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Alumna: Citlali Garcia

La naturalización de la violencia hacia las mujeres.

Hasta hace poco tiempo, la violencia hacia las mujeres no era un tema al que

se le prestará mayor importancia, era tomado como un tema más en la plática,

como algo recurrente y normal en la vida de las mujeres. Un problema con el que se

tenían que lidiar y enfrentar sin hacer escándalos o reproches. A pesar de que esta

situación ha ido cambiando y evolucionando poco a poco, en su mayoría para mejor,

aun sigue presente en nuestro día a día.

La mayoría de las veces la violencia hacia las mujeres o niñas comienza

desde una temprana edad y esta no discrimina grupos raciales, étnicos, culturales

o clases sociales. Se estima que un tercio de las mujeres del planeta han sufrido o

sufren violencia física o sexual, económica y psicológica. Según la OMS 736

millones de mujeres han sufrido flagelo a manos de una pareja y una de cada cuatro

jóvenes de entre 15 y 24 años que ha tenido alguna relación íntima lo habrá

padecido al llegar a los 25 años1.

Aunque la violencia de género está presente en cualquier parte del mundo,

es cierto que hay sectores de la población o regiones que son más propensas a

que se de una manera desproporcionada, pues existen diversos factores que

favorecen a su incremento, como sería la presencia de disparidades económicas,

educativas y laborales, un defectuoso marco legislativo y de políticas para prevenir y

hacer frente ante la violencia, falta o incumpliento de sanciones etc.

1Naciones Unidas: Noticias ONU “Una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia física o
sexual desde que es muy joven”

En particular las regiones con un mayor índice de pobreza son las que

registran un mayor porcentaje de casos, la OMS estima que el 37% de las mujeres

de los países más pobres2 han sufrido violencia física o sexual por parte de una

pareja en algún momento de su vida, inclusive en algunos de estos países la

incidencia alcanza a una de cada dos mujeres.

En México la violencia y degradación hacia la mujer es un tema que viene

desde la guerra de la Conquista, la cual propició y exacerbó a que esta se

encarnara aún más en nuestra cultura, la idea de que la mujer es inferior al hombre

se fue inculcando subliminalmente mediante la evangelización y la doctrina:

“... estos bárbaros son tan inferiores a los españoles, como los niños a los

adultos y las mujeres a los varones.(Juan Ginés de Sepúlveda, sacerdote catolico)”

Al cabo del tiempo el catolicismo adquirió un gran número de seguidores,

además de credibilidad y veracidad ante la sociedad, convirtiéndose en una de las

más influyentes y resistentes organizaciones que manejan a México y mantienen la

ideología patriarcal, como lo menciona Tamayo, J “Las religiones no suelen

reconocer a las mujeres como sujetos religiosos, morales y teológicos, las reducen a

objetos, colonizan sus cuerpos y sus mentes, ejercen todo tipo de violencia contra

ellas: física, psicológica, religiosa, simbólica (2019).”

2 De acuerdo con el estudio realizado por la ONU y ONU Mujeres, Oceanía, Asia meridional y África
subsahariana son las regiones con mayor prevalencia, con índices entre 33% y 51%, siguiendo
América Latina y el Caribe con un 25% y finalmente Europa, Asia central y el sureste asiático
registran las tasas más bajas con indicadores que van de 16% a 21%.

Esto se realiza mediante su sistema de discrimimación hacia las mujeres

basándose en la figura de la masculinidad sagrada y el orden divino como

fundamento para la denigración y subordinación de las mismas, y el dominio por

parte de los hombres, prolongando así el patriarcado social, político y económico.

A pesar de que en la actualidad el catolicismo o la religión en general han

perdido fuerza y credibilidad, todavía quedan rezagos de la ideología patriarcal y la

violencia que se ha inculcado desde hace décadas y con los que

desafortunadamente todavía se sigue luchando por erradicar. Como concluyen

Vázquez y Castro (20008):

“... la violencia de género contra las mujeres tiene un carácter sistémico que

se remonta a la familia de origen y se incorpora como parte del habitus,

desarrollando así, gradualmente, predisposiciones de conformidad con el

sometimiento en un contexto que además lo favorece al ser mayoritariamente

masculino y tolerante hacia diversas formas de misoginia de los profesores, los

trabajadores y los alumnos.”

En la última década la violencia hacia las mujeres y niñas ha aumentado

considerablemente, aunque muy probable sea que fuera así desde hace tiempo y lo

que cambió es que las mujeres ya están cansadas de callar, aguantar y resistir la

violación a los derechos humanos más grave, arraigada y tolerada en el mundo. En

Mexico el 66% de las mujeres ha sufrido al menos un incidente de violencia

emocional, económica, física o sexual en algún momento de su vida, y 96% de las


mujeres ha padecido alguna forma de violencia sexual en espacios públicos al

menos una vez.3

Al naturalizar o normalizar la violencia hacia las mujeres, favorecemos a que

se cree una cultura de impunidad, desde la parte legal hasta lo social. Creando una

idea errónea de conformidad, tolerancia y minimización ante los actos de violencia,

como lo menciona en el estudio Vara-Horna, A. y Lopez, O. ( 2017) :

“El 59.6 % de estudiantes que acepta explícita e implícitamente la violencia

contra la mujer (VcM) y la subordinación y que al mismo tiempo experimentan VcM

en el último año, tienen un promedio de 22 ataques por año, mientras que aquellos

que la rechazan explícitamente pero que a pesar de ello también han experimentado

VcM durante el último año (29.3 %), tienen un promedio de 3.8 ataques”

En definitiva todos estos actos repercuten negativamente en la salud y

bienestar de las mujeres, limitan su capacidad de desarrollarse plenamente en todos

los ámbitos y aspectos de su vida, desde la parte educativa, laboral, emocional,

física y económica. Así mismo, también afecta a largo plazo a las familias y

sociedades en conjunto, al igual que impide un desarrollo sostenible de nuestra

sociedad.

Para poder prevenir y erradicar todo tipo de violencia en contra de las

mujeres y niñas, es necesario que toda la sociedad se involucre y comprometa,

desde las organizaciones políticas, económicas, culturales hasta las religiosas; pues

3Forbes : “Naturalización de violencia contra mujeres genera cultura de impunidad“ https://


www.forbes.com.mx/naturalizacion-de-violencia-contra-mujeres-genera-cultura-de-impunidad/

todas tienen un papel fundamental en la sociedad. Al hacer visible el problema y

aceptarlo , se pueden modificar las normas sociales, los valores y las actitudes

violentas que se tienen hacia las mujeres; para así crear, implementar y respetar

políticas públicas efectivas, para garantizar el acceso a la justicia e igualdad .

Castr, R y Vázquez, V ( 2008) “La universidad como espacio de reproducción de la


violencia de género: un estudio de caso en la Universidad Autónoma
Chapingo, México”, en: Estudios Sociológicos, Vol. 26, No. 78, pp. 587-616.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0121-75502019000200085#B21

INEHRM (2017) “La Violencia Contra Las Mujeres En México A Través De La


Historia” https://www.inehrm.gob.mx/es/inehrm/
La_Violencia_contra_las_Mujeres_en_Mexico_a_traves_de_la_historia

Luque, B. (Noviembre,2017) Forbes “Naturalización de violencia contra


mujeres genera cultura de impunidad” https://www.forbes.com.mx/
naturalizacion-de-violencia-contra-mujeres-genera-cultura-de-impunidad/

Naciones Unidas ( Marzo,2021) ONU. https://news.un.org/es/story/2021/03/1489292


Gonzalez, M ( Agosto, 2009) Violencia contra las mujeres, derechos y ciudadanía en
contextos rurales e indígenas de México http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S1405-14352009000200007
ONU Mujeres ( Octubre,2010) “Causas, factores de riesgo y de protección” https://
www.endvawnow.org/es/articles/300-causas-factores-de-riesgo-y-de-
proteccin.html

Tamayo, J ( Abril, 2019) “El patriarcado ‘extremoduro’ de las religiones.” https://


elpais.com/elpais/2019/04/09/opinion/1554827755_747922.html

Vara-Horna, A. y Lopez, D. (2017) “Sí, pero no” : La aceptación implícita de la


violencia contra las mujeres en el Perú. http://
www.mujereslibresdeviolencia.usmp.edu.pe/estudio-si-pero-no-la-aceptacion-
implicita-de-la-violencia-contra-las-mujeres-en-el-peru

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