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La Segunda Guerra Mundial fue la continuación de la Primera

Guerra Mundial las guerras mundiales se esperaban incluso


antes de la llegada al poder de Mussolini, Hitler y la invasión
japonesa de China. Entre las causas más a corto plazo de la
Segunda Guerra Mundial se puede mencionar la necesidad de un
nuevo reparto territorial del mundo, tras la primera guerra
mundial y la firma de los acuerdos de paz contenidos en el
tratado de Versalles, las antiguas contradicciones imperialistas,
lejos de resolverse, se vieron acentuadas. El ascenso del fascismo
italiano en la década de 1920, el militarismo japonés y sus
invasiones de China en la década de 1930 y en especial la toma
del poder político por Adolf Hitler y el Partido Nazi en Alemania
en 1933, a lo que siguió una agresiva política exterior. El
detonante del conflicto fue la declaración de guerra de Reino
Unido y Francia a la Alemania nazi el 3 de septiembre de 1939,
tras la invasión alemana de Polonia del día 1 de septiembre de
aquel año.
La guerra se inicia con un marcado carácter imperialista,
debido a los intereses hegemónicos y expansionistas que sirven
de móviles para las potencias. Es una guerra opresora,
inhumana, que viola la soberanía y la libre determinación de los
pueblos, víctimas de la lucha por un nuevo reparto imperialista.
En el marco de tiempo de 1941-1945 la guerra se torna a un
carácter de liberación, iniciado con la invasión alemana a la
URSS, y el inicio de la defensa y reconquista del territorio
nacional por parte del pueblo soviético, comienza con una
ofensiva del Ejército Rojo, las fuerzas de resistencias de los
países ocupados y de los aliados tardíamente, contra el eje
fascista.
El eje fascista, integrado por Alemania, Italia y Japón, se caracteriza por el
expansionismo, ávido de recuperar los territorios perdidos, saciar su
revanchismo y extender sus dominios, el eje será el principal beligerante
en la primera etapa de la Segunda Guerra Mundial. Posee, además, un
evidente carácter antisoviético.
Las potencias imperialistas occidentales (Estados Unidos, Gran Bretaña y
Francia) pasarían de la política de apaciguamiento inicial, a un estratégico
apoyo a la URSS y una tardía entrada a la guerra a través de la apertura del
segundo frente. Las potencias imperialistas pasan, por tanto, del anhelo
de derrocar a la URSS-como objetivo inicial de las mismas-, a intervenir y
situarse como aliadas de los soviéticos ante la beligerancia de Alemania,
quien ya se había convertido en un peligro real para las mismas, ocupando
Francia y sometiendo a Gran Bretaña a constantes bombardeos y ataques.
La URSS, que desde los años anteriores al estallido de la Segunda Guerra
Mundial abogaba por la concertación de un frente común contra el
fascismo, se vio obligada a defenderse tanto de la ofensiva germana como
de la japonesa al Este del vasto territorio soviético, constituyendo la gran
protagonista, sin lugar a dudas, de la victoria sobre las fuerzas fascistas
posteriormente.
Las aspiraciones expansionistas alemanas, se irían alimentando en los
últimos años de la década del 30, a través de una colosal campaña
propagandística, Hitler planeaba, o más bien exigía, la revisión de las
fronteras territoriales establecidas en el Tratado de Versalles, conllevando
a que en 1938 y 1939, ocupasen y anexasen Australia y los sudestes
checos respectivamente, alegando que eran antiguos territorios alemanes.
Este último caso, se realizaría bajo el acuerdo al que tras la conferencia de
Múnich en 1938 se había llegado con Gran Bretaña y Francia, abriendo así
el camino para la anexión total del territorio checo, y la conversión del
territorio eslovaco en un estado satélite del fascismo.
Durante los 3 primeros años de la Segunda Guerra Mundial, desde
septiembre de 1939 a noviembre de 1942, una serie de victorias militares
permitieron la dominación alemana del continente europeo. En
septiembre de 1939, Alemania invadió Polonia. Al cabo de algunas
semanas, los polacos se rindieron. Los alemanes anexaron la anterior
ciudad libre de Danzig y la totalidad de Polonia Occidental, incluida las
provincias de Prusia Occidental, Poznan, Alta Silesia y Lodz.
Entre abril y junio de 1940, Alemania conquistó Dinamarca y Noruega. Los
alemanes permitieron que el gobierno danés se quedara y gobernara,
pero se prohibieron las elecciones. Noruega paso a estar bajo la
administración de un comisario político de Reich alemán, quien gobernó
con la asistencia del ejército alemán y las autoridades de ocupación de las
SS y la policía, y la colaboración de la policía y la administración noruegas.
El 10 de mayo de 1940, las fuerzas alemanas invadieron Europa
occidental. Luxemburgo se rindió ese día y fue finalmente anexado
Alemania. El ejército holandés se rindió el 15 de mayo; los belgas
capitularon el 28 de mayo. Se puso a los países bajos al mando de un
comisario político del Reich alemán; una administración civil alemana
supervisaba la colaboración de una administración holandesa. Bélgica
quedó bajo ocupación militar alemana. Francia filmó un armisticio con los
nazis el 22 de junio de 1940. Según los términos de armisticio, en Norte y
la costa atlántica de Francia quedaron bajo ocupación militar alemana,
mientras que el Sur de Francia, incluida la costa mediterránea, quedó bajo
la jurisdicción de un gobierno francés colaboracionista encabezado por
Henri Petain, héroe de la Primera Guerra Mundial.
En marzo de 1941, en un esfuerzo por ayudar a Italia, su aliado de Eje, la
Alemania nazi invadió Yugoslavia y Grecia. Yugoslavia se desintegró al
cabo de 2 semanas. Con sus aliados italianos, los alemanes dividieron
Eslovenia y anexaron la parte Nordeste del país, auspiciaron un estado
croata dependiente bajo el liderazgo del movimiento fascista Ustasa, y
dejaron a Serbia bajo ocupación militar. Después de perder su costa
Noroeste ante la Albania anexada a Italia y la tracia anexada a Bulgaria,
Grecia fue dividida en zonas de ocupación alemana e italiana, bajo
senados gobiernos militares.
En junio de 1941 invadió a la URSS. Después de expulsar a las fuerzas
soviéticas de Polonia Oriental, que la Unión Soviética había ocupado y
anexado en 1939 de conformidad con el Pacto alemán-soviético, los
alemanes anexaron la parte administrativa del distrito de Bialystok a
Prusia oriental e incorporaron Galicia Oriental, la región cercana a Lvov en
el Sudeste de Polonia, en el Gobierno General.
El conflicto bélico terminó en el año 1945 cuando las tropas soviéticas y
estadounidenses entraron en contacto con el régimen alemán y lo
obligaron a devolver todos los territorios que había conquistado. Alemania
firmó un acuerdo de rendición, poniendo así punto y final a la guerra en
Europa. Sin embargo, Japón se negaba a doblegarse ante sus enemigos.
Fue entonces cuando EE.UU bombardeó las ciudades de Hiroshima y
Nagasaki, destruyéndolas por completo. Pocos días después, el 2 de
septiembre de 1945, el país asiático se rindió, finalizando así la Segunda
Guerra Mundial.
La Segunda Guerra Mundial ha sido el conflicto más importante y
destructivo de la historia por la amplitud de los combates, su carácter
planetario y la potencia y alto nivel tecnológico del armamento; lo que
determinó su elevado costo humano y material. Esta modificó las
relaciones internacionales y representó un importante punto de inflexión
en la historia de la humanidad. Con ella se puso fin a la hegemonía
europea, se inició el dominio de dos grandes superpotencias muy pronto
contrapuestas en el contexto de la llamada Guerra Fría: los Estados Unidos
y la URSS, y se produjo la emergencia del llamado Tercer Mundo,
resultado del proceso descolonizador. Millones de personas en todo el
mundo que habían vivido los horrores de la contienda, esperaban que la
paz alcanzada en 1945 se tradujera en un mundo más seguro y más justo,
pero estas aspiraciones no se verían confirmadas plenamente.

Espacio para las


enseñanzas de la
2GM
Las naciones unidas es una organización internacional fundada en 1945,
tras los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial por 51 países,
entre ellos: Francia, la URSS, El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del
Norte y los Estados Unidos de América, que se comprometieron a
mantener la paz y la seguridad internacional, fomentar entre las naciones
relaciones de amistad y promover el proceso social, la mejora del nivel de
vida y los Derechos Humanos. La carta de las Naciones Unidas otorga a la
ONU para aprobar misiones de mantenimiento de la paz, imponer
sanciones a quienes incumplen los Derechos Humanos y usar la fuerza
“cuando existe una amenaza contra la paz y la seguridad internacionales”

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