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Plantas acuáticas:

Anatómica:

Por lo general, las plantas acuáticas presentan tallos herbáceos con nudos y entrenudos de dónde
salen las hojas y flores, nuevos tallos o raíces. En algunas especies los tallos son tan cortos que las
hojas parecen salir de un mismo punto. Un ejemplo de ello son las plantas en rosetas o acaules. En
otras como los Estolones los tallos son rastreros y echan raíces y hojas en cada nudo.
Fisiológicas:
Las plantas acuáticas son en su mayoría de color verde. Como cualquier otra se componen de
raíces, tallos, hojas y flores, pero éstos cumplen funciones diferentes a las del resto de las plantas.
Los tallos sumergidos -por ejemplo- no presentan tejidos de sostén, no los necesitan. Sus hojas,
flores y frutos son sostenidos por el agua.
En estas plantas los tallos y hojas desarrollan el aerénquima. El tejido vegetal con espacios
esponjosos o intercelulares permite la reserva de aire e intercambio de gases. También, facilita la
floración y el mantener erguido el tallo.

Cactus

Anatómica:
Los cactus y las Cactáceas en general, se componen de una areola de donde brotan espinas, flores,
pelos y hojas. El tallo puede ser cilíndrico con crecida hacia arriba, globoso, con una zona esférica,
o cladodio, con aspectos aplanado.
Las flores aunque no son muy duraderas, llaman mucho la atención por ser solitarias y
hermafroditas, lo que les de la propiedad de poderse autopolinizar solas, porque poseen los
órganos femeninos y masculinos en ellas.
Producen un pequeño fruto, de dos a cuatro centímetros, con 10 semillas que pueden emplearse
para la reproducción, dependiendo de la variedad.

Fisiológicas
 los cactus del bosque tropical, y las crasas o suculentas. Los primeros son capaces de soportar
temperaturas extremas y sequías. Sus espinas, además de captar el agua del rocío, son una
defensa infalible contra los rayos solares y anímales herbívoros. Provienen de América y África. Su
cuerpo es redondo, y apto para llevar a cabo la fotosíntesis.
Los cactus del bosque tropical, mejor conocidos como cactus de Navidad por sus bellas flores, son
plantas epifitas que crecen sobre los árboles de la selva y en los desechos de las hojas que se
acumulan sobre las ramas. No toleran el exceso de calor, por lo que, a diferencia de los cactus del
desierto, necesitan riegos frecuentes.

Carnivoras

Anatómicas:
Las hojas de algunas son similares a jaulas que se cierran abruptamente al atrapar a su presa.
Cuando las plantas carnívoras retienen al animal, a éste le resulta casi imposible escapar, debido a
que son inmovilizados por sustancias pegajosas. Estudios han demostrado que algunas clases
segregan jugos gástricos similares a los de los mamíferos, para lograr la digestión.
El tamaño de las plantas carnívoras varía. Por lo general, las que se sustentan de insectos son las
especies más diminutas. Otras superan los 40 centímetros, tamaño suficiente para permitirse
cazar roedores. Las más grandes, sobrepasan los tres metros de alto y poseen largas bolsas en las
que apresan su comida.
Una de las particularidades que ha sorprendido a los científicos, es el ingenio que tienen las
plantas carnívoras para moverse en búsqueda de su presa. Carecen de músculos, pero utilizan un
método de presión de agua en las células de las hojas, que les ayuda a tensarse.
Fisiológicas:
Entre las seis especies más populares de plantas carnívoras destaca la Dionaea Muscipula,
nativa de Carolina del Norte (EE.UU), mejor conocida como Venus atrapamoscas. Se alimenta por
medio de los pelos que se hallan en el interior de sus hojas, y que detentan los insectos.
La Cephalotus, de la especie Follicularis, crece únicamente en Australia, y consigue su comida
empleando trampas en forma de bolsas que generan un néctar que actúa como carnada.
La familia de las Pinguiculas, con un poco más de 50 tipos de plantas carnívoras en su haber, vive
en la zona Polar Ártica y coge a sus presas con los pelos hipersensibles alojados en sus lóbulos.

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