Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
y militantes que presenta Traverso a lo largo del libro, uno podría res
catar a Walter Benjamin, el melancólico por excelencia, en una historia
como ésta. Hijo de la derrota más absoluta de la izquierda alemana
(europea, en realidad) frente a Hitler, en Benjamin la necesidad de atar
pasado y futuro se vuelve vital: ¿cómo conservar para éste su cualidad
de prognosis? ¿Cómo, desde la noche, ver el día? (pp. 97 ss; pp. 307 ss).
Porque hay impedimentos estructurales para que la historia desde la
izquierda dé cuenta de todas las cosas. ¿Es posible reunir las categorías
de tragedia y revolución en un solo relato?; para Traverso, apoyado
en Raymond Williams, es una conjunción imposible (p. 108). Las dos
emociones que determinan cada categoría están en las antípodas: la re
volución es concebida como una celebración total; la tragedia, el grado
extremo de la desesperación de los humanos. (Creo que Traverso se
queda corto al explicar esta polaridad: la izquierda se ha negado a tratar
la imposibilidad absoluta en una coyuntura, de un destino; en cambio,
tal es la materia de la tragedia, justo lo que no puede ser, la negativa
radical de los dioses para que los hombres intervengan en sus destinos.)
La advertencia de Traverso sobre la memoria no es inocente. La
memoria puede generar la ilusión de la fábula, con su moraleja inclui
da (tan común en la pedagogía de los liberales mexicanos). Pero no
hay moraleja que valga, sino formas de lucha concreta, encarnadas en
hombres y mujeres concretos, en defensa de la justicia, la igualdad, la
fraternidad y los otros valores de la izquierda. Ni la lucha antifascista
ni la defensa de los judíos en las zonas ocupadas por los nazis, por
ejemplo, fueron historias edificantes, unas pastorales de los buenos
sentimientos. La preeminencia de la memoria en el mundo contempo
ráneo no ha evitado, por ejemplo, que el antisemitismo esté al alza en
Europa, argumenta Traverso. (Como a Funes, el de Borges, la memoria
nos puede paralizar; no es tanto la historia como la política, infiero, la
que nos permite trascender la memoria.)
Un enfoque sorprendente: para Traverso la cultura de la derrota ha
sido de enorme utilidad en las tradiciones de la izquierda. No se puede
escribir desde afuera de la derrota, no es posible omitirla; de hecho,
pareciera el observatorio privilegiado de una historia de izquierda, un
verdadero recurso gnoseológico, y este es uno de los postulados más
perturbadores del libro. Y es el modo melancólico el que permite un
RESEÑAS 1059