Está en la página 1de 7

EL MISTERIO DEL BAUTISMO

(THE MYSTERY OF BAPTISM; Neville Goddard; 31 de enero de 1969)

En este nivel, el bautismo es una representación simbólica de elevarse a la


comprensión de ser Dios Padre. En su carta, Pablo les dice a los efesios que hay un
solo bautismo. Esto ocurre antes de la comprensión de ser Dios Padre. Y en la carta
de Pablo a los Romanos, éste declara: «Porque somos sepultados con él por el
bautismo en la muerte; para que como Cristo fue levantado de los muertos por la
gloria del Padre, así también nosotros caminemos en una nueva vida» [Ro 6,4]. El
bautismo implica una inmersión total. Se dice que cuando Jesús emergió del agua,
los cielos se abrieron, y el Espíritu Santo, en forma de paloma, descendió sobre Él.
¿Se te ha ocurrido alguna vez que estás sumergido en un cuerpo que es noventa
por ciento agua? Estas son las grandes aguas en las que Dios está sepultado y
permanecerá hasta que (ahora individualizado como tú) se levante del agua para
ver los cielos volverse transparentes, y el Espíritu Santo, encarnado como una
paloma, descienda con su don de una nueva forma, un nuevo modo de existencia
y una nueva unificación, para que cada quién, sin perder su individualidad, se
convierta en Dios Padre.
En su gran panegírico, Pablo coloca al bautismo en sexto lugar [Ef 4,6].
Comenzando con «un solo cuerpo», Pablo habla de «un solo Espíritu», «una sola
esperanza», «un solo Señor», «una sola fe», «un solo bautismo» y, finalmente, «un
solo Dios y Padre de todos». Así que el bautismo tiene lugar antes de que seas
consciente de ser no solo Dios Padre, sino ¡el Padre de todos!
Se dice que cuando los cielos se abrieron hasta ser completamente translúcidos,
Cristo (ahora ascendido) no solo vio al Espíritu Santo asumir la forma corporal de
una paloma, sino que oyó una voz que le hablaba directamente. Este evento tiene
lugar en el alma del individuo, y no es visto ni oído por nadie más.
Jesús es la personificación de la humanidad redimida. Él representa a todos
aquellos en quienes las Escrituras se han cumplido. Su historia sucede en el alma
del individuo que ha tenido la experiencia, y no es compartida por otro en este
nivel. «Tengo un bautismo con el que he de ser bautizado; ¡cómo estoy presionado
hasta que se cumpla!» Todos los académicos interpretan esta afirmación como la
crucifixión, pero no es así.

1
La crucifixión comenzó con un acto creativo, cuando el Espíritu de Dios flotaba
sobre las aguas1 [Gn 1,2] y fue bautizado en estos cuerpos de agua. En ese
momento fuimos unidos con Cristo en una muerte como la suya. Después de la
incubación, todos saldremos del cascarón y nos uniremos con Él en una
resurrección como la suya.
Inundado ahora en un mundo de ilusión, el Espíritu está flotando, empollando,
y un día se levantará de este cuerpo de agua. Entonces los cielos se abrirán, y el
Espíritu Santo, en forma de paloma, descenderá.
Ten en cuenta que Jesús representa a la humanidad redimida. El suyo es el
único cuerpo dentro del cual todo ser se incorpora. Jesús es el único Espíritu, la
única esperanza del hombre y el único Señor. Él es la única fe por la que debemos
vivir, y el único bautismo que culmina con la conversión en el único Dios y Padre
de todos. Este es el bautismo en el verdadero sentido de la palabra.
En 1926 mi madre vino a verme a la ciudad de Nueva York y se preocupó
mucho cuando se enteró de que mi hijo de dos años no había sido bautizado. Creía
que si moría sin ser bautizado no iría al cielo, así que lo bautizamos por ella.
Sin embargo, se nos dice que el que no nazca del agua (en la cual habitas ahora
mismo) y del Espíritu (la experiencia espiritual) no podrá entrar en el reino de los
cielos. Cuando esta visión me poseyó, mi cabeza se volvió transparente, y gracias
a su translucidez vi una paloma flotando sobre mí, y así había cumplido la historia
del Génesis.
El hombre no es una fantasía de la tierra y el agua, sino la verdadera arca de
Dios, que contiene todo dentro de sí mismo. La paloma es el símbolo del Espíritu
Santo. Cuando Noé extendió la mano, tomó la paloma, la trajo dentro de sí mismo
y allí permaneció.
En mi caso, salí del agua que me inundaba. Extendí la mano derecha y la
paloma se iluminó sobre ella. Entonces la acerqué a mi cara y me colmó de amor,
mientras la voz de Dios (personificado como mujer) decía: «Ellas evitan al hombre
porque desprende un olor muy ofensivo, pero su amor es tan grande que penetró
el anillo ofensivo para demostrar su amor por ti».
Recientemente estuve leyendo los diálogos de los peregrinos de Buda
(traducidos del sánscrito por el señor Rhys Davids), donde decía: «A los ojos de

1 La palabra hebrea ‫ ָרחַ ף‬/rakjáf/, que normalmente se traduce como «flotaba», «se cernía» o «aleteaba» en
Génesis 1,2 (La tierra estaba desolada y vacía, y había tinieblas sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios flotaba
sobre la faz de las aguas) significa también ‘empollar’ o ‘incubar’.
2
los dioses, los seres humanos son vistos como despreciables, repugnantes, y así
son considerados». Sé que en mi caso la voz de Dios dijo palabras similares,
aunque no de la misma manera. Y en este plano pueden estar en lo cierto, cuando
se piensa en la gran cantidad de publicidad dedicada a los desodorantes. Sin
embargo, no creo que Buda hablara de los seres humanos en tales términos.
Estamos aquí con un propósito. El nuestro fue un descenso deliberado, y no
por algo que hayamos hecho mal. Y cuando nuestra incubación haya terminado,
ascenderemos una vez más de este mundo de muerte para ser infinitamente más
grandes que antes de nuestro descenso. Este cuerpo de agua llamado «hombre» es
el límite de nuestra contracción y opacidad, pero no hay límite para nuestra
expansión y luminosidad.
¿Sabías que cuando un cuerpo de 150 kilos es cremado, la cantidad de ceniza
que queda puede ser colocada en una lata de sardinas? Así que ¿a dónde se fueron
los 150 kilos? Se evaporaron, ¡porque todo era agua! Individualmente, todos
estamos usando una prenda de agua. Estamos sepultados con Cristo por el
bautismo hasta la muerte. Y así como Cristo resucitó por la gloria del Padre,
nosotros también resucitaremos a una nueva vida [Ro 6,4].
Cuando esto te pase, nadie aquí lo sabrá, porque nadie puede ver los eventos
que te suceden. Nadie verá a la paloma descender sobre ti ni la transparencia, ni
oirá la voz de Dios hablándote de su amor. Estos eventos ocurren en tu alma, y
cuando compartas tu experiencia con otros, algunos te creerán y otros no. La
mayoría no creerá, ya que al haber sido condicionados a creer en Jesús como un
pequeño individuo que vivió y murió hace dos mil años, no podrán considerarlo
como la personificación de la humanidad redimida. No podrán ver a Cristo como
una presencia cósmica sepultada en todos, sino como un hombre mortal, y ese no
es su relato.
Si no se puede entrar en el reino de Dios, a menos que se nazca del agua y del
Espíritu, entonces debes emerger (nacer) del agua, en la que entraste primero como
Espíritu.
Tu nacimiento como espíritu te califica para una nueva forma, un nuevo modo
de existencia, la nueva unificación de Cristo en un nivel completamente diferente.
Una persona a la vez es llamada a entrar y formar ese único cuerpo, único Espíritu,
única esperanza, único Señor, única fe, único bautismo, único Dios y Padre de
todos nosotros que [es] sobre todos, a través de todos y en todos [Ef 4,6].
Si has sido bautizado aquí o no, eso no importa, ya que es solo una
representación simbólica del verdadero bautismo, el misterio final en la gran serie.
3
Y cuando has experimentado el verdadero bautismo, eres un ser completamente
diferente. Nadie en el mundo externo puede ver al ser que sabes que eres. Sin
embargo, serás absorbido dentro de ese único cuerpo, único Espíritu, único Dios,
y, aun así, nunca perderás tu individualidad. Ese es el gran misterio y único
propósito de todo esto.
Fuimos individualizados antes de descender, y tendemos por siempre y para
siempre hacia una mayor individualización. Habiendo descendido a estos cuerpos
de agua, el Espíritu flota sobre el agua, incubando algo precioso que esta sepultado
hasta que eclosiona. Y cuando el agua rompe, los cielos se abren, y el Espíritu, en
la forma corporal de una paloma, desciende. Entonces la voz de Dios declara su
amor, porque Él ha elevado su gloria y tú te conviertes en uno con Dios Padre.
Cuando esta experiencia sea tuya, permanecerás aquí para compartirla en
forma escrita, para que en el futuro tus palabras puedan encender algo en a
aquellos que las lean. En este mundo del César, se busca dinero y seguridad, amor
y afecto; pero llegará el día en que nada satisfaga al individuo, excepto la
experiencia de Dios. Entonces conocerá el bautismo del Espíritu Santo.
Tu bautismo en la fe cristiana es sólo una representación simbólica de este gran
misterio de morir, ser enterrado y resucitar con Cristo. Pero no tienes que ser
bautizado aquí para cumplir las Escrituras.
Espero que pronto cumplas el verdadero bautismo y conozcas los misterios de
las Escrituras. Mi madre me hizo bautizar a la edad de tres o cuatro años. En ese
momento no tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo; pero en el bautismo
real yo era el único actor, solo yo en el escenario donde tuvo lugar la visión.
En su libro, Juan da a entender que otros vieron el evento, ya que puso palabras
en la boca de Juan el Bautista. Lucas sugirió que otros estaban allí, pero nos dijo
que sólo estaba contando una historia, diciendo: «En vista de que muchos se han
comprometido a recopilar una narración de las cosas que se han cumplido en2
nosotros, tal como nos las entregaron los que desde el principio fueron testigos
oculares y servidores de la Palabra [Logos], me ha parecido también a mí, después

2 ἐν /en/: en, dentro de.


4
de haber seguido con esmero todo desde arriba,3 [escribirte en adelante,4
excelentísimo Teófilo5]…» [Lc 1,1-3].6
La frase «desde el principio» es una traducción de la palabra griega anothen,
que [literalmente] significa ‘de arriba’ o ‘desde arriba’. Esta misma palabra se
traduce como ‘de arriba’ cuando el Cristo resucitado habló a un miembro del
Sanedrín, Nicodemo, diciendo: «A menos que nazcas de arriba, no puedes entrar
en el reino de los cielos» [Jn 3,3]. Lucas denota que ha tenido la experiencia
celestial, y que sabe de lo que habla, pero no afirma que su historia sea
cronológicamente exacta. Lucas reorganiza la historia, terminando con la
crucifixión, pero sabiendo que ésta fue primero.
Tennyson dijo una vez: «La verdad encarnada en un cuento entrará por las más
modestas puertas». Lucas contó su relato como si hubiera ocurrido en el mundo
exterior, y desafortunadamente el mundo lo ha aceptado en ese nivel. Lucas no
puede ser condenado por contarlo de esa manera, ya que ha mantenido el relato
vivo. Pero fue escrito para ti, excelentísimo amador de Dios, para que conozcas la
verdad sobre las cosas de las que has sido informado.
Habiéndosete contado estas historias, has sido informado de la verdad que un
día saldrá a la superficie. Al creer que le sucedieron a un hombre, has adorado a
un Cristo exterior, te has unido a una iglesia y has hecho todo lo que la iglesia
exige de ti. Pero un día la verdadera historia irrumpirá en tu interior. Entonces no
habrá ningún juicio sobre lo que hizo el evangelista.
Mateo y Marcos afirmaron que solo el que tuvo la experiencia vio la claridad
de los cielos y el descenso de la paloma. Lucas y Juan hablaron de testigos, pero
sé, por experiencia, que tú y sólo tú das testimonio de ti mismo.
Por eso, cuando le dices a los demás que la historia escrita sobre Jesucristo se
ha desarrollado en ti, no pueden creerlo. A sus ojos, eres un ser humano con
limitaciones y frustraciones, mientras que ellos buscan algo completamente
diferente. No saben que experimentarán la representación, porque Jesús dijo:

3 ἄνωθεν /anóðen/: de arriba, desde arriba.


4 καθεξῆς /kadsexés/: más allá, adelante; a continuación, en adelante.
5 De manera llamativa, el nombre Teófilo significa ‘el que ama a Dios’ o ‘amigo de Dios’.
6 Las palabras enfatizadas difieren de las traducciones de la mayoría de las Biblias, ya que, contrariando el

significado literal, ἐν /en/, en el contexto religioso, normalmente es traducida como ‘entre’; ἄνωθεν /anóðen/,
como ‘desde el principio’ y καθεξῆς /kadsexés/, como ‘en orden’. Aquí, en cambio, se ha escogido el significado
textual del griego koiné. Como puede verse, las traducciones religiosas apoyan la idea de que el relato es
exclusivamente histórico y externo; en cambio, la traducción textual sugiere que el relato es interior, atemporal y
universal, es decir, sucede en el individuo de cualquier época, raza o credo.
5
«Tengo un bautismo con el que he de ser bautizado; ¡cómo estoy presionado hasta
que se cumpla!» [Lc 12,50].
Cuando eres bautizado con este bautismo, te conviertes en uno con el único
cuerpo que espera que todos lleguen. Despiertas como el único espíritu que espera
que todos despierten. Y como ese ser único, esperarás que todos pongan su
esperanza plenamente en esta gracia que viene en la revelación de Jesucristo.
Estarás presionado hasta que todos sean llevados una vez más al único cuerpo, al
único Espíritu, al único Dios y Padre de todos.
Después del bautismo, te despojarás de la vestidura de carne por última vez,
para hacerte uno con Dios Padre, que [es] sobre todos, a través de todos y en todos;
para volver a flotar y esperar a que los que has incubado se levanten de las
vestiduras de agua sin vida donde están sepultados.
Ahora es el momento de poner toda tu esperanza en el verdadero bautismo,
cuando los cielos se abran y salgas del agua para encontrar el Espíritu de Dios
flotando sobre ti. Y porque estás cumpliendo las escrituras, harás exactamente lo
que Noé hizo. Extenderás tu mano. La paloma se iluminará sobre ella y la traerás
dentro de ti. En mi experiencia, la paloma me colmó de amor. Entonces Dios, en
forma de mujer, me dijo que su amor era tan grande que penetró el anillo de la
ofensa. Antes de esa experiencia nunca me había considerado ofensivo; pero para
los que contemplan este mundo, el anillo de la muerte es muy ofensivo.
A lo largo de las cartas de Pablo, se habla mucho de este bautismo. En el tercer
capítulo de Gálatas, Pablo dice que el bautismo elimina todas las divisiones
humanas de raza, clase o sexo. Que después del bautismo estamos en Cristo y no
somos ni griegos ni judíos, ni esclavos ni libres, ni hombres ni mujeres. Habiendo
resucitado de la división, somos bautizados en el único Señor Resucitado, que es
uno con cada raza y cada credo; porque el Señor Resucitado está por encima de
todas las divisiones.
Después del bautismo ya no verás personas en tus sueños, porque todo cambia.
Sin embargo, tu pequeño cuerpo permanecerá limitado y débil hasta que seas
liberado de él. Habiendo peleado la buena batalla y terminado la carrera, habrás
mantenido la fe y recibido la corona de la justicia y la guirnalda del vencedor. Así
que pongan sus esperanzas en esto, el último de los siete elogios.
La gran confesión de Israel, «Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor
uno es» [Dt 6,4; Mc 12,29], es paralela al credo cristiano de «un solo cuerpo, un solo
Espíritu, un solo Señor, un solo bautismo», que se encuentra en el cuarto capítulo
de Efesios.
6
El primer día de enero de 1963 fui bautizado por el Espíritu Santo. Ahora, como
Pablo, paso mis días, desde la mañana hasta la noche, contando la historia del
cumplimiento de la promesa de Dios a los padres, mientras que muchos creen o
pueden no creer. Pero seguiré contándola hasta que me vaya de este mundo.
Cada uno debe y será bautizado en el cuerpo del Señor Resucitado como el
Señor Resucitado, sin pérdida de identidad. Entonces se le dará una nueva forma,
un nuevo modo de existencia y una nueva unificación; porque, habiendo sido
unido a Cristo en la muerte, se unifica con Cristo en la resurrección en una
unificación completamente nueva [Ro 6,5].
No hay pérdida de identidad, pero sabes que eres Dios Padre de todos. Te
conoceré más íntimamente allí de lo que podría conocerte aquí. Te conocí antes de
que descendieras, y ciertamente te conoceré después de que ascendamos. No
podemos perder nuestra individualidad, sino que simplemente conoceremos una
cada vez mayor individualidad en ese único cuerpo, único Señor, único Dios y
Padre de todos.
Aunque te insto a poner toda tu esperanza en esta gracia que viene a ti, nadie
sabe cuándo sucederá. No pienses que lo que has hecho tiene algún poder
restrictivo, porque no lo tiene. Todo el mundo ha tenido pensamientos de los que
se avergüenza. Soy un perfecto ejemplo de alguien que nunca podría haberse
juzgado a sí mismo amable o bondadoso, compasivo o misericordioso, como se me
juzgó a mí, así que ¡cómo podría decir que otro no está calificado!
No he venido a juzgarte. No sé lo que has hecho y realmente no me incumbe,
pero te pido que no pongas una barrera por las cosas que has hecho y de las que
podrías estar avergonzado. Cuando Su misericordia brille sobre ti, aunque tus
pecados sean como la escarlata, serán blancos como la nieve [Is 1,18], así que no
importa.
No te estoy animando a que salgas y rompas tus códigos, pero te insto a que
no lleves contigo la carga de tu pasado. Déjalo ir, si puedes, y pon toda tu
esperanza en este bautismo, porque el Padre está flotando sobre ti. No lo ves
porque estás sumergido en el agua, pero te está incubando, y un día saldrás a la
superficie y serás bautizado en el cuerpo del único Dios y Padre de todos.
Ahora entremos en el silencio.

(Traducción: Luis Natera).

También podría gustarte