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Las naturalezas hibridas como estrategia política frente a la crisis ambiental.

Erick J. Huertas Urrego1

La actual crisis ambiental se deriva de una forma inadecuada de entender los


ecosistemas y su relación de interdependencia con los sistemas sociales, la ciencia
positivista hegemónica en la cultura occidental ha considera a los sistemas naturales
como sistemas ajenos al desarrollo de las comunidades, despreciando los saberes
territoriales de comunidades (que durante generaciones se han relacionado con los
sistemas ecológicos, el mundo occidental ha dado prioridad a una naturaleza capitalista
que concibe al individuo humano como un agente externo a la naturaleza y a la historia,
entendiendo las dinámicas ecosistémicas como mercancía e instrumentalizándola a
través del conocimiento.

La naturaleza capitalista no solo simplifica las dinámicas ecológicas al querer incluirlas


en las lógicas del mercado global, si no, que también simplifica la producción de la
cultura como elemento de adaptación y coproducción de los ecosistemas. La naturaleza
capitalista considera inferior las visiones orgánicas de los ecosistemas por parte de
comunidades campesinas, indígenas o raizales. Esta visión propia de la naturaleza
capitalista es responsable de que las externalidades del mercado y la crisis ambiental
afecten principalmente a grupos sociales que luchan por un modelo de vida diferente al
que dicta el mercado capitalista.

Ante la crisis ambiental y de justicia social, derivada de la globalización del modelo de la


naturaleza capitalista, se hace necesario una visión de la naturaleza que incorpore en el
análisis de las dinámicas ecológicas y culturales, el conocimiento de las comunidades

1
Ingeniero Ambiental. Estudiante Especialización en Educación y Gestión Ambiental.
cuya cultura y modos de organización social, responden a la adaptación y han co-
evolución con los ecosistemas de los territorios.

Este conocimiento local, no se encuentra exclusivamente en comunidades indígenas,


raizales o campesinos, todos los individuos son productores de ideas que representan
en el mundo simbólico los ecosistemas, la historia y las practicas culturales, crean en
los individuos una proyección de mundo que debe ser tenida en cuenta en la creación
de una visión hibrida de la naturaleza.

La relación directa de los individuos con su entorno desde el momento en que nacen,
hacen que cada uno construya una visión orgánica de naturaleza, una visión que
responde a conocimientos locales e interacciones directas con su entorno, sin embargo,
es la tecnología humana una medio a través del cual el individuo que crece en las
grandes organizaciones humanas entiende a la naturaleza, esta visión de
tecnonaturaleza, encuentra en las herramientas tecnológicas una forma no solo de
analizar las dinámicas ecosistémicas y culturales, si no, de intentar transformarlas.

En medio de la diversidad ecosistémica que construyo la evolución biológica en todo el


planeta, se desarrollaron diversas formas de organización social que han sido opacadas
por la sombra del mercado global y el capitalismo, es urgente que, ante la crisis
ambiental los saberes derivados de la interdependencia ecosistemas-cultura tomen un
papel de importancia en la gestión territorial, sin desconocer la importancia de los
avances de las organizaciones modernas y el conocimiento científico instrumentalizado
a través de la tecnología.

Estas visiones hibridas de naturaleza producto de la interacción de los diferentes


grupos sociales, ni puede darse al azar o por capricho, deben responder a unas
necesidades territoriales especificas y atender la desigualdad social producto de formas
inadecuadas de entender la cultura y los ecosistemas.

Bibliografia
Escobar, A. (1999). El mundo posnatural: elementos para una ecología politica anti-esencialista. In A.
Escobar, El Final del salvaje. Naturaleza, cultura y politica en la antropologia contemporanea (pp.
273 - 315). Bogotá : Cultura Libre .

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