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Quererse a uno mismo

La Biblia muestra que está bien, y que incluso es necesario, quererse a uno
mismo a un grado razonable. Amarse a uno mismo incluye cuidarse, respetarse y
tener autoestima (Mateo 10:31). La Biblia rechaza el egoísmo y le da al amor
propio el debido lugar.

¿A quién deberíamos amar más?

1. Deberíamos amar a Dios más que a nadie. La Biblia enseña que el


mandamiento más importante es: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con
todo tu corazón” (Marcos 12:28-30; Deuteronomio 6:5).

2. El segundo mandamiento más importante es: “Tienes que amar a tu prójimo


como a ti mismo” (Marcos 12:31; Levítico 19:18).

3. Aunque la Biblia no especifica que debemos amarnos a nosotros mismos,


el mandato de “amar a tu prójimo como a ti mismo” muestra que es normal
y bueno tener un grado razonable de amor y respeto por uno mismo.

Que advertencia nos da la biblia?


1Timoteo 1:6,7: Advertencias Contra Descuidar El Mandamiento (Versículos
6- 7)
(Vv. 6-7). Habiéndonos apremiado acerca de la profunda importancia de una
condición espiritual correcta, el apóstol, antes de continuar su enseñanza, nos
alerta contra los solemnes resultados de carecer de estas cualidades morales.
Había algunos en el círculo cristiano que habían perdido estas grandes cualidades
espirituales del cristianismo. Careciendo de ellas, se apartaron de la verdad a una
vana palabrería. El cristianismo, basado en la gracia de Dios, trae al alma en
corazón y conciencia a la presencia de Dios. Cuando existe ‘desviación’ de esta
gracia, la carne religiosa se aparta a palabras vanas, conduciendo a los hombres a
convertirse en “doctores de la ley”. Los tales no se percatan del significado de su
falsa enseñanza, ni tampoco entienden el verdadero uso de la ley que ellos
afirman tan enérgicamente.
Qué condena tan solemne es la advertencia del apóstol de la mayor parte de la
enseñanza que fluye de los púlpitos de la Cristiandad. Habiendo perdido la
verdadera gracia del cristianismo y sus efectos, la profesión cristiana se ha
apartado a vana palabrería y a la enseñanza de la ley, con la consecuencia de que
el evangelio puro de la gracia de Dios es rara vez predicado.
¿Seremos menos felices o tendremos menos amor propio si amamos a los demás
más que a nosotros mismos?

No, porque fuimos creados a la imagen de Dios, y su cualidad más importante es


el amor desinteresado (Génesis 1:27; 1 Juan 4:8). Esto significa que estamos
hechos para amar a los demás. Aunque no está mal quererse a uno mismo, lo que
realmente nos hace felices es amar a Dios por encima de todo y centrarnos en
hacer cosas buenas por otros. La Biblia dice que “hay más felicidad en dar que en
recibir” (Hechos 20:35).

Hoy, mucha gente afirma que para ser feliz hay que pensar primero en uno mismo.
Para ellos, lo más importante ya no es amar al prójimo, sino a uno mismo. Sin
embargo, la realidad confirma que nuestra salud mejora y somos más felices
cuando seguimos este sabio consejo de la Biblia: “Que cada uno siga buscando,
no su propia ventaja, sino la de la otra persona” (1 Corintios 10:24).

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