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Vivienda progresiva

Según Mora, et al.(2020), nos menciona que, la construcción a lo que se llama


vivienda progresiva es una multiplicidad compleja de procesos sociales y ambientales, donde
los individuos y las familias cultivan, nutren, preservan y habitan su principal espacio
doméstico conforme a sus necesidades, estas prácticas de hacer el hogar deben ser
consideradas procesos mutuamente adaptativos, en el sentido de que las transformaciones de
la casa están moldeadas por las propias actividades, capacidades, intereses y habilidades de
las personas, que son múltiples y se modifican con el tiempo, y a su vez estas actividades de
hacer el hogar están moldeadas por la dinámica familiar y las limitaciones espaciales. Dentro
de esta se encuentran aspectos de interés para el usuario, como motivaciones detrás de mejoras
incrementales, prácticas de socialización dentro del espacio del hogar, condiciones de
habitabilidad de las casas y composición familiar y necesidades incrementales a lo largo del
tiempo. Es decir que, la vivienda progresiva es un campo con variedad de situaciones, donde a
partir de los propios usuarios crean un espacio que se acomode a las necesidades de vida, por
lo que en muchos casos la construcción de la vivienda está ligada a estas actividades, como
también estos espacios se pueden ir incluyendo y transformando con el paso del tiempo,
debido a que la dinámica familiar también cambia y compone nuevas necesidades.
Vivienda precaria
Según Clair, McKee y Stuckler (2019), nos dicen que, se puede identificar la
precariedad de la vivienda en base a cuatro componentes que se deberían de estar cumpliendo,
por ejemplo, la asequibilidad relacionado a los costos como los cargos por servicios y el
mantenimiento, la seguridad, calidad e instalaciones como la capacidad de mantener la
vivienda adecuadamente, y acceso a servicios esenciales. Una persona puede estar
experimentando ninguno o todos estos problemas, pero se sostiene que a menudo están
interconectados. El acceso deficiente a los servicios esenciales puede afectar su capacidad
para mantener el empleo, tal vez debido a problemas de transporte o servicios de salud, lo que
aumenta el riesgo de perder el trabajo. A su vez, los problemas de precariedad de vivienda
que enfrentan pueden aumentar el impacto de este evento adverso debido a los altos costos de
vivienda que son concurrentes con un acceso inadecuado continuo a los servicios. Es decir
que, la precariedad de una vivienda se puede dar si no cumple con ciertas características
básicas para la estadía del usuario entre ellas se puede mencionar la accesibilidad o
disposición del usuario por obtener una vivienda decente en cuestión de precio y costo en
mantenimiento, la segunda es la seguridad que la vivienda ofrece al usuario y por ultimo
tenemos la calidad de sus instalaciones que son el pilar para acceder a una buena calidad de
vida ya que pueden repercutir muchas veces en las actividades del usuario

Según Listerborn (2021), afirma que, la vivienda precaria es el resultado de un sistema


de vivienda disfuncional, no solo como un nicho de un mercado que de otro modo funciona.
Aquella presenta por lo menos una de estas variables: espacios reducidos, falta de ventilación,
mal uso y distribución de las áreas comunes, carencia de áreas verdes, espacios insalubres,
entre otros. Lo que los vuelve áreas conflictivas ante un mal funcionamiento, medida de
precariedad de la vivienda. Es decir que, el tema de precariedad en una vivienda está
relacionada con la falta de función o relación entre la vivienda y los servicios que ofrece en su
interior, dentro de los que podemos mencionar espacios muy cerrados, una ventilación
inapropiada en su interior, zonas con problemas de planificación, inexistencia de vegetación,
insalubridad, toda ella hace que en su conjunto se convierta en una vivienda no apta para por
lo menos tener una vida cómoda.
Déficit habitacional

Según Abidin, et al. (2019), nos informan que, el déficit habitacional se define generalmente
como la falta de viviendas acomodadas para la población. Pero según, la concepción de la teoría del
déficit habitacional es la falta de condición de la vivienda en sí misma. Las personas evalúan su propia
vivienda comparándola con otras, las diferencias en las condiciones de vivienda hacen que su
vivienda se convierta en déficit habitacional al no abastecer las necesidades y comodidades para la
familia, por lo que, como resultado de esta situación, las personas se ven obligadas de hacer ajustes
en su casa. Por otro lado, el indicador estructural de la vivienda es un factor significativo que afecta la
satisfacción con la vivienda, como a su vez las características físicas de la vivienda como la
comodidad, la calidad de la construcción, el plan de vivienda y el tamaño de la casa son importantes
para medir el mayor nivel de satisfacción de sus residentes. Dicho de otra manera, el déficit de
conjuntos habitacionales puede afectar a un grupo pequeño o grande de personas, en las que
coinciden la falta de estabilidad para tener una vivienda apropiada y digna correspondiente a sus
necesidades, por ello sus usuarios desde su punto de vista creen mucho más conveniente mejorarla o
implementarla por cuenta propia, como una forma de solucionar el déficit que compromete a la
vivienda y al residente, para ello se toma en consideración factores como confort, garantía de la
edificación, y los diferentes habitaciones de servicio que tienen un sentido útil para la familia en
general.

Según Bah, Faye y Geh (2018), nos comentan que, un punto a reflexionar sobre porque surge
déficit habitacional como problema recurrente, es a consecuencia del rápido proceso de
urbanización y la planificación urbana inadecuada, estas son una mayor presión sobre la
infraestructura y los recursos urbanos, un déficit creciente de viviendas que provoca que más
personas vivan en barrios marginales, la expansión urbana en grandes aglomeraciones y una pérdida
acelerada de tierras agrícolas. Las rápidas tasas de urbanización y la falta de planificación urbana han
resultado en déficits habitacionales muy grandes, definidos como la diferencia entre el número de
hogares y el número de viviendas permanentes, estos resultados nocivos incluyen enormes déficits
de vivienda, altos costos para modernizar la infraestructura, redes y servicios de transporte
ineficientes, expansión urbana y amenazas relacionadas para la seguridad. Por un lado, la mayoría de
los gobiernos se enfrentan a enormes déficits de vivienda, que es una bomba de tiempo a punto de
estallar, por lo que existe la necesidad de proporcionar viviendas a escala y de manera sostenible.
Dicho de otra manera, a causa del crecimiento acelerado y no previsto de las zonas urbanas, crea un
desabastecimiento de recursos, generando barriadas con viviendas deficientes, carentes de todo tipo
de infraestructura y servicios, debido al alto costo que el gobierno no administra correctamente, lo
que conllevaría a un alto número de personas sin capacidad de conseguir un techo estable donde
desarrollar sus actividades o criar a una familia con las comodidades necesarias.
Según Rojas (2019), infiere que, en un análisis realizado entre países latinos con escasez de
viviendas muestra una fuerte relación negativa entre el ingreso per cápita y el porcentaje de hogares
que viven con déficit habitacional. Cuanto mayor sea el ingreso per cápita de un país, mejores serán
las condiciones generales de vivienda de su población. La relación es particularmente fuerte para las
carencias relacionadas con la falta de infraestructura y la mala calidad de los materiales de vivienda.
Si bien la mayoría de los programas comunales se enfocan en servicios comunales agua,
alcantarillado, caminos y espacios públicos. Durante décadas las autoridades consideraron que la
vivienda informal era un problema que desaparecería una vez que la construcción de nuevas
viviendas alcanzara niveles adecuados para cubrir el déficit y satisfacer la nueva demanda existe
evidencia de que con la ayuda adecuada cooperación técnica y micro financiamiento, las energías y
los recursos utilizados por los hogares para construir sus propias viviendas pueden canalizarse para
producir viviendas habitables. Dicho de otra manera, el autor según los estudios realizados llega a la
conclusión que países en vías de desarrollo existe un vínculo nada favorable entre el ingreso per
cápita y la cantidad de familias que viven con problemas de deficiencia en sus viviendas, estas
condicionantes fuertemente relacionadas muestran la verdadera cara de la informalidad, de lo mal
que se encuentran las viviendas debido a la mala estructura y materiales empobrecidos, por otro
lado, si bien existe una red de servicios comunales con las que se intenta contrarrestar dicha
deficiencia, el problema abarca un campo más amplio de demanda por lo que se recurre a una
colaboración participativa de organizaciones con experiencia técnica y la financiación de recursos
tanto económicos como materiales con la idea de poder ser asequible una vivienda sin deficiencia
habitacional.
Exploring the mutual adaptive process of home-making and incremental upgrades in the
context of Chile’s Progressive Housing Programme (1994–2016)
Link:
https://www.researchgate.net/publication/333964086_Exploring_the_mutual_adaptive_pro
cess_of_home-
making_and_incremental_upgrades_in_the_context_of_Chile's_Progressive_Housing_Prog
ramme_1994-2016
Referencia:
Mora, R., Greene, M., Gaspar, R. et al. Exploring the mutual adaptive process of home-
making and incremental upgrades in the context of Chile’s Progressive Housing
Programme (1994–2016). J Hous and the Built Environ 35, 243–264 (2020).
https://doi.org/10.1007/s10901-019-09677-9
Constructing a housing precariousness measure for Europe
Link: https://journals.sagepub.com/doi/full/10.1177/0958928718768334
Referencia:
Clair, A., Reeves, A., McKee, M. y Stuckler, D. (2019). Construyendo una medida de
precariedad habitacional para Europa. Revista de Política Social Europea , 29 (1), 13-28.
The new housing precariat: experiences of precarious housing in Malmö, Sweden
Link: https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0222611
Referencia:
Listerborn, C. (2021). The new housing precariat: experiences of precarious housing in
Malmö, Sweden. Housing Studies, 1-19.

Residential Satisfaction: Literature Review and A Conceptual Framework


Link: https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1755-1315/385/1/012040/pdf
Referencia:
Abidin, N. Z., Abdullah, M. I., Basrah, N., & Alias, M. N. (2019, November). Residential
satisfaction: Literature review and a conceptual framework. In IOP conference series: Earth
and environmental science (Vol. 385, No. 1, p. 012040). IOP Publishing.
Housing Market Dynamics in Africa
Link: https://library.oapen.org/bitstream/handle/20.500.12657/27897/1002104.pdf?
sequence=1
Referencia:
Bah, E. H. M., Faye, I., & Geh, Z. F. (2018). Housing market dynamics in Africa. Springer
Nature.
“No time to waste” in applying the lessons from Latin America’s 50 years of housing
policies
Link: https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.1177/0956247818781499
Referencia:
Rojas, E. (2019). “No time to waste” in applying the lessons from Latin America’s 50 years
of housing policies. Environment and Urbanization, 31(1), 177-192.

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