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“Los disfemismos más frecuentes en los estudiantes del sexto curso de

secundaria del Liceo Martí de la gestión II/2018”

CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO DE INVESTIGACIÓN

A) PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

Dentro del contexto estudiantil la forma de expresarse de los estudiantes contiene un


vocabulario variado. Tomando esto en cuenta podemos destacar el uso de disfemismos,
palabras utilizadas de manera despectiva o peyorativa en lugar de expresiones neutras o mejor
conocidas como eufemismos. Los disfemismos al igual que el lenguaje evolucionan a la par de la
cultura, el desarrollo tecnológico, etc. Entonces disfemismos que no se usaban se usan y nuevos
aparecen, unos propios del lugar y otros que llegan de diferentes partes del mundo.

Por otro lado, el lenguaje juvenil es incomprendido por parte de la sociedad adulta ya que estos
brindan diferentes significados a las palabras a la vez toman prestadas extranjerismos o
expresiones de lenguas nativas para poder expresar de manera humorística, sarcástica o
peyorativa sus ideas. Esto también va de mano con su desarrollo y pertenencia a un grupo
social.

Si bien existen registros y trabajos dirigidos a este punto, no existe uno propiamente de nuestra
cultura, regiones de Bolivia, tampoco existe un registro de disfemismos más comunes dentro
del contexto estudiantil que nos ayude a tener una vista general de uso de estos.

Formulación del problema

¿Cuáles son los disfemismos más frecuentes en los estudiantes de sexto de secundaria del liceo
Martí de la gestión II/2018?

B) OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
Objetivo general.
Determinar los disfemismos más frecuentes en los estudiantes de sexto de secundaria
del liceo Martí de la gestión II/2018.

Objetivos específicos.
 Describir el significado que los estudiantes asignan a los disfemismos.
 Encontrar la frecuencia en que se utilizan los disfemismos en la comunicación.
 Diferenciar entre los disfemismos masculinos y disfemismos femeninos.

Justificación de la investigación.

La presente investigación pretende ofrecer una visión general sobre el mecanismo del
disfemismo, su cambio de significado, la forma en que se plasma y la emotividad que reside en
estas expresiones.
Las propias denominaciones de disfemismo resultan interesantes y llamativas para todo aquel
que posee al menos un mínimo uso de estos; podemos encontrar vocablos que se usan en el
contexto estudiantil, unos con más frecuencia que otros.
Se considera que puede generar interés a cualquier lector que quiera acercarse a conocer al
vasto mundo de las palabras malsonantes, si lo hacen con la idea de aprender cuándo
comienzan el origen del funcionamiento de esta. Además, el hecho de que numerosos
estudiosos se hayan centrado solamente o, en gran parte, en el eufemismo (mecanismo que
contrarresta los efectos del disfemismo llama la atención y motiva para profundizar en ello y,
así, se podrá saber más acerca de este elemento lingüístico.
Por lo tanto, busca proporcionar información que será útil a toda la comunidad educativa para
mejorar el conocimiento sobre el alcance del problema. Al indagar en aquellos estudiantes de
6to de secundaria del Liceo José Martí no solo será conveniente para el investigador en su
proyecto sino también en la sociedad.
Considerando a nivel local la inexistencia de un estudio específico acerca del disfemismo se
cree necesario contribuir de alguna forma a la información de algunos estudios relacionados
con el fenómeno de talde tal manera se contará con un panorama más claro acerca como son
las expresiones juveniles bolivianas cuáles son sus características y en especial como están
relacionadas con el nivel de vida el nivel de educación y otros,
En base a las necesidades expresadas la presente investigación se realizará en jóvenes
estudiantes, pues en ellos se observó una variedad de expresiones que les permiten formar de
un determinado grupo social.

Viabilidad

 La presente investigación en cuanto recursos teóricos cuenta con acceso a información


primaria presentes en internet, libros y tesis de grado.
 se cuenta con los recursos disponibles para realizar la investigación por tanto no se
requiere un financiamiento mayor.
 Se posee la disponibilidad de tiempo pues la investigación es acorto plazo, de la misma
forma el tiempo que se requiere observar a los estudiantes no perjudicara su rutina
académica.
 El estudio de las unidades de análisis es factible y posible encontrándose en un área
céntrica de la ciudad de La Paz; así mismo no se causará ningún efecto negativo en el
alumnado estudiado del Colegio Liceo José Martí.

MARCO TEÓRICO

Antecedentes del problema a investigar

Se han hecho varios estudios relacionados con este tema tal es el caso de la Zimmer (2004),
quien es su artículo “El lenguaje estudiantil de Costa Rica: El disfemismo como medio de
identificación” analiza los disfemismos usados en jóvenes universitarios costarricenses. Declara
que, todos los idiomas son caracterizados por su heterogeneidad, describe diversos
subsistemas tales como dialectos, variedades grupales, registros y variedades lingüísticas
relacionadas a la clase social de los hablantes. Hace un balance entre la frecuencia del uso del
eufemismo y del disfemismo en un grupo específico.

Por otro lado, podemos mencionar a Ríos Gonzales, con su artículo “El tabú y el disfemismo en
jóvenes colegiales costarricenses”, realiza su estudio a 512 estudiantes de quinto año de
colegios públicos y privados costarricenses, en las zonas urbanas y rurales utilizando la
metodología de la disponibilidad léxica la cual consiste en motivar al informante con un tema y
darle un tiempo de reacción de 2 minutos para que escriba todo lo que surge en su mente
acerca de ese tema. Llega a la conclusión que los disfemismos dependen de la cultura, de la
edad y el entorno comunicativo en el que los jóvenes estén.

Zimmermann (1996:476) en su artículo “lenguaje juvenil” manifiesta que existen relativamente


pocos estudios sobre el lenguaje juvenil. La falta de estudios del lenguaje de los jóvenes puede
ser causada por el escaso poder de la población juvenil en la sociedad, que legalmente es
menor de edad.

Desde el punto de vista pragmático se encuentra Diaz (2012) en su tesis doctoral


“pragmalingüística del disfemismo y la descortesía”, muestra que el estudio lingüístico del
disfemismo se centra en las expresiones malsonantes, sin embargo, determina que no solo
personas hostiles < como lo denomina el autor, son quienes hacen uso de estos, relaciona a la
descortesía con el disfemismo, a la vez las redes sociales y su influencia adquieren un papel
muy importante en esta investigación.

A nivel local, según lo investigado hasta el momento no se han encontrado estudios acerca de
este tema, sin embargo, existen investigaciones relacionadas al disfemismo, o que de alguna
manera está presente en el estudio, tales son los casos de:

Copa (2016) en su tesis “análisis de los procesos neológicos en el léxico de los estudiantes de
sexto de nivel secundario del colegio Don Bosco”, sitúa al disfemismo dentro de su hipótesis
como el proceso neológico más utilizado entre los jóvenes, realiza una descripción, análisis e
interpretación de datos, llegando a la conclusión de que los disfemismos son utilizados en lugar
de palabras tabú, además de que los jóvenes a través del tiempo y contexto brindan significado
a deferentes palabras.

Por otro lado, Dueñas (2004) en su tesis “análisis semántico del léxico universitario de la
U.M.S.A” si bien no se enfoca estrictamente en el disfemismo, dentro de sus interpretaciones lo
manifiesta como una creación léxica universitaria, predominante en estudiantes de la facultad
de ciencias sociales, además de manifestar que el fenómeno depende de cuestiones
relacionadas al contexto de crianza, como nivel de educación de los padres, y la residida,
ingresos económicos entre otros.

Marco conceptual

Disfemismo

Este termino a medida del tiempo no ha logrado adquirir un significado denotativo, pues a él
diversos autores le han asignado diferentes significados:

Por ejemplo, Moliner (1991) lo define como” un sustituto de carácter humorístico que puede
ser tan connotativo o más que el término sustituido”.

Una definición más clara la brinda Zimmer, (2004). “En vez de utilizar un registro del idioma que
muestre respeto frente al oyente, como en el caso del uso del eufemismo, el hablante busca la
ruptura con las reglas sociales y escoge lexemas chocantes y vulgares que sustituyan palabras
normales, neutrales o hasta nobles… La función del disfemismo es la evocación del concepto
tabú a través del cual el hablante puede expresar sus emociones con mayor fuerza. El tono
puede ser drástico, agresivo, irónico, humorístico, etc.” (Zimmer, 2004:165).

Por otro lado, Diaz (2012) lo manifiesta como un fenómeno lingüístico que por medio de
expresiones malsonantes demuestran la intención del emisor y cuyo significado puede ser
adquirido y mostrado al momento de la actuación.

Copa (2016) toma al disfemismo como una palabra tabú, parte de un leguaje censurado,
utilizado de manera ofensiva hacia persona y/o situaciones.

Eufemismo
Según (Dubois 1979) Se denomina así a toda manera atenuada o suavizada de expresar ciertos
hechos o ideas cuya crudeza puede herir. Expresa lo contrario de lo que se quiere decir.

Según Copa (2016) el eufemismo es “una palabra u expresión decorosa que reemplaza y reduce
la carga semántica negativa de un tabú”.

En resumen podemos decir que disfemismo y eufemismo son totalmente opuestas y deben
estudiarse y tratarse de manera independiente.

Puntos de vista del disfemismo

Según Diaz (2012), el disfemismo es concebido bajo las siguientes perspectivas especificas:

El disfemismo como fenómeno de motivación semántica. – se establece una estrecha relación


entre eufemismo y disfemismo pues se expresa que este es “un fenómeno lingüístico contrario
al eufemismo”.es decir, su concepto señala la comparación de ambos términos y las direcciones
simultaneas que siguen.

El disfemismo como proceso de sustitución léxica. - se expresa la sustitución de una palabra


tabú por un disfemismo, se busca que el primero adquiera un valor mucho más negativo de
acuerdo al contexto.

El disfemismo como variedad diastrática. - las variantes diastráticas o sociolectos toman un


protagonismo, pues los disfemismos en la actualidad repoden a factores sociales: como ser
nivel de clase social, nivel de aprendizaje, edad, etc. Por lo cual las expresiones peyorativas
tendrán el mismo significado que otras, pero con diferente intencionalidad.

El disfemismo como fenómeno pragmático. - de acuerdo a lo que el locutor desee expresar ya


sea en un tono humorístico, sarcástico, o a manera de ofensa el receptor percibirá la intención
del emisor de acuerdo al contexto. Sin embargo, expresa que en estos casos el emisor refuerza
una actitud negativa hacia el emisor.

El disfemismo como variedad estilística. - se trata de un estilo del habla, la manifestación


individual de la lengua de un sujeto que adopta el fenómeno disfemistico como parte de su
expresión oral diaria en su mayoría en tono burlesco dejando de lado al eufemismo.
Manifestaciones Del Disfemismo

Antes de tratar las diferentes manifestaciones del disfemismo hemos de tener en cuenta la
dimensión social del fenómeno y la menor relatividad del mismo con respecto al eufemismo. En
líneas generales, el disfemismo tiende a una mayor estabilidad hasta llegar incluso a constituir
un estereotipo. Así, según Lara (1997:18) se puede decir que “un significado se vuelve
estereotípico cuando ha quedado más fijo en la memoria social y se muestra como base
generadora de las acepciones subsecuentes”. Asimismo, hemos de tener en cuenta el
fenómeno de la marca –la relación entre la forma y el significado, la oposición semántica de
tipo positivo/negativo– planteada inicialmente como un fenómeno psicosocial por Leech (1981)
de la siguiente manera:

“La propiedad de estar marcado se puede definir superficialmente como una relación entre la
forma y el significado: si hay dos formas (v. gr., las palabras) que se contraponen en una
dimensión única del significado, la que no está marcada es también la única que se puede
aplicar neutralmente a toda la dimensión. Parece ser que este fenómeno se debe a un
alternativa positivo/negativo inherente a la propia oposición semántica […] Así pues, una
explicación más profunda del fenómeno de la marca postularía motivaciones psicológicas o
producto de la experiencia para tal desequilibrio. Por ejemplo, los psicolingüistas han
propuesto la denominada “hipótesis Pollyanna”, según la cual la gente tiende a considerar el
lado positivo de la vida, lo cual explicaría la tendencia a que las palabras que representan
“buenas” valoraciones no estén marcadas, y que en cambio las “malas” lo estén”.

Así pues, atendiendo a las diferentes manifestaciones del disfemismo, resulta evidente que no
es éste un fenómeno que tenga una única forma de aparecer. Si entendemos con Crespo
Fernández (2007: 159-160) que bajo el disfemismo se encuentra “toda aquella manifestación
lingüística que provoca ofensa, desagrado o tensión en el receptor”, y creemos que es el
contexto el que otorga el valor disfemístico a un determinado término o expresión, entonces,
hablaremos de disfemismo si el acto de habla del que se trate consigue molestar u ofender al
receptor o si adopta un tono peyorativo con respecto al concepto que designa. De esta manera,
considera esta estudiosa que deben distinguirse dos tipos de disfemismo: los de referencia
personal y los de referencia conceptual y establece una taxonomía de las distintas
manifestaciones verbales que puede adoptar el disfemismo237 diferenciando los siguientes
tipos: insultos, disfemismos interjectivos, formas directas, designaciones jocosas y, finalmente,
disfemismos metalingüísticos. Esbozamos aquí unas pinceladas de aquellas manifestaciones
que pueden resultar más pertinentes para nuestro estudio.

El Insulto

La forma más evidente que puede adoptar el disfemismo es, sin duda alguna, el insulto. Se basa
en la asociación, en la adjudicación de los rasgos denigratorios de ciertos conceptos a la
persona objeto del insulto.

Según Colín Rodea (2005: 16) el insulto constituye un fenómeno comunicativo y lingüístico que
puede ser considerado desde la perspectiva de la cognición individual y colectiva, en actos de
habla orales y escritos desde el punto de vista de la producción y de la recepción238. Realiza
esta autora una doble distinción en el insulto, distinguiendo un primer grupo239, que
denomina de “fronteras difusas” y que se sitúa en el plano de la interlocución y de la
representación; y un segundo grupo240, el de los “elementos esenciales”, que enfoca el papel
de unidades léxicas como elementos centrales de la noción de insulto. Efectivamente, los
insultos pueden manifestarse como comportamientos, acciones o gestos, pero, esencialmente,
son palabras ofensivas. La presencia de la idea de ofensa grave y deliberada que encierra la
acción del insulto se expresa principalmente en un tipo de unidad léxica.

Las Formas Directas

Existen determinadas formas en la lengua que, por el simple hecho de no ser sustituidas por un
término eufemístico, producen un efecto disfemístico. Así sucede con ciertos términos o
enunciados de forma directa, las formas imperativas, las preguntas directas o la referencia
explícita a realidades que puedan resultar incómodas. Si el hablante opta por cualquiera de
estas formas, obviando la presencia de términos o fórmulas atenuadoras, corre el riesgo de
ofender al receptor o romper el equilibrio que puede darse en una comunicación,
introduciendo un elemento de tensión. De hecho, consideramos que existen expresiones
neutras, que en sí mismas no son ni disfemísticas ni eufemísticas, que llegan a cargarse de
valores disfemísticos y han de ser reemplazadas por expresiones atenuadoras admisibles en la
conversación.

Las Designaciones Jocosas

No cabe duda de que el recurso al humor es una de las estrategias que puede utilizarse a la
hora de amplificar el tabú, pretensión indiscutible del disfemismo. Puede apreciarse esta
manifestación humorística con efecto disfemístico tanto en designaciones jocosas como en
chistes. No obstante, en ocasiones, este tono humorístico puede adoptar otras connotaciones
más ofensivas e hirientes. Así lo advierte Crespo Fernández (2007: 164) al indicar cómo:

“[…] el tono burlesco puede adoptar tintes agresivos y convertirse en un arma de ataque contra
las minorías, contra aquellos individuos que, por una u otra razón, se “desvían” de la norma, en
una ruptura evidente del lenguaje políticamente correcto. El humor, en estos casos, rompe el
tabú social y se convierte en una forma de ofensa verbal contra homosexuales, prostitutas,
vírgenes y, especialmente, contra las minorías étnicas […]”.

Es fácil entender que sea ésta una de las manifestaciones que, caso de darse, afecten
directamente al tema objeto de nuestro estudio. Si bien es cierto que en raras ocasiones se
encuentran disfemismos en textos legales referidos a la educación, no es menos cierto que son
expresiones de uso común en la jerga docente y en documentos que no son emitidos por la
Administración.

El humor viene a ser una buena caja de resonancia social en la que se reflejan los prejuicios o
ideas aceptadas comúnmente por un determinado grupo de la sociedad.

Estos usos eufemísticos, como indica Nash (1985: 1) “coadyuvan en el ataque verbal, en la
crítica, en la protesta y, en definitiva, en todo aquello que escapa a nuestro control”.

Las Variantes Del Disfemismo

Encuentra Crespo Fernández (2007: 178-179) tres variantes de materialización lingüística del
fenómeno: el término disfemístico, la locución disfemística y el enunciado disfemístico.
Por lo que respecta al término disfemístico, se trata de una única palabra con la fuerza
suficiente como para poder generar una tensión en el acto comunicativo que lo dificulte, o bien
ofender al receptor. Morfológicamente, estos vocablos son sustantivos, verbos o adjetivos, con
lo que podemos hablar de términos disfemísticos nominales, verbales o adjetivales. En el caso
de recurrir a un número indeterminado de palabras equivalentes a estas categorías
morfológicas, estaríamos ante una locución disfemística.

La ofensa que pretende causarse o la tensión que se quiere introducir en el discurso se puede
lograr mediante distintos tipos de enunciados, Crespo Fernández (cf. 2007: 178-179) recoge los
siguientes:

 Enunciados que intensifican las connotaciones más negativas de un determinado tabú a


fin de causar ofensa, burla o crear tensión en la comunicación.
 Enunciados que, por su rotundidad, atentan contra la cortesía propia de las relaciones
sociales y el respeto a la imagen del interlocutor.
 Enunciados de referencia explícita a alguna realidad incómoda, socialmente
estigmatizada o que pueda provocar tensión en el acto comunicativo.
 Enunciados de tono hiperbólico en los que se maximiza una cualidad negativa por medio
de un superlativo o una comparación.

Uso Limitado De Las Formas Disfemísticas

Afirma Casas Gómez (1986a: 91), en la misma línea de Grimes (1978), que las formas
disfemísticas tienen un uso limitado, dado que se restringen a contextos y entornos sociales
muy concretos. Su empleo dependerá, entre otros factores, de la clase social, igualdad de sexo,
la interlocución o conocimiento mutuo entre personas, estilo de lenguaje y de la “rivalidad
masculina en el nivel de comportamiento verbal”; siguiendo a Grimes (1978: 16), se trataría de
aquellas situaciones y ambientes en las que reina el denominado “machismo” y donde el deseo
de comprobar y lucir cualidades y virtudes masculinas se hace más patente.
Por lo que respecta a los textos analizados en nuestro estudio resulta evidente que no suponen
un contexto apropiado para la aparición de este fenómeno, dado que la finalidad de estos
escritos se encuentra en el polo opuesto de la perseguida por el disfemismo.

Los Fines Del Disfemismo

La prohibición que impone un tabú presenta una disyuntiva al ser humano; esto es, el emisor
puede o bien respetar la prohibición impuesta, o bien transgredirla. Freud (1982 [1912]: 47)
señala que en el proceso psíquico se da al mismo tiempo el miedo a quebrantar el tabú y el
deseo de transgredir dicha prohibición. Ahora bien, en el plano de la lengua, esta ambivalencia
se hace más evidente en lo que Jespersen (1955: 255-256) denomina “disguised oaths”, al
reflejar la antagónica inclinación a respetar y a violar el tabú.

Considera Crespo Fernández (cf. 2007: 167-169) que “el uso disfemístico responde a una serie
de finalidades que responden tanto a los principios psíquicos o internos como a los sociales o
externos que dan lugar al fenómeno”. De este modo establece los objetivos que persigue el
disfemismo: ataque verbal, rebeldía social, liberación de tensiones, finalidad persuasiva y
finalidad de poder social:

a) Ataque verbal. Se utiliza el disfemismo como arma verbal, como sustituto de la violencia
física y como recurso lingüístico de provocación interpersonal, normalmente a través del
insulto o la imprecación. Puede el disfemismo perseguir la degradación y el menosprecio
del destinatario del mensaje.
b) Rebeldía social. Resulta ésta una faceta especialmente relevante para nuestro estudio,
puesto que el disfemismo se utiliza como un instrumento de rebeldía frente a las
normas y convenciones sociales, como antítesis de lo considerado “políticamente
correcto”. Se trata de una reacción ante la censura lingüística propia del eufemismo y
una afirmación de libertad individual.
c) Liberación de tensiones. Puede usarse como válvula de escape ante la tensión que
provocan ciertas situaciones.
d) Finalidad persuasiva. Se presenta el disfemismo como un medio de ejercer control
ideológico y manipular al receptor al hacer explícitos aquellos aspectos más ofensivos o
hirientes de aquello que se pretende menoscabar. Como señala Martínez Hernando
(2001)259, “no hace falta ser un lince para darse cuenta de hasta qué punto puede
haber una utilización interesada, política, dominadora o indecente de los recursos de
habla”.
e) Finalidad de poder social. El uso del disfemismo contribuye a marcar el rango social del
emisor y su poder sobre el interlocutor. En la medida en que el hablante tenga un mayor
poder o dominio sobre el receptor, más se permitirá el insulto, la imprecación, las
preguntas directas o las órdenes, estrategias comunes de carácter disfemístico en
conversaciones asimétricas.

http://tutoriamanuelfranco.weebly.com/palabras-tabuacute.html

http://www.estudiantes.info/lengua/tabu-y-eufemismos.htm

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