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LAS GUERRILLAS EN COLOMBIA: EL PUNTO DE PARTIDA, EL DILEMA DE

VANGUARDIA REVOLUCIONARIA Y LA SALIDA AL CONFLICTO ARMADO

Juan José Niño, Johana Velázquez y Daniela López

Introducción

Los vestigios de la época de la violencia en Colombia y el cambio progresivo que


tuvieron las organizaciones y bandoleros que habitaban las diferentes regiones del
país dieron pie a una nueva forma de organización armada a partir de la década
de los 50. Estas nuevas organizaciones estaban fuertemente condicionadas en su
accionar dadas ciertas corrientes ideológicas que los caracterizaban, pero también
en este documento se centra la mirada en los puntos comunes que poseen dichas
guerrillas y los cambios metodológicos que también atravesaron. A partir de esto
se busca caracterizar y exponer las repercusiones de estas identidades políticas a
partir de finales de la década de los 50 y el principio de los 2000 y los sectarismos
que se configuraron producto de los enfrentamientos armados y discursivos entre
las guerrillas y sus consecuencias, a manera de conclusión.

Catalizadores en el plano internacional de las guerrillas

Antes de entrar a hablar de las corrientes ideológicas de las guerrillas en Colombia


hay que recordar que la existencia de guerrillas no es algo exclusivo de nuestro
país y tampoco de la región de América Latina. Las condiciones históricas que
alentaron la apertura del ciclo guerrillero llegaron a todas las partes del mundo,
como lo mencionaba Darío Villamizar en su libro “Las Guerrillas en Colombia, Una
historia desde los orígenes a los confines”. Las tensiones generadas en el marco
de la guerra fría y la ideología socialista de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) y China tuvo repercusiones mundiales para todo el movimiento
comunista internacional, ya que tocaba temas importantes para el desarrollo de la
revolución. A su vez, el movimiento anticomunista mundial se encontraba más
alerta que nunca dadas las condiciones económicas y sociales que había dejado
la segunda guerra mundial, no solo en Europa, sino también en el continente
americano. (Villamizar, 202)

Por lo anterior no es de extrañarse que, en lo que respecta a América Latina y el


surgimiento de las guerrillas en la región, la Revolución Cubana representaría un
severo golpe a la indiscutida hegemonía de Estados Unidos en Latinoamérica, tal
como se demostró en el intento norteamericano, a través de los emigrados
anticastristas, por recuperar el control de la isla en 1961 mediante la fracasada
invasión de Bahía de Cochinos, y en la Crisis de los Misiles en 1962.
Cabe mencionar que lo que desencadenó la Revolución Cubana y lo que
caracterizaría a otros países de la región era una lucha y contraposición a las
desigualdades y el abuso de poder por parte del estado en diferentes países de
América Latina, una creciente brecha social en términos de clases económicas y
el nulo interés por las condiciones sociales de la población.
Es así como el triunfo de Rafael Castro en 1959 incuba la semilla de la revolución
en gran parte de los países de la región. Colombia no es la excepción puesto que
ya contaba con ciertas tensiones que surgieron en la época de la violencia y,
donde por primera vez, se pueden apreciar las verdaderas consecuencias de la
desconexión entre la ruralidad y las ciudades en el país, no solo en términos
geográficos o de infraestructura sino un nulo interés político en lo que respecta a
la ruralidad y las necesidades que afrontaban los habitantes del país en un periodo
marcado por el desarrollismo que fue impuesto por EEUU y una expansión
demográfica en auge.

De una organización ideológica ramificada al accionar político-militar

Villamizar (2020) sitúa el origen de las guerrillas revolucionarias en el marco de los


procesos de amnistía promovidos por la presidencia de Gustavo Rojas Pinilla con
las guerrillas liberales y con mayor énfasis en el asfixiante sistema que imperó
bajo el pacto del Frente Nacional (1958-1974).

Si bien las guerrillas en Colombia, a partir de los años sesenta, se remontan al


surgimiento de la denominada 'nueva izquierda', para hacer referencia a
organizaciones políticas de izquierda distintas al Partido Comunista como lo es el
MOEC (Movimiento Obrero Estudiantil, Campesino, de influencia pro-china), el
FUAR (Frente Unido de Acción Revolucionaria, de tendencia gaitanista) y las
JMRL (Juventudes del Movimiento Revolucionario Liberal), no se deja nunca de
lado la urgencia de la organización política y armada de las remanentes guerrillas
liberales que para este periodo buscaban emprender un nuevo tipo de lucha
guerrillera que fuera más allá del problema liberal-conservador que había estado
en el centro de la anterior violencia a raíz de las complejas condiciones que
atravesaba el país, formándose a partir de lo anterior una de las guerrillas mas
importantes en América Latina como lo fueron las FARC. Si bien empieza a
dibujarse una red de organizaciones que van ramificándose la una de la otra, las
motivaciones y los cambios que buscaban cada una de ellas siempre se
encontraron cercanas milimetralmente, reconociendo que la exclusión existente en
términos políticos se mantendría como principal generador de la violencia para
dicho periodo.

A raíz de dicha exclusión las guerrillas revolucionarias en Colombia toman la


decisión política de iniciar una larga marcha hacia la construcción de un actor
militar alternativo al Estado, que lo confronte, le dispute la influencia política sobre
la sociedad y eventualmente lo sustituya, reconociendo que quien posea el
monopolio de la fuerza poseerá y ejercerá como Estado.

Ahora bien, cabe mencionar que las guerrillas en Colombia, independientemente


de su línea ideológica y metodológica, se fueron reformulando debido a las
particulares condiciones que afrontaba cada una de ellas en el ámbito social y
también en el ámbito regional, es por esto por lo que dentro de las mismas
guerrillas se pueden evidenciar distintos accionares dentro de sus frentes,
respondiendo así a las tensiones que cada frente en particular experimentaba.
Villamizar (2020) mencionaba que las FARC y el ELN tuvieron presencia en las
mismas regiones, como lo fueron Santander, Norte de Santander, Arauca,
Antioquia y Bolívar. Dicha coexistencia de las guerrillas en las distintas partes del
país originó disputas territoriales y políticas que afectaron enormemente a dichas
organizaciones, independientemente de las similitudes ideológicas ya que se
consolidó una carrera contrarreloj entre ellas y su fin último. Las FARC, al ser el
actor con mayor expansión territorial durante los años ochenta, fue la organización
que más tuvo conflictos con los demás grupos guerrilleros y a quién dichos
enfrentamientos, no solo con las fuerzas militares del estado sino también con las
demás guerrillas, representaría una ruptura regional con sus banderas ideológicas
y la relación con las poblaciones de estas regiones para dicho periodo. (Buitrago, y 
Suárez, 2015)

En sus inicios, todas las organizaciones guerrilleras colombianas pretenden


presentarse como alternativas al reformismo, es decir, plantean la tensión entre
'Reforma-Revolución' a partir de los métodos de la práctica social, esto sin duda
fue motivado por los antecedentes existentes con las guerrillas liberales y los
procesos de amnistía que poco o nada representaron un cambio político real en el
país y a su vez abrieron el debate acerca del denominado carácter de la
revolución el cual estaba presente en las distintas organizaciones guerrilleras
nacientes.

En la década de los ochenta las guerrillas clásicas superan sus tensiones internas
y continúan sus procesos de crecimiento y expansión, sin embargo aparecerán en
el panorama nacional denominados grupos de autodefensas o paramilitares que
implicarán una nueva dirección al conflicto interno y ahora se resumirá a la
necesidad de estos grupos armados a la supervivencia de sus frentes, casi que
arriesgando el norte discursivo e ideológico que las fundó.
En dicha década también se presentan importantes negociaciones y acuerdos con
las guerrillas por lo que existían polarizaciones internas dentro de las mismas junto
a la creciente influencia del narcotráfico como financiador de la lucha armada pero
también siendo uno de los puntos en disputa por los cuales crecerían las
tensiones entre las autodefensas y nublando el carácter político de la organización
armada guerrillera. (Vargas, 2001)

Finalmente en la década de los 90 varias guerrillas deciden que la dejación de las


armas representaría ese reencuentro con el proyecto político que las fundó y las
movilizó a través de los años, por lo que guerrillas como el M19, EPL, algunos
frentes de las FARC y el ELN, entre otros frentes fragmentados o pequeños firman
y alcanzan victorias importantes como es el caso del M19 con la constituyente y
un nuevo panorama político al hacer parte de las instituciones y formar parte,
oficialmente, de la democracia representativa por medio de las elecciones y tras
su desmovilización el 8 de marzo de 1990, se convirtió en un movimiento político,
como izquierda democrática, conocido como Alianza Democrática M-19 (AD-M-
19), siendo una de las fuerzas políticas más importantes en la Asamblea Nacional
Constituyente de 1991.
Más allá de las distinciones y el sectarismo político

Al mencionar anteriormente de manera general el rumbo que tomaron las


guerrillas en Colombia se obtiene un panorama un poco más claro de lo que
enfrentaban estas organizaciones, esto con el objetivo de poder analizar en este
apartado los puntos en común de estás guerrillas y aquellos puntos que
representaron un creciente sectarismo político dentro de las mismas y que
condicionarían sus logros y fracasos vistos en la actualidad.

Es así como se da un paso atrás y se posiciona al lector nuevamente a la década


del 50 y 60 donde el PCC, desde sus bases ideológicas, apoyaba de manera
fehaciente la construcción de ligas y organizaciones campesinas que buscaban
una reforma agraria estructural (Buitrago, y  Suárez, 2015) Dicha lucha enmarcada
en la época de la violencia y el Frente Nacional se vería fuertemente influenciada
por el apoyo del PCC lo que aportaría a la identidad política del movimiento
guerrillero FARC como un movimiento que creía en la vía armada y que apoyaría
la vía electoral del PCC.
En su inicio, para el PCC la lucha armada se restringía a la autodefensa,
concretamente, a la autodefensa rural. Claramente desde el PCC y como se
mencionaba anteriormente, hubo una “nueva izquierda” radicalizaba y que se
oponía a esta modalidad y esta visión del brazo armado que era las FARC. Se
ramifican entonces del PCC: MOEC (Movimiento Obrero Estudiantil, Campesino,
de influencia pro-china), el FUAR (Frente Unido de Acción Revolucionaria, de
tendencia gaitanista) y las JMRL (Juventudes del Movimiento Revolucionario
Liberal), estás caracterizadas por un método diferente de guerra como el foquista
que replicaron de la revolución cubana y sería implementado por el ELN, el cuál
nace de las organizaciones (mayoritariamente estudiantiles) anteriormente
mencionadas.

A su vez, otra facción del PCC se divide y se forma el PCC-ML que daría pie al
Ejercito Popular de Liberación quienes se caracterizarían por seguir los pasos de
la Revolución china e impulsar la guerra popular prolongada.
Ahora bien, estas tres grandes importantes guerrillas, para este periodo, se
diferenciaban en términos un poco más reformistas, es decir, las FARC y su fuerte
relación con el PCC no se oponían a la vía electoral mientras que el ELN y EPL se
encontraban fuertemente radicalizados en la lucha armada revolucionaria.

Ahora nos situamos en la década de los 70’s y 80’s, en donde hay una mayor
interacción entre las guerrillas producto de su importante expansión y búsqueda
por el control territorial de ciertas regiones en las que coexistían. Lo anterior
también representó un enorme potencial para las nuevas guerrillas urbanas que se
fueron conformando a raíz de las diferencias ideológicas y metodológicas como
era el caso del M-19 y organizaciones como la DU-PLA y la ADO. Dichas
organizaciones presentaban la similitud de la guerra urbana pero la ADO, por
ejemplo, era de un origen trotskista mientras que el DU-PLA mantenía la corriente
Maoísta, fuertemente defendida por Pedro León Arboleda mientras que el M19
continuaba con su fuerte defensa a la democracia y las ideas socialistas que
enmarcaron su separación con el ala liberal en la formación de la ANAPO.
Para este periodo eran claras las tensiones metodológicas y se cuestionaba cual
era la verdadera vanguardia de la revolución para alcanzar el fin ultimo de
alcanzar la lucha proletaria y de clases que todos tenían en común.

Es aquí también donde las FARC se convierten oficialmente en una guerrilla


nacional de carácter ofensivo y adoptaría un modelo cercano al que el EPL y el
ELN desde su fundación tenían claro que era la guerra popular prolongada junto
con la insurrección, apelando a llamarse el nuevo “Ejército del Pueblo” ( Buitrago, y 
Suárez, 2015)

La guerra popular prolongada en este punto se convertiría en un punto de


encuentro entre las guerrillas que en su momento distaban en lo metodológico,
probando así que las guerrillas son organizaciones en constante dialogo con la
realidad política y económica del país y con tensiones que cambiarían entre
guerrillas, pero también dentro de sus propias organizaciones.

Gracias a la formación y puntos de reunión como lo fueron la Coordinadora


Guerrillera Simón Bolívar se puede identificar entonces que el dialogo ideológico y
metodológico en las guerrillas en Colombia era insuficiente y representaría a su
vez discusiones en las que difícilmente se puede encontrar un consenso como lo
es el tema electoral o el monopolio de la fuerza. Así pues, se acrecentó la
violencia entre las guerrillas más importantes en las zonas de coexistencia y
empiezan en los 90 los procesos de desmovilización que irían apagando poco a
poco la viabilidad de la lucha armada revolucionaria como fue el caso del M19 y
algunos miembros de las FARC como también el EPL y el surgimiento del
movimiento político Esperanza, Paz y Libertad.

Como lo mencionan Buitrago y  Suárez (2015) el control político-territorial


difícilmente entendería de puntos en común entre las guerrillas, sobre todo entre el
ELN, FARC y EPL, a pesar de todas las similitudes ideológicas y el potencial
poder militar que representaría su unión. Es así como una de las categorías
principales a analizar como lo son la identidad y el sectarismo políticos toman
protagonismo a la hora de verse representados y enfrentados en una dinámica
sobre todo político-territorial. ¿Hasta que punto las identidades políticas se tornan
irreconciliables y difícilmente se puede construir sobre sus similitudes? ¿El
sectarismo político entre las guerrillas fue superior a la exclusión política que el
estado ejercía en aquellos periodos tempranos de su historia contra su
organización e ideología? Si bien las discusiones, tanto ideológicas como
metodológicas dentro de este tipo de organizaciones resulta vital en esta nueva
forma de concebir el país, es innegable que las condiciones sociales y económicas
afectaron el desarrollo y el enfoque de las guerrillas, pero no solo eso, también se
genera un enorme impacto en la actualidad frente a la diversidad de identidades
políticas ya que se replicaron, incluso entre identidades muy similares, la exclusión
total o parcial de sus voces y miradas.

Conclusión

A modo de conclusión podrías decirse que la salida del conflicto armado deja un
panorama muchísimo más desalentador en cuanto a que las identidades
ideológicas que abanderaron estas guerrillas difícilmente podrán desligarse del
accionar político militar que ejercieron durante tantos años en el país, con sus
victorias y derrotas. Además, el sectarismo político toma mucha más fuerza en el
sentido de que existen estos precedentes metodológicos con vacíos de
información y que, a la población civil, esa misma que las guerrillas reconocían
como fuente vital de la revolución y básicamente la locomotora de esta, se
rompería de manera definitiva por la violencia, sin importar que las banderas de
lucha por la justicia social estuviesen detrás de ellas.

Bibliografía

Villamizar, D. (, 2020.)., Las guerrillas en Colombia. Una historia desde los


orígenes hasta los confines. ., Bogotá, D. C.: :, Debate, .
Buitrago,  L.,  &  Suárez,  M.  (2015).  Historia  de  la  interacción  político-militar  entre
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Villarraga A., Plazas N., (1994) "Para reconstruir los sueños" (Una Historia del EPL),
Fondo Editorial para la Paz-Fundación Progresar-Fundación Cultura Democrática, Santafé
de Bogotá (julio), 1994; OIga Behar, "Las guerras de la paz", Editorial Planeta, Bogotá.

Vargas, A (2001) El conflicto interno armado en Colombia Antecedentes y perspectivas


Comentario Revista del Centro Andino de Estudios Internacional Internacionales, No. 1, ©
2001

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