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En tanto que de rosa y azucena Vivo sin vivir en mí Y si me gozo Señor


se muestra la color en vuestro gesto, y de tal manera espero con esperanza de verte
y que vuestro mirar ardiente, honesto, que muero porque no muero. en ver que puedo perderte
enciende el corazón y lo refrena; se me dobla mi dolor
En mí yo no vivo ya viviendo en tanto pavor
y en tanto que el cabello, que en la vena y sin Dios vivir no puedo y esperando como espero
del oro se escogió, con vuelo presto pues sin él y sin mí quedo muérome porque no muero.
por el hermoso cuello blanco, enhiesto, este vivir ¿qué será?
el viento mueve, esparce y desordena; Mil muertes se me hará Sácame de aquesta muerte
pues mi misma vida espero mi Dios y dame la vida
coged de vuestra alegre primavera muriendo porque no muero. no me tengas impedida
el dulce fruto, antes que el tiempo airado en este lazo tan fuerte
cubra de nieve la hermosa cumbre. Esta vida que yo vivo mira que peno por verte,
es privación de vivir y mi mal es tan entero
Marchitará la rosa el viento helado, y así es continuo morir que muero porque no muero.
todo lo mudará la edad ligera, hasta que viva contigo.
por no hacer mudanza en su costumbre Oye mi Dios lo que digo Lloraré mi muerte ya
que esta vida no la quiero y lamentaré mi vida
Autor: Garcilaso de la Vega que muero porque no muero. en tanto que detenida
por mis pecados está.
Estando ausente de ti ¡Oh mi Dios! ¿Cuándo será
¿qué vida puedo tener cuando yo diga de vero
sino muerte padecer que muero porque no muero?
la mayor que nunca vi?
Lástima tengo de mí Autor: San Juan de la Cruz
pues de suerte persevero
(El poema no está completo. Un fragmento ha sido eliminado)
que muero porque no muero.

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