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un poquito más grande, saltó a su ojo izquierdo, lo que le produjo la pérdida de vista
del mismo. Como ven, las mismas circunstancias produjeron dos resultados diferentes.
Esa es la razón por la cual no podemos considerar las "lesiones pequeñas" como
lesiones sin importancia.
Otra razón por la que debemos informarlas es debido a que la negligencia puede
desarrollar complicaciones. Siempre existe la posibilidad de una infección cuando la
superficie de la piel se ha roto. Algunas infecciones pueden ser muy graves e
incapacitantes. Recientemente un trabajador sufrió un arañazo "pequeño" un viernes
por la tarde, y el lunes por la mañana, al presentarse en la enfermería de su planta, el
médico le dijo que la sangre se le había envenenado de tal forma que le tendrían que
cortar la pierna.
Algunas personas creen que es de cobardes informar cortaduras pequeñas, arañazos o
hinchazones. Si han sufrido, una de estas lesiones un poco antes de la salida del
trabajo, piensan que cuando lleguen a su hogar lo curarán. A veces, cuando llegan a su
hogar, al ver que la lesión no ha aumentado de gravedad, se olvidan de ella, como si
nada le hubiera pasado.
Como ven, las razones por las que debemos informar siempre las lesiones pequeñas son
muchas e importantes. En muchas ocasiones, una cortadura grande e impresionante, de
la que fluye mucha sangre, puede ser en sí menos grave que una pequeñita, por ejemplo,
puede infectar a través de ella todo el torrente sanguíneo y a continuación, órganos
vitales, si estaba contaminado con un producto tóxico o venenoso. Las lesiones, sean
grandes o pequeñas, las debemos informar siempre e inmediatamente.