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Universidad Pedagógica Nacional de Colombia

Facultad de Ciencias Humanas


Lic. Ciencias Sociales
Memoria, Territorio y Construcción de Identidad
Francisco Javier Alvarez Martinez
Cod. 2019160002

Reseña
(Tercer módulo de lecturas):

Durante las últimas semanas del seminario, se trabajó alrededor de 19 lecturas


que abordan ejes que dan un acercamiento a las múltiples posibilidades que una o
un historiador tiene para abordar la historia, siendo estos en grandes rasgos:
temporalidad, historia a contrapelo, pasado, presente y cultura de masas.
Teniendo en cuenta dicho contexto de lecturas abordas y alrededor de las cuales
se reflexionó en clases, me gustaría exponer la intencionalidad del proyecto de
grado que empiezo a articular, teniendo de presente lo aprendido y reflexionado
en el tercer módulo del seminario:

El Caribe colombiano, es un espacio geográfico en el cual sus habitantes


expresan y han construido históricamente formas de tejido social, festividades,
cosmovisiones, saberes, conocimientos y otros elementos constitutivos de estas
sociedades que se expresan y se manifiestan simbólicamente a través de
prácticas culturales tales como las músicas y las danzas, las cuales guardan un
trasfondo que explica cómo estos hombres y mujeres han contado su historia y
han construido y entendido sus geografías (montes, playones, planicies, cabos,
penínsulas, serranías y demás).
Teniendo en cuenta que “Las experiencias acumuladas en la memoria colectiva, la
que se ha acordado en llamar: La Tradición Oral, el hombre se vale de lenguajes
artísticos para representar todo cuanto ha construido – ideado”, en el caso
particular del Bullerengue, este desde siempre ha narrado las historias y las
geografías de las comunidades que lo hacen, razón por la cual es importante
encontrar y crear modelos pedagógicos con metodologías y técnicas que permitan
la enseñanza y el aprendizaje del mundo académico mediante sus prácticas
ancestrales, generando espacios de pensamiento en el que se articulen conceptos
frente a los significados y explicaciones de los fenómenos históricos y geográficos
a los que se enfrentan dichas sociedades.

En un país como Colombia con una historia colonial marcada por la


institucionalización del mestizaje y una notable regionalización de la raza, las
endogamias culturales surgieron y se arraigaron en el imaginario colectivo
nacional, desembocando en el fracaso de la intencionalidad de construir un
proyecto de nación conjunto, ya que se ha querido hacer de cada región, una
nación en sí. No se ha construido un país con base en la valoración de su
diversidad, no se ha hecho de Colombia un lugar de confluencias de identidades
que se juntan para construir en colectivo, sino más bien hemos sido arquitectos de
una sociedad desigual y desequilibrada entre regiones y por supuesto entre las
identidades que en ellas se manifiestan y resisten, otorgándole una valoración que
diferencia a unos de otros y los pone en lugares y posiciones distintas. Pensar
pedagogías tales como la pedagogía del Bullerengue para la enseñanza de la
historia y la geografía, es aportarles a las ciencias sociales la posibilidad de
explorar otras formas de construir conocimiento, que surge con las experiencias y
las prácticas de comunidades que son atravesadas por dichas ciencias.

Las formas tradicionales de enseñar la historia y la geografía en Colombia


suscriben metodologías y temáticas a través de las cuales el conocimiento
histórico y geográfico en el sistema escolar es el estudio de una historia colonial y
una geografía lejana. Dice Santiago Rivera en su texto “Otras formas de aprender
geografía en la práctica escolar (2006): “inquieta que la enseñanza geográfica tan
solo comunique contenidos obsoletos, no tome en cuenta las innovaciones
geodidácticas producidas en el mundo contemporáneo, se aferre a enseñar teoría
sin aplicación en la práctica, evada la responsabilidad de ofrecer una práctica
pedagógica coherente con las necesidades de la sociedad, niegue la posibilidad
de mejorar la subjetividad de los educandos, pues la reveladora significación a la
memorización y además rehusé utilizar las diferentes formas de aprender en la
vida cotidiana…” (p. 472), esto quizá nos ayude a comprender lo problemático que
se vuelve para grupos étnicos y comunidades particulares tales como las
comunidades bullerengueras, encontrar en el sistema educativo un aprendizaje de
la historia y la geografía que se conecte con sus narrativas y con sus realidades,
que en definitiva es su vida misma, es por ello que para el caso específico, la
Pedagogía del Bullerengue comprende “una enseñanza abierta y flexible, con una
naturalidad impresionante, fundamentada en la informalidad. Allí, las concepciones
de las personas sobre su realidad geográfica son transformadas al vincularse con
una variada y actualizada información que de una u otra forma, remoza sus puntos
de vista personal hacia nuevos puntos de vista personal.” Santiago (2006, p. 475),
una educación geográfica e histórica que se basa en una práctica tradicional en lo
musical y danzario que guarda en sus entrañas las memorias de unos pueblos que
existen. Pero no solo posibilitaría esta propuesta pedagógica la aprehensión de
conocimientos propios de las realidades de las comunidades en lo histórico y lo
geográfico, también es encontrar en esta nueva forma de enseñar y aprender una
posibilidad para que estudiantes y por ende las comunidades de las cuales hacen
parte comprendan procesos tan trascendentales como el capitalismo o la
Revolución Francesa, con la creación de escenarios musicales y creativos en el
proceso educativo, donde los estudiantes lleven esa práctica tradicional que esta
fuera de la escuela a ella y mientras se canta y se baila se aprende.

¿Cómo construir metodologías y técnicas para la enseñanza de la geografía y la


historia en Instituciones Educativas de comunidades bullerengueras del caribe
colombiano?

Colombia que como lo dice la Constitución Política es un Estado social de


derecho, pluriétnico y multicultural, al establecer en el artículo 7 que: “el Estado
reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana. Por lo
tanto, tiene una actitud incluyente y garantista respecto de toda la población,
estableciéndose garantías a las comunidades que más han sido excluidas, esto
es, las comunidades indígenas o afrodescendientes. Podemos ver entonces cómo
el derecho fundamental al multiculturalismo es una forma calificada, colectiva y
derivada del derecho a la igualdad material, lo que se concreta al expresar la
constitución: “Los integrantes de los grupos étnicos tendrán derecho a una
formación que respete y desarrolle su idoneidad cultural” (art. 68, CP). En ese
sentido entonces, es la pedagogía del Bullerengue para el caso particular de las
comunidades bullerengueras que son mayoritariamente afrodescendientes y que
sus prácticas cotidianas se conectan con la identidad étnico cultural de este grupo
social, una forma de enseñanza de la historia y la geografía que ponga en la
escena educativa el reconocimiento de la diversidad de dichas comunidades, ya
que la pedagogía propuesta incluye la posibilidad de explorar a través de la
práctica del Bullerengue campos de los estudios sociales relacionados con las
condiciones temporales, económicas, políticas, culturales, ambientales, propias
del contexto educativo donde se va a impartir.

Yo creo que termina siendo bastante notorio el hecho de que Colombia sea un
país donde no se le ponga mucho esmero a la enseñanza de la historia y la
geografía en la educación básica primaria y secundaria, y que solo se pueda llegar
a estos estudios particulares de las ciencias sociales si se cursa un pregrado o
postgrado en los temas, y encontramos egresados de la secundaria que no saben
que es la Revolución Francesa y que tampoco saben establecer diferencias entre
lluvias de convección y lluvias orográficas, pero peor aún que no sepan en que
año se perdió Panamá, que no saben que fue el colonialismo y las consecuencias
actuales que ese proceso nos dejó en el país, entre otros temas. Y si ese es el
panorama nacional, imaginemos lo que sucede a escala regional y comunitaria en
nuestra nación.

No sé si la enseñanza de la historia, pero la historia en si o más bien la narrativa


de la historia en el país ha estado controlada por elites sociales y políticas que se
han encargado de reivindicar el posicionamiento de próceres y héroes nacionales
tales como Simón Bolívar o Francisco de Paula Santander. Por otro lado, hemos
visto como estructuras ideológicas se han encargado de enseñar la historia desde
parámetros sesgados. Vuelvo a Simón Bolívar y lo que se enseña sobre el: militar
y político venezolano, fundador de las repúblicas de la Gran Colombia y Bolivia.
Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación hispanoamericana
frente al imperio español. Contribuyó a inspirar y concretar de manera decisiva la
independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Venezuela, es
decir, Bolívar fue un héroe. ¿Pero y si también enseñamos los hallazgos
encontrados en muchas cartas de Bolívar con respecto a su pensamiento sobre la
población negra del territorio que hoy es Colombia? En las cartas aparece esa
obsesión alrededor de lo que podía ser la amenaza negra o parda. En sus cartas,
él también se expresaba con mucho desprecio y con muchas expresiones racistas
muy fuertes.

Claro, eso no debe sorprendernos. Estamos hablando de 1828, una época en la


que la naciente sociedad republicana era profundamente racializada, jerarquizada
y esclavista. Ni siquiera la república formada en 1821 abolió la esclavitud. Esos
eran los valores de la época y no debe extrañar a nadie. Lo que pasa es que en la
historia nos hemos acostumbrado a ocultar hasta los hechos más evidentes. A
Bolívar no se le puede negar que era un hombre abnegado que se entregó de
cuerpo y alma a la lucha independentista. Todo eso es verdad, pero también es
verdad lo otro y tenemos derecho a saberlo y a discutirlo. No para odiar, sino para
conocernos y poder comprender con mucha más claridad nuestras realidades
contemporáneas, que tienen una explicación en el pasado, porque bien lo dicen, la
historia es el pasado deviniendo, y comprender por ejemplo como el déficit de la
enseñanza de la geografía imposibilita que comunidades en departamentos como
Córdoba o Meta cuestionen el mal uso histórico que se le ha dado a las tierras
donde habitan, un uso controlado por esas elites que anteriormente menciono y
que manejan una retórica de enseñanza de la historia y de la geografía que sirva
para sus intereses particulares.

Teniendo en cuenta lo anterior, entonces considero que la investigación propuesta


sobre la posibilidad de enseñar la historia y la geografía a través del Bullerengue y
en comunidades puntuales, posibilitara el surgimiento de nuevos conocimientos
históricos en el campo educativo, que posibiliten la reflexión alrededor de las
realidades particulares de las comunidades bullerengueras, porque posibilitara
establecer esas relaciones del pasado con el presente, conectarse con sus
geografías, entender como suceden los procesos de lluvias en sus territorios,
cantando bullerengues con versos tradicionales tales como:

…de Barú
Llegaron explorando
Aquellos aguerridos pobladores
Alegres bullerengues cantando
Que es cultura y raíz de fundadores...

…parece que va a llové


Tortuguilla no se ve
Truena truena Tortugón
Recojan el camarón…

Bibliografía:

Renan, E. (1882) ¿Qué es una nación? Paris.

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