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LOS MILAGROS DE JESÚS

1) LA GRATITUD POR LA OBRA DE DIOS DEBE LLEVARNOS A SEGUIR A JESÚS, Juan 6:1-4.
a) El ministerio de Jesús fue y sigue siendo un ministerio sobrenatural.
Nota: Jesús camino sanando a los enfermos, liberando a los cautivos, perdonando al pecador
y restaurando al caído; el poder sobrenatural del Espíritu Santo estaba con él. Éste ministerio
lo delegó el Señor Jesús a su iglesia, por eso también fue enviado el Espíritu Santo.
b) La gratitud es una razón más fuerte que el interés personal para seguir a Jesús.
Nota 1: El interés personal cuando es satisfecho, pierde su fuerza, porque es egoísta;
mientras que la verdadera gratitud mantiene su fuerza, pues se concentra en la bondad del
otro. Cuando sólo seguimos a Jesús por los milagros es porque nuestro corazón es egoísta,
pero cuando seguimos al Señor por gratitud podemos ver que nuestro corazón ama al Señor.
Nota 2: Consideremos por ejemplo varios casos de la Escritura: el endemoniado gadareno
(quería seguir a Jesús, quien lo había liberado), y la ingratitud de los nueve leprosos sanados
y el único de los diez que volvió a dar las gracias, era un samaritano, “Respondiendo Jesús,
dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien
volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha
salvado”. Éste no era hebreo, era un samaritano pero tenía corazón agradecido. Un seguidor
de Jesús tiene un corazón agradecido con él.
2) LA FE NOS FORTALECE EN TIEMPOS DIFÍCILES.
a) Nuestra fe será probada, Juan 6:5-7.
Nota 1: Jesús estaba probando a Felipe, el término probar es traducido aquí de la palabra
griega “Peirazo” que traduce además: intentar, escudriñar, examinar, someter a otro a una
prueba para conocer su verdadera naturaleza o carácter.
Son entonces situaciones donde sale a la luz nuestro verdadero carácter, no es que Dios nos
haya desamparado, pues el texto dice que el Señor “sabía lo que había de hacer”, pues es
Jesús quien hace los milagros.
Nota 2: La respuesta de Felipe refleja la impotencia de la incredulidad, aunque al lado está
Jesucristo, hacedor de milagros. (El denario era una moneda romana, Se estima que equivalía
a casi 4 gramos de plata, o el salario de un día de trabajo).
Pero en medio de dificultades, un corazón agradecido se levanta en alabanzas a Dios, por
ejemplo David en el desierto, perseguido por el rey Saúl, escribió muchos salmos de
adoración al Señor.
b) Las acciones de fe, aunque no sean de gran tamaño, son de gran valor para Dios, Jn. 6:8-9.
Nota: Cuando estamos agradecidos con Dios, el escenario adverso no es tan difícil, Andrés
(uno de sus discípulos) trae a Jesús cinco panes y dos peces, es muy poco, pero hizo algo…
Jesús requiere de nosotros fe y hay actos que demuestran nuestra fe en Dios, recordemos
por ejemplo el milagro del paralítico que era traído por cuatro y nos dice la Biblia:
“Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados” (Mar 2:5).
La fe nos permite ver los milagros de Jesús.
3) CUANDO EL ENTORNO ES MÁS DIFÍCIL, DIOS HACE MILAGROS MÁS GRANDES.
Nota 1: Observamos que el escenario de éste milagro fue en un lugar desértico, había muy
pocos panes y muy pocos peces, y el mucho dinero tampoco alcanzaba, eran miles de
personas las que estaban allí para atender, pero este conjunto de cosas u obstáculos no logró
impedir el milagro de Jesús. El Señor multiplicó los peces y los panes alimentado a muchos
manifestando así no sólo Su poder sino su amor y cuidado.
Nota 2: Tal vez estés pasando por un desierto, o por tiempo de escasez, o tal vez te sientes
impotente ante cierta crisis, pero quiero decirte que en estos escenarios Jesús es especialista
para glorificarse con Su poder. Confía en Dios y veras los milagros de Jesús.
Conclusión: Todo es posible para Dios, y tener esto presente nos fortalecerá en los tiempos
más difíciles o ante los más grandes desafíos que el Señor nos anima a alcanzar. Cree en Dios,
confía en los milagros de Jesús y él se moverá a tu favor.

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