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Tecnología I

Informática para la Producción Musical


2021

Autores:
Juan Martín Albariño
Pablo Balut

Colaborador:
Patricio Pretti

Placas de Sonido
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La placa de sonido es el elemento que permite el ingreso (grabación) y el egreso


(reproducción) de audio en la computadora.
Generalmente nuestra computadora trae incorporada una placa interna llamada
“on board”.
Estas placas que se encuentran dentro del gabinete o debajo del teclado en una
notebook y suelen captar ruido eléctrico inducido por los componentes eléctricos
que la rodean.
Para solucionar estos problemas podemos incorporar una placa externa que, al
estar alejada de los componentes eléctricos que inducen ruido, se ven menos
afectadas y suelen ser de mayor calidad.

Tipos de puertos

Estas placas externas pueden acoplarse a una computadora a través de varios


tipos de conexión. Eso depende de una decisión del fabricante.
Las conexiones más comunes son los puertos USB-A, USB-B, USB-C y
Thunderbolt.
Las conexiones bajo protocolo Thunderbolt 1 y 2 utilizan el conector denominado
Mini DisplayPort desarrollado por Apple. El Thunderbolt 3 y 4 incorporan el
conector USB-C (este tipo de conector está siendo utilizado también por muchas
marcas de celulares como conector de carga).

USB-A

USB-C

USB-B

Mini DisplayPort
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Otro tipo de puerto, que ya está entrando en desuso, es el denominado


FIREWIRE (IEEE 1394).

FIREWIRE

Actualmente algunos fabricantes están lanzando placas con conexiones para


tablets y smartphones, que nos permiten utilizar estos nuevos artefactos para
realizar grabaciones. Apogee, focusrite y presonus (entre otras) son marcas que
han desarrollado placas que pueden conectarse no solo a una computadora, sino
también a dispositivos móviles como iPads o iPhones.

Canales de entrada y salida

Otra característica es la cantidad de canales que posea la placa, tanto para


grabar (entradas) como para reproducir (salidas).
Las placas on board suelen tener 2 canales de entrada y dos de salida. Por lo
tanto, en estas placas podemos grabar en simultáneo dos instrumentos “mono”,
como una guitarra y un bajo, o un instrumento “estéreo” como un piano eléctrico.

Si pensamos en grabar un grupo musical en vivo (que tenga, por ejemplo,


batería, dos guitarras, bajo, teclado, voz principal y dos coros) es decir, todos
tocando al mismo tiempo, entonces necesitamos una placa con más entradas
para poder grabar cada instrumento y cada cuerpo de la batería en un canal
separado.
Existen en el mercado placas que poseen desde 2 hasta 128 canales de entrada
y salida.

Los canales de entrada, pueden ser de distinto “tipo” y “conexión”.


Los tipos de entradas que podemos diferenciar son “de micrófono”, “de línea” y
“de instrumento”.

Las entradas de micrófono suelen tener una conexión con una ficha canon (XLR)
hembra. Es importante que posean phantom power para poder alimentar un
micrófono de condensador. Algunas placas económicas tienen entradas de
micrófono mediante un conector plug o miniplug como las on board.
Las entradas de micrófono están preparadas para recibir una señal de muy baja
amplitud.

Las entradas de línea suelen tener un conector tipo plug y están preparadas para
recibir señales de línea como las que pueden venir de un instrumento electrónico
(teclado, octapad) o de un reproductor de mp3/mp4. En resumen, esperan una
señal que ya viene preamplificada.
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Las entradas de instrumento suelen tener también un plug, pero esperan señales
no preamplificadas que vengan de una guitarra eléctrica o un bajo eléctrico. En
realidad, la cuestión es un poco más técnica y estas entradas son de una
impedancia más alta que las de línea.

Digitalización

Para que el sonido proveniente de un micrófono o un instrumento pueda


grabarse en una computadora, la señal analógica de audio debe ser digitalizada.
Los micrófonos entregan una señal analógica que son variaciones de tensión
eléctrica.
El conversor AD/DA (analógico-digital / digital-analógico) es el elemento que
poseen las placas de sonido, para tomar esa tensión eléctrica, asignarle valores
numéricos y así poder guardar esos datos “digitales” en el disco rígido de la
computadora.
Los valores que utiliza el conversor AD/DA para digitalizar el audio son la
“frecuencia de muestreo” (sample rate) y la “resolución” o “profundidad de bits”
(bit depht).

La frecuencia de muestreo se trata de la cantidad de veces por segundo que el


valor de tensión de la onda analógica es censado.
Podemos imaginar la frecuencia de muestro como una gran cantidad de fotos
que se le toman a la señal analógica por segundo.
Los valores de frecuencia de muestreo se expresan en hertz (hz).
Esto incide en la máxima frecuencia sonora que vamos a grabar. El “teorema de
Nyquist” indica que “la frecuencia de muestreo debe ser superior al doble de la
máxima frecuencia sonora a grabar”
Por lo tanto, si la máxima frecuencia audible es de 20.000hz, la frecuencia de
muestreo debe ser superior a 40.000hz.
Es por eso que como estándar para el CD-Audio, se tomó el valor de 44.100hz.

La profundidad de bits, corresponde a la cantidad de valores posibles que van a


corresponder a cada muestra.
Esto influye directamente en el “rango dinámico” disponible para la grabación. A
mayor profundidad de bits, mayor rango dinámico.
Los bits nos indican el tamaño de cada muestra, del mismo modo que una
imagen digital posee más o menos pixeles. Cuantos más pixeles, mayor
resolución en la imagen.
El valor que se estableció para el CD-Audio es de 16bits.

Si bien se han fijado estos valores de digitalización para el CD-Audio (44.100hz


y 16bits), debemos tener en cuenta que este estándar se publicó en 1980,
cuando el audio digital estaba recién desarrollándose.

Con el correr de los años, los conversores han incorporado niveles más altos de
frecuencia de muestreo y profundidad de bits, para conseguir mejor calidad en
las grabaciones.
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Sin embargo, debemos tener en cuenta que, al aumentar los valores de


digitalización, también aumentaremos el tamaño de los archivos a guardar en el
disco rígido.
Por eso, si bien existen conversores de 192khz y 32 bits, la mayoría de las
grabaciones actuales se realizan en 44.100hz y 24bits.

Driver ASIO

Si vamos a trabajar en una PC con programas como Reaper, Nuendo o Ableton,


debemos procurar que la placa posea drivers ASIO.
El driver ASIO fue desarrollado por la empresa Steinberg y logra una muy baja
latencia de trabajo con un alto rendimiento. Este driver conecta directamente al
DAW (Digital Audio Workstation, en nuestro caso es el Reaper) con la placa de
sonido, “salteándose” el sistema de audio de Windows.
La virtud del ASIO está en el manejo del buffer, que es una memoria temporal
administrada por el driver.
Podemos imaginar el buffer como un “recipiente” en el cual se guarda la señal
digitalizada antes de llegar a su destino. Una vez que el buffer se llena, la señal
sigue su camino.

Imaginemos una situación de grabación con un buffer chico.


El sonido analógico ingresa a la placa, se digitaliza y se envía al buffer. Como el
buffer es pequeño se llena rápidamente y la señal sigue su camino hacia el disco
rígido donde quedará guardado.
Pero si por alguna razón nuestra computadora no puede “llenar” el buffer
rápidamente, este podría quedarse sin ese flujo de datos continuo y la señal se
interrumpiría, quedando la grabación con el sonido entrecortado.
La misma situación con un buffer más grande, permitiría tener una reserva para
que el flujo de datos no se corte.

Placa de sonido
Buffer chico Disco rígido
Baja latencia

El micrófono La placa lleva El buffer se


envía la señal la señal llena y envía
a la placa digitalizada al la señal al
buffer disco rígido
Alta latencia

Placa de sonido Buffer grande


Disco rígido
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En el caso de la reproducción ocurre lo mismo, pero en dirección opuesta.


El audio digital sale del disco rígido, llega al buffer y luego va hacia la placa de
sonido para salir por los parlantes.

Imaginemos ahora una situación en la cual tenemos que grabar una voz sobre
una base de guitarra ya grabada
Para esto tendremos que escuchar la guitarra en un par de auriculares, junto a
nuestra voz a modo de “retorno”.
La operación de “grabación” conlleva una latencia, determinada por el tamaño
del buffer.
La operación de “reproducción” es la que se pone en marcha cuando activamos
el monitoreo. Esto también genera su propia latencia.
Ambas latencias sumadas, nos darán un retardo en el monitoreo de nuestra voz,
que hará imposible la ejecución.
Para esto es indispensable disminuir el tamaño del buffer y así bajar los tiempos
de latencia.
La mayoría de las placas económicas como las on board, no poseen drivers
ASIO. Para ellas, existe un driver “genérico” llamado ASIO4ALL de distribución
libre.
Podemos encontrarlo en www.asio4all.com
El ASIO4ALL puede administrar las placas de sonido (ya sean on board o
externas) simulando el funcionamiento de un driver ASIO real.

Configuración de la placa de sonido en Reaper

Una vez instalada la placa, debemos configurarla en el programa de grabación.


En Reaper, vamos al menú “Opciones”, “Preferencias”, “Dispositivos”.
En la ranura “Sistema de Audio”, elegimos “ASIO”. En “ASIO Driver” elegimos el
driver de nuestra placa de sonido. De no contar con una placa con drivers ASIO,
elegimos el ASIO4ALL (que debe instalarse previamente).
Debemos asegurarnos que la casilla “Habilitar Entradas” esté tildada.
En las ranuras “primer” y “último”, vamos a elegir la primera y la última entrada
de audio que tenga nuestra placa. De este modo determinamos el rango de
entradas que estarán habilitadas para utilizar en Reaper.
Lo mismo debemos hacer con las ranuras de “Rango de Salida.
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Si hacemos click sobre el botón “Configuración ASIO” se abre la ventana del


driver ASIO de nuestra placa. Si estamos trabajando con el ASIO4ALL veremos
la siguiente ventana.

Con esta perilla podemos elegir el tamaño del buffer. Si es demasiado chico,
vamos a obtener una baja latencia, pero también un muy bajo rendimiento de la
computadora. Si es demasiado grande, obtendremos una latencia alta pero
mejor capacidad de procesamiento.
Si vamos a realizar tareas de procesamiento (mezcla y masterización) o
grabación sin monitoreo, podemos utilizar el tamaño de buffer más grande, para
lograr una mejor performance de nuestra computadora.
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Si tenemos que grabar utilizando el monitoreo de nuestro DAW, entonces


deberíamos bajar la latencia, tanto como se pueda.
En este punto debemos prestar especial atención, ya que si se reduce mucho el
tamaño del buffer pueden producirse ruidos o cortes en el audio, provocados por
la interrupción de flujo en el buffer.
Este comportamiento depende del rendimiento de nuestra computadora,
determinado por varios de sus componentes (microprocesador, memoria RAM,
placa de sonido, etc), por eso el tamaño del buffer se decide habitualmente
mediante prueba y error.

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