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Así, buena parte de la energía se genera consiguiendo que una turbina se mueva. La turbina,
conectada a un generador, hace que este produzca electricidad.
Cuando éramos pequeños, seguramente teníamos una bici con una luz y una dinamo. La
rueda, conectada a la dinamo, le transmitía la energía de su movimiento para que la
transformara en luz y se encendiera una pequeña bombilla. A grandes rasgos, el proceso
básico para una gran parte de la electricidad que consumimos es el mismo: el movimiento se
transforma en electricidad.
En el caso concreto de la solar fotovoltaica, los fotones de la luz del sol «chocan» contra los
materiales semiconductores de la placa. Eso crea un campo eléctrico entre sus capas que será
más poderoso cuanta más luz incida. La electricidad está presente directamente en la
naturaleza, pero hasta que podamos dominar el relámpago, la electricidad se genera a partir
de otras energías, llamadas primarias.
Cómo se genera la electricidad a partir de las distintas fuentes de energía
La manera de producir electricidad a partir de las fuentes de energía más importantes es esta:
Carbón, petróleo y gas: La forma es muy sencilla, los quemamos, ya que desprenden mucha
energía al entrar en combustión. Ese calor intenso genera vapor de agua que mueve una
turbina que sirve para generar electricidad.
Energía solar fotovoltaica: Aprovechando el principio que te hemos contado antes, se
transforma la luz solar en energía eléctrica.
Energía solar térmica: Aquí lo que se hace es concentrar el calor del sol en vez de su luz. Este
evapora agua que, de nuevo, mueve un sistema de turbina y generador.
Energía eólica: De nuevo se aprovecha la energía mecánica. El viento mueve las aspas del
molino y así es cómo se genera la electricidad a partir de esta fuente renovable.
Energía nuclear: La división de los átomos del uranio (fisión nuclear) genera una enorme
cantidad de energía. El calor desprendido es usado, de nuevo, para calentar agua hasta
evaporarla y transformar la energía del movimiento de dicho vapor.
Energía hidráulica: En este caso usamos movimiento del agua almacenada en embalses,
cuando cae desde gran altura.
Energía mareomotriz y undimotriz: Ya te hemos hablado de estas fuentes limpias y renovables,
que aprovechan el poder del mar. En este caso el movimiento de mareas en su subida y bajada
y el movimiento de las olas respectivamente.
Otras fuentes habituales son también la biomasa, que tiene un sistema similar al de los
combustibles fósiles, aunque en este caso lo que se quema es desecho orgánico, o la energía
geotermal. Aunque esta se aprovecha sobre todo para dar calor, es posible generar
electricidad si es tan potente como para evaporar agua y conseguir energía mecánica.
Sin embargo, aunque estas son las formas más comunes, no son las únicas de producir
electricidad. De hecho, las siguientes te sorprenderán.
Este es un método que se está investigando con éxito y puede ser una fuente renovable
fascinante. En su día, ya te hablamos de cómo generar electricidad a partir de las medusas.
Algunas ciudades y edificios ponen esos materiales en el suelo y aprovechan las pisadas de
quienes caminan por encima para producir electricidad. De hecho, este es un principio que se
descubrió hace mucho, aunque es la tecnología actual la que está permitiendo aprovecharlo a
mayor escala.
Aún así, seguramente lo has usado mucho en tu día día: ¿Cómo? Los mecheros de cocina que
producen una chispa eléctrica para encender fogones de gas lo hacen mediante este principio.
Como ves, la manera de generar electricidad es muy variada y no dejamos de investigar nuevos
principios y materiales que sean más eficientes. Serán necesarios para la revolución limpia y
eléctrica que hay en marcha, y que en Enérgya-VM promovimos desde el primer día.