CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS: POR LA FORMA DE PERSECUCIÓN.

Se dividen en delitos perseguibles por querella y delitos perseguibles de oficio.

I. QUERELLA. Se requiere la manifestación de voluntad del ofendido o su legítimo
representante, para que el Ministerio Publico inicie la investigación correspondiente.
II. OFICIO. Se debe iniciar la averiguación y continuar el procedimiento sin que
medie la decisión de los particulares.
La mayoría de los delitos se persiguen de oficio y solo excepcionalmente opera la
querella en los casos de estupro, rapto, abuso de confianza, injurias, entre otros.
CLASIFICACIÓN DE LOS DELITOS: POR LA MATERIA.
Se dividen en:
I. DELITOS COMUNES. Son aquellos que, por exclusión, no dañan intereses
de la federación, no son cometidos por funcionarios o empleados públicos, ni
atentan contra la disciplina militar, ni contra el orden institucional y constitucional del
Estado. Generalmente se dan entre particulares y atentan contra el bien jurídico
tutelado de los mismos. Están contenidos en leyes de las entidades federativas, es
decir a nivel local.
II. DELITOS FEDERALES. Son aquellos en los que se afectan intereses de la
federación y están previstos en los artículos 2° a 5° del Código Penal Federal y en
leyes federales.
III. DELITOS MILITARES. Los que afectan la disciplina de las fuerzas armadas
y se contienen en el Código de Justicia Militar.
IV. DELITOS OFICIALES. Los previstos en el Título Décimo del Código Penal
Federal y los realizan servidores públicos en ejercicio de sus funciones.
V. DELITOS POLÍTICOS. No han sido debidamente definidos, se entiende
como aquellos que atentan contra el orden institucional y constitucional fundamental
del estado mexicano.