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EXP No :
PROCESO : Principal
ESCRITO No : 01-2019.
SUMILLA : CAMBIO DE NOMBRE
I.- PETITORIO:
2.3.-Considerando que a medida que transcurre el tiempo es aún más difícil realizar
esta solicitud, es que decido plantear en mi situación de padre de mi menor hijo, ya
que va creciendo y no quisiera que sufra las consecuencias de BULLING, en cuanto
sea mayor y en el centro educativo que va estudiar.
3.2.- Art. 130 del Código Procesal Civil en la cual prescribe la forma del escrito.
3.3.- Art. 424 del Código Procesal Civil en el cual prescribe los requisitos que debe
contener toda demanda.
3.4.- Art. 425 del Código Procesal Civil en la que prescribe lo anexos que debe
contener toda demanda.
Art. 29 del Código Civil, podría modificarlo por motivos justificados y mediante
autorización judicial. Ahora bien, ¿qué debemos entender por motivos justificados?
Citemos nuevamente lo señalado por el máximo intérprete de la Constitución en el
expediente arriba citado, específicamente el vigésimo considerando: “Se puede
decir que una persona tiene un motivo justificado para realizar cambio de nombre
cuando se le ha asignado uno extravagante o ridículo, que sea móvil para la burla
de terceras personas, con la consiguiente afectación de su tranquilidad y bienestar.
Asimismo, podría proceder el cambio de nombre de una persona que es homónima
de un avezado y famoso delincuente o de una persona que ha sufrido escarnio
público, pues tales coincidencias le impedirían realizar normalmente sus
actividades cotidianas, por las continuas discriminaciones o temores de los que
sería víctima”. Analizando la primera parte de lo citado, tengamos presente que hay
una serie de nombres que pueden recibir el calificativo de ridículos o extravagantes;
tan es así que en los Registros Civiles se han registrado, valga la redundancia,
nombres de superhéroes norteamericanos como EXTRATERRESTRES, Superman o
Batman, de terribles desastres nucleares como “Chernovil” (evidentemente mal
escrito), de artistas marciales (o eso creerían quienes los eligieron) como “Brusli” o
“Chucnorris”, de síndromes como “Sida” u otros de lo más pintorescos como
“Reydripley”, “Gonometro”, “Garfield”, “Ecologito”, “Obesita”, “Obeso”,
“Papalindo”, “Papanoel”, “Papadiamantopo”, “Santapaciencia” y el curioso caso de
una persona a la que le pusieron “O”, así a secas. Si bien en estos casos el cambio
se ve justificado de forma indubitable, debe analizarse también el contexto
particular en el cual se desenvuelve y desarrolla una determinada persona. Así
pues, puede ocurrir que alguien se sienta conforme con un nombre excéntrico, por
ejemplo, el caso de una persona que tiene como prenombres a dos personajes de
las películas de Silvester Stallone, léase “Rocky Rambo”, y que se siente a gusto
con los mismos, muy probablemente debido a que no es víctima de ninguna clase
de mofa.
VII.- ANEXOS:
POR LO EXPUESTO:
Pido Ud. Señor Juez, se sirva darle el trámite correspondiente de acuerdo a ley.