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Cuando el lobo atrapó a su gato.

[ChanBaek/BaekYeol]
by only4baek

[Adaptación del libro "Cuando el lobo atrapó a su gato" de Milagro Gabriel.]

ChanBaek/BaekYeol

Un lobo y un gato montés, ambos muy jóvenes. Por accidente acaban siendo arrastrados lejos del
territorio de sus manadas. Ahora juntos comienzan un viaje para regresar a sus hogares. El lobo
descubre que quiere a un gato para lamer y el gatito piensa que no es tan mala idea dejarse
mimar por el sexy lobo feroz.
Capítulo 1

[¡Hola! Espero que les guste este libro tanto como a mí, planeo adaptar ambos libros, sólo si les
gusta la idea claro, si tiene algún error ortográfico lo lamento, intentaré revisarlos mejor.

Disfrútenlo.]

Las flores se abrieron lentamente, para acabar cubriendo todo el valle de mil colores diferentes.
En un temblor tímido la misma luz parecía bailar en cada pétalo mientras suspiros ahogados
asechaban en busca de las ternuras del amor. Solo el joven lobo aguafiestas se acostaba justo en
medio de las flores, comenzando a revolcarse sin importarle cuantas aplastaba en su
irresponsable juego, sin notar que los dulces aromas se pegaban a su pelaje uniéndose al olor de
lobo grande que se comenzaba a desarrollar. En la próxima luna llena correría con el resto de la
manada y se aparearía por primera vez en busca de su pareja destinada.

Chanyeol sonrió de esa manera particular que lo hacen los lobos, los ojos parecían tener dos
ascuas en la profundidad de sus iris dorados. Sacando la lengua probó los sabores que traía el
viento mientras comenzaba una feroz carrera como si el mismo alfa lo hubiera encontrado otra
vez persiguiendo gatos monteses, los cuales habían firmado hacia unos años un tratado de paz
con los lobos, perdiendo la más grande de sus diversiones juveniles. Morderles la cola a los
felinos jóvenes era algo morbosamente divertido, eso hasta que llegaban los más grandes a

disuadirlo de sus juegos rudos. Creyendo que la vida era simplemente un inmenso campo de
juegos, el joven lobo disfrutó de la manera en que sus patas golpeaban la hierba y el

sol calentaba su pelaje gris mientras corría hacía el corazón del territorio de los lobos.

Estaba en eso cuando un chillido felino lo hizo detenerse, todos sus sentidos le gritaron que
alguien había invadido su territorio. Levantando la cabeza escudriñó los olores que arrastraba el
viendo. ¡Allí estaba! El característico olor de un felino le llegó acompañado por el acido aroma del
más profundo, miedo. Al parecer alguien había mordido más de lo que podía masticar.
Agazapando el cuerpo comenzó a caminar ocultando su peluda existencia entre la hierba que no
era muy alta a las orillas del río.
Asomando la cabeza entre dos matones de hierba bastante

espesos, logro ver de dónde venía el problema. Un felino había hecho lo que todos los estúpidos
de su especie hacían por lo menos dos o tres veces en su vida, subirse a un árbol del cual luego
no podían bajar. Eso era algo así como la primera regla para ser un gato.

Al ver que solo se trataba de otro felpudo idiota, salió de entre la

hierba hasta quedar en la parte despejada del río. ¿Cómo se le ocurrió al minino subirse a un
árbol tan alto? Eso sí que era todo un misterio para el lobo. Después de estudiar bien el lugar
donde el felino había ido a parar, se dio cuenta de que el animalito había caminado hasta una
rama bastante delgada que para colmo daba a casi medio río, sumando a las dos anteriores
requisitos para el desastre, estaba el hecho de que el caudal estaba aumentado por los deshielos
en las montañas. Definitivo, los felinos tenían bolitas de pelo en lugar

de cerebro de tanto lamerse el

culo. Riendo de su propia ocurrencia el futuro lobo feroz dejo salir un jadeo poco elegante y
bastante ofensivo para el gato.

El felino escuchó el sonido burlesco del maldito chucho que lo observaba desde la ribera del río,
lástima que tuviera que arreglar cuentas con el cuervo ladrón que había tomado el anillo de boda
de su madre, de no ser así, hubiera bajado para arañar de pies a cabeza al perro pulgoso que
observaba como si se tratara de un numero de circo barato. Por su parte, el ave negra,
disfrutando enormemente de ver al felino tan ofuscado, se quedo parada en la punta de la rama,
el brillo dorado del anillo retaba al joven animal a actuar. Enviando al diablo toda prudencia,
Baekhyun clavó las uñas en la delgada rama y comenzó a caminar luchando por mantener el
equilibrio. Ya una vez se había resbalado y por un pelo se salvó de caer, esta vez tendría más
cuidado.

A Chanyeol no podía importarle menos la salud de un melindroso gato, sentándose sobre los
cuartos traseros, se quedó allí observando en que terminaba la aventura, con suerte al felpudo le
tocaba chapuzón. Conociendo lo delicaditos que eran los felinos, Chanyeol estaba seguro que el
animal mojado debía de verse la mar de divertido, con la carita chata en un gesto de absoluto
asco. No podía perdérselo.
El crujir de la rama le avisó al lobo que sí habría un clavado al estilo libre. El animalillo abrió
mucho los ojos, chilló como un alma en pena y se aferró a la rama como si la vida se le fuera en
ello. Como en cámara lenta el lobo observo como el cuervo

abandonaba la rama sosteniéndose en el aire mientras el pobre gato se iba con todo y ella directo
a la peor parte de la correntada del río.

Cometiendo la peor de las estupideces, el gato entró en pánico y cambio a su forma humana al
tocar el agua. El golpe más el ímpetu del cambio hicieron que perdiera el conocimiento siendo
arrastrado por la rama a la caída de agua que tenía al menos setenta metros de alto. Una cosa
era querer divertirse a costa de otro, pero dejar que el causante de sus carcajadas se muriera, era
ir demasiado lejos. Dudaba que pudiera volver a encontrar a alguien tan idiota en toda su larga
vida. Desperdiciar a toda esa fuente de momentos embarazosos era algo que no se iba a permitir.

Dando unos pasos hacia atrás, tomó impulso para saltar lo más cerca del centro de la correntada
que pudo, una vez allí invocó el cambio y con sus extremidades humanas pudo nadar más rápido
en busca de la rama que sostenía la cabeza rubia de un hombre sobre la superficie, de manera
bastante precaria. Agradeciendo no haber obedecido a su padre

al prohibirle ir a nadar en primavera, utilizo toda la experiencia que tenía

para evitar golpearse contra las piedras o dejarse arrastrar por la corriente.

Sacando la cabeza del agua, Chanyeol pudo ver lo rápido que la rama se acercaba a la orilla
donde la caída de agua prometía un final abrupto.

Tomando aire exigió a sus músculos mayor esfuerzo en busca de llegar hasta el felino. Estaba a
menos de un metro de su objetivo, dando un último esfuerzo se aferró a la madera.
Asegurándose de sostenerse

con una mano, con la otra buscó tomar por la parte de atrás al chico para zafarlo de la trampa.
Solo para confirmar que el gato era, o muy desafortunado o muy estúpido, despertó entrando en
pánico, aferrándose a Chanyeol en un acto de histeria que le podía costar la vida a los dos.

El cambia-formas lobo trató de quitarse de encima al felino que se aferraba con sus finos brazos
impidiéndole poder nadar correctamente. Hasta ahora se sostenía solo con el pataleo de sus
piernas, rezaba para que un calambre no terminara de complicar su situación.
El aumento de la velocidad en la corriente le dejó claro a Chanyeol que habían llegado hasta el
punto de no retorno. Liberando uno de sus brazos se aferró a la rama causante de todas sus
desgracias mientras, sentía como comenzaban una caída libre de la cual no estaba muy seguro
de salir con vida.

Baekhyun tenía frío, un estremecimiento lo hizo despertar de golpe. Sentándose tan rápido que
su estomago se revolvió comenzando a vomitar litros de agua. Por lo menos se había tragado la
mitad del maldito río, pensó el felino maldiciendo su suerte. Sintiéndose un poco mejor, levantó la
cabeza para ubicarse, por desgracia, no tenía la menor idea de donde estaba. Cuando había
comenzado con la cacería del cuervo el sol estaba muy bajo en el firmamento, ahora estaba
reinando justo en el centro de la bóveda celeste. Era cuando menos el medio día.

El sonido de una queja lo hizo darse la vuelta, encontrando el cuerpo de un chico alto, de piel
ligeramente bronceada y cabello negro como el ala de un cuervo, acostado

boca abajo sobre la arena de la rivera del río. El hombre estaba tan desnudo como él mismo lo
estaba. No ocupó muchas pistas, el olor a lobo le indico que posiblemente el chico era el chucho
que se había estado burlando de sus contumerias sobre la rama.

Con cuidado de no marearse por el repentino movimiento, caminó hasta donde estaba el lobo en
su forma humana. Con afán de no acercarse demasiado toco el hombro del chucho con la punta
de sus dedos y las rodillas flexionadas, listo para correr en caso de que el hombre no fuera de
buen despertar. Inclinando la cabeza en un gesto de felina curiosidad olisqueó buscando la más
mínima señal de peligro, no es que fuera un cobarde, era simple auto preservación. Baekhyun no
era idiota, el sé sabía muy pequeño aún para ser un gato montés y ese lobo en su piel de hombre
era un espécimen bastante grande.

El característico olor de la sangre llegó dulzón hasta su nariz, había tardado un poco en darse
cuenta ya que en su forma humana sus sentidos no eran tan claros como cuando estaba en su
piel de gato. Dejando de lado las precauciones puso las rodillas sobre la arenilla de la rivera del
río, para revisar mejor.

Con sumo cuidado le dio la vuelta a su compañero de desgracia, si el cuerpo del hombre era
bonito, la cara lo era más. Baekhyun apenas si había pasado por su primer celo durante la luna
del mes pasado, así que sus sentidos ahora le decían cuando algo estaba de buen ver y cuando
no. El cabello negro se le había pegado a la cara de formas simétricas, la nariz recta, la
mandíbula cuadrada y una ligera arruguita

entre las cejas daba pistas de que ese lobito era de los "patea culos".

Conteniendo un suspiro pensó en las razones por las que su madre le había prohibido salir a
pasear su recién despertada sexualidad durante la pasada luna, algo de "estás muy joven" y otra
sarta de estupideces. Si le hubieran gustado las niñas, estaba seguro de que su madre lo hubiera
dejado salir a corretear por allí, pero cuando su primer celo había revelado que estaba destinado
a ser la pareja de un alfa, todo se había acabado antes de empezar. Ahora estaba allí, a unos
días de su segunda luna llena acompañado por un lobo brabucón, debía llegar a su aldea antes
de que comenzara el celo nuevamente y las cosas se pusieran incomodas, si un gato errante lo
encontraba sin la protección de la manada, podía tratar de aparearse a las malas. La idea de que
su primera vez fuera forzada no le gustaba para nada.

Con mucho sigilo le quitó algunos de los mechones mojados que se le habían pegado a la cara al
lobo. Usando toda su fuerza de voluntad aparto la mirada del sexo que descansaba contra uno de
los muslos,

subiendo la vista recorrió el vientre plano, pasando por todos los cuadritos que parecían
esculpidos a propósito para hacerlo babear. De verdad estaba grave, faltaban unos días para la
luna llena y ahora se le ponía dura por un lobo que apestaba a perro mojado. Bueno, tal vez no
apestaba, pero seguía siendo un maldito pulgoso.

Después de quitar los mechones de cabello negro de la cara del lobo, descubrió un fuerte golpe
sobre la frente que se había abierto dejando salir

un hilo de sangre. De seguro la herida había sido peor, prueba de ella era el charco que se había
formado sobre la arena, una suerte que las habilidades curativas de los cambia formas fueran tan
eficientes. Dejando salir un suspiro de alivio, Baekhyun se dio cuenta de que esa parecía ser la
peor de las heridas que tenía el pelinegro.

Con mucho cuidado de no despertar al enorme hombre, Baekhyun se puso de pie. Dándole la
espalda al tipo inconsciente se puso a tratar de averiguar dónde diablos estaba, en eso se
encontraba cuando sintió como un cuerpo solido se estrellaba contra él, empujándolo contra el
suelo de arena.

-¡Miau! - fue lo único que logró decir antes de que un hombre con mirada de lobo furioso le
mostrara los colmillos.

-¡Todo esto es tu culpa! - Reclamó Chanyeol entre gruñidos- por poco

y nos matas a los dos.

Baekhyun era un niño mimado, lo tenía que admitir, si alguien le hablaba lindo podía llevarlo
hasta el polo norte caminando, pero si alguien se atrevía a hablarle de la manera que el maldito
perro lo hacía, él no movería un solo músculo - Nadie te pidió que te metieras en cosas que no
eran tus asuntos- Bufó mostrando sus propios colmillos.

- Eres un culo malagradecido - reclamó Chanyeol apenas notando la erección en el pequeño


cuerpo bajo él. Aumentando la presión en las manos que sostenía entre las suyas, hizo que el
felino chillara nuevamente

- Y para colmo eres un llorón- agregó sin poderlo evitar.

El comentario hizo que Baekhyun se revolviera desesperado tratando de zafarse. Lástima que lo
único que logro fue que su pene duro se moliera contra la cadera de su captor, ocasionándole un
jadeo que lo hizo ponerse del color de un tomate -. ¡No soy un llorón! - Grito a todo pulmón, con la
esperanza de que algún miembro de su manada deambulara por allí - lo que pasa es que eres un
pulgoso grosero.

Chanyeol le mostró los dientes gruñéndole al felino en un tono bajo, si el proyecto de hombre que
tenía bajo suyo no le mostraba el cuello en señal de sometimiento, se lo iba a arrancar de un solo
mordisco.

Asustado Baekhyun levanto la vista, el lobo tenía unos ojos dorados que echaban chispas, bien
podía ser que de verdad los gatos tuvieran nueve vidas, pero él no quería arriesgarse a gastar
algunas, pudiendo evitarlo. Por instinto sabía lo que tenía que hacer, su gato supo que ese joven
lobo no se tomaba las rebeldías a la amable, así que mostró el cuello mordiéndose los labios
furioso.

- Veo que no eres tan idiota - se burlo el lobo sentándose junto al jadeante Baekhyun, fingiendo
ignorar las miradas asesinas que este le daba. Sonrió como un niño que se ha salido con la suya.
-¡Estúpido! - habló Baekhyun mientras se podía de pie, sacudiéndose la arenilla que se le había
pegado a su blanco trasero.

- ¡Llorón! - se burlo el lobo dedicándole un guiño.


Capítulo 2

[Al principio la historia es algo lenta, así que denle una oportunidad, que comienza a hacerse
"más emocionante" en el capítulo 5.]

Baekhyun se dio la vuelta dirigiéndose al río, luchando con todas sus fuerzas por ignorar las
majaderías del lobo, que ya estaba grandecito para andarse con payasadas. Metiéndose en el
agua fría lavó las manchas de lodo y arena que se habían pegado a su piel pálida después de su
aventura acuática. Examinando buscó alguna herida o raspón, quizás si las había tenido, pero su
proceso de sanación tan rápido ya se había hecho cargo.

Sintiendo el peso de una mirada, el felino se dio la vuelta para descubrir al otro chico mirándolo,
no era que la desnudez le causara algún problema, era algo bastante normal para los de su
especie, pero la manera en que el chucho le miraba el culo, realmente lo estaba molestando. -
¿Se te perdió algo? - Picó Baekhyun dejándose llevar por su mal genio que comenzaba a
burbujear.

El aludido levantó una ceja sin la más mínima timidez, luciendo una sonrisa de oreja a oreja,
respondió - ¡No!... En realidad lo que me preocupa es cuanto de tu culo dejaste pegado en las
piedras, porque te quedó muy poco.

Baekhyun sintió como la sangre viajaba directo a su cabeza, sintiéndose tan caliente que iba a
explotar chilló como solo un gato sabe hacerlo. Sin darle tiempo a Chanyeol de ponerse de pie
saltó sobre él con las pequeñas y filosas garras desenfundadas. Por suerte el lobo tenía
suficientes primos como para estar siempre preparado, rodando sobre el estómago logró

esquivar el ataque inicial.

Lástima que el gatito no se calmara, al contrario, se puso todavía más furioso, si es que eso era
posible. Lanzándose contra Chanyeol nuevamente, logró clavarle los dientes en el hombro
tirándolo de espaldas sobre la dura gravilla.

El lobo al principio se lo tomó a broma, pero al ver como las puntitas de las orejas felinas se
comenzaban a formar a partir de las humanas, supo que su contrincante estaba a punto de llegar
a una transformación completa. Liberando su lobo Chanyeol esquivó una segunda mordida,
usando

la fuerza de sus piernas largas y musculosas lanzó al felino varios metros haciéndolo caer al río.

Por fortuna el líquido frío pareció hacer entrar en razón al felino, que se puso de pie algo
confundido mientras gruesas gotas de agua pegaban su cabello rubio a la cabeza, para luego
recorrer perezosamente el cuerpo delgado. No queriendo ser tomado por sorpresa nuevamente,
Chanyeol se lanzo contra Baekhyun, haciéndolo caer de espaldas al río. El gato no sabía nadar,
al tratar de pararse y no poder hacerlo, entró en pánico comenzando a tragar agua. Por puro
instinto de conservación el felino comenzó a patalear tratando de ponerse de pie, al parecer se
estaba ahogando cuando sus piernas ya no tocaron el fondo.

Chanyeol se dio cuenta de que el juego podía traer consecuencias no deseadas, al ver como a
baekhyun se lo estaba llevando la corriente, se lanzo a por el otro chico que se estaba hundiendo
otra vez. Con cuidado de no ser atrapado en la histeria de Baekhyun, lo tomó por la espalda
impidiendo que lo prensara causando que se ahogaran los dos. Después de unos minutos de
lucha logró sacarlos a ambos

con daños menores, un par de rasguños y unos cuantos moretones como resultado.

-¡Gato estúpido! - Logró balbucear entre jadeos - mántente alejado del agua, no te bañes, si es
posible. ¡Es la última maldita vez que caigo en agua fría por salvar tu pendejo pellejo!

Baekhyun tuvo un ataque de tos mientras vomitaba cuando menos un litro de agua. Apenas tuvo
aire suficiente para hablar, logro responder - ¡Vete a la mierda! - Poniéndose de pie por pura
fuerza de voluntad invoco a su gato montés y comenzó a caminar tambaleante, con la cola al
viento, hasta perderse entre la maleza rumbo al bosque.

Chanyeol se paró sobre sus dos piernas, sin perder la salida dramática del felino, el chico era
toda una reina del drama, no le faltaba ni un solo requisito-.¡Maldito gato! - Fue lo último que dijo
antes de caer en cuatro patas en su piel de lobo, siguiendo sigilosamente al minino cascarrabias.

El felino todavía veía rojo de lo enojado que estaba, no tenía la más mínima idea de donde se
encontraba, pero eso no iba a detenerlo, prefería ir a parar al infierno antes de seguir un minuto
más en compañía del lobo idiota. El lugar no le era ni por asomo conocido, sólo los dioses sabían
a donde habían ido a parar río abajo. La opción de seguir la correntada no era una buena idea, ya
que según recordaba, habían caído de una cascada y no tenía pista de cómo escalar esas
piedras húmedas y resbaladizas.

Llevaba una hora de caminar sin rumbo, cuando el viento cambió de dirección repentinamente,
trayendo consigo un olor conocido.

Deteniéndose se sentó sobre sus cuartos traseros, esa sería

señal suficiente para el lobo de que había sido descubierto. La noche ya estaba avanzada,
caminar sólo en territorio desconocido no era una idea muy inteligente.

No tardó mucho en escuchar unos pasos livianos sobre las hojas

secas, antes de poder reaccionar, una lengua húmeda comenzó a lamer su cara peluda
saludando animadamente. Confundido Baekhyun saltó hacia atrás asustado, para ese gesto solo
había una opción posible, el pulgoso le estaba pidiendo disculpas.
Necesitando aclarar algunas cosas, Baekhyun regresó a su forma

humana- ¿Se puede saber qué demonios estás haciendo?

-Tratando de contentar a un gatito malagradecido- se explicó Chanyeol apenas estuvo en su piel


de hombre, solo para recalcar el punto, le dio otra probada a la boca furiosamente cerrada de
Baekhyun.

- Deja de jugar conmigo- suplicó sintiendo como la inocente acción del chucho le estaba
endureciendo algo más que el mal genio- Te perdono, solo deja de hacer el tonto.

La luna le estaba calentando la sangre a Baekhyun, en unos días sería luna llena y el entraría en
su segundo celo. Poniéndose de pie dio algunos pasos hacía atrás, alejándose del cuerpo
tentador del joven lobo. Al ver los ojos dorados del otro chico supo que este todavía no estaba
bajo el influjo de la luna- ¿Cuándo alcanzas la mayoría de edad? - preguntó el felino algo
temeroso.

La sonrisa boba de Chanyeol se borró. La arruga en medio de las cejas del chico más grande dio
a entender claramente que el tema no le era agradable - ¿Para qué quieres saber? - Se mofó
mientras

se ponía de pie en un ágil salto- o es que me vas a presentar a tu hermana- arrugando más el
ceño.

-Solo quería saber- se encogió de hombros Baekhyun fingiendo

desinterés-. En unos días será luna llena y nos perderemos la carrera de apareamiento. En esta
luna nos visitaría una manada de tigres- lo último diciéndolo como si fuera el último vaso de agua
del desierto.

Si antes Chanyeol estaba serio, ahora una extraña sensación se instaló en su pecho e hizo que
los bellos de la nuca se le erizaran, la idea de que el minino malcriado se pusiera en jueguitos con
alguien más, no le gusto para nada - ustedes los gatos son unas completas putas remilgosas,
pensé que firmaban un contrato y después a joder.

- ¡Pues no! - Se cruzo de brazos Baekhyun - y si somos o no, unas putas remilgosas, a ti que te
importa-. Bajando la cabeza, más desanimado de lo que le gustaría admitir, agregó- esta será mi
segunda luna...

Antes de que el felino bajara la vista, a Chanyeol no le quedo la menor duda de que el chico
estaba asustado, muy asustado. Levantando la nariz se concentró en sentir el olor que la brisa de
la noche traía consigo. Un aroma dulce como a pasteles, tan sutil que apenas lo pudo percibir,
emanaba del cuerpo pequeño del gato. El mes anterior ese olor le hubiera pasado desapercibido,
pero con la cercanía de su primera luna llena como adulto, supo de inmediato de que se trataba.

-Eres de los que reciben- aseguró sin que le cupiera la menor duda a Chanyeol - hueles dulce,
como las hembras de mi manada cuando entran en celo-. De inmediato se arrepintió de sus
palabras al ver

como al valiente gatito se le doblaban las rodillas, cayendo sobre el suelo cubierto de hojas
secas. Sin saber por qué, su lobo gruñó ante la visión tan desvalida del felino, usualmente la
debilidad causaba fastidio en su animal interior, pero en el caso de Baekhyun, era diferente.

-Tengo que regresar a mi manada antes de que la luna llena este en todo su esplendor- habló
contra el pecho amplio de Chanyeol, ya que el muchacho se había sentado junto a él y lo había
llevado a acomodarse sobre su regazo-. Si algún felino solitario me huele, puede darme caza.
Necesito al resto de la manada para evitar que alguien tome lo que tengo derecho a dar
voluntariamente.
Chanyeol entendió cual era el gran problema que tenía entre manos. El felino necesitaba tanta
protección o más, que las hembras en una manada. Entre los cambia formas habían pocos que
tenían la fortaleza de un macho y la dulzura de una hembra, las leyendas decían que nacían para
recordar que los dioses habían dotado de magia a sus criaturas favoritas, y que para esta, no
había nada imposible. Si todo eso no fuera suficiente, estaba el asunto de que nacían para ser
compañeros de un alfa, así que nunca faltaría quién quisiera al chico solo para demostrar que los
dioses estaban a su favor.

Apretando su abrazo alrededor del delgado dorso del felino, le dio un beso suave en la cabeza
cubierta de cabello rubio tan claro, que casi era blanco -. Puede que sea joven- quiso explicarse
Chanyeol-,

pero yo cuidaré de que nadie tome a la fuerza lo que eres libre de entregar a quién quieras. En mi
manada puedo vencer a los lobos mayores sin mucho problema - sonriendo, agregó- mi padre
dice que lo "patea culos" me viene de familia.

Dejando de lado sus preocupaciones Baekhyun no tuvo más que darle gusto al gusto y soltar una
carcajada con todas las de ley -. Estás loco- logró hablar entre risas.

Una sensación tibiecita calentó el pecho de Chanyeol, estar desnudo con el pequeño cuerpo del
felino sobre su regazo, piel a piel, lo hizo sentir capaz de subir la montaña más alta del mundo y
bajar solo para demostrarle al felino que era fuerte y grande, capaz de cuidar cachorros y

defender una pareja. El pensamiento heló la sangre del joven lobo, tensando todo su cuerpo se
dijo a sí mismo que era simple sentido del deber, que sus instintos animales estaban despertando
y que por eso era natural ponerse sobre protector, eso era todo.

-Lo siento- se disculpó Baekhyun mientras trataba de liberarse del abrazo de Chanyeol, al sentir
como el cuerpo se tensaba como cuerda de guitarra- creo que me puse demasiado cómodo.
-¡No! - Fue más un gruñido que palabras, apretando el agarre

alrededor de la fina cintura, ordenó- te quedas justo donde estas.

-Pero...- arrugó la piel de la frente Baekhyun, más confundido que Adán el día de la madre - no te
entiendo.

En ese justo momento Chanyeol recordó una frase con la que su padre lograba sacar de quicio a
su madre, solo por el gusto de verla rabiar, algo de que cuando se enojaba se veía sexy. Hasta
ese momento nunca lo había entendido -. Tu preocúpate por ser lindo- habló el lobo tentando a su
precaria suerte- mientras yo me ocupo de pensar. La reacción no se hizo esperar, el felino apoyó
su peso con las manos en los hombros anchos de Chanyeol, empujándolo de espaldas contra el
suelo, pretendiendo retenerlo allí con su peso. Él era un gatito rudo y se lo haría entender al lobo
mandón a como diera lugar.

Contrario a cualquier idea preconcebida que pudo haber tenido acerca de la reacción del lobo,
este comenzó a reír como loco -.No tienes idea de lo lindo que te ves cuando tus ojos azules se
incendian furiosos y me muestras esos colmillitos sanguinarios.

Baekhyun se sentó sobre el vientre plano del cambia-formas lobo, poniendo las manos en sus
caderas, en jarra, se le quedo mirando - ¡Estás demente!

-Naa-, respondió Chanyeol luchando por dejar de reír - es solo que nunca había conocido a
alguien tan lindo y tan malcriado, todo en un pequeño paquete. Tienes corazón de dragón en
recipiente de cristal.

Baekhyun lo miró fijamente, sin saber si darle las gracias o cortarle las pelotas al lobo sexy.
Capítulo 3

¡Hola! No sabía si responder los mensajes, pero para los que están ahí ¡Mucha gracias! Y lo
adaptaré muy muy rápido, así que no se preocupen, y espero que éste capítulo les guste.

-•-•-•-•-•-•-•-•-•

-Deja de burlarte de mí-, se enfadó poniéndose de pie. Un escalofrío recorrió su piel desnuda al
separarse del cuerpo tibio de Chanyeol.

En ese momento el lobo recordó que estar en su forma humana sin ropa que los cubriera, podía
ser bastante incomodo si la noche enfriara un poco más. Levantándose camino hasta donde
Baekhyun le daba la espalda abrazándose a sí mismo -. Tenemos que encontrar un refugio para
pasar el resto de la noche- propuso mientras despeinaba los mechones rubios-

o al menos construir uno.

Baekhyun se volvió y le sonrió - es una buena idea, tengo un poco de frío.

-¡Bien! - Se puso en cuclillas- sígueme- fue lo último que dijo antes de invocar su forma de lobo.

Baekhyun no era conocido por ser un cachorrito obediente. Cuando su padre le había dicho que
no podía ir a corretear por allí durante su primera luna llena como adulto, lo tuvieron que encerrar
en una jaula para asegurarse de que no se escaparía, ahora se encontraba a sí mismo siguiendo
gustosamente a donde el lobo lo llevara, cuando hace solo unos segundos quería arrancarle la
cabeza. Extraño, fue la mejor palabra para describir la situación.
El joven felino estaba tan concentrado en sus divagaciones que no notó cuando el lobo paró en
seco,

estrellándose con su parte trasera. En consecuencia Baekhyun le mordió la cola. El aullido de


dolor del lobo no tuvo precio. Quién pensara que los gatos no pudieran reírse, tendría que haber
visto al felino revolcándose en el suelo, al parecer el lobito era muy sensible en esa parte de su
anatomía.

Un gruñido profundo hizo que el felino dejara de rodar sobre su

espalda, acostándose de lado levantó la cabeza para ver la mirada extrañamente seria que el
lobo le dirigía. En ese momento Baekhyun fue plenamente consciente de lo que había hecho, le
había mostrado la panza a un lobo, uno del tipo dominante. "¡Diablos!" Fue el triste pensamiento
del gatito al ponerse de pie de un salto.

El lobo le dedico una mirada severa y luego se dio la vuelta y siguió con su camino. Extrañamente
nervioso ante la repentina muestra de madurez del chucho, el felino lo siguió calladito, con mucho
cuidado de no hacer más monadas.

Un árbol bastante grande con un hueco en su base fue lo que

acabó por proveerles refugio durante el resto de la noche, Chanyeol había insistido en que no
quería dormir a campo abierto. Esas tierras podían ser territorio de alguna manada, aunque no
había olido ninguna en todo el trayecto que llevaban recorrido.
Estirando el cuerpo felino, Baekhyun despertó cuando un rayo de sol se filtró entre las hojas
dándole justo en la pequeña carita peluda. Al tratar de levantarse descubrió que una enorme pata
canina lo sostenía imposibilitando el moverse. Si eso no fuera lo suficientemente incomodo,

una enorme lengua lo lamió desde la parte de atrás de la cabeza hasta llegar justo en medio de
sus orejas puntiagudas.

Como muestra de cariño, mordió la pata que lo sostenía prensado

contra el suelo de manera que una gotita de sangre se filtro entre el pelo gris. El lobo de
inmediato retiro la extremidad, pero una nueva lamida recorrió su cuello y casi llego a su hocico
felino. Al ver que sus desquites solo provocaban que el lobo se pusiera más mimoso, salió
corriendo del hueco del árbol. Queriendo aumentar la distancia dio un salto hasta llegar a la
primera rama de un árbol cercano. El corazón le latía tan rápido que sentía que se le iba a salir
del pecho. Estaba seguro que ese lobo lo provocaba a propósito.

El lobo se estiro un poco, bostezó mostrando todos sus colmillos y filosos dientes, luego salió
tranquilamente del refugio. Baekhyun observó todos los movimientos del grandioso animal desde
su posición privilegiada sobre la rama del árbol. Era una criatura totalmente fascinante ese
chucho, a pesar de ser un animal joven era grande, bajo el pelaje gris se adivinaba una buena
musculatura, las patas eran fuertes y largas, las garras que rasgaron el suelo en un último acto de
desperezamiento parecían capases de partir a una piedra por la mitad.

El minino ronroneó ante la vista, tenía tantas ganas de bajar y mostrarle el vientre al lobo para
que este lo impregnara con su olor, el pequeño animal estaba seguro que si tuviera esa esencia
sobre su cuerpo nadie se atrevería a meterse con él. La compañera de ese lobo sería muy
afortunada.

-¡Hey! - La voz humana de Chanyeol lo saco de sus ensoñaciones - ¿Dime por favor que puedes
bajar solo?

Sacudiendo la cabeza Baekhyun quiso exorcizar todos esos extraños pensamientos. Debía de ser
la luna lo que lo estaba llevando a ello. Él era un felino y Chanyeol un lobo, y uno grande, no
había manera en el infierno que las cosas fueran más allá de una educada relación hasta que
cada uno llegara al territorio de su propia manada.

-¡Baja! - Ordenó Chanyeol- hay que cazar algo para desayunar.

Baekhyun agradeció en silencio a los dioses de que en su forma animal no se le pudiera notar el
terrible rubor que encendía sus mejillas bajo todo el pelaje gris con manchitas negras. Ambos
hombres comenzaron a buscar algo para comer en sus formas animales, ya que era más fácil de
esa manera conseguir una presa.

Al cabo de media hora estaban comiéndose cada uno un delicioso

conejo. Por lo general los cambia-formas preferían la comida cocinada y bien sazonada, pero en
caso de necesidad se las podían apañar bien con el estilo salvaje mientras estuvieran en su
forma animal.

El felino, como todo un gato montés de buena familia y perfectamente bien educado, apenas
terminar de comer, comenzó a acicalarse las patitas y luego fue con ellas a limpiarse la cara.
Estaba muy concentrado en lo suyo cuando sintió que era meticulosamente observado. Antes de
que pudiera decir, "miau", unas manos grandes lo levantaron del suelo. Como primera reacción
quiso morder y aruñar,

nadie iba a sostenerlo como si él fuera un gatito doméstico, pero al sentir el cuerpo tibio que lo
apretaba contra sí, pensó que tal vez no era tan malo darle ese gusto a Chanyeol.

-¿Sabes que eres el primer felino al que acaricio en lugar de

perseguir para morder? - Sin darle tiempo a Baekhyun de reaccionar, Chanyeol comenzó a
acariciarlo por el lomo hasta llegar a la base de las orejas, allí se quedó haciéndole cariñitos con
un masaje circular, delicioso.

Un ronroneo suave comenzó a formarse en el pecho de Baekhyun, sin poderlo detener comenzó
a relajar el cuerpo. Se sentía tan feliz que poca atención le prestó al hecho de que habían
comenzado a moverse, pero quién podía pensar en algo cuando era acariciado tan
deliciosamente mientras era llevado en unos brazos fuertes, apretado contra un pecho firme.

-A ver gatito-, un aliento tibio contra una de sus puntiagudas

orejas felinas- no seas perezoso, despierta.


Baekhyun hizo lo que cualquier gatito haría cuando lo despiertan y no quiere, por simple travesura
clavó las uñas sobre el brazo que lo sostenía. Chanyeol chilló y tiró al felino al suelo.

- Eres realmente una criatura diabólica- se quejó dedicándole una mirada asesina al rubio que
ahora estaba sonriéndole satisfecho con el trasero desnudo sobre el suelo.

- Y tu eres cruel, yo estaba muy cómodo durmiendo- hizo un

pucherito solo para puntualizar.

En ese momento el lobo recordó por que odiaba a los felinos, eran criaturas malvadas,
desapegadas

y bastante malagradecidas -. La próxima vez que te duermas en mis brazos- recalcó arrugando el
ceño- voy a tirarte al río de cabeza.

Baekhyun se puso de pie, de pronto no le pareció correcto estar sentado sobre su trasero con las
piernas abiertas, de algún modo ya no era lo mismo estar desnudo cerca del lobo. Era más
cómodo discutir o pelear con el chico que simplemente dejarse mimar, y eso viniendo de un gato,
era mucho decir.
- Nadie te pidió que me llevaras - le recordó poniendo los brazos en jarras- yo puedo caminar muy
bien solo-.Sin esperar respuesta le dio la espalda, comenzando a caminar sin mirar atrás.

Chanyeol lo siguió, extrañamente los desplantes del rubio no lo hacían enfadar tanto, en realidad,
le estaban empezando a divertir. Además, eso de caminar siguiendo a un desnudo Baekhyun era
algo gratificante, bien era cierto que lo había molestado diciéndole que había dejado pegado parte
de su trasero en las piedras del río, pero siendo honesto, el chico tenía un culo redondito y firme,
justo para caber entre sus manos y apretarlo mientras le...

Sonrojándose ante el solo pensamiento, quiso justificarse echándole la culpa a la próxima luna
llena. Muchas veces había jugado con sus primos, era normal para los cambia-formas la
desnudes propia y la de los otros, pero con la proximidad de la luna y el despertar de sus instintos
de lobo adulto, todo se complicaba.

- ¿Todavía estás enfadado? - Preguntó Chanyeol, el sol ya gobernaba en lo alto del cielo, estaba
aburrido de caminar en silencio.

- Ahora estoy cansado-suspiro parando la marcha-, y tengo sed.

Sin saber porqué a él le importaba el gatito, aunque fuera

embarazoso admitirlo ante sí mismo. Había llevado en brazos al felino porque lo había notado
muy cansado al levantarse en la mañana, de seguro no estaba acostumbrado a caminar tanto.
-¡Ven! - Estiró la mano, esperando que Baekhyun la tomara, el chico reaccionó devolviendo el
gesto. Chanyeol sonrió al notar como el felino se estaba volviendo menos arisco- vamos a buscar
algo de ropa para nosotros y comida caliente.

- ¿A dónde? - pregunto Baekhyun dejando que el hombre más alto lo acercara halándolo de la
mano. Los grandes ojos azules estudiaban a Chanyeol con un brillo interesado - ¿Estamos cerca
de casa?

El lobo lamentó desilusionar al niño- no, lo que pasa es que

recuerdo ese risco que se ve allá- señaló una formación rocosa a unos tres kilómetros de allí-.
Una vez vine con mi padre y mis primos por aquí. Yo estaba pequeño, pero recuerdo que había
una aldea de pescadores por las cercanías.

- ¿Crees que nos ayudaran? - pregunto sin poder disimular su

entusiasmo.

- Eso espero-, sonrió al notar como el felino sostenía su mano, lo tenía tan cerca que sus caderas
desnudas se tocaban. La diferencia de tamaños le gustaba, el medía casi metro noventa y el
felino apenas un metro setenta, mientras él tenía los músculos de un guerrero de su raza,
Baekhyun tenía los músculos marcados delicadamente bajo una piel color crema, totalmente
lamible.

- ¿No les extrañará ver a un par de tipos en pelotas? - arrugó el ceño desconfiado.

- ¿Quién dice que nos verán? - Advirtió Chanyeol- no es seguro que sepan de nosotros, prefiero
que sigamos nuestro camino sin llamar su atención. Lo que haremos será conseguir algo de ropa,
después de eso veremos qué hacer. El felino simplemente asintió con un movimiento de cabeza.
La idea de que el lobo cuidara de él le estaba comenzando a gustar, su rebeldía se mitigaba ante
la seguridad con que guiaba Chanyeol. Era fácil confiar en un hombre que se preocupaba por su
bienestar y que lo miraba de un modo tan cálido.
Capítulo 4

[¡Hola! Demore un poco puesto que viajé, espero le guste mucho este capítulo y trataré de
avanzar con el otro pronto, a los mensajes, gracias a todos ellos, los amo uwu.]

Baekhyun se le quedo mirando sin saber si el cambia-formas lobo

hablaba en serio o estaba bromeando, la sonrisa ladeada le dio la respuesta -. No me gusta tu


idea, ni un poquito- se cruzo de brazos el felino-, no vamos a robarle a esos aldeanos, no lo haré-
recalcando lo último golpeó con su pie desnudo el suelo.

El chico frente a Baekhyun era la decisión encarnada. Sentado sobre el suelo era una oda a lo
salvaje. La piel era dorada, el cabello negro caía en mechones hasta tapar parte de su frente, los
ojos dorados atraparon los azules del felino. De pronto el gatito tuvo miedo, se sintió demasiado
pequeño, demasiado solo. Lo peor de todo era que no podía pensar en un lugar donde le gustara
estar que no fuera allí, con su lobo.

Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro cincelado del chico,

levantando una ceja, comentó - eres lindo, pero eso no quiere decir que no vaya a hacerlo.
Conseguiré ropa y luego algo de comida, ya verás.

Antes de que Baekhyun pudiera decir algo, Chanyeol invocó su forma de lobo y salió de allí sin
darle mayores explicaciones al ofuscado chico de ojos azules que lo miraba boquiabierto -. ¡De
verdad lo va a hacer! - chilló cambiando y corriendo tras el idiota lobo. Los humanos lo iban a
acribillar, de eso no le cabía duda. Más preocupado de lo que le gustaría reconocer, siguió al
chucho con la idea de evitar a toda costa que el plan descabellado se llevara

a cabo.

El sol ya estaba en el ocaso, el lobo había encontrado la aldea de

pescadores. Dado que eran gente de costumbres madrugadoras, ya para esa hora todos estaban
recogidos en sus casas. Con la panza pegada al suelo, Chanyeol arrastró su peluda existencia
hasta llegar a la parte de atrás de una choza, la que debía de ser la del jefe de la aldea, ya que
era la más grande de todas.

Baekhyun que se consideraba a sí mismo un niño bueno, no podía creer que estaba a punto de
ser cómplice de un robo. El lobo sinvergüenza estaba acechando la ropa que había tendida en el
patio, la mirada decidida le dejó claro al felino que no lo iba a hacer cambiar de opinión sin
importar cuánto chillara y suplicara. Ese maldito cabezota sería la muerte de los dos, o al menos
eso pensaba.
El lobo se dio la vuelta y le mostró los colmillos al pequeño gato

montés que acechaba a su espalda, dejándole saber que tenía que

quedarse allí. Baekhyun realmente odiaba como su gato obedecía por inercia al chucho mandón,
realmente quería brincar en puntitas de lo frustrado que eso lo hacía sentir. El resultado final, era
siempre el mismo, bajaba sus puntiagudas orejitas y se sentaba obediente. ¡Maldito pulgoso!

Una vez Chanyeol quedó satisfecho con la obediencia del felino, salió a buscar la ropa para su
pequeño mimado. La idea de que pasara frío cuando estaba en su forma humana no le gustaba.
Suerte que no era de los de detenerse a hacerle muchos números a la situación, de lo contrario,
hubiera comenzado a entrar en pánico con esa faceta de lobo sobre protector con un chico

que ni siquiera pertenecía a su manada.

Baekhyun suspiró. Observando preocupado desde detrás del tronco de un árbol caído, comenzó
a maldecir el momento en que se dejó arrastrar hasta allí. Muerto del susto vio al lobo cruzar el
patio aprovechando la oscuridad, desde su posición tenía una buena vista del lugar y podía vigilar
la puerta de atrás de la choza.

El lobo llegó hasta donde estaba la cuerda en la que la ropa

colgaba. Con el hocico tomó un pantalón y lo tiró al suelo, después siguió con una camisa. Luego
de obtener algo para él también, arrastró su presa hasta la orilla del patio. Estaba por entrar a la
arboleda, cuando la puerta de la cabaña se abrió. El grito de una mujer alertó a los ocupantes de
la presencia de un animal salvaje.

Baekhyun chilló y comenzó a correr tras el lobo. Los humanos los siguieron por un buen trecho,
pero cuando el bosque comenzó a ponerse muy espeso, lo dejaron. No valía la pena tantas
molestias por un animal que robaba ropa, por muy extraña manía que fuera para una criatura
salvaje.

Sin querer tomar riesgos, Chanyeol y Baekhyun continuaron corriendo en sus formas animales a
toda prisa, saltando entre las rocas y pendiéndose entre la maleza del bosque. El ser prevenidos
no estaba de más, sus perseguidores podían ser humanos, pero entre ellos podían haber buenos
rastreadores.

Todavía jadeando detuvieron la carrera en la pequeña cueva que

encontraron bajo las raíces de un árbol enorme. Chanyeol dejó caer la ropa que había logrado
robar, el felino soltó la que había ayudado a traer
cuando la carga se convirtió en un problema para su compañero de fechorías.

Estaba Chanyeol por caer de costado en la suave hierva, cuando sintió la mordida de unos filosos
dientes justo en la cola. Al volverse se encontró con un enfurruñado felino que le mostraba los
dientes y que tenía todos los pelos del lomo levantados. "¡Qué lindo!" fue el inocente pensamiento
del lobo.

Una verdadera lástima que Baekhyun no se sintiera lindo,

precisamente-. ¡Eres un idiota! - gritó cuando tomó su forma humana- casi te matan. Por poco y
usan tu piel como tapete en la entrada.

Chanyeol convocó su forma humana, por lo general no era partidario de que le gritaran. Los que
lo conocían podían dar fé de que la mayoría del tiempo no tenía paciencia con ese tipo de cosas y
terminaba mordiendo a alguien, pero con el gatito, todo era diferente. - Ya no pasaras frío- le
ofreció una camisa que era dos veces la talla de Baekhyun.

Baekhyun, aún sentado sobre el suelo, estiró la mano para tomar la tela que se le ofrecía. Jamás
en todos sus pocos años de vida se había sentido tan tonto. Una calidez se encendió en su
corazón y comenzó a recorrer sus venas, los ojos se le llenaron de lágrimas. El gran lobo tonto
había arriesgado el pellejo solo para que él no pasara frío

-¡Gracias! - susurró mientras se metía la camisa por la cabeza. Se sonrojó hasta la médula
cuando sintió las manos grandes de Chanyeol que le ayudaban a acomodarse las mangas por los
brazos - No tenías por que hacer esto.

- Tengo que admitir que la mayoría del tiempo quisiera morderte-

admitió Chanyeol con una sonrisa socarrona- pero jamás dejaría que alguien bajo mi cuidado la
pase mal.

Baekhyun se mordió el labio pensativo -, yo no estoy bajo tu

responsabilidad- suspiró cansado, abrazándose así mismo trató de darse ánimos-. ¡Quiero
regresar a casa!

Chanyeol se metió la otra camisa que había logrado robar, en su caso apenas si le quedó, ya que
los músculos de su dorso eran bien marcados y sus brazos de granito. Siempre había sido un
niño grande, pero durante el último año había crecido hasta casi ser de la estatura de su propio
padre. Algunos de los lobos desarrollados de la manada habían tenido problemas para ganarle en
una lucha cuerpo a cuerpo, lo cual hacía sentir muy orgulloso a su progenitor.

-No dejaré que nada te pase- se acercó gateando hasta que sus

rodillas se tocaron con las de Baekhyun. - Cualquiera que quiera tocarte sin tu consentimiento, lo
despellejare vivo. ¿Estamos claros?

Y Baekhyun le creyó. Sonriendo levanto su mirada para ver el cielo estrellado a través del techo
de hojas que proporcionaban los árboles -. Cualquier macho errante que sienta mi olor, sabrá lo
que soy- se quejó permitiendo que Chanyeol lo sentara en su regazo.

-Lo sé, cachorro- lo consoló el lobo haciendo que el chico más

pequeño recostara su cabeza sobre su pecho-. Lo tuyo es una bendición y una maldición, en
partes iguales - Besando la cabeza rubia, quiso preguntar - ¿Ya conociste a tu pareja?

-No, todavía no- se encogió de hombros Baekhyun-. Mi primera luna llena fue el mes pasado.
Papá no me dejó salir

de casa, ¿puedes creerlo?... Dijo que yo era muy joven y que no se iba a arriesgar a que alguien
quisiera probar suerte conmigo... Como si no pudiera defenderme solo.

Chanyeol sonrió con mucho cuidado de que el felino no levantara la cabeza y lo descubriera,
como el más hipócrita, agregó- No me imagino cómo pudo pensar eso, si tu eres un gatito de
temer. Mi lobo ya le tiene miedo a esos afilados colmillitos tuyos, y eso que soy un animal grande.

La risa de Baekhyun se convirtió en carcajada -. Eres un mentiroso de lo peor-. Revolviéndose en


el regazo trató de defenderse de las manos perversas que le hacían cosquillas- ¡Suéltame! -
suplicó entre jadeos mientras trataba de de zafarse del chico más grande.

La pelea de cosquillas termino con Baekhyun acostado de espaldas al suelo y Chanyeol sobre él,
acomodado entre sus piernas abiertas. Las manos del rubio estaban sobre su cabeza, apresadas
por las de Chanyeol que de pronto había dejado de moverse.

Como si la misma noche confabulara en su contra, una brisa frías removió las hojas del suelo del
bosque, saturando las fosas nasales del lobo con el olor dulce del felino. Ese olor era lo que
identificaba a los chicos nacidos para ser la pareja de un alfa, y de uno muy poderoso, ya que no
cualquier hembra podría resistir los embates de un alfa cambia formas. Así que según la leyenda,
los dioses creaban un compañero con olor a hembra, y que como ellas, necesitaban de un macho
que les amara y protegiera.

El lobo dentro de Chanyeol olfateó el cuello del chico bajo suyo,

embriagándose con el delicioso olor del felino que ya comenzaba a entrar en celo. El día siguiente
sería luna llena, los instintos del lobo adulto ya estaban despiertos y deseaban ser satisfechos. El
temblor en el cuerpo de Baekhyun hizo entrar en razón a Chanyeol. Poniéndose de pie como si
hubiera estado acostado sobre brazas ardientes respiró agitado, tratando de hacer retroceder al
lobo que gruñía por aparearse con el felino dispuesto.

-¡Lo siento! - trató de disculparse. Pasándose la mano por el rebelde cabello negro trató de
ordenar sus pensamientos. Por muy poco y ataca al chico. Al mismo que minutos antes le había
asegurado que estaba totalmente a salvo con él, como su protector.

Baekhyun se puso de pie, aún tembloroso. Su felino aruñaba exigiendo seguir bajo el peso del
hombre más alto. Casi podía sentir como su aroma aumentaba para atraer al macho frente suyo.
Las cosas se saldrían de control - Tenemos que regresar a nuestras manadas-, susurró
sintiéndose desnudo, a pesar de tener puesta la camisa que le llegaba a los muslos - Mañana
será luna llena.

Sin poderlo evitar, sin posibilidades de poderlo evitar. Chanyeol salvó el espacio que había entre
ellos, envolviendo la fina cintura del rubio, lo atrajo al calor de su cuerpo- ¡Mío! - gruñó mientras
tomaba por asalto la boquita de cereza de Baekhyun.
Capítulo 5

[¡Hola! He vuelto antes, este fue más rápido de adaptar así que da igual, para quienes me dejaron
mensajes se los agradezco mucho, pero no se sí responderles porque me da cosita uwu, y trataré
de hacer este rápido, el segundo libro vendría siendo SeXing, pero aún no estoy segura de eso,
¿Cuál sería mejor? ¿SeXing o KrisTao? (Pregunta retórica no se preocupen ;-;) ]

Al principio el felino trató de liberarse de los brazos de hierro que lo envolvían, lástima que la boca
que lamía y mordisqueaba sus labios fuera lo que terminó por seducirlo. Era su primer beso y lo
estaba disfrutando a lo grande. Abriendo para dejar salir un gemido le dio entrada a la lengua que
tentaba con cada pasada, llamando a todos los instintos que los dioses habían guardado dentro
de él.

Chanyeol tomó el peso de Baekhyun, ya que las piernas se negaban a sostenerlo en pie. Todo su
ser temblaba al sentir las ansias del lobo que invadían su boca, las manos grandes que recorrían
su espalda hasta situarse en los globos de su trasero, apretándolo.

- ¡Mío! - gruño el lobo desde lo profundo del su ser, exigiendo lo

que estaba seguro le pertenecía.

-No sabes... lo que estás... haciendo- logró hablar entre gemidos cuando la boca del lobo
comenzó a mordisquear su cuello.

-Te deseo, ahora- ladró Chanyeol, recostando el cuerpo tembloroso de Baekhyun sobre un lecho
de hojas secas.

En respuesta el chico más pequeño abrió las piernas para que Chanyeol se acomodara mejor
entre ellas. Las bocas ansiosas se buscaron una a la otra. El felino dentro de Baekhyun se
entregó a

la supremacía del macho que lo dominaba con caricias duras. No lo hubiera deseado de otra
manera. La piel desnuda contra piel desnuda era algo delicioso de sentir.

¡Ah! - gritó el felino cuando el lobo le dio un ligero mordisquito en el hombro, como comprobando
si sabía tan bueno como se veía. Una risita nerviosa escapó de Baekhyun, ese pulgoso era
realmente travieso, aún en esas calientes circunstancias.

-Eres tan malditamente hermoso- susurro Chanyeol mientras


mordisqueaba un pezón sonrosado que se le ofrecía en sacrificio - Te

deseo tanto...

Baekhyun sabía que debía detener aquello. Qué el lobo se lo iba a

devorar sin contemplaciones. Se había enamorado, de eso estaba seguro, tan seguro como que
la lengua de Chanyeol era tibia y muy erótica, como nada podía serlo en el mundo. El chucho
había cazado para que él se alimentara, le proveyó ropa cuando pasaba frío, para su gato, eso lo
clasificaba como un buen proveedor. Solo le faltaba comprobar que tan bueno era en lo del
apareamiento y ya estaba. La parte humana de Baekhyun trataba de controlar los instintos, pero
quién podía cuando la luna estaba solo a horas de distancia.

Un ronroneo juguetón salió del pecho de Baekhyun por mucho que

intento acallarlo. La lengua de Chanyeol había dejado de torturar sus pezones y ahora bajaba
despacio, muy despacio por su vientre plano. El lobo libidinoso lo sostenía por las caderas
dejando claro quién estaba al mando de ese encuentro íntimo. Si alguien le hubiera dicho a
Baekhyun que iba a disfrutar tanto de que un lobo mandón lo dominara,

se reiría en su cara justo después de arrancarle la piel con sus garras.

- Mi lobo- se entregó cuando sintió su miembro en la boca de

Chanyeol, el cual lo lamía y chupaba con desesperación. Las manos del lobo apretaban sus
caderas con tanta fuerza que sentía que podía quebrarlo si realmente lo deseara, la boca del
hombre era deliciosa. Exigente en cada lamida, en cada roce de los colmillos, pedía la rendición
de su presa. Una

suerte que Baekhyun ya no pudiera recordar porque aquello no debía

continuar.

Un chillido de gato se escuchó por el bosque, los pájaros nocturnos

levantaron vuelo mientras el cambia-formas lobo consumía el resultado de sus esfuerzos. La


corrida había llenado su boca y él había tragado cada maldita gota de esta. Era simplemente
delicioso. Sin dejar de lamer se aseguro de no desperdiciar nada.

-¿Qué hemos hecho? - Suspiró Baekhyun tragándose un sollozo -

ahora tendrás que aparearte conmigo durante esta luna o nuestros animales se volverán locos.
Chanyeol tomó en brazos al gatito y lo acomodó en la cueva que

formaban las raíces del viejo árbol. Recostándose junto al cuerpo pequeño lo cubrió con las ropas
que habían robado, para mantener el calor sin tener que recurrir a sus formas animales.

-Lo siento tanto-, se disculpó escondiendo el rostro en el cuello de gacela de Baekhyun- prometí
protegerte y al final fui yo quién abusó de tu confianza.

Unos dedos suaves como pétalos de rosa se posaron sobre los labios

de Chanyeol- Yo también lo quería...- fue la simple respuesta antes de

apretarse contra el dorso desnudo de su ahora amante.

Comprendiendo, sin necesidad de más palabras, Chanyeol ordenó -

¡Durmamos!-. Tomando sus formas animales el lobo se durmió con un pequeño gatito de orejas
puntiagudas entre sus patas protegiéndolo de todo mal.

La mañana llegó demasiado rápido para el gusto del lobo. Sabiendo

que les esperaba dos días de camino, eso si deseaban evitar tener que subir por la cascada para
poder llegar al territorio de sus respectivas manadas. Decidido a no perder tiempo despertó a su
pequeña mascota.

Baekhyun ronroneó sin abrir los ojos. Estaba teniendo un sueño muy, muy, bueno. Soñaba que
era de nuevo un cachorro y que su madre lo limpiaba como hacía cada mañana con sus bebés.
Una lengua rasposa le recorría el lomo hasta llegar a su cabeza peluda. Se sentía tan bien, eso
hasta que la lengua comenzó a meterse entre su oreja causándole sensaciones que nada tenían
que ver con la relación madre e hijo. Abrió los ojos de golpe, cayendo fuera de la cueva, con
todos los pelos del lomo parados miraba al otro de una manera que gritaba: "voy-a-morderte".

- ¡Deja de despertarme de esa manera! - chilló el felino en su

forma humana, sin disimular lo ofuscado que estaba. Si ese lobo pensaba que por una buena
mamada iba a dejar que hiciera lo que se le viniera en gana, se equivocaba, y por mucho.

Chanyeol salió de la cueva en su tranquila forma animal. Si los lobos pudieran sonreír, la mueca
que ese chucho tenía en la cara era la mejor muestra de eso.

Baekhyun se cruzó de brazos y se dejó caer


sobre el suelo, levantando una pierna cubrió su sexo que ya comenzaba a endurecerse ante la
mirada depredadora de Chanyeol que ahora, en su forma humana, le dirigía.

- Oh... ¡No! - chilló Baekhyun antes de convocar a su felino interno. Levantando la cola comenzó a
correr antes de que Chanyeol pudiera reaccionar, o al menos ese era el plan. Lamentablemente
el lobo cayó en sus cuatro patas y comenzó a perseguir a su presa sin ninguna

contemplación. La luna llena ya comenzaba a surtir su efecto, la primera luna llena del chucho, no
hacía falta ser adivino para saber que Chanyeol estaba más allá de ser razonable.

Después de correr entre la hierba, esquivar árboles y saltar sobre

algunos troncos podridos, Baekhyun estuvo seguro de que el lobo no lo había atrapado porque se
estaba divirtiendo mucho con la casería, así que opto por lo único que podía hacer, por muy de
cobarde que pareciera. Clavando las uñas en el tronco de un árbol cercano, subió lo
suficientemente alto como para librarse del perro que lo perseguía. Al ver que el animal no se
daba por vencido, ladrando y gruñendo, esperando que el felino bajara, decidió subir a una rama
más alta.

El joven gato montés podía ser valiente, la mayor parte del tiempo, algo loco, por regla general,
pero de allí a ser idiota, era otra cosa muy diferente. Ese maldito pulgoso podía gruñir, ladrar, en
fin, hacer todo el

teatro que quisiera, pero Baekhyun no iba a bajar.

La luz del sol era débil durante las horas de la mañana, apenas una

caricia tibia sobre el pelaje suave del felino, que acostado

sobre la rama observaba como el lobo daba vueltas alrededor de la raíz del árbol. Aburrido de
estar sin hacer nada, decidió realizar un experimento algo cruel. Sin ninguna vergüenza, comenzó
a maullar de un modo tan lastimero que hubiera podido hacer llorar a una piedra.

El lobo que no le perdía detalle al gatito bajó las orejas y puso la cola

entre las patas al escuchar como la pareja que había escogido para

aparearse durante esa luna, sufría. Baekhyun cerró los ojos, fingiendo sentir miedo cuando el
lobo puso las patas delanteras sobre el tronco, como queriendo subir. Solo para comprobar si
había logrado amilanar algo al lobo, abrió un ojito para curiosear, la mirada desesperada y el
gimoteo del lobo le hizo ver que se le había pasado la mano.
El gato montés dejó de apoyar al humano, faltaban unas cuantas

horas para que la luna llena estuviera en todo su esplendor, ambas naturalezas necesitarían de
ese macho saludable y dispuesto como para desperdiciar el tiempo con cosas que no llevarían a
un apareamiento exitoso.

Por más que Baekhyun intentó detener al felino, este tomó por completo el control. Era una de las
desventajas de la luna llena, la parte animal, la que era todo instinto, era quién dictaba las reglas
durante esa noche mágica.

El felino comenzó a bajar, clavando las garritas de sus cuatro patas sobre el tronco, lo hizo de la
manera más sexy que un gato podría hacerlo. El lobo se aparto expectante, con el hocico abierto,
como si le faltara el aire. El minino calló sobre la hierba con la colita al viento moviéndola
despacio.

La respuesta de Chanyeol no se hizo esperar, en grandes zancadas quedó frente al pequeño


coqueto, lamiendo la carita peluda quiso asegurarse de hacerlo sentir bien.

Baekhyun suspiró encantado, el felino tomaba las decisiones para ese momento. Asegurándose
de que el macho fuera suyo para la llegada de la noche, comenzó a ronronear y a restregarse
impregnado con su olor al enorme lobo. Chanyeol por su parte comenzó a aullar, alejando con
esto a cualquier otro macho que quisiera algo con el gatito provocador, ese pequeño felino era
suyo.

Después de unas cuantas lamidas cariñosas, el lobo se aparto un

poco del mimoso gatito. Dirigiéndole una mirada severa a su pareja, le advirtió que debía
quedarse allí. Baekhyun, mucho más dócil por la llegada de la luna, se sentó sobre sus cuartos
traseros, esperando el regreso de su pretendiente.

Chanyeol comenzó a caminar entre el bosque, buscando presas para

alimentar con ellas a su pareja. En ese momento sus pensamientos estaban turbios, ahora eran
sus instintos quienes gobernaban sobre sus dos naturalezas. La parte humana estaba demasiado
abrumada con las nuevas sensaciones, de esa noche en adelante sería ya un adulto en

plenas funciones, dejando a tras todas las cosas de niño. Por su parte el lobo tenía sus propias
preocupaciones: alimentar, proteger y aparearse con el gatito que olía a pasteles de vainilla. Si
este era macho o no, no importaba, lo importante era el delicioso aroma que le decía que esa
sería su compañero.
Baekhyun se alimentó de los conejos que le había traído como obsequio su amante. Luego fue
limpiado concienzudamente por la lengua del lobo. El felino estaba tan contento que ignoraba las
protestas de su parte humana, que le advertía que se estaba comportando como una autentica
puta y que ese lobo se tomaba tantas molestias solo para

follárselo. Al gatito solo le importaba lo de aparearse, del resto que se preocuparan los humanos.
El minino follaría, eso era todo lo que le preocupaba en esos momentos. Durante la pasada luna
lo había encerrado dentro de una jaula, ahora nada lo detendría para por fin sentir los placeres
que la luna le traería.
Capítulo 6

[He vuelto, y como ven, no tengo un día específico, así que tómenlo como una sorpresa(???).
Gracias por sus comentarios y entonces comenzare a responder a todos ellos, ¿Debería
responder los anteriores? De todos modos, espero les guste este capítulo y disculpen si me
equivoqué en algo.]

El día lo pasaron en sus formas animales, ya que parecía que estos

estaban seguros de que de darle alguna oportunidad a la naturaleza

humana, esta echaría a perder la noche de luna, la noche de

apareamiento.

Baekhyun caminó justo detrás del enorme lobo, el que en las últimas

horas parecía haber aumentado su tamaño. El felino amaba la manera en que el animal más
grande se movía, como si fuera el rey de los patea traseros. El sol comenzaba a bajar lentamente
cuando se detuvieron a la orilla del río, la corriente se volvía lenta en esa parte, formando un
pequeño lago de aguas tranquilas. Las ramas de los árboles se extendían dándole una acogedora
sombra, los troncos conformaban una muralla natural, dándole al lugar una atmósfera intima.

El joven gatito dio pasitos dudosos, los rayos de sol que se filtraban a

través de las hojas chocaban contra las aguas tranquilas, era demasiado hermoso, era mágico.
Un aullido de lobo sacó a Baekhyun de sus ensoñaciones, hinchando el pecho orgulloso, vio al
macho con el que se

aparearía parado en sus cuatro patas sobre una roca, al lado contrario del río.

-¡Miau! - Se quedó allí de pie en la rivera, el no se mojaría sus patitas peludas, pudiendo evitarlo.
La parte felina de Baekhyun no era muy

amante de ese líquido, de allí que en su forma humana no hubiera aprendido a nadar, era un
trabajo imposible. Apenas la parte animal sentía que no pegaba los pies al fondo, entraba en
pánico llevándose consigo el raciocinio humano, por dos veces lo habían salvado de ahogarse.

El lobo bajó la cabeza, prestándole toda su atención al felino

melindroso que se lamía las patitas como si no tuviera ningún apuro capaz de hacerlo moverse de
allí. Chanyeol comenzó a gruñir, tratando de obligar a que el felino cruzara el río y se le uniera. Él
era el Alfa y ese consentido debía obedecer.

Baekhyun levantó la cabecita, dedicándole una mirada de fastidio al chucho exigente, luego como
si tal cosa, continuo arreglando el cabello del dorso, ignorando por completo las advertencias del
lobo. Si fuera por el felino ese lobo podía seguir con sus berrinches, él jamás cruzaría el maldito
río.

El macho Alfa gruñó más fuerte, pero esta vez el gatito ni siquiera

movió las orejas, continuó con su acicalamiento dejando claro que le valía una mierda los apuros
del lobo. El hasta ahora tranquilo, ecuánime y supremamente paciente lobo, se había ido al
diablo, ese pequeño malcriado iba a probar lo que era desobedecer a un perro grande como él.
Bajando las orejas las pegó al cráneo, puso la cola en alerta y flexionó las patas, listo para saltar.

El minino ni se molesto en ver lo que hacía el pulgoso mandón.

Estaba terminando de peinarse la cola cuando sintió el cuerpo grande del lobo sobre él. Lo aterró
darse cuenta que no logró escuchar las pisadas hasta que el

maldito arrogante lo tenía prensado contra el suelo arenisco de la rivera. Echando a perder todo
su trabajo de acicalamiento.

De panza al suelo y con el peso del lobo sobre su espalda, Baekhyun

trató de ponerse de pie, sin lograr apartarse ni un centímetro del suelo. El carácter del gato
comenzó a calentarse, y a calentarse, hasta casi llegar al punto de combustión. Furioso se
revolcó, podía ser más pequeño, pero tenía la ventaja de ser liviano, su cuerpo flexible le permitió
clavarle los colmillos en una de su patas. El lobo gruño furioso, el felino aprovechó la sorpresa
inicial para girarse y salir de debajo del animal más grande.

Chanyeol tenía que estar muerto para permitir que esa pequeña mierda, por muy sexy que fuera,
se saliera con la suya. El gatito sacó las garras, levantó los pelos de la nuca y arqueó la espalda,
era una cosita temible. El maullido felino prometía mucha sangre si Chanyeol se le ocurría invadir
su espacio vital nuevamente.

El lobo comenzó a rodear a Baekhyun, asechando a su presa, buscando hacerlo correr. El felino
observó con el rabillo del ojo cada movimiento de su adversario, encontrándolo más deseable
cada vez, jamás se entregaría a un macho débil, que ni siquiera pudiera ganarse su derecho a
aparearse por sus propios medios. Gruñendo, retador, esperó molestar lo suficiente al lobo para
ver de qué estaban hechos esos sólidos músculos enfundados en un pelaje corto y suave.

Chanyeol gruñó, abriendo las fauces trató de sostener al gatito por el cuello, para retenerlo contra
el suelo, obligándolo a mostrar

la panza en un gesto de sumisión. Lástima que el malcriado tuviera otros planes, en un rápido
movimiento rodó sobre su cuerpo, parándose en sus cuatro patitas, comenzó la carrera que
probaría si él lobo merecía sus atenciones.

El sol ya estaba en el ocaso, dejando ver su crisol de colores, rojo, anaranjado, amarillo, todo
entremezclado tiñendo las nubes. Una pena que ninguno de los animales estuviera en
condiciones para admirar la belleza del cielo, Baekhyun corría entre los árboles, Chanyeol lo
perseguía cada segundo más desesperado. El felino se estaba comenzando a cansar mientras el
lobo se veía fresco, como si a propósito estuviera esperando el desgaste de su presa.

Al llegar a un pequeño claro, Baekhyun decidió parar un momento para tomar aire. Levantando la
naricita chata al viento, trato de olfatear la presencia de su perseguidor, el olor a macho era
fuerte, una mezcla entre el olor de la madera recién cortada, a hierba al caer la lluvia y a sol, a
radiante sol, todo en él gritaba virilidad. Lamiéndose los labios al pensar en la noche que pasaría
con el macho alfa, el minino comenzó a maullar sin importarle que con esto delatara su posición.

Contrario al viento pudo ver una sombra moverse entre los matones

de hierba, allí estaba el dueño de sus fantasías. El muy listillo sabía cómo emboscar a una
inocente presa, una suerte que sus hermanos le habían enseñado una o dos cosas a ese
respecto. Chillando comenzó su carrera de nuevo, el lobo sabiéndose descubierto comenzó a
perseguirlo.

Baekhyun estaba cansado, comenzaba a sentirse

algo mareado, fuera de eso, su terquedad seguía intacta. Al percatarse de que ya no escuchaba
los pasos del lobo, se detuvo para estudiar el bosque a su espalda, estaba por comenzar a correr
de nuevo cuando sintió el peso del enorme animal sobre él. Iba a entrar en pánico cuando el olor

característico de Chanyeol sedujo sus sentidos. Esperaba la mordida en el cuello, la que lo


obligaría a someterse al macho alfa, pero no fue eso lo que sintió.

La lengua del lobo comenzó a recorrer su pancita hasta llegar a su quijada, repitiendo el gesto
varias veces. Luego la gran cabeza lobuna comenzó a restregarse sobre él, dejando su olor
impregnado en cada parte de su delicado cuerpo. Sintiéndose lapso, cerró sus ojos, dejándose
llevar por el cansancio.

En algún momento sintió las fauces del lobo que rodeaban su cuello, pero estaba demasiado
cansado para oponerse. Como si todavía fuera un cachorro, el enorme animal lo tomó por la piel
del cuello y lo llevó de nuevo al pequeño lago que formaba el río bajo el hermoso techo de
árboles, allí sería donde ambos dejarían de ser inocentes.

La luz de la luna, como antes había hecho el sol, se filtraba por entre

las hojas de los árboles, zambulléndose en la corriente tranquila del río. El lobo dejo su preciada
carga a la orilla del agua. Sentándose a su lado esperó que el delicado felino despertara de su
sueñito de belleza. Él lo necesitaba despierto, con la fortaleza suficiente para soportar los
embates de su sexo en el canal intimo, dejándose llevar por la sabiduría de sus propios instintos.

Unas manos

grandes acariciaban su espalda llegando justo a donde

la curva del trasero comenzaba. Baekhyun abrió los ojos lentamente, encontrándose acostado de
panza sobre un lecho de flores y hierba. Se sorprendió al darse cuenta de que había cambiado
mientras dormía, tal

vez habían sido las manos grandes que ahora apretaban los globos de su trasero los que habían
obligado a la transformación en humano.

-¿Qué haces? - Preguntó dejando salir un gemido -¿Deberías

preguntarme primero si quiero? - Tentó a su suerte, dejando salir una sonrisa traviesa.

Una lengua libia comenzó a torturar su oreja, Baekhyun se volvió quedando con su espalda
contra el suelo, quería ver los ojos dorados del hombre que ahora lo miraba como si se lo quisiera
comer.

- La luna brilla sobre nosotros- susurró Chanyeol contra la oreja tierna de Baekhyun- dime si me
aceptas como compañero durante esta noche de luna.

El felino, en su piel de hombre, abrió la boca para protestar, para

decirle la larga lista de razones por las que esto no podía ocurrir, pero el fuego que vio arder, el
deseo tras los ojos dorados del cambia-formas lobo, lo hizo enviar al diablo el poco sentido
común que le quedaba.

-Soy tuyo por esta noche- aceptó recibiendo el peso de Chanyeol

sobre su cuerpo. Abriendo las piernas disfruto de sentir el sexo desnudo, duro y hambriento de
Chanyeol contra el suyo -. Por mucho que deseara pasar tiempo con su lobo, sabía que una vez
llegados a sus manadas las
cosas no serían fáciles.

Los machos con olor a hembra, como él, nacían para formar

pareja

de vida con Alfas fuertes, cuya fuerza no podría ser soportada por

hembras. Una vez se corriera la noticia, muchos alfa felinos vendrían con sus hijos en edad
reproductiva para que él escogiera con cual se marcharía a comenzar una nueva vida. Una vida
donde Chanyeol no tendría cabida.

-¡Mío! - gruñó el lobo, asomándose tras los ojos humanos.

La luna gobernaba en lo alto del cielo, llamando a lo más elemental

de las criaturas, afectando sobre todo a los cambia formas, hijos

predilectos de la diosa. Por las venas de Chanyeol corría su sangre tan caliente que quemaba, su
sexo duro parecía capaz de perforar rocas, su piel suplicando sentir al pequeño hombre que yacía
bajo suyo. El felino dentro de Baekhyun exigió ser penetrado por el macho indeciso, podía
notarse como el lobo quería tomar a su compañero rápido y sucio, mientras el humano no estaba
seguro de cómo proceder. El felino debía de dejar de ser quién era si dejaba las cosas en tela de
juicio por más tiempo, era el momento en que los niños se separaban de los hombres, esa sería
la noche en que tomaría a su primer amante. Abriendo la boca y arqueando la espalda, el gatito
montés restregó su hombría contra la de Chanyeol.

-Duele si no me tocas- se quejó Baekhyun de un modo tan triste que acabó por minar las pocas
reservas de autocontrol del lobo. La boca de Chanyeol se acercó despacio sobre la del felino, con
gran cuidado los labios se rozaron, un beso inocente selló el destino de ambos.

Nada más probar la dulzura de Baekhyun, Chanyeol sintió como su lobo tomaba el control. De la
manera más desesperada que un ser vivo podía llegar a sentir, tomó la boca del hombre más
pequeño, penetrando con la lengua evocó como su pene entraría en la parte más intima del chico
que se retorcía bajo él.

El lobo estaba desesperado, el felino desprendía un olor a vainilla y a pasteles, el olor


característico de una hembra, pero a la vez podía sentir el sexo del hombre golpeándose contra
su propia dureza. Ambas características tan distintas fusionadas en un solo ser, solo hacía que el
macho tuviera ganas de aullarle a la luna, eso si no temiera que se escapara su amante si se
ponía en ello. Con ese caprichoso felino nunca se sabía, y esa era otra cosa que enloquecía al
lobo, la extraña mezcla entre sumiso y rebelde. Nada en esa cosita sexy era fácil de entender o
de manejar.
Capítulo 7

[¡Hola! He demorado un poco pues volví al colegio hace unos días, y he estado cansada, espero
que les guste este capítulo. Iba a responder los mensajes, pero tengo el correo bloqueado y
Wattpad no me deja contestar, así que cuando lo arreglé lo haré </3]

Baekhyun hizo de su mano izquierda un puño y se la metió en la boca con tal de no gritar como
una gata en celo, por muy irónico que fuera el caso, él se consideraba a sí mismo como todo un
hombre. La idea de suplicarle a Chanyeol que dejara de lamerle el maldito pezón y por fin se
decidiera a succionar y morder, era demasiado trajín para su ya bastante mancillado orgullo.

- ¿Te gusta? - La pregunta hecha en un tono de mofa, le dejo claro a Baekhyun que el
desgraciado lobo lo hacía a propósito. - ¡Vete a la mierda!- fue la mejor respuesta que se le
ocurrió a la insidia de ese

chucho - deja de jugar y compórtate como todo un hombre, uno que va a joderme.

La risa profunda de Chanyeol hizo que la piel de Baekhyun se pusiera como de gallina, dejando el
puño de su mano de lado, comenzó a quejarse bajito cuando por fin el chico sobre él comenzó a
mordisquear y succionar el pezón que ya dolía de necesidad. Sosteniéndose de los hombros
anchos de Chanyeol luchó por mantenerse cuerdo cuando su mundo entero comenzaba a girar,
la mano grande del chico se había envuelto en su hombría y se la estaba pajeando con
movimientos desesperadamente lentos.

- Ya no puedo más- casi suplicó Baekhyun, el quería venirse cuando ese hombre estuviera
enterrado hasta las bolas dentro suyo, no por una paja, por muy

buena que esta fuera.

- Tranquilo, amor- susurró contra la oreja de Baekhyun, el lobo-, voy a hacerte venir tantas veces
que te vas a quedar si voz de tanto gritar mi nombre.

- Lobo... ¡Ah!...presumido.... - trató de burlarse de Chanyeol. Una pena que ese fuera el preciso
momento que el chucho escoge para meter la lengua en su ombligo. Él muy cretino era tan virgen
como él, en esas circunstancias no tenía derecho a verse tan seguro de sí mismo, mientras él
temblaba como una hoja con cada nuevo toque.

- ¿Estás bien? - Preguntó Chanyeol al sentir como el cuerpo de su amante se tensaba- ¿Estoy
haciendo algo mal?

Baekhyun levantó la cabeza del suelo solo para ver la mirada inocente de Chanyeol, el chico era
un lobo grande y malo, pero al fin de cuentas ambos eran nuevos en esto de los juegos de
manos.

- Es solo...- haló a Chanyeol hasta que sus caras quedaron a la misma altura- tengo miedo- le
costó mucho admitirlo, pero era la verdad.

Los ojos dorados del lobo se abrieron y cerraron al entender.

- Creí que a un gatito tan decidido como no tendría miedo de nada. -

- No te burles- hizo un pucherito que a Chanyeol le pareció adorable.

- No me burlo- le dio un beso travieso que hizo reír al joven felino- lo que pasa es que tengo
tantas ganas de estar dentro de ti... que me preocupa lastimarte de alguna manera. -

Baekhyun tomó una de las manos de Chanyeol y la besó con reverencia.

-Algún día sería mi primera vez- confesó besando la palma de la mano de su amante- yo quiero
que sea hoy... y que sea contigo.

Eso fue todo lo que

se necesitó para que Chanyeol se entregara a sus deberes como domador de gatos salvajes.
Besando la boquita que lo esperaba abierta, chupó y lamió los labios apetitosos, entrando
despacio con la lengua, causando gruñidos de parte de ambos.

Una brisa fresca levantó las hojas secas e hizo bailar las ramas de los

árboles. La luz de luna se colaba entre la floresta bañando con sus rayos a la noche que se
revolcaba hambrienta en su propia misteriosa sensualidad.

Las manos de Chanyeol recorrían el dorso desnudo de Baekhyun, con una mano lo levantaba por
la espalda y con la otra le sostenía la cabeza, para que no separara ni un milímetro. El felino se
acabó acomodado en el regazo, sentado con las piernas abiertas, de manera que los sexos se
friccionaban uno contra el otro.

Las aves nocturnas asomaban la cabeza entre el follaje de los

árboles, observando interesadas como los cambia-formas trataban de devorarse uno al otro.

El rubio estaba muy bien sentado sobre los muslos fuertes del moreno. Chanyeol apretaba tan
fuerte los globos del trasero del felino que este estaba seguro tendría las marcas de los dedos
durante días, nada más delicioso que sentirse dominado por un macho fuerte. Una vocecita le
susurraba a su corazón, que después de sentir el sexo de Chanyeol venirse dentro suyo,

cualquier otro le sería indiferente.

La boca posesiva de Chanyeol comenzó a recorrer el pecho plano del joven felino. Baekhyun
gritaba sin dejar de prensar su sexo contra el pene de Chanyeol y sus vientres. Arriba y abajo
saltaba uno y recibía el otro en una danza

perfecta. La sensación comenzó a causar una marejada que llevó a ambos a un orgasmo
arrasador. Sudorosos y jadeantes, el felino sobre los muslos del hombre más alto mientras éste lo
sostenía entre sus brazos, como si los mismos dioses se lo fueran a arrebatar.

El gatito no tuvo tiempo ni de decir "agua va", cuando el lobo lo tiró

con el pecho contra tierra. Subiéndose encima lo retuvo en el lugar recorriendo la espalda
delgada con pequeños mordiscos que estaban volviendo loco a Baekhyun. Acababa de tener
claro lo que ya presentía desde el comienzo de los juegos amorosos con ese lobo, el sexo duro
tenía sus encantos.

Chanyeol estaba más allá de ser razonable, sin darle ninguna advertencia metió la mano entre los
globos del trasero de Baekhyun, buscando el tierno botón de rosa que escondía tan
recelosamente. Ya para ese momento el felino estaba duro otra vez, el deseo estaba tan a flor de
piel que dolía.

Después de unos cuantos intentos Chanyeol encontró lo que buscaba. El botoncito de rosa
estaba cerrado como correspondía a la virginidad de su compañero, por puro instinto supo que no
debía dejar que el felino tuviera libertad de movimiento, ya que podría lastimarse él solo.
Envolviendo con un brazo la cintura se aseguró de tenerlo fijo en el lugar, la otra mano la llevó a
la boca del gato para que mojara los dedos.

Baekhyun mamó los dígitos goloso, como el gatito mimado que era. Una vez Chanyeol estuvo
complacido con la humedad, llevó los dedos al culo que se ofrecía hambriento. Primero fue un
dedo, al ver como el felino aruñaba la hierba

bajo suyo, decidió darle un beso en la boca, de esos que hacen que el mundo del más juicioso se
volteé al revés.

El gato montés maulló, chilló y jadeó sin ninguna reparo o vergüenza, mientras dedo a dedo su
amante violaba lo único inocente que ya para ese momento le quedaba.

- Vamos, amor-, le habló al oído tratando de calmar a su


tembloroso gatito-solo un poco más y serás mío.

El gatito se relajo, la lengua que lamia su cuello, los dedos que

entraban y salían dilatando la entrada, todo confabulándose para

confundir los sentidos del rubio. Chanyeol por su parte sudaba a mares, le costaba cada molécula
de autocontrol que tenía el no introducir su pene para aliviarse a sí mismo en la apretada cavidad.
Gruñendo mantuvo su lucha con el lobo, ganando por muy poco la parte humana que exigía
paciencia.

-¡Métela ahora!- Ordeno Baekhyun, comenzando a impacientarse con los excesivos cuidados del
lobo. Él lo quería duro, quería quedar marcado, dolorido, para que cuando todo esto fuera un
recuerdo, el dolor al sentarse le recordara que por un momento fue feliz.

- Soy grande-, gruño Chanyeol, su control tambaleándose a cada

momento- necesito asegurarme de no hacerte daño.

- ¡Te deseo ahora! - Gritó cuando uno de los dedos rozó su punto

dulce- ¡Maldita sea!... ¡Voy a venirme y te quiero dentro!

El lobo aulló a la luna, en los ojos dorados de Chanyeol era el animal

quien se asomaba, entrando de golpe en la cavidad apretada, todo fue placer salvaje, como si
fuera el último día de sus vidas. Baekhyun no dejaba de gritar el nombre de su lobo, en todo el
bosque se escuchaban los jadeos de los amantes que se apareaban bajo la luz de la luna.

Chanyeol apretó su agarre en la cintura de Baekhyun, mientras se adentraba con tanta fuerza que
pensó que partirían en dos a su frágil pareja. Para su sorpresa el felino le presentó pelea,
encontrándose con cada empuje, respondiendo a cada gruñido con otro, a cada embiste, con un
culo dispuesto.

- Eres delicioso- felicitó Chanyeol cuando sus bolas se tensaban contra su cuerpo- y todo mío.

-¡Chanyeol! - Gritó Baekhyun al sentir el último golpe en su próstata, el que terminó por perderlo-
¡No puedo más!

A los tontos ni los dioses les tienen lástima, así que viendo el estado

tan lamentable de su pareja, le dio varias buenas embestidas. Él haría que ese gatito malcriado
supiera quién era su alfa, a quién le debía rendir cuentas. Desnudando los colmillos, el lobo
mordió la unión entre el cuello y el hombro, tomando como suyo lo que se le ofrecía
voluntariamente. El grito y la humedad que golpeó el brazo que rodeaba la delgada cintura le

dijo a Chanyeol que su pequeño felino se había venido duro. Sosteniendo en su lugar el cuerpo
lapso, lo penetró unas cuantas veces más, hasta lograr su

propia liberación dentro del canal que apretaba su hombría.


Capítulo 8

[¡Hola! Lamento demorar tanto, enserio pero tuve que leer un libro eterno y pues, me cansó
mucho, trataré de subir varios ahora mismo, pero si no lo haré en el transcurso de la semana.]

Chanyeol respiró profundo, tratando de recuperar el control sobre sus sentidos sobrecargados.
Sosteniéndose con sus brazos logró a miles costos no colapsar sobre su joven amante que había
cerrado los ojos, dejando que su cuerpo cansado se recostara sobre el suelo cubierto de hojas.

-¿Estás bien? - Le preguntó el lobo al ver que el chico apenas si podía respirar.

Baekhyun sonrió perezosamente, era la viva imagen del gato que se comió el canario, o sí, el
minino estaba llenito y satisfecho. Al menos eso fue lo que pensó el lobo hasta que el chico abrió
los atrevidos ojos azules- ¿Eso fue todo? - Increpó el felino lamiéndose los labios- un gran y
terrible lobo solo puede con una vuelta...¡Qué pena!

La risa de Baekhyun hizo que el canal íntimo se estrechara, acariciando el pene que todavía
estaba enterrado allí. La noche era joven, el chico pensaba sacarle todo el provecho que pudiera
a la luna llena que gobernaba en el cielo.

-¿Te habían dicho alguna vez que eres un culo malagradecido? -

Empujó dentro del felino, su pene, ya estaba listo para un segundo asalto.

- Hay quién podría sospechar, pero tú eres el primero en corroborarlo- se sostuvo sobre sus
codos para incorporarse, solo para ver la expresión del hombre más grande que estaba
arrodillado entre sus piernas abiertas. La mirada afiebra del lobo era justo lo que Baekhyun

quería ver, colocado sobre su espalda, lanzó su reto a Chanyeol- Ahora... ¿vas a dejar de hablar
y follarme, o tengo que buscar a alguien más que me pueda colaborar con estas terribles ganas
que tengo? -

Un gruñido salvaje salió del pecho de Chanyeol, el lobo estaba furioso, nadie tocaría nunca a ese
pequeño gatito mientras él tuviera latido en su pecho. Para dejar claro el punto, tomó de las
caderas a su amante hablador, levantó las piernas del chico hasta dejarlas sobre sus hombros,
empujándose hasta el fondo, hizo gritar a Baekhyun.

-Nadie más que yo entrara en este culo- en los ojos dorados de Chanyeol eran las pupilas
lobunas las que se veían- ¡Eres mío!

Las palabras de Chanyeol encendieron una luz de alarma en el cerebro


de Baekhyun, pero las fervorosas embestidas terminaron por hacerlo perder el escaso
razonamiento que en sus mejores días solía tener.

- ¡Entra! - gritó Baekhyun al sentir como el miembro duro golpeaba su próstata-¡Justo allí!...¡Por
favor! - Si la primera vez el felino había estado algo temeroso, ahora sabía justo lo que quería y
no lo amedrentaba la fuerza de Chanyeol a la hora del sexo. Haciendo gala de su elasticidad
felina, se aferro de los brazos fuertes de su amante, mientras este tenía sus piernas

largas sobre sus hombros, logrando mayor profundidad en cada estocada.

Después de unos cuantos gruñidos lobunos y chillidos felinos, el

bosque escuchó los gritos de la pareja que por fin alcanzaba el orgasmo después de una copula
salvaje.

Cuando Chanyeol volvió a ser dueño de sí mismo, sintió

como gotas de sangre se deslizaban por sus brazos, el felino había clavado sus garritas durante
las olas de placer.

-¿Llenito? - se mofó el lobo al ver el cuerpo salpicado de gotas de

sudor de Baekhyun. Haciendo un movimiento con la pelvis hizo que su pene hiciera un ruido de
chapoteo dentro del canal intimo del felino -Creo que este culo tuyo ya excedió su capacidad.

El felino abrió los ojos, con mucho cuidado bajó sus piernas que

todavía estaban sobre los hombros de Chanyeol, teniendo buen cuidado de que el pene semiduro
no se saliera de su entrada. Dejando caer su dorso sobre el suelo del bosque, se quedo allí con
las piernas abiertas, su propio miembro caía de lado sobre su muslo derecho. Estirándose como
un gatito perezoso agregó- ¡Naa!... Siempre me ha gustado mucho la leche tibia... ¿Todavía te
queda algo allí? - señaló con un movimiento lánguido a la parte donde ambos cuerpos se fundían
en uno.

Los colmillos de Chanyeol salieron de sus encías, haciéndose notar

cuando el lobo gruñó. Con una sonrisa Baekhyun le dedicó un guiño coqueto a su amante,
mientras en un rápido movimiento escapó del agarre del chucho. Justo cuando Chanyeol iba a
entrar en pánico al pensar que tendría que perseguir a su presa para lograr otra gloriosa follada,
el felino se puso sobre sus manos y rodillas, bajando la espalda pegó el rostro sobre la hierba del
suelo, dándole una vista panorámica del delicioso trasero redondito y firme a su depredador.
Para que Chanyeol no respondiera a semejante provocación, tenía que

estar muerto de al

menos tres días, porque estaba seguro que regresaría del más allá solo para hacerle los honores
a semejante culo ahorcador de penes.

Lamiéndose los labios caminó despacio hasta situarse entre los

muslos abiertos del pequeño provocador. Lentamente, tomándose su tiempo, penetró disfrutando
de la manera en que su sexo entraba en la estrecha cavidad. Ahogó un gemido cuando sintió la
piel tersa de los globos del trasero de Baekhyun golpearse contra sus bolas. La sensación era tan
deliciosa como la vista que tenía ante sus ojos. La piel de la espalda del felino en su forma
humana era pálida, suave, sin ninguna imperfección, el cabello rubio lucía revuelto como solo
horas de sexo lo puede enredar.

Pasando sus manos grandes por la piel suave, disfrutó ver el poder que tenía sobre ese pequeño
malcriado -¡Quédate quieto! - ordenó el lobo al notar como Baekhyun intentaba retroceder para
enterrarse aún más el pene que lo clavaba hasta el alma. Tomando con una mano la delgada
cadera, evitó que el chico se viera tentado a desobedecer -Eres tan hermoso...- susurró mientras
tomaba por el cabello a Baekhyun, haciendo que este echará la cabeza hacia atrás, estirando su
cuello de gacela.

-¡Ah! - gritó Baekhyun al sentir como Chanyeol comenzaba a moverse en su interior, siendo
tomado del cabello con una mano y con la otra sostenido por la cadera, estaba totalmente bajo el
poder del macho dominante, disfrutando cada segundo de ello- Demuestra quién eres- una voz
sedosa, la que Chanyeol presumió era la del felino que vivía dentro de su amante, exigió-
¡Gáname!

La naturaleza lobuna de Chanyeol respondió al desafío, penetrando duro una y otra vez la tierna
entrada de su compañero. El apareamiento fue largo, una lucha de poderes. El felino le negaba al
lobo la satisfacción de hacerlo venirse, y el chucho luchaba contra sus propias ganas de hacerlo
en el canal de su presa. Las cosas iban bastante empatadas hasta que

Chanyeol decidió hacer un poco de trampa, dejando salir sus colmillos, mordió la tierna piel del
cuello del minino. El resultado fue instantáneo, el rubio comenzó a gritar mientras gruesas
lágrimas de placer escapaban de sus ojos, su pene comenzó a empapar con semen la hojarasca
bajo él.

Dos estocadas más y el lobo vació el contenido de sus bolas en el

culo retador de Baekhyun, ambos envueltos en la bruma del placer fueron inconscientes de que la
luna les daba una última mirada antes de retirarse a sus aposentos tras el firmamento.

La tímida luz del sol encontró a un imponente lobo dormido, con un

pequeño felino protegido entre sus patas. Estirándose lentamente Baekhyun sintió como cada
uno de sus músculos se quejaba por toda la acción de la noche anterior. Levantando la cabecita
peluda se encontró a sí mismo envuelto por la presencia de su amante, aun mientras dormía en
su forma

animal, el lobo parecía gritar a los cuatro vientos: ¡Mío!

Una tristeza profunda invadió el tierno corazón de Baekhyun, ahora bajo la luz del día pudo
reconocer el lugar donde estaban. En menos de un día de camino llegarían al territorio donde
eran vecinas la manada de lobos y la de gatos monteses.

Unas horas y todo acabaría como si fuera un sueño,

uno muy dulce. Quedándose quietecito esta vez no refunfuño cuando el lobo comenzó a lamer su
dorso hasta llegar a su cabecita de orejas puntiagudas. Recordando que los gatitos valientes no
lloraban, se trago sus lágrimas, cerrando los ojos fingió que todavía dormía, tratando de robarle
tiempo al destino.

El lobo sabía que su gatito estaba despierto, lo sabía de la misma

manera que estaba seguro que era de día. En tan pocos días se sentía

conectado con el pequeño felino como sabía que no lo estaría con nadie más. Sin dejar de lamer
el suave pelaje del gatito, comenzó a soñar despierto con lo que podría haber sido, si tan solo
Baekhyun hubiera sido un lobo, entonces sí podría reclamarlo como su pareja, pero siendo el hijo
único del alfa, se esperaba que tomara su lugar. Si reclamara al felino como pareja, estaba
seguro que no podrían tener cachorros y eso sería una traición para su familia, ni que decir para
la manada. Si realmente amaba a su gatito, debía dejarlo libre para que este encontrara a su
pareja destinada, para que fuera feliz con los de su propia raza.

Permaneciendo en su forma animal, era más cómodo de esa manera cuando no había nada para
decirse uno al otro. Chanyeol cazó dos ardillas y un par de conejos para que el soñoliento gatito
se alimentara, era increíble como un cuerpo tan pequeño podía consumir tanta comida sin
ponerse redondo como una pelota. Luego de la alimentación, comenzaron el camino de regreso a
sus respectivos hogares.

Al cruzar un pequeño riachuelo


bebieron agua, el día era muy

caluroso, aún bajo las sombras de los árboles los rayos del sol golpeaban duro. Levantando la
nariz el lobo comenzó a olfatear, buscando las marcas de olor que advertían los límites de los
territorios de las manadas. Ya no estaban lejos de su destino.

Con cada paso el corazón del felino pesaba más, las orejas gachas

y la siempre vivaz colita, ahora se arrastraba desalentada. Los olores que identificaban lo que
hasta ese momento había sido su hogar se comunicaban con su nariz, dejándole saber que
estaban cada vez más cerca de llegar.

Justo cuando llegaban a la bifurcación donde los caminos se

separaban, el siempre impulsivo Baekhyun tomó una decisión. Muchos cambia-formas vivían
mucho años buscando lo que él había encontrado en los brazos de ese lobo testarudo, no lo
perdería. Evocando su piel humana, se

paro sobre sus dos piernas, la luz del sol acariciaba su desnudez, sus ojos azules encarando al
lobo frente suyo.

Chanyeol regresó a su forma humana, el cuerpo musculoso y flexible del hombre se hizo presente
envuelto en una piel dorada, mechones de cabello negro revuelto cayeron sobre los ojos color
oro.

-Supongo que aquí es donde nos separamos- habló Chanyeol, su rostro no mostraba ninguna
emoción -. Creo que regresamos a la rutina, yo trato de morder tu cola y tú me arañas- trató de
bromear, fallando miserablemente, aunque la voz sonaba firme, el brillo en sus ojos desmentían
el humor de las palabras.

-No tiene por qué ser de ese modo- dio un paso al frente el felino, estirando la mano la ofreció al
lobo- podemos luchar... Yo me iría contigo a donde quieras.

Por lo que dura un latido Chanyeol dudó, estiró la mano, pero justo antes de que las pieles se
tocaran, recuperó el sentido común- No... es imposible- habló dando un paso atrás. Sabiendo que
las palabras serían hirientes, las prefirió antes de darle falsas esperanzas al alocado gatito-
regresa con los tuyos... La noche de luna fue hermosa, la recordaré por el resto de mi vida como
una de las mejores folladas... pero hay cosas que no están destinadas a pasar más de una
noche.

Las palabras dieron justo en el blanco, solo que el impacto del golpe fue mayor de lo que
Chanyeol calculó en un principio. Se imaginó que el gatito le gritaría, lo enviaría a la mierda y tal
vez hasta le diera algunos buenos arañazos, estaba dispuesto a pagar ese precio, pero nada lo
hubiera preparado para la mirada de profunda tristeza que vio reflejada en esos dulces ojos
azules. Ahora podía decir que había visto el momento justo en que un corazón se rompía.

Tratando de mitigar el daño hecho, Chanyeol hizo el intento de tomar la mano de Baekhyun,
decirle algo, cualquier cosa para que la luz juguetona en los ojos de su gatito regresara, pero era
demasiado tarde. El joven felino llamó a su forma animal, corriendo como si el mismo Lucifer lo
persiguiera corrió a su casa, allí tal vez podría encontrar consuelo en el regazo de su madre, tal
vez las burlas de sus hermanos o las constantes regañizas de su padre lo pudieran hacer
regresar a la realidad donde pertenecía.
Capítulo 9

[¡Hola! Espero que les guste este capítulo, aparecerán más personajes, y no me pregunten
quienes son(por los nombres que elegí) simplemente son personajes sin importancia, elegí
cualquiera.]

«Tres semanas más tarde»

-¡Mamá! - Se escuchó la voz de Hyesun desde la cocina - ¿Has visto donde diablos esta
Baekhyun?

- Hija-, la regañó la compañera del alfa de la manada de gatos monteses- cuantas veces te he
dicho que trates de ponerle freno a esa lengua tuya.

-Lo haré justo después de que encuentre a Baekhyun, ese gato holgazán se ha vuelto a esconder
y no lo encuentro- se quejó la chica mientras llegaba con una pesada caja hasta el corredor
donde estaba de pie su madre.

La hembra alfa era una mujer alta, de facciones finas y una mirada

inteligente. Llevando una mano hasta su cabello, trató de acomodar un mechón rubio que se le
había escapado de la trenza con que se había atado el largo cabello, dejando salir un suspiro se
encogió de hombros- Déjalo solo- trató de disculpar al muchacho- sabes que tu padre lo trae loco
con eso de la llegada del hijo del alfa de la manada de tigres.

La chica resopló, rodando los ojos no se molesto en ocultar que ya la tenía cansada la misma
cantaleta-. Mira madre-, trató de hacerse entender, dejando la caja junto a las otras en el porche,
le dirigió una mirada de reproche a la otra mujer- tú sabes también como yo que desde que
regresó de su accidente en el río, no es el mismo.

La mayor de las mujeres se dejó caer en una de las sillas que estaba acomodadas en el corredor.

Las faldas de su vestido de algodón se mecían por la brisa fresca que movía las ramas de los
árboles cercanos.

-Ya hablé con tu hermano- se encogió de hombros. Hajin confiaba en su hija mayor para que la
ayudara a cuidar de los otros cinco cachorros más jóvenes- por más que he insistido para que me
diga lo que le pasa, simplemente se encierra más en sí mismo y no habla con nadie.

-¿Crees que algún macho lo encontró durante la luna llena y lo lastimó? - Hyesun no pudo evitar
hacer la pregunta, un escalofrío recorrió su espalda de tan solo pensar en esa posibilidad.
Sentándose en una silla cercana, estudio la expresión preocupada de la madre- ¿También tienes
la misma idea?

- Fue lo primero que le pregunté- defendió la madre-. Él simplemente lo negó. Dijo que nadie lo
había obligado a hacer algo que no quisiera.

- No me gusta esto- Se quejó Hyesun, jugando nerviosamente con los botones de su blusa de
seda blanca-. Sabes, desde que regresó se sienta en el techo del establo, se queda allí toda la
noche hasta que los lobos se cansan de aullar. Él está sufriendo y se niega a que alguien le
ayude.

La madre observó a su joven hija, todos sus cachorros compartían el

mismo color claro de cabello que ella había aportado a la sopa genética, pero todos ellos tenían el
azul de la mirada de su marido. Su familia, al ser la compañera del Alfa, era toda la manada,
muchas preocupaciones juntas, eso no había impedido notar como su pequeño cachorro día con
día se hundía más en un mar de desesperanza, sin que nadie pudiera saber la causa de su
enfermedad.

Baekhyun

estaba escondido en su forma animal sobre una rama del manzano que estaba cerca del corredor
donde su madre y hermana

cuchicheaban acerca de su miserable vida. Estar sobre el árbol le recordaba la primera vez que
había visto al pulgoso burlista, clavando sus filosas garras se desquitó con la pobre rama toda la
furia que sentía al recordar al bastardo que le había roto el corazón. Solo imaginarse lo que debía
de estarse riendo del gatito inocentón que le había dado el culo para que se desahogara durante
su primera luna llena como adulto.

El dolor como siempre apuñaló su corazón, mordiéndose la lengua

evitó que su gato maullara como un alma en pena exigiendo a su pareja. Días después de la
separación, había descubierto que se había enlazado con el maldito lobo, su gato no podía
aceptar aparearse con ningún otro. Cuando uno de sus amigos quiso besarlo, más por juego que
con otras intensiones, tuvo que correr al baño a devolver todo su desayuno. Si hasta ese
momento conservaba alguna esperanza, ahora no tenía ninguna.

Vigilando a las mujeres desde su escondite en el árbol, las vio entrar

a la casa, el momento seguro para bajar sin ser visto. El cielo estaba azul, unas cuantas nubes
blancas flotaban perezosamente. Era casi divertido observar como la vida seguía su curso,
nuevos cachorros nacerían en la manada, las estaciones llegarían y se irían, todo continuaba en
un flujo normal de la vida. En fin, él parecía ser el único ser que se encontraba congelado
observando desde la vereda del camino como todos continuaban con lo suyo.

Caminando sin hacer ruido

logró darle la vuelta a la casa sin que nadie lo notara, cuando se era el cuarto hijo de una familia
de cinco cachorros, no se podían escatimar cuidados si se quería pasar desapercibido.
Asomándose por la esquina, se aseguró que nadie

estuviera en el patio trasero de la casa, Hyesun, la hermana mayor, se la había pasado


acosándolo con preguntas que no pensaba responder y sus otros hermanos se aprovechaban de
su letargo haciéndole bromas crueles. De todo eso lo que más lo hería era la mirada apenada de
su madre y el silencio de su padre, desde que se había negado expresamente a conocer a ese
famoso pretendiente que le traían de otra manada, las cosas se pusieron bastante tensas.

Levantando la cabecita peluda olfateó el aire, al parecer todos estaban dentro de la casa
ocupados en la remodelación de la sala de estar, todo sea para estar listos para las visitas que
llegarían para la próxima luna llena. Estaría muerto antes de dejar que otro hijo de puta le pusiera
una pata encima o le metería cualquier cosa en el culo, el amor dolía demasiado para arriesgarse,
si las cosas no habían funcionado con Chanyeol, qué podía esperar de alguien más. Con el
primero y el último que había sido un sumiso dulce sería con el lobo ingrato, después de eso no
se

la pondría fácil a nadie.

Seguro de no ser visto, cruzó en una veloz carrera el patio, con un ágil salto superó la altura de la
cerca de madera que separaba la huerta de su madre de los animales del bosque. Una vez del
otro lado, respiró profundo llenando sus pulmones con todos los aromas que le traía

la brisa, buscaría un lugar cómodo y tomaría una larga siesta.

Justo cuando Baekhyun se perdía entre los árboles del bosque, la puerta de atrás de la casa se
abría, el Alfa de los gatos monteses escudriñaba buscando al gatito fugitivo. El hombre era alto,
metro noventa de macho de músculos sólidos y flexibles, mirada azul como la de sus hijos y una
actitud de comeré al primero que me lleve la contraria que salía de él como una aura de poder
que no dejaba duda de la posición que tenía en la manada. Después de olfatear el aire, Heechul
supo con certeza que su

hijo hacía poco había estado escabulléndose por allí, arrugando el ceño pensó seriamente en
ponerle los puntos sobre las íes a su hijo caprichoso.
Caminando con paso apurado Baekhyun llegó hasta el refugio que

había descubierto uno de los tantos días que se escabulló de su casa

tratando de buscar un lugar tranquilo donde esconderse. Desde que

regresó de su "accidente del río" ya no se sentía cómodo rodeado de

tanta gente en su casa, era como no ser parte de nada, esa sensación le

daba tantas ganas de llorar como el recuerdo de las últimas palabras de lobo ingrato.

La entrada de la cueva era estrecha, pero una vez que lograba pasar el primer metro, esta se
abría en una cámara de unos tres metros de diámetro y cuatro de alto. Poco a poco había logrado
sacar algunas

cosas de la casa, algunas mantas viejas pero abrigadoras que había

encontrado en el ático, una almohada extra que tenía en el armario y cosas por el estilo que le
daban a su cueva un ambiente

más acogedor.

Regresando a su forma humana, se acostó sobre las mantas gruesas

que formaban su cómoda cama en el suelo de piedra, poniendo una

almohada bajo su cabeza y tomando otra para abrazar, cayó en un

profundo sueño. Por lo general no era de los que dormían durante el día, es más, tenía reputación
de haber sido un cachorro revoltoso que no le daba tregua a sus padres ni para tomar una
siestecita, ahora, en cambio, se la pasaba buscando escondites cómodos para descansar.

Al despertar notó que ya el sol había perdido un poco de su gobierno sobre el bosque, su luz
dorada era débil, debían ser como las seis de la tarde. Sin poder evitarlo su forma felina tomó el
control, encontrándose sobre sus cuatro patitas gatunas comenzó a maullar a todo pulmón, allí en
la soledad podía permitirse esas demostraciones de dolor.

El gatito montés estaba arto de estar solo, de esperar por lo que nunca llegaría. Cada día que
pasaba su felino desgarraba a Baekhyun exigiendo que fueran a buscar al macho sin importar si
el lobo estaba de acuerdo o no. Su parte animal no entendía que el mismo ser con el que se
había apareado, ahora no quería ningún compromiso con un tonto que había confundido una
follada con el amor.

Baekhyun, después de un gran esfuerzo, había logrado que su felino

retrocediera a regañadientes, sentándose abrazó sus piernas contra su pecho desnudo.


Respirando con dificultad trató de dominar sus impulsos, ya no sabía cuánto lograría retenerse
antes de acabar haciendo una estupidez tan grande como ir a rogarle al lobo una

oportunidad.

Apartando un mechón rubio que le había caído sobre los ojos, recordó que debería cortarse el
cabello, el ser coqueto era su firma de identidad, ahora con costo y se duchaba, apenas si podía
comer, lo peor era que por más que dormía se seguía sintiendo tan cansado. Su vida era una
mierda, tenía la impresión de que lo que había pasado con él lobo le traería consecuencias aún
peores que un corazón roto.

Decidido a seguir arrastrando su existencia hasta que en algún

momento las cosas mejoraran, Baekhyun invocó a su forma animal para pasar de un modo más
cómodo por la estrecha entrada de la cueva. Al salir, la luz del sol se había extinguido hasta ser
solo una pequeña fogata en el horizonte. Su padre debía estar furioso con él, la regla de cenar
todos juntos en el comedor de la casa era sagrada, a no ser que algo sumamente grave debiera
ser atendido en la manada.

Evadiendo entrar por la puerta principal, subió por uno de los árboles que flanqueaban la casa
familiar, con mucho cuidado se balanceo por la rama que estratégicamente quedaba muy cerca
de la ventana de su habitación en el segundo piso, la que tenía especial cuidado de dejar siempre
abierta. Después de una ducha rápida se puso un viejo pantalón vaquero y una camiseta gris que
había visto mejores días, sin preocuparse por mirarse en el espejo salió al pasillo.

- ¡Hasta que por fin! - La voz de Hyesun teñida de reproche se escuchó a la espalda de
Baekhyun- pensé que la tierra te había tragado.

El joven gato se dio la vuelta, su hermana estaba allí de pie en medio

del pasillo con las manos en jarra apoyadas en sus caderas. Si el tono de voz no había dejado
suficientemente claro su molestia, las cejas que se encontraban justo en medio de su frente, daba
algunas pistas de ello.

- Por lo menos no te estorbo- se defendió encogiéndose de hombros- no sé cuál es tu insistencia


en tenerme a la vista como si todavía fuera un cachorro, te recuerdo que ya he pasado mi
segunda luna llena.

Para la total sorpresa de Baekhyun, su hermana mayor se acercó y lo

rodeó con sus delgados brazos, obligándolo a poner su cabeza en el frágil hombro femenino-.
Dime por lo que más quieras que te pasa- rogó Hyesun mientras acariciaba la cabeza rubia de su
hermanito consentido- ¿Lo que te pasa tiene que ver con que llegaras apestando a lobo y que
todavía huelas a él?

Baekhyun se apartó de golpe, dando un paso atrás apuñó sus manos

contra sus caderas- Ya he repetido mil veces lo que pasó- gritó perdiendo los estribos- caí al lago,
un maldito lobo trató de sacarme y acabamos cayendo por la cascada, viajamos de nuevo hasta
aquí... No hay misterio en ello, si pasas tantos días durmiendo junto a alguien en pequeñas
madrigueras o bajo refugios improvisados, es normal

impregnarse con el olor de otro.

La hermosa rubia que siempre le recordó a Baekhyun a esas muñecas

de porcelana que su madre tenía en una vitrina en la sala, ahora lo miraba con los ojos brillantes
por las lágrimas retenidas - No me mientas- habló despacio la mujer gato- puedes mentirle a
mamá y a papá, pero a mí no puedes. Yo te conozco mejor que nadie,

te cuidé cuando nuestros padres siempre estaban encargándose de los problemas de la manada-
. Dando un paso al frente golpeó la sien de Baekhyun- algo pasa dentro de esa cabecita loca
tuya.

Sabiendo que los gritos podían alertar a los alfas de la manada que de seguro estaban en la
primera planta con el resto de la familia, prefirió recurrir a la negociación con su hermana mayor-.
No me pasa nada- recalcó Baekhyun bajando el tono de voz, pero con no menos vehemencia- es
solo que papá sigue con lo mismo de querer emparejarme, me siento como un toro premiado al
que hay que sacarle crías.

La risa sin humor de Hyesun puso de los nervios a Baekhyun, pero antes de que pudiera decir
algo, la mujer levantó una de sus delicadas manos exigiendo el silencio de su hermano testarudo-
¿Es que no te ves en el espejo? - insistió en su tarea de hace entrar en razón al chico- Tienes
ojeras, has perdido peso, apenas si comes y lo que es peor, he escuchado a tu gato maullando
de una manera que me desgarra el corazón... Una vez más te pregunto, ¿Qué demonios te pasa?

-¿Encontraste a tu hermano? - se escuchó la voz de Hajin desde


la parte baja de la escalera.

-Sí, enseguida bajamos- respondió Hyesun a su madre. Dedicándole una mirada evaluadora a su
hermano, agregó- no te voy a perder sin luchar... Eres mi hermano y te amo... Yo quiero de vuelta
mi loco hermano, él que podía pasar horas en el espejo tratando de verse más lindo que yo, el
único capaz de ir de compras conmigo a la ciudad sin que le dé un aneurisma, él que le
coqueteaba hasta a las piedras aunque a la hora de la verdad sea toda una reina del
hielo...Regrésame a mi hermano.

Lo último fue lo que acabó por hacer caer la barrera que retenía dentro suyo todo el dolor que
trataba de disimular desde que había regresado con su familia - Él me despreció- se dejó caer
sobre la alfombra del pasillo- me tomó y luego dijo que era solo una manera

efectiva de sacarse la calentura causada por la luna- cubriéndose el rostro con la manos, se quejó
ahogando su llanto que amenazaba por salir- ...Yo hubiera huido con él si me lo hubiera pedido...
Capítulo 10

[Hola, espero que les guste este y que no me haya equivocado con los nombres. Por el colegio no
pude actualizar pero ya lo haré más seguido~]

La verdad golpeó a Hyesun como un mazo, cayendo de rodillas junto a su hermano, lo abrazó
acunándolo en su pecho- ¿Qué has hecho, hermanito? -fue más una protesta que una pregunta.

Tomando a su hermano de la mano, lo obligó a levantarse. En silencio lo regresó al cuarto- le diré


a mamá que estás resfriado y que no bajarás a cenar- luego empujándolo suavemente lo hizo
sentarse sobre la cama - Te traeré algo liviano para que cenes, mientras estoy fuera ponte un
piyama y acuéstate. Yo cuidaré de ti... todo estará bien, ya verás-. La sonrisa de la mujer gato era
amplia- Deja que tu querida hermana mayor se encargue de todo.

Baekhyun simplemente asintió, se sentía demasiado cansado, solo quería hacerse un puño y
dormirse hasta que el dolor de su corazón pasara con la misma facilidad que los días se seguían
uno al otro. Sabiendo que su hermana haría un gran berrinche si lo encontraba todavía allí
sentado sintiendo lástima de sí mismo, se levantó para ir a buscar algo cómodo para dormir.

Una vez sobre sus dos piernas, tuvo que sostenerse del cabecero de

la cama para no caer de cara al suelo, otro de esos malditos mareos que le llegaban en los
momentos menos esperados. Tal vez todo se debía a que no se había estado alimentando bien,
al principio era cosa de estar demasiado deprimido para pasar bocado, luego era que la comida le
sentaba mal por la mañana. Últimamente le daba miedo tomar alimentos, nunca sabía

en qué momento estos le enfermarían.

Sosteniéndose de la madera de la cama respiró profundo hasta que poco a poco la habitación
dejó de girar. Sintiéndose más seguro de no caer, se dirigió al armario donde guardaba sus
pantalanes de algodón, las camisetas solo las usaba para dormir en el invierno, luego fue al baño
a cambiarse. Cuando Hyesun regresó, Baekhyun estaba acostado de costado en

la cama, abrigado con una manta de tela liviana que le llevaba justo bajo

sus axilas.

- Te traje algo de sopa y pan para que cenes- anunció Hyesun poniendo la charola sobre la
mesita de noche junto a la cama.

Baekhyun asintió sin levantar la vista para mirarla, seguía concentrado en algún punto entre los
animalitos de peluche que había en el mueble
empotrado en la pared. -Recuerdo cuando lo único que me preocupaba era que iba a recibir en mi
cumpleaños - habló tan bajo que Hyesun tuvo que esforzarse para escucharlo- Contaba los días
para que por fin llegara la luna llena que marcaría el comienzo de mi vida como adulto.

Hyesun respiró profundo tratando de controlar sus emociones, acariciando el rebelde cabello de
risos rubios le transmitió todo el amor que sentía por el pequeño cachorro. Baekhyun seguía
hablando, más para sí mismo que para que ella lo escuchara- Odio ser un adulto, desearía ser de
nuevo un cachorro pequeño que le roba galletas a mamá en la cocina... ¿Por qué a mí?... Todos
encuentran a su pareja y forman una familia, yo le encuentro y resulta que lo único que gano es
un maldito corazón roto... De todos con los que pude

haber dejado que me follaran, tenía que ser él, mi él...

La chica pestañeo varias veces, dejó salir el aire que había retenido

en los pulmones, la mano crispada entre el cabello rubio de Baekhyun, una vez que se sintió más
dueña de sí misma se atrevió a hablar- déjame ver tu hombro.

Sabiendo de antemano Baekhyun lo que ella quería saber, se volteó

lentamente hasta sacar el hombro que había quedado contra el colchón.

-¡Demonios! - Maldijo Hyesun al ver lo que más temía encontrar. En la piel pálida de su
hermanito, en el lugar justo donde se unía el hombro con el cuello, estaba la marca de una
mordida de emparejamiento. Donde los colmillos del macho se habían introducido en la tierna
carne se habían formado unas cicatrices rosas acomodadas en media luna, que asemejaban
gotitas de agua dibujadas en relieve-.Tiene que ser un error- balbuceo Hyesun, por primera vez
en su vida no sabía muy bien que decir.

Baekhyun tenía la vista fija en el techo, se negaba a ver en los ojos azules de su hermana el peso
de la lástima. Saber que uno era un idiota, era una cosa, reconocerlo en público, ya pasaba a otro
orden de cosas. Pasándose las manos por la cara trató de detener las lágrimas silenciosas que
rodaban por sus mejillas hasta humedecer la almohada. Odiaba llorar, no era una niña llorona,
nunca lo había sido, en la manada tenía fama de ser una pequeña mierda malhumorada que no
aguantaba estupideces de nadie. Podía ser pequeño, pero tenía unas garras filosas, colmillos
dispuestos y una actitud de pateare-tu-culo-aunque-tenga-que-subir-a-una-escalera-para-hacerlo.

-¡Bien! - concilió Hyesun- supongo que cuando metes la pata, lo haces a lo grande. Nunca has
sido mediocre y no veo la razón por qué empezar a serlo ahora.

Una sonrisa escapó de Baekhyun, su hermana era una maldita gata


cínica, eso era un hecho y una de las razones por la que la amaba tanto.-

Deja de burlarte de mí-, se quejó el felino sin dejar de reír- es de mala

educación hacer leña del árbol caído, especialmente si ese árbol soy yo.

-Por ahora come esto que te he traído- le sonrió más tranquila a ver que aún quedaba algo de su
antiguo hermano, no todo estaba perdido- La sopa te sentara bien... Mañana será otro día y
traerá nuevas cosas.

Sabiendo que las palabras de su hermana eran solo palabras llenas

de esperanza, pero sin ningún asidero, se incorporó para sentarse mientras Hyesun acomodaba
sus almohadas, de alguna manera ya no se sentía tan perdido con ella allí ofreciéndole sopa de
pollo y algo de pan tostado.

Los sonidos de la lucha llegaban fuerte y claro, por tercera vez en menos de una semana el Alfa
de la manada de lobos había tenido que ir a salvar a uno de sus centinelas de que su hijo lo
matara. El chico había estado de un maldito humor de perros, por muy irónico que fuera al
tratarse de un hombre-lobo. Hasta el mismo había tenido que prensarlo contra el suelo y
sostenerlo con sus fauces por el cuello para calmar al cachorro. Después de su primera luna llena
como adulto, el chico estaba insoportable.

-¡Hijo! - Gritó el alfa de los lobos-¡Suéltalo ahora mismo! - En su

forma humana era de dos metros

diez de alto, músculos desarrollados bajo una piel ligeramente broceada, cabello negro corto
hasta las orejas y unos ojos dorados que en ese momento echaban chispas. Cualquier otro
miembro de la manada hubiera huido a esconderse bajo alguna piedra, no así su único hijo, el
chico era terco como una mula.

El lobo más joven levantó la vista de su presa, otro lobo que ya tenía bien tomado por la garganta,
un poco de presión y se la partiría en dos. La respuesta para su padre fue un gruñido bajo.

-¡Suéltalo ya! -Diciendo esto el Alfa se quitó la camisa de franela, preparándose para el cambio si
era necesario- si me haces tomar mi forma de lobo, te vas a arrepentir.

Chanyeol abrió la boca soltando a su víctima, el cual resolló buscando

respirar con normalidad. El lobo que había arrastrado por toda la plaza de
la aldea era uno de los más grandes de la manada, no era precisamente un niño inocente que
mereciera que su padre viniera a rescatar.

Dedicándole un último gruñido al lobo humillado, se fue de allí en sus cuatro patas sin
demostrarle ningún respeto a su padre el Alfa.

Los miembros de la manada que para esa hora estaban despiertos, solo acataron a mirarse unos
a otros confundidos mientras todo el alboroto ocurría en plena plaza. Era de todos conocido que
el hijo del Alfa era fuerte, digno heredero de su padre, pero de allí a ponerse rabioso por la menor
provocación, era mucho camino para recorrer.

-Vayan, busquen algo que hacer- gruñó el Alfa enfadado- o se van a quedar allí parados como
idiotas-. Luego dirigiéndose al

lobo que su hijo había dejado como trapo viejo, agregó- y tú levanta el culo de allí... tenemos que
hablar.

Chanyeol llegó a la pequeña casa de tres habitaciones que era su hogar, desde que su madre
había muerto en el incendio provocado por el

ataque de unos humanos, este era el refugio suyo y de su padre. El Alfa había insistido que las
primeras casas en ser reparadas debían ser las de las familias que tenían cachorros, los solteros
o los que tenía hijos mayores, podían acomodarse en cualquier parte. Para poner el ejemplo ellos
habían reacondicionado el viejo cobertizo en una casa más o menos decente. En el momento que
Chanyeol encontrara pareja, entonces se le permitiría construir su propia casa, por el momento
estaba condenado a

vivir con su padre.

La mujer que dos veces a la semana llegaba a limpiar el lugar, sonrió tímidamente, sonrojándose
al ver entrar totalmente desnudo al macho imponente en que se había convertido el hijo del Alfa.
Lástima que Chanyeol no estuviera en condiciones de apreciar las miraditas libidinosas de la
joven

hembra de caderas redondeadas, cintura angosta y pechos acogedores.

Ignorando a la joven y al Beta que arrugaba el ceño, entró a su cuarto

tirando la puerta. Estaba harto de que su padre se metiera con sus

decisiones, él tenía una buena razón para poner a ese maldito imbécil
contra el suelo, suerte que no le había partido el cuello como se merecía.

Dejándose caer sobre la amplia cama, se paso las manos por la cara tratando de calmarse,
después de la lucha la adrenalina

todavía golpeaba sus venas. El lobo estaba tan frustrado que le costaba cada gramo de energía
mantenerlo bajo control. Si lo liberara sabía que lo primero que haría sería correr hasta el territorio
de la manada de los gatos y secuestrar al hijo del alfa, como se había enterado que era la
identidad del pequeño gatito malcriado con el que paso su primera noche de luna llena como
adulto.

Cuando logró normalizar su estado de ánimo, se levanto de la cama y fue al pequeño baño, una
de los pocos lujos que tenían en la casa provisional. Una vez bajo la ducha se lavó la tierra y los
rastros de sangre que habían quedado después del cierre de los aruños que su contrincante le
había dejado en su piel.

Era un asunto curioso, pero todo macho que lastimaba a una hembra, solía ser presa fácil para
otro macho que si tenía las bolas donde debía. Con una sonrisa de complacencia Chanyeol
recordó como había hecho lloriquear al desgraciado cuando todavía tenía en los puños la sangre
de la joven hembra, el cobarde había golpeado a la chica por que ésta le había servido el
desayuno frío.

Después de restregar fervorosamente su piel con una buena cantidad de jabón, se puso bajo el
chorro de agua para que esta lavara todas las impurezas. Un verdadero problema era que el agua
no pudiera borrar las huellas que su gatito había dejado en él. Tal vez todo era porque era virgen
y ese sexy chico fue su primera vez, él pensar en sus ojos tristes cuando le dijo adiós era algo
que hacía que su lobo lo destrozara por dentro.

Saliendo del baño tomó una toalla y se la enrolló en la cadera, sabía que era cuestión de tiempo
para que su padre entrara a su habitación y le dijera hasta de que se iba a morir, para ese
momento poco le importaba lo que pasara con él. Lo único que esperaba, y a la vez odiaba, era
que el gatito ya estuviera feliz en su casa, con su familia. Tal vez para ese momento el felino ya lo
había olvidado. Una desgracia que no pudiera decir lo mismo de sí.

Buscando algo que ponerse sacó un viejo pantalón vaquero y una

camiseta que le quedaba una talla más pequeña. Eso le recordó que tendría que ir de compras en
cualquier momento, después de su cambio a adulto la ropa le quedaba demasiado ajustada y
había tenido que tomar prestada algunas prendas de su padre, como el pantalón que ahora
llevaba.
Estaba terminando de abrocharse la cinturilla cuando la puerta se

abrió de golpe estrellándose contra la pared-¿Se puede saber en qué demonios estabas
pensando? - fue el cariñoso saludo del alfa, el cual ya traía los colmillos de fuera y las garras
asomándose en la punta de sus dedos.

-Pues te digo- se defendió Chanyeol, si el lobo alfa tenía un carácter del demonio, su cachorro le
hacía una buena competencia- que si sacaras la cabeza de tu culo te darías cuenta de lo que
pasa bajo tus narices.

Siwon levantó una de sus negras cejas, estaba a segundos de ignorar la promesa que le había
hecho a su difunta compañera de no matar a su cachorro por mucho que este lo sacara de quicio,
respirando profundo trató de controlar su mal genio -. ¿Se puede saber - habló lentamente, como
si el chico fuera tan estúpido como parecía- que vio mi sabelotodo cachorrito que le diera excusa
para desquitarse las calenturas mal sacadas con uno de los centinelas de esta manada?
Capítulo 11

[¿A más personas les gusta la idea de que Siwon sea el padre? Hahaha, es que me encanta :c
igual, espero que les guste mucho todo.]

Chanyeol abrió y cerró la boca, su padre sí que sabía dar donde duele-¡Eres un...!

-¡Cierra esa maldita boca antes de que te la cosa! - Amenazó el alfa poniendo las manos en las
caderas, tratando de mantener sus garras en algún lugar que no fuera la garganta de su hijo. - Tu
maldito mal genio va a acabar con la paz de esta manada-.El Alfa estaba empezando a sentir
como un dolor de cabeza se comenzaba a formar justo detrás de sus ojos- contrólate o has algo,
pero deja de desquitarte con todos los que te rodean.

Decir que el lobo más joven estaba furioso era decir poco, toda esa

situación era como dormir sobre nitroglicerina sobrecalentada, el Alfa

debía de estar pateando el culo del centinela agrede mujeres, en vez de

estarle riñendo por haber puesto al tipo en su lugar-. Si estoy de buen o mal humor no tiene nada
que ver con lo que ese idiota le estaba haciendo a su pareja...

Los humos del alfa bajaron lentamente, en eso, su hijo tenía razón-. Te doy algo de crédito por
patear a ese culo engreído- aceptó a regañadientes-, pero date cuenta de algo, si yo no hubiera
llegado a tiempo, lo habrías matado.

Ahora fue el turno de Chanyeol de poner las barbas en remojo, sentándose pesadamente sobre la
cama, puso los codos sobre sus muslos y sostuvo la cabeza entre sus manos - El lobo me está
volviendo loco- se quejó, odiándose a sí mismo por tener que admitir que su padre tenía razón.

En momentos como ese era cuando Siwon más extrañaba a su pareja, usualmente era partidario
de partir, golpear o tirar contra una pared a sus problemas o a quién se los causaba, pero ante el
asunto de su hijo y el gato melindroso no sabía qué hacer. Pasándose las manos por los
mechones de cabello negro, los aparto de su rostro, estaba frustrado y odiaba la sensación de
impotencia.

-Mira, hijo-, se sentó Siwon junto al cachorro, la vieja cama se quejó por el peso de dos hombres
bastante sólidos- no creo que ese gato y tú sean una pareja destinada. Ustedes son de especies
animales diferentes. Ya es todo un logro que lográramos acordar la paz entre las manadas, pero
de allí a aceptar a su alfa emparejado con un gato, no creo que eso ocurra. Recuerda que un
felino como él está destinado a

darle cachorros a un Alfa, el simple hecho de que sean de especies

distintas impediría eso. No es natural que un lobo y un gato se apareen.

Era casi cómico ver a un par de hombres adultos, con esa actitud de

niños abandonados, ambos tan parecidos físicamente como padre e hijo podían llegar a ser.

-Lo sé padre-, habló Chanyeol con la vista concentrada en un punto

en el viejo piso de madera- yo sé que estará mejor con los suyos, el

detalle está en convencer a mi lobo de que es lo correcto.

Siwon guardó silencio, qué podía decir respecto a eso. Al final decidió cambiar de tema-. El
concilio de manadas será en una semana- habló mientras le daba una palmada bastante fuerte
en la espalda a su hijo, tanta mierda sentimental lo ponía de

nervios- quizás encuentres tu pareja allí.

-Ya la encontré, papá- se puso de pie, recostando la espalda contra la puerta, se golpeó la
cabeza en la madera tratando de calmar a su lobo que aruñaba desesperado ante el simple
recuerdo del tierno gatito-. No sé que estarían tramando los dioses cuando escondieron la mitad
de mi alma en otro macho, sólo para negármelo de esta manera tan cruel. Si tan solo él hubiera
nacido lobo, ahora la manada entera estaría celebrando que su alfa esta enlazado con un macho
escogido por los mismos dioses. ¿Quizás ya estarías anunciando la llegada de nuestros
cachorros?

El padre se puso de pie, poniendo una de sus pesadas manos sobre el hombro de su hijo, agregó
-las cosas son como son, no hay nada que se pueda hacer... Entre dos especies tan distintas no
puede haber cachorros, ese simple hecho demuestra que lo tuyo es un capricho, no designio de
los dioses.

Chanyeol se hizo a un lado para darle paso a su padre. El lobo en su

interior luchaba por ser liberado y salir en busca del felino, necesitaba sentir otra vez a su pareja,
escuchar sus ronroneos mientras lo penetraba. Había probado el dulce sabor de su sangre al
morder el delgado hombro.

Esa noche el lobo aulló al cielo en una desesperada oración. El corazón del animal llamaba a su
pareja sin perder la esperanza. El felino debía escucharlo aunque sus naturalezas humanas
negaran lo que era una realidad.

Baekhyun dormía calentito entre las mantas, gracias a los cuidados de

Hyesun se había estado sintiendo mucho mejor, siempre tenía nauseas en la mañana, pero al

menos lograba retener más comida en su estomago. Lo complicado estaba en que debía
esforzarse un poco más por ocultar los síntomas que la separación de su pareja le estaba
causando. Quizás si le daba más tiempo al tiempo, sus malestares se pasarían, su gato tenía que

entender que el lobo jamás regresaría por él y que debía dejar de hacer berrinche de una vez por
todas.

Estaba en esos decididos pensamientos cuando lo escuchó, un lobo solitario aullaba a lo lejos.
Antes de que pudiera siquiera pensarlo, se encontró a sí mismo en su forma felina, por fortuna ya
sabía que su animal podía hacerle una jugarreta como esa, así que había dejado la ventana
cerrada y la puerta con seguro.

Después de aruñar los paneles de vidrio de la ventana de su habitación, el gatito fue a por la
puerta. Al ver que tampoco podía hacer nada allí, regresó al alfeizar de la ventana y comenzó a
maullar bajito mientras su vista se perdía más allá de los árboles del bosque.

La noche pasó lentamente, el lobo aullándole a la luna ausente y el

pequeño felino observando el cielo nocturno desde el otro lado del panel de vidrio de su
habitación. Baekhyun se sintió morir al pensar que así sería el resto de su vida, una constante
espera de algo que de hecho jamás llegaría.

Cuando el sol rayaba en el horizonte, el gato montés se arrastró a la cama, tomando forma
humana se escondió bajo las mantas deseando jamás despertar. Apenas caía en lo profundo del
sueño, el sonido de la puerta al abrirse lo hizo abrir los ojos. Hyesun entraba a hurtadillas tratando
de

no hacer mucho ruido. Al ver que Baekhyun halaba la manta para taparse hasta las orejas, supo
que el chico estaba despierto.

-Tienes que bajar a desayunar-, advirtió Hyesun- al parecer quieren

a toda la familia reunida para hacer un importante anuncio.


Un cansado Baekhyun se asomó entre las mantas- ¿De qué hablas?

Encogiéndose de hombres Hyesun trato de restarle importancia a la

situación - tu prometido llegará para la cena de esta noche.

Esa fue sorpresa suficiente para que Baekhyun se levantara de golpe -

¡Te volviste loca! - Balbuceó incrédulo.

-¡No! - Aclaró Hyesun, sentándose en la orilla de la cama-, por desgracia no estoy loca. Te juro
que a veces siento que estoy en un universo alternativo. Un día tengo a mi engreído hermano, al
día siguiente se pierde al caer al río y prácticamente lo dan por muerto, luego resulta que aparece
pero es un muerto en vida- recapitulo la felina cruzándose de brazos- Realmente a veces pienso
que sí estoy loca.

-Lo lamento-, habló Baekhyun mientras trataba de controlar a su

estomago que ya se estaba comenzando a revolver- te prometo que voy a dejar de estar en esto
de la autocompasión.

Soltando el aire lentamente Hyesun le prestó toda su atención al rostro

pálido de su hermano, a las ojeras bajo sus ojos cansados, pero de todo eso lo que le acabo
robando la paz, fue ver como las mejillas se veían hundidas.

-A ti te pasa algo más que un corazón roto- afirmó la hermana posando la palma de la mano
sobre la mejilla marcada por la cabecera

donde hasta hace poco había estado

acostado.

-¿De qué hablas? - Logró preguntar justo antes de tener que salir corriendo al baño, doblándose
sobre el inodoro comenzó su rutina de nauseas y vómitos de las mañanas.

Hyesun se puso de pie, obedeciendo al impulso de ayudar a su hermano. Al escuchar como el


chico volvía el estómago, se quedó como de piedra, sintiendo como el miedo comenzaba a
recorrer sus venas dejándole una sensación de hielo en todo sus cuerpo -
¡Demonios!...¡Demonios! - Logró balbucear cuando pudo llenar de aire sus pulmones- esto no es
posible.
-¡Voy a darme un baño! - Gritó Baekhyun desde el otro lado de la

puerta - Bajo en un momento.

Temiendo la felina que su rostro la traicionara, agradeció en silencio

que su hermano no pudiera ver su expresión perpleja-. Bien, le diré a

mamá- se sintió orgullosa de que su voz no temblara-. Te espero abajo, recuerda poner cara de
sorpresa cuando papá te de la "maravillosa" noticia.

Una vez que estuvo listo, duchado, dientes lavados y peinadito,

Baekhyun bajó las escaleras dirigiéndose a la primera planta. Cuando llegó al comedor ya sus
cuatro hermanos, su padre y su madre estaban sentados en la mesa.

-¡Buenos días! - saludó a todos mientras se sentaba en su lugar

habitual junto a Hyesun.

Los otros miembros de la familia tenían cara de niños en la mañana

de navidad, eso hizo que los bellos de la nuca de Baekhyun se erizaran, una suerte que ya haya
cumplido con sus deberes matinales de vomitar antes de sentarse a la mesa.

-¿Se puede saber por qué tan contentos? - se quejó más que

preguntar el joven felino.

Sus hermanos, Luhan, Taehyun y Yixing, le sonrieron esperanzados, pero fue el menor de ellos,
Yixing, el que se decidió hablar -simple, hermanito. Hoy llega quién nos va a librar de tu fastidiosa
presencia- bromeó el chico soltando una carcajada - de seguro después de mañana estrenas
marido.
Capítulo 12

[!Hola¡ como he tenido algo de tiempo libre he decidido subir otro capítulo, espero que les guste.
Y por respecto a las preguntas de una chica(creo) ya que aún no arreglo lo de los mensajes lo
pondré aquí. Actualizo cuando quiero(?) no, mentira, cuando tengo tiempo, pero trato de evitar
demorar mucho y el libro se llama de la misma manera que esta adaptación, espero les guste
mucho este cap, se viene lo bueno]

Baekhyun por poco se ahoga con el trago de café que tenía en la boca.

Los golpes en la espalda que Hyesun le dio, le ayudaron a recuperar el aire. Arrugando el ceño
observó a sus hermanos, todos tan parecidos a él mismo y tan diferentes, pero si había algo que
todos compartían, además del cabello rubio y los ojos azules, era ese maldito sentido de humor
negro.

-Váyanse-a-la-mierda-, cada palabra con el tono exacto para dar a entender su punto- junto con el
tipejo ese que pretende ser mi marido.

El golpe a la mesa que dio el Alfa con la mano abierta paró cualquier intento de discusión - no sé
si lo notaron pero estamos desayunando- regañó a los hermanos que se reía a carcajada suelta
al ver rabiar a Baekhyun, desviando la vista al chico que parecía estar a punto

de reventar, agregó- y aprende a ser más respetuoso, que tu madre y

hermana están aquí.

-Lo soy padre-, habló apenas logrando calmar la tos- pero no entiendo este chistecito de querer
buscarme pareja como si les estorbara-lo último lo dijo con un pucherito que le hubiera gustado
disimular.

Antes de que las cosas pasaran a más, la madre habló, por lo general Hajin dejaba que

los chicos sintieran la autoridad del alfa de la manada, pero en esta ocasión le daba la razón a
Baekhyun.

-Hijo-, trató Hajin de explicar de modo diferente la situación- eres un regalo de los dioses. Los
cachorros que nacen como tú es hasta su primera luna llena que marca el cambio entre niños a
adultos que se nota ese olor que los caracteriza. Eres un macho, pero a la vez hueles como una
hembra, tu aroma es dulce. Cada luna llena volverás locos a los machos queriendo aparearse
contigo, esto mientras no estés emparejado. Hasta que un compañero lo suficientemente fuerte te
reclame, siempre correrás peligro de que alguien quiera lastimarte mientras sigas sin un
compañero.
Baekhyun abrió la boca para decir algo, el silencio en la mesa lo hizo

callar. El alfa aprovechó para agregar a la explicación de su compañera-

Si alguien te toca me voy a ver obligado a partirlo en dos, y no quiero quedarme sin todos los
machos solteros de la manada.

El joven felino quería gritar, decir que ya estaba emparejado, el apretón en la mano por parte de
su hermana, evito que hablara. Hyesun no abandonaría a su hermanito, su mente maquiavélica
estaba comenzando a tejer un plan para tratar de que todo el asunto tomara el rumbo que le
conviniera a Baekhyun, sonriendo tomó el control de la conversación en la mesa -Mi hermanito
está nervioso, no todos los días le dicen a uno que va a conocer a su futura pareja de vida.

Baekhyun volvió a ver a su hermana, el felino dentro de él se asomaba

amenazador a través de los cansados ojos azules. En respuesta Hyesun le

clavó las garras en el muslo lo suficientemente fuerte como para traspasar la tela del pantalón
vaquero, pero no tan fuerte como para hacer sangre. La señal tan sutil le dejó claro a Baekhyun
que era mejor callarse antes de que su hermana quedara con la piel de su pierna bajo las uñas.

Si el desayuno había sido una lucha desesperada por no meter la pata con toda su familia como
testigo, ya que sería sospechoso que gruñera con la sola mención de una pareja que no fuera el
lobo. Baekhyun sabía a ciencia cierta que su gato jamás aceptaría a otro hombre que no fuera el
que el destino le tenía reservado. Gracias al apoyo de Hyesun había evitado hacer una estupidez.

-Dale una oportunidad- fue el consejo de Hyesun al salir juntos del

comedor.

-¿De qué hablas? - preguntó perplejo, agradeciendo que estaban solos en el pasillo.

Hyesun tomó una de las manos del joven felino-. Veamos... quién

sabe, tal vez ese alfa sea tu pareja y todo el asunto con el lobo no sea más que un mal entendido-
. Diciendo esto siguió su camino hacia la cocina, dejando a un confundido Baekhyun.

El resto del día lo pasó como en el aire, su madre le dio ropa nueva

para usar, Hyesun le peinó el cabello y los fastidiosos de sus hermanos se


dedicaron a hacer bromas estúpidas acerca de la cara de susto que

cargaba. Sin darse cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo, llegó la

hora de la verdad.

-Deja de echarme de esa cosa- trató de apartarse de Hyesun que insistía en rosearle un perfume
de olor algo fuerte- ¿Tratas de envenenarme?

-No,

solo trato de disimular ese olor a lobo que tienes pegado al cuerpo- se dio por vencida la gata.

-¿Crees que alguien más lo haya notado? - se preocupó de pronto. Haber sido la puta de un lobo
no era algo para sentirse orgulloso si el muy desgraciado te había dicho un "muchas gracias por
los servicios prestados y adiós".

-Naa, tendría que conocer tu olor de antes- trató de explicarse- ni siquiera puedo decir que huelas
a él, es solo un aroma diferente que está pegado al tuyo- Hyesun tenía una teoría respecto a eso,
tenía su fe en estar equivocada.

-¿Van a bajar? - la voz de Hajin les recordó que las visitas estaban por llegar en cualquier
momento. Era la noche de luna llena, día de fiesta para los cambia formas. La misma Hyesun se
veía intranquila, su aroma delataba que estaba en la cúspide del estado de celo que avisaba a los
machos que estaba soltera. Extrañamente, Baekhyun no despedía ese aroma seductor que
llevaría a la locura a los otros miembros masculinos de la manada. Esa era otra cosa que Hyesun
quería disimular con el perfume que casi había vaciado sobre su pequeño hermano.

Una vez terminado su trabajo, Hyesun dio un paso atrás para observar el resultado final de sus
esfuerzos. Su joven hermanito era todo un pastelito, cabello rubio peinado de manera que los
mechones se vieran más sueltos, con un poco de maquillaje le disimulo las ojeras, los pantalones
ajustados a la cadera, una camisa de seda azul que resaltaba el color de los grandes ojos
asustados, y listo. El chico estaba vestido para matar, la felina sonrió maliciosa, había que

subir las apuestas si quería que su hermanito ganara. Una ventaja de ser un felino, era que su
especie sabía muy bien cómo arreglar las cosas a su favor, si para que su hermanito fuera feliz
tenía que usar algunos corazones rotos como alfombra de la entrada, ella no veía ningún
problema en eso.

-Hermana, no sé si me entendiste-, se asustó Baekhyun al ver su reflejo en el espejo que estaba


en la pared de su habitación, era casi su antiguo yo- pero no quiero un marido. La idea es
espantar a ese gato, no hacer que me viole.

- Tu tranquilo, hermanito- habló Hyesun mientras le daba un beso en

la mejilla helada - deja todo en mis manos, sígueme la corriente y verás.

Si no fuera porque confiara tanto en ella, Baekhyun habría escapado por

la ventana para internase en lo más profundo del bosque y jamás salir de

allí- ¡Me asustas! - se quejó llevándose las manos a la cara- Explícame cuál es tu loca idea.

- Si te la digo no tendría el mismo resultado- con esas cripticas

palabras la chica salió sin querer dar más explicaciones.

Dándose por vencido caminó alicaído tras los pasos de su hermana, el pasillo estaba vacío, las
luces del techo estaban ajustadas de manera que no molestaran los sensibles ojos de los gatitos
que vivían en la casa, la penumbra lo hacía sentir cómodo. Al llegar a las escaleras escucho las
voces que venían de la planta baja. Todos estaban listos para el paseo por

el bosque bajo la luz de la luna. Baekhyun se sostenía de la baranda tan fuerte que sus dedos se
pusieron blancos, respirando profundo se

recordó a sí mismo que era un gato montés, caprichoso y malcriado, si su nuevo marido no le
atraía él sabría muy bien cómo deshacerse de la molestia. Levantando la cara, bajó despacio por
las escaleras.

La familia estaba reunida en la sala, todo era risas. Hajin estaba sentada junto a su marido,
Hyesun lo esperaba al pie de la escalera, los otros dos hermanos mayores se veían intranquilos,
Yixing era el único indiferente al influjo de la luna llena, por ser el menor de los cachorros, todavía
no estaba en celo.

-¡Hasta que por fin bajas! - se quejó el alfa poniéndose de pie, tomando de la mano a su esposa,
le dedico una larga mirada a su hijo- tu prometido acaba de llamar, tuvieron un retraso.

Baekhyun terminó de bajar los escalones, mordiéndose los labios acalló su protesta al escuchar
eso de "prometido". Poniéndose de pie junto a Hyesun, trató de darse valor- ¿Entonces, lo
esperaremos? - preguntó el gatito sin saber muy bien que decir.

El sonido de vehículos que entraban al patio avisó que las visitas ya


habían llegado - Bien-, habló la madre dándole un beso a su esposo en la mejilla- voy a ver cómo
va la cena- luego dirigiéndose a su hija,

agregó- ayúdame a servir la mesa.

Hyesun le dio una última mirada a su hermano, tratando de transmitirle

toda su confianza-. Cuando quieres ganar mucho, arriesgas mucho- le

susurro a Baekhyun, antes de ir tras Hajin.

Baekhyun asintió en un movimiento casi imperceptible. Enderezando los

hombros, se quedo allí de pie mientras su padre el alfa, abría la puerta. Lo que

entraba era un enorme cambia-formas tigre, daba miedo solo con verlo, debía medir por lo menos
dos metros de alto. El cabello rubio claro llegaba hasta su nuca , la mirada de sus ojos verdes
eran fríos como el hielo. A Baekhyun le recordó a esos vikingos de las películas. Tras el hombre
venían otros cuatro muy parecidos al primero, solo que más jóvenes.

Como en un sueño Baekhyun vio como su padre recibía a los

desconocidos. Apretones de manos y golpes en la espalda fueron la

tónica del intercambio de bienvenida. Después de los saludos los hombres recordaron la
presencia de Baekhyun.

Los ojos verdes del hombre le dirigieron una mirada evaluativa al

joven gatito de grandes ojos azules, el cual se sintió como uno de esos

filetes en la carnicería. El felino más joven estuvo tentado a correr escaleras arriba, pero no se
permitió esa cobardía, el avergonzar a su familia estaba fuera de discusión.

-Este es mi hijo, Baekhyun- presentó el alfa de los gatos monteses, poniendo la mano sobre el
hombro del gatito más chico- Esta noche es su tercer celo. Así que debe tenerle paciencia, es aún
muy joven.

La mirada del macho recorrió con la vista el cuerpo esbelto de Baekhyun, después de un breve
silencio, una sonrisa lenta se dibujo en su rostro

severo- Es hermoso- habló el alfa de los tigres mientras se acercaba al


chico-¿Ha tomado alguna pareja en estas lunas llenas?

Baekhyun se sintió palidecer, un frío de muerte recorrió sus venas, antes

de que pudiera responder, su padre se adelanto- No, durante la primera

luna lo encerramos en una jaula para evitar que algún macho abusara de

su inocencia.

-¿Y en la segunda luna? - Baekhyun notó que a ese maldito tigre no se le iba una.

El padre de los gatos se encogió de hombros - el chico todavía no

ha tomado pareja... Creo que a la larga es lo que importa.

Una sonrisa socarrona se dibujo en el fino rostro de Baekhyun, el tigre lo

noto y arrugó el ceño. El joven gatito por poco y cae en la tentación de

enseñarle la lengua.

-La mesa está servida- anunció Hajin. La llegada de la hembra alfa le dio fin al duelo de miradas
entre el gato y el tigre. Baekhyun le enseñaría a ese maldito gato súper alimentado a no
inspeccionar su vida privada, a él que le importaba a quién le había puesto el culo.

La cena era a una hora temprana, ya que cuando la luna estuviera en lo alto del cielo todos
estarían bajo su influencia. Baekhyun removió su comida de un lado para otro en el plato.
Respondía con monosílabos cuando alguien se acordaba de hablarle, aunque por lo general la
conversación entre los alfas era la que llevaba la batuta. Después del postre y el café, el joven
felino se sentía atrapado entre esas cuatro paredes. El gato quería correr, correr y correr tan lejos
como sus cuatro patas se los permitieran.

Baekhyun no era de los que bebían licor, pero la copa de vino junto a su

plato lo tentó, llevando la bebida a su boca, escuchó a lo lejos los aullidos de los lobos que ya
habían comenzado su carrera. Esos pulgosos no acostumbraban perder el tiempo con cenas ni
protocolos,

eran toda pasión e instintos. Recordando a Chanyeol, ahogó un gemido en su pecho.


Desviando la vista a la ventana, trató de ver más allá del bosque iluminado por la luna, trató de
descubrir al lobo engreído que le había robado el corazón y luego lo había pisoteado. Apretando
tan fuerte la copa, estuvo a punto de romperla.

-¿Estás bien? - preguntó el alfa de los tigres. A propósito Hajin lo había sentando justo al frente
de Baekhyun.

-¿Yo? - preguntó el joven felino, notando que él tigre cuyo nombre ni siquiera recordaba, le
hablaba por segunda o tercera vez.

-Pareces a punto de arrancarle la garganta a alguien- se burló su

pretendiente- solo espero que no sea a mí.

En ese momento Baekhyun recordó lo que su hermana le había dicho,

debía intentar ver si su gato aceptaba a un nuevo compañero, nada se perdía con intentar. Así
que le dedico una mirada coqueta al enorme tigre- solo si te lo llegas a merecer.

La luna brillaba en lo alto del cielo, los miembros de la manada de

gatos monteses ya habían cambiado a su forma animal, maullidos y

chillidos se escuchaban en el claro del bosque. Algunas hembras

caminaban por allí moviendo la cola de manera sensual, llamando la

atención de los chicos solteros. Los tigres que habían llegado de visita

estaban explorando las posibilidades con las felinas dispuestas.

Baekhyun observaba todo desde lo alto de un árbol, donde se había

escondido en un momento en que su padre y el alfa de los tigres se

descuidaron. Desde su posición elevada el gatito podía observar los límites que separaban el
territorio de los lobos y el los gatos monteses. De no ser por el enorme tigre que rugía sobre el
suelo, habría escapado de allí para buscar a Chanyeol, solo unos cuantos kilómetros, tan cerca y
tan lejos. Sin poder evitarlo, comenzó a maullar de una manera tan triste que hizo que varios
gatos se reunieran en la raíz del árbol.

El enorme tigre llegó espantando a los demás gatitos que observaban desde abajo. Su cuerpo
grande era tan imponente o más en su forma animal que como lo era sobre sus dos piernas. El
gato montés envió al diablo a la parte humana que trataba de convencerlo de darle una
oportunidad a ese miserable saco de pulgas. Chillando le mostró los dientes delgados, levantando
el pelaje de su lomo trató de parecer más grande. Si ese tigre se atrevía a subir a su árbol, él le
iba a arrancar la piel con sus garras.

El tigre tomó a mal el gesto del gatito, o quizás fue porque lo leyó correctamente, que de un salto
clavó sus garras en el tronco del árbol y comenzó a subir su pesado cuerpo por éste. Baekhyun
no se iba a amilanar, no por nada era conocido por ser toda una reina vengativa, así que
aprovechando que el felino estaba ocupado subiendo, saltó sobre la cabeza del enorme animal.
Antes de que su adversario pudiera reaccionar, Baekhyun le clavó las uñas tratando de hacer el
mayor daño posible mientras lo usaba como escalera para bajar del árbol.
Capítulo 13

[¡Hola! ¿Alguien más verá a los chinos hoy? Ya falta poco para que se presenten ;; espero que
les guste el capítulo y no haberme equivocado en adaptar.]

El tigre soltó su agarre del tronco del árbol, cayendo sobre el suelo del bosque. Furioso buscó la
pequeña figura del gatito, estaba cegado por

la cólera, la pequeña mierda lo había hecho sangrar y lo había retado

enfrente de la manada entera, era hora de que aprendiera lo que

conllevaba ser su pareja.

Un rugido de tigre se escuchó desgarrar la paz del bosque. Baekhyun paró su carrera entre los
árboles, levantando la cabecita peluda trató de ubicar desde donde venía la amenaza. El pequeño
felino tenía la seguridad de que si el enorme alfa lo atrapaba le haría mucho daño, al principio
estuvo cegado por una irracional cólera, ahora su sentido de la auto preservación le decía que
huyera lo más lejos que pudiera. Según las leyes animales, si eras tan valiente para retar a otro,
eras también el

responsable de defenderte, así que su padre no podría hacer nada para

evitar que se lo almorzaran, sin poner en compromiso la paz entre las manadas.

Olfateando el aire, Baekhyun sabía exactamente a donde ir. Sacando

las garras las usó para aumentar el agarre sobre el suelo del bosque, debía encontrar a su pareja,
él lo ayudaría. El pequeño gatito maullaba llamando a Chanyeol, las marcas de olor le dijeron que
ya había pasado la frontera de los lobos.

Aullidos se escuchaban por todas partes, Baekhyun estaba seguro de

que para ese momento no solo lo

cazaba un enorme tigre y sus

subalternos. Debía encontrar pronto a Chanyeol, con esa idea fija siguió

corriendo, devorando los kilómetros, como alma que lleva el diablo. Jamás había corrido tanto en
toda su vida, ni tampoco se había sentido tan cansado. Saltando entre la hierba alta se escondió,
mientras trataba de llenar sus pulmones de aire.

Fue en ese preciso momento en que el terrible mareo regresó, el

bosque entero comenzó a girar. Dejándose caer sobre el suelo del bosque, supo que su destino
estaba sellado. El tigre estaba muy cerca, podía escuchar como el enorme animal quebraba
ramas en su afán por despedazar al pequeño gatito que lo había retado frente a propios y
desconocidos. Con una sonrisa pensó que quizás era lo mejor que todo terminara así.

Un aullido de lobo respondió al rugido del tigre, eso fue lo último que Baekhyun escuchó antes de
caer en la inconsciencia.

Para Chanyeol el maldito día había sido un mierda desde que se levantó, conforme pasaban las
horas su lobo solo se ponía más rabioso cada vez. Cuando una hembra le sonrió al pasar por la
calle camino a la casa de su mejor amigo, el lobo le gruñó advirtiéndole que mantuviera las
distancias. No había llegado la hora del almuerzo cuando ya se había peleado con dos centinelas
que le preguntaron qué palo andaba metido en el culo. Lo peor de todo es que hasta el mismo
alfa de los lobos evitaba encontrarse en la misma habitación que su hijo.

Conforme el día iba pasando, Chanyeol estaba más intranquilo. Era cuestión de horas para que la
luna estuviera reinando en lo

alto del cielo. Los machos solteros sonreían libidinosos a las hembras disponibles, los que
estaban emparejados se ponían muy cariñosos preparando a sus parejas

para una noche loca. Solo el joven lobo estaba como en el limbo, por un lado no le tentaban las
mujeres de la manada y por otro su pareja no

estaba allí con él para ayudarle con su problemita de bolas azules. Eso solo aumentaba
exponencialmente su mal humor.

A la caída del sol todos los miembros de la manada de lobos se fueron reuniendo en el claro,
lejos de las miradas curiosas. Los cachorros

más jóvenes, los que todavía no tenían edad de estar en celo jugaban por allí sobre sus cuatro
patas, entre empujones y mordidas juguetonas le

daban un ambiente festivo al bosque.

Los cambia-formas que ya estaban en la edad de jugar a las manitas calientes se veían inquietos,
las feromonas saturaban el aire incitando a unos y otros a aparearse bajo la luz de la luna. El lobo
de Chanyeol se revolvían dentro del humano, esta sería su segunda luna como adulto y la
primera de muchas que pasaría sin su pareja. Las risas y las bromas, el bullicio normal de los
alegres lobos, eran como murmullos lejanos para los oídos del hijo del alfa. Apartándose de los
demás caminó hasta llegar bajo un frondoso árbol, sentándose en una de las raíces gruesas se
dedico a observar la preparación de todos antes de comenzar la feroz carrera a campo traviesa.

El aullido del lobo alfa hizo que todos dejaran de lado las conversaciones y los juegos, esa era la
señal para que hicieran el cambio invocando a

su forma animal. Aullidos y gruñidos llenaron el aire del bosque, la manada de lobos comenzó a
correr tras el más fuerte de sus miembros. Chanyeol corría justo detrás de su padre, tratando que
los instintos del animal de seguir al alfa fueran más fuertes que el de desviarse al territorio de los
gatos.

La carrera fue tal cual debía ser, los animales liberados bajo la luz de

la luna celebraban a la naturaleza que les daba cobijo y a la magia que

les permitía existir. Dejándose llevar por la conexión con los demás lobos su propia tristeza se
desvaneció revolviéndose con la emoción de la carrera entre los árboles.

Las patas fuertes de Chanyeol se detuvieron en seco, un dolor, como el de un golpe de mazo lo
hizo quedarse allí de pie, mientras los otros animales seguían con la carrera dejándolo atrás. Al
bajar su mirada casi espero ver una herida abierta en su amplio pecho peludo. Levantando la
nariz trató de descubrir en la brisa de la noche algún cambio que le dijera que sucedía, la
sensación de ser perseguido, de tener miedo lo hizo gruñir mostrando los filosos colmillos. Algo
andaba realmente mal. Dando la vuelta comenzó a correr atosigado por una misteriosa premura
que no podía explicar, lo único que tenía claro era que tenía que llegar y pronto.

La carrera estaba llevando a Chanyeol en dirección a la frontera que compartían con los gatos
monteses. Deteniéndose trató de reevaluar su situación, la sensación de necesitar llegar a algún
lugar lo estaba ahogando, la parte humana trataba de racionalizar, pero el lobo no lo dejaba

pensar mucho. La orden era clara "hay que llegar", repetía el lobo una y otra vez.

Saltando sobre un cumulo de troncos caídos se desvió hacia el oeste. Un rugido de tigre hizo que
Chanyeol gruñera, alguien había invadido su territorio, pero ese hecho no era lo que tenía tan
alterado al animal. Saltando sobre una gran roca que sobresalía de la tierra del bosque, trató de
buscar el objetivo de su carrera, el lobo sabía que estaba cerca. En otro momento la parte
humana y la animal se habrían comunicado mejor, pero desde la pérdida de la pareja, ambas
naturalezas se estaba separando.
-¡Miaaaau!....¡Miaaaaauuuuu! - Un maullido llenó el aire del bosque. Un pequeño gatito estaba
perdido en la zona de los lobos. La brisa nocturna llegó hasta Chanyeol revelándole lo que ya
sospechaba, Baekhyun estaba cerca, eso sería lo único que podía llevar al lobo a ese grado de
desesperación.

Siguiendo la pista que el olor a miedo le daba, buscó a su pareja entre la hierba alta. Estaba por
llegar al lugar donde se escondía el pequeño pastelito que olía a vainilla y a lobo, un aroma tan
suave que era casi imperceptible. Era su olor, el aroma se había impregnado en el

pequeño animalito. Eso llevó al lobo a aullar a la luna, su pareja estaba

marcada con su aroma, nadie podía separarlos ahora.

A escasos metros de su pequeña presa, el rugido de un tigre lo hizo

detenerse, el animal estaba demasiado cerca de su compañero. Mala suerte para el tigre.
Caminando hacia un pequeño claro entre los árboles, Chanyeol esperó al felino más grande que
corría como si estuviera en su propio

territorio.

Un enorme animal rallado apareció entre la hierba alta del bosque.

Ambos animales se saludaron mostrando los colmillos, la vista fija en su oponente. Chanyeol dio
un paso al frente, dejando claro que no estaba para juegos, si ese tigre no se daba la vuelta y
corría, iba a ver un baño de sangre, de sangre de tigre.

El felino no era un alfa por ser un lindo gatito, erizando el pelaje sacó las garras, ese lobo de
seguro había descubierto al pequeño felino. Estaba seguro de que el pulgoso mataría al pequeño
animalito apenas lo descubriera. El gruñido del tigre fue bajo, dejando a las claras que no se iría
de allí, pasar sobre el cadáver del lobo no era algo que le causara desvelo.

Los dos animales se midieron mutuamente, comenzaron a darse

vuelta buscando un punto débil en el retador. El tigre observó con el rabillo del ojo que la hierba,
donde estaba seguro se escondía Baekhyun, se movía. Al parecer el lobo también lo notó, ya que
sin medir consecuencias se abalanzo sobre el tigre. Una suerte que el enorme felino no era fácil
de tomar por sorpresa, la vida del pequeño gatito era su responsabilidad, con su actitud lo había
asustado haciéndolo correr al territorio de los lobos. Era su deber regresarlo sano y salvo a su
familia.

Bien era cierto que el lobo era un poco más pequeño que el tigre, pero no menos feroz.
Enfrascados en la pelea ambos animales buscaban hundir los colmillos en la garganta de su
contrincante. En un descuido del lobo, el tigre le dio un zarpazo en el lomo del que brotó una
buena cantidad de sangre, respondiendo a la agresión,

Baekhyun mordió la unión

entre la pata delantera y el dorso, haciendo chillar al enorme gato.

En la pelea había aplastado la hierba, quebrado un árbol, causaron

un estruendo tan grande que hasta las aves nocturnas dejaron el lugar por miedo a acabar en
medio de un fuego cruzado.

Baekhyun despertó asustado, el corazón se le iba a salir del pecho.

Desde su escondite entre la hierba escuchó los rugidos del tigre y los

gruñidos de un lobo, estaba en medio de una pelea de alfas. Estando en su forma animal sus
instintos eran muy claros, correr era lo mejor que podía hacer una criatura pequeña ante
semejante situación. Levantándose sobre sus cuatro patitas se dispuso a salir de allí
inmediatamente, justo cuando iba a comenzar a correr llegó el olor de su lobo, a la sangre de su
lobo, para ser más exactos.

Un chillido salió del hocico del pequeño gatito montes, bien él podía arañarle la existencia al lobo,
pero nadie le iba a poner una pata

encima a su pareja sin que él dijera algo al respecto. Saliendo de su

escondite se paró gruñendo todo lo alto y feroz que podía hacerlo una

criaturita que parecía un motita de pelo. Estaba cabreado y eso nada

tenía que ver con ser lindo.

Chanyeol ya tenía al tigre sobre su espalda en el suelo del bosque, estaba por clavarle los
colmillos al felino entrometido cuando vio salir a la cosita más linda y sexy sobre cuatro patitas,
que podía existir en el mundo. El tigre aprovechó el descuido para invertir posiciones, tomando
por la garganta al lobo se preparó para

matar al pulgoso, al menos ese era el plan hasta que sintió las filosas garritas del gato montés
sobre su lomo. Bien era cierto que no le ocasionaría una herida de muerte, pero de que dolía
como el infierno, de eso no tenía duda.
Con cuidado de no lastimar al gatito se apartó de un salto del lobo y

trató de sacudirse al minino malagradecido. El había estado tratando de salvar su fino culo y así
era como le pagaba el gesto. Cambiando a su forma humana el tigre se dispuso a pedir
explicaciones. El lobo tras Baekhyun hizo lo mismo, poco después el gatito montés imito la
acción.

- ¿Se puede saber por qué demonios me atacaste? - preguntó Sehun dejando saber con su tono
cuanto le molestaba el asunto.

Baekhyun se cruzó de brazos, arrugando el ceño le daba a su linda carita una apariencia
deliciosamente molesta - Por que el único que puede patearle el culo a ese lobo soy yo-
respondió señalando al hombre alto de cabello negro que lo miraba como idiota.

Chanyeol tuvo la decencia de sonrojarse, la verdad podía ser incomoda, pero no por eso dejaba
de ser cierta- Cazabas a mi pareja- acusó el lobo halando a sus brazos el tembloroso cuerpo
desnudo de su gatito. La desnudez era normal entre los cambia formas, pero eso no significaba
que a Chanyeol le gustara que ese tipo se quedara mirando el culo redondito de su pareja.

-Él no es tu pareja-, gruñó el tigre- él es mi prometido. Su padre me lo entregara después de esta


noche, él es mío.

El lobo apretó más el cuerpo pequeño de su pareja, protegiéndolo de las malas intensiones de
ese tigre

enajenado-. Para tomarlo tendrás que pasar sobre mí- habló con tal calma que hizo que el pene
de Baekhyun se endureciera. Le encantaba ese aspecto del alfa patea-culos.

Mientras los dos machos alfa discutían por quién se follaba esta noche al pequeño bocadito, ya el
gatito montés había hecho su elección. Rozando su pene contra el muslo de Chanyeol, comenzó
a ronronear de una manera descarada, quizás mañana se mordiera a sí mismo por su falta de
recato, pero esa noche era luna llena. Chanyeol le correspondió al descaro de Baekhyun
poniendo una mano en el culo firme, masajeándoselo suavemente, sin quitarle la vista de encima
al tigre sobre alimentado que tenía enfrente.

-Eres un maldito lobo-, escupió las palabras Sehun- él es un macho con aroma dulce. Él será mi
pareja como se acordó entre las manadas.

Un gruñido profundo salió del pecho de Chanyeol, ya no podía mantener a su lobo a raya -. Mejor
da la vuelta y sal de mi territorio-, sentenció el joven lobo- ya estás suficientemente advertido.
-No me iré sin el cachorro- aclaró Sehun señalando a Baekhyun.

Ahora fue el turno de Baekhyun de entrar en pánico- Yo no iré contigo- gritó el pequeño gatito- él
es mi pareja... No sé como sucedió, él no es un felino, ni un alfa, pero los dioses lo escogieron
para mí.

-Todavía no soy un alfa- aclaró Chanyeol dándole un suave beso en la frente al gatito- pero lo
seré en algunos años cuando mi padre me seda su lugar en la manada.

Un boquiabierto Sehun vio como el que hasta ahora había sido nada menos que malcriado,
caprichoso y malagradecido cachorro, se trasformaba a los pies del chico alto de cabello negro.
Maullando el gatito comenzó a restregarse por las piernas largas de su pareja. El lobo le dio una
última mirada amenazante al tigre, invoco su forma animal, tomó al gatito por el cuello como lo
haría una madre, y salió corriendo con su presa por entre los árboles del bosque.

Sehun miró la escena sin creérselo del todo, había sido prácticamente plantado por su prometido
y no podía decir que lo lamentara precisamente. Tener como compañero a una criatura de un
carácter tan cambiante no era para él, ya tenían suficientes problemas en su manada con su
maldito mal genio como para llevar a un gatito loco como pareja.
Capítulo 14

[Hola, espero que les guste esta cap, la verdad lo revise hace mucho tiempo, por lo que no sé si
me he equivocado en algo, si es así me disculpo. Pronto agregare el siguiente.]

Si un gato pudiera sonreír, la mueca que tenía ese gatito en la cara era una clara muestra de eso.
Una vocecilla le decía que tenía que sentirse ofendido por ser llevado como si todavía fuera un
cachorro, ser tomado por la piel de la nuca por el hocico de su amante no era algo como para
sentirse orgulloso. Baekhyun soportó ser llevado en el hocico por el chucho con la mayor

dignidad que le fue posible, aunque el viaje lo estaba mareando en demasía. Su estomago
comenzó a revolverse, la contracción que le avisaba que estaba a punto de perder lo poco de la
cena que había logrado tragar, lo hizo chillar de un modo poco elegante.

Asustado Chanyeol puso sobre el manto de hojas del bosque a su pequeño tesoro. Los ojos
dorados de lobo no perdían detalle de la extraña manera en que el gatito se puso de pie sobre
sus cuatro patitas, se veía igual que los humanos cuando bebían más licor de la cuenta.
Levantando las orejas el enorme lobo comenzó a gruñirle a la muralla de árboles, estaba por
volverse sobre sus pasos para patearle el culo al tigre por haberle hecho daño a su pareja. El
gatito parecía enfermo.

-¡Miaaaau! - fue más un susurro que un maullido. Un aterrado lobo vio como su delicada pareja
vomitaba mientras lloriqueaba avergonzado.

Chanyeol quería regresar a su forma humana, pero el lobo no se lo permitió. Ya los humanos
habían hecho suficientes estupideces como para cederles

terreno, de este asunto se encargaría el lobo. Estaba en su lucha interna cuando vio que el gatito
dejo de estar enfermo, es más, después de todo el desastre que había hecho sobre el suelo, se
veía mucho mejor.

El gatito se alejó de la suciedad, levantando su carita peluda miro

tímidamente al lobo que sentado lo observaba con una seriedad que le erizó los pelos de la nuca.

-¡Miiiiau! - coqueteó el gatito tratando de cambiarle la expresión del enorme lobo que lo miraba
bastante enfadado. Ni siquiera el reinado de la luna llena sobre el cielo y la excitación de ambos
parecía borrarle esa mirada demasiada calculadora al chucho. Así que como todo minino que se
preciara de serlo, comenzó a ronronear mientras movía su larga cola de un modo bastante
sugestivo. Resopló enfadado cuando vio que no podía hacer reaccionar al animal testarudo.

Cuando ya Baekhyun se estaba dando por vencido, el lobo decidió levantarse y caminar
alrededor del gatito. Chanyeol se veía muy concentrado, así que el gato montés decidió quedarse
allí de pie, soportando el escrutinio como el malcriado que era. A la menor provocación le
enseñaría en carne propia lo que el tigre había sentido cuando sus garras felinas le habían
traspasado la piel de la espalda. Qué se anduviera con cuidado el pulgoso.

Baekhyun estaba incomodo, el lobo ahora le olfateaba la carita peluda, luego el cuello hasta bajar
a su lomo, y cuando comenzó a bajar más de lo decoroso, le dio un zarpazo para recordarle que
había ciertas costumbres caninas con las que él no concordaba.

El lobo de inmediato dio marcha

atrás, justo cuando Baekhyun pensó que todo ese extraño asunto llegaba a su fin, el lobo
comenzó a lamerlo como si se lo fuera a comer. Eso si era ir demasiado lejos, bufando dejó salir
el aire de sus pulmones, mostrándole los colmillos al lobo, le dejó claro que más le valía que se
dejara de cosas raras.

Contrario a lo que Baekhyun pudo haberse imaginado, el lobo se veía emocionado, exultante.
Comenzó a correr a su alrededor y a mover la

cola mientras hacía ruiditos de perro feliz. El felino estaba por convocar a

su forma humana y pedir explicaciones, cuando las fauces del lobo lo tomaron por la piel de la
nuca y se lo llevo sin hacer caso de sus chillidos. Después de un rato Baekhyun decidió darle una
pausa a la lucha, si seguía en eso lo único que ganaría sería enfermarse de nuevo. Vomitar como
un gato envenenado no era muy sexy si querías que te dieran una buena revolcada bajo la luz de
la luna.

El lobo caminó un buen trecho, por las luces de la fogatas pudo notar que pasaban de largo del
sitio de reunión donde de seguro los animales se encontraban para su carrera mensual. Todavía
siguieron un buen trecho hasta llegar a una casa grande de madera.

Chanyeol se detuvo un momento, sin soltar a su presa, que todavía

sostenía por la piel del cuello, empujó la puerta de entrada con el peso de su cuerpo. El olfato de
Baekhyun le dijo que allí pasaba mucho de su tiempo el lobo, la casa olía a él y a otros de su
clase. El pequeño gatito se entretenía observando los sencillos muebles de la sala, la rustica
mesa y las pesadas

sillas, mientras era

llevado a quién sabe dónde.


Justo cuando Baekhyun estaba a punto de perder la poca paciencia de la que era capaz, el
pulgoso lo introdujo a una habitación, dándole un empujón a la puerta la volvió a cerrar
empujándola con su cabeza peluda. El felino dejo salir un suspiro de alivio cuando por fin el lobo
lo deposito en una cama suave. Sin poderlo evitar comenzó a ronronear restregándose contra las
mantas que cubrían la cama. Por el aroma sabía que esa era la habitación de su pareja y quería
marcar con su olor el lugar para que todos supieran que ese estaba tomado.

Chanyeol lo dejo hacer sus cosas por un rato, cuando estuvo seguro de que toda su cama olía a
gatito, invocó a su forma humana. Baekhyun imito el gesto, quedando totalmente desnudo
sentado sobre las mantas blancas de la cama.

El lobo ahora en su forma humana se sentó junto al pequeño hombre que le había robado la
razón. Cuando vio que Baekhyun abrió la boca para decir algo, lo silenció con un suave beso
sobre esos labios rosados.

-Después de todo resultaste más sabio que yo- susurró Chanyeol mientras prodigaba de
pequeños besos las finas facciones de su pareja que ya estaba en su piel humana- déjame
hacerte el amor esta noche y mañana me riñes.

El gatito dejó salir un suspiro, sin poder ocultar su tristeza- Hazme el amor esta noche, por qué se
que mañana me devolverás con mi padre. Él me obligará a casarme con el tigre que viste hoy-
Lágrimas gruesas comenzaron a escaparse de los ojos azules del felino - por más que seas mi
pareja yo no le seré infiel al tigre

una vez que él me lleve. Sé que no me quieres, pero yo no puedo evitar que...

Un gruñido que hizo vibrar los vidrios de la ventana, salió del pecho de Chanyeol. Baekhyun se
apartó del lobo para mirarlo a los ojos. El depredador se asomaba a través de los iris del humano
-. No regresarás con tu padre- habló fuerte y claro Chanyeol- ahora que estás conmigo te
quedarás aquí quieras o no. Eres mi pareja y esperas un hijo mío, ese es un lazo que los mismos
dioses respetan. Nadie se atreverá a separarnos ahora.

Los grandes ojos azules de Baekhyun se abrieron tanto que parecían dos enormes lagos. La
palidez fue el color que tomo la piel color crema del gatito- No me jodas- logró balbucear
Baekhyun-, con eso no se juega-. Se considero a sí mismo casi un héroe al no haberse
desmayado ante semejante estupidez.

La sonrisa lenta del moreno solo hizo que el gato montés se asustara aún más-¿No estás
bromeando? -chilló Baekhyun de un modo poco masculino- ¿Verdad? - El lobo simplemente lo
negó con un movimiento de cabeza.

Unos labios tiernos se posaron sobre la boca del gatito-. ¿No lo sabías? - pregunto lo obvio
Chanyeol.

-¿Cómo lo sabes? - Escondió su cara contra el pecho solido de su pareja- ¿Cómo puedes saber
lo que ni yo mismo sé?... En mi casa lo habrían notado.

Chanyeol sonrió, abrazando al gatito le acarició con una mano el cabello

rubio mientras con la otra formaba círculos en la esbelta espalda- Puedo percibir tu olor dulce, tu
aroma me enloquece, me llama a tomarte, pero también tienes otro aroma- Baekhyun apartó su
cabeza

del pecho tibio para mirar a los ojos del hombre más alto, Chanyeol le dio un casto beso en la
frente y continuó- hueles a cachorro. Tienes un suave aroma a bebé.

-¿Y por qué nadie más lo nota? - insistió, todavía no estaba muy convencido. En un acto reflejo
poso las manos sobre su vientre plano.

-Porqué esperas el hijo de un macho alfa, la naturaleza previene que alguien ataque a mi
descendencia antes de que yo este informado de que tan siquiera existe. Sólo el padre de la
criatura, además del gestante, puede saber de la existencia del nuevo ser. Tú olor cambia, pero
no pueden saber a ciencia cierta lo que pasa.

-Por eso he estado tan enfermo-, no pudo evitar sonreír Baekhyun-

siempre estaba tan cansado, me mareaba, en las mañanas acababa vomitando hasta el alma en
el baño.

-¿Es la razón por la qué estás tan delgado? - pregunto Chanyeol tornándose serio- ¿Alguien te
lastimo por haberte apareado conmigo?

-¡No! - Aclaró de inmediato Baekhyun- solo se lo dije a mi hermana y ella me apoyo bastante. De
no ser por ella no sé lo que hubiera hecho...Mi pareja me repudió y mi familia insistía en traer
machos para que escogiera a un compañero.

El abrazo de Chanyeol envolvió por completo a Baekhyun-. Fui un idiota, creí que con tu familia
estarías mejor y mira como te encuentro... De ahora en adelante cuidaré de ti.

Baekhyun se dejó abrazar, pero levanto una ceja cuando notó algo bastante curioso. El caso es
que el lobo no le había preguntado en ningún momento su opinión -. ¿Ya preguntaste sí quiero
que me cuides?

La
carcajada del lobo irritó sobre manera a Baekhyun, empujándolo se

liberó de la protección de los sólidos brazos de su pareja-¡Eres un engreído! - apuntó con un dedo
al bruto que estaba allí sentado, pareciendo un adonis, de lo más tentador.

-Mira, pareja- puntualizó Chanyeol- llegado a mi cama ya no te libras de esta. Chilla, patea, grita,
haz lo que se te antoje, pero te amo demasiado para no tenerte cerca por el resto de mi vida-
ampliando la sonrisa, agregó- además, sé que te gusto, así que no te quejes.

El primer impulso de Baekhyun fue arañarlo por idiota, pero pudo más la sonrisa que se dibujo en
su rostro. Era un gatito coqueto y de eso no había ninguna duda. Arrodillándose sobre la cama
comenzó a caminar de ese modo hasta quedar junto a su pareja, luego paso una pierna sobre los
muslos de Chanyeol. Ya muy bien sentadito sobre la dureza del lobo, comenzó a rosar su pene
contra el del hombre que le servía de silla.

-¿Qué haces? - hizo la pregunta estúpida el lobo cuando ya comenzaba a sentir el cosquilleo que
anunciaba un orgasmo.

-Trato de recordar por qué me gustas tanto- habló mientras rodeaba por el cuello con sus brazos
a Chanyeol sin dejar de subir y bajar en un roce constante de penes -Hazme el amor esta noche,
dejaré para mañana el patearte el culo por haberme abandonado durante todo un mes.

Chanyeol jamás había estado tan de acuerdo con nadie en toda su maldita vida. Claro que le iba
a dar la revolcada del siglo a ese pequeño malcriado-.No sabes lo que estas pidiendo- advirtió el
lobo mientras una mano bajaba por

la espalda hasta posarse en el culo de su pareja- aunque creo que es mejor hacerte una
demostración en lugar de darte la charla-.Con una sonrisa maliciosa, agregó- solo te pido que
mañana no te quejes.

Sin darle tiempo a procesar las palabras, Baekhyun fue empujado contra la cama y sus piernas
abiertas de un modo bastante exhibicionista.

Sonriendo el felino le dejó ver al lobo que esperaba ver algo de acción esa

noche, subiendo las manos sobre su cabeza se quedo allí quietecito, disfrutando de la mirada
aprobatoria del hombre que se acomodaba

entre sus muslos.

Chanyeol tuvo que tragar toda la saliva que se le acumulaba en la boca, su pequeña pareja era
magnífica, era todo y más de lo que había soñado. La dulce deidad estaba acostado entre su
ropa de cama, con la cabeza rubia sobre la almohada, tan desnudo como se podía estar teniendo
la piel puesta. El joven alfa se sentía el hombre más afortunado que existía sobre la faz de la
tierra. Recorriendo con la mirada superviso todo ese delicioso territorio, la piel blanca era
inmaculada, los pezones de un rosa tierno, el vientre plano con músculos marcados y más abajo,
un pene que ya se levantaba pidiendo se le prestara atención.

Un gruñido depredador salió del lobo hombre, apretando los ojos se movió despacio sin perder de
vista cada expresión en el rostro de su gatito goloso, sabiéndose bien recibido, bajó lentamente
hasta situarse sobre el pene que pedía a gritos algo de mimos.

Baekhyun se sentía en la gloria, de seguro había muerto e ido al cielo, el enorme macho estaba
con la cara sobre su sexo

y lo lamía despacio como si fuera una golosina sabrosa. Sin poderlo evitar dirigió sus manos
hacía la cabeza de cabellos negros que se movía rítmicamente mientras se introducía de poco a
poco el pene que tenía enfrente.

-No te detengas-, gimió Baekhyun al sentir como su pene era devorado por el lobo feroz- Se
siente tan bien que da miedo.

El lobo comenzó a gruñir, causando que la vibración en la garganta

provocara un placer en el felino que era casi asfixiante- ¡Voy a venirme!

-Gritó justo antes de vaciar su semen en la boca de Chanyeol, el cual lo tragó haciendo gestos
golosos.

Eres delicioso -susurró Chanyeol mientras gateaba cubriendo el cuerpo más pequeño bajo él.
Baekhyun tembló al ver la necesidad en los ojos del depredador, sabía a ciencia cierta que al
llegar la mañana no iba a quedar mucho de él, ese malvado lobo se lo iba a comer de a poquito y
él se lo iba a permitir gustoso.

-¡Te amo! - Se le salió la confesión mientras un robusto dedo lubricado exploraba despacio en su
entrada más intima- te extrañe tanto.

-Y yo a ti, amor- habló mientras besaba la boquita rosa, despacio

comenzó a bajar por el cuello de gacela hasta llegar a una de las tetillas erectas- Eres magnifico,
de hoy en adelante estarás siempre conmigo aunque todo el mundo esté en contra de la idea.

Baekhyun dejó salir un suspiro de enamorado, amaba como ese lobo sabía tocar su cuerpo
arrancándole gemidos necesitados. Era un piano en las manos de un maestro. Entre besos y
caricias ya tenía tres dedos dentro del culo, había llegado a ese punto donde esa no era la carne
que quería enterrada dentro suyo.

-Entra-, suplicó sin ninguna vergüenza- te necesito.

El lobo le dio un beso travieso en la boca antes de retirarse. Arrodillándose entre las piernas
abiertas de su pareja, le sonrió de un modo tan tierno que a Baekhyun se le termino de derretir el
corazón.

Las manos grandes de Chanyeol se posaron sobre el vientre plano de Baekhyun -. Aquí esta-,
habló con tanta reverencia que al felino se le llenaron los ojos de lágrimas- nuestro hijo crece
dentro de ti.
Capítulo 15

[Hola, espero que les haya gustado el capítulo anterior y que les guste este. Si hay alguno error
me disculpo y hoy sabrán quienes siguen la historia, varios estarán decepcionados, pero mi
hermana me lo pidió, so, no hay nada que hacer.]

Con tanta ternura como le fue posible, el lobo acarició los costados

de su gatito, el chico lo miraba con tanto amor, que lo hizo sentir capaz de bajar la luna sólo para
que su pareja sonriera. Poniendo una almohada bajo las caderas de Baekhyun, trató de que la
penetración fuera todo lo

cómoda posible para el padre y el bebé. Abriendo más los muslos del

joven gato, acomodó su pene en la estrecha entrada. Sin perder de vista

los ojos azules que lo miraban, se introdujo lentamente, arrancándo un

gemido a ambos.

-Eres tan grande- reconoció Baekhyun arqueando la espalda, la

sensación de estar lleno era mejor de cómo la recordaba.

-Tienes que decirme si les hago daño- advirtió Chanyeol mientras se empujaba con suaves
movimientos tentativos, un buen guerrero sabía que siempre había que explorar la zona para
saber qué estrategia usar. Al ver como Baekhyun enrollaba las piernas alrededor de su cintura,
supo que el

gatito estaba para más, así que se lo dio.

Los ruiditos de placer llenaban la atmosfera de la modesta

habitación del lobo. Chanyeol sabía que había llegado a casa, las manos

pequeñas del gatito se sostenían de sus hombros mientras él lo penetraba cada vez con más
fuerza, siempre vigilando la más mínima muestra de malestar en los ojos azules.

Baekhyun gritó

el nombre de su pareja manchando su vientre con el


resultado del más hermoso orgasmo. El lobo le mordía el hombro mientras el felino imitaba el
gesto, ahora ambos estaban unidos por un lazo que ni siquiera la misma muerte podía separar.
Según las historias de los viejos, las almas se unían y al renacer volvían a encontrarse.

Al apartarse de su pareja, Chanyeol encontró que su dulce gatito se

había quedado dormido. Con cuidado de no despertarlo se puso de pie, fue al baño, allí tomó una
toalla y la humedeció con agua tibia. Con más ternura de la que alguna vez pensó sería capaz,
limpió al cachorro, luego lo arropó entre las sabanas de su cama. Con una sonrisa en el rostro,
una

que llevaba casi un mes de no mostrar, se acostó abrazando a su pareja. Al amanecer tendrían
que enfrentar muchas cosas, la mayoría no serían buenas, pero con el apoyo de su pequeño
gatito sabía que podía hacerle frente a lo que viniera.

Sehun quedó en medio del bosque observando con la boca abierta

el lugar por donde el lobo se había marchado llevándose consigo a su

supuesta pareja, que ahora sabía era un chico comprometido con otro.

Decidido a obtener algunas explicaciones, dio la vuelta para enfrentar al alfa de los gatos, había
sido engañado y alguien tendría que pagar por ello. Dado que las parejas enlazadas eran algo
sagrado, la responsabilidad recaería en el padre que fue quién formalizó el contrato.

Invocando su naturaleza animal, Sehun salió de allí con un trote rápido. La luna en el cielo brillaba
como una gran moneda de plata, el tigre

sabía que esta noche de luna era asunto perdido para él. Lo mejor sería dejar para la mañana
cualquier discusión con el otro alfa, para todo había un momento y un lugar. Sin encontrarse con
ningún otro lobo, cruzó la frontera. Llegado al territorio de los gatos monteses, aligeró el paso.

Resoplando molesto siguió su camino, tenía planeado llegar a su camioneta y tomar algo de ropa,
de nada servía seguir dando vueltas por allí. Estaba en esos profundos pensamientos cuando
sintió que algo chocó contra él. Tan fuerte fue el golpe que lo hizo dar uno o dos pasos atrás.
Sacudiendo su cabeza alejó el zumbido que le quedó, al enfocar la vista se encontró con una
cosita peluda que no había tenido tanta suerte como él.

El pequeño felino trató de levantarse, lástima que sus patitas no le hicieron caso. Una vez que
logró ponerse sobre sus cuatro extremidades, levantó la cabeza para ver la montaña con la que
había chocado, no recordaba que hubiera ninguna roca tan inmensa por allí. Al ver que se había
dado de frente con el tigre, y no solo el tigre, sino que con el alfa de la manada más temida de
toda la región. El alfa Sehun miraba con los ojos entrecerrados a la pequeña mierda imprudente
que en su carrera no lo había notado.

Yixing tembló de pies a cabeza, una suerte que en su forma felina no

se le pudiera notar el rubor bajo tanto pelaje. Estaba seguro que el enorme animal se lo iba a
comer de un bocado. Asustado como no lo había estado nunca, soltó carrera, una pena que la
fornida pata de tigre lo prensara por la cola. Chillando hizo lo que nunca

creyó que sería capaz de hacer, mordió la pata peluda del tigre, por desgracia el enorme animal
ni se inmuto.

Sehun pasó de enojado a divertido, ese pequeño gatito era toda una monada. A pesar de ser
pequeño y apestar a miedo, no se daba por vencido enfrentándose a su predador, aun a
sabiendas de que era una batalla perdida. Recordando como el lobo llevó entre sus fauces a
Baekhyun, decidió que ese método de transporte se amoldaría muy bien a la ocasión que ahora
se le presentaba. Tomando por la piel del cuello al cachorro, decidió llevarlo a la casa del alfa, ya
que reconoció en él, al más joven de sus hijos. Con el pensamiento de que quizás todo el asunto
no había sido en vano, se dirigió a renegociar el contrato matrimonial.

Baekhyun se sentía como en una nube, su tercera noche de luna había

sido aún mejor que la segunda. Su cuerpo había aceptado gustoso al del otro hombre que le
había penetrado sin contemplaciones, llevándolos a ambos un frenesí de placer que no creía
posible ni aunque viviera mil años. Se sentía tan descansado como no lo había estado en días,
negándose a abrir los ojos se acurruco mimosamente en los brazos fuertes de su pareja.

El sonido de la puerta al abrirse hizo que Baekhyun pensara seriamente

en abrir los ojos, a la larga se inclinó a pensar que todavía estaba soñando. Así que no se
molesto en moverse, la piel de Chanyeol era tibia y las mantas que los cubrían lo hacían sentir
mejor que en la cama de su propia habitación.

-¡Qué demonios! - El grito de un hombre hizo que la pareja se

sentara de

golpe, dejando caer las mantas que los cubrían hasta su

regazo.

Baekhyun abrió los ojos azules como platos, en el marco de la puerta estaba un desconocido que
era una copia unos años mayor que su pareja. Aceptando el abrazo de su Chanyeol, dejó que
este le protegiera de la furia que claramente sentía el invasor en la puerta.

-¡Padre! - Habló Chanyeol arrugando el ceño- ¿No crees que sería un signo de buena educación
tocar la puerta antes de casi tirarla abajo?

En ese momento Baekhyun tuvo claro lo que ya se estaba imaginando, ese hombre era el temido
alfa de los lobos. Los ojos dorados, la altura de más de dos metros, el cabello negro corto hasta
las orejas, la piel ligeramente dorada, todas características que ese gigante compartía con el
hombre que lo abrazaba en una actitud claramente protectora.

-¿Usted es el padre de Chanyeol? - Preguntó Baekhyun con la intensión de confirmar lo evidente.

-Sí, niño-se cruzó de brazos el alfa, sin apartar la vista del par de

sinvergüenzas que estaban tan cómodos uno en brazos del otro- ¿Ahora dime tú qué haces en mi
casa en la cama de mi hijo?

El felino no era del tipo muy racional cuando se enfadaba-. ¿De verdad quiere que se lo
explique?- se ofuscó Baekhyun, de seguro la altura le había enfriado el cerebro a su, ahora,
suegro.

-¡Gato malcriado! - Gritó el Alfa, conteniéndose a mil costos de

patearle el trasero a ese proyecto de hombre.

Por mucho que Chanyeol se estuviera divirtiendo con el desconcierto de su padre y el enfado de
su pareja, más valía detener

las cosas antes de que pasaran a arañazos y mordidas.

-Padre-, llamó la atención sobre sí mismo el lobo. Dándole un beso

en la frente al felino para tranquilizarlo, decidió aclararle las cosas a su padre- pensaba
presentártelo en otras circunstancias, ya sabes, con algo más de ropa encima, pero ya que
irrumpiste en nuestra habitación, te lo diré sin tanta ceremonia: Aquí estás viendo a mi pareja, tu
yerno y padre gestante de tus nietos.

La palidez del gran y malvado lobo fue casi cómica, sino fuera porque Baekhyun estuviera tan
asustado de cómo iban las cosas. El hombre tomó aire unas dos veces, cuadró los hombros,
después de un breve silencio, propuso- tomen un baño y vístanse, voy a preparar el desayuno.
Tenemos que hablar.

La puerta se cerró tras el alfa que salía, dejando a la pareja sola en la habitación.

-Tranquilo, amor-. Le dio un tierno beso en la boquita entreabierta

de su gatito- él te amará tanto como yo... Puede que gruña un poco y ladre otro tanto, pero él no
le negará acogida a un nieto suyo.

-¿Y si quiere separarnos?- gimió Baekhyun. Él podría enfrentarse a

cualquier cosa, pero no quería negarle a su pareja el estar con los suyos.

Leyendo los pensamientos que se escondían tras los grandes ojos

azules de su amor, el lobo le sonrió- Tu eres mi familia ahora. Si papá y la manada me dan la
espalda, me dolería, aunque no quedaría solo. Tú, el bebé y yo formaríamos una pequeña
manada.

-¿Estás seguro? - tomó las manos de su lobo, aprontándolas fuerte entre las suyas más

pequeñas- Sé que los lobos necesitan de otros. Ustedes no pueden sobrevivir solos.

-Estoy seguro, amor. Papá lo sabe y tendrá que tomar una decisión,

yo ya tomé la mía... Además, estoy apostando sobre seguro, el hecho de que ya estés preñado
de mis crías quiere decir que nuestro

emparejamiento es reconocido por los dioses.

Baekhyun estaba tan preocupado con todo el asunto con el alfa que se

olvido del pequeño malestar mañanero. Sin tomar medidas de prevención se puso de pie de un
salto cuando la mano pesada de Chanyeol golpeo su trasero.

-¡Baekhyun! - Gritó el lobo, logrando rodear con sus brazos el cuerpo más pequeño, evitando que
se diera contra el suelo-¿Estás bien?...¿Te lastime?... ¡Demonios!... Tenía que haber sabido que
hacerte el amor así solo te causaría daño...

Apenas el mundo dejó de girar, Baekhyun le sonrió condescendiente- Tranquilo, esto es cosa de
todas las mañanas desde hace unas semanas-, diciendo esto corrió al baño. Lo que le servía de
consuelo era saber que después de que vomitara el malestar desaparecía casi por completo.
Le llevó bastante rato convencer al lobo que se encontraba bien, que llevaba días de no sentirse
tan animado como se sentía esa mañana, cuando por fin sabía cuál era la causa de sus
malestares. El baño fue un cumulo de actos traviesos y tiernos. Baekhyun se decía a cada
momento que tenía que enojarse con el lobo por haberlo abandonado durante tantas

semanas, la decisión de hacerlo nunca llegó. Ya había probado lo que era vivir sin su pareja, eso
era algo por lo que no quería pasar nuevamente.

Chanyeol se vistió con un viejo pantalón vaquero de azul desteñido en los muslos, una camiseta
sin mangas que marcaba los músculos del pecho y los abdominales de tableta. Baekhyun se
entretuvo mirando el culo de su pareja cuando este se agachó para calzarse sus zapatos. El color
tiñó sus

mejillas, se estaba convirtiendo en un adicto al hombre.

-Si ya te cansaste de andar de mirón- le dedicó un guiño travieso Chanyeol, a su avergonzada


pareja- quizás sea bueno que te pongas algo de ropa encima, o voy a pensar que me estas
insinuando algo.

En reacción Baekhyun corrió hasta el otro lado de la pequeña habitación, se puso unos
pantalones de piyama que le quedaban nadando y una vieja camiseta gris que casi le quedaba
como vestido- Creo que esto no es buena idea-, se quejó el gatito haciendo un

puchero-tu ropa me queda demasiado grande.

-Vamos, amor- tomó de la mano a su pequeña pareja- tú te verías lindo con cualquier trapo
encima, aunque hay que admitir que te ves mejor sin nada.

El sonrojo del gatito le sacó una carcajada a Chanyeol, habían pasado dos acaloradas noches de
luna y para confirmar el hecho, estaba esperando un hijo suyo, al lobo le pareció tierno que al
chico todavía se le tiñeran las mejillas de rojo carmín.

-¡Te amo! - Confesó una vez más el lobo-. Promete que pase lo que pase nunca me
abandonaras- pidió con una expresión grave en el rostro-. Dime que siempre estarás conmigo.

-Siempre-, parándose en puntillas le dio un beso al hombre más

alto-.Ahora somos una pequeña familia, algo extraña, pero familia.

El olor de huevos recién hechos, tocino friéndose en el sartén y el seductor aroma del café,
acabaron sacando a los chicos de la habitación.
Capítulo 16

[Lamento demorar, espero que le guste mucho el capítulo y ya queda cada vez menos para el
final, cuatro capítulos mas.]

Baekhyun se dejó guiar por su pareja hasta la pesada mesa de aspecto rústico. Sentándose en la
silla que su pareja le ofreció se sintió como en casa. Chanyeol se acomodó junto a él, se tomaron
de las manos esperando lo que estaba por venir.

-¡Coman!- Fue la orden del alfa a los chicos- siempre es mejor discutir las cosas importantes
cuando se tiene el estomago lleno.

Chanyeol y Baekhyun se miraron, con una sonrisa decidieron hacerle caso al alfa. Estaban por el
segundo plato cuando Chanyeol decidió romper el silencio- ¿Nos podremos quedar?

Siwon terminó de tomarse el café, limpiándose con una servilleta, se tomó su tiempo para hablar-
¿Saben lo que están haciendo?

-No más que cuando secuestraste a mi madre, ya sabes, la vez que tu querido suegro te envió a
la mierda por tan solo soñar con aparearte con su hija- sonrió con aires de suficiencia el joven
lobo al ver el ceño fruncido de su padre-. Fue una suerte que siempre hayas sabido luchar por lo
qué amas. Sólo espero ser tan valiente como tú lo fuiste, padre.

El alfa bufo ofuscado -. Eso no es jugar limpio-, se quejó el hombre mayor ante las artimañas de
su hijo- pero hay que admitir que tu pareja se ve lindo.

-No soy lindo-, le tocó esta vez a Baekhyun arrugar la frente- mi forma animal es tan salvaje o
más que la tuya. No soy un gato de compañía.

La carcajada del enorme alfa hizo que ambos chicos se miraran confundidos.

-Creo que ya

ustedes tienen todo resuelto-, habló el alfa apenas pudo terminar de reírse- por respeto al padre
del chico voy a llamarlo por teléfono para informarle de la situación. El gato se queda con
nosotros.

La joven pareja se abrazó, ya tenían la mitad de los problemas resueltos...

-Hijo mío, yo que tu no me reiría-, le guiño un ojo el viejo lobo- si piensas que todo es follar y
comer, estas muy equivocado. Lo primero que tendrás que hacer después de hablar con el padre
del gatito, será hacerle unos arreglos a la cabaña que esta junto al lago. Recuerda que pronto
tendrán a su cachorro, así que más vale que te apures a mover el culo, por que cuando la cría
nazca ya tendrás que tenerle arreglado el techo a la cabaña, y agenciado una cunita.

Si el alfa pretendía hacer entrar en razón al par de cachorros enamorados, no tuvo mucho éxito,
ya que los chicos se abrazaban y

besaban con tal ternura, que supo que tendría que buscar el mismo los malditos clavos para
ayudarle a su joven hijo.

El resto del día fue confuso para Baekhyun, la llamada de su suegro a su padre fue un cumulo de
gritos y amenazas. Al parecer el padre de Baekhyun no se estaba creyendo en nada toda esa
historia de pareja mixta y de cachorros en camino.

Chanyeol estaba sentado a la mesa junto a su padre, escuchando como el Alfa de los gatos
monteses despotricaba todo tipo de amenazas, una suerte que Baekhyun estuviera tomando una
pequeña siesta después del desayuno, por insistencia de su suegro.

-¿Qué vamos a hacer? - Preguntó Chanyeol sin poder disimular su preocupación.

El hombre mayor se tomó su tiempo para responder, mirando fijamente a su hijo, le respondió con
otra pregunta - ¿Estás seguro de que tu pareja está preñada?

-Sí-, fue la categórica respuesta-. El huele diferente, tiene un aroma que emana de él, pero no es
de él. Baekhyun espera a mi cachorro, estoy seguro de eso, padre.

Siwon asintió con un movimiento de cabeza-. Entonces no hay más de que hablar- se encogió de
hombros restándole importancia a la

situación- en menos de una semana será el concilio de manadas. Allí el Consejo de cambia-
formas tomará la declaración de si tu pareja está esperando un cachorro, lo cual invalidará
cualquier protesta de tu querido suegro acerca de que lo tenemos retenido contra su voluntad.

-¿Cómo crees que se lo tomará nuestra manada? - La duda le estaba molestando a Chanyeol-
porque te juro que si lo miran de mala manera voy a arrancarle la piel al que se atreva...-La risa
ronca del alfa dejo algo descolocado a Chanyeol- ¿Qué es lo gracioso?... Si se puede saber.

Una vez logró calmar las carcajadas, Siwon decidió explicarse- creo que después de las muestras
de fuerza que les has dado a la mayoría de los machos de la manada, dudo mucho que alguien
se atreva a respirar cerca de tu compañero por miedo a que vayas y patees su culo hasta hacerlo
salir por sus orejas.

Baekhyun estaba feliz, lo único que le preocupaba era la reacción de su padre, casi podía
escuchar los gritos del hombre cuando se enterara de su fuga con el lobo. Tenía toda su fe
puesta en que en cuanto se enterará de que estaba preñado se terminara

de convencer de que los dioses le habían dado por pareja a un lobo. Dejándose llevar por un
cómodo sueño, decidió obedecer la orden de su pareja y descansar, después de tantas
emociones, tanto él como su bebé, necesitaban relajarse un poco.

Un beso en su frente lo hizo abrir los ojos, sonriendo se hizo el rogado abrazando su cabecera-
¡Hola, amor! - saludó a Chanyeol mientras se estiraba bajo las mantas. Amaba lo bien qué olía
todo en ese lugar, todo olía a su pareja. Su felino interno estaba tan feliz que ahora solo se
concentraban en el bienestar del cachorro que crecía en su vientre.

-¿Tienes hambre, amor? - lo tentó Chanyeol, él era la razón que lo llevaría a levantarse cada
mañana de su vida.

Baekhyun suspiró, estaba tan feliz que no sabía si su corazón podría resistirlo. Sentándose dejó
que las lágrimas salieran de sus ojos sin tratar de detenerlas, ahora sabía que sus cambios de
humor eran por el bebé, estaba decidido a disfrutar de todo, hasta de eso.

-¿Estás bien? - la voz preocupada del lobo hizo que más lágrimas salieran de la alegría del gatito-
¿Estás enfermo? - Estaba por salir a pedir auxilio cuando un beso desesperado de su pequeña
pareja hizo que por fin Chanyeol se callara de una puta vez. Dejándose empujar sobre la cama,
Baekhyun disfrutó del calor del cuerpo de su hombre.

Unos golpes pesados en la puerta, hizo que la parejita calentona se separara. Gruñendo
Chanyeol espero a ver quién se atrevía a importunar- ¡Pase!

La puerta se abrió, dando paso al alfa y la partera de la manada. La mujer era una dama

rellenita de carnes, baja de estatura, su cara adornada con una sonrisa maternal que de
inmediato le gustó a Baekhyun.

-¿Esta es la nueva madre? - preguntó dándole un guiño al radiante Chanyeol.

El joven lobo se puso de pie, llenando los pulmones de aire infló el pecho, sin poder disimular-.
Sí-, respondió adornando su rostro juvenil con una sonrisa socarrona- él es mi pareja-. Habló
tomando de la mano a su pequeño gatito, que lo miraba embelesado.

Ante tanta miel, el alfa comenzó a sentirse empalagado- Si estos siguen así, las abejas van a
llegar a hacer su panal en este cuarto- fingió un escalofrío al ver a su hijo mirando embobado a su
pareja.
La vieja comadrona sonrió cariñosa, siempre era bueno para los cachorros en el vientre de la
madre tener la protección de ambos padres.

-Ahora vayan a hacer sus cosas-, comenzó a retirar al abuelo y al padre de la criatura por venir-
yo necesito revisar al gatito para ver cómo está el bebé.

-Yo quiero quedarme- trató de convencer Chanyeol a la comadrona.

-Puedes ser un lobo grande y fuerte- le dio un empujoncito al nervioso padre, dejándolo del otro
lado de la puerta-, pero hay cosas que necesito hablar con Baekhyun, cosas que de seguro te
pondrían demasiado majadero con el pobre chico-. Sin darle tiempo de protestar, cerró la puerta
en la cara al alfa y de su hijo.

Baekhyun observó el intercambio entre la mujer mayor y los dos grandes hombres. De alguna
manera se sentía cómodo con la comadrona.

-Mi nombre es Shin Hye- se presentó a sí misma la vieja loba mientras se dirigía

a donde estaba Baekhyun-. Creo que es hora que veamos cómo ese pequeño cachorro está
creciendo dentro tuyo- habló la loba mientras se sentaba a la orilla de la cama-. Acuéstate y
levanta la camiseta...

El joven felino obedeció de inmediato, recostándose sobre las mantas se desnudó el vientre. El
semblante relajado de la comadrona pasó a uno de absoluta concentración.

-¿Lleva mucho tiempo haciendo esto? - preguntó el gatito observando el semblante preocupado
de la mujer al ver su vientre.

La dama le sonrió -. Yo traje al mundo al padre de tu cría. Era un cachorro fuerte y de carácter
tranquilo, pero bastante energético cuando quería salirse con la suya.

Las manos callosas de la comadrona apretaron el vientre plano del gatito, palpando con cuidado
el lugar donde el cachorrito crecía dentro del padre gestante.

-¿Ocurre algo malo? - Preguntó Baekhyun. Estaba comenzando a sentirse ansioso.

-Se ve bien, para ser un felino tan joven, tu vientre le está dando una buena acogida a la cría-.
Encogiéndose de hombros, agregó- sabes que los machos como tú son raros, milagros tan
escasos y apreciados como los diamantes... El problema en esto es que debe tenerse mucho
cuidado con tu embarazo.

- Dígame la verdad - no pudo evitar lloriquear Baekhyun- ¿Le pasa algo a mi bebé?
La mujer acarició la mejilla del padre, tratando de tranquilizarlo- Quién me preocupa eres tú.

-¿Por qué? - Interrogó Baekhyun mientras veía lo que la comadrona hacía con su vientre.

La comadrona acomodó la camiseta de manera que la joven madre quedara

cubierta-. Tu embarazo va bien, pero me preocupa que estés tan bajo de peso, las costillas se
pueden ver claramente.

Baekhyun se sentó en la cama, recostando la espalda en las almohadas que Shin Hye le colocó
para que se sintiera más cómodo-. Es que yo no sabía que estaba esperando a un cachorro.
Durante las mañanas tenía nauseas y la comida no me resultaba tentadora. Además de que mi
estado de ánimo no era el mejor...

La comadrona le sonrió comprensiva, ya estaba informada de los pormenores en la relación de la


pareja mixta. En una manada era muy poco lo que se podía mantener oculto, había muchos
comentarios, unos a favor y otros en contra.

-Ahora estás en casa- habló Shin Hye, dándole ánimos al padre gestante- Chanyeol es un buen
chico. Él cuidará bien de ti y de tus crías, puedes estar seguro de eso. Tú de ahora en adelante
tendrás que ocuparte de comer bien, descansar a sus horas, dar caminatas que hagan circular la
sangre por tus venas, y sobre todo, dejar que te mimen.

El felino dentro de Baekhyun estaba complacido, la cría estaba bien y eso era todo lo que le
importaba, eso y saber donde estaba metida su

pareja.

La semana de Baekhyun pasó en lo que dura un suspiro. Ahora entendía la insistencia de Shin
Hye de mantener al lobo puerta a fuera durante su revisión. Aún sin escuchar los pormenores,
Chanyeol insistía en tenerlo rodeado

de algodones. A su suegro trató de morderlo dos veces cuando armó un escándalo cuando lo
descubrió tratando de salir de la casa por la

ventana. Estaba comenzando a hartarse de estar encerrado.

Ahora que estaba junto a su pareja se sentía mucho mejor de ánimo, aunque sentía nauseas en
la mañana y uno que otro mareo durante el día, por regla general no se encontraba como un
enfermo terminal o algo parecido.
En la noche del viernes, se encontraba sentado a la mesa, cenando, cuando comenzó a notar un
ambiente tenso en la casa. El alfa le lanzaba miradas interrogativas a su hijo, y este se encogía
de hombros como respuesta.

-Más les vale que comiencen a hablar- les aconsejó el rubio mientras lamía la cuchara con la que
le dio el último bocado al delicioso pastel que una de las hembras de la manada le había enviado.

-Mañana iremos de viaje- anunció Chanyeol concentrando toda su atención en el vaso vacío junto
a su plato.

-¿A dónde iremos? - preguntó Baekhyun. Odiaba que le dijeran las cosas a cuenta gotas.

El alfa decidió intervenir, no era muy bonito ver a su hijo tan preocupado- No quisimos inquietarte-
, trató de explicarse Siwon- tu padre no se tomó muy a bien la noticia de tu acoplamiento con mi
hijo.

Baekhyun miró uno y a otro, buscando alguna pista acerca de qué demonios estaban hablando
esos dos- Era de suponerse que a papá no le gustara, de seguro ese tigre chismoso le llenó el
buche de piedritas.

-Es peor que eso- se decidió a hablar Chanyeol. Tomando de la mano a su amor, la apretó entre
las suyas-. Tu padre nos denuncio ante el Consejo de Cambia-Formas... Mañana debemos
llevarte para que atestigües que estas esperando a mi cachorro y qué estas acoplado conmigo
por tu propia voluntad...De negarnos, vendrán la llevarte a la fuerza.

-¡No! - gritó Baekhyun, poniéndose de pie tan rápido que hizo que la pesada silla se estrellara
contra el piso-¡Prometiste que no dejarías que nos separaran! - le reclamó a su pareja- ahora me
dejaras solo otra vez.

Cuando estaba por salir corriendo del comedor, los brazos protectores de Chanyeol lo rodearon
por los hombros, atrayendo el cuerpo tembloroso del chico contra el suyo- No te abandonaré,
aunque tenga que pasar sobre el consejo, yo te conservaré.

La mirada decidida del lobo tranquilizó en algo a Baekhyun- ¿Y si ellos deciden que debo
regresar con mi papá?

El alfa se puso de pie, rodeando la mesa llegó hasta donde su yerno- Por ahora trataremos de
arreglar esto a la buena, el hecho de que estés preñado prueba que son pareja y eso es algo
contra lo que nadie puede luchar.

-¿Pero si aún así ellos...?- le dirigió una mirada suplicante a su suegro.


Capítulo 17

[¡Hola! Gracias por todos sus mensajes y espero que les guste este capítulo, no sabía que tantas
personas siguieran la historia, ya falta poco y subiré el segundo libro.]

-Nadie te apartará de mi hijo-. Sentenció el Alfa- mi manada es fuerte, podemos hacerle frente a
lo que venga.

Baekhyun se sintió egoísta al escuchar las palabras de Siwon, si se negaba a ir, sabía todo lo que
le ocurriría a la manada que le había dado tan buena acogida. Cuando había paseado por el
poblado había visto a muchos cachorros jóvenes acompañados de sus protectoras madres, el
pensar en lo que podría ocurrirles si el Consejo los declaraba rebeldes, hizo que su estomago se
revolviera.

-Iré-, habló Baekhyun, luchando contra el temblor de su voz- esta manada es ahora mi manada.
Haré todo lo que esté en mis manos para que nadie salga lastimado, si puedo evitarlo.

Chanyeol suspiró cansado, durante toda la semana temió a la reacción de su gatito, pero una vez
más el pequeño felino le demostraba que era fuerte, que era la digna pareja de un alfa. Él
también se sentía preocupado ante lo que podría suceder, su lobo gruñía solo de pensar que un
desconocido se atreviera a revisar a su pareja y a su cría, pero tenía toda su fe puesta en que el
alfa de los gatos monteses entrara en razón sin llegar a esos extremos. Era algo demasiado
íntimo como para que fuera expuesto ante todos, como si su pareja fuera alguna atracción de
circo.

El Alfa se ofreció a recoger el desorden, dejando que Chanyeol llevara a su asustada pareja a la
habitación que compartían desde

hacía una semana.

Apenas cerrar la puerta tras ellos, Chanyeol haló el cuerpo más pequeño contra el suyo - Te amo-
susurró contra los labios entreabiertos de su gatito- no dejaré que nadie nos separe.

Un beso siguió a otro, las manos grandes y fuertes del lobo eran suaves, cuidadosas, al tocar a
su compañero. Chanyeol había hecho traer ropa para su amor, esa camisa que ahora vestía su
pastelito lo hacía ver sexy.

Durante toda la cena, a pesar de los pensamientos deprimentes, lo tenía loco el ver esa poca de
piel pálida que se revelaba al haberse abiertos dos de los botones. Metiendo las manos bajo la
suave tela de seda blanca, comenzó a pellizcar las tetillas que se encrespaban buscando ser
tocadas.
-Te deseo- jadeó más que hablar Baekhyun, al sentir el mordisquito de Chanyeol bajo su oreja
derecha-. Necesito que me hagas el amor... quiero dormir soñando contigo.

Chanyeol lo complació, había descubierto que amaba lo exigente que era su dulce pastelito en la
cama. Toda esa piel suave color crema era suya, solo tenía que descubrirla prenda a prenda.
Despacio ambos se desnudaron uno al otro, de pie se tocaron despertando hambres que no
podían ser saciadas en una sola noche. Suaves toques, insinuaciones más que hechos
concretos, Chanyeol quería ver retorcerse a su amor.

-Eres tan hermoso- observó mientras acariciaba la espalda esbelta de su gatito, hasta llegar a los
montículos de su trasero-. No veo la hora de enterrarme aquí- acaricio el botoncito de rosa
tentando la entrada.

Las piernas de Baekhyun se negaron a sostenerlo, los brazos

del lobo lo

mantuvieron de pie. Un beso caliente, labios, lengua y dientes, todo confabulándose para hacer
arder a la joven pareja.

Chanyeol levantó en brazos a su amante, llevándolo hasta la cama lo recostó sobre el colchón.
Con gran cuidado se colocó entre las piernas

abiertas de Baekhyun, besando palmo a palmo el pecho hasta llegar al ombligo, no se detuvo
hasta escuchar los ruiditos desesperados del felino.

Baekhyun se sostenía de los hombros de su pareja, mientras el lobo introducía un dedo lubricado
con una crema que la matrona les había traído como obsequio de apareamiento. La sensación
tan íntima, al sentir como su entrada era violada ya no por un dedo, sino por tres, lo hacía gritar.
Una parte muy ínfima de su cerebro le decía que probablemente toda la maldita aldea podía
estarlo escuchando, pero para esas alturas poco le importaba si estaban mirando por las
ventanas. Necesitaba a su compañero, y pronto.

El lobo se aseguró de tener a su pastelito listo para ser tomado, una vez lo sintió lo
suficientemente dilatado, lo penetró despacio.

Amaba ver las reacciones de su amante con cada centímetro de pene que le introducía, sabía
que era un pervertido morboso por excitarse así solo con ver a su gatito tan entregado. Podría
hacer un video de eso y se vendría solo con mirarlo en su viejo televisor.

Entrando y saliendo, de un ritmo despacio pasaron a uno frenético. La matrona le había dicho a
Chanyeol que el sexo le ayudaba a Baekhyun con su gestación, ya que los fluidos que se
compartían ayudaban al balance hormonal

del padre gestante. Luego la mujer le dio un guiño travieso al ruborizado lobo, para agregarle la
cereza al pastel, le termino diciendo

que el sexo duro no le hacía daño al joven gatito, ya que en realidad, para eso lo habían creado
los dioses, ya que solo otro macho podría soportar el ímpetu de Chanyeol.

El lobo se entregó completamente a su labor. Ambos hombres jadeaban mientras construían un


orgasmo empuje a empuje. Baekhyun podía sentir el pene duro de su pareja rozar las paredes de
su ano, dándole justo en el blanco a su punto dulce. El grito de los amantes anunció la corrida,
consecuencia del más delicioso placer que un mortal puede alcanzar sobre la tierra.

Durante la noche Chanyeol tomó por dos veces más a su joven compañero, asegurándose de
dejar al minino relajado, para que pudiera tener sueños bonitos. El lobo sonrió socarrón al limpiar
el semen que se escapaba del bien usado culo del chico que ahora estaba profundamente
dormido, definitivamente eso de ser pareja era algo bueno. Su animal interno estaba complacido,
el pequeño gatito dormía en su cama, como debía de ser. Cualquiera con olfato podía descubrir la
esencia del lobo dentro y fuera de su hombre.

Al llegar la mañana Chanyeol fue el primero en despertar, encontrando entre sus brazos a la
razón de su vida muy bien acurrucado contra su

pecho. Con sumo cuidado salió de la cama, no sabía si antes del embarazo el gatito tenía el
sueño tan pesado, pero ahora le divertía notar lo relajado que este descansaba. Sin hacer ruido
salió de la habitación, la matrona le había explicado que un té y

galletas saladas era lo mejor para que el gatito no se enfermera en la mañana. En la cocina
encontró a su padre ya duchado, completamente vestido para su salida de hoy.

-¿Ya se despertó? - preguntó Siwon mientras endulzaba su café. -No-, suspiró cansado el lobo
más joven mientras trataba de acomodar los mechones de su cabello negro, los que estaban un
tanto aplastados por las horas de sueño- todavía duerme. Voy a prepararle un té, hoy necesitará
estar en la mejor de las condiciones... Tengo un mal presentimiento de todo esto.

El alfa observó como su joven hijo ponía agua a hervir para prepararle el desayuno a su pareja.
Todavía Siwon no se creía del todo el que su hijo ahora fuera todo un hombre de familia, cuando
hace un escaso mes era todo un holgazán adolecente. Ahora el chico hacía planes para el futuro,
se levantaba temprano y hasta le preparaba el té al padre de su cachorro. El cambio en la actitud
de Chanyeol lo hizo sonreír, llegado el momento, tenía la seguridad de que la manada de lobos
quedaría en buenas manos.
-El hombre es el padre de Baekhyun-, trató Siwon de darle un punto de vista menos negativo a la
situación- estoy seguro que solo quiere asegurarse de que su cachorro esta aquí por su gusto.
Una vez que escuche de sus labios que es tu pareja, él se calmará.

El silbido de la cafetera comenzando a anunciar el hervor del agua, llenando el tenso silencio de
la cocina. Chanyeol puso dos bolsitas de té de manzanilla en una taza, luego vació el agua
caliente sobre esta -. Eso espero, papá- se encogió de hombros el lobo más joven-. Un padre no

sometería a su hijo a semejante humillación solo por salir de una maldita duda.

Siwon se levantó de la mesa para alcanzarle a su hijo una bandeja para que colocara allí la taza y
el plato con galletas-. Todo saldrá bien- lo animó el alfa- en unos días toda esta historia no será
más que una mala broma. Lo único que te pido es que no demuestres tus dudas delante de
Baekhyun, sabes que por su embarazo él se estresa muy fácilmente.

-La matrona me lo dijo-, habló Chanyeol antes de salir de la cocina- un embarazo masculino es
más complicado que uno de una hembra. Sólo espero que el viaje no le haga daño.

Con la práctica que le había dado una semana de hacer malabares con el desayuno de
Baekhyun, Chanyeol abrió con una mano la puerta de la habitación que compartían mientras con
la otra sostenía la bandeja.

-¡Buenos días! - saludó el lobo a su joven amante que lo observaba desde el fondo de las mantas.

El gatito apartó su nido caliente, dejando que su pareja observara toda su piel desnuda,
estirándose como todo un felino mimado se acostó boca abajo, dándole una maravillosa vista de
su trasero respingón al pobre Chanyeol que luchaba por no dejar caer la bandeja con el
desayuno.

-¡Buenos días, amor! - le sonrió con travesura Baekhyun a su desprevenido compañero- creía que
te habías ido sin mí.

Respirando profundo Chanyeol logró controlar a su lobo interno, poniendo el desayuno sobre la
pequeña mesa junto a la cama, logro quedar con las manos libres.

-¡Ay! - Se quejó Baekhyun al sentir una palmada en los globos carnosos de su trasero- ¡Eso dolió!

La carcajada de Chanyeol hizo que el felino se sentara, dedicándole una mirada asesina al
hombre más alto que lo observaba con una ceja
levantada.

-No es gracioso-, se cruzó de brazos el gatito- me va a quedar la marca de tu mano.

-Esa es la idea, amor- se sentó junto a su amante, robándole un beso-. Te ves tan lindo en la
mañana.

Baekhyun entrecerró los ojos, no se creía mucho ese comentario-.Tú lo que quieres es entrar en
mis pantalones-diciendo esos luchó por acomodarse los rizos rubios que señalaban a todas
partes.

-No trates de hacer que entre en una parte más divertida que tus pantalones-. Dedicándole un
guiño travieso al sonrojado gatito, le ofreció la bandeja con el desayuno- ahora debes comer, esto
te ayuda con las nauseas, después de que tomes una ducha, te daré algo más consistente.

Cuando eran las diez de la mañana, todo estaba listo para el viaje que les llevaría un día y medio
en auto. Según los planes, estarían en el lugar de reunión del consejo con el suficiente tiempo
para que el felino se duchara y tomara una larga siesta antes de acudir al llamado de los
ancianos.

En cuestión de una hora dos SUV estuvieron fuera del territorio de la

manada, llevando consigo al Alfa, a su hijo y a la pareja de este, además de cuatro centinelas.
Estos eran tiempos de supuesta paz, así que llevar más escolta que esa, podía tomarse como
una muestra de rebeldía por parte de los lobos. Las luchas entre alfas había sido encarnizadas,
instintos animales mezclados con malicia humana, eso nunca era una buena combinación, ahora
que por fin habían alcanzado la paz, esta era apreciada hasta el punto de que casi era toda una
religión en sí misma.
Capítulo 18

[Lamento haber demorado, tuve trabajos muy largos que hacer y por eso no pude actualizar,
espero que les guste mucho este capítulo y lamento si es que hay algún error.]

Al llegar la noche durmieron en un hotel de camino, más por cuidado a Baekhyun, que por
cansancio de los lobos. Era una suerte que el Alfa, al haber sido padre, sabía que no era lo
mismo viajar con una pareja en espera, que con otra persona, así que había calculado los
tiempos tomando en cuenta que al chico le daban ganas de ir al baño, las paradas para comer y
los descansos ante los mareos del joven padre gestante.

Baekhyun protestaba por los constantes cuidados de su suegro y su compañero, eran todas unas
mamás gallinas. En una o dos ocasiones Baekhyun había visto las disimuladas risas de los cuatro
centinelas que los acompañaban. Las risas pasaron a carcajadas al ver el lamentable cuadro que
hacían dos lobos grandes tratando de hacer entrar en razón a un enfurruñado gatito, cuando en
su forma animal Baekhyun se escondió bajo una cama. Todo sea por escapar de los asfixiantes
cuidados que esos

pulgosos le prodigaban.

-Ven, amor- le rogó por enésima vez Chanyeol- no puedes quedarte toda la noche allí abajo.

Al tratar de meter la mano para sacarlo de allí, el felino había mordido a Chanyeol, el chico no
saldría de debajo de la cama hasta que le diera la gana.

-¿Si te prometo llevarte al restaurant y dejar que pidas lo que quieras, saldrás de allí? - Usó su
última carta el lobo.

Baekhyun se tomó su tiempo para pensarlo, la oferta no es escuchaba tan mala. Salir

y estirar las piernas, además de lograr una buena comida, era suficiente para él, por ahora. Con
la pancita contra el piso, se arrastró hasta salir del incomodo espacio bajo la cama. No hubo
terminado de sacar la mitad del cuerpo cuando sintió los brazos de su amor envolverlo,

levantándolo en brazos.

-¿Por qué demonios los dioses te hicieron tan malcriado? - Fue más una protesta que una
pregunta. Tomando al gatito apretó con cuidado el pequeño cuerpecito peludo contra su pecho-
¡Lo peor de todo es que te amo!

Todo enfado o molestia que en algún momento pudo sentir Baekhyun, se borró mientras su
corazón se derretía como mantequilla. Era desconcertante como ese gran lobo podía reducirlo a
un charco de miel con solo susurrarle cosas tan lindas contra su oreja. Él sé sabía indefenso
contra Chanyeol, amaba de todo corazón a ese chico terco que jamás se daba por vencido.

El restaurante de carretera no era gran cosa, pero las hamburguesas estaban buenas y las papas
fritas estaban pasables, o al menos eso pensó Chanyeol antes de ver como su pareja devoraba
todo en su plato como si se tratara de una manjar digno de los dioses. El felino en su forma de
hombre era apenas de un metro setenta de altura, contextura delgada, pero las apariencias
engañaban, era más grande por dentro que por fuera.

Cuando no sufría las molestias del embarazo, comía como tres osos antes de invernar.

-¿Qué me ves? - preguntó Baekhyun mientras se chupaba la salsa de los dedos.

Chanyeol sentía que cada pasada de lengua se lo daba a su pene en lugar de a los dedos,
estaba

duro, transpiraba, estaba a punto de tomar a su pareja y llevárselo hasta la habitación del hotel
para follárselo sobre la primer superficie plana que encontrara-¿Lo haces a propósito? - gimió el
lobo apretando su pene bajo el mantel de la mesa.

La sonrisa en la cara del felino no tenía nada de inocente-. No puedo creer que me creas capaz
de algo como eso-, le guiñó un ojo mientras sorbía con la pajilla el contenido de su vaso- sí por mi
fuera me metería bajo la mesa para sorber del tubo que tienes allí escondido.

El lobo por poco y se ahoga con el bocado de pollo que estaba intentando tragar en ese
momento- Vas a matarme- protestó mientras trataba de calmar la tos.

-No-, se encogió de hombros Baekhyun mientras observaba a los otros comensales que había en
el pequeño establecimiento- solo quiero que me folles... Nunca lo he hecho en un hotel de
carretera.

Varios billetes fueron tirados sobre la mesa como pago por la comida, justo antes de que el
pequeño gatito fuera arrastrado hasta las afueras del restaurante. Apenas llegar al
estacionamiento que estaba en penumbras por culpa de una bombilla quemada, Chanyeol
aprovechó que la SUV los cubría de los curiosos que salían, empujando a Baekhyun contra el
vehículo, besó al pequeño hombre con todo lo que tenía para dar.

-Te deseo, ahora-. Anunció Chanyeol mientras bajaba los pantalones de su amante- hoy será el
día en que sabremos qué es hacerlo en el estacionamiento.

-Nos descubrirán- trató de protestar Baekhyun mientras dejaba que Chanyeol le bajara el cierre
del pantalón.
-Si te mantienes calladito

nadie sabrá lo que hacemos aquí- bajó los pantalones hasta las rodillas del felino- ahora dóblate y
recuéstate al asiento- ordenó mientras abría la puerta de atrás de la SUV.

En lo que dura un latido Baekhyun se encontró con la espalda contra el

asiento de atrás, el culo prácticamente en el aire, sostenido por los brazos fuertes de su pareja. El
hombre más alto lo besó metiendo la lengua en la

boca del felino sin ningún miramiento, era un animal listo para devorarse a su pequeña presa. En
respuesta Baekhyun abrió más las piernas tratando de sentir lo más cerca que podía el cuerpo
grande que lo retenía.

El beso se interrumpía apenas el tiempo suficiente para respirar- Necesitamos lubricante-


aconsejó el felino.

El lobo sacó un pequeño paquete que traía en la bolsa de atrás del pantalón. Tomando un poco
del líquido trasparente comenzó a preparar la entrada de Baekhyun, cuando tuvo tres dedos
dentro, se dispuso a meter el pene. Al diablo con los juegos previos, el lobo quería enterrarse
hasta las

bolas dentro de esa entrada apretada.

Un grito ahogado escapó de la descarada pareja recién

emparejada, Baekhyun recibió a su hombre enredando las piernas en la cintura estrecha,


luchando por que este se metiera aún más dentro. El sexo no duraría mucho, la excitación de los
chicos, el miedo al ser

descubiertos, la incertidumbre de lo que vendría en la reunión con el

Consejo, todo los llevaba en un camino desenfrenado de mucho entrar y salir.

Para callar su grito al sentir la llegada del orgasmo,

mordió el

hombro musculoso de Chanyeol, el lobo hizo lo mismo, renovando nuevamente sus votos como
pareja enlazada. Dos estocadas salvajes y el lobo se vació en la entrada estrecha de su amante,
Baekhyun ensució la camisa de Chanyeol al venirse con tanta fuerza que pensó se desmayaría.
Dándose unos minutos para recuperar la respiración, el lobo fue el primero en incorporarse.
Tomando unas toallas húmedas que había en la guantera, limpió a Baekhyun y luego lo hizo
consigo mismo.

-Contigo siempre me siento como si fuera luna llena- jadeó más que hablar, Baekhyun.

-Yo también me siento así- estuvo de acuerdo Chanyeol mientras acomodaba el pantalón de su
gatito. Compartiendo un último beso

entraron en la SUV, listos para reunirse con los demás en el hotel.

Si alguno de los lobos olfateó el fuerte olor a sexo en los chicos, se hizo el desentendido. Más
que agradecido un avergonzado Baekhyun corrió al baño. A Chanyeol le gustaba ese contraste
de su amor, por lo general era tímido, pero cuando se le calentaban las hormonas era una puta
en toda

regla. Suerte que fuera solo suyo, él sería el único que sabría de ese aspecto del carácter de su
pareja.

Por más que Baekhyun insistió en lograr más de una follada esa noche, Chanyeol lo hizo dormir.
El día siguiente sería duro, solo los dioses sabían que pasaría en esa maldita reunión. La mañana
llego demasiado pronto, para el gusto del cansado gatito, por más que intentara hacerse el
valiente, sabía que el embarazo le quitaba mucha de su acostumbraba energía.

El

resto del viaje fue tranquilo, poco después del medio día ya habían llegado a su destino, todo
gracias a que los lobos conducían justo

al límite de velocidad, sus reflejos sobre humanos no hacían posible un

accidente.

Las instalaciones del Consejo estaban en lo que parecía una vieja fábrica, por fuera parecía como
si en cualquier momento fuera a venirse

encima de los visitantes. Las SUV fueron estacionadas fuera del viejo edifico, allí ya habían unos
cincuenta automóviles de todas las clases acomodados en filas ordenadas.

El Alfa Siwon fue el primero en bajar, seguido de él, lo hicieron los centinelas, luego de que se
aseguraron de que no hubiera ningún problema, le tocó el turno a Chanyeol de bajar junto con su
pareja preñada.

Baekhyun nunca había estado en una de esas reuniones, era uno de los hijos menores del Alfa
Heechul, no había necesidad de que asistiera. Unos tipos grandes, osos, según le advirtió su
felino interno a Baekhyun, estaban franqueando la puerta de entrada del edificio.

Las pesadas puertas de metal se abrieron, dejando pasar a la comitiva de lobos. Habían llegado
apenas con el tiempo contado para estar puntualmente a la reunión, no tenían ningún interés en
permanecer allí más del tiempo requerido. Baekhyun sentía que el aire no podía llenar sus
pulmones, usualmente era un gatito valiente, pero la sola idea de que pudieran separarlo de su
pareja era algo demasiado terrible para poder asumirlo.

Los brazos de Chanyeol le recordaron al felino que no estaba solo, su nueva familia velaría por él,
además contaba con

que su padre entrara en razón al ver lo feliz que era con su lobo. Tratando de pensar en otra
cosa, el felino comenzó a estudiar el sitio, por fuera no se veía muy prometedor, pero por dentro
era una historia distinta. El espacio era enorme, las paredes sin ventanas, todo reforzado con
placas de acero, la iluminación constaba de grandes lámparas industriales colgando del techo.

Si la frialdad del lugar no era suficiente para ponerlo de los nervios, el que estuviera lleno de
cambia formas de distintas especies era la cereza del pastel. Los especímenes más grandes de
las distintas clases se encontraban allí, al ver entrar a los lobos con el hombre gestante, todos
detuvieron las conversaciones. En respuesta Baekhyun se apretó contra el

pecho de Chanyeol, escondiendo el vientre plano de las miradas curiosas. Sus instintos animales
gritaban que debía correr, salir de allí, había demasiadas criaturas poderosas que podían dañar a
su cachorro no nato.

-Calma, amor- le dio un beso Chanyeol en la frente-. Sólo tardaremos un momento y luego
podremos irnos.

Baekhyun asintió con un leve movimiento de cabeza, tenía miedo, pero confiaba en Chanyeol.
Disfrutando de la protección de su pareja, el felino se dejó guiar entre la multitud que lo observaba
curioso. Cubriendo su vientre plano con el abrigo trató de proteger a su cachorro de los extraños.

Los demás representantes se acomodaron en un semicírculo, de frente a la plataforma donde se


encontraban sentados un anciano de cada raza de cambia formas existentes. Al lado derecho
Baekhyun descubrió a su padre, acompañado

de su madre y de cinco centinelas, los gatos más grandes de la manada. La primera mirada que
le dio a su padre, le hizo ver que el hombre estaba cabreado, realmente cabreado.
Chanyeol debió de sentir el aumento en la tención del cuerpo del felino, porque lo rodeo con sus
brazos por los hombros, dándole una sensación de confort. El Consejo llamó al Alfa Heechul para
que expusiera su denuncia, todo pasó como en un sueño para Baekhyun. Su padre hablaba de
un secuestro, de una violación, hasta mencionó el contrato con el Alfa Sehun de los tigres, el cual
fue roto por la terquedad de los lobos.

Una vez terminada la denuncia de la parte ofendida, le llegó el turno al Alfa Yunho de defender el
emparejamiento de su hijo con el felino, aduciendo que había sido la decisión de los dioses el
hecho de que los chicos se emparejaran. Hasta Chanyeol tuvo que desestimar las acusaciones
del Alfa Heechul, diciendo que nada fue planeado, que las cosas ocurrieron de una manera
natural.

Baekhyun estaba a punto de entrar en pánico cuando el Consejo lo llamó a declarar - Él es mi


pareja-, habló Baekhyun con voz firme, aunque por dentro temblaba como una hoja- prueba de
ello es que estoy esperando a un cachorro suyo- al ver las miradas curiosas sobre su vientre, se
sintió violado, cubriendo el lugar donde su bebé crecía con el abrigo, logró continuar-. Amo al
compañero que los dioses me dieron, el no tomó nada que yo no le entregara voluntariamente.

El silencio se volvió tan denso que bien y se podía cortar con un cuchillo lo suficientemente filoso.

-¡¡¡Mentira!!! - Se escucho

la voz del Alfa Heechul - mi hijo solo está asustado de ese lobo que lo apartó de su verdadera
familia... Mi hijo no puede estar esperando un cachorro de un lobo, va en contra de la naturaleza
misma de las razas.

Gruñidos de apoyo se escucharon por todo la sala de reuniones, al parecer la gran mayoría
compartía la opinión del Alfa de los Gatos Monteses.

El más anciano de los miembros del Consejo se puso de pie-¿Entonces exiges una prueba de
ello? - se escuchó la voz firme del hombre que miraba fijamente al Alfa Heechul.

Baekhyun se dio la vuelta y trató de correr hacia donde estaba su pareja, pero unas manos
grandes lo detuvieron. Chanyeol al ver como su

pequeño gatito forcejeaba para liberarse de los cambia formas osos que lo retenían, se
transformó a su forma de lobo, listo para defender a su pareja. El Consejo llamó a los guardias, se
necesitó de doce grandes osos para lograr retener al lobo y a su padre el Alfa Yunho, por
desgracia los centinelas que les acompañaban fueron más fácilmente detenidos.

El Alfa de los lobos y su hijo fueron atados con cadenas que tenían
un encantamiento que las hacía casi irrompibles. Baekhyun lloraba tratando de liberarse del
enorme hombre que lo retenía por los brazos, impidiéndole poder escapar. Una vez recuperado el
orden en la sala, le llegó la hora al Alfa Heechul de dar su respuesta -. Exijo la prueba-, habló el
alfa sin dejar de mirar al lobo que se decía pareja de su hijo- estoy seguro que mi hijo no espera
ningún cachorro.

-¡Papá!-, se escuchó el grito del joven felino-¡no hagas esto! ... Estoy esperando a tu nieto, no nos
rebajes a este circo. Ellos le harán daño al bebé... ¡Papá!...¡Papá!

Los gritos y ruegos del felino cayeron en oídos sordos. Una mesa médica fue traída justo en el
medio de la sala, la revisión sería hecha como la ley lo estipulada. Los miembros del Consejo
observarían como esta sería llevada a cabo y los asistentes serían los testigos que garantizarían
la veracidad del proceso. Un médico, de una raza de cambia formas que no tenía relación con las
partes litigantes, un halcón, fue el llamado para realizar el procedimiento.
Capítulo 19

[¡Hola! Tan sólo queda un capítulo más :c espero que les guste y esperen ansioso el siguiente,
también lean mi fanfic y me dicen si le gusta, hice mi mayor esfuerzo </3(?).]

-¡Papá! - gritaba Baekhyun -no hagas esto. No dejes que me toquen... ¡Créeme, papá!... Estoy
esperando una cría, no dejes que nos lastimen.

El lobo alfa y su hijo aullaban tratando de liberarse de las cadenas

que los retenían, los animales sabían que si el gatito era expuesto, los

instintos le dirían que debía salvar al cachorro ante los desconocidos. El estrés podía causar un
aborto.

El médico de los halcones, un hombre alto, de aspecto desgarbado y mirada desinteresada, pidió
que el paciente fuera atado a la cama, dos cambia formas osos tuvieron que luchar contra el
furioso gatito para lograr hacerlo.

Nuevamente el anciano se puso de pie, la inteligencia del zorro reflejada en los ojos cafés. El
cabello canoso y el cuerpo ligeramente encorvado delataban los muchos años del miembro más
antiguo del Consejo-. Te pregunto nuevamente, Alfa Heechul ¿estás dispuesto a

continuar con esto para probar que tu hijo no es la pareja del lobo Chanyeol, hijo del Alfa Yunho,
de los lobos?

-Continúen- fue la simple respuesta del padre del gatito.

En ese momento la parte humana de Baekhyun perdió toda esperanza, dejando libre a la
naturaleza felina, que estaba dispuesta a hacer lo que fuera para defender a su cachorro no
nacido. Las cadenas que lo retenían contra la cama le impidieron la transformación.

El viejo zorro miró largamente al Alfa

Heechul- Si te equivocas, esto

que estamos haciendo puede dañar al cachorro, que de existir, sería tu nieto-. Al ver que el gato
testarudo no daba el brazo a torcer, autorizo al médico de los halcones para continuar con la
revisión.

El médico apartó cuidadosamente el abrigo con el que el gatito había tratado de mantener a salvo
su vientre de los curiosos, luego le levanto la camiseta, dejando la piel color crema desnuda.
Baekhyun chilló, pero la mordaza que le había puesto en la boca para no desconcentrar al
médico, le impidió hacer cualquier escándalo. Tirando de las manos y piernas trató de liberarse
de las cadenas que lo retenían contra la mesa. El halcón estaba demasiado cerca de su cachorro,
sin importar que las muñecas y los tobillos sangraran, no dejo de luchar hasta que los osos lo
retuvieron para evitar que se hiciera más daño.

El médico se concentró en su trabajo, las manos frías sobre el vientre del gatito. Apretando buscó
la pequeña hinchazón que formaba el útero, donde se albergaba la nueva vida. Baekhyun se
sacudió al sentir el tacto desconocido contra su piel, ahora era tan distinto a cuando Shin Hye los
había revisado, sintió asco, miedo, furia, todo junto en una maraña de sensaciones que hicieron
que Baekhyun luchara con todas sus fuerzas para defenderse.

-No dejen que se mueva- ordenó el halcón, saliendo de su estado letárgico. Arrugando el ceño,
agregó- necesito sentir el útero, de estar preñado de hace un mes, aún es pequeño y podría
lastimarlo fácilmente.

Para lograr palpar correctamente, el médico

tuvo que hundir las manos en la superficie plana, luchando por no ejercer demasiada presión.
Justo cuando lograba delimitar el área donde estaba anidado el cachorro, uno de los osos
descuido el agarre, dejando al gatito lo suficientemente libre como para levantar la panza,
causando que el halcón lastimara el delicado capullo que albergaba la nueva vida.

El dolor fue tan intenso que Baekhyun sintió que moriría allí mismo, sobre la camilla, a la vista de
todos los ojos crueles que lo habían visto luchar sin mover un solo dedo para defenderlo.
Desmayándose se dejó de caer sin fuerzas sobre la cama, ya no lucharía más contra sus
captores.

Hajin, que hasta ahora había sido retenida por su marido,

impidiendo que pudiera ayudarle a su cachorro, se dejo llevar por un llanto silencioso.

Todo el bullicio paró de pronto, la calma después de una terrible tormenta. Los lobos
encadenados que habían luchado contra las

restricciones, tenían un charco formado con su propia sangre sobre las losas blancas del piso,
ahora observaban atónitos la terrible escena.

El médico dio un paso atrás, alejándose de la camilla, dirigiéndose al Consejo, declaro- El Gato
Montés Baekhyun, hijo del Alfa Heechul tiene más o menos un mes de gestación. Por el tamaño
del útero puedo puntualizar que bien podría tener gemelos o un solo cachorro de un tamaño
grande.

La energía que despide la nueva vida me dice que es, o son, los hijos de un Alfa. El médico fue
sacado de la sala antes de liberar a los lobos, ya que era normal que los animales despedazaran
al causante del daño a

una pareja.

Regresando a su forma humana, el Alfa Siwon y su hijo tomaron el desmayado cuerpo del gatito,
cubriéndolo con una manta.

-Hoy el Consejo de Cambia formas reconoce el emparejamiento entre Baekhyun de la raza de los
Gatos Monteses y Chanyeol de la raza de los lobos. Dejando claro que el Alfa Heechul ya no
tiene ninguna autoridad sobre su hijo, el que ahora pertenece a la manada de los lobos.

Los lobos ni siquiera se detuvieron a terminar de escuchar el veredicto, por ellos todos se podían
ir a la mierda. Cuando Baekhyun despertó estaba en brazos de su pareja, sin poderlo evitar
comenzó a llorar

desconsoladamente

-¿Dónde estamos? - preguntó el felino cuando volvió a despertar, aún escondido bajo las mantas.

-En el hotel donde nos quedamos antes- le respondió abrazando al felino, que descansaba sobre
el regazo de lobo.

-¿Y mi cachorro? - Dejó salir un gemido lastimero el gatito- ese hombre me lastimó, me dolió
tanto...

-Calma, amor- lo tranquilizó Chanyeol-. Papá llamo a casa, Shin Hye viajó hasta aquí para
revisarte.

-He dormido mucho tiempo- trató de enderezarse Baekhyun, por supuesto, Chanyeol se lo
impidió.

-Me asustaste- lágrimas gruesas resbalaban por las cinceladas mejillas del joven lobo- te juro que
no pude respirar tranquilo hasta que

Shin Hye me dijo que el cachorro y tu estaban bien... Siento tanto no haber podido evitar todo
esto.
Baekhyun se incorporo, sentándose pudo mirar a los ojos dorados que lo

miraban llenos de culpabilidad- Mi propio padre causo esto, no tú, no

yo... Quizás algún día lo perdone, pero no será hoy ni mañana.

-¡Te amo! - Pudo decir Chanyeol cuando logró controlar sus lágrimas- si te pierdo te juro que no
viviré un día más después de ti.

La risa clara del gatito desconcertó al lobo- ¿Qué es tan gracioso?

-Tú-, se encogió de hombros como el malcriado que era- de

seguro no terminan de enterrarme cuando ya andas con la cola al viento buscando un culo para
joder... ¡Eres un lobo calentón!

Después de recuperarse de la sorpresa inicial, Chanyeol logró defenderse- Y tú eres un culo


malagradecido...

-Ya eso me lo dijiste cuando nos conocimos-, se burló el gatito dándole un beso robado a su
amante- trata de ser más imaginativo.
Epílogo

[¡Hola! Lamento demorar tanto (¿Casi un mes y una semana?) este es el último capítulo de
"Cuando el lobo atrapó a su gato" espero que les guste mucho. También tengo algo que avisar, o
anunciar, como quieran, el próximo libro será KaiSoo, aunque en un principio iba a ser SeXing,
por lo que empezare a editar los capítulos para que se adapten al siguiente libro.]

Ocho meses después.

-¡No me jodan! - Gritó Baekhyun dándole un golpe a la tierra con su pie desnudo - tienen diez
segundos para decirme dónde diablos esta Chanyeol.

Los cuatro hombres miraban con ojos abiertos a la linda ricura de metro setenta, ojos azules
como el cielo despejado, y cabello rubio largo hasta los hombros, de no ser por el vientre
redondito de nueve meses, cualquiera abría apostado que era un bailarín gogo. La mayoría de los
machos en la manada pensaban que la pareja del hijo del Alfa era una cosita dulce, eso hasta
que lo veían cabreado.

-No sabemos donde esta- se atrevió a responder Eunhyuk. Era un hombre de metro ochenta y
cinco de alto con musculatura de boxeador

peso completo, al igual que los otros tres guerreros de la manada que temblaban bajo la mirada
azul del gatito.

-El dijo que vendría a la tienda de la aldea a traerme unas fresas y no regresó- el pucherito le
arrancó un suspiro involuntario a los terribles

guerreros- yo de verdad quería probar unas cuantas.-

-Nosotros lo buscaremos-, se ofreció Kyuhyun, aún a pesar de que acababan de llegar de su


vigilancia nocturna-. Regresa a la cabaña.

La sonrisa del gatito iluminó la mañana de los feroces

guerreros. En la manada todos preferían buscar al joven felino para hablar de cosas que harían
que el Alfa pateara sus culos. Cuando Baekhyun era quién daba las noticias, tanto Chanyeol
como Yunho se tomaban las cosas con bastante más calma.

Baekhyun suspiró, tal vez lo mejor sería dejar el trabajo de búsqueda para los lobos, él ahora se
sentía demasiado pesado para andar rastreando a su pareja fugitiva. Pateando las hojas secas
que tapizaban el camino de grava, comenzó a caminar rumbo la acogedora cabaña que
compartía con Chanyeol.

La brisa fresca del otoño mecía las ramas de los grandes árboles que flanqueaban el camino,
dejando caer sobre Baekhyun las hojas, como si se tratara de nieve dorada. Respirando profundo
llenó sus pulmones comprimidos con el aire puro de la mañana. Por lo visto sus cachorros
también se sentían con ánimos para jugar, ya que comenzaron a patear desde dentro a su padre
sin ninguna contemplación.

-Calma, niños- trató hacer entrar en razón a las crías no nacidas- dejen de patear a papi.
Necesitamos regresar a la cabaña, tal vez papá ya está allí con las deliciosas fresas.

Desde el día anterior no quería más que comer frutas y beber agua. La comida le caía pesada o
definitivamente no le apetecía. Al sentir que las crías dejaban de jugar a la pelota con sus riñones,
continuo con su caminata matutina.

Tardando tres veces el tiempo normal que le llevaría en llegar a la cabaña, alcanzó su meta.
Sentándose

con cuidado en la banca que tenían en el porche, suspiro cansado. A veces todo era demasiado
para él. Apenas si había llegado a la mayoría de edad y ya estaba emparejado y con crías en
camino, porque su lobo fanfarrón no podía nada menos que preñarlo con gemelos.

Secándose unas gotas que se le resbalaron por las mejillas, se dio cuenta de que estaba
llorando. Bien era cierto que era feliz, muy feliz al lado de su pareja, pero la herida en su corazón
sangraba de vez en cuando. Ya habían pasado ocho meses desde que su padre lo sometiera a la
prueba ante el Consejo para saber si estaba esperando bebé, todavía le daba escalofrío recordar
como palparon su vientre, como estrujaron a sus cachorros sólo para comprobar algo que él
había gritado que era verdad. En las noches a veces despertaba llorando como un cachorro, de
no ser por los mimos de Chanyeol, estaba seguro no podría volver a conciliar el sueño nunca
más.

El bosque era hermoso, desde el porche tenía una gran vista del lago rodeado por frondosos
árboles, ahora pintados de dorado, como si un artista invisible se hubiera tomado el tiempo para
alegrarle la vista a los mortales. La brisa fresca levantaba la hojarasca que cubría el patio frente a
la cabaña, llenando con sonidos musicales el ambiente. Cuando Chanyeol estaba fuera, se sentía
solo, aunque esa sensación duraba poco, ya que siempre algún miembro de la manada llegaba
con la excusa de "pasaba por aquí", o la que más le gustaba

a Baekhyun: "horneé demasiado, así que te traje algo para que meriendes". Los cachorros en su
vientre dejaron de moverse, al parecer se quedaron dormiditos, Baekhyun estaba seguro que
esos pequeños revoltosos pondrían la manada de cabeza apenas nacer, empezando por su
pobre abuelo que ya se soñaba malcriando a sus nietos.

Baekhyun bostezó, la banca cubierta de cojines era muy cómoda, recostando la cabeza se
acomodo para descansar un ratito. Las imágenes regresaron, resbalando lentamente hasta
invadir el sueño tranquilo del gatito. Otra vez estaba acostado sobre la camilla médica, las manos
duras del médico estrujando su vientre, el miedo insano impidiéndole respirar.

-Amor-, una voz susurró en su oreja- despierta... ¡Es solo un sueño! -El felino abrió los ojos, sus
hermosos iris azules anegados en agua, sentándose de golpe se abrazó al cuerpo tibio que lo
envolvía- ¡Estoy aquí contigo! - Las palabras consoladoras acompañadas con el contante
golpeteo del corazón de Chanyeol, hicieron que poco a poco la respiración de Baekhyun
regresara a la normalidad.

-Estoy bien- sonrió sin mucho éxito el gatito-, yo siempre estoy bien. Soy un gatito feroz... ya
sabes...

-Lo sé corazón, eres una fiera- estuvo de acuerdo Chanyeol-. ¿Te había dicho cuanto amo a mi
gatito endiablado?

Esta vez la sonrisa de Baekhyun fue genuina- lo dices solo para meterte en mis pantalones, eres
un perro caliente, eso es lo que eres. Ya me tienes pareciendo

una pelota y no te conformas.

-La verdad es que no- mordió la oreja del felino, sólo para recalcar- eres demasiado rico para ser
comida de una sola vez.

Ya más repuesto de la pesadilla, Baekhyun se puso de pie, no logrando salvar su trasero, el que
sufrió por un cruel pellizco de parte de su golosa pareja- ¡Hey! -Gritó golpeando la atrevida mano-
deja de maltratar la mercancía. -No maltrato la mercancía-, se encogió de hombros, pareciendo
todo un decente esposo allí sentadito en el corredor de su casa- yo solo compruebo que ese culo
sigue igual de bueno que la última vez que lo usé.

Baekhyun podía ser el orgulloso padre gestante de gemelos, pero eso no lo hacía un descarado,
prueba de ello era el fulgurante rojo que teñía sus mejillas. Al no lograr articular palabra le dio un
golpe certero en la frente con el almohadón más cercano -. ¡Estúpido!...¡Descarado! - Masculló
entre dientes- alguien pudo escucharte.- Chanyeol amaba a ese gatito contradictorio, tímido como
virgen de convento y una completa puta si se le calentaba lo suficiente, cosa que no era muy
difícil de llevar hasta ese punto.

-Deja que todos me envidien-, se puso de pie el lobo, sus ojos dorados parecían dos ascuas-
tengo la pareja más sexy de toda la manada.
El gatito conocía esa mirada, fue precisamente la que lo tenía de nueve meses. Cuando estaba a
medio periodo de gestación, pensó que el lobo le dejaría de meter

mano cuando pareciera una gran calabaza, que equivocado estuvo, ese lobo calentón se lo
follaba a la primera oportunidad que tenía. La excusa era que tenía que renovar su marca de olor.

-¿Se puede saber para dónde vas? - El tono dulce no engaño a Baekhyun, ni siquiera un poco.

-Lejos-, respondió dando otro paso a tras- todo lo lejos que pueda-. Al ver que el lobo seguía
caminando hacia él, dio la vuelta y entró a la cabaña. Una mala idea, viéndolo en perspectiva. A
los lobos les encantaba la cacería, correr solo lo ponía más caliente, y si la pareja estaba preñada
o no, eso no les importaba una mierda.

Cuando el lobo entró a la cabaña, ya tenía los pantalones en el suelo y la camiseta en la mano.
Baekhyun odiaba a las malditas hormonas, por más que lo negara, siempre estaba caliente. El
ver a su enorme pareja desnudo cerrando la puerta, ya totalmente dispuesto, no ayudo para nada
a su lívido-¿Qué estás haciendo? - Balbuceó mirando el pene erecto de su pareja- Estoy por parir
y tú me sales con eso...-Tratando de ganar tiempo recordó el asunto de las fresas- ¿Dónde
diablos te metiste?... Se supone que estabas comprando mis fresas...

Chanyeol simplemente sonrió- primero me das tu cereza y después yo te doy tus fresas.

-Eres un... un...- trató de replicar Baekhyun, lástima que unos labios hambrientos tomaran
posesión de los suyos. Chanyeol amaba a su gatito, amaba verlo redondito, ya que eso le gritaba
a todos que

ese chico sexy era tan suyo que llevaba a sus hijos dentro. Quizás era algo ruin pensar así, pero
a Chanyeol con toda su naturaleza de alfa no era precisamente el chico más sensible del mundo.

-¡Voy a joderte, gatito!- aclaró el chucho mientras lamía el cuello de su presa- Voy a hacerte
recordar cómo fue que te metí esos cachorros dentro.

A Baekhyun le hubiera gustado golpear al pulgoso ese por corriente y vulgar, por desgracia a su
parte más salvaje las palabras de Chanyeol solo lo excitaban hasta hacerlo suplicar-¡Sí, soy tuyo!
- Gimió al sentir como la tela de su camisa bajaba por sus brazos, para caer suavemente al piso-
¡Maldito perro, jódeme y deja de estar haciendo promesas!

Chanyeol sonrió sabiendo que ya su gatito estaba en su punto, levantándolo en brazos lo llevó
hasta el dormitorio, si el gatito quería sus fresas, el primero le daría de su vara-¡Te amo! - Declaró
poniendo a su pequeña pareja sobre la cama. El cabello rubio ahora largo hasta un poco más
debajo de los hombros, se esparció por el cubrecama, haciendo parecer a Baekhyun como un ser
etéreo. Una pena que el lobo no sintiera el más mínimo respeto por esa inocente imagen de
ángel, ya que se lo jodería como a cualquier pecador con un culo bueno.

-De verdad que eres un descarado-, le dedicó un guiño el felino- suerte para ti que tengo ganas.

- Tú siempre tienes ganas-, le dio un beso ligero en la punta de la nariz respingona-sólo recuerda
que yo soy el único autorizado

para quitártelas.

De un jalón Chanyeol le quitó los pantalones a su pequeña pareja, dándose el gusto se quedó allí,
de pie, observando el pecho lampiño, el vientre redondito, las piernas largas y torneadas, el sexo
que ya estaba en alerta y pidiendo atenciones. Un gruñido lobuno salió de lo profundo del pecho
de Chanyeol, su parte salvaje observando a través de los ojos dorados. Hombre y lobo, tomando
posesión de su pareja, una pareja preñada de sus cachorros.

Un aullido rompió la paz de la mañana, el lobo alfa avisaba a todos que el que se atreviera a
interrumpirlo en ese preciso momento, era oficialmente, un muerto.

El gatito en Baekhyun comenzó a ronronear, acostándose de lado se colocó en posición de


recibir. Chanyeol se tomó su tiempo besando y torturando la espalda esbelta de su amor,
mordiendo el culo redondito, acariciando el vientre donde vivían sus hijos. En lo que estuvo
seguro que Baekhyun ya estaba en el punto de crema, justo donde lo quería. -Te necesito- habló
entre ruiditos Baekhyun. Chanyeol no pudo menos que ceder ante los ojos azules que lo miraban
anhelantes. Cuando ya estuvo metido a medio camino dentro del felino, decidió que era el
momento para darle la noticia a su rencorosa pareja- Tú padre vendrá a visitarnos hoy en la
noche.

Al ver que el felino se enderezaba, Chanyeol se terminó de meter hasta las bolas, tocando el
punto exacto donde Baekhyun perdía todo el decoro. Por experiencia

sabía que si hacía bien su trabajo de entrar y salir, posiblemente el gatito cediera con cierta
facilidad.

Las palabras del lobo se perdieron en alguna parte del celebro de Baekhyun, dos puestos a bajo
de la hora de la cena y tres arriba del recuerdo de su sabor favorito de helado. A quien se le
ocurría dar esas noticias justo cuando estaba a unos cuantos golpes de llegar al más exquisito
orgasmo. La sonrisa de hijo de puta que tenía el lobo le dijo a Baekhyun que el muy maldito lo
había hecho a propósito, sin más que hacer, se dejó llevar por el placer, fundiéndose una vez
más al alma de su amor.
Las brumas del sexo se disiparon despacio. Baekhyun se encontró a sí mismo siendo abrazado
por Chanyeol, que se había acomodado a su espalda, en cucharilla. Tratando de fingir que
dormía, cerró los ojos, sabía del rumbo que tomaría la conversación, si permitía que esta siguiera
su curso.

-Se que estas despierto-, insistió el lobo, dándole suaves besos en la tierna piel de la nuca- tu
padre se ha humillado lo suficiente. Deberías aceptar hablar con él.

Chanyeol esperó hasta que el ligero temblor de los hombros de Baekhyun fue demasiado-. Amor,
eso te hará bien- intento una vez más-. Tú felino esta herido, y esa herida no sanará hasta que te
enfrentes a lo que te perturba.-

-Él solo busca separarnos- gimió Baekhyun, escondiendo la cara contra la almohada trató de
ahogar sus sollozos-. No quiero verlo, nunca más lo quiero tener enfrente de mí. -¿Y tu mamá? -
Comenzó a acariciar en suaves círculos la espalda desnuda de su amor- Me has hablado tanto de
tu hermana... No puedes decirme que no deseas verlas... Además, tu hermanito pronto será
entregado a su prometido...-

Por lo visto Chanyeol había atinado, su protectora pareja jamás dejaría que su hermanito fuera
entregado sin él estar seguro de que todo estaba bien -. Dile que lo veré hoy-, levantó la cara,
limpiándose las lágrimas- pero tú y el alfa tendrán que estar conmigo.

-Como tú digas, amor- sonrió dándole un ligero beso a su valiente pareja.

Fin

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