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«Cactus» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Cactus (desambiguación).
Cactáceas
Coryphantha ramillosa
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Caryophyllales
Familia: Cactaceae
JUSS., 1789
Géneros
Sinonimia
Cereaceae
Leuctenbergiaceae
Nopaleaceae
Opuntiaceae
Fuente: Plantbio1
Oreocereus proveniente de Humahuaca
Índice
1Descripción
o 1.1Tallo
o 1.2Areola
o 1.3Flores y frutos
o 1.4Otro
2Historia evolutiva
3Cultivo
4Etimología
5Taxonomía
o 5.1Subfamilias
o 5.2Géneros
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Descripción[editar]
Tallo[editar]
Los tallos4 de las cactáceas y que conforman básicamente el cuerpo de la planta,
están engrosados por el desarrollo del parénquima, y su color verde se debe a que
son fotosintéticos.
Echinocactus platyacanthus
Areola[editar]
La areola4 es una estructura vegetativa distintiva de las cactáceas que se
encuentra sobres los podarios y costillas. Las areolas, por lo común, mantienen
dos zonas de crecimiento: en la parte superior se producen las flores (meristemos
floríferos) y en la inferior los meristemos espinulíferos. Las areolas desarrollan
múltiples pelos o tricomas (semejantes a las fibras de algodón) y espinas (y, en los
géneros más antiguos, hojas).
Hay cactus sin espinas, como Opuntia ficus-indica (aunque sólo en su forma
hortícola, no silvestre) y Opuntia leucotricha. Estas especies sin espinas pueden
ser consumidas por el ganado en los períodos secos, como forma de
supervivencia y adaptación al cambio climático.
Parodia leninghausii.
Parodia penicillata.
Matucana madisoniorum.
Sulcorebutia rauschii.
Mammillaria gracilis var.fragilis.
Flores y frutos[editar]
Las flores son solitarias y hermafroditas o, más rara vez, unisexuales. Si bien
existen especies con flores zigomorfas, la mayoría tienen flores actinomorfas.
El perianto está compuesto, generalmente, por numerosos tépalos dispuestos en
espiral, con aspecto petaloide. Frecuentemente los tépalos externos tienen
aspecto sepaloide. Se unen basalmente para formar un hipanto o tubo periántico.
El androceo está formado por numerosos estambres, con secuencia centrífuga.
El polen es trinucleado, desde tricolpado a 6-15 colpado o porado. El nectario está
constituido por un anillo en la superficie interna del tubo periántico. El gineceo se
compone de 3 o más carpelos, y el ovario es ínfero. El fruto suele
ser indehiscente, bacciforme y rara vez seco.
Otro[editar]
(No confundir las cactáceas con algunas especies del género Euphorbia)
Historia evolutiva[editar]
Con mínimas evidencias en el registro fósil, las cactáceas son consideradas por
los especialistas como un grupo natural monofilético que ha evolucionado en los
últimos 80 a 60 millones de años. Se desarrollaron a partir de formas no
suculentas, las cuales contaban con hojas simples arregladas en forma
helicoidal, fotosíntesis C3, madera (xilema secundario), polen y semillas.
Morfológicamente semejantes a otras familias relacionadas e incluidas en el
mismo orden de las Caryophyllales. En cuanto a su origen se cree que
posiblemente se originaron en la zona tropical seca de América del Sur. El
género Pereskia presenta varias de esas características, por lo que es
considerado el más primitivo entre las cactáceas.
Cultivo[editar]
Los cactus de clima árido y seco son xerófilos, es decir aguantan bien la sequía,
pero como todas las plantas también necesitan obtener agua para vivir. Cuando
son cultivados conviene dejar que el sustrato se seque entre riego y riego. Es muy
importante que la tierra no se encharque: demasiada agua y, sobre todo, un
sustrato mal drenado, provocan la aparición de hongos y la muerte de la planta.
De hecho, uno de los mayores errores en el cuidado de las cactáceas xerófilas es
el exceso de riego.
El riego depende de muchos factores: exposición, época del año, tipo de sustrato,
clima, si está en maceta o en tierra, el material de la maceta, si se encuentra en el
exterior o no. Así, en una zona muy cálida y seca, un cactus en maceta de barro
orientado al sur (en el hemisferio Norte) necesitará bastante más riego en la
misma época del año que uno plantado en semisombra directamente en la tierra
en una zona más templada y lluviosa. Durante el verano, un riego cada 10
días puede ser correcto como referencia; en primavera y otoño se han de espaciar
más. Mientras dure el frío invernal prácticamente no hará falta regar. Pero dentro
de casa y con calefacción se debe seguir regando ocasionalmente durante el
invierno para evitar que se seque completamente el sustrato.
Como norma general, la mayoría de los cactus del desierto prefieren una
exposición soleada. Sin embargo, los cactus epífitos, en cambio, necesitan una
posición en semisombra pero mucha luz, y más agua para sobrevivir bien; entre
ellos podemos encontrar los cactus del género Rhipsalis y Epiphyllum. También
requieren un exposición más sombreada en su periodo de adaptación los cactus
recién trasplantados, los muy jóvenes y los que vienen de pasar una temporada en
el interior.
Muchos cactus, al provenir de zonas desérticas donde las noches pueden ser muy
frías, tienen una resistencia moderada a las heladas. Sin embargo, entre las 2000
especies de cactáceas que existen, muchas son de climas más cálidos
(generalmente las epífitas) y toleran mal las bajas temperaturas. Las lluvias
invernales hacen a los cactus más sensibles a las posteriores heladas. La
combinación exceso de agua más helada puede resultar fatal. La solución:
llevarlos dentro de casa mientras dura el invierno.
La falta de luz hace que se ahílen, es decir, que se estiren hacia la luz perdiendo
su porte homogéneo. Por tanto, deben colocarse junto a las ventanas o bien
utilizar alguna fuente de luz artificial.
Es de vital importancia no dañar las raíces porque podrían penetrar hongos en la
planta. Por lo tanto, en el momento del trasplante se debe eliminar con mucho
cuidado la tierra que se quiere desechar con algún objeto sin filo. Si alguna raíz ha
resultado dañada, aplicar carbón vegetal pulverizado y dejar sin regar durante
unos 10 días.
Un cierto número de especies se cultivan como plantas de interior, así como en
jardines ornamentales. Algunas especies del género Opuntia, particularmente la
especie Opuntia ficus-indica, son cultivadas en América y en la zona
mediterránea por su fruto, la tuna o higo chumbo, el cual es dulce y muy
apreciado.
También suelen formar parte de los denominados xerojardines, donde se agrupan
cactus y otras plantas poco consumidoras de agua (xerófitas) en regiones áridas.
Asimismo, se utilizan mucho para decorar patios, balcones y terrazas, pues son
muchas las especies que, por su reducido tamaño, se pueden cultivar en
recipientes durante toda su vida, como los géneros Ariocarpus o Mammillaria.
Etimología[editar]
La palabra cactus deriva del griego Κάκτος káktos, utilizado por primera vez por el
filósofo Teofrasto para nombrar una especie de cardo espinoso que crecía en la
isla de Sicilia, posiblemente el cardo Cynara cardunculus.
Curiosamente, existen también dos referencias poéticas de la Antigüedad sobre
esta planta. Así, el poeta Teócrito de Siracusa escribió en sus Idilios: «A ti te dejen
como una oveja del rebaño, cuya pata se haya picado por un cactus».
Asimismo, Filetas, poeta proveniente de la isla de Cos, escribió sobre ella: «Debe
lamentarse quien haya perdido el afecto de una mula, por el temor a las heridas
del cactus espinoso».
La palabra pasó al latín como cactus a través de Plinio el Viejo, quien en
su Naturalis Historia retomó aquello que Teofrasto escribió sobre esta planta que
crecía en Sicilia. De cactus derivó la palabra latina carduus, que finalmente dio
lugar a la española cardo.
Durante la Edad Media la palabra cactus era el nombre usual para
la alcachofa comestible. Más tarde, Cactus fue usado como nombre genérico
por Carlos Linneo en 1753, dentro del cual agrupaba 22 plantas que hoy se
consideran dentro de géneros diversos de la familia Cactaceae.5