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Con este trabajo pretendemos dejar claro todo lo que conlleva un proceso como
este, dejando atrás los mitos que se han ido creando a lo largo del tiempo sobre
él, así como dejar claramente reflejados los requisitos del proceso en lo que se
refiere a aspectos administrativos. También nos gustaría plantear los principales
problemas con los que se encuentran los padres adoptivos antes, durante y
después de recibir al niño adoptado.
Adoptar un niño no es una decisión que deba tomarse a la ligera. Los padres que
soliciten la adopción deben haber reflexionado conociendo los pros y los contras
de este proceso. Tienen que comprometerse para toda la vida. Por esta razón no
debe tratarse de un acto impulsivo que los padres decidan porque, simplemente,
de repente les apetece tener un niño. Si la decisión se toma de esta forma, podría
traer consigo consecuencias negativas y tristes como devolver al niño a su país de
origen, en el caso de la Adopción Internacional, o incluso que el menor solicite su
vuelta a un centro de menores porque no quiere estar con esa familia.
Uno de los fallos más comunes en la decisión y proceso de adopción es que los
padres estén tan ansiosos que no quieran esperar la media de dos años que se
tarda en adoptar un niño, y caigan en la adopción ilegal. En este caso, los
interesados ponen dinero y se consigue un niño recién nacido en un país
subdesarrollado, mediante el tráfico de menores o las madres de alquiler. Si se
llega a esto, no sólo se estará fomentando el tráfico de niños, sino que, además,
puede acarrear serios problemas ya el niño no podrá ser registrado legalmente
como hijo suyo. Al no estar registrado, el menor no disfruta de los derechos que
tendría si lo estuviera y que, además, son iguales a los de un hijo biológico.
Nuestro objetivo es que tras finalizar este pequeño estudio sociológico, queden
bien claro los principales puntos sobre los que se basa el tema que nos ocupa: la
adopción
ADOPCION
Tiene una doble finalidad: dar hijos a quien no ha podido procrear y poder cumplir
con su vocación de paternar; y brindar padres a quien no los tiene, para lo cual se
crea un vínculo legal con quienes se ocuparán de su cuidado. Es un recurso social
y legal para proporcionar un núcleo familiar estable a niños que de otra forma
quedarían expuestos al abandono. La decisión de adoptar un hijo es el resultado
de un prolongado trabajo de elaboración de la pareja, enfrentándose a la falta de
hijos. Pero el acto de adoptar es un acto público y se desvanece la privacidad en
los acontecimientos que lo hacen posible.
Madres adolescentes
En general las impulsa el hecho de que han sido abandonadas por su pareja y
sienten que no pueden hacerse cargo de la situación que implica ejercer el rol
materno con ese hijo en particular; a veces suelen responsabilizar a ese embarazo
de ser la causa por la que fueron abandonadas. Muchas madres deciden entregar
a sus hijos mientras el embarazo se está gestando y en el momento en que el niño
nace deciden retenerlo y no entregarlo a otra familia; o se arrepienten cuando éste
ya fue entregado en guarda a otra familia, siendo el menor el más perjudicado ya
que ha establecido nuevos vínculos afectivos.
Lo que debe tener en claro el psicólogo que trabaje con los padres biológicos es lo
traumático de la situación de separación para ambas partes y privilegiar la
continuación del vínculo cuando esto sea posible.
En esta situación también se incluyen los padres con severas patologías mentales
que les imposibilitan ejercer su función de padres.
Aspectos legales
La ley 24.779 establece que la adopción de menores no emancipados se otorgará
solamente a través de sentencia judicial a pedido del adoptante; el juez evaluará
cada situación en particular. La ley establece dos tipos de adopción:
DERECHO DE FAMILIA:
Algo muy importante que los padres deben saber, es que el proceso de adopción
es un proceso largo y, en muchas ocasiones, difícil de afrontar para los
adoptantes. Los profesionales que se encargan de llevarlo a cabo deben
profundizar en la forma de ser, trabajo, amistades, pareja... de los posibles
adoptantes. A los solicitantes muchas veces les resultan excesivas las preguntas,
entrevistas o indagaciones, pero también deben comprender que la Administración
tiene bajo su tutela unos niños que, normalmente, han sido abandonados, y lo
único que buscan es lo mejor para ellos.