Está en la página 1de 5

ANA TAMEZ SABATINO 3 BROMA

INTRODUCCIÓN

Después de la llegada de los españoles a México, la cocina tradicional prehispánica sufrió


modificaciones. Así algunos ingredientes del viejo continente se incluyeron a los platillos que
utilizaban como base a los insectos.

Por ejemplo, los escamoles fueron adoptados por los conquistadores en sus guisos de carne de
cerdo. Y fue tanta su aceptación que los llegaron a comparar con el caviar.

Libélulas, moscas, mosquitos, hormigas, mariposas, orugas cigarras, pulgones, grillos y piojos son
solo algunos ejemplos de insectos comestibles en México.

Como entomofagia se entiende la ingesta de insectos y aracnidos, o artropodos en general, como


alimento para los humanos. Se trata de un hábito alimenticio muy extendido en algunas culturas
de la tierra.

HISTORIA Y ORIGEN

El ser humano tuvo como alimentación en el origen de la vida las semillas y frutos, sus dientes
estaban adaptados para esta alimentación, el aumento de las familias, le obligo a persa cazar y
pescar todo tipo de animales. Sometido a circunstancias resolvía sus necesidades aprovechando
las oportunidades que la Naturaleza le ofrecía, posteriormente se hizo pastor y agricultor, que
fueron las dos grandes etapas hacia el progreso. Las diferencias del medio influyo en la manera
que el ser humano disponía para conquistar sus alimentos. En épocas de escasez, el hombre,
comía hierbas y gusanos, bayas y setas, se cita que en Europa no siempre hubo abundancia de
comidas, en Austria en la parte nord-occidental, existía una tribu que quemaba una parte de en
una área desértica, donde los habitantes quemaban la maleza, para luego buscar los animales
asados por el fuego, y así en rotación recorrían su territorio, usando el mismo procedimiento para
alimentarse.

Según la historia, los grillos, chapulines y langostas, se conocen en diversas culturas. Se sabe que
Moisés incluía a los saltamontes entre los animales cuya carne podían comer los hebreos, no así la
de cerdo. Es conocido el hecho de que San Juan el Bautista, en el desierto se alimentaba de
langostas que aderezaba con miel silvestre. Igualmente hizo San Juan el Evangelista en la isla de
Patmos, que comía estos insectos; los árabes y persas, en Asia antigua; los etíopes, libios,
mauritanos y los antiguos hotentotes o habitantes del Cabo de Buna Esperanza, en África; y las
diversas etnias australianas, insectívoras por necesidad.

Los insectos contienen sales minerales, algunos son muy ricos en calcio, albergan vitaminas del
grupo B y son una fuente importante de magnesio, además en estado de larva proporcionan
calorías de gran calidad ya que están conformadas por ácidos grasos poli insaturados que no
hacen daño al hombre, por su alto contenido proteínico algunos investigadores han perfilado a los
insectos como la base de la comida del futuro.
De los miles y miles de insectos solo 504 son comestibles, para muchos los insectos se han
convertido en un alimento de lujo, ya que tendrá que estar dispuesto a pagar mil pesos por un kilo
de gusanos de maguey o por un kilo de escamoles que hoy se conoce como el caviar mexicano.

Según la especie de que se trate, las orugas contienen abundantes minerales, por ejemplo:
potasio, calcio, magnesio, zinc, fósforo y hierro, además de diversas vitaminas. La investigación
revela que 100 gramos de insectos proporcionan más del 100 por ciento de las necesidades diarias
de los respectivos minerales y vitaminas.

La recolección de insectos comestibles también es una buena fuente de ingresos, en especial para
las mujeres, ya que requiere una escasa inversión si se recogen a mano. Es muy frecuente
encontrar insectos en los mercados locales de las aldeas, mientras que algunas especies más
codiciadas, como las orugas Sapelli, llegan a los mercados urbanos y a los restaurantes. “Con
frecuencia no se toma en cuenta el valor nutricional y económico de los insectos comestibles, y
debería promoverse su obtención y comercialización, en vista de los beneficios que representa
para el medio ambiente y la salud humana”, según la FAO.

Se calcula que 100g de carne de res contiene de 54 a 57% de proteinas, mientras que 100 g de
insectos (chapulines) contienen de 62 a 75 %, superando en esto, incluso, a la carne de pollo y al
pescado.

La práctica del consumo de insectos en nuestro país se remonta a los tiempos en que se asentaron
en estas tierras las primeras etnias; así se halla documentado en las páginas o tablas del Códice
Florentino escrito por fray Bernardino de Sahagún, en donde se describen varios de los insectos
comestibles que se consumían en aquellos tiempos.

FINES MEDICINALES

El uso de los insectos con fines medicinales es una tradición que en América viene de tiempos
prehispánicos, y que también existe en otros continentes. En México, culturas como la zapoteca, la
mixteca y la maya los utilizaban para aliviar enfermedades digestivas, respiratorias, nerviosas,
circulatorias y óseas. El grillo prieto de Veracruz, por ejemplo, se usa para combatir la
avitaminosis; las hormigas Mieleras para la fiebre, y los jumiles se utilizan como anestésicos y
analgésicos.

Otras cualidades curativas de ciertos insectos que se utilizan para aliviar diversos males: como
para combatir la artritis y las enfermedades reumáticas (con el veneno de las abejas). Por sus
propiedades nutricionales y curativas, se piensa que los insectos podrían ser el alimento del
futuro.

¿CUÁLES SON LOS INSECTOS COMESTIBLES DE MÉXICO?

Estos son tan sólo algunos de los insectos que se pueden consumir, pues se tiene el dato de que
existen más de 500 especies de insectos comestibles, sólo hace falta que te animes a probar algo
rico, original, diferente y sobre todo, original.
Los insectos que más podemos encontrar por ser los más conocidos son:

Jumiles. Son considerados las chinches del campo. Existe una temporada en la se encuentran de
manera abundante, en especial en el Estado de México y en Morelos, hasta en Taxco existe un día
destinado a ellos, un día después de celebrarle a los muertos. Su digestibilidad es elevada, son
fáciles de capturar y sin necesidad de refrigerarlos se conservan en buen estado. Pueden ser
preparados en salsa, acompañar a los huevos y hay quien se los come vivos.

Gusanos de Maguey. Es una larva de mariposa de color blanco, con excepción de su cabeza y
extremidades de color café. Mide unos 7 cm y habita en las pencas de maguey. Su temporada es
de abril a mayo, y entonces se consumen principalmente en las zonas pulqueras de Hidalgo,
Tlaxcala y el Estado de México, aunque no son exclusivos de ahí. Se pueden cocinar salteados con
un poco de mantequilla, sazonados con un poco de epazote, son para satisfacer a los paladares
más exigentes. Además, son ricos en minerales, calcio y magnesio, además de poseer proteínas.

Chapulines. Su nombre real es chapolín que significa saltamontes o langosta y los podemos
encontrar en cualquier época del año. Se consumen generalmente en estado adulto, y suelen ser
hervidos con un poco de agua y sal para ser asados después con más sal, algunas veces chiles
diversos y un poco de limón. Son una excelente elección para darle gusto al paladar.

Escamoles. En pocas palabras son los huevos y larvas de las hormigas que se preparan de
diferentes maneras, ya que se pueden preparar para tamales, salsas, caldos, horneados, con tunas
rellenas etc. Son una gran fuente de proteína y su sabor es altamente prestigioso.

- Los pulgones: Los puede localizar en los estados de Puebla, Morelos, Guerrero, Hidalgo.

- Los escarabajos se hallan principalmente en Hidalgo, Tabasco, Guerrero, Veracruz, estado de


México, Oaxaca, Puebla, Chiapas, Nayarit y DF.

- Por su lado las mariposas se localizan en Oaxaca, Puebla, Hidalgo y DF.

- Las moscas: En el Estado de México y Nayarit.


- Hormigas y abejas: Se encuentran en Oaxaca (chicatanas, hormigas saladas), Puebla, Estado de
México, DF, Chiapas e Hidalgo.

- Avispas: Guerrero, Michoacán, Veracruz, y Yucatán.

- Las termitas: Michoacán.

- Libélulas: Sonora y Estado de México.

- Los chapulines se localizan en Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Morelos, Puebla,
Guerrero, Michoacán, DF.

- Gusanos de maguey rojo: Principalmente se localizan en Oaxaca, Estado de México, Hidalgo y DF.

- Los chinicuiles y jumiles: Guerrero, Oaxaca, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo.

- Los escamoles : Hidalgo, México, Distrito Federal, Tlaxcala, Nuevo León y Michoacán.

BIBLIOGRAFÍA:

https://www.clubplaneta.com.mx/cocina/insectos_comestibles_en_mexico.htm
https://www.marcobeteta.com/sin-categoria/insectos-comestibles-en-mexico/

https://elsouvenir.com/insectos-comestibles-mexico/

UNIVERSIDAD VIZCAYA DE LAS AMERICAS

ANA GABRIELA TAMEZ OLLOQUI

BROMATOLOGIA
INSECTOS COMESTIBLES

3° CUATRIMESTRE

30 DE JUNIO DE 2018

También podría gustarte