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ENERGIAS LIMPIAS

La preservación del medio ambiente es una necesidad prioritaria y todo un reto ante el
continuo daño y abuso de los ecosistemas terrestres. Esto, unido a la crisis de los
recursos fósiles o energías no renovables, provoca que las energías limpias, como
la energía solar, desempeñen un papel protagonista en la urgente y necesaria transición
energética.
 
¿Cuáles son?
 
Son aquellas fuentes que no producen residuos ni emiten gases nocivos durante su
proceso de obtención o producción de energía.

Las energías limpias más importantes y reconocidas son la energía solar, la


energía geotérmica, la energía eólica y la energía hidráulica/hidroenergía. Como se
puede comprobar, cada una de estas energías limpias corresponde a uno de los cuatro
elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego y tierra. Estas materias primas
son inagotables y abundantes.
 
 De esta forma, las energías limpias son el relevo perfecto para los combustibles
fósiles (carbón, petróleo o gas natural), que generan la mayor parte de la energía
empleada actualmente en el mundo, por lo que juegan un papel clave en el futuro del
abastecimiento energético. A continuación, hablaremos en mayor profundidad sobre
cada una de las energías limpias, ¿cuáles son? ¿Qué ventajas tienen?.
 
Energía solar

La energía solar es una fuente renovable, inagotable y totalmente limpia de calor o


electricidad que se obtiene a partir de la radiación electromagnética procedente del Sol.
Hoy en día, la energía solar puede captarse a través de células fotoeléctricas, helióstatos
o colectores solares o energía solar fotovoltaica, pudiendo transformarse en energía
eléctrica o térmica. Además, también puede aprovecharse de forma pasiva con técnicas
de arquitectura bioclimática y sostenible.
  
En cualquier caso, la energía solar fotovoltaica es la fuente de energía solar más
desarrollada en la actualidad. Consiste en obtener directamente la electricidad a partir de
la radiación solar gracias a los paneles solares fotovoltaicos, que cuentan con células de
silicio que transforman el calor y la luz del sol en electricidad.
 
 
Energía geotérmica
 
La energía geotérmica es una de las fuentes de energía limpias menos conocidas. Esta
energía limpia se obtiene mediante el aprovechamiento del calor natural del interior de
la Tierra.
 
A diferencia de la mayoría de las fuentes de energía limpias, la energía geotérmica no
depende de la radiación solar, del viento o del clima, sino que radica en la diferencia de
temperatura que existe entre el interior de la tierra y la superficie. Esta temperatura
aumenta a medida que nos acercamos al interior de la tierra (3 grados cada 100 metros
de profundidad), por lo que dependiendo de la profundidad de extracción se podrá
obtener más o menos energía. Hay tres tipos de yacimientos geotérmicos: yacimientos
de agua caliente, yacimientos secos y géiseres. 
 
 
Energía eólica
 
La energía eólica es aquella que se obtiene a partir de la energía cinética producida por
el efecto de las corrientes de aire. Los aerogeneradores conectados a las grandes redes
de distribución de energía eléctrica, que pueden ser de eje horizontal o eje vertical,
convierten la energía cinética del viento en energía eléctrica.
 
Estos aerogeneradores no sólo pueden instalarse en tierra firme, sino que también
podemos encontrar parques eólicos marinos, conocidos como offshore, que se
encuentran en las costas, donde el viento siempre es más fuerte y estable. De esta forma,
se trata de una energía verde, que no contamina y que ayuda a sustituir la energía
producida a través de los combustibles fósiles.
 
La energía eólica es una de las energías más antiguas usadas por la humanidad, ya sea
en molinos o en barcos de vela, por eso es una de las que primero se nos viene a la
cabeza al preguntarnos cuáles son las energías limpias.
 
 
Energía hidráulica o hidroenergía
 
La energía hidráulica o hidroenergía es aquella que se genera al transformar las energías
cinéticas y potenciales de la corriente del agua, saltos de agua o mareas en energía
eléctrica. Para aprovechar la fuerza del agua se construyen grandes
infraestructuras hidráulicas (como presas, embalses o centrales hidroeléctricas) capaces
de extraer el máximo potencial de esta energía limpia.
 
Una energía que se obtiene aprovechando la caída del agua entre dos niveles de altura
distintos, ya que, al caer desde el nivel superior, el agua pasa por unas turbinas que
transmiten la energía a un alternador, que es el encargado de generar la electricidad.
Además de generar electricidad, infraestructuras como los embalses pueden almacenar
agua para diferentes usos.
 

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