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Resumen: En la presente contribución se ofrece un avance preliminar de los resultados del estudio
arqueológico del asentamiento fortificado del Castejón de las Merchanas (Don Benito, Badajoz). Esta
intervención se enmarca en el desarrollo de un proyecto de investigación cuyo objetivo es estudiar la
romanización en el suroeste peninsular, centrando la atención en la comarca extremeña de la Serena y el valle
medio del Guadiana. Dentro del análisis de este crucial período de transición, el estudio de los recintos y
fortificaciones ciclópeas ha sido objeto preferente de atención, desarrollándose intervenciones para conocer
sus estructuras, morfología, estratigrafía, sus repertorios materiales y su contextualización territorial. En este
contexto se justifica la elección del Castejón de las Merchanas como un enclave de interés, tanto por su
fisonomía como por su emplazamiento. Se realiza una exposición sintética de las características del
asentamiento, su organización interna, así como del diseño y técnica de sus estructuras. Se propone una
secuencia cronológica en virtud de la lectura estratigráfica y los materiales recuperados, y se plantean
algunas hipótesis en cuanto a su funcionalidad. Esta visión se completa con los datos aportados por la
prospección sistemática del entorno, que incluye los trabajos intensivos desarrollados alrededor del sitio.
Summary: in this paper we offer a preliminary study of archaeological research in the fortified settlement of
Castejón de las Merchanas (Don Benito, Badajoz). This work is part of a research program focused on the
Romanization process in Peninsular south-west, particularly in the Serena region and the middle Guadiana
Basin. Within this critical period of historical change, the study of fortified settlements has been a
distinguished field of activity, dealing with the knowledge of their structure, morphology, material
assemblages and their territorial context. In this framework the choice of Merchanas as a place of special
interest is justified by its strategic location and complex physiognomy. We present a brief description of its
internal structure, architectural planning and building techniques. According to our stratigraphic record and the
analysis of finds in the site, a chronological sequence and a functional interpretation of the site are proposed.
This overview is completed with data provided by the systematic surface survey of the area around the site.
tetizaremos aquí. Finalmente, los últimos trabajos Alcudia, o, cruzando los Pedroches, con el Guadal-
de excavación desarrollados hasta la fecha tuvie- quivir a su paso por Córdoba.
ron lugar en el verano de 2011. En esta ocasión fue El asentamiento se emplaza en una elevación
posible ampliar los cortes de la campaña prece- con una cota máxima de 324 msnm, formada por
dente, lo cual en el caso del recinto C y la estruc- pizarras grisáceas y/o violáceas con intercalacio-
tura 1 proporcionó una lectura más abierta de la nes y cuarcitas, y que destaca en una curva del río.
organización del espacio. Hay que señalar que a partir de ese punto el pai-
saje del valle experimenta un cambio notable. Se
marca aquí la divisoria entre los espacios abiertos
2. DÓNDE ESTÁ MERCHANAS y de formas suaves que se abren hacia Medellín y
Valdetorres, junto al Guadiana por un lado, y las
El denominado Cerro del Castejón, en el paraje escarpadas sierras formadas por cuarcitas y
de Merchanas, se localiza en el término municipal pizarras de Manchita y la Lapa, por otro. Pese a
de Don Benito, en la provincia de Badajoz. Más con- que las segundas determinan un predominio de los
cretamente se sitúa en el curso medio del río Guadá- terrenos dedicados a encinares, matorral y monte
mez, un afluente del Guadiana por su margen bajo, el lecho fluvial del Guadamez es aquí aún
izquierda (Fig. 1). Con una orientación NO-SE este ancho, posibilitando en su margen izquierda el des-
valle define uno de los pasos naturales de conexión arrollo de cultivos de cereal, olivar en regadío y
entre la vega del citado Guadiana y la comarca de más recientemente de frutales. También facilitan
La Serena. En esta encrucijada confluyen las rutas la explotación, esta vez en secano, las amplias lade-
que conectan con la meseta sur, a través del Valle de ras formadas por el piedemonte de las sierras.
Un estudio desde la perspectiva del proceso de obra se añadió el refuerzo empleando materiales
constructivo del conjunto de Merchanas, permite constructivos de menores dimensiones, en una solu-
de entrada hablar de dos grandes fases. La primera ción más regular y cuidada.
se caracteriza por una actividad edilicia más Por lo que respecta a la estructura 2, fue cons-
consistente, mientras que la segunda se define por truida en una zona de fuerte pendiente, lo cual con-
una intervención documentada exclusivamente en dicionó su concepción. Contrariamente a la lógica
la estructura 1. constructiva tradicional, es posible observar como
Como ya hemos apuntado esta última se encuen- para el levantamiento de los muros se actuó constru-
tra en una situación topográfica favorable para la yendo lo mismos desde el interior hacia el exterior,
realización del proyecto constructivo, dada su posi- aprovechando en primer lugar la única zona llana en
ción en la zona homogénea y amesetada de la cima aquel punto, y sirviéndose del ingreso al noroeste
del farallón rocoso. Sin embargo, en su lado nor- sugerido por la misma topografía del territorio.
oriental la esquina del edificio se ve reforzada con Una segunda fase constructiva coincide con la
una construcción en ángulo recto de la que deja cons- puesta en obra de la esquina oeste, que utiliza como
tancia un buen lienzo en la parte norte y este. Como material grandes bloques contrastando el profundo
se verá, una solución similar se ha documentado salto de cota. A una tercera fase constructiva perte-
también en la estructura 2. nece el muro sureste que cierra en este lado la
Pero volviendo a la estructura de la cima, para su estructura.
construcción se realizó en primer lugar el edificio En su conjunto, la técnica constructiva utilizada
rectangular, uniendo las esquinas del mismo en solu- contempla el uso de bloques de forma poligonal y
ción continua contribuyendo a una construcción apenas trabajados, probablemente extraídos cerca
homogénea y dejando un tabique que con dirección del lugar de empleo, por lo menos para la realiza-
oeste-este separa perpendicularmente el área en dos ción del muro sur de la estructura rectangular del
ambientes de planta diferente. En una segunda etapa edificio 1. Se construyen muros de doble paramento
Figura 3. Fases constructivas identificadas en las estructuras del Castejón de las Merchanas.
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Figura 5. Aspectos de la técnica empleada en la construcción de la estructura 2. A. Adosamiento del refuerzo exterior. B. Bloques en
solución de esquina como referencia para las hiladas. C. Detalle de las cuñas de relleno entre bloques. D. Lienzo cubriendo un hueco
del afloramiento de roca.
El sondeo 1 (S-1) se situó en el límite meridional parte superior del muro podría corresponder a una
del recinto C. El objetivo fue conocer la disposición reparación de la misma en un momento posterior.
del muro de cierre de dicho recinto, así como la mor- Bajo el nivel de incendio se documentó un nuevo
fología del aterrazamiento (artificial o natural) y su nivel de uso en el que se localizó un agujero de poste
uso antrópico. Tras la excavación de los estratos pegado al muro ciclópeo, cuyo relleno (con piedras
vegetales, se documentó un nivel de bloques de pie- de calzo en el fondo) estaba formado por arenas suel-
dra de tamaño no muy grande (entre 15 y 40 cm de tas mezcladas con carbones, posiblemente fruto de la
longitud máxima) que podríamos interpretar bien combustión de la madera del propio poste durante el
como un derrumbe de la estructura o bien por un momento del incendio. El nivel de uso o nivelación
efecto de arrastre desde la parte superior del cerro. republicana se asentaba directamente sobre el geoló-
Seguidamente se localizó un posible nivel de uso gico, al igual que la muralla, lo que implicaba que el
cronológicamente adscrito a momentos altoimperia- aterrazamiento fue completamente artificial.
les, y que cubría un nivel de incendio (una valora- El sondeo 2 fue practicado en el extremo norte
ción del conjunto cerámico recuperado se expone en del recinto E, y adosándose al muro oeste de la
la sección 6 de este trabajo). El sondeo nos permitió estructura 3. El objetivo del mismo era comparar la
apreciar que la anchura de la estructura ciclópea era secuencia de uso de esta plataforma con la apreciada
aproximadamente el doble de lo que se podía apre- en el recinto C. Como resultado, solamente fue posi-
ciar en superficie. Tras el estudio preliminar de los ble documentar un nivel de colmatación-arrastre y
materiales obtenidos en esta fase de destrucción, se otro indeterminado, asociados a la estructura cicló-
pudo establecer que la cronología de este momento pea, que como vimos se asocia a la primera etapa de
es tardorrepublicana, lo que permitía suponer que la ocupación del asentamiento.
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Figura 7. Detalle de una de las zonas de extracción de roca para la construcción de la fortificación.
Anejos de AEspA LXX EL CASTEJÓN DE LAS MERCHANAS (DON BENITO, BADAJOZ)… 73
4.2.1. El recinto C
3
La Fase 2 no se documenta en esta área de
excavación, aunque sí la localizamos en otras
Figura 11. Planta final de la excavación del recinto C. áreas del yacimiento.
Anejos de AEspA LXX EL CASTEJÓN DE LAS MERCHANAS (DON BENITO, BADAJOZ)… 75
Figura 21. Gráficos resumen con frecuencias y porcentajes de la composición de la muestra de fauna recuperada en la estructura 1.
crito, de una moneda de Obulco con escritura ibéri- inicios de época flavia y que nos hablan de relacio-
ca. Según la valoración realizada por Alicia Arévalo nes más fluidas que la capital, Augusta Emerita, con
(1999), estamos ante un ejemplar de la citada ceca la bética oriental.
en el que se aprecian los nombres del último grupo
de magistrados monetales (urkailtu-neseltuko), ads-
critos a la serie IV.7, según la propuesta de la citada 6. ANÁLISIS DE LA FAUNA
autora. La cronología de la serie en su conjunto se
encuadra entre los años 165-110 a.C., lo que sitúa la Junto con el nutrido conjunto de recipientes cerá-
acuñación de nuestra pieza a finales del siglo II a.C. micos, el nivel de derrumbe de la estructura 1 pro-
A juzgar por el resto de materiales ya valorados, el porcionó una gran cantidad de fauna. Del total de
uso de esta moneda podría haber pervivido definién- 789 fragmentos recuperados la mayor parte (88 %)
donos un contexto fechable en la transición entre los fueron clasificados como no identificables.
siglos II y I a.C. Por lo que respecta al estado de conservación de
los huesos, hay que señalar que la práctica totalidad
de los fragmentos no identificables y el 33 % de los
5.2. LOS MATERIALES CERÁMICOS que si pudieron identificarse, estaban quemados. Bue-
DE LA OCUPACIÓN IMPERIAL na parte (37 %) del material identificable estaba ero-
sionado o muy erosionado. Estos factores han condi-
En momentos posteriores el registro claramente cionado seriamente la posibilidad de presentar unas
se empobrece cuantitativamente aunque presentan conclusiones objetivas y específicas sobre la muestra.
dataciones más precisas caso de galbos de TSI, mor- Si analizamos la distribución por especies del
teros de tradición bética o tegulae de pestaña clara- material restante, no se aprecia en términos de fre-
mente romanas. Es interesante la aparición de este cuencia ninguna especie dominante tal y como se
elemento constructivo que, surgido de la innovación refleja en la figura 21. Tanto el ganado bovino (Bos
edilicia romana, se opone a las rudimentarias técni- taurus) como los cervídos (Cervus elaphus) están
cas de adobe que observamos en los contextos más equitativamente representados. Probabilísticamente
antiguos de este yacimiento. Otras piezas claramente el porcentaje total de ambos grupos podría ser algo
adscritas a este período son las comunes claramente superior, teniendo en cuenta que dentro de la catego-
de factura emeritense así como un galbo de ánfora ría de material no identificable se incluyó un 17 % de
del «Círculo del Estrecho». huesos clasificados como pertenecientes a mamíferos
El material más moderno localizado de época de gran y medio porte. El tercer grupo con mas pre-
romana es un «cuarto de círculo de segundo estadio» sencia es el de los ovicaprinos, con un 13 %. Espe-
de una sigillata hispánica de los talleres de los Villa- cies avícolas como la gallina (Gallus gallus domesti-
res de Andújar, que nos ubica cronológicamente a cus) y la perdiz (Alectoris rufa) o el cerdo/jabalí (Sus
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sp.) tienen una presencia mínima en la muestra. En fue valorar su variable densidad a través del espacio.
conjunto, lo que puede conluirse en cuanto a las espe- Entendemos que la huella material de una sucesión
cies representadas en este contexto es que hay un de paisajes agrarios, incluye una compleja variedad
equilibrio entre fauna doméstica y salvaje. de comportamientos, buena parte de los cuales se
Por lo que respecta a los patrones de sacrificio, desarrollan más allá de los límites de los asenta-
fue posible identificar huesos pertenecientes a indi- mientos y otros lugares de actividad concentrada.
viduos jóvenes, pero la muestra no puede conside- Para obtener una estimación fiable de esta realidad
rarse representativa para plantear una interpretación hemos de reajustar nuestros métodos de prospec-
en este sentido. De manera global, lo que puede ción. Sobre una estrategia «clásica» consistente en
plantearse como hipótesis es que nos encontremos inspeccionar el terreno con un intervalo de 10 m
ante un espacio en el que se realizarían actividades entre prospectores, hemos implementado el uso de
de preparación de alimentos. receptores GPS que permiten localizar espacialmen-
te cada uno de los hallazgos identificados a lo largo
de estos recorridos. Esto supone que generamos un
7. MÁS ALLÁ DE MERCHANAS: muestreo sistemático de aproximadamente el 15 %
EXPLORANDO EL ENTORNO del espacio prospectado. Así podemos estimar la
densidad de materiales en los campos, al tiempo que
El estudio de las fortificaciones ciclópeas de la minimizamos las probabilidades de omitir cualquier
Serena no puede entenderse sin una valoración de clase de concentración.
cuál es el entramado de poblamiento en el que se En el caso concreto de Merchanas, durante el
insertan esta serie de asentamientos. Así en nuestra tiempo de ejecución de los trabajos fue posible cubrir
labor, la prospección intensiva y el análisis porme- un total de 483 ha, de las poco más de 1600 que com-
norizado de cada uno de los sitios han ido de la mano prendía la zona inicialmente planteada. El resto de la
como dos caras de un mismo diseño metodológico. superficie no pudo ser inspeccionada por lo imprac-
En casos como el de Merchanas la estrategia adopta- ticable del terreno. Se descartó así de entrada el
da ha consistido en rastrear de manera sistemática la amplio terreno ocupado por la densa vegetación de
potencial zona de influencia de la fortificación. En ribera de las márgenes del río Guadámez. Impedía
cualquier caso nos hemos resistido a asumir a priori también una cobertura sistemática la presencia de un
valoraciones específicas acerca del tamaño y carác- monte bajo muy espeso compuesto por jara y otros
ter del área de captación de recursos, o el ámbito de matorrales en las laderas de algunas elevaciones.
control territorial. La zona de trabajo quedó delimi- Finalmente los espacios de monte fueron reconoci-
tada por un radio uniforme de tres kilómetros en tor- dos de manera selectiva y aún no podemos ofrecer
no al sitio. datos completos sobre las posibles ocupaciones
La elección de esta escala de trabajo responde al humanas presentes en ellos.
objetivo de valorar la magnitud, diversidad y crono- Por lo que se refiere a la zona prospectada de
logía de las ocupaciones humanas en el entorno más manera sistemática, hemos de señalar antes que nada
inmediato a Merchanas. ¿Cuáles fueron los antece- el acusado contraste que ofrecía respecto a otros
dentes en la colonización de este espacio de valle? espacios agrarios previamente estudiados. En ellos se
¿Existía un poblamiento contemporáneo a la fortifi- ha detectado reiteradamente la presencia de un impor-
cación? ¿Cuál es la historia de la explotación agraria tante «ruido de fondo», consistente en una densa
de la zona hasta el presente? Con estas preguntas «alfombra» de material de diversas cronologías no
emprendimos una inspección intensiva del terreno. vinculado a sitios. Sin embargo en este tramo del
De manera muy sucinta,6 el sistema de trabajo fue valle del Guadámez este tipo de evidencia superficial
orientado no tanto a detectar otros posibles «sitios» es mucho más escasa, o completamente ausente en la
en torno a Merchanas, como a documentar la pre- mayor parte del terreno. Como puede apreciarse en la
sencia de material arqueológico en la totalidad de la figura 22, los «sitios» quedan bien definidos por la
superficie estudiada. Tomando pues el artefacto concentración de materiales. Las manchas más oscu-
como unidad mínima del estudio, lo que se planteó ras indican las áreas de máxima densidad, que se ven
enmarcadas por un «halo» decreciente, producido
seguramente por la actividad humana en el entorno
6
El método de trabajo ha sido descrito en detalle en otras de los sitios así como por los procesos de arrastre
publicaciones: Mayoral et alii 2009, 2011. provocados por la erosión y el laboreo agrícola.
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Figura 22. La zona prospectada en torno a Merchanas. A. Distribución total de artefactos en superficie. B. Análisis de densidad,
delimitación de los «sitios» e identificación cronológica preliminar de las ocupaciones detectadas.
el valle del Guadámez era un espacio carente de les situados más al norte. Existen eso sí indicios de
cualquier forma de ocupación fuera de estos reduc- asentamientos rurales del siglo XIX que habían sido
tos. O bien estamos ante un patrón de poblamiento demolidos en la reciente puesta en explotación de la
muy concentrado, o bien sencillamente se trataba de finca Cantalgallo, así como los restos de diversas
una actividad económica muy limitada, centrada en construcciones rurales como tejares, chozos y apris-
aprovechamientos extensivos como la ganadería o la cos para el ganado.
explotación de recursos muy localizados (como los Finalmente, no podemos cerrar esta sección dedi-
óxidos de hierro). cada al contexto territorial sin señalar cómo la evi-
Esta situación contrasta con la multiplicación de dencia de enclaves de una tipología similar en el
asentamientos de época romana, los únicos «sitios» entorno, ponen de manifiesto cómo Merchanas no es
con entidad real aparte de las fortificaciones citadas en absoluto un caso aislado en su entorno regional,
que hemos podido documentar. Una de las bondades pero tampoco en el espacio inmediato del valle del
del método de registro empleado es que podremos Guadámez, donde encontramos un conjunto amplio
definir con gran detalle la organización espacial de de casos que comparten técnica constructiva, organi-
estos enclaves, estableciendo seguramente relacio- zación del espacio, criterios de localización y mate-
nes funcionales entre casos muy cercanos entre sí, riales asociados. En un trabajo reciente se ha exami-
pero en los que el repertorio de materiales de super- nado el tema con detalle (Mayoral et alii 2011).
ficie sugiere claras diferencias. Es el caso por ejem-
plo de la concentración número 9, en la que predo-
minan cerámicas de almacenaje y factura muy tosca 8. VALORACIONES FINALES
junto con material latericio, localizada a menos de Y PERSPECTIVAS DE FUTURO
300 m de la concentración número 49, la cual se
corresponde a un asentamiento rural con una fuerte En estas páginas hemos ofrecido un avance pre-
densidad y amplia variedad de materiales. Todo liminar de las intervenciones realizadas en el Caste-
parece indicar que se trata de conjuntos complemen- jón de las Merchanas. Lo que de manera resumida
tarios, siendo el primero un espacio de trabajo y parecen indicarnos, es que nos encontramos ante un
almacenaje y el segundo un ámbito que cuenta con asentamiento dotado de un sistema de fortificación
espacios residenciales. Contamos con otro caso más que es concebido de manera unitaria en un momento
de asentamiento rural de entidad, la concentración no precisado a finales del siglo II a.C., y que tiene un
29, así como de otros sitios de menor tamaño y varie- final violento a inicios de la centuria siguiente.
dad material (el 3, el 10, el 12) que se corresponden Durante esa etapa el tramo del valle del Guadamez
a lugares de actividad secundaria. En cuanto a sus cuyo paso parece controlar carece de un poblamien-
cronologías el examen preliminar del material sugie- to disperso o de cualquier otra forma de ocupación
re un arco temporal que va desde el siglo I d.C. hasta estable, al margen de los reductos defensivos como
momentos tardíos. el de Castildavid, Castillejo del Moro o el propio
Por último, dentro de esta secuencia hemos podi- Castejón. Además de su posición estratégica para el
do documentar la evolución de la explotación agra- dominio visual en un punto de paso, el diseño y la
ria de la zona desde tiempos postmedievales. A dife- magnitud de la obra construida pone en evidencia
rencia de lo que ocurre en la inmediata zona de las una preocupación por su eficacia defensiva, lo cual
vegas del Guadiana, aquí no encontramos apenas incide en un contexto de inseguridad. Esto por otro
evidencias de un estercolado de los campos con resi- lado explica la ausencia de localizaciones en llano
duos domésticos. Esta práctica genera una densa contemporáneas.
cubierta de fragmentos cerámicos, mayoritariamente Si atendemos a la naturaleza de esa primera ocu-
compuesta por alfarería tradicional «de basto», lozas pación, lo primero que consideramos destacable es
y diversas producciones vidriadas. Por lo que hemos el carácter marcadamente doméstico y autosuficiente
aprendido hasta la fecha, estos aportes están llegan- del registro material. Los elementos foráneos brillan
do a los suelos en la medida en que la presión sobre prácticamente por su ausencia, lo cual dificulta la
el espacio cultivado ha ido fluctuando en época fijación de unas bases amplias y sólidas para la
moderna y contemporánea. El hecho de que aquí no secuencia temporal. Este reducido consumo de pro-
aparezcan sería indicativo de una ausencia de inten- ductos importados es especialmente patente en el
sificación agrícola en estos espacios, productiva- conjunto de contenedores de almacenaje/transporte,
mente marginales respecto a los ricos suelos aluvia- que como vimos es una de las categorías mayorita-
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