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El movimiento Animalista Social

resulta complejo identificar con exactitud el momento en el que aparece el


movimiento animalista como tal, sin embargo, en el siglo XX se empiezan a tener
indicios sobre la preocupación colectiva por la protección y defensa de los
animales en el país. Uno de los primeros antecedentes del animalismo en
Colombia es la fundación de la Sociedad Protectora de Animales de Medellín, la
cual “por medio del decreto 67 del 27 de julio de 1917, aprobado por la
Gobernación del Departamento, la Alcaldía creó la Sociedad Protectora de
Animales y posteriormente nombró la Junta Directiva” (Sociedad Protectora de
Animales de Medellín, 2020).
Con la llegada del siglo XXI, los debates en torno al trato de los humanos hacia los
animales crecieron y se manifestaron al interior de los nuevos grupos animalistas,
organizaciones, fundaciones y a los interesados en el tema de protección animal.
Por lo cual, varias prácticas que 18 implicaban la explotación, el maltrato y la
crueldad hacia los animales empezaron a ser cuestionadas, permitiendo el
enriquecimiento de la terminología y teoría animalista dentro movimiento en el
país.
Uno de los aspectos más importantes para un movimiento social son los logros
que este alcanza como colectivo, a través de la coordinación y articulación de
diferentes acciones de resistencia, que le ha permitido obtener reconocimiento y
relevancia en diferentes ámbitos más allá del social.
Teniendo en cuenta las consideraciones tratadas en la sección anterior, es posible
asegurar que el movimiento animalista puede ser clasificado como un nuevo
movimiento social, cuya lucha particular es la reivindicación de los derechos de los
animales. Ahora bien, por movimiento animalista se entiende, en sentido amplio, a
“todas las corrientes de pensamiento que reconocen relevancia moral a los
animales y proclaman el respeto debido a su vida. En esta definición se engloban
tanto las concepciones especistas, al igual que aquellas que reconocen los
derechos de los animales, además de las teorías más recientes que exponen las
dimensiones políticas del animalismo (Tafalla, 2007).
En este sentido, en las teorías éticas que conforman la ética animal es posible
identificar elementos comunes que permiten dar cuenta del por qué incluir a los
animales en la esfera moral y otorgarles derechos morales:
 Cualquier ser vivo, sin importar su especie, al ser poseedor de vida tiene
derecho a una existencia digna que debe ser respetada por los demás
seres
 Los animales cuentan con la capacidad de sintiencia al igual que los
humanos.
 Los intereses de los animales son igualmente válidos, por lo cual los
intereses humanos no deberían relegar a segundo plano los intereses
animales.
 Es necesario eliminar la concepción de los animales como objetos y
propiedades de los humanos, para establecer una consideración de
igualdad a los intereses de los animales.
 Cualquier práctica que involucre la explotación, maltrato o crueldad hacia
los animales es considerada moralmente incorrecta, y está sustentada bajo
una lógica especista y antropocéntrica.
 Los humanos como agentes morales tenemos el deber de ampliar el círculo
de consideración moral para que este cobije también a los animales.

En primer lugar, es posible afirmar que el movimiento animalista en Bogotá es un movimiento


social, el cual, se ha articulado a través de la resignificación de la relación de los humanos con los
animales, a partir del reconocimiento de la otredad animal, la identificación del especismo y la
consideración moral de los animales a partir de la ética animal

Algunos logros del movimiento animalista en Bogotá

Uno de los más destacados logros es el Voto Animalista iniciativa que permitió conocer los
intereses y promover acciones de la dirigencia política en favor de la defensa y protección de los
animales en Colombia.

A través de esta experiencia articulada entre organizaciones animalistas se lograron acciones


distritales como:

Planes de Desarrollo Distrital en los que se incluyen componentes a favor de los animales con
proyección hasta el año 2036.

Política Pública de Protección y Bienestar Animal en Bogotá.

La supresión de vehículos de tracción animal.


La creación del Instituto de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA)

La creación de los Consejos Distritales y Locales de Bienestar y Protección Animal.

Logros nacionales:

Ley 1774 de 2016 que penaliza el maltrato animal y declara a los animales como seres sintientes.

Ley 1638 de 2013 que prohíbe la explotación de animales silvestres y exóticos en los circos.

Ley 2047 2020 que prohíbe las pruebas cosméticas con animales.

La creación de las Comisión Accidental de Bienestar y Protección Animal en el Congreso de la


Republica, que hace acompañamiento y seguimiento a todos los proyectos que afecten a los
animales.

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