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"AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE INDEPENDENCIA"

UNIVERSIDAD NACIONAL “HERMILIO VALDIZÁN”


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
E.P. SOCIOLOGÍA

ANALISIS DEL DISCURSO PRESIDENCIAL DEL PROFESOR


PEDRO CASTILLO TERRONES

Curso :
Ética y Deontología

Docente :
Dr. Enma Reves Huapaya

Integrantes :
Bermúdez Blas, Jhoel

Huánuco – Perú, 2021


ANALISIS DEL DISCURSO PRESIDENCIAL (28/07/2021)

En los últimos 200 años, el Perú ha sido presidido, sobre todo, por abogados y
militares. Las riendas de la nación han estado en manos de medio centenar de
miembros en funciones o en retiro de las Fuerzas Armadas y de una docena de
juristas. El poder del Estado, además, ha sido liderado por hacendados,
ingenieros, médicos, empresarios, economistas, arquitectos y hasta un
sacerdote. En ese contexto, el 28 de julio de 2021 marcó un hito en la historia:
Es la primera vez que nuestro país será gobernado por un campesino, dijo
Pedro Castillo Terrones luego de jurar, la tarde de este miércoles, como
Presidente del Bicentenario.

Castillo Terrones es un docente rural y rondero de 51 años, natural de


Tacabamba, distrito en la provincia de Chota, Cajamarca. Portando su
sombrero chotano de paja de palma, Castillo Terrones ingresó, la tarde del
miércoles 28 de julio, al Congreso para recibir la banda presidencial. Dicha
escena marcó el final de casi un año de campaña política marcada por la
difusión de discursos de odio y desinformación; la aparición de grupos
extremistas y pedidos de quebrantar el orden constitucional; así como
denuncias de fraude sin evidencia.

Su ingreso al Palacio Legislativo marcó la interrupción en el perfil de los


mandatarios del Perú desde 1821 También es la primera vez que un maestro
más precisamente, un maestro rural es elegido para ser presidente
Constitucional, resaltó Castillo Terrones en su primer mensaje. Su discurso,
precisamente, reivindicó a grupos históricamente discriminados y excluidos de
las decisiones de poder: los pueblos originarios, los ciudadanos afroperuanos y
descendientes de migrantes, así como a todas las minorías desposeídas del
campo y la ciudad.

El presidente se reconoce como parte de aquellos históricamente excluidos,


pues la historia de ese Perú tanto tiempo silenciado es también mi historia. El
inicio de su discurso frente al Pleno del Congreso, que congregó entre sus
invitados al rey Felipe VI de España, condenó los tres siglos de dominación
colonial, pues a través de esta se establecieron las castas y diferencias que
hasta hoy persisten. En este periodo, además, las manos de obra de los
abuelos de muchos de nosotros cimentaron el desarrollo económico de Europa,
condenó el presidente peruano.

También reconoció los regímenes de esclavitud y violencia que sufrieron los


pueblos originarios con la expansión de la industria cauchera en la Amazonía
peruana, a inicios del siglo XX, y que quedaron plasmadas en el Libro Azul del
servicio diplomático británico, elaborado por Roger Casement. Es un discurso
absolutamente inédito, que reconoció las graves consecuencias e impactos
terribles de la explotación del caucho en los pueblos indígenas.

La mención de este Libro Azul por el presidente Castillo también adquiere


relevancia, porque las consecuencias de dicho periodo, que si bien es cierto
fueron hace más de 100 años, se notan en la actualidad: la desestructuración
de las sociedades indígenas a raíz de las masacres y la pérdida de los líderes
que tenían la palabra tradicional. Para los expertos, este es un primer paso
para que el Estado comience a reconocer a su población originaria, esta asuma
su responsabilidad y pida disculpas por los hechos del pasado.

Dentro del discurso, el presidente mencionó a otros tres grupos históricamente


omitidos en mensajes presidenciales: las comunidades afroperuanas, nikkei y
tusán. A la antigua comunidad afroperuana traída a la fuerza, se agregó la
proveniente de China y luego del Japón, sangre que enriqueció nuestras venas,
pero lleva también consigo el dolor, dijo.

No solo alude a los afroperuanos, sino que reconoce la opresión a la que han
sido sujetos, al ser traídos en contra de su voluntad a esta parte del mundo; y
que son parte de la construcción de la nación desde sus inicios. El Gobierno
deberá priorizar, la recopilación de estadísticas sobre cómo afecta la
pertenencia étnica racial al acceso a servicios básicos, y afrontar esta
problemática de una manera transversal: No solo el sector cultural debe estar a
cargo de un problema que tiene 500 años de antigüedad.

En esto reafirma la politóloga e integrante del Bloque Asiático Peruano Valerie


Tarazona Kong: La primera necesidad es conocernos y el censo de auto
identificación étnica mostró un dato carente de verdad. Efectivamente, solo el
0,2% de la población se reconoció como nikkei o tusán. Su reconocimiento por
un presidente, de todas maneras, eleva la autoestima colectiva de grupos que
usualmente no se sienten en capacidad de representar a alguien, y que han
sido históricamente marginados, dijo la politóloga.

Esta reivindicación de la diversidad en la identidad nacional quedó plasmada


en dos propuestas simbólicas. El presidente Castillo ha planteado que el
Ministerio de Cultura se llame en adelante Ministerio de las Culturas, con el fin
de que responda a la realidad de las poblaciones indígenas, afroperuanas,
nikkei y tusán. También ha propuesto que el Palacio de Gobierno, una
estructura inaugurada en 1938, se convierta en un museo nacional como parte
de su compromiso por romper con los símbolos coloniales.

PUEBLOS INDÍGENAS, MINERÍA Y MEDIO AMBIENTE:

La identidad de los pueblos indígenas entre los cuales resaltó al quechua y


aimara también fueron integradas en el discurso de Castillo Terrones. El
mandatario propuso un plan para transformar lingüísticamente al Estado
peruano, con el objetivo de que todas las instituciones públicas, en donde
predominen las lenguas originarias, se comuniquen oficialmente en dichas
lenguas. De acuerdo al Ministerio de Educación, en el país existen 48 lenguas
originarias: 44 son amazónicas y cuatro andinas.

EL presidente Pedro Castillo Terrones registró, precisamente, altas votaciones,


durante la segunda vuelta, entre los pueblos quechua y aimara. Nuestro país
ha creído en diversos gobiernos que accedieron al poder gracias al voto
popular y que, sin embargo, defraudaron, resaltó el presidente. El politólogo
Paolo Sosa del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) explicó que un sector se
considera clave en el ascenso de presidentes como Ollanta Humala, que se
presentaron como candidatos de izquierda pero que no realizaron cambios al
modelo.

El mandatario, en la misma línea, mencionó el convenio 169 de la Organización


Internacional del Trabajo (OIT). Es la primera ocasión que el mensaje
presidencial incluye la mención al instrumento internacional más importante
sobre derechos de pueblos indígenas, explicó el ex viceministro de gobernanza
territorial, Paulo Vilca. Dicho mecanismo, al que está sujeto el Estado peruano,
abarca el reconocimiento a la consulta previa, una educación intercultural y el
acceso a la justicia, entre otros.
Aunque se encuentra vigente desde hace casi dos décadas, el Convenio 169
no se ha aplicado de manera plena. La consulta previa en proyectos de minería
no es algo cotidiano, explicó Vilca. En su discurso, Castillo Terrones aseguró
que su Gobierno pondrá “orden a la minería” e implementará el criterio de
rentabilidad social; es decir, que los proyectos aporten a la economía y empleo
local, y otorguen garantías reales sobre cualquier pasivo ambiental. Si un
proyecto no tiene rentabilidad social, simplemente no va, dijo el presidente.

Esta mención responde a las expectativas de uno de los principales bolsones


electorales que definieron la victoria de Castillo Terrones durante la segunda
vuelta: Cusco, Puno y otras cinco regiones que históricamente han apoyado
propuestas reformistas del modelo económico. Más del 60% de los conflictos
en el país, según la Defensoría del Pueblo, están vinculados a operaciones
extractivas y comunidades indígenas.

La postura del presidente Pedro Castillo Terrones en torno a la minería


propone un rol directo del Estado, como lo hacen todos los países de la región,
como socio o ejecutor mayoritario. En esa línea, el discurso planteó como meta
la recuperación de los recursos naturales, debido a que están en manos
extranjeras, con contratos que tienen garantía de estabilidad tributaria en
alusión a los beneficios fiscales que cuentan las compañías de esta industria,
aprobados en su mayoría durante el gobierno de Alberto Fujimori.

El mensaje de Castillo Terrones además abordó un punto inusual de los últimos


mandatarios: la crisis climática. En un contexto en que la protección de la
Amazonía peruana es clave para enfrentar el calentamiento global, el
presidente propuso que el Perú se convierta en un país carbono neutral hacia
el 2050, y que se reducirá de manera paulatina la emisión de gases de efecto
invernadero. La Amazonía es la principal herencia para las próximas
generaciones, dijo el presidente electo en su discurso.

PREPARATIVOS ANTE UNA TERCERA OLA:

El discurso también resaltó la necesidad de que el Perú se prepare para “una


tercera ola de contagios” con la Covid-19. El mandatario recibe uno de los
países más golpeados por la pandemia, con alrededor de 195 mil fallecidos por
esta enfermedad en nuestro territorio. La primera y segunda ola fueron
afrontadas por los mandatos de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, que
estuvieron marcadas por acusaciones de corrupción en la compra de
dispositivos médicos, vacunaciones irregulares, y escasez de oxígeno.

Durante la tarde del 28 de julio, Castillo Terrones se comprometió a continuar


con el proceso de vacunación iniciado por el gobierno del expresidente
Francisco Sagasti; que a la fecha ya ha vacunado, con ambas dosis, a más de
4 millones de peruanos. El objetivo del nuevo presidente será llegar a fin de
este año con más del 70% de la población inmunizada. El médico e
investigador Percy Mayta mencionó que sí creía viable cumplir con esta meta
por la cantidad de dosis ya compradas. El nuevo mandatario continuará con los
“vacunatones”, ampliará los horarios y extenderá su alcance “a las zonas
populosas”.

El discurso de Castillo Terrones subrayó el papel de la ciencia y tecnología


como “pilares del desarrollo contemporáneo”. En esa línea, el presidente
anunció la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y destinará
esfuerzos para repatriar a los científicos peruanos que tuvieron que emigrar
“por falta de oportunidades”. Durante la pandemia, la comunidad científica de
peruanos en el extranjero coordinó esfuerzos, por ejemplo, para el mejor
acceso a datos epidemiológicos sobre el avance del virus.

Hay otros factores vinculados a la pandemia, sin embargo, que no se


abordaron en el discurso del presidente, como la vigilancia genómica y el
acceso a oxígeno medicinal. “No se ha mencionado cómo se ampliará la
capacidad diagnóstica, el aumento de pruebas moleculares o antigénicas para
identificar rápidamente al virus”, dijo Mayta y agregó que estas medidas “son
importantes para evitar, o por lo menos prever, la llegada de una tercera ola”. A
la fecha, las autoridades han alertado sobre nuevas variantes.

Durante su discurso de más de una hora, Castillo Terrones también hizo


referencia a otras propuestas ajenas a la gestión de la pandemia, pero
relacionadas al sector de Salud y que involucrarán una inversión importante de
dinero. Por ejemplo, prometió la entrega de hospitales materno infantiles,
neoplásicos, clínico quirúrgico, de medicina tropical y de salud bucal en cada
región; y la construcción de hospitales en el distrito de San Juan de Lurigancho
en Lima, y en el Vraem. Pero no explicó cómo se financiarán estas obras
públicas con la economía del país golpeada por la crisis sanitaria.

Por último, reiteró su propuesta de unificar el seguro social de salud, que será
desarrollada a través de una comisión integrada por el Ejecutivo y el
Legislativo. “La salud física y mental será primera prioridad en el Gobierno,
concretaremos un sistema de salud universal, unificado, gratuito,
descentralizado y participativo”, anunció. Su Gobierno, en esta misma línea,
priorizará la atención médica primaria, es decir, postas y centros de salud
locales en coordinación con las autoridades distritales y regionales.

CLASES PRESENCIALES Y UNIVERSIDADES

Además de la salud y la economía, la pandemia impactó a la educación con el


cierre de las clases presenciales y una implementación poco exitosa de
enseñanza virtual. En su discurso, Castillo Terrones anunció que las
actividades presenciales se retomarán el primer semestre del próximo año, por
lo cual se promoverá “la vacunación de todos los maestros, promotores,
auxiliares y personal de los servicios educativos”. Este retorno a las aulas
también incluirá la adopción de medidas de bioseguridad en las instituciones.

A esta medida se suma una propuesta de campaña: implementar, de manera


gradual, “una política de ingreso libre a las universidades y educación superior.
Según Castillo Terrones, este modelo “funciona bien en otros países”; aunque
para el investigador y especialista en educación, Hugo Ñopo, una transición del
sistema actual de admisión al modelo propuesto generará “un sistema
universitario disfuncional”. De acuerdo a Ñopo, el Gobierno debería
concentrarse en los alumnos de universidades públicas y privadas que
desertan.

Los anuncios en Educación del presidente Castillo Terrones incluyen la


transferencia de S/1000 millones, hasta diciembre de este año, para “el pago
de la deuda social del magisterio”; y la duplicación del presupuesto destinado a
la enseñanza pública. Para algunos investigadores, el aumento presupuestal es
una meta “ambiciosa”; y explican que la deuda con el magisterio es
“lamentablemente impagable” pues su monto real asciende a “100 o 200 veces
más que la cifra prometida por Castillo”.
El presidente también anunció que se promoverá viviendas y centros de
recursos pedagógicos para profesores en zonas rurales, pues “es tiempo que
los maestros rurales reciban un mínimo de servicio para poder realizar su tan
esforzado como importante trabajo”. El nuevo Gobierno además impulsará que
los maestros, estudiantes, padres de familia y ciudadanía se involucren en el
desarrollo del currículo nacional.

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