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TEMA: Personas Especiales para Dios

TITULO: Un privilegio de Honra.

TEXTO: 1era de Pedro 2:9. La Palabra de Dios dice en Deuteronomio 32:10 que para
Dios sus criaturas son de especial cuidado y que Él las protege como a sus propios
ojos.
Todos protegemos con especial precaución nuestros ojos, ¿Verdad? Ante la amenaza
de peligro, casi instintivamente tenemos la tendencia de cubrir nuestros rostros y en
especial los ojos.
Cuenta una parábola que dos hermosas piedras azules brillaban en el lecho de un río de
montaña y soñaban ambas con ser recogidas algún día para lucir orgullosas en la
corona real de alguna reina, o adornar el collar de alguna princesa o el anillo de un rey.
El día llegó y aquellas piedras fueron recogidas, es que eran hermosas. El destino que
les esperaba era muy diferente del que ellas creían. Una mano tosca las tomó, las
hundió en cemento y a partir de aquel entonces comenzaron a formar parte de una
pared junto con otras piedras. ¡Qué inútil se sentían aprisionadas en ese muro! De
alguna manera, entablaron amistad con un fino hilo de agua que filtraba dentro de
aquel muro y le rogaron que socavara el cemento alrededor de ellas para que pudieran
desprenderse. Así lo hicieron, y al cabo de unas semanas se habían desprendido de
aquella pared y rodado hasta el piso.
Desde allí abajo, observaron cuál era el lugar que ocupaban en el muro. Allí,
bellamente dibujado y adornado con piedras, estaba el rostro del Señor, majestuoso,
imponente, pero ciego, sin ojos. Sus profundos ojos azules se habían desprendido.
Durante la noche, el guardia barrió esas piedras en el suelo y fueron a parar al basurero
para que nadie más se acuerde de ellas.
Pensamos que nuestro plan para nuestras vidas es mejor que el de Dios ¿Verdad?
Ansiamos lugares, puestos y privilegios ignorando que la única persona en el mundo
que es capaz de cuidar de nosotros mejor aún que nosotros mismos es nuestro hacedor
Dios. Él te ama tanto que te cuidará como a la niña o pupila de sus ojos.
Aquel que estuvo dispuesto aún a morir por ti, te pondrá en un lugar especial, aunque
tú no lo comprendas desde tu perspectiva actual.
Quédate allí, donde él te puso.

PENSAMIENTO DEL DIA: NUNCA OLVIDES QUE SOLO VIVIENDO EN EL


CENTRO DE LA VOLUNTAD DE DIOS PARA TU VIDA, SERÁS FELIZ Y TE
SENTIRÁS COMPLETAMENTE LIBRE.
 
 
I. Una posición de Honra.
A. todos los cristianos verdaderos son una generación elegida; forman una familia, un
pueblo distinto del mundo: de otro espíritu, principio y práctica; que nunca podrían
ser, si no fueran elegidos en Cristo para ser tales, y santificados por su Espíritu. 
B. Esta es una combinación maravillosa, reyes y sacerdotes al mismo tiempo; Todos los
honores se reúnen en usted a través de la gracia divina: «un sacerdocio real,».
C. Usted no, y no debe ser como otros hombres, usted es «una gente peculiar.» Su
camino no es el amplio donde los muchos se van, es el estrecho que los pocos
encuentran, su felicidad no es un placer mundano, sino placeres a la derecha de Dios,
que son para siempre, usted es «una gente peculiar 
II. Algunas veces, hasta los creyentes olvidamos cuál es nuestro propósito en la vida. Por
el ajetreo del día a día es muy fácil olvidar que somos creaciones maravillosas a los ojos de
nuestro Creador, y que tenemos un propósito en la vida. Es por eso que 1 Pedro 2. 9, 10 nos
enseña que para el Señor somos . . .
1. Linaje escogido. Lo que quiere decir que usted no necesita luchar por ocupar un lugar en
la casa del Señor, ya que Él le escogió. El Dios del universo le buscó activamente porque
quería entablar una relación eterna con usted. ¡Usted fue seleccionado por Dios mismo!
2. Real sacerdocio. En los días del Antiguo Testamento, un rey no podía ser sacerdote, y
un sacerdote no podía ser rey. Las dos funciones estaban separadas y eran distintas. Pero,
en Cristo, Dios ha puesto a cada creyente en una nueva categoría. Ahora somos hijos del
Rey, y tenemos acceso libre y personal al Dios todopoderoso. Somos del rey.
3. Nación santa. La palabra santa significa simplemente “apartada”. El Espíritu Santo ha
sellado a todos los creyentes como hijos de Dios (Ef 4.30), y nada puede deshacer esa
relación con el Padre.
4. Posesión de Dios. ¿Está consciente de cuán valioso es usted para el Padre celestial? Vale
tanto para Él, que compró su salvación a un gran precio: La vida de su Hijo unigénito (1 Co
6.20).

Conclusión: Nada en cuanto a usted toma por sorpresa a nuestro Dios omnisciente,
omnipotente y omnipresente. Él le hizo para que sea su representante en el mundo, y por
eso le conoce totalmente. ¿Refleja su vida la posición que Dios le ha dado?

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