La serie “Duda razonable” dirigida por Roberto Hernández, expone y deja ver la
triste realidad de la justicia mexicana, tristemente en nuestro país la justicia rara
vez es justa, ya que, gracias a los actos de corrupción que se viven día a día en nuestro país las situaciones que son relatadas en esta serie documental ocurren constantemente. En esta serie documental se relatan las historias de cuatro individuos cuyos caminos se cruzan gracias a una desafortunada situación, la cual los hace llegar al penal de Macuspana, bajo una acusación de secuestro, los hechos relatados en esta serie son llevados acabo en el estado de tabasco. La serie además de ser muy interesante, demuestra una crudeza escalofriante, en donde los protagonistas relatan los abusos que sufrieron desde el momento de su aprensión y que muy probablemente sigan sufriendo hasta el día de hoy, Gonzalo, Juan Luis, Héctor y Darwin. La justicia en México aún hoy en día tiene muchos asegunes en el enjuiciamiento penal, esto se debe a que todavía existe mucho poder en los ministerios públicos, aún existe la tortura incluso la figura del exilio sigue existiendo hoy en día. En lo personal una de las partes del documental que más me llamó la atención es cuando el productor le pregunta muchos policías que quien piensa que en México no existe la tortura nadie alza la mano, esto deja ver que todo el mundo sabemos que existe la tortura aquí en México y lo más triste es que todos sabemos de las malas prácticas que llevan a injusticias como la que se expone en este documental, otra situación que es expuesta es la fabricación de pruebas la cual es llevada acabo por parte de los policías ya que el sistema penal acusatorio es un sistema al que aún le falta mucho para llegar a ser un sistema completo y funcional. La práctica de fabricación de pruebas es llevada a cabo por policías principalmente, pero son respaldadas por los jueces y demás autoridades que están implicadas, las carencias del sistema penal actual son incentivadas por el mismo, ya que, el sistema penal está hecho mediante incentivos que le son otorgados a las autoridades, es por esta razón que nuestras cárceles están llenas de inocentes porque a las autoridades, en muchas ocasiones, les interesa más el incentivo que se les otorga que hacer una buena investigación e incluso llegar a una resolución que sea favorable tanto para la victima como para el presunto culpable. Otra parte del documental que llama bastante la atención es una frase que dice el exfuncionario de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tabasco Normando Granados la cual dice “Si queremos un homelet tenemos que romper uno que otro huevo” haciendo referencia a que hay ocasiones en las que los funcionarios encargados de la seguridad publica se ven obligados a cometer actos de tortura para obtener una confesión o la verdad acerca de los hechos ocurridos sobre un caso, sin embargo al llevarse a cabo estas practicas de tortura muchas veces las personas terminan diciéndole a las autoridades lo que quieren escuchar para que cesen los actos de tortura lo cual es muy peligroso porque confiesan crímenes que no cometieron y los verdaderos culpables quedan libres. En el último capítulo de la serie se muestran la estrategias que utilizan las fiscalías con el objetivo de condenar a inocentes y no hacer las investigaciones correspondientes para que los verdaderos culpables sean llevados ante la justicia y respondan por sus crímenes porque esto, en muchas ocasiones es mucho más costoso que condenar inocentes, ya que el costo que más le preocupa al estado es el político, esto se debe a que como lo mencionan en la serie, los crímenes por secuestro tienen un costo político muy alto en nuestro país. “Duda razonable” ha impactado por exponer un sistema que, pese a los esfuerzos de renovarlo, las figuras que imparten justicia siguen siendo uno de sus principales obstáculos. Tres de los implicados aún permanecen en la cárcel desde el 2015 cumpliendo una condena de 50 años que se les dictó pese a tener las pruebas necesarias de su inocencia. “Duda razonable”, expone un sistema de jurídico fragmentado, donde hasta nuestros días la autoridad es partícipe de crear pruebas en contra de personas no relacionadas con los delitos que se les acusa. La tortura y los vacíos legales en el sistema de justicia mexicano poco a poco irán cambiando hasta llegar a tener un sistema completo y que en verdad sea justo tanto para las víctimas como para los acusados.