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Grupos Vulnerables
Actividad III
Estudiantes:
Facilitadora: Luis Hernández V-6465159
Lcda. Norys Torres Oswaldo Nieves V-6499468
Marlene Guevara V-9855232
Junio, 2022
Análisis crítico reflexivo sobre la situación actual de los grupos
vulnerables en Venezuela: Pueblos afro-venezolanos. Etnias indígenas,
hombres y mujeres privados de libertad y ex privados de libertad.
Los grupos vulnerables son aquellos grupos que por sus condiciones sociales,
económicas, culturales o psicológicas pueden sufrir maltratos contra sus
derechos humanos. Dentro de éste grupo se encuentran insertas las personas
de la tercera edad, personas con discapacidades, mujeres, niños, pueblos
indígenas, personas con enfermedades mentales, personas con VIH/SIDA,
trabajadores migrantes, minorías sexuales y personas detenidas.
Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Jalisco, “Grupos
Vulnerables”.
Aspectos Jurídicos:
Como parte de la segunda etapa de esta misión, el 29 de agosto del año 2007,
por Decreto número 5.551 obtuvo una reforma parcial, creándose la Comisión
Presidencial Misión Guaicaipuro en Gaceta Ordinaria número 38.758.
Seguidamente fue adscrita al Ministerio del Poder Popular para los Pueblos
Indígenas.
La Misión Guaicaipuro: Es creada con el objetivo General de restituir
derechos de los pueblos y comunidades indígenas del país.
Aspectos Económicos
Uno de los problemas más complejos que se ha evidenciado en los últimos años
en territorios indígenas, es el crecimiento desmedido de la minería ilegal en varias
regiones del país. En efecto, varios reportes dan cuenta del crecimiento de las
actividades mineras y su expansión a diferentes zonas de los estados Amazonas y
Bolívar.
En este sentido, organizaciones socio-ambientales como la Asociación Wataniba e
indígenas como la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas
(ORPIA) y Kuyujani del Caura (Bolívar) realizaron alertas públicas durante el año
2020, no solo con relación al crecimiento de la actividad minera, sino también
sobre las graves consecuencias que está produciendo a nivel ambiental y
sociocultural. Los principales impactos están referidos a la destrucción de amplias
extensiones de bosque y selva (hábitats indígenas), la contaminación de las aguas
con sustancias tóxicas (mercurio) con afectación de la salud de las poblaciones y
la fragmentación de las comunidades indígenas con fuerte incidencia en la
identidad cultural.
En este sentido, cabe destacar la invasión del territorio ancestral del pueblo
Uwottüja, en el estado Amazonas, quienes han visto ocupadas sus tierras en toda
la cuenca del río Sipapo, por grupos de mineros ilegales protegidos por grupos
externos armados. En este caso la Organización Indígena Uwottüja del Sipapo
(OIPUS), ha venido solicitando a las diferentes autoridades civiles y militares del
Estado venezolano, la adopción de medidas para desalojar la zona y paralizar
toda actividad minera en la región.
En el caso del estado Bolívar, es importante destacar la situación vivida por los
indígenas Ye´kwana y Sanöma, en la cuenca del río Caura, que para 2020, se
encontraba totalmente invadida por actividades de minería ilegal, con situaciones
graves que mantienen a las comunidades completamente atemorizadas. En la
zona actúan grupos armados (sindicatos y disidencia de la guerrilla colombiana),
que no solo protegen a los mineros, sino que controlan todas las actividades que
se realizan en la cuenca. Esto ha creado un ambiente muy tenso en la zona, con
amenazas a la integridad personal y cultural de estos pueblos, destrucción
ambiental, realización de diferentes tipos de actividades ilegales y fuertes
enfrentamientos entre las comunidades y los grupos mineros y armados. A pesar
de las variadas denuncias públicas que se han realizado, los organismos del
Estado venezolano no han logrado controlar la grave problemática.
Derechos Territoriales
Migraciones transfronterizas
Pueblo afrovenezolanos
Esta población posee una cultura extensa y rica expresada en diversos elementos
socioculturales, con un sistema agrario que descansa en la propiedad colectiva
sobre la tierra que utilizan en la producción familiar para la subsistencia.
Sin embargo, con la llegada del Presidente Chávez se abrió por primera vez el
espacio para que las organizaciones sociales de base pudieran dialogar de frente
con el Estado, fue con el proyecto político que inició a finales del siglo XX que se
abrieron los espacios de participación y se incorporaron tanto colectivos como
individualidades afrodescendientes en la defensa de sus derechos como
ciudadanos. La Constitución Nacional aprobada en 1999 establece en su
Preámbulo la condición multiétnica y pluricultural de la República Bolivariana de
Venezuela, de lo cual surge un proceso socialitario, humanista, democrático e
incluyente que da el traste con toda esa pesada y nefasta carga de injusticia y
esclavitud que pesaba sobre la afrodescendencia.
Es importante destacar, que para el año 2012 fue creado el Consejo Nacional para
el Desarrollo de las comunidades afrodescendientes de Venezuela (Conadecafro),
institución ideada por el líder supremo de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez
y fue consolidada bajo Gaceta Oficial Nº39.893 y por Decreto Presidencial
N°8.860 y donde años más tarde se llevó bajo decreto Nº3.335 la ejecución del
Decenio Nacional para personas afrodescendientes, allí nuestro país cumplió con
la resolución de la organización de las Naciones Unidas (ONU), el cual, la misma
proclamó el Decenio Internacional de los Afrodescendientes en el período 2015-
2024, todo con el fin de rechazar la discriminación, la segregación de la población
y el pleno goce de sus derechos económicos, sociales, políticos, culturales y
civiles.
Es un gran esfuerzo que se ha vendió haciendo, he allí donde la administración
pública están siendo asesoradas con un enfoque de los Derechos Humanos de la
población afrodescendientes, con acciones internacionales y un plan de acción por
supuesto aprobados y ratificados por el Estado venezolano.
Para el año 2015, no fue un escenario positivo para Venezuela y se podría decir
también a otros países, como EE.UU. El Decenio Internacional Afrodescendiente
comienza cuando el presidente Barak Obama termina su segundo mandato,
fenómeno que ocasionó que el racismo no cediera paso alguno, dando lugar a un
espacio polarizado y retorno a los defensores de la supremacía blanca.
En este orden de ideas, para el año 2017, el racismo se apoderó de las calles
venezolanas durante una manifestación, elementos de sectores opositores
atentaron contra la vida de un ciudadano al considerarlo un militante del chavismo,
por el simple hecho de vestir “una franela roja y de ser tez negra”. Hecho
lamentable en nuestro país, que queda como antecedente, el cual, puede repetirse
o suceder acciones de racismo a los grupos afrodescendientes.
Aunque nos cueste aceptarlo, en Venezuela hay racismo, nuestro país cuenta con
grandes asentamientos afrodescendientes a lo largo y ancho del territorio,
fundados a partir de una construcción histórica marcada por el colonialismo y la
barbarie impuesta por los invasores españoles, quienes propiciaron el secuestro
de millones de personas negras extraídas de África, para ser vendidas como
fuerza de trabajo esclava en nuestro continente.
Pues, de ese pasado doloroso, quedan todavía algunas inclinaciones de racismo
expresadas como dicta el argot popular “mamadera de gallo”, “echadera de
broma”.
Por tal motivo, es factible que las condiciones que determinan la exclusión social,
vulnerabilidad y/o discriminación de los grupos vulnerables, en referencia a los
hombres y las mujeres privados de libertad y ex privados de libertad, es debido a
la no adecuada ejecución de las políticas pública en materia de servicio
penitenciarios, ya que es notorio que dentro de los centros de reclusión se violan
derechos humanos a los reclusos, como es el derechos al debido proceso judicial,
ya que el retraso procesar, conlleva a la hacinación carcelaria y esto produce
violencia entre los privados de libertad.
El Estado Venezolano, como ente garante de los derechos humanos, por parte de
sus instituciones que tiene la responsabilidad de velar por el cumplimiento de las
políticas pública en esta materia, presentan debilidades en cuanto a la existencia
de condiciones sociales, económicas y jurídicas para garantizar la protección de
los grupos vulnerables, en materia penitenciaria.