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Ondas de radio
Llamamos onda de radio a una clase de radiación electromagnética cuya frecuencia está
comprendida en lo que denominamos el espectro radioeléctrico que va desde la
frecuencia 0 hasta 300 gigahercios.
¿Y qué es la frecuencia?
La frecuencia tiene que ver con la rapidez
con la que ondula esa onda, es decir, con
cómo de rápido pasa de un máximo a un
mínimo o cómo de cerca están los máximos
y los mínimos en el tiempo porque lo
importante a tener en cuenta es que ese
valor varía.
Al tiempo entre máximos o mínimos, es decir, entre valores que se repiten, lo llamamos
periodo. Si pensamos en un autobús que da vueltas a un circuito podemos decir que el
periodo del autobús es una hora o podemos decir las vueltas que da el autobús en una
hora, las vueltas que da el autobús es la frecuencia y el tiempo que tarda en dar una
vuelta es el periodo.
La frecuencia de una onda, es decir, cómo de rápido hace esas variaciones, va a cambiar
sus características, su comportamiento. Y como somos capaces de generar ondas de
diferentes frecuencias, eso nos permite organizar el espectro. Nos permite decidir, por
ejemplo, que cuando generamos una onda de 900 megahercios la usamos para telefonía
Las ondas de radio las usamos para todo tipo de comunicaciones inalámbricas y
también las usamos para comunicación a través del cable. Pero el uso más popular es el
de las inalámbricas: la televisión, las comunicaciones con el móvil, los datos que el móvil
manda o recibe o cómo nos comunicamos con el wifi, la radio FM…, todo eso va por
ondas de radio y llega a nosotros porque un receptor con una antena es capaz de recibir
la información y trasladarla hasta nosotros.
También utilizamos ondas de radio para calentar los alimentos dentro del microondas.
Son las mismas que las del wifi lo que pasa es que dentro del microondas ponemos más
potencia que la que transmitimos por el aire, porque no nos queremos calentar las
personas, ¿verdad? Y es que determinadas frecuencias pueden hacer resonar las
moléculas del agua y que se calienten.
A comienzos del siglo XX, quedaba así demostrado que la comunicación a larga distancia
por ondas de radio era posible porque las ondas se reflejaban en la ionósfera, salvando
de esta manera la curvatura de la Tierra.
Las primeras comunicaciones por radio se consiguieron encendiendo y apagando el
transmisor según un patrón. Posteriormente, se codificaron sonidos mediante
variaciones continuas en la amplitud (la intensidad) de la onda que se emitía. Esto se
conoce como modulación de amplitud o amplitud modulada (AM); los receptores
domésticos pueden captar la “onda media” (OM) en AM, esto es, entre los 500 y los
1700 kilohertz. Más recientemente, la información pudo codificarse como variaciones
en la frecuencia de la onda emitida, lo que se conoce como frecuencia modulada (FM);
con la FM se gana calidad y se pierde alcance. Esto hace que la FM sea más utilizada en
ciudades, pues no se requiere cubrir un gran espacio geográfico. Mientras tanto, la AM
es muy usada en zonas rurales.