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Introducción
Marco teórico
organización más importante a la cual puede pertenecer el hombre y la mujer. Esta unión se
puede conformar por vínculos consanguíneos, por un vínculo constituido y reconocido legal,
cuyo significado es “hambre”; y por otro lado, otros autores mencionan que se origina de la
palabra famulus, es decir “sirvientes”, por eso, muchos creen que la idea de familia surge a
raíz de los grupos de esclavos y sirvientes que respondían a un mismo amo. Sin embargo, el
ser humano. Ya sea por vínculos sociales, legalmente consagrados o por vínculos sanguíneos,
Desarrollo
Para comenzar a desarrollar la temática, nos parece importante destacar los diferentes
tipos de familia que se presentan hoy en día. Estas son muy diversas y presentan diferentes
estructuras:
La familia nuclear es lo que conocemos como familia típica, es decir, la familia formada por
un padre, una madre y sus hijos. Las sociedades, generalmente, impulsan a sus miembros a
2. Familia monoparental
La familia monoparental consiste en que solo uno de los padres se hace cargo de la unidad
familiar, y, por tanto, en criar a los hijos. Suele ser la madre la que se queda con los niños,
aunque también existen casos en en que los niños se quedan con el padre. Cuando solo uno de
los padres se ocupa de la familia, puede llegar a ser una carga muy grande, por lo que suelen
requerir ayuda de otros familiares cercanos, como los abuelos de los hijos. Las causas de la
formación de este tipo de familias pueden ser, un divorcio, ser madre prematura, la viudedad,
etc.
3. Familia adoptiva
Este tipo de familia, la familia adoptiva, hace referencia a los padres que adoptan a un niño.
Pese a que no son los padres biológicos, pueden desempeñar un gran rol como educadores,
Este tipo de familias, las familias sin hijos, se caracterizan por no tener descendientes. En
cualquier caso, podemos perfectamente imaginar una unidad familiar en la que, por un
motivo u otro, no se haya querido o podido tener hijos. No hay que olvidar que lo que define
En este tipo de familia, que podemos denominar familia de padres separados, los progenitores
se han separado tras una crisis en su relación. A pesar de que se nieguen a vivir juntos deben
seguir cumpliendo con sus deberes como padres. A diferencia de los padres monoparentales,
en los que uno de los padres lleva toda la carga de la crianza del hijo sobre sus espaldas, los
Esta familia, la familia compuesta, se caracteriza por estar compuesta de varias familias
nucleares. La causa más común es que se han formado otras familias tras la ruptura de pareja,
y el hijo además de vivir con su madre y su pareja, también tiene la familia de su padre y su
Se trata de un tipo de familia más común en entornos rurales que en los urbanos,
7. Familia homoparental
Este tipo de familia, la familia homoparental, se caracteriza por tener a dos padres (o madres)
formadas por dos madres, obviamente. Aunque esta posibilidad suscita un amplio debate
social, los estudios han demostrado que los hijos de padres o madres homoparentales tienen
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un desarrollo psicológico y emocional normal, como por ejemplo explica este informe de la
APA.
8. Familia extensa
Este tipo de familia, la familia extensa, se caracteriza porque la crianza de lo hijos está a
cargo de distintos familiares o viven varios miembro de la familia (padres, primos, abuelos,
etc.) en la misma casa. Si alguna vez habéis visto la famosa serie “El Príncipe de Bel Air”, se
puede ver como Will vive en casa de si tío, que adopta el rol de padre de éste. También puede
suceder que uno de los hijos tenga su propio hijo y vivan todos bajo el mismo techo.1
Las clasificaciones de familia que hemos nombrado anteriormente son las llamadas
“tradicionales” o las más frecuentes que podemos identificar. No obstante, en los últimos
agigantados, haciendo que las conformaciones de estas instituciones, como así también
muchos aspectos de la vida social, cambien a la par. Estos cambios dieron lugar a una gran
fruto de una unión anterior. Es decir, se trata de una familia formada por uno o dos padres
ley de divorcio, reconociendo oficialmente esta figura en dicho país, donde los matrimonios
que estaban separados conformaban un grupo demográfico importante. Aunque se asume que
también lo sean en el resto del mundo occidental, las cifras respecto a las familias
1
Corbin, Juan Armando (2019)
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ensambladas son muy diversas. Esto se debe a que dependiendo de la legislación, pueden no
considerarse como tales a las segundas uniones no legalizadas, muy frecuentes en América
Latina, o a las madres y padres solteros que luego contraen matrimonio por primera vez.
Sin embargo, tanto en Europa como en EEUU las tasas de divorcio son significativas
(30% y 50% respectivamente), pero de los divorciados un altísimo porcentaje (75%) decide
padrastro o una madrastra, figuras que en el imaginario de la fábula infantil están además
Por otra parte creemos que es un concepto que va avanzando con el tiempo y se va
visibilizando socialmente. Actualmente esta naturalizado y no está mal visto como hace unos
años atrás.
Cabe destacar que hay tantas formas de familia como familias en el mundo, ya que la
conyugal.
Otro tema que nos compete en el trabajo es el matrimonio, formando parte de uno de
hombre y una mujer que se concreta a través de determinados ritos o trámites legales. En los
últimos años, cada vez más países han aceptado el matrimonio entre personas del mismo
sexo, con lo que esta unión conyugal ha dejado de ser patrimonio de la heterosexualidad.
A través de este texto hemos podido analizar y estudiar las implicaciones que tiene un
degradante. Con esto hace referencia al hecho de que es común que los cónyuges que están
por separarse intenten desquitarse para compensar la angustia y el abandono. Tanto así que
en la ”Escala de estrés” (1967) de Thomas Holmes y Richard Rahe, la cual se enlistan los
resignación, son etapas del duelo que se pueden presentar en la separación. Sin embargo este
evento, no debe significar una completa derrota, ya que eventualmente con ayuda se podría
llegar a lograr la curación de heridas emocionales, lo cual permitiría el cierre del episodio. A
completamente cerca de los dos años posteriores al divorcio, y que es inclusivamente sano
que es similar al de un fénix que surge de las cenizas. Esto se refiere a que posteriormente es
común que uno pueda llegar a revivir el sentido de autoestima, y es que para los
protagonistas, esta experiencia suele significar un crecimiento. Y que lo más probable es que
personalidad nuevamente irradiara e inclusive será una mejora para su círculo más cercano,
quienes han transitado con la persona, la separación, ya que el “renacer” de esta persona,
que puede ser categorizado en diferentes etapas, estas están definidas por las características
experiencia, se puede afirmar que hay un porcentaje alto de parejas que no pueden desarrollar
estrategias que permitan seguir con el matrimonio posterior a alguna crisis en la que se
encuentre la pareja. Como consecuencia de una separación, se constituye una crisis que como
resultado suele traer una nueva realidad familiar, que en la mayoría de los casos suele ser más
compleja.
afecta en especial a los hijos, si los hay. Es sumamente necesario que tanto los padres como
los hijos enfrenten tareas de adaptación a la nueva situación donde puedan “llorar las pérdidas
tiempo y un contexto determinado. El autor Bohannan distingue diferentes etapas que debe
llevar a cabo una pareja que está atravesando el arduo proceso de la separación, dentro de
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estas encontramos la etapa emocional, legal, económica, coparental, social y psíquico. Estas
son etapas que toda pareja debe pasar al llevar a cabo una ruptura.
Kaslow propone un modelo explicativo de las fases por las que se atraviesa durante
una ruptura:
El autor caracteriza algunos de los sentimientos que manifiestan las personas que
desesperación, temor, angustia, ambivalencia, shock, vacío, enojo, caos, inadecuación, baja
autoestima, pérdida.
Dentro de esta etapa podemos diferenciar el divorcio económico, a partir del cual se realiza el
coparental) está en el caso de tener hijos compartidos. Por último, el divorcio social donde
quienes formaban parte de la pareja deben realizar una reestructuración funcional y mostrarse
Esta última etapa incluye el divorcio psíquico, suele ser una de los momentos más
tener en cuenta que no todas las parejas tienen un estilo conyugal por igual, si no que existen
diferentes formas de abordar una separación. Sin embargo, el abordaje que tenga cada pareja
del momento de la ruptura suele tener muchas coincidencias con el modo de relacionarse que
había tenido la pareja durante los años juntos ya que no se reinventa una nueva relación en el
momento de la separación.
La clínica demuestra que hay innumerables personas que mantienen una convivencia
con la que no están satisfechas ante la imposibilidad de tomar una decisión de ruptura. Para
explicar este fenómeno se pone especial énfasis en los obstáculos que impiden llevar a cabo
el proceso de la separación. Estos son matrimonios que están emocionalmente separados pero
padres, esta supone una serie de repercusiones que son importante destacar. La participación
de los hijos en estos casos no es siempre pasiva, en ciertos momentos del proceso adquieren
una postura activa que irá cambiando teniendo en cuenta la edad de ellos y cual es el rol
Los hijos en función de la edad que tengan podrán manejar diferentes estrategias,
conscientes e inconscientes que los ayudarán a enfrentarse con esta nueva realidad que se
*Ante el miedo a ser abandonados, los niños de todas las edades suelen intentar que
sus padres se reconcilien y vuelvan a vivir juntos. Un ejemplo para esto es el discurso de los
niños acerca de todos los cambios positivos que está ahora realizando su padre/madre luego
de la separación.
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*Tras la ruptura, las ansiedades ante las separaciones pueden expresarse mediante
dificultades para alejarse de uno y otro padre cada vez que se produce el intercambio
*Los niños pueden generar mayor conflicto entre los padres aumentando la tensión
entre ambos. Por ejemplo hablar de las nuevas salidas con otras personas que están ahora
*Una forma más de garantizar el afecto de al menos uno de sus padres, es probándole
*En algunos casos pueden pretender evitar los conflictos intentando mantener una
*En niños mayores y adolescentes son posibles los intentos de manipular la ruptura
Wallerstein, realizó un estudio longitudinal que tuvo una duración de diez a los donde
describió los sentimientos y las reacciones de los hijos en función de su edad. Se pueden
*Niños en edad pre-escolar (de 2 a 4 años). Son los niños que presentan mayor
dificultad para comprender la complejidad de los sentimientos adultos y por ello tienden a
sentirse culpables o a temer ser abandonados. Pueden aparecer ansiedades para separarse,
*Primera etapa escolar (de 5 a 8 años). Son más conscientes de los motivos y razones
de los adultos. Suelen mostrar sentimientos de pérdida, rechazo y culpa. Ante los conflictos
de lealtades pueden reaccionar defensivamente llegando incluso a negar la relación con uno
de los padres. Son los niños que conservan más fantasías de reconciliación.
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comprensión hace que tiendan a identificar sus sentimientos con los de los padres. Pero ante
la angustia, la furia, el sufrimiento o el desamparo, pueden tomar partido por uno solo de
ellos para garantizarse al menos una protección. A la vez, asumen papeles adultos
psicosomáticos.
enfrentarse a la nueva situación, pero al mismo tiempo están más expuestos ante el conflicto
y, por tanto, tienen mayores posibilidades de verse implicados. El temor ante el der rumbe de
Esta misma autora resalta una serie de "tareas psicológicas" esenciales que los hijos
deben realizar para superar el divorcio de sus padres. Básicamente tendrían que ser capaces
y elaborar las posibles culpas. El niño debe proseguir su vida cuanto antes, aceptar el carácter
permanente del divorcio y aferrarse a la idea positiva de que, a pesar de todo, es posible
ellos mismos conformado una con siete hijastros teorizan acerca de esta temática y sus
Estados Unidos.
2
Kaslow F. y Hyatt R. (1988)
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Ellos, como lo hace Maria Silvia Dameno, hablan de los aspectos importantes del
terapeuta, el cual, según ellos, debería inadvertidamente ejercer presión para que las
cercanas.
Una de las diferencias principales entre las familias ensambladas y las otras es que las
primeras comienzan luego de muchas pérdidas y muchos cambios. Los hijos mayores
repentinamente pueden perder su lugar como hijos mayores y de pasar de ser 3 hermanos
quizás se pasa a ser 6 más dos adultos conviviendo en una casa. Esto puede producir
sentimientos de caos y confusión ya que, como dijimos anteriormente, uno se choca con
valores, maneras de vivir y de hacer las cosas en la casa muy diferentes a las de antes. Los
El clima emocional, remarcan, suele ser más intenso en las familias ensambladas que
en las otras, particularmente al comienzo, antes de que todo se haya asentado y uno comience
Las investigaciones demuestran que son las relaciones dentro de la familia las que
a poder identificar y enfrentar situaciones determinadas dentro de la familia y, por otro lado,
Otro desafío es cómo entender y modificar la falta de aceptación social de las familias
ensambladas como una forma familiar positiva. La aceptación social es importante para la
posibilidad de lograrlas.
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Las diferentes características entre las familias ensambladas y las otras son las mismas
en cualquier país, excepto por el hecho de que en algunos países los chicos no van y vienen
de una casa a la otra, y que los padrastros tienen algunos derechos legales.
En la Argentina hay una tendencia a ser menos igualitarios que, por ejemplo, en los
Estados Unidos entre los hombres y las mujeres que son cabeza de familia, cosa que podría
agregar dificultades a la situación. La investigación indica que los padrastros necesitan entrar
de a poco y desarrollar relaciones sólidas con sus hijastros antes de estar en posición de
Según el texto “Dinámica de las familias ensambladas exitosas” escrito por Emily y
John Visher, las familias ensambladas exitosas pueden reconocerse “examinando el grado en
el cual han respondido a las exigencias y tareas que lleva consigo la transición entre las
culturas familiares previas y la cultura de la nueva ensamblada”. Estos autores, como muchos
otros, destacan la importancia que tiene para el funcionamiento de esta nueva unión familiar
Las exigencias que las familias ensambladas deben superar son diversas, una de ellas
reside en que algunos de los miembros deben desarrollar un grado de pertenencia con
personas con las cuales no había ningún tipo de vínculo emocional y con quienes ahora se
convive.
En cada caso individual no todas las exigencias son las mismas ni tampoco
satisfechas, pero esto sucede en las familias de cualquier tipo, dado que cada persona supera
texto “Familias ensambladas”, comparando las familias ensambladas con familias de otro tipo
son:
1- Nacen de una pérdida: esto significa que, salvo en el caso de una persona sin hijos
que se una a un padre/madre, todos los integrantes del nuevo grupo familiar llegan a esta
familia después de la pérdida de una relación familiar primaria. Tanto adultos como chicos
sufren al tener que adaptarse a pérdidas y cambios. El tiempo de elaboración de este duelo es
diferente para cada uno de los integrantes de la nueva familia y muchas veces el mismo puede
haber sido elaborado por algunos de los implicados, pero no por todos. Los adultos deberán
cambios que ocurren después de una separación, muerte o divorcio. Los hijos también sufren
la pérdida parental (aun en aquellos casos en los que el padre no conviviente los visita
experimentan los niños, quizás se mudan de casa, de lugar donde viven, de escuela, etc.
2. Los ciclos vitales son incongruentes: por ejemplo, una pareja comienza su relación
mientras el hijo de uno de ellos es adolescente o una persona sin hijos se encuentra
repentinamente a cargo de un púber. Esta incongruencia significa para estas familias tener
que conciliar necesidades muy diferentes, generalmente los padres biológicos crecen en el rol
parental al mismo tiempo que sus hijos con los cuales conviven desde su concepción. Cuanto
mayor sea este hijastro que no ha visto crecer, la expectativa de paternidad es menos realista
y cualquier rol que vayan a ocupar en el futuro lleva tiempo para desarrollarse.
3. Las relaciones padre-hijo preceden a las de la pareja actual y los vínculos con los
hijos son más intensos que con la nueva pareja, al menos al inicio. Esto genera
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frecuentemente conflictos entre los miembros de la pareja; el adulto que se une a una persona
con hijos, no suele sentir que la relación que su pareja tenga con él sea la primaria para esa
persona. Además, para aquel que se muda a la casa del otro los sentimientos de exclusión y
soledad son casi inevitables. La nueva pareja no comparte con el resto de los miembros de la
familia muchas tradiciones ni los recuerdos de una historia en común y debe esperar el
transcurrir del tiempo y vivencias compartidas para poder generarlas y sentirse "miembro de
pleno derecho".
una ex-mujer. Aún aquel padre que nunca ve a sus hijos o que incluso ha muerto, es parte del
pasado de los chicos y éstos necesitan que se les permita tener un vínculo o recuerdos de él.
Esta situación puede ser difícil de tolerar para el padrastro o madrastra del chico (ver fotos,
cartas, atender por teléfono o recibir la visita del/la "ex"). Por otra parte, un padrastro no
nupcias, su ex cónyuge trate de sabotear la nueva relación con una "quita de colaboración"
con los hijos o con el dinero. Esta situación es dañina para todos los involucrados y sobre
todo para los hijos cuando se los lleva a tomar partido. La nueva pareja formada a partir del
divorcio de los papás de un niño decidirá conjuntamente las reglas para ese hogar, lo que está
permitido y lo que no en esa casa y esto tendrá seguramente diferencias con el otro hogar del
niño. Es importante que todos los implicados entiendan que las reglas que cada uno de los
dos hogares que el chico tenga, no son ni mejores ni peores que las del otro hogar. Resultaría
6. Duplicación de la familia extensa: abuelos, tíos, primos etc. nuevos que deberán
vincularse. La persona que se ha divorciado con hijos no sólo tiene un ex -cónyuge, sino
también una ex- familia política de la que no se separa del todo, ya que siguen siendo
parientes de sus hijos. A su vez al volver a casarse entrará en escena una nueva familia
7. Las relaciones legales entre personas que conviven son ambiguas o a veces
La carencia de un status legal hace que un padrastro no pueda autorizar una internación u
operación urgente, viajar con sus hijastros al extranjero, incluirlos en su cobertura médica,
firmar sus boletines escolares, etc. El vacío jurídico dificulta la integración y consolidación
A pesar de que obviamente existen enormes diferencias entre una familia y otra, las
principales estrategias de intervención propuestas por esta autora para estas diferencias
a estas familias pueda identificar y revalidar los sentimientos de pérdida que sus miembros
experimentan. Trabajar con los involucrados los duelos como tradicionalmente se trabajan en
enojo.
2.En cuanto a los ciclos vitales incongruentes, es importante que el terapeuta de lugar
a la expresión de las necesidades de todos sin establecer juicios de valor sobre las mismas.
Debe trabajar para que todos comprendan que las etapas evolutivas de cada uno son
diferentes, para que no haya discriminación de los miembros para así lograr una mayor
pareja. Justamente por ser más nuevo es importante destinar tiempo y energía para nutrir el
vínculo, dándose tiempo a solas y cuidando de sus necesidades como pareja. En una segunda
unión frecuentemente no hubo noviazgo, luna de miel ni el tiempo pre-niños del que dispone
una pareja tradicional. Generalmente las complicaciones de combinar los horarios de los
tuyos, los míos y los nuestros requieren de una planificación exhaustiva, también para que los
adultos puedan pasar tiempo con ellos. Es importante saber, en cuanto a la integración a los
padrastros o madrastras al nuevo hogar, que la intensidad de los vínculos no es algo que
pueda forzarse y que como cualquier otro sentimiento requiere tiempo para desarrollarse. A
esto se le suma que el padre o madre biológico dé su lugar a su nueva pareja en la relación
distintos de hacer las mismas cosas. Lo más común es sentir que “mi” o “nuestro” modo es el
correcto y el del otro equivocado, y por ello la nueva pareja muchas veces deberá buscar
ayuda para poder encontrar un modo propio de hacer las cosas, o lograr un acuerdo.
4. Por más que no resulte tan simple, promover al desarrollo de una relación civilizada
entre los adultos involucrados en la crianza de los mismos niños es beneficioso para todos los
involucrados. La constante lucha de poder entre sus dos hogares no logra aumentar el amor
hacia uno de sus padres y su pareja en desmedro del otro, sino que llevan a disminuir su
para reducir el stress que significa para los hijos el conflicto de lealtades.
5. Poder ver que esta persona que ahora es el padre o madre de mis hijos no es lo que
fue alguna vez (mi pareja) es muy importante y va a depender de con cuán eficacia se han
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elaborado las pérdidas. En este aspecto el terapeuta debe estar especialmente atento a las
señales no verbales que denoten que la persona está funcionando con los parámetros de "allá
y entonces" más que los de aquí y ahora. En el caso contrario, resulta útil proponer una visión
acrítica del "otro hogar" de los hijos y no hablarles negativamente de su otro progenitor. Se
debe evitar que los chicos funcionen como "correo" de los mensajes de los adultos en las
luchas de poder de los mismos. Permitir a los hijos sentirse a gusto en sus dos hogares es
saber aprovechar los beneficios que una familia ensamblada proporciona. Como dice Visher,
"para un niño tener dos hogares es como tener dos nacionalidades: resulta sumamente
límite de contacto y las proyecciones recíprocas. Para ello resultan sumamente útiles las
clásicas técnicas gestálticas de silla vacía y silla caliente, que permiten a las personas trabajar
en una sesión los conflictos con personas que no están presentes. Sólo cuando esta difícil
general (vecinos, maestros, amigos, etc.) es lo que generalmente otorga a los miembros de la
suele ser positivo a largo plazo. Si se han desarrollado correctamente las estrategias
Cuando a pesar de todo, las familias llegan a los tribunales lo más frecuente es que necesiten
El rol del terapeuta con estas familias, dice Maria Silvia, es el de cualquier
todos los integrantes y denunciar los medios utilizados para evitar el contacto tanto, de los
involucrados entre sí como de cada miembro con sus propias emociones. Deberá ser lo
suficientemente flexible como para evaluar en cada situación cuáles son las personas a incluir
en las sesiones y quiénes son, en cada caso, los que necesitan ser apoyados. Sobre ninguno de
estos temas hay leyes o fórmulas y dependerá de la experiencia de cada terapeuta ver a
quienes citar en cada caso y cuál es la prioridad a atender. Cuando el proceso terapéutico se
ha llevado adelante con eficacia, los protagonistas logran una expresión cada vez más afinada
de sus propias necesidades y de lo que esperan de los otros para satisfacerlas. Cada uno puede
discriminarse del resto y tomar conciencia de cuáles son las gratificaciones y frustraciones
La autora pone énfasis también en algunas de las razones por las cuales le parece por
demás apropiado este enfoque para en trabajo con las familias en cuestión y ellas son su
Las familias ensambladas exitosas, como explican Emily y John Visher en su texto
“dinámica de las familias ensambladas exitosas”, desarrollan correctamente los duelos, tienen
ensambladas satisfactorias y algo muy importante que permite todo lo demás, una vínculo de
3
Visher, E. y Visher, J. (1993)
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Podemos observar que a lo largo de las últimas décadas ha incrementado mucho los
formatos de familias ensambladas, de las más simples a las más complejas. Este un tema
así sus dinámicas, características, y concepciones. Las familias ensambladas es una cuestión
poco desarrollada acerca de sus consecuencias psicológicas y cómo esto influye tanto positiva
Para comenzar a tratar el asunto, traemos algunas cifras para volcar el porcentaje de
familias ensambladas que existen en la Ciudad de Buenos Aires. Según La Encuesta Anual de
Hogares (EAH), contabilizó que más de 35.000 familias ensambladas que representan el 3%
del total hogares de la ciudad, el 5,8% de los hogares con núcleo completo y el 10,6% de los
hogares con núcleo completo que tienen hijos solteros menores de 25 años. Del total de
familias ensambladas el 52,9 % tienen solo hijos de parejas anteriores y el 47,1 % restante
tiene además hijos de la unión actual. Esto nos muestra el gran porcentaje que existe de
familias de estas características. También vemos la amplia cantidad de parejas que con sus
nuevos cónyuges forman hijos, ya que solo el 52,9% se quedan con los hijos de sus anteriores
parejas.
Por otro lado, es necesario mencionar a cerca de las cuestiones y conflictos que estas
nuevas dinámicas acarrean. A la hora de formar una nueva familia, y trayendo consigo una
anterior, se ponen en juego muchas variables que no pueden dejar de ser tomadas en cuenta.
Graciela E. Fernández en su texto "Familias ensambladas. Los hijos del otro, amores
contrariados." va a hacer referencia a estas cuestiones, describiendo a cada familia como una
cultura individual. Es por esto, que a la hora de formar una nueva familia, se ponen en juego
a decir "Cada familia es una cultura en sí misma. Cuando se conforma una pareja y esta
decide unirse para formar una familia, se produce la unión de dos culturas. Vemos muchas
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veces en las terapias de pareja las dificultades que trae congeniar distintos modos de pensar y
actuar."
No podemos dejar de tener en cuenta que muchas veces se trata de niños los que están
involucrados, que sin ser del todo conscientes de lo que sucede, forman ideas y actitudes que
ganarle al otro una partida, si no de encontrar juntos la mejor forma de convivir, de resolver
la situación que se plantee, digamos la más viable. Las pautas que surjan de parte de los
adultos así dispuestos, es decir como compañeros de una travesía y no como adversarios de
vínculos. "
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Bibliografía
Fernandez, G.E (2013), Familias ensambladas: los hijos del otro, amores contraídos, Sistemas
familiares y otros sistemas familiares, Año 29, N°1, Buenos Aires.
Apéndice
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