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TEMA:
“REVISION BIBLIOGRAFICA SOBRE INSUFICIENCIA RENAL EN
TRATAMIEN DE HEMODIALISIS”
AUTORA:
ROTACIÓN:
PEDIATRIA
DOCENTE:
2/08/2021
TEMA:
OBJETIVOS
1.Identificar cuales son los factores por lo cual una persona necesita la hemodiálisis
3.Conocer cuáles son las desventajas de llevar una incorrecta alimentación durante esta etapa.
4.Establecer cuáles son las consecuencias a largo plazo de las carencias nutricionales en la
insuficiencia renal
JUSTIFICACION
Los riñones sanos eliminan los desechos de la sangre y el exceso de líquido del cuerpo. Sin
embargo, cuando los riñones no funcionan bien, estos desechos y el exceso de líquido pueden
acumularse en la sangre y causar problemas de salud 1.
REVISION BIBLIOGRAFICA
Los órganos abdominales, como el estómago y los intestinos, están dentro de un gran espacio
hueco llamado cavidad abdominal. El peritoneo es una membrana que recubre la cavidad
abdominal y cubre los órganos abdominales. En la diálisis peritoneal, esa membrana actúa
como filtro. Esta membrana tiene una superficie extensa y una rica red de vasos sanguíneos.
El peritoneo, dentro de la cavidad abdominal (peritoneal), puede filtrar con facilidad las
sustancias que provienen de la sangre. Se inyecta un líquido (dializado) por un catéter que
penetra a través de la pared abdominal hasta el espacio peritoneal, dentro del abdomen. Dicho
líquido debe permanecer en el abdomen el tiempo suficiente para que los productos de
desecho procedentes del torrente sanguíneo pasen lentamente a su interior. Luego se extrae
el dializado, se desecha y se reemplaza por otro nuevo. 3
Dieta
Las personas que se someten a diálisis necesitan una dieta especial. Quienes se someten a
diálisis peritoneal suelen tener poco apetito y pierden proteínas durante la diálisis. La dieta
debe tener suficientes calorías (unas 32 kcal/kg de peso ideal, un poco más en los niños) y ser
relativamente alta en proteínas (alrededor de 1 gramo de proteína por kg de peso ideal por día).
(The American Association of Kidney Patients dispone de una guía de alimentación. Debe
restringirse el consumo de sal, tanto la sal de mesa habitual que contiene sodio como la sal que
contiene potasio.
En los pacientes en tratamiento con hemodiálisis, la ingestión diaria de sodio y potasio debe
ser aún más restringida; también se debe limitar el consumo de alimentos ricos en fósforo. La
ingesta diaria de líquidos solo se restringe en personas con escasa excreción de orina o una
concentración sanguínea de sodio permanentemente baja o decreciente. Es importante
controlar el aumento de peso diariamente; el aumento excesivo de peso entre tratamientos de
hemodiálisis indica un consumo demasiado abundante de líquidos por parte del paciente. En
general, una ingestión de líquido excesiva es resultado del exceso en la ingestión de sodio, que
hace que la persona esté sedienta.5
Ante un paciente con IRC los objetivos nutricionales son: alcanzar un estado nutricional
adecuado, ayudar a controlar la azoemia y sus efectos para mejorar la calidad de vida, y retrasar
la progresión de la insuficiencia renal.
Con respecto al primer punto, son diversas las series que muestran el mejor pronóstico vital
que presentan estos pacientes cuando están bien nutridos. Con respecto al retraso de la
progresión en la pérdida de la función renal, también existen recomendaciones generales al
respecto incluso con un Evidencia A17, donde las dietas con restricción en proteínas y fósforo
en la mayoría de los estudios retrasan la caída del filtrado glomerular y la progresión a
nefropatía terminal en los pacientes con insuficiencia renal en general, y en particular
diabéticos tipo 1, en estos últimos de forma independiente al control glucémico. De este modo
la guía CARI (Caring for Australasians with renal impairment) recomienda.6
1. Se debe prescribir una dieta controlada en proteínas (0,75-1 g/kg/día) en todos los pacientes
con IRC. Las dietas bajas en proteínas (< 0,6 g/kg/día) no están justificadas ya que la mejoría
en el filtrado glomerular es mínima y la repercusión sobre la situación nutricional lo
desaconseja (Evidencia A).
2. En los niños, la reducción de la ingesta de proteínas hasta los niveles mínimos recomendados
por la Organización Mundial de la Salud (0,8-1,1 g/kg/día dependiendo de la edad del paciente)
no ha mostrado disminuir la progresión de la insuficiencia renal crónica y por tanto no deben
ser recomendadas.7
a) Función renal superior a 50% (creatinina plasmática inferior a 2 mg/dl o filtrado glomerular
> 70 ml/min), se aconseja un aporte de 0,8-1 g/kg/día de proteínas de alto valor biológico y 1
g más por g de proteinuria
b) Función renal entre 20 y 50% (creatinina plasmática de 2 a 5 mg/dl o filtrado glomerular 25-
70 ml/min) la ingesta de proteínas se reducirá a 0,6 g/kg/día, cifra que se considera la mínima
para un adulto sano. El 60% de la proteína debe ser de alto valor biológico.
c) Función renal inferior al 20% (creatinina plasmática superior a 8 mg/dl o filtrado glomerular
< 25 ml/min) la restricción proteica alcanzará los 0,30 g/kg/día.
d) Función renal inferior (filtrado glomerular < 10 ml/ min), el paciente es subsidiario de
depuración extrarrenal; sólo si esta no fuera posible se llegaría a una dieta aproteica que se
suplementaría con aminoácidos esenciales o sus cetoanálogos.8
Con respecto al aporte de hidratos de carbono, deben suponer la principal fuente de energía, en
torno al 60% a expensas de hidratos de carbono complejos, dada la restricción de proteínas.
Las grasas suponen el 30% del aporte calórico, se reparte en menos del 10% de grasas
saturadas, y por encima del 10% de monoinsaturadas. La cantidad de colesterol diaria
recomendada es de menos de 300 mg/día. Con respecto a los electrolitos, se debe limitar la
ingesta de sodio a 1.000 mg/día, y de potasio a 40-60 mEq/día.
1. La ingesta energética debe situarse entorno a las 35 kcal/día, en los pacientes con IRC estable
y con un peso entorno al 10% del peso ideal (Evidencia A).
2. En los pacientes con obesidad o bajo peso se debe ajustar el aporte energético.
3. Con una evidencia B se recomienda una ingesta de proteínas de 0,55-0,6 g/kg/día (2/3 de
alto valor biológico) en pacientes con aclaramiento de creatinina de 25-70 ml/min y de 0,55-
0,6 g/kg/día (2/3 de alto valor biológico) o 0,28 y el resto como aminoácidos esenciales.
7. En pacientes que reciban más de 5 días de nutrición enteral, podemos utilizar fórmulas
especiales (tabla V) con contenidos modificados de electrolitos. (Evidencia C).
8. Los aminoácidos esenciales y los cetoanálogos, en asociación con fórmulas enterales bajas
en proteínas, pueden preservar la función renal. Evidencia B.10
CONCLUSIONES
Según la evidencia actual, se puede concluir que el tratamiento de reemplazo renal es una
técnica agresiva que genera deterioro físico, mental, social y emocional al paciente, pero es de
suma importancia iniciarla tan pronto como sea posible y este indicada de manera inmediata
eligiendo de forma adecuada el tipo de diálisis, ya sea peritoneal o hemodiálisis que más se
ajuste al tipo de paciente. Hay que mencionar, que la influencia del tiempo de terapia renal es
definitiva al momento de evidenciar un mejor pronóstico, los cuales demostraron ser muy
similares en los dos tipos de tratamiento. Las comorbilidades, la edad, el estado mental y el
apoyo social influirán de sobremanera al éxito de la diálisis; sin embargo, se debe tener en
cuenta que es un tratamiento que deberá seguir el enfermo renal de por vida y deberá adoptarlo
en su rutina diaria, ya sea que lo realice en casa o en un centro hospitalario o en otro caso que
esto no sea suficiente o adecuado para él y su solución sea el trasplante renal. Se recalca la
importancia del ejercicio físico y la fisioterapia como tratamiento que acompañe y
complemente la terapia de sustitución renal para contribuir a la mejora de las condiciones
físicas, mentales y sociales del paciente con ERC.
BIBLIOGRAFIA
1. National Kidney Koundation. (2007). Guías de Diálisis Peritoneal: Lo que necesita saber.
Recuperado de: https://www.kidney.org/sites/default/files/docs/peritonealdialysis_span.pdf