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Francisco Narezo

Diplomado de Análisis Geopolítico


Tarea 1

LAS MARAS: UN SÍNTOMA DE LA HISTORIA Y LA GEOGRAFÍA

Durante el año 2017, de acuerdo al Global Peace Index 2017, la República de El Salvador
se ubicó en el lugar 115 (de 163 países) en el ranking de paz mundial. Al día de hoy este
pequeño país (el más chico en extensión de América Central) vive fuertes tensiones entre
pandillas (MS-13 y Mara Barrio 18) y el Gobierno, generando altas tasas de homicidio y
violencia.
¿Pero qué ha pasado para que El Salvador sea considerado uno de los países más
inseguros y violentos del continente americano? Para comprender el actual estado de
tensión es necesario reflexionar sobre su historia reciente, así como en la ubicación y
características geográficas que componen su territorio.
Entre 1980 y 1992 El Salvador sufrió un fuerte conflicto armado el cual dejó, de acuerdo a
cifras oficiales, alrededor de 75 mil muertos. Esta guerra se origina a partir de que EE.UU.,
durante el Gobierno de Ronald Reagan, considera que existe una invasión comunista
dentro del país, situación que se consideró como una amenaza a su espacio vital
norteamericano viéndose “obligado” a intervenir para preservar el control dentro de
territorio salvadoreño.
La intervención de EE.UU. fue el punto de quiebre para la ruptura social en El Salvador;
armar a campesinos y población civil, forzando a una confrontación entre Nacionalistas vs.
Comunistas supuso un profundo deterioro de los vínculos de la sociedad. El conflicto
armado dejó marcado a toda una generación que creció en medio de la violencia. Este
contexto generó aproximadamente 2 millones de desplazados en busca de refugio.
Friederich Ratzel menciona que la sociedad es el intermediario a través del cual el Estado
se une al territorio, siendo un factor esencial para consolidar una nación. ¿Pero qué pasó
ante el desprendimiento del territorio de millones de ciudadanos a partir de un contexto
de guerra y violencia?
Dentro de El Salvador la dinámica social fue la guerra, uso de la fuerza y la violencia para la
conquista y control de territorios ocupados por los bandos contrarios, erosionando las
relaciones sociales y por ende el sentido de nación.
Mientras tanto afuera del país un buen número de desplazados rompió el vínculo con el
territorio salvadoreño y en un nuevo contexto (en EE.UU.) replicaron la violencia,
formando pandillas (Maras) como forma de defensa ante nuevas amenaza (proceso de
aculturación, pandillas rivales, etc.), encontrando a partir de estas agrupaciones un
sentido de pertenencia, la cual se había perdido al haber sido exiliado de su país de origen.
Con el paso de los años las Maras crecieron, ganaron poder y se convirtieron en un estilo
de vida y una expresión de contracultura entre los salvadoreños, expandiéndose y
regresando a El Salvador. Generaron rompimiento y constantes conflictos entre la
población civil, el gobierno y las pandillas, creando confrontaciones entre estos clanes en
busca del control del espacio.
De acuerdo con Ratzel el Estado debe de proteger al territorio en contra de ataques
exteriores que busquen disminuirlo, ya que la pérdida del terreno es el camino para la
muerte de una nación. Es aquí donde se encuentra El Salvador después 26 años, atrapado
en una lucha violenta por el control del terreno y sus recursos, viendo erosionado la
fuerza colectiva y el concepto de nación salvadoreña, que encuentra en una lucha
constante para mantenerse con vida.
¿Pero cuál es la razón por la cual se disputa el territorio entre pandillas y el gobierno?
¿Qué ofrece esta región para que en ella exista una fuerte disputa por la región?
El Salvador, ubicado en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica no se escapa del
determinismo geográfico, siendo su ubicación y características territoriales un elemento
central que junto con su historia construyen las condiciones actuales del país.
En primer lugar la ubicación del El Salvador en conjunto con Guatemala y Honduras son
claves al ser el último eslabón que conecta Sudamérica con Norteamérica, siendo esta
región la “última aduana” para el movimiento de mercancías del sur a norte (y viceversa)
dentro del continente. Además la estrechez de América Central supone cercanía y
conectividad bioceánica, encontrándose cercana a rutas marinas del Caribe.
Pero particularmente El Salvador presenta desafíos geográficos con los que tiene que
lidiar:
1. Sólo tiene salida al Océano Pacífico –a diferencia del resto de los países de América
Central-, significando una debilidad debido a que pierde capacidad de conexión
con el Mar Caribe, el cual es una de las rutas marítimas más importantes de la
región.
2. Un territorio geográficamente accidentado, con múltiples elevaciones que
dificultan el desarrollo de infraestructura terrestre que permitan el
desplazamiento del comercio dentro del país y una eficiente conectividad con sus
vecinos y Norteamérica.
3. Hasta el día de hoy no existen reservas probadas de petróleo ni gas en el territorio
(The World Factbook), situación que significa una desventaja competitiva
importante, ya que limita el desarrollo de la industria en El Salvador.
4. Por último un territorio área de 21,041 km2, con una densidad poblacional de 298
habitantes por km2 (The World Factbook), dificultando la distribución homogénea
del territorio, siendo un obstáculo para el desarrollo de una sociedad igualitaria.
En resumen observamos que El Salvador es un territorio densamente poblado con falta de
recursos (gas y petróleo) que limitan la industria y una orografía que reduce la capacidad
conectividad para el intercambio comercial entre regiones internas y externas,
suponiendo importantes barreras para el desarrollo económico, dando píe a un Estado
frágil y carente de recursos.
Ante este determinismo geográfico y la mezcla de un pasado violento y debilidad del
Estado, hacen un escenario perfecto para encontrar en el crimen organizado el desarrollo
económico que la economía formal no ha logrado dar a los salvadoreños. Es por estas
razones que las Pandillas cobran fuerza y ganan recursos para encontrarse en una posición
de poder superior al Gobierno, aprovechando la posición estratégica de la región en el
Triángulo Norte, dominando el tráfico de drogas, armas y personas entre Sudamérica y
EE.UU., siendo éstas actividades lucrativas que ameritan la lucha, el uso de la fuerza y la
violencia por el control del territorio.
Al parecer la Geografía le ha jugado una mala pasada a El Salvador, al restringirlo de
suficientes recursos y un territorio poco adecuado para poder desarrollarse de una
manera sólida, quedando parcialmente aislado del juego económico global y sin claras
perspectivas de poder superar las tensiones y contexto de violencia que se viven hasta el
día de hoy en su territorio.

Bibliografía:
YouTube (10 de noviembre de 2014), Los Hijos de la Guerra,
https://www.youtube.com/watch?v=uXfZE6wpf8c
The World Factbook, 2017, https://www.cia.gov/library/publications/the-world-
factbook/geos/es.html
Friederich Ratzel, El Territorio, La Sociedad y El Estado.

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