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Universidad Autónoma de Zacatecas

Unidad Académica de Psicología

Maestría en Clínica Psicoanalítica

Materia: Investigación en Psicoanálisis

Docente: Alfonso Sarabia Romo

Avances

La heterosexualidad/homosexualidad como síntoma

Alumno: Luis Enrique Rodríguez Escobar

Fecha de Entrega: 08/05/2021


Planteamiento del problema

Durante considerable tiempo, la heterosexualidad ha sido definida ampliamente


desde el modelo biológico como una condición natural del ser humano, la cual
determina la manera de relacionarse de este con sus homólogos. Es decir que
desde este punto de vista, existe una condición innata que determina la
atracción sexual y que a su vez orienta da manera tacita al ser humano a la
procreación. Esta descripción biologicista excluye el pensar la posibilidad de la
elección de objeto. Es concluyente para este enfoque el pensar que el
fenómeno de la homosexualidad, así como el de la heterosexualidad están
íntimamente dirigidos por el organismo innato.

No cabe duda que efectivamente, existe de manera constitucional la capacidad


sexual del individuo y que ciertamente la vida pretende abrirse paso a través de
la búsqueda de lo que le falta. Sin embargo, la sexualidad para el psicoanálisis
dista de una visión limitada de que la pulsión sexual en términos lineales en su
madurez esté dirigida a un objeto (Freud, 1905). De manera etimológica, la
palabra sexo está ligada al latin sexus que refiere a su vez a una sección, a un
corte o separación. Entender la sexualidad va más allá de la reducción a la
expresión a la genitalidad y el dismorfismo. La inauguración a la vida, implica
en sí mismo una necesidad sexual. Sin embargo, el organismo se enfrenta a la
avasallante cantidad de estímulos en el mundo, los cuales no son puros, y
marcan indiscutiblemente al sistema. Hay cosas que faltan sin saber, pero
además, hay otras que se hacen falta.

Es pertinente para la investigación actual, reflexionar sobre la heterosexualidad


en diversos sentidos. Se parte del supuesto en pensar la heterosexualidad
como un equivalente a la homosexualidad. Tomando en cuenta que la pulsión
en un primer momento no tiene objeto definido, es menester reflexionar sobre
como el discurso del otro participa de manera activa en la construcción del
propio deseo. El deseo de ser homosexual/heterosexual. La hetero-sexualidad
como síntoma y no como condición nata. Por otra parte apuntar hacia
cuestionar sobre la certeza de la afirmación de Allouch “No hay relación
heterosexual”.

Por otra parte, considerando que hay un entramado de deseos circundantes en


el discurso del sujeto, la heterosexualidad y la homosexualidad se presentan
como acto de represión, y el sujeto no se advierte de su reconocimiento.
Vislumbrar algunas ideas en el discurso del sujeto como representante de lo
social permitirá construir sobre criterios de la contemporaneidad.

Retomando algunas ideas previas es menester decir que esta reflexión es una
demarcación de lo heterosexual fuera del terreno de lo biológico. De manera
universal, la heterosexualidad llega a ser pensada como la vía natural de
relación sexual, excluyendo a la homosexualidad y en algún momento incluso
se estableció acuñándola al terreno de lo perverso. Si bien, la homosexualidad
y la heterosexualidad presentan diferencias sustanciales, pretendo hacer
alusión a lo indistinto de las mismas. El homosexual y heterosexual no se
relacionan en primera instancia por el dismorfismo sexual, sino que hay mucho
más en esa relación. La concepción de lo heterosexual y lo homosexual se
presenta como un impasse para el análisis, ya que maximiza el nudo y
entramado de discursos en el sujeto. Es pertinente no atribuir una comprensión
universal de los significantes que estructuran al sujeto heterosexual.

La diferencia entre la concepción anterior al psicoanálisis sobre la sexualidad,


no es una diferencia especifica de término sino del significado del mismo,
Freud en 1905 describe que los niños y las niñas tienen sexualidad desde que
se nace y hasta el final de la vida. Cuando Freud escribe sobre la
correspondencia entre pulsion y objeto sexual nos dice que esta teoría popular
de la unión macho-hembra o de concebir al ser humano como un ser dividido
en dos mitades una parte el hombre y la otra la mujer que al unirse hacen un
ser completo no siempre se cumple, pues hay hombres que su objeto de
deseo no es la mujer y viceversa, lo que de acuerdo con las posturas
tradicionales del matrimonio implica una “desviación” respecto del objeto
sexual. Nos dice en este tenor que pude variar el objeto de la pulsión (Freud
p.124), y con ello muestra la falta de predeterminación pulsional ligada al
objeto.

Como ya se mencionó anteriormente, para las pulsiones no existe objeto


sexual dado de antemano, este es lábil, es lo que varía, que puede cambiar.
Por ello se puede decir que en la naturaleza biológica del individuo no hay nada
que predetermine la falta de capacidad para elegir un objeto de tipo
heterosexual, pero tampoco existe una falta de capacidad para una elección de
tipo homosexual o mixta. La respuesta a la pregunta por la determinación de la
identidad sexual será quizá aportada de forma importante por las
identificaciones que indican al individuo las actitudes asumidas de acuerdo a lo
que es o lo que quiere ser, soy como mis padres, soy como mi madre, soy
como mi hermano o ¿Cómo quien se puede y se quiere ser? ¿Qué debo
desear como el objeto de mi sexualidad? O ¿Es mi deseo sexual, por ser el
deseo de otro?

Ante estas preguntas, me parece que la homosexualidad equiparada como la


heterosexualidad se constituiría en una respuesta misma. En la consciencia, la
respuesta estará referida al cuerpo, en lo inconsciente considero ni cerca está
de serlo, ya que está en una falta singular. No es el cuerpo lo que deseo, sino
una construcción en torno al sexo, es decir a la expresión del amor, la
sexuación como efecto del lenguaje.

En términos amplios ni la heterosexualidad ni la homosexualidad están escritas


ya en el bagaje genético, a pesar de la supuesta magnificencia hormonal,
porque incluso a condición de las características fisiológicas, un sujeto puede
optar por dirigir sus esfuerzos insaciables hacia otro lado. La intención hasta
este punto es que se pueda pensar al concepto de heterosexualidad y de
homosexualidad como incapaces de universalización. Pero, además, con cierta
cautela considerados innecesarios en la clínica en algún sentido, al ser
pensado como una elección de tantas donde el sujeto está barrado.

Añado un fragmento de notas de Juan Bauzá de “Sobre la psicogénesis de un


caso de homosexualidad femenina” de Freud (1920a) que me parece
concluyente en las reflexiones anteriores “sabiendo que por lo que al sexo se
refiere un análisis no era una ortopedia del deseo sexual, sino más bien un
encuentro con la singularidad del mismo en cada caso para deshacerse de la
posición defensiva subjetiva en el origen del síntoma, afrontando el propio
deseo con conocimiento de causa y juicio crítico frente a los mecanismos de
defensa de tipo represivo u otros”.

Considero que esta investigación permitirá de manera pertinente repensar


algunas cuestiones sobre la homosexualidad y la heterosexualidad como
conceptos invariables y rescatar la posibilidad de indagar en los discursos una
sexualidad “diferente”, no limitada. Convendría preguntar ¿Cuál es el discurso
de las sexualidades actuales? ¿Cómo operan los significantes de la sociedad
contemporánea?

Objetivo general

Construir reflexiones sobre la heterosexualidad/homosexualidad que


contribuyan a la concepción de las relaciones en la contemporaneidad

Objetivo particular

Definir la equivalencia entre heterosexualidad y homosexualidad en cuanto a su


construcción como síntoma.

Reflexionar sobre el deseo de la heterosexalidad/homosexualidad en el sujeto.

Inferir manifestaciones ulteriores de sexualidad a partir del discurso actual


del(os) sujetos.

Justificación

En la sociedad actual y de manera específica en las disciplinas de estudio


formal ha aumentado la reflexión sobre estudios e ideología de género, así
como de la diversidad e identidades sexuales, enfatizando aspectos
diferenciales y/o igualitarios entre el binomio masculino-femenino, así como
demarcaciones que se posicionan fuera de un carácter “heteronormativo” de
reflexión sexual, sin embargo la tendencia a pensar conceptos de esta índole
esta permeada por una lógica cartesiana centrada en el consenso y dominio de
la “norma” en la comprensión e invención de los fenómenos actuales de
relación sexual, por lo que es pertinente un estudio más que se desprenda de
una necesariedad de hacer existir fenómenos inexistentes, por lo que sería
pertinente retomar algunos postulados psicoanalíticos sobre la inexistencia de
la mujer.

En la actualidad, el síntoma se asume, uno es heterosexual y ya, se es es


homosexual y ya. Las reflexiones han quedado limitadas por preocupaciones
sombrías, imposibilitando un estudio más puro de los fenómenos que
acontecen a una parte importante del estudio de la sexualidad, como si el
inconsciente se bordeara. El fenómeno de la heterosexualidad/homosexualidad
permanece inagotable, en términos de la cultura en tanto sociedades
específicas, como en mitos aún repensar.

Hipótesis
La heterosexualidad es un equivalente de la homosexualidad en tanto su
construcción como síntoma.

Los discursos “científicos” actuales sobre la comprensión de la diversidad


sexual contribuyen a la inaccesibilidad del acontecer psíquico.

El posicionamiento de asumir el síntoma heterosexual como innecesario de


reflexión prolongará explicaciones efímeras del mismo.

Referencias
Allouch, J. (2015) No hay relación Heterosexual. Epeele
Freud, S. (1905). Tres ensayos de teoría sexual. Obras completas. Buenos
Aires: editorial Amorrortu.

Freud, S. (1920a), "Sobre la psicogénesis de un caso de homosexualidad


femenina" Obras completas. Buenos Aires: editorial Amorrortu.

Freud, S. (1924). El sepultamiento del complejo de Edípo. En: Freud, S. (1993).


Obras completas. Buenos Aires: editorial Amorrortu

Freud, S. (1925) “Inhibición, síntoma y angustia”. Obras completas, Buenos


Aires, Amorrortu, Vol. XX

Masotta, O. (1991) Lecciones de introducción al psicoanálisis. Barcelona


España: editorial Gedisa.

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