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TEXTO N°17:
Cómo nuestro
lenguaje corporal
nos hace (casi)
transparentes
Hubo un tiempo en el que los humanos solo nos comunicábamos mediante lenguaje no verbal.
¿Por qué este tipo de comunicación puede ser más fiable que la verbal? ¿Cuándo podríamos
esgrimir el lenguaje no verbal para mejorar nuestra seguridad y calidad de vida? ¿Qué se esconde
detrás de este?
El lenguaje corporal es un tipo de comunicación no-verbal donde se utilizan gestos que transmiten
información a otra persona.
Desde hace 40 años, todos los movimientos que pueden generar nuestros músculos faciales han
sido estudiados por un sistema de codificación facial. Este sistema denomina los movimientos
faciales humanos por su apariencia en el rostro.
Las microexpresiones, a diferencia de las expresiones faciales comunes, son muy difíciles de
esconder.
Se producen como manifestación de una emoción y son de vital importancia: nos permiten saber
qué está sintiendo la persona con la que nos estamos relacionando.
Según la Dra. Lilian Glass, experta en comunicación y analista del comportamiento, el cuerpo no
miente, a menos que seamos un especialista en ello. Y de esos, constata, hay muy pocos.
Ciertas emociones están vinculadas con determinadas expresiones corporales y esto es así
también a la inversa, porque es un mecanismo innato. Expresamos corporalmente lo que
sentimos.
Para verbalizar un pensamiento, mover las manos, gesticular, nos ayuda a formar los
pensamientos con los que nos queremos expresar.
No es solo un gesto comunicativo, no son solo señales para las personas que lo están viendo,
también nos ayuda a nosotros mismos a pensar.
Nuestros gestos no son solo comunicativos, son la forma en la que estamos programados y el
cuerpo expresa lo que ocurre en la mente.
Nuestro cerebro hace entrar en juego una serie de componentes fisiológicos, cognitivos y del
comportamiento expresivo de la cara y del cuerpo.
Todos ellos hacen que expresemos una postura corporal u otra, dependiendo de nuestra emoción.
Verbalmente podemos camuflar una emoción. Sin embargo, corporalmente es mucho más difícil
no expresar lo que sentimos.