La región habitada tradicionalmente por los mojeño es de clima tropical. El año
se divide en dos estaciones claramente diferenciadas: un invierno seco sin lluvias mayores, y un verano lluvioso. El hábitat mojeño se distingue y divide igualmente en dos regiones bien marcadas: el bosque tropical, que acompaña a las cuencas de las cabeceras de los ríos que entran en la planicie descendiendo de los Andes, y los llanos de Mojos, grandes dimensiones de sabanas que anualmente se inundan debido a la subida de los grandes ríos como el Mamoré. Cuando bajan las aguas se habilitan inmensas planicies cubiertas de praderas o pampas, de las cuales solamente se reconoce algunas islas boscosas en lugares ligeramente más altos. Los cursos de los ríos son acompañados por bosques ribereños. 2. HISTORIA Los mojeño forman parte de los pueblos arawak, distribuidos en América desde las islas del Caribe hasta el Gran Chaco. Debido a cambios climáticos que transformaron las pampas de la Amazonia en selva, llegaron a las sabanas de Mojos a partir del 3000 a.C. en busca de tierras parecidas a las que habían abandonado. Como expertos agricultores y horticultores, dejaron en Mojos obras de grandes dimensiones, de cuya importancia los arqueólogos comienzan a estudiarlas (ver Pueblo Baure). Mojos se quedó en la mira de los españoles venidos de Asunción, después de haber encontrado y ocupado el país de oro y plata del Altiplano por otros españoles. Sus expediciones para encontrar el Paitití o Gran Moxos, se dirigieron desde entonces hacia Mojos, volviendo sin oro pero con esclavos, los que eran vendidos en los centros poblados de la Colonia. En 1682 los jesuitas fundaron Loreto, su primera reducción en Mojos, a la cual siguieron otras numerosas fundaciones. La experiencia de las reducciones jesuíticas dejó hondas huellas en el pueblo mojeño, que con el tiempo combinaron su modo de ser y pensar indígena con manifestaciones y estructuras introducidas por los jesuitas. Después de la expulsión de los jesuitas de América en 1767, los gobernadores venidos de España introdujeron en las reducciones, guiados por las reformas borbónicas, métodos de liberalismo económico, forzando una mayor producción y exportación de bienes en detrimento del nivel de vida en las reducciones, lo que provocó una serie de rebeliones en contra la administración española. A la fundación de la República de Bolivia, con la creación del Departamento del Beni en 1842, las reducciones fueron desapareciendo. Posteriormente, parte de los indígenas sirvieron como remeros en el inicio del auge de la goma en el río Madera. Con los auges de la quinina y de la goma, y el comienzo de la ganadería en el Beni, que requerían gran cantidad de mano de obra, muchos mojeño fueron esclavizados. Los abusos provocaron la rebelión liderada por Guayocho y José Santos Noco a fines del siglo XIX, que a su vez dio origen al movimiento de la búsqueda de la 'Loma Santa'. En la segunda mitad del siglo XX, el movimiento de la 'Loma Santa' promovió una serie de migraciones, durante las cuales los mojeño y otros pueblos indígenas repoblaron regiones enteras, de las cuales fueron retirados por los jesuitas para concentrarlos reducirlos) en reducciones. Cuando los indígenas comenzaron su batalla en favor de sus derechos sobre el 'Bosque de Chimanes', las autoridades se enteraron de la existencia de numerosos asentamientos mojeños en esta región. 3. ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL La organización social y política de las comunidades mantiene el sistema del Cabildo Indigenal, introducido por los jesuitas, pero reconocido como originario por los mojeño. Hasta la actualidad, el Cabildo indigenal sostiene entre los mojeño toda su fuerza, bajo la dirección de un corregidor, originalmente una persona destinada de afuera, pero ahora bajo el mando del Cabildo Indigenal. Al igual que los chiquitano, los mojeño guardan una fuerte identidad que los relaciona en lo emocional, social,económico y religioso con la reducción , de donde emergieron sus antepasados, llamándose así trinitarios,ignacianos, loretanos o javerianos. De San Ignacio de Mojos salió uno de los primeros movimientos indígenas reivindicadores de las tierras bajas: la Central de Cabildos Indígenas Mojeños. 4. ECONOMÍA La economía de los mojeños se basa en la agricultura. Cada entidad familiar prepara su chacra con el sistema tradicional de tumba, roza y quema del bosque, utilizando la ceniza como fertilizante. La producción agrícola está destinada principalmente al autoconsumo. Los cultivos principales son: arroz, yuca, maíz, plátano, caña, frijol, zapallo y camote. Además, se cultiva cítricos y tabaco, además de cacao y café para la venta. Dependiendo de las ofertas de la extensa región habitada por los mojeños, tiene gran importancia la pesca, los recursos forestales o la venta de productos como ruedas para carretones o canoas. Cierta importancia tiene también la venta de artesanía. Debido al movimiento de la 'Loma Santa', se encuentran mojeños conviviendo en el mismo ámbito de otros pueblos como los mosetén o yurakaré. 5. COSMOVISIÓN La religiosidad mojeña está muy influenciada por la convivencia en las reducciones jesuíticas. Las fiestas principales son las patronales, y en especial las de las ex reducciones y la de Semana Santa. En las fiestas se mezclan elementos cristianos con otros de la cosmovisión indígena, representado por los macheteros y los portadores de máscaras, representando a espíritus y amos de la naturaleza. Como aspecto principal de la cosmovisión indígena se mantiene el respeto a los amos de la naturaleza, quienes vigilan que el hombre no abuse de los seres, con quienes comparten un mismo ecosistema. 6. SITUACIÓN ACTUAL Especialmente los territorios indígenas multiétnicos como el TIPNIS o el Parque Isiboro-Sécure, regiones también compartidas por mojeño-ignacianos, son invadidos por madereros ilegales, colonos y estancias ganaderas. Gracias al movimiento mesiánico de la 'Loma Santa', gran parte del pueblo indígena mojeño se ha liberado del trabajo dependiente de los estancieros, retornando a las regiones de sus antepasados y volviéndose de nuevo indígenas dueños de su destino.