Serpiente Astuta

Para hablar del origen y transmisión del pecado nos remontamos a (Gn 3,1) donde
se relata de una serpiente astuta, extraña y que tiene la capacidad de hablar, con
dichas características pudo convencer al ser humano de desobedecer a Dios. Si
bien la serpiente tiene una connotación negativa, también podríamos decir que ha
tenido efecto positivo en el hombre y esto lo vemos en el libro de Números cuando
el veneno de unas serpientes malignas mordió al pueblo, pero el antídoto estaba
en una serpiente que Moisés puso sobre el mástil.

En el nuevo testamento, se hace referencia a la serpiente que Moisés elevo para

salvar al pueblo con relación a la cruz donde fue elevado Jesús por culpa del
pecado de la humanidad (Jn 3:14) y este mismo evangelio también se habla de la
serpiente astuta y misteriosa del inicio, y esta se relaciona a su vez con que la
serpiente es Satanás, debido a que este se disfraza y escabulle.

Aunque se dice que la doctrina del pecado original se ha superado y poco se

escribe de esta, este, cuando se hace siempre se lleva a la conclusión que no se
tiene versión clara de esto. Para muchos es complicado aceptar y entender el P.o

Aclarando el tema del pecado original nos remontamos a la tradición y lo que ella
engloba y la transcendencia que tuvo dicho acto debido a que esta consiste en el
quiebre entre Dios y el hombre y también se tiene que ter claro que el pecado
original como se indica es algo que es transmitido y por ende al nacer ya el bebé
viene con ella, esto indica una usencia y ruptura con los seres humanos.

El lenguaje de la iglesia se basa en el lenguaje eclesial es el que se maneja dentro

de la iglesia y nos con el tiempo la iglesia lo ha actualizado. La palabra pecado ya
muy poco se habla fuera de las iglesia y si suele hacer es un significado
completamente diferente al que los cristianos le dan, evidentemente el cristianismo
no ha creado la palabra “pecado” ni es exclusiva de ellos, pero si con los años la
acogido y transformado su significado dándole un término más cristiano.
La raíz del pecado es la desconfianza a Dios y actuar en base a esa desconfianza,
lo vemos cuando Eva desconfió de Dios por no dejarlos probar del fruto prohibido
y presto sus oídos para escuchar lo incorrecto y en su desespero probo y peco.