personal. Finalmente existió el repartimiento de dinero, el
cual consistía en un adelanto de dinero a cambio de que la próxima cosecha quedara
comprometida como forma de pago.82 Los repartimientos no siempre fueron forzosos,83
ya que los indios también tuvieron interés en obtener préstamos o un ingreso extra por
el excedente de una buena cosecha o por su trabajo, por lo que llegaron a participar de
forma activa en tales intercambios.84 Estos mecanismos sirvieron, por un lado, para que
los indios obtuviesen un sustento básico y, por otro, para que los españoles que los
gobernaban se hiciesen de textiles, tintes y cacao para su comercialización en el
mercado internacional.
Las haciendas fueron otra forma de explotación económica en Chiapas. Consistían en
unidades de producción agrícola o ganadera que dependían de mano de obra india y
en algunos casos de esclavos africanos.85 Las haciendas abarcaban grandes
extensiones de tierra que se obtenían por mercedes reales, compras, donaciones o
regularizando los predios obtenidos ilegalmente ante la Corona mediante un pago, por
medio de las llamadas "composiciones de tierras".
Por otra parte, aunque cada una llegó a concentrarse en algún bien particular (añil,
azúcar, ganado o cacao), su producción fue diversa con el fin de lograr cierta
autosuficiencia.86 Las haciendas se desarrollaron, principalmente, en ciertas regiones
de Chiapa: el partido de Los Llanos, la Rivera de Ixtacomitán, la gobernación del
Soconusco y en Los Cuxtepeques y la Frailesca.85 El desarrollo de las haciendas
durante el siglo XVIII las convirtió en importantes focos de concentración poblacional,
alcanzando un momento de esplendor a partir del último tercio de dicha centuria y
durante gran parte del siglo XIX. 85
Demografía[editar]
Un efecto indeseado de las congregaciones para la población fue facilitar la
propagación de las enfermedades traídas desde Europa: la viruela, el sarampión,
la malaria y la fiebre amarilla estuvieron entre los padecimientos más importantes que
mermaron la población india.87 El impacto demográfico causado por el proceso de
Conquista fue enorme. En términos generales, en Mesoamérica la población disminuyó
-aproximadamente- a un tercio de su total para finales del XVI y principios del XVII. 88 En
el obispado de Chiapas y Soconusco, un derrumbe de estas proporciones redujo el
total de la población a unos 80 mil individuos. 89 No obstante, la caída demográfica tuvo
variaciones en el espacio y en el tiempo. A diferencia de Nueva España, donde los
niveles de población comenzaron a recuperarse desde la primera mitad del XVII, la
tendencia a la baja en Chiapas continuó hasta el primer tercio del XVIII. 88 La
disminución de la población fue todavía más brutal en el Soconusco, en donde un 93%
de sus habitantes habían fallecido para 1570. 89
Las hambrunas también contribuyeron a la disminución de la población. Una serie de
malas cosechas comenzaron en 1691 y que se alargaron por 20 años.90 En esos años
se produjeron un motín y dos rebeliones, todas con repercusiones demográficas
importantes (ver más adelante)90 En cuanto a las plagas, la más importante fue
de chapulin(o langostas), durante los años de 1769 a 1771. Tanto la región de Chiapa
de Indios, como la cabecera de la recientemente fundada alcaldía de Tuxtla, vieron
gravemente mermada su población, pues perdieron al menos la mitad de sus
tributarios.91
Otro factor demográfico importante fue la movilidad de los indios. A pesar de la política
de congregaciones, el abandono (la “fuga” o “huida” de personas) de naturales de estos
pueblos fue constante, a pesar de los esfuerzos de las autoridades que veían con
recelo la disminución de los tributarios/trabajadores que estaban bajo su control. 92
Frente a las enfermedades y las excesivas cargas impositivas, los indios del territorio
chiapaneco no dudaron en cambiar su residencia momentánea o definitivamente. Todo
esto dificultó un recuento demográfico preciso de la provincia. En el último tercio del
siglo XVIII, las autoridades de la región redoblaron esfuerzos para solucionar el
problema que suponían estos asentamientos “informales”, fundando nuevos pueblos o
registrando en los padrones de tributarios a los indios que radicaban en los llamados
"parajes".92
El Camino Real desempeñó un papel muy importante en la organización
socioeconómica de la región, pero también en su demografía. Este camino fue la
principal vía de comunicación entre Nueva España y Guatemala. 93 Desde la ciudad de
Santiago hasta el Golfo de México, muchos pueblos de indios se ubicaron sobre dicho
camino, por el cual transitaban frailes, autoridades, noticias, órdenes reales y, claro
está, mercancías.94 El camino atravesaba el valle del Río Grande a lo largo de su rivera
norte. Conectaba las poblaciones de Aquespala, Escuintenango, Coapa,
Copanaguastla, San Bartolomé de los Llanos (ahora Venustiano Carranza), Ostuta,
Acala, Chiapa de Indios, Tuxtla, Osumacinta, Chicoasén, Copainalá, Tecpatán y
Quechula. En este último pueblo, los viajeros y mercancías se embarcaban en canoas
hasta llegar al Golfo de México.Este camino fue la principal vía de propagación de las
enfermedades que llegaron con la Conquista, coadyuvando así al descenso
poblacional.95
A partir del segundo tercio del siglo XVIII, la población comenzó recuperarse. Este
proceso se produjo de manera diferenciada en las distintas regiones de Chiapas. El
hecho de que el Camino Real atravesara el valle del Grijalva explica por qué esta
región fue, en un principio, la más poblada, pero también explica que se viera más
rápidamente afectada por las enfermedades, de manera que la disminución poblacional
se prolongó hasta finales de esa centuria. En cambio, en las zonas montañosas la
caída demográfica fue menos dramática y la población empezó a recuperarse más
pronto. Por ello, hacia el último tercio del siglo XVIII, la mayor parte de la población se
ubicaba en esas zonas.96 Esto trajo como consecuencia el progresivo abandono del
viejo Camino Real. En su lugar, el camino ascendió a las montañas, pasando
por Comitán, Teopisca, Ciudad Real, Zinacantán, San Gabriel (ahora El Palmar,
municipio de Chiapa de Corzo), Ixtapa, Chicoasén, donde conectaba con la región
Zoque.97 En la región de Los Zoques la caída demográfica comenzó a revertirse
ligeramente en el segundo tercio del XVIII, en buena medida gracias al desarrollo
cacaotero de la Rivera de Ixtacomitán.98
A partir de 1776 inició un crecimiento demográfico rápido y extenso. La región del valle
del Grijalva por fin comenzó a recuperarse, mientras que el continuo crecimiento en Los
Zendales se manifestó con la fundación de nuevos pueblos al norte o hacia la selva
Lacandona. Asimismo, el crecimiento también incluyó a la región de Los Zoques y
contribuyó a su crecimiento económico.99
Las principales actividades económicas[editar]
Se puede distinguir dos tipos de actividades económicas: las actividades orientadas
hacia un consumo local, destinadas principalmente a la subsistencia de las
poblaciones, y las actividades orientadas a la exportación. La integración de Chiapas a
la Monarquía hispánica significó en efecto la conexión de la región a un mercado
global, que procuró oportunidades para algunos agentes económicos.
Agricultura[editar]
El maíz, frijol y chile [editar]
El maíz, el frijol y el chile, parte esencial de la alimentación de las poblaciones
indígenas, fueron producidos durante la época colonial para el consumo local. Estos
productos de subsistencia se cultivaron en todas las zonas del actual Chiapas. Las
tierras fértiles o más productivas de la región se encontraban en el valle del Río
Grande.100101
Cacao [editar]
En la época colonial, uno de los productos más codiciados y apreciados por los
españoles fue el cacao. Producido desde la época prehispánica, se alentó su
producción para exportarlo a la Nueva España y Europa. 102103 Se producía en tres
regiones: el Soconusco, las tierras bajas de la región zoque y el valle del río Tulijá.
En la región del Soconusco, cuando llegaron los españoles, ya existía “un delicado
sistema de cultivo en las huertas de cacao”.104 En un primer momento, se respetaron
los múltiples asentamientos que organizaban la producción y su tradición de cultivo. 105
Si bien los indios no fueron despojados enseguida de sus plantaciones, los españoles
impusieron un monopolio de su comercio.106107 Las plantaciones de cacao del
Soconusco fueron durante toda la época colonial un polo de atracción para
trabajadores de otras regiones de Chiapas. Esta migración se debió a la falta de mano
de obra para suplir a las necesidades de la producción en estas tierras cálidas e
húmedas, propicias a la propagación de enfermedades. 108109
En la región zoque, la producción de cacao, ubicada principalmente en la Rivera de
Ixtacomitán, se volvió muy importante a partir del último tercio del siglo XVII. Existen
también testimonios de la explotación de cacaotales en el valle de Tulijá en Los
Zendales a partir de la segunda mitad del siglo XVII. 110111
La caña de azúcar [editar]
Los españoles introdujeron la producción de la caña de azúcar en la región.112 Los
dominicos, en particular, desarrollaron grandes haciendas azucareras. El cultivo intenso
de la caña se concentró en el valle del Río Grande y en las regiones de Ocosingo y
Comitán.113114
Ganado[editar]
Los españoles introdujeron reses, caballos y mulas en el Nuevo Mundo. En Chiapas,
las primeras estancias de ganado en la Depresión Central nacieron para transportar el
oro recogido en el Río Grande. Las haciendas ganaderas se multiplicaron
posteriormente a lo largo del camino Real, para alimentar a los viajeros y para
abastecerlos de bestias de carga.115116117118119
La ganadería se desarrolló también en otras regiones. Se puede mencionar por
ejemplo las estancias ganaderas en El Despoblado de la gobernación de Soconusco a
partir de 1560, la importancia de la producción porcina en Los Zendales o las
haciendas ganaderas dominicas de Ocosingo y Comitán. 120121122123 Al igual que para la
producción azucarera, los frailes predicadores tuvieron un papel importante en la
explotación ganadera de Chiapas.124
El ganado no fue solamente destinado al consumo local (alimentación o transporte). Se
vendían vacas, pero también caballos de gran calidad en la ciudad de México, Puebla y
Oaxaca.125119115
Colorantes: la grana cochinilla y el añil[editar]
Se recolectaba grana cochinilla silvestre, principalmente en las tierras frías de Los
Zoques.126127128 Aunque no era de primera calidad, se exportaba hacia España. Otra
tintas como el añil (o indigo) se producía sobre todo en el pueblo de Tonalá y en menor
medida en Comitán.129130131
Algodón, seda y mantas[editar]
Se cultivaba algodón en Los Zoques, Los Llanos, Los Zendales y la Guardianía de
Huitiupan. Por otra parte, la región de Tecpatán fue un lugar de recolección
de seda silvestre.132133134135121
A partir de estas materias primas, se producía mantas muy apreciadas como producto
de comercio por los españoles. Las mantas de Chiapas se vendían en regiones lejanas
como Guatemala, San Salvador, Honduras, Tehuantepec y Oaxaca o se exportaba
hacia la península ibérica.136137 En los documentos tributarios, se menciona diversas
calidades de manta: las mantas del Rey, de Ostuta, de los Zoques - todas estas
mantas de alta calidad- y las mantas de Quelenes, de los Zendales, más
económicas.138
Oro y ámbar[editar]
Con la llegada de los españoles, se encontró oro en el río Grande (especialmente en la
zona de Copanaguastla).139 La explotación duró algunos pocos años y se agotó
rápidamente a principios de la década de los años 1540. 140 El ámbar era otro producto
muy codiciado por los españoles. Se explotaron durante todo este periodo vetas de
ámbar en la Guardianía de Huitiupán y en Totolapa.141142
Resistencias[editar]
A lo largo de la época colonial, los indios mostraron reticencia en integrarse dentro de
las estructuras de poder de la Monarquía hispánica. Existían diversas formas de
resistencias, desde la huida en las montañas, la pervivencia de cultos de origen
prehispánico143 a escondidas hasta la rebelión violenta.
En Chiapas, el final del siglo XVII y los principios del siglo XVIII, se caracterizó por un
recrudecimiento de enfrentamientos entre poblaciones indias y las autoridades
españolas. El periodo conoció un motín y dos rebeliones en el transcurso de veinte
años.
Esta situación se debe, en parte, a una crisis agrícola, ligada a una larga temporada de
malas cosechas que asolaron las tierras americanas. La escasez, a veces el hambre y
la enfermedad, de estos tiempos volvieron los pagos de tributo a la Corona una fuerte
carga para los indios.144 Por otra parte, corresponde a un momento de vacío o debilidad
tanto del poder monárquico por la guerra de Sucesión española, como de las
instituciones locales de la región de Chiapas (en el caso de la rebelión de 1712).
Motín de Tuxtla (1693)[editar]
En 1693, los indios zoques de Tuxtla mostraron su descontento contra el gobernador
indio Pablo Hernández por sus maltratos en contra de la población. Se le acusaba,
junto con el teniente del alcalde mayor don Nicolás de Trejo, de haber embargado
bienes y dinero por la fuerza (entre otras cosas).145
Los indios zoques acudieron a la Audiencia de Guatemala para pedir la destitución del
gobernador. La demanda fue aceptada y se ordenó al alcalde mayor de Chiapas que
hiciera efectiva esa destitución. Pero, en vez de cumplir las órdenes de la Audiencia, el
alcalde mayor Manuel de Maisterra, en una visita a Tuxtla, ordenó que se instalaran las
horcas para atemorizar a los naturales y mandó a apresar a un indio. Molestos, los
indios de Tuxtla atacaron a pedradas al cabildo del pueblo y mataron tanto al alcalde
mayor, como al gobernador indio.146
Para castigar los actos de violencia y reprimir el motín, salió de Chiapa de Indios a
Tuxtla un grupo de 30 o 50 soldados españoles. El 19 de mayo, la tropa apresó a 69
indios zoques que enviaron a Chiapa de Indios bajo custodia. A mediados de junio, 21
reos, incluyendo 5 mujeres, fueron condenados a muerte y 48 reos se pusieron a
disposición de los dominicos guatemaltecos, quienes los llevaron a un trapiche
azucarero de la orden religiosa. 147
Rebelión de Lamadrid (1700-1701)[editar]
En 1700 y 1701, la Capitanía General de Guatemala sufrió una grave crisis política. La
Corona española envió al visitador Francisco Gómez de Lamadrid para hacer una
inspección general de la capitanía como respuesta a las quejas del presidente de la
Audiencia, Gabriel Sánchez de Berrospe, contra la compañía miliciana del barrio de
San Jerónimo, acusada de insubordinación y de alborotar la ciudad de Santiago
en 1697, y en contra de dos oidores: Pedro de Ozaeta y Bartolomé de Amézquita. 148 La
visita también tenía el objetivo de poner fin a los fraudes en el pago de impuestos
relativos a la explotación de la mina de oro en la Provincia de Honduras. 149 Desde su
llegada, el visitador empezó a intervenir en varios asuntos tanto civiles como
eclesiásticos y entró en conflicto con los dos oidores y con el presidente y capitán
general de Guatemala.150
El visitador fue expulsado del reino de Guatemala por la Audiencia. Pero, tras
permanecer unas semanas fuera de la jurisdicción guatemalteca, se refugió en el
Soconusco. El presidente de la Audiencia mandó sus tropas para apresarlo, pero el
visitador escribió a los pueblos para que se levantaran en armas contra el presidente y
el ejército de la Audiencia. Cuando llegaron las tropas de Guatemala a Soconusco para
combatir a los pueblos sublevados e intentar arrestar al visitador, este decidió huir a
Yucatán, buscando en Mérida el amparo del obispo de aquella diócesis. 151
Rebelión Zendal (1712)[editar]
Véase también: Rebelión de Los Zendales de 1712
Lienzo de la presentación de la Virgen en el templo en la iglesia de Cancúc, en memoria de la sumisión de los
indios rebeldes el día 21 de noviembre de 1712

La rebelión de los Zendales de 1712 fue un levantamiento en armas de los pueblos de


las provincias de Los Zendales, Coronas y Chinampas y la Guardianía de Huitiupan,
que tuvo lugar de agosto a finales de noviembre de ese año.
Se puede considerar a esta rebelión como un movimiento socio-religioso, ya que
estuvo envuelto de apariciones milagrosas y profecías, que estuvieron íntimamente
ligados al estallido de la revuelta. En efecto, en Cancuc, una joven india afirmó que le
había aparecido la Virgen para pedirle la construcción de una ermita, avisarle de la
muerte del rey y ordenarle la ejecución de todos los españoles. Los dirigentes de la
sublevación convocaron a todos los pueblos de la región a juntarse en Cancuc con sus
imágenes religiosas, lo que dio inicio a la rebelión. Los indios dejaron de pagar sus
tributos, ordenaron a sus propios sacerdotes y autoridades y tomaron las armas contra
el dominio español.152153
Los rebeldes atacaron los pueblos de Chilón y Ocosingo, en donde se había
concentrado la mayoría de los españoles, mestizos, mulatos y negros de la región, y
mataron ahí a muchos de ellos.154155 Sitiaron luego Huixtán y a las tropas españolas que
iban a combatirlos y estuvieron a punto de derrotarlas, de no ser por la llegada de
refuerzos compuestos principalmente de indios leales de Chiapa de Indios. 156157 Solo
meses después gracias a la llegada de tropas de Guatemala y Tabasco, las
autoridades españolas pudieron vencer a los indios sublevados, primero en Oxchuc y
finalmente en Cancuc el 21 de noviembre. 158159 Ahí, casi cuatro meses después del
principio del levantamiento, la sublevación fue derrotada. Muchos indios de Los
Zendales abandonaron sus casas para refugiarse en los montes, de tal forma que las
tropas españoles se tardaron varios meses en convencerlos de regresar a sus
pueblos.159
Las autoridades españolas castigaron a los sublevados con mucha dureza.
Destruyeron el pueblo de Cancuc, ejecutaron a más de cien dirigentes indios y
mandaron al exilio a muchos otros. De manera general, la revuelta y su represión
tuvieron consecuencias muy negativas para la región durante varias décadas. 159160

Chiapas durante el siglo XIX[editar]


Historia política[editar]
En buena medida, la historia del Chiapas decimonónico es la historia de los conflictos y
negociaciones de dos facciones políticas que se disputaron el control político y
económico del territorio. Por un lado, se encontraba la élite de San Cristóbal de Las
Casas (antes Ciudad Real), caracterizada por su conservadurismo político y
económico. Por otro lado, estaba la facción de los Valles Centrales —cuyo eje rector
fue la ciudad de Tuxtla—, cuya creciente importancia provenía de sus fincas
agroganaderas y que se identificó muy pronto con la corriente liberal a nivel nacional.
De esa manera, ambas facciones se aliaron con los grupos de poder del centro del país
y, en cierta forma, reprodujeron a escala regional —y con variantes importantes— los
conflictos políticos que se observaron a nivel nacional.
Esta interpretación de la historiagrafía tradicional está siendo revisada a partir de
nuevas investigaciones pero todavía es un modelo útil.
Independencia e incorporación a México (1821-1824)[editar]
Véase también: Federación de Chiapas a México
La Intendencia de Chiapas se mantuvo al margen del movimiento independentista de
la Nueva España. La declaración de independencia de la provincia respondió más a las
decisiones de los ayuntamientos ante el triunfo de los insurgentes en Nueva España.

Primera foja del Plan de Iguala.


Tras la ocupación de Oaxaca por parte del Ejército Trigarante, este invitó a Chiapas y
a Guatemala a adherirse al Plan de Iguala. El ayuntamiento de Comitán decidió
convocar a una junta formada por los ciudadanos prominentes de la ciudad, además
del cura párroco, los frailes dominicos y los empleados públicos, cuya resolución fue la
firma del acta de independencia de Comitán el 28 de agosto de 1821. La iniciativa de
los comitecos sirvió de ejemplo para otros ayuntamientos, de manera que el 3 de
septiembre el ayuntamiento de Ciudad Real proclamó su independencia. Un día
después, Tuxtla también declaró su adhesión al Plan de Iguala. 161
El consenso entre los ayuntamientos reflejó los intereses de un grupo conformado por
comerciantes, burócratas, terratenientes y clérigos que vio mayores beneficios al
anexarse a México. En primer lugar, buscó liberarse del dominio de la capital
guatemalteca y del monopolio de los comerciantes centroamericanos. En segundo, vio
con temor la posibilidad de que España cayera en manos de jacobinos, lo que podía
afectar seriamente sus privilegios.162 Finalmente, la provincia quedó incorporada a
México por decreto oficial el 15 de enero de 1822.
El Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide no solo incluyó a la provincia de Las
Chiapas, sino a todo la antigua Capitanía General de Guatemala. Pronto, aquel amplio
territorio se disgregó, pues la abdicación del emperador mexicano al trono provocó que
las provincias centroamericanas —ya de por sí descontentas— reconsideraron su
posición y llegaron a la conclusión de  que, más que beneficios, su unión a México les
acarreado onerosas cargas, tales como la manutención de un ejército de ocupación.
Así que, tras un congreso en el que se discutió tal situación, las provincias —con
excepción de Chiapas— se declararon independientes de México y conformaron
las Provincias Unidas del Centro de América, lo cual polarizó a los grupos de poder en
Chiapas, pues estaba en juego su incorporación a Centroamérica o a México. 163
Inmediatamente después de la caída de Iturbide, se instaló una junta con
representantes de los doce distritos de la provincia, la cual declaró la soberanía de
Chiapas para decidir su futuro político. México y Guatemala aceptaron dicho
pronunciamiento. Sin embargo, poco tiempo después el Congreso Mexicano envió
tropas dirigidas por el general Vicente Filisola con la orden de disolver la junta. Ello
generó un gran descontento, principalmente entre las élites de Tuxtla y Comitán. Como
respuesta a las presiones de México, el 2 de octubre de 1823 se firmó en Comitán
el Plan de Chiapas Libre.164 El plan no pretendía conformar una nación independiente,
antes bien reconocía que Chiapas no tenía los elementos necesarios para ello. De lo
que se trataba era de que ese territorio decidiera libremente su destino político. Ese
documento fue apoyado por los tuxtlecos más prominentes, representados por Joaquín
Miguel Gutiérrez. El movimiento se ganó las simpatías de la mayor parte de la provincia
y se inclinó cada vez más hacia la opción de la anexión a Guatemala. Ciudad Real, por
el contrario, se mantuvo firme en la causa pro-mexicana, probablemente porque
esperaba de esa situación mantener su autonomía administrativa, además de obtener
ventajas comerciales.165
Las diferencias entre ambos bandos se agravaron, a tal grado que Comitán y Tuxtla
conformaron un ejército que ocupó Ciudad Real. Para evitar un enfrentamiento, las
tropas mexicanas se replegaron hacia Tehuantepec. Todo parecía indicar que la
provincia quedaría finalmente integrada a Centroamérica, pero en 1824, cuando la
Junta Suprema tomó la decisión final, ocurrió un giro importante en la política regional;
Comitán —que había apoyado con ciertas reticencias a la unión con Centroamérica—
cambió radicalmente su postura tras las elecciones municipales en las que triunfó el
bando mexicanista.
En diciembre de 1823 la Junta convocó de nuevo a los representantes de los 12
partidos para decidir el futuro político de la provincia. Aprovechando la ausencia de los
representantes de Tuxtla e Ixtacomitán, los demás vocales modificaron la forma en que
se la decisión. Los representantes de cada partido debían consultar a los vecinos antes
de emitir su voto. El voto de cada representante se multiplicaría por el número de
habitantes de su partido (o de cada ayuntamiento en caso de que en un partido no
todos los ayuntamientos se hubiesen pronunciado en el mismo sentido). 166 El
ayuntamiento de Tapachula rechazó tal disposición, que favorecía los partidos más
poblados, como San Cristóbal y Comitán, y decretó la incorporación del Soconusco a la
república centroamericana.167
Dicho sistema de votación dio como resultado: 96,829 sufragios a favor de la anexión a
México frente a 60,400 por Centroamérica, más 15,724 “indiferentes”. De esa manera,
el 14 de septiembre de 1824 la Junta Suprema decretó la incorporación del estado de
Chiapas a la república mexicana. Hecho que conllevó a la disolución de las milicias
municipales y el fin de la autonomía de que había gozado la provincia. 168
La historia oficial ha interpretado ese sistema de votación como si se tratara de un
plebiscito, lo que supondría que todos los habitantes de Chiapas —incluyendo mujeres
y niños—habrían emitido su voto. En realidad, se trató de una decisión tomada de
acuerdo a las formas democráticas de la época que privilegiaban las elecciones
indirectas: los ciudadanos nombraban a sus representantes, quienes elegían luego a
las distintas autoridades.
Algunas interpretaciones que cuestionan la legalidad de este procedimiento, afirmando
que los padrones de población que se usaron en esa ocasión fueron inflados a favor de
los partidos mexicanistas.169 Sin embargo, investigaciones recientes han mostrado el
gran crecimiento demográfico que conocieron los
indígenas tseltales, tsotsiles y choles de las regiones montañosas a fines del periodo
colonial y la notable mejora de la administración para empadronarlos. 170
En resumen, la anexión de Chiapas a México respondió a una confluencia de intereses:
por un lado, el gobierno mexicano deseaba consolidar su frontera sur —entre otras
cosas, en vista de la posible construcción de un canal interoceánico en el Istmo de
Tehuantepec-. A su vez, las élites políticas de Los Altos consideraron más conveniente
unirse a México para mantener sus privilegios políticos y comerciales.
Tras un pacto de caballeros (es decir sin firmas de por medio), México y Guatemala
acordaron mantener la “neutralidad” del Soconusco hasta que alcanzaran un tratado de
límites. El Soconusco se mantuvo, así, en una situación indefinida y gozó de una
autonomía total por casi dos décadas.171 Sin embargo, en septiembre de 1842, el
presidente Antonio López de Santa Anna —aprovechando la crisis política por la que
atravesaba Centroamérica y alentado por las élites sancristobalenses, encabezadas
por Manuel Larráinzar— envió fuerzas armadas al Soconusco con el fin de ocuparlo. El
día 11 de ese mes el mismo Santa Anna proclamó el decreto de incorporación de ese
territorio a México.
La primera república (1824-1855) [editar]
Las diferencias entre los políticos de Ciudad Real —San Cristóbal desde 1829— y los
de Tuxtla continuaron durante el resto de la centuria. Los primeros buscaban mantener
el control que tenían sobre la amplia población indígena de Los Altos, además de estar
interesados en continuar ejerciendo su monopolio administrativo. Sus objetivos
coincidieron con los del clero regional, encabezados por sus obispos que radicaban en
San Cristóbal. De esa manera las élites políticas se aliaron con los gobiernos
centralistas del centro de la República y posteriormente se identificaron con los
conservadores. En cambio, las élites tuxtlecas, cuyas haciendas cobraron cada vez
mayor importancia, buscaron ampliar sus propiedades y tener un acceso libre a la
mano de obra indígena de Los Altos. 172

Joaquín Miguel Gutiérrez. Estatua ubicada en el Paseo de la Reforma.

Las primeras leyes agrarias en el estado se emitieron en 1826 y 1832. En ellas se


definió la extensión legal máxima de los ejidos de los pueblos, lo que dejaba el camino
libre para apropiarse de las tierras que se rebasaban los límites legales. Así, en teoría,
tanto las élites de Tuxtla como las de San Cristóbal obtendrían algún beneficio de estas
leyes: los finqueros de los Valles Centrales podían acrecentar sus tierras, en tanto que
a los alteños se les facilitaría utilizar a los indios desposeídos como fuerza de trabajo. 173
En 1831 ocupó la gubernatura el liberal Joaquín Miguel Gutiérrez —del que tomará el
apellido la ciudad de Tuxtla años más tarde— quien puso en marcha un proyecto para
instalar a funcionarios gubernamentales en todos los pueblos y así dejar depender de
los párrocos para poder llevar a cabo ciertas funciones administrativas. 174
En 1848 llegó a la gubernatura —gracias a los liberales— Fernando Nicolás
Maldonado. Durante su gobierno trató de conciliar las facciones en pugna, pero su
inclinación hacia la Iglesia católica provocó que el bando liberal le retirara su apoyo, por
lo que se vio obligado a renunciar en 1855, presionado por el Congreso. 175
La reforma liberal (1856-1863)
Maldonado fue reemplazado por el coronel de la Guardia Nacional y líder de los
terratenientes de los Valles Centrales, Ángel Albino Corzo, quien se encargó de aplicar
las leyes liberales —emitidas en el centro de México tras la Revolución de Ayutla— y,
posteriormente, vigiló el cumplimiento de los preceptos de la Constitución de 1857.176 El
interés de los terratenientes de los Valles Centrales estaba puesto en las ricas tierras
que la Iglesia poseía en aquella región, de tal manera que la desamortización de los
bienes eclesiásticos les brindó una valiosa oportunidad para adquirirlas. En contraste,
fueron pocos los sancristobalenses que se aprovecharon del proceso de
desamortización de los bienes de la Iglesia.177
La oposición a las Leyes de Reforma no se hizo esperar: Juan Ortega en Comitán y
José María Chacón en el Soconusco se levantaron en armas contra el gobierno de
Corzo. Este se vio en la necesidad de trasladar la capital a Chiapa en 1858.
Parcialmente derrotados por la Guardia Nacional, Ortega y Chacón retomaron la
ofensiva en 1859, pero tuvieron que replegarse a Guatemala en 1861, año en que
regresaron los poderes estatales a San Cristóbal.
Del Segundo Imperio al triunfo liberal (1863-1868) [editar]
En 1863, tras el establecimiento del Segundo Imperio en México, Juan Ortega lanzó el
Plan de Yalmus para desconocer al gobierno de Chiapas. Para ese entonces el ejército
chiapaneco se encontraba debilitado porque un año antes el gobierno había enviado un
destacamento de 550 hombres al centro del país, dirigidos por José Pantaleón
Domínguez, como apoyo contra la Intervención Francesa. Ortega se aprovechó de esa
situación y, con la ayuda del franciscano Víctor María Chanona, instaló un gobierno
conservador en San Cristóbal.178 Al año siguiente, con el regreso de las fuerzas
comandadas por Domínguez y con el apoyo de un batallón enviado por Porfirio Díaz,
los liberales retomaron la ciudad de San Cristóbal.
Tras la recuperación de San Cristóbal en 1864, el gobernador José Pantaleón
Domínguez intentó limitar el poder de las élites de esa ciudad. Para ello, maniobró con
el fin de que varios liberales obtuvieran cargos claves en Los Altos. La sede de los
poderes estatales se mantuvo en Tuxtla hasta 1872. 179
La “Guerra de Castas” (1868-1869)[editar]
Véase también: Rebelión Chamula de 1869
Los indígenas de Los Altos no se libraron de los efectos provocados por la guerra entre
facciones en Chiapas. Liberales y conservadores hicieron uso de la leva para engrosar
sus filas en momentos de crisis, lo que provocó que los mecanismos que contenían la
violencia en los pueblos se debilitaran. Hacia 1862-1863 se registraron hechos
violentos en Chamula. Uno de los disturbios se debió a los intentos del párroco por
movilizar al pueblo en favor del Imperio. 180
Tras el triunfo liberal, el gobernador Pantaleón Domínguez inició una campaña para
disminuir la influencia de las élites de Los Altos sobre las poblaciones indígenas. Las
autoridades liberales incitaron a los indígenas a no pagar las contribuciones religiosas,
y abolieron los cargos de mayordomo y alférez, quienes ayudaban a los curas a
recabar fondos en los pueblos indígenas.181 En resumidas cuentas, los liberales
fomentaron la práctica de la religión católica sin sacerdotes. Por su parte, los indígenas
—para quienes la presencia y manutención del párroco se había vuelto ya una pesada
carga— aprovecharon la oportunidad para liberarse del control religioso de la Iglesia. 182
A ello se le sumó la actitud del vicario de Chamula, Miguel Martínez, que incluso en ese
clima se atrevió a exigir las contribuciones de los indios de aquel pueblo y llegó a
recurrir a la coerción física para alcanzar sus fines.
En 1867, en Tzajalhemel (Chamula), nació un culto a unas “piedras parlantes”, por
medio de las cuáles los santos se dirigían a una india llamada Agustina Gómez
Checheb y a Pedro Díaz Cuzcat, fiscal de Chamula. 183 El culto llegó a ser tan exitoso
que se conformó un mercado regional indígena a su alrededor que atraía a indígenas
de una amplia zona de Los Altos, de manera que la ciudad de San Cristóbal vio
seriamente afectados sus intereses comerciales, a más que las rentas religiosas
disminuyeron sensiblemente.184

Fachada actual del templo de San Juan Bautista, Chamula, Chiapas.

El 13 de junio, el cura Martínez, acompañado de escoltas, acudió a Tzajalhemel para


tratar de convencer a los indios de abandonar el culto. En el lugar, logró que algunos
de los indios le entregaran las piedras parlantes, pero en el camino de regreso, fue
alcanzado por el participantes del culto y fue asesinado junto con sus acompañantes
ladinos.185 A partir de ese momento se produjeron algunas agresiones de indígenas
contra algunos ladinos en varios pueblos cercanos. Sin embargo, la violencia no se
generalizó. Al parecer, los chamulas descargaron su ira contra aquellos que
consideraban- habían sido culpables de las vejaciones sufridas. No obstante, en San
Cristóbal circuló la idea de que los indígenas pretendían acabar con los ladinos y con la
civilización. El periódico local La brújula alimentó la imagen de una guerra de castas.186
Posteriormente el gobernador —probablemente con la intención de desviar la atención
de las elecciones que acababa de perder— decidió movilizar a sus tropas. El 21 de
junio, al frente de 300 soldados, atacó a los chamulas apostados al norte y al oeste de
San Cristóbal —quienes no habían vuelto a mostrar ninguna actitud hostil. El saldo final
fue de 300 muertos, de los cuales 43 eran de las fuerzas del gobierno. El 30 de junio,
después de reunir más hombres, Domínguez llevó a cabo la ofensiva final. Con más de
1,000 hombres atacó Chamula, matando a más de 300 indígenas. Sus fuerzas en
cambio no reportaron ni una sola baja. 187 En las semanas que siguieron, el gobernador
inició una cruel persecución sobre el resto de los rebeldes, para la cual reclutó a
algunos indígenas de Mitontic, de Chenalhó, e incluso de Chamula.
A raíz de estos acontecimientos, los líderes de San Cristóbal y de Tuxtla acordaron
compartir el control de la mano de obra indígena. La oposición entre liberales y
conservadores en Chiapas se diluyó. Algunos políticos de Los Altos, incluso,
empezaron a comulgar con el liberalismo. Sin embargo, el conflicto por el control de la
mano de obra de los pueblos de los Altos no desapareció del todo. 188
La república restaurada (1869-1911) [editar]

Emilio Rabasa Estebanell

Algunos autores consideran que las tendencias modernizadoras impulsadas por el


régimen de Porfirio Díaz solo llegaron a Chiapas en 1892, año en que ocupó la
gubernatura Emilio Rabasa, quien inició una reforma administrativa y fiscal importante
además de centralizar el poder, el cual estaba fragmentado en diversos cacicazgos
regionales: Sebastián Escobar dominaba la región del Soconusco, Julián Grajales
controlaba la región de Chiapa de Corzo y Miguel Utrilla ejercía el control sobre Los
Altos.189 Sin embargo, desde principios de la década de 1880, los gobernadores del
estado se preocuparon por impulsar la educación, establecer un sistema penitenciario
moderno y transformar los hábitos y las conductas de la población.
Así, en 1881 se emitió un bando de policía y buen gobierno, 190 el cual pretendía normar
los comportamientos y dejar atrás conductas consideradas como perjudiciales para la
sociedad. En 1889 se decretó una ley de instrucción pública que retomó los preceptos
de la pedagogía moderna y ese mismo año se publicó un reglamento de cárceles. 191 En
las principales ciudades se realizaron obras de mejoramiento urbano, tales como
pavimentación de calles, introducción de alumbrado eléctrico y de sistemas de
abastecimiento de agua. Dichas obras tenían que ver con el mejoramiento de las
condiciones de salubridad pero también respondían a los ideales de progreso tan en
boga en ese momento.192
Tras un largo periodo de disputas entre los gobiernos de México y de Guatemala, en
1882 se firmó el Tratado de Límites entre ambos países. En esta negociación
desempeñó un papel de primera importancia el político mexicano Matías Romero.193
Con dicho acuerdo Chiapas obtuvo el territorio de la actual región Sierra —el cual pasó
a conformar el departamento de Mariscal—, y una porción de la Selva Lacandona. A
cambio México cedió a Guatemala una pequeña franja del Soconusco. No obstante, la
tensión entre los dos países se mantuvo hasta 1896, al grado que se llegó a temer una
confrontación militar en la frontera.194
Como ya se mencionó, Emilio Rabasa logró consolidar un gobierno fuerte e iniciar un
plan de desarrollo económico moderno. En ese sentido vio con buenos ojos la
floreciente economía de exportación de los Valles Centrales, cuyas élites resultaron
beneficiadas con algunas medidas, tales como la construcción y mejoramiento de
caminos. El carácter liberal de la administración rabasista pronto entró en conflicto con
la élite de San Cristóbal, por lo que el gobernador decidió trasladar los poderes a Tuxtla
Gutiérrez. De esa forma, a partir de 1892, aquella ciudad obtuvo el título de capital. 195
Emilio Rabasa dejó la gubernatura —y el estado— en 1896, sin embargo, promovió la
elección de gobernadores que, en términos generales, mantuvieron su política y
lograron la estabilidad del estado hasta 1911.
Economía[editar]
Uno de los principales motores de la economía chiapaneca durante el siglo XIX fue la
fuerza de trabajo aportada por la población indígena, especialmente la que se
encontraba en Los Altos. De esa forma, los grupos de poder se preocuparon por
controlarla. Desde el periodo colonial, el desarrollo de Ciudad Real se basó en el
trabajo de los indios. En el siglo XIX, los tsotsiles y tseltales de Los Altos
intercambiaban en la ciudad productos agrícolas por artículos de labranza y otros
objetos especializados elaborados por los artesanos de la ciudad. El aguardiente
desempeñó un papel importante en las transacciones comerciales entre los indígenas y
los comerciantes de San Cristóbal, pues ese producto se utilizaba para endeudar a los
primeros y apropiarse de sus mercancías.196
Por su parte, la creciente producción agroganadera de los Valles Centrales demandó
una importante mano de obra que solo los indígenas podían satisfacer. Dicha región se
caracterizó desde principios del siglo por sus prósperas haciendas productoras
de ganado, azúcar y maíz que exportaban a Guatemala y a diversas regiones de
México.197 Conforme avanzaba el siglo, el peso económico de los Valles Centrales fue
creciendo aún más con la producción de algodón, arroz, azúcar y café, destinados al
abasto de los mercados de México y del Atlántico Norte, hecho que le permitió
convertirse en la región económica más dinámica. 198
La necesidad de mano de obra de esta región, cuyo eje rector era la ciudad de Tuxtla,
mantuvo en constante conflicto a sus finqueros contra los políticos y terratenientes de
Los Altos. Sin embargo, entre 1870 y 1890, ambos grupos llegaron a un acuerdo: los
sancristobalenses mantuvieron el control de los indios pero permitieron que los de los
Valles Centrales se beneficiaran en cierta medida de esa fuerza de trabajo. 199
Durante ese periodo, se desarrolló otra zona económica de gran importancia: El
Soconusco. Las políticas de atracción de capital y población extranjeros y el alza en los
precios del café a nivel mundial propiciaron la llegada de empresarios alemanes
procedentes de Guatemala, quienes establecieron plantaciones de dicho producto en el
Soconusco. Para la década de 1890 existían 26 prósperas fincas cafetaleras en la
región, cuyos impuestos aportaron al gobierno estatal grandes cantidades de recursos
que lo fortalecieron y le permitieron la puesta en marcha del proyecto modernizador de
Rabasa.200 Al finalizar el siglo, los enganchadores se valieron del alcohol para endeudar
a los tsotsiles y reclutarlos como peones para las fincas cafetaleras de esa región.
En esos mismos años, el cultivo de cacao observó un auge notable en Pichucalco –al
norte del estado. Debido a su ubicación, los productores de aquella región lograron
establecer estrechas relaciones comerciales con Tabasco, lo que les permitía rivalizar
con los cafetaleros respecto a la aportación de ingresos al erario estatal. 201
Los impuestos fueron otra fuente importante de enriquecimiento para el tesoro del
estado. Para realizar el cobro de gravámenes destinados a los pueblos indígenas los
políticos de San Cristóbal realizaron un pacto con el clero, de manera que algunos
párrocos cumplían con la función de elaborar censos para calcular las contribuciones
fiscales.202 Buena parte del porcentaje del impuesto que debían pagar todos los
varones adultos —la capitación— provenían de la población indígena de Los Altos. 203
Las fincas[editar]
La ampliación de los mercados comerciales benefició a los terratenientes de los Valles
Centrales, de manera que desde los primeros años de vida independiente las fincas
(palabra centroamericana utilizada para denominar a las propiedades de agricultores-
rancheros) se convirtieron en la principal unidad económica de la región, la cual
abastecía de productos tales como algodón, azúcar, arroz y café a México, Guatemala
y al Atlántico Norte.
Durante las tres primeras décadas del siglo XIX, los gobiernos estatales fomentaron el
denuncio de tierras ejidales, lo que contribuyó al crecimiento del número de fincas en la
entidad. Tan solo en el centro y el sur de la Cuenca del Grijalva, para 1838 el número
de estas se había elevado de 50 a 167. Mientras tanto, los hacendados locales
aprovecharon para adueñarse de gran parte del valle. 204 Una vez ocupadas esas
tierras, los rancheros se desplazaron al sur y al noreste, a los departamentos de
Comitán, Chiapa y La Libertad, los cuales llegaron a tener 2,318 fincas rústicas a
finales del Porfiriato.205
Por su parte, la región de Pichucalco cobró importancia en la producción de cacao
desde los primeros años del Chiapas independiente. Para finales del siglo XIX, las
políticas de atracción de capital extranjero y las facilidades para la adquisición de
tierras con fines productivos acrecentó aún más la producción en esta zona. En 1890
había aproximadamente 2.5 millones de plantas de cacao en el departamento de
Pichucalco.
Las fincas cacaoteras en esa región estaban en manos, principalmente, de
empresarios españoles y mexicanos. La década de 1890 conoció un crecimiento
importante en el número de fincas: de 93 en 1896 pasaron a ser 270 en 1903. 206
Como en otras zonas de Chiapas, la producción de cacao en Pichucalco se basó en el
trabajo forzado de los indígenas, cuyos principales mecanismos fueron el reclutamiento
forzoso y el endeudamiento.207 Como muestra, en 1897 el departamento de Pichucalco
tenía 3,242 peones endeudados, tan solo en los registros oficiales.
Finalmente, la producción de café en el Soconusco cobró un auge sin precedentes
hacia finales de la centuria, de manera que la mayor concentración de fincas rurales en
el estado se encontraba en los departamentos de Soconusco con 19% del total, Tuxtla
con 16%, Pichucalco con 12% y Chiapa con 8%. 208
Demografía y sociedad[editar]
El siglo XIX chiapaneco estuvo marcado por importantes movimientos de la población.
El desarrollo de nuevas regiones productivas provocó grandes migraciones, ya fueran
temporales o permanentes. A la vez, el crecimiento demográfico fue considerable; en el
periodo 1778-1880 el número de habitantes pasó de 84,000 a 248,000. 209

Vendedora tzotzil de Los Altos de Chiapas.

En esa centuria, hacendados y campesinos colonizaron las tierras del fondo de los
valles intramontanos del Macizo Central, los de la Depresión Central y los de las
llanuras costeras que habían quedado despoblados debido a las epidemias, plagas y
hambrunas del periodo colonial. La llegada de mestizos —conocidos en Chiapas y
Guatemala como ladinos—a los pueblos indígenas y el debilitamiento del control
político sobre los mismos tras la independencia provocó la migración de muchos
indígenas a sus tierras de cultivo, formándose los llamados “parajes”. Otros se
convirtieron en mozos de las fincas (peones acasillados). 210
Se produjo también una importante migración de los indígenas de Los Altos hacia otras
regiones. Por ejemplo, se pobló el noroeste de las Llanuras de Palenque, con la
consiguiente fundación del pueblo de La Libertad en 1868. Los zoques migraron hacia
el norte y se emplearon en las plantaciones de cacao del departamento de Pichucalco,
en donde  se fundaron los pueblos de Tectuapán antes de 1829, Pueblo Juárez en
1861 y Reforma en 1883. Las fincas de Comitán se extendieron hacia la Selva
Lacandona, incorporando como peones acasillados a tzeltales y tojolabales. Por su
parte, las haciendas de los Valles Centrales atrajeron a un importante número de
campesinos: Los Cuxtepeques recibieron a indígenas de la región intermedia entre Los
Altos y los Valles Centrales, al igual que las fincas de la Frailesca, las cuales también
crecieron con población de la zona de Chiapa de Corzo, mientras que los Valles
de Jiquipilas y Cintalapa recibieron a habitantes de Ocozocoautla y, probablemente, del
oeste de la región zoque.211
A partir de 1880 el crecimiento poblacional se aceleró. De 258 mil habitantes con los
que contaba el estado en aquel año, pasó a tener un poco menos de 530 mil. Ello se
explica por el auge del café, principalmente en la región del Soconusco, cuya
producción atrajo a un importante número de migrantes de Guatemala y de Los Altos, a
lo que se sumó la demanda de mano de obra para la construcción del ferrocarril. Así
entonces, el Soconusco y la Sierra se convirtieron en focos de atracción de flujos
migratorios importantes, sin embargo, las corrientes migratorias mencionadas más
arriba no desparecieron.212
Otro dato demográfico importante es que, mientras que para 1778 los indígenas
representaban un 82% de la población, para 1862 habían disminuido a 63% y para
1900 a 33%.213 El proceso de ladinización (o desindianización) en Chiapas configuró
una geografía humana que, en buena medida, se mantiene hasta hoy. Las áreas
preponderantemente ladinas quedaron conformadas por las llanuras del Pacífico, los
llanos de Comitán, la mayor parte de los Valles Centrales y las dos Llanuras del Golfo,
en tanto que la población indígena se concentró en el Macizo Central. 214

Chiapas durante la revolución mexicana (1910-1940)[editar]


Los inicios de la Revolución en Chiapas (1910-1914)[editar]
El inicio de la revolución mexicana en tierras chiapanecas reactivó el enfrentamiento
entre las élites de San Cristóbal de las Casas y las de Tuxtla Gutiérrez. Para San
Cristóbal el traslado de la capital a Tuxtla, realizado por Emilio Rabasa en 1892, seguía
siendo un gran agravio.215 En mayo de 1911, a raíz de los Tratados de Ciudad
Juárez, Porfirio Díaz dejó la presidencia y abandonó el país. En Chiapas el
gobernador Ramón Rabasa abandonó el cargo, desencadenando una lucha política
entre los políticos porfiristas de Tuxtla y los declarados maderistas de San Cristóbal.
Estos últimos pensaban que la crisis nacional constituía una oportunidad para que los
poderes del estado regresaran nuevamente a su ciudad y así recobrar su influencia
política y económica.216
 Para todas las élites políticas de Chiapas, el llamado de Francisco I. Madero en 1911 a
constituir fuerzas políticas con el objetivo de participar en elecciones representó la
ocasión ideal para organizarse políticamente mediante la fundación de clubes
antirreleccionistas. Los grupos políticos de San Cristóbal exigieron la renuncia del
gobernador interino que sucedió a Rabasa y la abolición de la capitación (un impuesto
personal). Con esta última demanda buscaban atraer a los indígenas a su causa. Sin
embargo, no existía un consenso entre estos maderistas sancristobalenses sobre quien
debería ser su candidato para la gubernatura. 217
 También se fundaron clubes en otras partes del estado de Chiapas. Por mencionar
algunos ejemplos, los rabasistas de Tuxtla Gutiérrez, que habían controlado el estado
durante el Porfiriato, fundaron un club para impulsar la candidatura de Manuel de Trejo,
quien había sido nombrado gobernador interino a la salida de Ramón Rabasa. Otro de
los clubes, llamado “Soconusco”, se componía de ganaderos acaudalados de la ciudad
de Tapachula que estaban en contra de los productores de café. 218
Madero y Emilio Vázquez Gómez, quien se desempeñaba como ministro de
gobernación de Francisco León de la Barra (presidente interino a la salida de Díaz), se
preocuparon por la situación política chiapaneca. Madero y el partido antirreleccionista,
después de una reunión con la colonia chiapaneca residente en la ciudad de México,
resolvieron apoyar a Flavio Guillén, lo cual no fue bien recibido por los grupos
maderistas de Chiapas.219También se mostraron contrarios a este designación los
diputados estatales, quienes querían como gobernador interino a Reynaldo Gordillo
León.220
En este contexto de inestabilidad política y de pugna entre grupos locales, las élites de
San Cristóbal de Las Casas se declararon en rebelión el 3 de julio de 1911. Entre los
dirigentes de dicha rebelión se encontraban Juan Espinoza Torres, los hermanos
Antero y Carlos Ballinas, así como Alberto Pineda Ogarrio quien recibió, por parte de
los rebeldes, el grado de teniente coronel. Estos rebeldes tomaron las armas por
inconformidad ante la designación de Gordillo León y resolvieron proponer como
gobernador interino a Manuel Pineda como gobernador. 221
El gobernador interino Gordillo Léon creó, entonces, un grupo armado de voluntarios,
llamado, “Hijos de Tuxtla” para enfrentar a los sublevados. Sin embargo, Gordillo León
tuvo que renunciar el 5 de julio. A Gordillo le sucedió Policarpo Rueda, gobernador que
tampoco permaneció mucho tiempo en el cargo, ya que fue removido el 17 de
agosto.La situación se agravó, ya que los inconformes de San Cristóbal recurrieron a
un líder indígena chamula llamado Jacinto Pérez y apodado “El Pajarito” para que
apoyara con indígenas armados a las fuerzas militares de los sancristobalenses. A las
fuerzas de “El Pajarito” se unieron también unos indígenas de Soyaló al mando de Juan
González.222
Las fuerzas rebeldes lanzaron una ofensiva que duró una semana, en la cual lograron
tomar Ixtapa, Chicoasén, La Concordia, San
Bartolomé, Copainalá, Simojovel, Chiapilla, San Gabriel (ahora El Palmar, municipio
de Chiapa de Corzo), Solistahuacán y Chiapa de Corzo. Esta última ciudad retiró su
respaldo al gobierno del estado el 24 de septiembre. Sin embargo, la ocupación de
esas localidades no fue duradera. El 8 de octubre las fuerzas gubernamentales
retomaron Chiapa de Corzo y comenzaron una contraofensiva que se prolongó a lo
largo de cuatro días, en la cual los rebeldes de San Cristóbal perdieron las poblaciones
más importantes que habían ocupado. 223
El 13 de octubre se alcanzó un acuerdo entre los líderes sancristobalenses y los
tuxtlecos. Los rebeldes reconocieron al gobierno asentado en Tuxtla y entregaron dos
días después las armas. A cambio de esto, obtuvieron una amnistía para los
participantes en la rebelión. Posteriormente, se convocó a elecciones para elegir un
nuevo gobernador interino. Los principales candidatos fueron Reynaldo Gordillo y José
Antonio Rivera G. El resultado fue muy reñido.  Un mes después de haberse efectuado
las elecciones, el Congreso del Estado anuló las votaciones de Palenque y Chilón, con
lo cual le otorgó la victoria a Gordillo León, quien había recibido el respaldo de los
políticos tuxtlecos. Gordillo solo duró en funciones un mes y fue sustituido por Flavio
Guillén.224
Por su parte, los indígenas que participaron junto con los rebeldes de San Cristóbal no
recibieron alguna solución a sus demandas, que eran la abolición del sistema de
enganche de trabajadores para las fincas de café del Soconusco y la recuperación de
las tierras que les habían quitado los ladinos. Además, muchos de los indígenas que
fueron hechos prisioneros durante la revuelta fueron desorejados. 225
  Flavio Guillén fue visto inicialmente como una figura ligada a los políticos rabasistas;
sin embargo actuó de forma conciliadora. Durante su gubernatura  impulsó la creación
de partidos para encausar las demandas políticas de los distintos grupos del estado. En
Tuxtla se formó el Partido Liberal Chiapaneco, que reunió a los grupos de las tierras
bajas con intereses comerciales y agrícolas. Por su parte, en San Cristóbal se fundó el
Partido Popular Chiapaneco, que tenía como bandera política regresar la sede del
gobierno del estado a San Cristóbal. Esa política conciliadora de Guillén se manifestó
también en las elecciones de 1912 en las que se renovó la legislatura local y se
eligieron los diputados y senadores federales. El gobernador se mantuvo al margen de
los comicios y no favoreció a ninguna de las fuerzas políticas. 226
Flavio Guillén tomó varias medidas laborales para mejorar la situación de los
campesinos e indígenas. En diciembre de 1912 expidió una ley laboral en la que se
prohibía que los empleadores acumularan deudas de sus trabajadores por más de un
año, así como que las deudas se heredaran de padres a hijos. También se establecía
una jornada laboral máxima de diez horas diarias y se pedía a los patrones asegurar a
sus trabajadores frente a alguna incapacidad para trabajar. 227 Aunque se expidieron
esas leyes, el sistema de enganche para las fincas de café permaneció casi igual que
antes de la rebelión de 1911.228
 En los municipios indígenas, los ladinos siguieron controlando los ayuntamientos,
desde los cuales vigilaban que los indígenas enganchados cumplieran con sus
contratos y desquitaran con su trabajo el anticipo que se les había dado. En fincas los
propietarios continuaron endeudando a los mozos (peones acasillados) para que
tuvieran que permanecer trabajando ahí. Sin embargo, en Chamula el control de los
ladinos sobre el ayuntamiento disminuyó. Los puestos en el ayuntamiento
constitucional pasaron a ser ocupados por los indígenas monolingües de más edad que
habían desempeñado cargos tradicionales. Aunque, el enganche forzoso ya no
practicaba, los chamulas seguían dependiendo del trabajo en las fincas cafetaleras y
en las tierras bajas para asegurar su subsistencia. 229
 El gobierno de Guillén terminó con el derrocamiento de Madero en febrero de 1913,
cuando Gordillo León, quien lo sustituía provisionalmente mientras viajaba a la Ciudad
de México, apoyo el golpe de Estado de Victoriano Huerta. Este designó como
gobernador de Chiapas al general Bernardo A.Z. Palafox, militar que recibió el apoyo
de las élites políticas de San Cristóbal. En cambio, otros grupos se levantaron en
armas a favor de las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza., dando lugar
en varias regiones del estado a algunos enfrentamientos entre los constitucionalistas y
las fuerzas armadas simpatizantes de Huerta. 230
Huerta fue derrotado militarmente por el ejército constitucionalista en 1914. En
Chiapas, Palafox fue removido de la gubernatura. El 14 de septiembre de ese año,
llegó a Chiapas, al frente de la 21ª división, el general Jesús Agustín Castro,
comisionado por Venustiano Carranza para hacerse cargo de la gubernatura. Castro
entró rápidamente en conflicto con las élites políticas chiapanecas. Al poco tiempo de
su llegada, disolvió el Congreso del Estado y el Tribunal Superior de Justicia. El 14 de
diciembre de ese año aprobó una ley que limitaba fuertemente las actividades de la
Iglesia, al prohibir la confesión, legalizar el divorcio, clausurar conventos y reducir la
celebración de misas a una vez por semana. También confiscó las propiedades del
antiguo obispo de San Cristóbal, Francisco Orozco y Jiménez.231
En octubre de 1914, aprobó la denominada Ley de Obreros, que también fue conocida
como Ley de Liberación de Mozos. En ella se prohibía el peonaje por deudas y el
enganche, y se cancelaban las adeudos de los trabajadores en las tiendas de raya.
También se fijaba una jornada de diez horas para los trabajadores, se fijaban salarios
mínimos y se establecían seguros por accidentes o  discapacidad, además se
estipulaba que los propietarios rurales debían establecer escuelas para los hijos de sus
trabajadores.232
 Las tropas de Castro entraron en conflicto con la población civil. Capturaron y fusilaron
a exfuncionarios y a antiguos líderes políticos, como fue el caso de Jacinto Pérez,
quien fue arrestado y fusilado en octubre de 1914. 233Los habitantes de las tierras bajas,
principalmente, decidieron tomar nuevamente las armas en contra del gobierno
de Jesús Agustín Castro. Ello dio inicio la rebelión mapache.
La rebelión de los mapaches (1914-1920)[editar]
El dos de diciembre de 1914 se reunieron 40 finqueros a orillas del río Canguí,
(municipio de Chiapa de Corzo), y acordaron levantarse en armas en contra de las
tropas constitucionalistas. Según ellos, la división carrancista al mando de Jesús
Agustín Castro era un “ejército invasor”, que cometía múltiples abusos contra la
población civil. Además, estos finqueros se oponían a la Ley de Liberación de Mozos. 234
Los alzados eligieron como líder militar a Tiburcio Fernández Ruiz, quien era un joven
finquero. Los líderes de estos rebeldes eran, principalmente, propietarios de la
Frailesca y Los Cuxtepeques, regiones relativamente marginales. En cambio, los
propietarios y los comerciantes de Tuxtla se mantuvieron fieles a Castro. A los
finqueros rebeldes se les unieron otros rancheros de las tierras bajas junto con
vaqueros, caporales, peones locales, jornaleros y exmilitares. 235Este grupo recibió el
mote de “mapaches” en virtud de que se desplazaban por la noche y comían maíz
crudo que arrancaban de las milpas por las que atravesaban. 236
 En 1914, con la caída de Huerta, los grupos revolucionarios se dividieron.
Los villistas y zapatistas, que se adhirieron a la Convención de Aguascalientes, se
enfrentaron a las fuerzas constitucionalistas de Carranza. En ese contexto, los
mapaches se declararon villistas, al tener como enemigo común a las autoridades
carrancistas.
 Los mapaches lograron conseguir apoyos más allá del territorio que controlaban. Así,
en la región de Comitán muchos finqueros se aliaron con ellos. En 1916, Alberto
Pineda de San Cristóbal, al frente de la “Brigada Las Casas”, se adhirió a su causa,
aunque conservando un gran margen de autonomía,. Pineda operó en los
departamentos de Las Casas, Chilón, Palenque y Simojovel. 237
En noviembre de 1916, incursionaron a territorio chiapaneco Félix Díaz y Juan Andrew
Almazán, quienes fueron acogidos por los mapaches. En mayo de 1916, los zapatistas
comandados por Rafael Cal y Mayor, quienes habían llegado a Chiapas apenas un
mes antes, entablaron pláticas con los mapaches para actuar de forma conjunta, pues
ambas fuerzas se asumían como convencionalistas. Sin embargo,  la unión entre
mapaches y zapatistas no llegó a darse porque Cal y Mayor comenzó a repartir tierras
de las haciendas entre los campesinos, política contraria a los intereses de los
finqueros mapachistas. La ruptura se hizo visible en agosto de 1916 al producirse
choques armados entre las tropas de Tiburcio Fernández y las de Rafael Cal y
Mayor.238
Los mapaches desarrollaron una técnica de guerrilla, realizando combates cortos y
rápidos y huyendo posteriormente sin entablar una batalla frontal contra las fuerzas
comandadas por Castro. A diferencia de los carrancistas, los mapaches tenían arraigo
popular, por lo cual recibían ayuda de finqueros y rancheros, tanto en dinero,
combatientes o suministros, lo que les permitió mantener su lucha en contra de las
autoridades carrancistas por cuatro años.
En 1916, los mapaches hicieron un esfuerzo por unificar sus fuerzas militares.
Fernández Ruiz acordó con el líder mapache de Comitán, Tirso Castañón, formar un
gobierno rebelde, en el que Castañón se desempeñaba como gobernador provisional,
mientras que el mando militar lo mantuvo Fernández Ruiz al ser nombrado como jefe
de operaciones de la Brigada Libre de Chiapas.
Por su parte, las fuerzas carrancistas no siempre optaron por las armas para derrotar a
los mapaches. En septiembre de 1916, el gobernador Pablo Villanueva entabló
negociaciones con los rebeldes, estableciendo una “Junta Pacifista”, la cual no logró su
propósito239
Carranza, después de haber ocupado la presidencia de México, designó en julio de
1917 al general Salvador Alvarado como jefe de operaciones del sureste. Este
estableció su cuartel en Tabasco y desde ahí envió al general Alejo González a
Chiapas a mediados de 1917. Alvarado se trasladó a Chiapas a mediados de marzo de
1918, acompañado de 2,500 efectivos. Alvarado recurrió a la táctica de concentrar a la
población rural en los pueblos para privar de apoyos a los mapaches. Éstos
respondieron evitando toda confrontación directa con el ejército de Carranza y
refugiándose en la serranía. Los enfrentamientos entre mapaches y carrancistas fueron
escasos a lo largo de 1918, aunque en 1919 continuaban las escaramuzas que
dejaban ver la resistencia que aún podían ofrecer los mapaches. 240
En el año de 1920 se produjo la ruptura entre Álvaro Obregón y Venustiano Carranza.
Obregón y sus partidarios se levantaron en armas por medio del Plan de Agua Prieta.
Este conflicto terminó con el asesinato de Carranza en mayo de 1920. Posteriormente
se convocó a elecciones donde Obregón resultó ganador, llegando a la presidencia en
diciembre de ese año.241
En Chiapas durante marzo y abril de 1919, se acordó un alto al fuego entre el ejército y
los rebeldes. Fernández Ruiz inició negociaciones con el ejército constitucionalista que
finalmente frutificaron cuando se adhirió a la rebelión de Agua Prieta, al negociar su
adhesión con el general Albino Lacunza, quien se encontraba al frente de la guarnición
de Villaflores. Así, Fernández se incorporó al bando ganador en 1920. Al aliarse con
Lacunza y con Obregón, Fernández quedó en una muy buena posición política. Tomó
la capital de Chiapas el 27 de mayo de 1920, siendo designado como jefe de
operaciones militares. Más tarde, en diciembre, cuando tomó posesión Obregón, el
colegio electoral lo declaró gobernador constitucional.
Una vez que Fernández fue designado gobernador llegó a un acuerdo con Cal y Mayor,
así como con Pineda, para que dejaran las armas. Este último fue nombrado jefe de
operaciones en Tabasco, mientras que Cal y Mayor recibió un cargo dentro de la
burocracia agraria.242De esa forma terminó la fase armada de la Revolución en
Chiapas.
El gobierno de Tiburcio Fernández (1920-1924)[editar]
Tiburcio Fernández tomó posesión de la gobernatura de Chiapas en diciembre de
1920. A grandes rasgos su mandato se caracterizó por no aplicar las reformas agraria y
laboral que habían sido promulgadas por la constitución de 1917. Uno de los medios
para lograr ese objetivo fue no asignar recursos para los inspectores que vigilaban la
puesta en práctica de ambas legislaciones.243
En 1921 la legislatura estatal aprobó una ley que definía como “pequeña propiedad” las
extensiones de tierra menores a 8,000 hectáreas, por lo cual no podían ser objeto del
reparto agrario.  Los propietarios que tenían predios mayores a ese límite tenían la
posibilidad de decidir cuáles hectáreas querían conservar y podían vender el
excedente. A esta ley se agregaron otras que, de igual manera, pusieron trabas al
reparto de tierra. Una de ellas autorizaba de nuevo las tiendas de raya y el peonaje
acasillado, no teniendo estos últimos trabajadores derecho a recibir tierras. 244
Tiburcio Fernández integró su gobierno únicamente con mapaches rebeldes, lo que lo
enemistó con las élites políticas chiapanecas. Otro factor de descontento fue haber
descuidado a los Altos y a la región de Pichucalco.
 El Partido Socialista Chiapaneco, opositor al gobierno de Tiburcio Fernández, se creó
el 13 de enero de 1920, en Motozintla. Dicho partido se expandió al Soconusco,
enarbolando demandas de carácter laboral, lo que le permitió ganar simpatías entre los
trabajadores estacionales de las fincas cafetaleras. 245
En 1921, el dirigente de ese partido, Ricardo Alfonso Paniagua, estableció una alianza
con el general Carlos A. Vidal, quien tenía fincas en Pichucalco, y que desempeñaba
un cargo en el Ministerio de Defensa. Ello le permitió a Paniagua fortalecer su trabajo
sindical entre los cafetaleros del Soconusco. Para 1924, en el contexto de la rebelión
delahuertista, el Partido Socialista Chiapaneco se colocó del lado de Obregón, quien
les otorgó su apoyo para las elecciones locales de julio de ese año. El Partido
Socialista defendió la candidatura de Carlos A. Vidal en contra del candidato de
Tiburcio, Luis Ramírez Corzo.
La legislatura local, bajo el control de Fernández, desconoció los resultados de 58
distritos de un total de 62, lo que provocó un grave conflicto poselectoral. Los
partidarios de Vidal crearon su propio congreso local. Cuando Plutarco Elías
Calles tomó posesión de la presidencia en diciembre de 1924, nombró a César
Córdova como gobernador interino para que convocara a elecciones municipales en
abril de 1925 y para gobernador en mayo de ese año. Vidal resultó ganador en estas
últimas y tomo posesión el 20 de mayo de 1925. 246
El gobierno de Carlos A. Vidal (1925-1927)
Las acciones de gobierno de Vidal estuvieron encaminadas a impulsar el reparto
agrario, a reorganizar el sistema fiscal y a crear oficinas para regular la contratación de
trabajadores para las fincas. Una de sus medidas consistió en cobrar impuestos a los
finqueros por el transporte en ferrocarril del café. También expidió leyes para regular el
trabajo, entre las que se encuentran las que establecieron la Junta Central de
Conciliación y Arbitraje, las Juntas Municipales de Conciliación, las Comisiones
Especiales del Salario Mínimo y las Oficinas Investigadoras de Contratos en Comitán,
San Cristóbal y Motozintla. Además promulgó una nueva legislación laboral en 1927,
que tenía como objetivo que los contratos de trabajo fueran colectivos y se firmaran
entre el patrón y el sindicato de los trabajadores. Además las nuevas leyes laborales
prohibían la sustitución de trabajadores en huelga. 247
En agosto de 1927 Vidal se separó de la gubernatura para apoyar la campaña
presidencial de Francisco R. Serrano, quien se oponía a la reelección de Álvaro
Obregón e impulsaba su propia candidatura, Carlos Vidal, antes de dejar el cargo,
nombró como gobernador interino a su hermano Luis. Francisco Serrano, junto con otro
aspirante a la presidencia, Arnulfo R. Gómez, planeó una rebelión en contra de Calles.
Esa conjura fue descubierta, y el 3 de octubre de 1924 los principales cabecillas fueron
arrestados en Cuernavaca. Calles ordenó asesinarlos en Huitzilac. Entre los fusilados
se encontraba Carlos A. Vidal. En Chiapas, el gobernador interino, Luis Vidal, y el
presidente de la Cámara de Diputados local, Ricardo Alfonso Paniagua, fueron
depuestos de sus cargos y luego fusilados. Con ello, el Partido Socialista Chiapaneco
recibió un duro golpe que lo llevó a replegarse momentáneamente. 248
El gobierno de Raymundo Enríquez (1928-1932)[editar]
Después del fusilamiento de Luis Vidal y Ricardo Alfonso Paniagua, se nombró como
gobernador interino a Federico Martínez Rojas, quien era presidente municipal de San
Cristóbal. En marzo de 1928, con la venia de Calles, fue remplazado por Amador
Coutiño, quien preparó el camino para el triunfo del ingeniero agrónomo Raymundo
Enríquez, el cual había lanzado su candidatura a gobernador en enero de ese año.
Raymundo Enríquez ganó las elecciones; aunque los otros contendientes, Luis C.
García y Rafael Cal y Mayor, desconocieron el resultado y crearon sus propios
congresos locales. Sin embargo, el indefectible apoyo de Calles permitió que Enríquez
pudiera tomar posesión de la gubernatura el 1 de diciembre de 1928. 249
Durante su gobierno, se resolvieron 113 solicitudes de tierra que permitieron el reparto
de 171,889 hectáreas de tierra. Sin embargo, esta política agrarista no afectó las fincas
de café ni las haciendas de los mapaches de La Frailesca y de los Altos. 250 Raymundo
Enríquez apoyó la formación en marzo de 1931 de la Confederación Campesina y
Obrera de Chiapas. Para resolver los conflictos entre trabajadores y patrones, creó el
Departamento de Trabajo, Defensa Proletaria y Bienestar Social, que, entre otras de
sus funciones, asesoraba a los campesinos en sus demandas agrarias y supervisaba
los contratos colectivos de trabajo.
Enríquez mantuvo relaciones conflictivas con la Iglesia católica. Respaldó las medidas
anticlericales de Calles y mandó clausurar iglesias y limitar el número de sacerdotes a
ocho: cinco de la Iglesia católica, uno evangélico y los restantes miembros de la Iglesia
ortodoxa. Así, un único cura tenía que administrar una zona enorme, que comprendía
San Cristóbal y los municipios tsotsiles y tseltales. En San Cristóbal, se permitió el
toque de campanas solo  tres veces al día.251
El gobierno de Victórico Grajales (1932-1936)[editar]
Los conflictos entre la iglesia y el gobierno se agravaron todavía más durante el
gobierno de Victórico Grajales. Grajales llegó a la gubernatura en 1932, apoyado por
Plutarco Elías Calles durante el llamado “Maximato”. Algunas de las medidas que
Grajales tomó fueron la construcción de carreteras, el apoyo a la educación socialista,
que desde su perspectiva tenía como finalidad la desfanatización de la población, la
creación de instituciones para apoyar a los indígenas y la implementación de una
campaña antialcohólica.252Durante su gestión se construyó la carretera que va de
Tuxtla Gutiérrez a Arriaga, con la finalidad de unir el centro de Chiapas con la red
ferroviaria del Soconusco.
Las políticas gubernamentales de Grajales que rápidamente chocaron con la iglesia
fueron la educación socialista y la campaña de desfanatización.Grajales redujo el
número de ministros religiosos autorizados en Chiapas a cuatro y cambió el nombre de
los pueblos que hacían referencia a algún santo o a alguna advocación de la Virgen. En
enero de 1934 limitó el número de sacerdotes a tan solo uno para todo el territorio de
Chiapas. En octubre de 1934, ordenó la expulsión del obispo y de todos los sacerdotes,
a excepción de un padre cismático, quien dejó los hábitos a finales de ese año.
En el otoño de 1934, el gobierno promovió las quemas públicas de imágenes religiosas
y de ornamentos religiosos en ciudades como Tuxtla, San Cristóbal, Comitán
y Tapachula. En algunas poblaciones como Cintalapa, Coapilla, Zinacantán o en
Chamula, los habitantes se opusieron a estas acciones, escondieron a sus santos en
cuevas y, en algunos casos, se organizaron para repeler a los llamados
“quemasantos”.253
En 1935 Grajales reformó el código agrario estatal de 1921 en conformidad de la ley
agraria federal de 1933. En esa reforma legislativa, se establecía como límites para la
propiedad privada 150 hectáreas en el caso de tierra irrigada, mientras que en terreno
montañoso la extensión máxima era de 5,000 hectáreas, al igual que para los cultivos
de caña de azúcar, café y cacao.254
El triunfo de Lázaro Cárdenas en las elecciones presidenciales de 1934 modificó el
panorama político en Chiapas. Los roces entre el nuevo presidente y Grajales no
tardaron en producirse. A pesar de ello, Cárdenas decidió mantener a Grajales a la
cabeza del estado de Chiapas hasta el término de su mandato, mientras encontraba a
un político confiable con quien reemplazarlo. Finalmente, le otorgó su respaldo a Efraín
Gutiérrez como candidato a gobernador en las elecciones de 1936.
El gobierno de Efraín Gutiérrez (1936-1940)[editar]
Para alcanzar el triunfo de Efraín Gutiérrez, los cardenistas consiguieron primero el
apoyo del PNR estatal, nombrando a personajes de filiación cardenista en la dirección
del partido y en el comité estatal. Además, buscaron el voto de los católicos, al
mostrarse más tolerantes con la Iglesia que Grajales. Finalmente, obtuvieron la
confianza de muchos indígenas, que constituían un sector muy importante de la
población. En esta última tarea, desempeñó un papel de primera importancia Erasto
Urbina, un oficial de migración que hablaba tzotzil y tzeltal.
Tras el triunfo de Efraín Gutiérrez, Urbina fue nombrado jefe del Departamento de
Protección Indígena, institución desde la cual formó el Sindicato de Trabajadores
Indígenas a finales de 1936. Dicho sindicato se hizo cargo de negociar las
contrataciones de los indígenas de los Altos para trabajar en las fincas de café del
Soconusco.255]Urbina logró, también, reemplazar a los secretarios ladinos que
controlaban los municipios indígenas por jóvenes tsotsiles y tseltales bilingües y
alfabetizados, muchos de los cuales habían participado con él en los comités
electorales que impulsaron la candidatura de Gutiérrez. Algunos de estos jóvenes
siguieron controlando los municipios de Los Altos después de la década de 1940, al
desplazar del poder local también a los ancianos monolingües y al actuar como
intermediarios entre las comunidades y las agencias gubernamentales. El poder de
estos intermediarios bilingües se consolidó cuando, el 1 de enero de 1939, el
Departamento de Protección Indígenas anunció que solo trataría con presidentes
municipales bilingües.256
Efraín Gutiérrez repartió tierras en Los Altos y en el Soconusco. En esta última región
el reparto comenzó en marzo de 1939, al expropiar tierras a poderosos finqueros. Uno
de los que más hectáreas perdió fue Enrique Braun: cerca de la mitad de las 7,988
hectáreas repartidas en marzo le habían pertenecido a él. En 1940, el gobierno de
Gutiérrez expropió tierras de las fincas no solo del Soconusco sino también de la región
de Motozintla.257
Demografía[editar]
Durante el periodo de 1910 a 1940, la población de Chiapas conoció un crecimiento
importante, con la única excepción de la década de 1910. Ese año, el estado contaba
con un total de 438,843 habitantes.258Como resultado de los enfrentamientos armados
y, sobre todo, de la epidemia de la gripe española, ese número se redujjo a 421,744
habitantes.259Para el año de 1940, la población se había recuperado y alcanzaba la
cifra de 679,885 habitantes. Durante todo el periodo el porcentaje de hablantes de
alguna lengua indígena se mantuvo en torno a la tercera parte del total. 260
Economía[editar]
La economía de Chiapas, después de la revolución y durante las primeras cuatro
décadas del siglo XX, tuvo como actividades principales: la ganadería, el cultivo de café
y de cacao. En 1940 Chiapas se criaba el 3.66% del ganado vacuno nacional; el 4.79%
del equino; el 4.55% del ovino 4.55%; el 7.80% del el porcino y el 7.39% de las aves de
corral.261
Las principales zonas ganaderas de Chiapas eran: para el ganado porcino, las Llanuras
del Golfo y el valle del Grijalva; para el ganado ovino Los Altos; para el vacuno, La
Frailesca, Cintalapa y Jiquipilas. También se criaba este último tipo de ganado en Los
Cuxtepeques, Venustiano Carranza (antes San Bartolomé de Los Llanos), La Trinitaria
(antes Zapaluta); Comitán, Ocosingo; Palenque, Playas de Catazajá y Salto de Agua. 262
 En el caso del cacao, las dos zonas productoras más importantes eran la parte sureste
del Soconusco y la zona zoque. Se ha contabilizado que después de la lucha armada la
producción de esta semilla decayó, pasando de 1,500 toneladas entre 1920 a 1925 a
menos de 1,000 en el periodo de 1930 a 1933. La producción se recuperó después
hasta alcanzar un total de 5,675 toneladas en 1943. 263
 El café, por su parte, se producía principalmente en el Soconusco, Los Altos y la
Selva.  La producción en Chiapas durante el periodo de 1909-1910 alcanzó una
producción de 120 000 quintales. Se llegó a un nivel máximo en 1914-1915 de 177 000
quintales, a pesar de las luchas. En el periodo de 1919-1920 la producción se redujo a
130 000 quintales. Pero entre 1929-1930, volvió a aumentar hasta alcanzar los 298,000
quintales. Desde inicios del siglo XX, Chiapas se mantuvo en el segundo lugar nacional
en cuanto a la producción de café. En 1925 produjo el 30% del total nacional. 264

Chiapas posrevolucionario, 1940-1994[editar]


Entre 1940 y 1994, el estado de Chiapas tuvo 14 gobernadores, de los cuales nueve
fueron elegidos mediante el voto en urnas y el resto fungieron como gobernadores
interinos nombrados tras la renuncia de su antecesor. Todos ellos militaron en las filas
de un mismo partido: el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) que en 1946 se
convirtió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La selección de los personajes que ocuparon la gubernatura durante estos años se
hizo con base en criterios que fueron cambiando a lo largo de los años. Así, entre 1940
y 1964, se optó por dar el cargo a jóvenes políticos chiapanecos egresados de alguna
licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México y vinculados a la
dirigencia nacional del partido.
Por otro lado, en la década de 1970, el PRI prefirió llevar a la gubernatura del estado a
militantes que gozaran de buen prestigio entre la sociedad debido a sus actividades
académicas o a su trayectoria en la administración pública. Esto se hizo con la finalidad
de mejorar la imagen del gobierno ante la sociedad en el marco de la política populista
del presidente Luis Echeverría.
Durante los años ochenta, las guerras civiles que afectaban Centroamérica hicieron
que el partido optara por llevar a la gubernatura del estado a un militar, con la finalidad
de reforzar la seguridad en la frontera con Guatemala. Por último, a finales de esa
década, se buscó que el gobierno estatal estuviera encabezado por políticos que
simpatizaran con el nuevo modelo económico de tipo neoliberal que comenzaba a
aplicarse en el país.
El gobierno de Rafael Pascacio Gamboa (1940-1944)[editar]
Médico de profesión egresado de la UNAM y adscrito a los grupos políticos
encabezados por Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán Valdez, Rafael Pascacio
Gamboa fue designado candidato del PRM a la gubernatura de Chiapas por el periodo
de 1940 a 1944 y posteriormente logró la victoria en los comicios realizados en 1940. 265
Durante su gobierno se inició un plan de renovación de la imagen urbana de Tuxtla
Gutiérrez, que consistió en la construcción de edificios de gobierno, escuelas,
hospitales, vialidades y parques públicos. Asimismo, llevó a cabo la edificación de
obras en otros municipios del estado, especialmente en San Cristóbal de Las Casas y
Tapachula.
Por otro lado, el gobierno de Rafael Pascacio Gamboa marcó el comienzo de la etapa
más álgida del reparto agrario en Chiapas. Así, si bien entre 1930 y 1940, se
entregaron 290 354 hectáreas, de 1940 a 1949 se repartieron 468140 hectáreas. 266
Los gobiernos de Juan María Esponda, César Augusto Lara Ramos
y Francisco J. Grajales (1944-1952)[editar]
Juan María Esponda, quien también fue candidato del PRM, ganó los comicios y
asumió la gubernatura de Chiapas en 1944. Esponda pertenecía al grupo político del
gobernador saliente Rafael Pascasio Gamboa; sin embargo su gobierno únicamente
duró dos años, pues una crisis política desatada por la baja votación que sus
candidatos tuvieron en las elecciones intermedias de 1946, lo obligó a dejar el cargo.
En su lugar fue nombrado César Augusto Lara Ramos como gobernador interino, quien
no poseía una trayectoria política destacada. De hecho, la presión de los diversos
grupos políticos que conformaban el PRI en Chiapas logró su remoción del cargo en
1950. De este forma, el ingeniero Francisco J. Grajales, militar de carrera y nieto del
exgobernador Victórico Grajales, fue designado gobernador interino.
El gobierno de Efraín Aranda Osorio (1952-1958)[editar]
Gracias a sus vínculos con el presidente Miguel Alemán Valdez, Efraín Aranda Osorio
fue designado candidato del PRI al gobierno de Chiapas para el periodo de 1952-1958,
obtenido el triunfo en las elecciones de 1952.
Aunque su sexenio, a diferencia del de sus antecesores, transcurrió con calma, al final
de este se enfrentó a los grupos políticos del PRI nacional encabezados por Adolfo
López Mateos, quien sería candidato a la presidencia, ya que le impidieron participar en
la designación de su sucesor.267
El gobierno de Samuel León Brindis (1958-1964)[editar]
Luego de un disputado proceso interno, Samuel León Brindis fue designado candidato
del PRI al gobierno de Chiapas para el periodo de 1958 y 1964, obteniendo la victoria
en los comicios de 1958. Los críticos a su gobierno indicaron que la administración de
Samuel León Brindis transcurrió sin pena ni gloria, pues este no atendió las
necesidades básicas de la entidad pero tampoco se suscitaron conflictos sociales y
políticos como había ocurrido en las administraciones anteriores.
El gobierno de José Castillo Tielemans (1964-1970)[editar]
Postulado por el PRI, José Castillo Tielemans resultó ganador de las elecciones para la
gubernatura del estado para el periodo 1964-1970. Al igual que la mayor parte de sus
antecesores, Tielemans había egresado de la UNAM y hecho carrera en la
administración pública federal aprovechando los vínculos que construyó con diversos
dirigentes del PRI.
A diferencia de su antecesor, Tielemans puso en marcha nuevos planes de
infraestructura en las principales ciudades del estado, que consistieron en la
construcción de edificios de gobierno, mercados, escuelas, vialidades y parques
públicos. Asimismo, inició con los trabajos para la fundación de la Universidad de
Chiapas, la cual se inauguró finalmente cuatro años después de la finalización de su
gobierno.
El gobierno de Manuel Velasco Suárez (1970-1976)[editar]
Médico de profesión y con una reconocida trayectoria como neurocirujano, Manuel
Velasco Suárez fue nombrado candidato a gobernador por el PRI para contender en las
elecciones de 1970.268
La designación de Velasco obedeció a la nueva política que el PRI seguía para la
selección de sus candidatos. Así, tras la crisis que había representado el movimiento
estudiantil de 1968, buscaba a personajes que gozaran de gran prestigio social gracias
a sus trayectorias personales o académicas, aunque estos tuvieran poca o nula
experiencia en la administración pública.269
Aunque la llegada de Velasco Suárez molestó a algunos miembros de la élite política
chiapaneca, quienes hubieran preferido que el candidato hubiera sido Juan Sabines
Gutiérrez, el nuevo gobernador logró conciliar los ánimos de sus detractores.
Durante su gobierno se terminó la construcción de la presa La Angostura y se inició la
construcción de la de Chicoasén, al tiempo que fue publicada una nueva constitución
política del estado en 1973 y creó la Universidad de Chiapas en 1974. 270
El gobierno de Jorge de la Vega Domínguez (1976-1977)[editar]
En 1976, el priista Jorge de la Vega Domínguez ganó las elecciones para la
gubernatura de Chiapas para el periodo de 1976-1982. Domínguez pertenecía a una
nueva generación de políticos chiapanecos que había logrado establecer buenas
relaciones con la dirigencia nacional del PRI y por ello fue designado candidato.
Si bien su nombramiento molestó a algunos grupos locales del PRI en Chiapas,
Domínguez rápidamente logró ganarse la confianza de políticos ligados al gobernador
saliente, Manual Velasco, al tiempo que recibió un gran apoyo de los políticos de
Comitán, su tierra natal, gracias a lo cual pudo armar un gobierno sólido.
Sin embargo, su paso por la gubernatura de Chiapas fue efímero. En 1977 fue llamado
por el presidente José López Portillo para ocupar un cargo en el gobierno federal.
Como su sucesor, fue nombrado Salomón González Blanco.
El gobierno de Salomón González Blanco (1977-1979)[editar]
Del Distrito Federal llegó Salomón González Blanco a ocupar la gubernatura interina de
Chiapas. Sin embargo, su enemistad con los grupos políticos locales encabezados por
el político tuxtleco Juan Sabines Gutiérrez hizo que su encargo como gobernador
durara solamente un par de años. 271
El gobierno de Juan Sabines Gutiérrez (1979-1982)[editar]
Tras la salida de González Blanco, Juan Sabines Gutiérrez ocupó la gubernatura
interina de Chiapas por un periodo de tres años. Sabines había pertenecido al PRI
desde hacía varias décadas y llegó a ocupar diversos cargos al interior del partido, al
tiempo que fue presidente municipal de Tuxtla Gutiérrez, diputado federal en dos
ocasiones y senador.
Si bien los grupos políticos que lideraba habían querido que Sabines ocupara la
gubernatura de Chiapas desde inicios de la década de 1970, los miembros de la cúpula
del partido en el Distrito Federal habían optado por dejar pasar a otros políticos más
cercanos a ellos.
Con todo, a Sabines tocó administrar las mieles que para Chiapas tuvo el auge
petrolero de finales de la década de 1970, completó el plan de renovación urbana de
Tuxtla Gutiérrez272 y promulgó una nueva constitución política estatal que estuvo
vigente hasta 2011.273
El gobierno de Absalón Castellanos Domínguez (1982-1988)[editar]
Ante la llegada de miles de refugiados guatemaltecos a Chiapas, y ante las repetidas
incursiones del ejército de ese país en el territorio chiapaneco con la finalidad de atacar
los campamentos de refugiados, el gobierno del presidente Miguel de la Madrid inició
con la aplicación de medidas para garantizar la seguridad en la región fronteriza con
Guatemala.274
En este sentido, la llegada del general Absalón Castellanos al gobierno de Chiapas
obedeció al contexto que vivía la región centroamericana a inicios de los años ochenta.
Ante la escalada de violencia producida por los conflictos armados que
sacudían Guatemala, El Salvador y Nicaragua, el gobierno mexicano decidió instalar a
un militar en la gubernatura de Chiapas, con la finalidad de evitar que las tensiones de
los países centroamericanos pusieran en peligro la seguridad interna del país. 275
Dada su nula experiencia política, el gobierno de Absalón Castellanos estuvo
caracterizado por una alta conflictividad social que, en vez de ser atendida, fue
duramente reprimida por el gobierno. Así, organizaciones de la sociedad civil
denunciaron que durante su gobierno se cometieron numerosas violaciones a los
derechos humanos en contra de opositores políticos, entre las que destacan
asesinatos, desapariciones, torturas, encarcelamientos injustificados, desplazamiento
de comunidades o represión de los cuerpos policiacos a mítines. 276
A pesar de las acusaciones de violaciones a los derechos humanos, de corrupción y de
la gran desorganización que caracterizó a su gobierno (fue notable la continua salida y
entrada de miembros a su gabinete), el general Castellanos logró cumplir con los seis
años que duraba su cargo.
El gobierno de José Patrocinio González Blanco Garrido (1988-
1993)[editar]
Hacia principios de los años noventa era claro en el panorama político nacional de
México que al interior del PRI la corriente política encabezada por los tecnócratas, a la
cual pertenecían en el expresidente Miguel de la Madrid y su sucesor Carlos Salinas de
Gortari, se perfilaba como la que dominaría en los años siguientes la vida del partido y
sería la encarga de designar al próximo candidato a la presidencia.
En ese sentido, la designación del candidato a la gubernatura de Chiapas recayó sobre
José Patrocinio González Blanco Garrido, un político chiapaneco que había trabajado
en distintas dependencias del gobierno federal y que había sido ya diputado federal y
senador y que tenía una buena relación con De la Madrid y Salinas.
Para conseguir el apoyo de los grupos políticos locales en Chiapas, González Blanco
manifestó públicamente ser partidario de que se abriera una investigación judicial
contra el general Castellanos por los abusos cometidos durante su gobierno. Si bien
esta estrategia le granjeó la simpatía de algunos político, González Blanco obtuvo la
menor votación que un candidato del PRI a la gubernatura hubiera tenido desde la
creación de ese partido en 1946.6
Para fortalecer su gobierno, González Blanco logró establecer alianzas con los grupos
políticos encabezados por los exgobernadores Manuel Velasco y Jorge de la Vega y
poco a poco fue tomando el control del estado, favoreciendo al mismo tiempo el
surgimiento de una nueva clase política al interior del PRI de Chiapas identificada con
las políticas económicas y sociales que implementaba el presidente Salinas.
Sin embargo, los estragos de la crisis económica que Chiapas, al igual que todo
México, padecía, complicaron la gestión de González Blanco, cuyas acciones de
gobierno no fueron capaces de aminorar los graves problemas económicos que vivía la
entidad.
Con todo, González Blanco no logró terminar su periodo de seis años al frente del
gobierno de Chiapas. A principios de 1993, fue llamado por el presidente Salinas para
que ocupara el cargo de secretario de gobernación del gobierno federal. En su
lugar, Elmar Setzer Marseille fue nombrado gobernador interino.6
El gobierno de Elmar Setzer Marseille (1993)[editar]
Durante su corto gobierno, Elmar Setzer Marseille enfrentó un panorama político y
social complicado. En el mes de marzo se produjo un enfrentamiento entre miembros
del ejército mexicano e integrantes de un grupo rebelde, y pocas semanas después se
descubrió la existencia de bases de entrenamiento de una guerrilla en la Selva
Lacandona. Estos sucesos, habrían de anunciar la aparición pública el 1° de enero de
1994 del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, cuya irrupción provocó la renuncia
de Setzer Marseille y provocó una crisis que cimbró a la clase política chiapaneca.

Demografía[editar]
Entre 1930 y 2000, la población de Chiapas creció a un ritmo anual de 2.90 por ciento,
pasando de 529 983 habitantes en 1930 a 3 920 892 en 2000. Al interior del estado, la
población se hallaba concentrada principalmente en las áreas rurales de la región de
Los Altos, Tuxtla y el Soconusco.
Si bien el proceso de ladinización que se vivía en Chiapas desde finales del periodo
colonial siguió su curso durante la década de 1940, en el decenio siguiente el
porcentaje de hablantes de lenguas indígenas se estabilizó. Si en 1930, 32 por ciento
de la población chiapaneca hablaba alguna lengua mesoamericana, para el año 2000
esta cifra se había reducido a un 25 por ciento. 277
En algunas regiones de Chiapas, el desplazamiento de las lenguas indígenas se debió
a las campañas de castellanización que el gobierno emprendió con el fin de integrar a
los indígenas a la sociedad mexicana. Este, por ejemplo, fue el caso de la zona de
Motozintla, en donde los campesinos mames que habían llegado de Guatemala fueron
obligados a abandonar su lengua y trajes tradicionales. 278
Sin embargo, en Los Altos de Chiapas, la presencia de indígenas aumentó
significativamente, así para 1990 estos representaban más del 70% de los habitantes
de esta región.277 Ello se debió a que los gobiernos emanados de la Revolución
formaron nuevas élites indígenas que poco a poco desplazaron a los ladinos que
habían controlado los municipios de esta región, por lo cual muchos ladinos decidieron
migrar hacia otras localidades, huyendo del hostigamiento de los indígenas o en busca
de mejores oportunidades de vida.277
Hacia la década de 1970, las principales ciudades del estado comenzaron a crecer de
forma más concisa. A Tuxtla, por ejemplo, llegaron miles de campesinos de las
regiones aledañas que se emplearon en las obras de construcción de las presas del
complejo hidroeléctrico del Grijalva.4 En este sentido, esta urbe comenzó a vivir un
proceso de crecimiento que se reflejó en la realización de diversas obras públicas que
transformaron su fisonomía: el centro histórico se demolió y en su lugar se alzaron
modernos edificios pensados para atender a la creciente población; sus calles y
avenidas fueron remodeladas para dar paso a vialidades más amplias que facilitarían la
conexión entre las zonas antiguas de la ciudad y las nuevas zonas habitacionales; y
comenzaron a surgir nuevos comercios que abastecían la demanda de servicios. San
Cristóbal de Las Casas también registró un repunte de su población debido a la llegada
de miles de indígenas que habían sido expulsados de sus comunidades a causa de
conflictos religiosos. Los nuevos habitantes de la ciudad se asentaron en las zonas
ubicadas al norte de ésta, dando vida a nuevas colonias cuya población siguió
creciendo en las décadas siguientes. Asimismo, a San Cristóbal arribaron familias
ladinas que habían emigrado de los municipios indígenas de Los Altos. 4Durante este
periodo la población de la Selva Lacandona también creció debido a la llegada de miles
de campesinos. Los nuevos pobladores de esta región habían sido peones acasillados
que recientemente habían sido expulsados de las fincas de Ocosingo y Comitán; otros
provenían de Los Altos de Chiapas y algunos más eran originarios de otros estados del
país.279
Como han señalado algunos autores, el gobierno mexicano utilizó esta región para
dotar de tierras a campesinos que no habían sido beneficiados con el reparto agrario
en sus municipios de origen. Al paso de los años, muchas de las comunidades
instaladas en la Selva Lacandona se convertirían en las bases de operación del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional.

Economía[editar]
Hacia 1940, la integración de dos tipos de regiones permitía que la economía de
Chiapas funcionara. Las primeras, entre las que se encontraban los Valles Centrales, el
Soconusco y las llanuras del norte, se caracterizaban por sus prósperas fincas
maiceras o cafetaleras, las cuales funcionaban como los motores de la economía
estatal. Por otro lado, Los Altos y la Sierra Madre, las cuales estaban densamente
pobladas pero ubicadas sobre tierras de pobre calidad, funcionaban como reserva de
mano de obra para las plantaciones.
Entre las décadas de 1950 y 1960, Chiapas vivió un periodo de auge económico
motivado por la rápida expansión de la agricultura en los Valles Centrales y el
Soconusco.280 Así, el aumento en los cultivos de maíz y la buena salud que gozaba el
cultivo del café generaron una oferta de empleo creciente que fue capaz de absorber la
mano de obra de aquellas regiones del estado que se hallaban densamente pobladas.
La disponibilidad de empleos en las fincas de los Valles Centrales y del Soconusco
permitió disminuir la presión sobre la tierra en Los Altos en donde el número de
pobladores indígenas crecía con rapidez. De esta forma, si bien las tierras devueltas a
las comunidades de esta región tras el reparto agrario terminaron siendo insuficientes
para satisfacer las necesidades de sus habitantes, estos hallaron en las fincas el medio
para poder complementar sus ingresos y mantener así a sus familias. Se calcula que
para finales de la década de 1960, 50% de los hombres de San Juan Chamula
trabajaban como jornaleros en las fincas del Soconusco y otro 25% laboraba en los
Valles Centrales.280
La prosperidad vivida en las décadas de 1950 y 1960 llegó a su fin durante el sexenio
de Luis Echeverría. A partir de 1976, los precios del maíz, cuyo cultivo en los Valles
Centrales daba trabajo a miles de indígenas de Los Altos y a campesinos ladinos de
esa región, comenzaron a caer. Para minimizar los efectos del problema, los dueños de
las fincas decidieron despedir a los peones que desde hacía años habían trabajado
para ellos y sustituirlos por la maquinaria que habían comprado en los años de
prosperidad.88
A esto se añade, que el gobierno mexicano decidió apoyar con subsidios la ganadería
extensiva. En consecuencia, muchos finqueros deseosos de aprovechar los altos
precios del ganado y los apoyos gubernamentales decidieron terminar con sus cultivos
de maíz y convertir sus propiedades en criaderos de ganado. Si en 1970 se criaban en
Chiapas 2 000 000 de cabezas de ganado, para 1980 esta cifra había ascendido a más
de 4 000 000.
La crisis de los precios del maíz y la expansión de la ganadería en el campo
chiapaneco dejaron sin empleo a miles de indígenas que dependían del trabajo
estacional que realizaban en las fincas para poder sobrevivir.
El auge petrolero que México vivió durante el sexenio de José López Portillo permitió
que las autoridades invirtieran millones de pesos en la construcción de una serie de
obras públicas (refinerías, caminos, puentes, mejoras urbanas) tanto en Chiapas como
en Tabasco. La realización de estos programas de infraestructura requirió de la
contratación de miles de trabajadores, gracias a lo cual muchos de los antiguos
jornaleros que habían sido despedidos de las fincas pudieron conseguir un empleo.
Además, algunos chiapanecos lograron emplearse en la construcción del "mega
proyecto" turístico de Cancún en el estado de Quintana Roo. 281
La bocanada de aire fresco que significó para la economía de Chiapas el auge
petrolero llegó a su fin tras el estallido de la crisis de la deuda externa a principios de
los años ochenta. Para 1982, el gobierno mexicano suspendió sus proyectos de
infraestructura en el sureste, dejando sin trabajo a miles de personas, quienes
difícilmente encontraron acomodo en la agricultura y en los otros ramos de la
economía.
Las fincas cafetaleras del Soconusco y del norte de Chiapas no podían absorber la
gran cantidad de mano de obra desempleada que comenzó a aparecer. A esto se sumó
que con la llegada de miles de refugiados provenientes de Guatemala, quienes huían
de las masacres que el ejército de aquel país llevaba a cabo en las comunidades
indígenas como parte de su campaña de contrainsurgencia, los dueños de las fincas
cafetaleras prefirieron contratar a los refugiados guatemaltecos, pues estos estaban
dispuestos a recibir salarios más bajos que los que se pagaban comúnmente a los
campesinos de Chiapas.
Si bien el sector cafetalero había logrado resistir la crisis, la situación económica de los
productores de café empeoró cuando los precios internacionales del grano cayeron a
mediados de 1989. La crisis que ya vivía este sector se agudizó a principios del
decenio siguiente cuando el gobierno del presidente Carlos Salinas de Gortari
suspendió los subsidios que el Estado les había otorgado a través del Instituto
Mexicano del Café.282
Tras el hundimiento del cultivo del maíz y la crisis en el sector cafetalero, el mundo
rural en Chiapas dejó de brindar oportunidades laborales para la población de la
entidad. A estos problemas se sumaron los devastadores efectos del huracán Mitch en
1998 que afectó gravemente la economía del Soconusco que de por sí ya estaba
bastante resentida por la crisis del café.
En este sentido, los problemas económicos internos de Chiapas dieron como resultado
que los flujos migratorios de chiapanecos hacia estados del norte de la república y,
sobre todo, hacia los Estados Unidos comenzaran a crecer de forma notable hacia
mediados de la década de 1990.283 Entre 1995 y 2000, el número de migrantes
chiapanecos con destino a la frontera norte de México o Estados Unidos pasó de 5 936
a 46 407, y esta tendencia continuó creciendo en los años siguientes ante la
pervivencia de los factores estructurales que causan la grave crisis que Chiapas vive
desde los años ochenta.284

La tierra[editar]
A partir de la década de 1940 comenzará en Chiapas la fase más álgida del reparto
agrario. Así, entre 1940 y 1969 la cantidad de tierras entregadas a los campesinos
ascendió aproximadamente a 1 600 000 hectáreas. 285
En el transcurso de las décadas de 1960 a 1980, el campo en Chiapas experimentará
un proceso de minifundización, eso quiere decir que el número de unidades productivas
pequeñas comenzó a crecer de forma notable tanto en el sector social, es decir, en la
tierra de propiedad ejidal, como en el sector privado. De esta forma, los predios
privados de hasta cinco hectáreas pasaron de 12 498 en 1960 a 24 792 en 1990. 286
En gran medida, el crecimiento poblacional vivido en el estado abonó mucho a la
creciente fragmentación de la tierra en el sector social, pues en cada generación las
parcelas al heredarse se dividían en unidades cada vez más pequeñas. De esta forma,
si bien en el censo de 1970 no se registraron unidades menores a cinco hectáreas,
veinte años después la situación había cambiado pues existían 127 678 predios de
este tipo.287
Otra transformación importante que vivió el campo chiapaneco en estos años fue el
crecimiento de la ganadería extensiva. En efecto, durante la década de 1970, el
gobierno mexicano decidió apoyar con subsidios a los productores de ganado, por lo
cual muchos finqueros decidieron convertir sus cultivos de maíz, café o caña de azúcar
—cuyos precios habían disminuido— en pastizales para la cría de ganado. 288 Como
resultado, para 1994, en Chiapas la ganadería ocupaba unas 3 000 000 de hectáreas,
tres veces más que las utilizadas para la siembra de maíz. 289
El crecimiento de la población, la minifundización y la extensión de la ganadería
contribuyeron a que cientos de campesinos quedaran sin tierras suficientes para poder
sobrevivir o sin empleo. Para inicios de la década de 1980, se calcula que unos 158 mil
habitantes del campo chiapaneco carecían de tierras. 290
Esta situación provocó que la conflictividad social en el campo chiapaneco aumentara
notablemente en las décadas de 1970 y 19806. En este sentido, con la llegada a
diversas regiones de Chiapas de profesionistas, técnicos e intelectuales marxistas y
maoístas, muchos de ellos invitados por la diócesis de San Cristóbal o por el Instituto
Nacional Indigenista, comenzaron a trabajar con las comunidades campesinas a fin de
organizarlas para exigir la entrega de nuevas tierras o agilizar los trámites de las que ya
habían solicitado ante la Secretaría de la Reforma Agraria.
Al cabo de algunos años, estos campesinos, organizados en uniones ejidales o
agremiados ya a organizaciones campesinas, comenzaron a realizar las primeras
invasiones de tierras. Así, estos se lanzaron sobre los predios que desde hacía años
habían solicitado ante las autoridades o bien se posesionaron de las fincas en las
cuales habían trabajado, como ocurrió en la región de Simojovel. 291
Para principios de los años ochenta, el gobierno chiapaneco hablaba de la existencia
de 203 predios invadidos en diversas regiones del estado. 292 Antes esto, las
autoridades decidieron echar a andar el Programa de Rehabilitación Agraria (PRA), a
fin de regularizar la tenencia de la tierra en la entidad. Sin embargo, los resultados de
estas medidas fueron insuficientes para resolver el problema de la falta de tierras y de
las invasiones.
Así, el gobierno adquirió y repartió unas 71,122 hectáreas, beneficiando con ello a
8,416 campesinos. Sin embargo, la mayoría de estos pertenecían a la Confederación
Nacional Campesina, una organización vinculada al PRI, mientras que el 20% restante
se repartió en una serie de organizaciones campesinas como la Central Independiente
de Obreros Agrícolas y Campesinos, la Asociación Rural de Intereses Colectivos o la
Unión de Uniones.293 De esta forma, al favorecer principalmente a campesinos que
simpatizaban con el gobierno, las autoridades no lograron resolver el descontento
agrario. De hecho, tras el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional el 1 de enero de 1994, el conflicto agrario en Chiapas cobraría fuerza, pues
numerosas invasiones se produjeron a manos de campesinos ladinos e indígenas que
levantaron la bandera del zapatismo.
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