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INCOMPETENCIA POR DECLINATORIA EN MATERIA MERCANTIL

Declinatoria significa perder competencia. Es una petición para quedar al margen de un caso


y en procedimientos antiguos se denominaba: “articulo inhibitorio”, es la petición en la que no
se reconoce la aptitud del juez para conocer un asunto y se indica que lo remita al
competente.

La declinatoria lo promueve quien, citado a proceso, alega la excepción de incompetencia, por


considerar que el juez o tribunal carece de atribuciones para intervenir en el asunto, y
pidiéndole que se separe del conocimiento del negocio que a otro órgano judicial pertenece.

El artículo 1114 del Código de Comercio establece que las cuestiones de competencia podrán
promoverse por inhibitoria o declinatoria y que tratándose de las suscitadas entre los
tribunales de un mismo Estado, se resolverán por el respectivo tribunal de alzada; asimismo,
en su fracción II establece que la declinatoria se propondrá ante el Juez que se considere
incompetente. En caso de que se declare improcedente o se deseche, la parte que la propone
puede impugnarla a través del juicio de amparo indirecto pues es una cuestión que constituye
cosa juzgada por ser el tribunal superior o de alzada la autoridad terminal en dicha jurisdicción
quien decide el asunto, de modo definitivo, al impedir declinar la competencia en favor de un
Juez o tribunal de otra jurisdicción por considerar que la tiene quien sí está sujeto a la suya. El
Código de Comercio establece expresamente que la decisión de declinar el conocimiento de
un negocio de un Juez por razón de competencia a favor de uno de distinta jurisdicción, le
resulta obligatoria a este último; sin embargo, de lo previsto por el artículo 1100 de ese
ordenamiento deriva que ningún juez puede sostener competencia con su Superior inmediato,
pero sí con otro juez o tribunal que, aunque sea Superior en su clase, no ejerza jurisdicción
sobre él, al igual que con aquellos de fuero federal, cuando se esté en el caso de jurisdicción
concurrente en los términos de la fracción I-A del artículo 104 de la Constitución.

La decisión de la incompetencia por declinatoria constituye un acto jurídico complejo que se


compone de dos decisiones definitivas de los tribunales de distinta jurisdicción, que son
complementarias en la medida en que converge la voluntad de un órgano judicial de no
conocer de un asunto y la de otro que acepta dicho conocimiento. De esa forma, esa
existencia o no de la voluntad judicial expresada en los fallos respectivos es la que va
determinando la definitividad del acto que decide esa cuestión; por tanto, cuando el Juez
declinado decide no conocer del asunto y ninguna de las partes controvierte tal decisión, ante
la firmeza del tribunal superior que declinó conocer del asunto, suscitará un conflicto de
competencia que tendrá que ser resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
cuando el tribunal superior declinante subsista en su postura original.

En otro sentido, cuando el Juez declinado determina conocer del asunto por considerar que
tiene competencia para ello, la parte que se sienta afectada con esa decisión podrá ocurrir en
apelación en términos del artículo 1345, fracción VI, del Código de Comercio, porque se trata
de una resolución que decide una excepción procesal prevista en el artículo 1122, fracción I,
del mismo ordenamiento, y la resolución del tribunal de alzada podrá fallar confirmando la
decisión apelada que determina no conocer del negocio, en cuyo caso existirá un conflicto de
competencia negativo, porque existe la diversa decisión del tribunal de otra jurisdicción de no
tener competencia para conocer sobre ese mismo negocio, lo que dará lugar a que se
resuelva por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en específico, a través de la
competencia delegada, a los Tribunales Colegiados de Circuito que correspondan, cuya
decisión será inatacable; si el tribunal ordinario confirma la decisión por la que el Juez
declinado decide conocer del asunto podrá estimarse que ese fallo adquiere calidad de cosa
juzgada y puede ser impugnable a través del juicio de amparo indirecto y si revoca la decisión
apelada que determina que no debe aceptarse la competencia declinada para dictar una a
favor del conocimiento del negocio y la aceptación del mismo a trámite, esa decisión adquirirá
calidad de cosa juzgada y será suficiente para intentar el juicio de amparo indirecto.

Cuando se declara procedente la incompetencia por declinatoria y se acepta por el Juez o por
el tribunal superior, por vía de recurso, será esta última decisión la que determine el momento
a partir del cual es impugnable en la vía de amparo indirecto, porque tratándose de los juicios
mercantiles, existe la necesidad de agotar el recurso de apelación en contra de la decisión del
a que se niega a conocer del asunto o a conocer del mismo, que es de tramitación inmediata,
según lo previene el artículo 1345, fracción VI, del Código de Comercio.

Artículo 1117.- El que promueva la declinatoria deberá hacerlo dentro del término señalado
para contestar la demanda que se contará a partir del día siguiente del emplazamiento.

La declinatoria de jurisdicción se propondrá ante el Juez pidiéndole se abstenga del


conocimiento del negocio. El juez al admitirla, ordenará que dentro del término de tres días
remita a su superior testimonio de las actuaciones respectivas haciéndolo saber a los
interesados, para que en su caso comparezcan ante aquel.

Recibido por el superior el testimonio de constancias las pondrá a la vista de las partes para
que estas dentro del término de tres días ofrezcan pruebas o aleguen lo que a su interés
convenga.

Si las pruebas son de admitirse así lo decretará el tribunal mandando prepararlas y señalará
fecha para audiencia indiferible que deberá celebrarse dentro de los diez días siguientes, en
las que se desahogarán las pruebas y alegatos y dictará en la misma la resolución que
corresponda.

En el caso de que las partes sólo aleguen y no ofrezcan pruebas, o las propuestas no se
admitan, el tribunal citará para oír resolución, la que se pronunciará dentro del término
improrrogable de ocho días.
Decidida la competencia, el tribunal lo comunicará al juez ante quien se promovió la
declinatoria, y en su caso al que se declare competente.

En caso de declararse procedente la declinatoria, siempre tendrán validez las actuaciones


practicadas ante el juez declarado incompetente, relativas a la demanda y contestación a
ésta, así como la reconvención y su respectiva contestación si las hubiera, y la contestación a
las vistas que se den con la contestación de la demanda o reconvención, dejando a salvo el
derecho de las partes en cuanto a los recursos pendientes de resolverse sobre dichos puntos,
ordenando al juez del conocimiento que remita los autos originales al juez que se tenga
declarado como competente para que este continúe y concluya el juicio.

Si la declinatoria se declara improcedente el tribunal lo comunicará al juez para que continúe y


concluya el juicio.

Artículo 1118.- El litigante que hubiere optado por uno de los dos medios de promover una
incompetencia, no podrá abandonarlo y recurrir al otro, ni tampoco emplearlos sucesivamente.

En caso de que se declare infundada o improcedente una incompetencia, se aplicará al que la


opuso, una sanción pecuniaria equivalente hasta de sesenta días de salario mínimo general
vigente de la zona respectiva, en beneficio del colitigante, siempre que se compruebe que el
incidente respectivo fue promovido de mala fe.

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