Es notable como el autor aborda el tema de las adicciones en este libro. Da referencias claras, específicas, técnicas y nos lleva a un estado de conciencia y de alerta por nosotros mismos, para auto examinarnos y también por aquellas personas cercanas a nuestro entorno que pueden ó están pasando situaciones de ésta índole. Nos enseña entender que es un tema que trasciende o traspasa toda clase de barrera social, puede afectar a todos de alguna manera, aún por la misma sociedad en la que vivimos, porque como dice el autor este deseo, la adicción, no sólo se genera sino también es dirigido, manipulado y está comercializado, jugando de alguna manera con la sobreestimulación de los que caen en ella.. O sea que la sociedad nos lleva de alguna manera, directa o indirectamente. La ilustración de la telaraña es muy acertada y aplicable en éste caso, identificándonos en como a veces somos seducidos y entramos por descuido o influencias a esta red qué es la adicción. En mi caso puedo relacionarlo con las adicciones de conducta de la cual también hace referencia el autor, en lo personal con respecto a la religión, donde siendo joven tenía 25 años y me había abocado a servir a Dios, iba a la iglesia de lunes a lunes al poco tiempo me quedé sin trabajo y en casa estábamos pasando una necesidad económica difícil y así durante 2 años, aún teniendo oportunidades para trabajar las rechazaba porque los horarios afectaban el compromiso que tenía con la iglesia, fue difícil decidir pero a la vez estaba muy angustiado por la situación y tuve que dejar la actividad de la iglesia de lado y trabajar. Tiempo después ya casado y con un hijo me pasó algo similar sin llegar a tal extremo en cuanto a la necesidad económica, pero si a entrar en ese activismo en la iglesia que nos llevó a descuidar la familia por ejemplo y aún peor la comunión con Dios, lo que generaba un desequilibrio en varios aspectos. “La sociedad es una de las principales constructoras de la red adictiva” decía el autor, algunas Iglesias y sus líderes tal vez ingenuamente son parte de esta construcción de esta red, pero también es importante reconocer como mencionaba el autor a Deepak Chopra, que decía que “en nuestra sociedad a menudo las respuestas ante los anhelos espirituales toman formas materiales” y en eso tenemos que ser sabios para llenar ese efecto de vacío espiritual que todos sentimos.