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La necesidad de una perspectiva estatal


para la Economía Social/Popular M19

Barberena Mariano
Barberena Mariano. Facultad de Trabajo Social. UNLP. ET1
marianobarberena@gmail.com

La pandemia aumento las desigualdades y las vulnerabilidades de la gran mayoría


de la población comprendida en la Economía Social/ Popular. El desarrollo de una
perspectiva estatal, considero que es central en Argentina para que se visibilice al
sector y se formulen políticas específicas, y que se dirijan a fortalecer esta perspec-
tiva en el Estado Nacional , provincial y municipal.
El pensar desde el estado y desarrollar pensamiento estatal en el campo de la
economía social ha sido uno de los déficit en el sentido que se convive con una
subjetividad de época a estatal o anti estatal que ha sido forjada por el neolibe-
ralismo. En este sentido es muy valioso el aporte que han hecho autores como
Abad y Cantarelli en el texto “Habitar el Estado: pensamiento estatal en tiempos a
estatales” . Uno de los temas a trabajar es el análisis permanente de la circulación
del poder en el proceso de intervención, sobre quienes diseñan, quienes ejecutan,
poder abordar lo relacional entre los equipos profesionales y los diferentes actores,
que en general si se trata de Estado Nacional el vínculo es con Estados provinciales,
municipales y organizaciones sociales- En el caso del Estado provincial es con muni-
cipios y organizaciones sociales y en el caso de los municipios es con organizaciones
sociales, instituciones y con personas fisicas
Una limitación para poder desarrollar un pensamiento estatal es que los proble-
mas son integrales y el estado generalmente se divide en sectores, se van fragmen-
tando las respuestas. En los últimos años se ha estado desarrollando un pensa-
miento que plantea la necesidad de un abordaje integral de la política social (Vilas
2011; Clemente 2017; Repetto 2012) se plantean como punto de base la intersecto-
rialidad estatal y el abordar mas de un problema en la misma iniciativa, la integrali-
dad en el territorio en muchos casos interjurisdiccional y una parte significativa es
de diseño de ese abordaje integral, pero también la propia concepción de integrali-
dad como búsqueda.
En términos de políticas públicas, hay un largo y lento proceso de reconocimien-
to del sector que forma parte del otro trabajo que no es el empleo. Este otro sector
del trabajo que no es empleo presenta características diferentes y no está cubierto
por las conquistas ligadas a la protección social del trabajador, muy esquemática-
mente podríamos presentarlos asi.

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TRABAJO QUE ES EMPLEO OTRAS FORMAS DE TRABAJO QUE NO SON EMPLEO
Relación salarial fija y de relativa estabilidad ; Ingreso inestable y sujeto a volumen de producción,
Horario fijo ventas, tiempo de trabajo, etc.
Instrumentos, instalaciones y maquinarias Horario indefinido (autoexplotación)
provistas por el empleador Condiciones de trabajo autoimpuestas
Tareas desarrolladas usualmente en Regulación de la actividad
establecimientos provistos por el empleador Realización propia de aportes jubilatorios y obra
Riesgo de inversión absorbido por el social (Posibilidad Monotributo Social o General.
empleador Ingresos Brutos)
Condiciones de trabajo reguladas Inversión propia en maquinarias, equipamientos,
Licencia anual, médica, por examen, insumos, mercadería, etc. Riesgo absorbido por el /la
maternidad, etc. trabajador/a
Cobertura médica No disponen de licencia anual, médica, por examen,
Cobertura por riesgos de trabajo maternidad, etc.
Realización de aportes previsionales No disponen de cobertura por riesgos de trabajo
Posibilidad de afiliación sindical No tienen los beneficios de los Convenios Colectivos
Convenios colectivos Pueden o no estar afiliados a sindicatos

La desprotección en la que queda el sector del trabajo no vinculado al empleo, y


el crecimiento cuantitativo de este sector nos invita a reflexionar sobre diferentes
aspectos. Propongo pensar los desafíos que tiene para la democracia el poder de-
sarrollar políticas e instituciones que reconozcan y atiendan a este sector de la so-
ciedad en términos de pensar un proceso dinámico de construcción de legitimidad. .
En el período 2003 – 2015 se desarrollaron en la Argentina políticas que plan-
tearon importantes avances en cuanto al reconocimiento del sector, nos vamos a
detener algunas que fueron transformadas en leyes:

Ley Nacional 25.865/03 de Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local


y Economía Social (Ley de Monotributo Social); sancionada en diciembre de 2003,
crea este registro y significo un avance muy importante en el reconocimiento de un
sector de la clase trabajadora que realizaba su trabajo por fuera de la relación de
dependencia. Con esta ley el trabajador que realiza su trabajo en forma indepen-
diente tiene un encuadre legal que le permite desarrollar su actividad pero también
dispone de una obra social y se cuantifican los años trabajados a los fines previ-
sionales. La ley contempla diferentes formas de inscripción; Personas Humanas;
Cooperativas de Trabajo; Cooperativas Agropecuarias y de Previsión; Proyectos pro-
ductivos o de Servicios y Agrupamientos de Marcas Colectivas.
Ley Nacional 26.117 de Microcrédito; los préstamos que se otorguen en el mar-
co de esta ley deben estar destinados para la mejora de la unidad productiva. Esta
Ley se propone como objetivo lograr la promoción y la regulación del microcrédito,
a fin de estimular el desarrollo integral de las personas de escasos recursos y el
fortalecimiento institucional de las organizaciones no lucrativas de la sociedad civil,
que colaboran en el cumplimiento de las políticas sociales. Los microcréditos son
préstamos destinados a financiar la actividad de emprendimientos individuales o
asociativos de la economía social, cuyo monto no exceda una suma equivalente a
12 salarios mínimo, vital y móvil de la Argentina. En su reglamentación la ley detalla
que los créditos los entregan instituciones que forman parte de una red. Cada una

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de las 24 provincias argentinas conforma un Consorcio o una Red de microcrédito
que le otorga a otras instituciones.
Decreto 1067/2009 Resolución MDS 3182/2009 Creación del Programa Ingreso
social con trabajo. Desde donde se continuaron experiencias de desarrollo de in-
fraestructura social a través de cooperativas de Trabajo que se estaban realizando
desde el año 2003, con experiencias innovadora como el Programa Agua Mas traba-
jo, y otras como el PRIST; Mejor Vivir, construcción de Centros Integradores Comu-
nitarios; Capacitación con Obra. Este decreto amplio la escala a partir de la creación
del Programa Argentina Trabaja y el Ellas hacen.
Ley Nacional 27.118 de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar para la
construcción de una nueva ruralidad en la Argentina que fue sancionada en enero
de 2015 y que aún no ha sido reglamentada lo que es un problema pero también
una oportunidad ya que hay elementos nuevos que constituyen una oportunidad
para la discusión integral de la problemática como Declaración de las Naciones Uni-
das sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras personas que Trabajan en zo-
nas rurales sancionada en 2018 y que requiere un compromiso de todas las aéreas
del Estado

Durante el Gobierno de Macri hubo políticas dirigidas al sector originadas a partir


del reclamo de organizaciones novedosas como la Central de Trabajadores de la
Economia Popular CTEP de donde surgio la Ley Nacional Nº 27.200/2016 de Emer-
gencia Social. (Salario Social Complementario).

LA NECESIDAD DE CONSTRUIR PENSAMIENTO ESTATAL, Y CONSTRUIR


INSTITUCIONALIDAD PARA DESARROLLAR LAS POLÍTICAS DIRIGIDAS A LA
ECONOMIA SOCIAL/POPULAR

El reconocimiento de la geopolítica del conocimiento, implica por ejemplo revisar


perspectivas que desde el pensamiento emancipatorio se han formulado hacia el
Estado en los países centrales, reconociendo que la dominación de los Estados Cen-
trales sobre los periféricos es un rasgo constitutivo de la dominación en nuestros
países y que por el contrario parte importante de los procesos emancipatorios se
han logrado con Estados fuertes, De Sousa Santos plantea que en etapas de re-
sistencia el Estado es parte del problema y en momentos de ofensiva el Estado es
parte de la solución (De Souza Santos , 2010).
La institucionalidad estatal vinculada a las nuevas demandas del área emergente
de la economía social / popular tendrá más posibilidades de responder y acompañar
las diferentes realidades en la medida que pueda consolidarse, e institucionalizarse.
Las Políticas Públicas han generado prácticas y conocimientos del sector de la eco-
nomía social que antes no estaban, que en reiteradas ocasiones no son tenidas en
cuenta en la academia, y que en algunos casos hay un riesgo que todo este conoci-
miento se pierda y no pueda servir para la mejora de las políticas. El ejercicio de los
derechos requiere de Instituciones con trabajadores estatales formados. Entonces
hay una parte importante del conocimiento que se genera que no estamos mirando

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en lo académico. Y además en algunas ocasiones este conocimiento tampoco es re-
tenido en las instituciones o encuentran la forma de trasmisión del mismo. Es una
necesidad que en nuestros países el reconocimiento de los desarrollos alcanzados
como también de los límites que han tenido, las razones de los mismos, pero vistos
desde una perspectiva diferente a como se puede formular desde los países centra-
les, es un conocimiento a construir, donde la visión sobre el Estado y la construcción
de estatalidad como actor central de los avances. Abad y Cantarelli (2012) nos pre-
sentar reflexiones muy importantes sobre lo que han llamado habitar el estado en
tiempos de una subjetividad a - estatal construida por el neoliberalismo, requiere
de operaciones que han definido como reversos de las fugas. Plantean la dificultad
de habitar / ocupar el Estado en tiempos donde la moral social dominante tienen
rasgos muy fuertes de a – estatalidad.
El ejercicio que plantean es una caracterización de esta moralidad social domi-
nante a – estatal, que pone a disposición de agentes estatales lo que denominan
subjetividad demandante que caracterizan como generadoras de la imposibilidad
del pensamiento estatal, a partir de lo que definen como fugas, entendidas como el
artificio discursivo de esta subjetividad demandante para retirarse de la responsa-
bilidad, describen cuatro fugas: al pasado; a los valores; a la interna y a los recursos.
Describen las fugas y su reverso como aporte a la construcción de una subjetivi-
dad responsable.
A la fuga al pasado, entendida como aquella construcción discursiva que separa
el pasado del presente, y en la separación eleva al pasado en una añoranza de lo
que fue, el efecto que produce es la inmovilización, le opone la historización, el pa-
sado como fuente de inspiración, la historización no como acto académico ni como
recordación de lo que paso, sino como herramienta que permita leer las condicio-
nes actuales para accionar la posibilidad de construir en estas condiciones.
A la fuga a los valores, donde la construcción discursiva separa lo que es y lo que
debe ser, donde el quedarse en el deber ser genera una quietud, a esto le opone el
reverso abandonar el concepto de valores por impreciso, decir se perdieron valo-
res es hacer de una diferencia un abismo, el reverso es construir en la diferencia y
pensar algo más grande que la diferencia, lo que nos une a pesar de las diferencias,
lo que tenemos en común, el reverso es entonces la construcción política. Lo que
está en juego es la capacidad de construcción política de legitimidad desde el Esta-
do, desde sus instituciones que son las herramientas privilegiadas de un gobierno
democrático y también de los partidos políticos que son los que proponen de cara
a la sociedad. Hay disputas desde otras fuerzas que están en condiciones de impug-
nar el carácter representativo y que tienen capacidad de construcción, entonces el
condicionamiento se completa con una autoridad debilitada, una heterogeneidad
de los problemas sociales que debe atender y una capacidad disminuida
A la fuga a la interna, la construcción discursiva es que como hay un conflicto
permanente no se puede participar. Esta fuga promueve una actitud de espera que
inmoviliza, planteamos que esto tiene un sesgo casi antidemocrático esperando
como situación ideal la ausencia de conflictos a esto se contrapone su reverso en la
idea de la articulación, en un contexto de fragmentación que en un plano social se

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expresa como ausencia de reciprocidad, es difícil construir vínculo si no hay recipro-
cidad. La ausencia de reciprocidad genera un desajuste entre las expectativas que
tienen los individuos y los grupos sobre las instituciones y viceversa. La articulación,
de lo que hoy esta desarticulado, aparece como camino de construir respuestas in-
tegrales a lo que aparece fragmentado reconstruyendo la posibilidad de la recipro-
cidad. La articulación es política, hay política porque hay conflictos, la posibilidad de
encauzar esos conflictos, trabajarlos, contemplar diferencias y hacer concesiones,
en pos de un objetivo común.
A la fuga de los recursos, la construcción discursiva es que si no tengo la totalidad
de los recursos no se puede avanzar. El reverso de esta fuga es la imaginación. La
imaginación contempla el poder crear recursos a partir de lo que se haya podido
articular, que el tema de los recursos no sea un paralizador de la acción. Es ne-
cesario construir categorías, conceptos, ideas que permitan disputar los recursos
conceptuales que el neoliberalismo instalo y que siguen circulando en términos de
pensar los problemas políticos en clave de gasto político, de ahorro presupuestario
y eficiencia.
La subjetividad demandante hace que el Estado sea inhabitable, el agente estatal
y el funcionario no se pueden pensar en la institución, estas operaciones de fuga
terminan cristalizando cosmovisiones con impacto público, miradas a la política, a
lo estatal, en el propio agente estatal, y contribuyendo al debilitamiento del Estado.
La noción de responsabilidad, en relación a la construcción político institucional,
implica anudar lo que aparece desanudado en la subjetividad demandante, el plan-
teo es producir el modo de anudarlo.
Las operaciones de historización, articulación, construcción e imaginación deben
contribuir a desarrollar un pensamiento estatal como pensamiento de lo común,
como construcción de una unidad artificial, donde la identificación política resulta
de la construcción de lo común desde el estado, las capacidades en juego son las
de diseño, ejecución y sostenimiento de una posible forma de articulación entre lo
particular y lo universal. Para pensar lo común es necesario asignar un lugar a la
particularidad, decidir sobre ella, articularla. (Cantarelli 2012, 82) Esta articulación
en tiempos de fragmentación no la produce la legitimidad estatal en cuanto instan-
cia representativa de la unidad política, se requiere del desarrollo de capacidades
para poder ser articulador de intereses particulares, de identidades que son hete-
rogéneas y que han construido pertenencias a diferentes grupos y organizaciones y
debe ser capaz de plantear un horizonte común.

BIBLIOGRAFÍA

• Abad S y Cantarelli M.(2012) Habitar el Estado: Pensamiento estatal en tiempos


a- estatales. Editorial HYDRA, Buenos Aires.
• Clemente, A (2017) El Abordaje Integral como paradigma de la política social. Es-
pacio Editorial. Buenos Aires.
• Leyes Nacionales de Microcrédito 26.117; l 25.865 Registro de Efectores de la
Economía Social (Monotributo Social) y sus reglamentaciones.

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• Ley Nacional 27.118 de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar para la
construcción de una nueva ruralidad en la Argentina
• Ley Decreto 1067/2009 Resolución MDS 3182/2009 Creación del Programa In-
greso social con trabajo
• Repetto, F (2012). La dimensión política de la coordinación intraestatal: una mi-
rada desde la protección social. Revista Voces del Fenix Nº 18 octubre de 2012
• Santos, B (2010) La refundación del Estado y las epistemologías del Sur. Buenos
Aires: Editorial Antropofagia.
• Vilas, C. (2011) Despues del Neoliberalismo. Ediciones UnLA. Buenos Aires

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